Expresion Plastica y Creatividad

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EXPRESION JU a CREATIVIDAD Guia didactica para maestros Gilda Waisburd CE Ta ays Ores La expresi6n plastica y el desarrollo creativo EI propésito de este texto es “propiciar la formacién de talleres de actividades plasticas de una forma secuenciada y programada para nifios de tres a 10 afios, que fomenten la expresién artistica del nifio con fines didacticos. El proyecto pretende transformar el queha- cer educativo mediante la conjugacién de factores racionales con fac- tores de orden emotivo-afectivo en busca de opciones para el desarrollo de la creatividad infantil, en un intento por contrarrestar a tendencia de los actuales programas escolares, hacia la sobrevalo- racién del desarrollo intelectual del nifto y el menosprecio de su expresién artistic”. En este sentido, la educacién desempefia un doble papel: cultivar © sofocar Ia creatividad, de modo que reside en nosotros, padres y ‘maestros, la capacidad de optar por una u otra forma, cuestionando el problema explicitamente y tomando decisiones conscientes y espe- cificas. Hemos observado que los nifios de nuestra época son més procli- ves a percibir pasivamente con sus cinco sentidos en lugar de expre- sar de forma constructiva sus ideas, sentimientos, impulsos y fantasias. Los nifios viven prdcticamente “conectados” a la televisién, a la radio y a la computadora como si fueran sélo receptores de esti- mulos, puesto que la mayor parte del tiempo no expresan ni desarro- an su potencial ereativo. Esta comprobado que la plistica constituye un excelente proc miento para estimular la creatividad. Por su parte, todo trabajo AG, Sefehovieh y G. Waisburd, Hacia una pedagogta de la ereatividad, Trilla, Mexico, 1995 17 artistico contribuye a fomentar la autoestima mediante el desarrollo de las habilidades manuales, el manejo inteligente de los materiales, 'y las funciones relacionadas con el yo. Encauzadas hacia el arte, estas actividades incitan al pensa- miento divergente, y éste es un elemento necesario en el proceso cre~ ativo, en tanto plantea alternativas y soluciones variadas. Por el contrario, el pensamiento convergente propone hechos tinicos y “cerrados”. Una adecuada combinacién del pensamiento convergente yy del divergente podrfa generar ideas innovadoras basadas en hechos y necesidades reales. ‘Segtin Guilford, Torrance y Lowenfeld, investigadores que se han dedicado al estudio del desarrollo creativo durante la infancia, “ arte permite al nifio vivenciar el proceso creativo de una forma natu- ral y la ejercitacién de las habilidades que promueven el desarrollo creative”. Dichas habilidades son las siguientes: * Originalidad * Multiplicidad de productos (fluidez) * Sensibilidad hacia los problemas * Capacidad de andlisis y de sintesis * Capacidad de expresar y de comunicar + Nivel de inventiva + Elaboracién de las ideas o productos En nuestro ejercicio de la docencia hemos comprobado que en el taller do plistica se promueven y se desarrollan estas habilidades, por cuanto al nifo no se le exige realizar actividades de copia, sino ue se le ofrecen materiales de plastica que mediante la experimen- tacién le permiten crear libremente, segxin su nivel de madurez y de ‘acuerdo con su riqueza interior, al tiempo que propician su apertura ala expresién personal y su capacidad de concentracin Al sistematizar el trabajo en el taller de plistica, el arte crea un dominio en la vida simbdtica del nino, que lo incita a la experimenta- cién con ideas y sentimientos mientras le proporciona placer, el cual es un objetivo central en el desarrollo de la vida emocional-afectiva de todo ser humano. La preocupacién por el desenvolvimiento de lo que es tinico, de lo individual, considerado como funcién principal en el arte, surgié de Ja tradicién del humanismo, Segdn Sue Jennings, las razones psico- légicas que explican por qué el hombre cultiva las actividades artisti- cas y que hemos comprobado en el taller de plastica, en el trabajo con nifios y adultos, son las siguientes: a) La necesidad de exteriorizar imégenes internas. 18 PRIMERA PARTE. LA EXPRESION PLASTICA 5) La necesidad de preservar la experiencia sensorial “conden- sindola” en una forma que existe fuera del que la ejercita ¢ independiente de él. ©) La necesidad de comunicar algo a los demés y asi convalidar atin més la propia imaginacién y experiencia 4) La necesidad de expresar lo que parece ser un impulso bésico de hacer, sea lo que fuere, de acuerdo con ciertas reglas estéti- cas casi universales (a partir de los ocho afios de edad). ¢) La necesidad de encontrar una relacién entre diferentes obje- tos y materiales de su experiencia y otros mas amplios, gene- ralizados y abstractos. El nifio lo hace mediante su capacidad de simbolizacién-? El valor artistico que el nifto otorga al trabajo producido es un signo de sublimacién satisfactoria, y la ealidad de su labor deviene en actitudes de seguridad por cuanto el pequefio puede crearlas y expre- sarlas. Estas actitudes, que con el transcurso del tiempo se manifies. tan en el taller, exigen una fuerte disciplina interior, asi como un esfuerzo continuo y sistematizado. En el taller de plastica se requiere de ciertas condiciones para que la creatividad y la expresin broten y se fortalezean, generando, consecuentemente, actitudes de seguridad. ‘De acuerdo con la teoria humanistica de C. Rogers, dichas condi- ciones son las que se detallan a continuacién. CONDICIONES EXTERNAS Seguridad psicolégica. El nifio necesita un ambiente en el cual ‘sea aceptado incondicionalmente. Esto significa que el maestro facili- tador del grupo tiene que aceptar a cada uno de sus alumnos tal como es. Lo que sucede durante el proceso es que el nifio, al sentirse aceptado y no rechazado, puede mostrar desde el principio una acti- tad de apertura. Tal actitud es necesaria para que se inicie en el pro- ceso creative. No debe existir evaluacién externa. En este estilo de trabajo la evaluacién externa puede interferir en el proceso del nifio; por lo ‘mismo, suele resultar muy subjetiva. En realidad, la evaluacién resi- de en el nifio que ejecuta el trabajo, y esta forma de ponderar sus logros promueve su capacidad de critica y de andlisis. Lo que el Sue Jenings, Terapia creativa, Kapelust, Buenos Aires, 1979. ELDESARROLLOCAEATIVO 19 maestro facilitador hace es concientizar al pequefio de su forma de trabajar ~si es limpia, organizada, de concentracién y de respeto- y de la relacién que existe con los compafieros y con los materiales, siempre de una forma constructiva. Lo que nos interesa es rescatar el proceso que el nifio vive duran- te la creacién, También es importante determinar la forma en que se acerca a los materiales, c6mo experimenta con ellos y los combina, cudl es el tiempo que le insume concentrarse, de qué modo se produ- ce su acercamiento al maestro facilitador, su coordinacién global y la fina en particular. As{ mismo es primordial observar la originalidad del trabajo, las innovaciones que el nifio introduce y, sobre todo, si trabaja con placer. En este tipo de taller lo importante no es el resul- todo final del trabajo, puesto que el valor de un objeto lo indica el nifio y es él quien decide si lo conservaré ono en su casillero del aula, si se lo levaré a casa, lo rogalaré o lo desechara, El maestro facilitador debe tener una comprensién empética de lo que le sucede al nifo. Es decir, tiene que ser capaz de ponerse en el lugar del pequefio, conocer sus deseos, necesidades y temores, pero sin dejar de representar en todo momento una ley que da seguridad, {ue orienta, all tiempo que propone el material, estimula el trabajo y se responsabiliza de promover su propio desarrollo y el de sus alum- CONDICIONES INTERNAS Libertad psicoldgica. La ereatividad en el taller surge cuando al nifio se le da la libertad que requiere la expresién simbélica. Esto es, la libertad de pensar en diferentes cosas, de sentir, de actuar, de expresar y de ser. Esta libertad no debe confundirse con permi- sividad o indulgencia. El maestro facilitador brinda la posibilidad de ser libre pero con responsabilidad, de tal modo que pueden existir también la confusién, la equivocacién y el temor. Es necesario com- prender estos sentimientos para poder integrarlos a la personalidad del individuo.? ‘ScRogors, Bt proceso de convertire en persona, Pais, Buenos Aires 2.0 PRIMERA PARTE, LA EXPRESION PLASTICA La Filosofia y la metodologia del taller de expresion plastica LA FILOSOFIA En el campo educativo y en el terapéutico, el hecho de estimular las actividades creativas mediante las Namadas manualidades ha ropiciade que muchas personas afirmen que todas ellas, debido a ser “cosas que se hacen con las manos”, no tienen gran trascenden- Desde luego, esta forma de pensar es errénea, puesto que al hablar de manualidades nos referimos a la actividad sistematica y creativa del cerebro, por medio de las manos, que se manifiesta en una obra de arte. Al programar actividades creadoras a través de la plistica esta ‘mos ejercitando el cerebro. De acuerdo con las investigaciones reali- zadas por el doctor Sperry,! el cerebro esta dividido en dos hemisferios, cada uno de los cuales controla ciertas habilidades espe- cfficas. Asf, podriamos decir que el hemisferio izquierdo es el logico, analitico, verbal y racional, mientras que el derecho es el intuitivo, perceptivo, analégico y emocional; en él residen el absurdo y la crea- tividad. En investigaciones realizadas en Estados Unidos se ha descu- bierto que el mayor enemigo de la productividad lo constituyen los procesos de aprendizaje, es decir, los sistemas educacionales. Tales hallazgos causan gran sorpresa, pues enviamos a nuestros hijos a la escuela para que aprendan, y resulta que este proceso de aprendizaje es fruto de estructuras rigidas e improductivas. Estos descubrimien- tos han tenido repercusiones tan hondas que en algunas maestrias 1G. Sofchovich y G. Waishurdop. cit, pag 21. 24 en la Unién Americana se ha introducido una nueva asignatura en las areas de ciencias. Dicha asignatura se denomina Ingenierfa crea- fiva y sirve para inducir a los alumnos a procesos de “desaprendiza- Je’, vale decir, a desaprender todo aquello que bloquea e impide la creatividad Hasta la primera mitad del siglo xx se presuponia que el hombre era un ser racional y que se colocaba por encima de lo irracional, pero cuando se dio a conocer la informacién surgida de las investigaciones del doctor Sperry y los resultados de diversos trabajos realizados en el Departamento de Conducta Humana de la Universidad de Stanford, acerca de las habilidades de los dos hemisferios cerebrales, ¥ 8e reconocié que en ellos residen lo légico y lo ilégico, lo analitico y lo fantastico, lo rigido y lo flexible, comprobamos que la escuela ‘educa sélo a medio cerebro: el hemisferio izquierdo, En la escuela, el nitlo que obtiene la maxima calificacién puede reproducir y memori- zar lo que el maestro dice y muestra un comportamiento excelente: es callado y sumiso, es el mejor alumno y ocupa una de las primeras bancas del salén de clases. En cambio, al que es inquieto, imaginati- vo y creativo se lo considera un “nifio problema”. Lamentablemente, en la escuela primaria lo primero que se le dice al nifio es “no jue- gues”, “no dibujes", "no sues”. . No nos hemos hecho conseientes de que el progreso y la evolucién se deben al hemisferio derecho, es decir, a aquella parte del cerebro que intuye, percibe, desea, siente y necesita. La especulacién cient ca se basa en elementos que tienen mucho de ilégico y absurdo; zno deberia existir en los estudios de bachillerato, al lado de la asignatu- ra de l6gica, una de pensamiento “il6gico”? Esta situacién conduce a revalorar la programacién de las activi. dades creadoras para desarrollar arménicamente ambos hemisferios cerebrales. ‘Seguin investigaciones realizadas durante los tiltimos cinco afios en las universidades de Standford, Harvard y otras instituciones del sur de California, en Estados Unidos, el ser humano aleanza su ‘méximo porcentaje de desarrollo creativo entre el nacimiento y los cinco afios de edad, y al legar a los 40 afios sélo se utiliza el 2% de la capacidad creativa. Esta realidad nos preocupa, de ahi que la pro- puesta que presentamos en este texto se centre en las actividades plasticas, no concebidas como simples manualidades recreativas, sino ‘como actividades disenadas y programadas para desarrollar la capa- cidad creadora y favorecer el crecimiento més equilibrade y arménico de los nifios. Asi, el ser humano es considerado una unidad no seg- mentada y su educacién se contempla desde distintos puntos: cognos- ivo, emocional, fisico y sociocultural. Este modelo metodolégico 2.2 PRIMERAPARTE. LA EXPRESION PLASTICA surge a partir de las actividades que se realizan en las instituciones ‘educativas, pero no han sido consideradas como un apoyo real para propiciar el desarrollo sano y equilibrado del nifo, LA METODOLOGIA El maestro facilitador desempefia un papel muy importante den- tro del taller, puesto que su funcién es activar e impulsar el proceso de desarrollo creativo en el nifio. El maestro facilitador es un compa- jiero simbélico en la aventura ereativa del pequefio; su actitud debe ser sugerente, no directiva; y de apoyo a los proyectos infantiles. Es Ja persona que inspira y motiva, el encargado de crear un ambiente en el cual los nifios puedan desarrollar las potencialidades y habili- dades que necesitan para su desarrollo arménico. En este sentido, el ‘maestro facilitador es quien favorece un cima de experimentacién, expansién y creacién; es el que planea, programa, presenta y evalia las actividades. Es decir, requiere de un sistema de actitudes cons- tructivas. Es el responsable de establecer, junto con los alumnos, las leyes que se respetardn durante el trabajo en el taller, leyes que brindan al nifio un marco de seguridad porque sabe lo que puede hacer y To que no. El maestro facilitador es el adulto que exige que se respeten las normas que se han generado en el grupo; incluso, si es necesario modificar alguna de elas durante el proceso, la ley’se reflexiona en conjunto y se llega a conclusiones (desde luego, este trabajo se realiza con los nifios mayores, debido a la riqueza de su vocabulario y a su madurez. general). EI maestro facilitador debe conocer los marcos de la disciplina; de lo contrario, los talleres se transforman en un caos que ya no genera aprendizaje sino descontrol. Si el maestro facilitador se ha fijado claramente, los objetivos que quiere aleanzar, asi como el ‘método que aplicaré, y tiene la paciencia y la habilidad requeridas para establecer los habitos de orden y de limpieza, los talleres operan como laboratorios de creacién en donde los nifios autorregulan sus actividades y su comportamiento, al punto de sorprender al adulto con su forma de trabajar y con sus ereaciones. El maestro facilitador requiere de un sistema de actitudes cons- tructivas, positivas, de respeto, sugerentes, que no influencien y que estimulen y motiven al desarrollo personal, primero consigo mismo y posteriormente con los nifios. ‘Se ha dicho que “nadie puede dar lo que no tiene”, de manera que el maestro facilitador debe “Ilenarse” de experiencia y asumir actitu- CAP. 2. LAFILOSOFIAY LAMETODOLOGIA. 2 3 dos de crecimiento que sirvan de ejemplo y de inspiracién a los nifios con quienes se relaciona, Para lograr este crecimiento el maestro faci- litador ha de vivir un proceso de recuperacién creativo en el cual com- prenda cémo surgieron los bloqueos ya sea emocionales, fisicos y ‘cognoseitivos que interfieren en la manifestacién de la creatividad.2 Como se advierte, el docente a cargo de un taller de creatividad requiere de formacién teoricoprdctica. En el aspecto tesrico, es nece- sario fundamentar Ia importancia de las actividades creadoras y saber e6mo y con qué realizarlas; en la practica, resulta indispensa- ble experimentar en talleres de sensibilizacién que desarrollen su capacidad creadora para poder ejercitarla y fortalecerla. De esta manera, cuando la creatividad surja en el aula, en el trabajo con los alumnos, podré apreciarla y aprovecharla para beneficio de los inte- grantes del grupo, y no confundirla con problemas de diseiplina, De acuerdo con Jung, las fuerzas instintivas que suscitan la cre- atividad son las siguientes: a) El valor. 6) La voluntad. ©) La perseverancia. ) La capacidad de tolerar la duda y el sufrimiento. ¢) Cualquier angustia que leve a tomar decisiones para arries- garse a lo desconocido. La actividad creativa es una parte integral del proceso de eroci- ‘miento personal y una expresién del mismo. Las actitudes de respe- ‘to, apertura y libertad que el maestro facilitador ofroce en el taller operan como modelo que los nifios aprenden, y éste es uno de los pun- tos mas importantes para promover el desarrollo personal tanto en el adulto como en los pequefios. La evaluacién del trabajo es realizada por los nifios, lo cual favo- rece su actitud eritica. El maestro facilitador observa cémo trabaja el ‘lumno, eémo maneja el material; observa también su coordinacién y Ja forma en que se desenvuelve en el taller, en relacién con otros nits. En la formulacién del método adecuado para el trabajo en el taller de plastica nos hemos basado en las investigaciones realizadas, por Rhoda Kellogg,$ quien fundamenta su estudio en la experiencia de 20 afios, durante los cuales se dedieé a observar por espacio de neo horas diarias, alos nifios mientras dibujaban. 2 G. Sofchovich y G. Waisburd op. cit, pag. 2. R Kellogg, Andlisis de la expresion pldstica del preescolar, Kapeluse, Expata, 1979, 2.4 PRIMERA PARTE. LAEXPRESION PLASTICA El interés de la doctora Kellogg por el dibujo infantil surgié de un viaje hecho al Oriente, en el cual observé que los nifios de alrededor de cuatro afios de edad elaboraban disefios geomeétricos coneéntricos, eon el centro muy mareado, figura que se conoce con el nombre de manda: Ja. Esta peculiaridad no le sorprendié, pues a esta edad los nifios copian y reproducen su entorno; y por afiadidura muchos centros reli- giosos estaban decorados con mandalas. Cuando regresé a Oceidente y “descubri6” que los nifios de cuatro afios también dibujaban manda. las sin tener influencia alguna por parte del ambiente, decidié iniciar una investigacién, que consideramos muy completa y que describe las ‘etapas que el nifio va experimentando en el proceso del desarrollo en elarte, a través del dibujo. Kellogg afirma que mediante el dibujo los pequetios se descubren a 1 si mismos valiéndose de la conquista de las estructuras, la aplicacién de soluciones y el placer que proporcionan Ia exploracién y la innova: cién, La autora demuestra que el desarrollo del arte en el nitio es de indole autodidacta; es algo que brota a partir de su propia experiencia y tinicamente en un medio en donde se permita y respete la libre expre- sin. Kellogg sostiene que “ensefiarle a un nifio a dibujar”, ‘el hacer juicios a priori" y “utilizar el chantaje emocional de bonito y feo", lo tinico que provoca es el bloqueo de las emociones del nifto por miedo a verse rechazado por el adulto; esto interfiere en un proceso de expre- sién creativa, lo induce a menospreciar sus ideas innovadoras y a copiar estereotipos que son aplaudidos por el adulto. EI nifio al enfrentarse a una hoja en blanco con sus crayolas es igual que cuando se enfrenta con su cuerpo a un espacio que tiene que conquistar, investir, experimentar para poder crear y expresar su mundo interno, A partir de un método basado en una sucesién de técnicas regu- ladas y en las actitudes del maestro facilitador hemos observado los ‘cambios que se van suscitando en los nifios que participan sistemati- ‘camente en el taller. En especial, llama la atencién el incremento en su seguridad, en su autoestima y en la capacidad de expresarse y ‘rear, Las investigaciones se han Mevado a cabo en CASPE (Centro de Capacitacién y Asesoria Pedagdgica en Creatividad y Expresién) y los resultados obtenidos durante el primer afio de trabajo se presen- tan en el apéndice de este texto. Para que se aclaren mds estas ideas pondremos un ejemplo: cuando una persona sale a correr por las maiianas est utilizando sus piernas y fortaleciendo sus musculos, pero también esta ejerci- tando y fortaleciendo el corazén. Cuando un nifio esta trabajando sis- temdticamente en expresién plastica, a través de sus manos est ejercitando y fortaleciendo su cerebro; y estos ejercicios que repercu- ten en érganos vitales como el cerebro, producen bienestar al cuerpo _y propician el desarrollo de la persona. Hemos observado que los nifios introvertidos se abren, que los nitios agresivos canalizan constructivamente sus pulsiones, que los nifos con problemas de coordinacién se benefician al manipular los materiales {que le sugieren los distintos movimientos de las manos, eteétera En lo que toca a la metodologia aplicada en el taller, es necesario profundizar en las técnicas basicas y precisar con qué criterios se van introduciendo.* Las técnicas bisicas son aquellas que permiten la libre experimentacién y el placer de innovar; las que dejan huella en el material con que se trabaja, ya que esta huella es “fotografiada” por el cerebro y el nifio puede retomarlo como estimulo para facilitar su introduceién en el mundo del arte. Las técnicas se aplican de forma independiente, sin la intervencién del adulto, por cuanto per- ‘miten la autoevaluacién y el control del error. 4 G.Sefehovich y G, Waisburd, op. lt, pA. 58. 2.6 PRIMERA PARTE. LA EXPRESION PLASTICA En cierto sentido, puede afirmarse que las téenicas deben representar un reto para el hemisferio cerebral derecho. Este desafio, asi como el dominio y la conquista de los materiales resultan esenciales en el proceso autodidédctico en el arte. Hemos comprobado que las técnicas que satisfacen estos requisitos son las siguientes: + Dibujo libre. + Recorte y pegado. + Pintura con pinceles. + Pintura de dedos. + Modelado. + Trabajo con herramientas, El dibujo libre es la técnica més importante y la primera que hay que ofrecer al nifio, Las erayolas, los lépices de color y los plumones son algo asi como una prolongacién de la mano por cuanto “retratan” cada movimiento sobre el papel, y al variar la tensién muscular se cambia también la tensi6n de la huella. Estas huellas se registran en Ia memoria y el nifio las recuerda, las experimenta y las modifica segrin su deseo. E] dibujo libre es apto para iniciar las actividades con los nifios de maternal, utilizando crayolas gruesas; al cabo de un mes pueden introducirse crayolas delgadas, surtidas y clasificadas por color. La técnica de recorte y pegado ofrece la posibilidad de trabajar con gran variedad de materiales, que pueden combinarse. Esta técnica favorece la coordinacién fina mediante el empleo de tijeras, En el caso de que el nifio no esté listo para usarlas, se proponen actividades de rasgado. 27 La tarea se realiza con materiales “rigidos” que de cierto mado imponen sus condiciones, lo que puede provocar que algunos nifios no deseen practicar esta técnica, ya que las otras que han experimenta- do son mis flexibles y el pequefio puede manipular los materiales segin su deseo, En estos casos, el macstro facilitador puede ayudar al nifio a acercarse al material para que éste acepte el reto de experi- ‘mentar con un nuevo material. Esta técnica se inicia proponiendo papeles lisos con los colores béisicos clasificados y gradualmente se introducen més colores, pape- les lisos con distintas texturas, mds tarde papeles con algin disefio (como envolturas de dulces 0 de regalos), para crear con ellos un collage original. ‘Seguidamente se introduce el desperdicio industrial chico (boto- nes, trozos de material plistico, corcholatas, ete.) y por tiltimo, mate- rial proveniente de la naturaleza: semillas, ramas, hojas, flores, arena, conchas, eteétera. Papeles con disefio Desperdicio industrial chico 28 | | | | | | Material proveniente de la naturaleza By ima La pintura con pincel es una prolongacién del dibujo y contiene elementos de la pintura de dedos. En un principio se presentan los tres colores basicos y poco a poco se van agregando ms colores; pos- teriormente se ofrece a los nifios una charola en donde ellos mismos pueden crear combinaciones nuevas, La que denominamos pintura de dedos, ademas de dejar huella, oftece la posibilidad de borrarla y hacer otra cuantas veees el nifio lo desee; y permite también la ejercitacién de las dos manos, los brazos y los'dedos. Con esta técnica los pequefios aprenden a combinar los ‘colores. La experimentacién se inicia con la combinacién de dos colo- res basicos, como azul y amarillo; después rojo y amarillo, luego azul y tojo. Cada combinacién se repite a lo largo de varios dias hasta ‘comprobar que los nifios han captado lo que ocurre al mezclar deter- minados colores. cAP.2,FILOSOFIAY LAMETODOLOGIA 2 9 Con los més pequetios este aprendizaje es més intuitive y nota- mos que les resulta dificil verbalizarlo, pero los nifios de cuatro atios de edad en adelante ya estén en condiciones de abstraer y pueden decir lo que han descubierto. ‘La progresién consiste en proponer los tres colores basics, poste- riormente se agrega el blanco, y por wiltimo el negro. Después de experimentar con cada uno de los colores se presentan los cinco colo- res para que el nifio los combine segiin su deseo. A partir de este ‘momento Tos nifos pueden iniciarse en el grabado. ‘Naturalmente, al elaborar la programacién es importante tener en cuenta Ia edad y Ia experiencia de los nifios. Esta ltima depende en gran medida de la madurez que adquieren al asistir sistemética- ‘mente al taller. Asi, después de un aflo de asistencia, a un nifio que silo tiene cuatro aiios de edad se le pueden proponer materiales més ccomplejos que a otros de seis arios de edad, que apenas se inician en Jos cursos. eS ae En Jo que concierne al modelado, es la plataforma para la experi- ‘mentacién de estructuras tridimensionales. Hay pastas que son muy adecuadas para modelar; por ejemplo, el barro es un excelente mate- rial puesto que permite dejar huella y es reciclable. Al iniciar el tra- ajo con barro es necesario permitir la libre experimentacién, y al avanzar en el proceso, el pequefo iré gradualmente descubriendo estructuras, combinando y recombinando las formas. Estos principios estan basados en los estudios de J. Piaget acerca de la forma en que el nifio aprende. Los instrumentos para trabajar con el barro se ofrecen al nitlo después de que ha experimentado y manipulado el material libre- mente. 9.0 PRIMERA PARTE, LA EXPRESION PLASTICA Por su parte, a la carpinteria, el pirograbado, el batik y las estruc- turas hechas con alambre los consideramos trabajo realizado con herramientas. Estas técnicas exigen madurez y experiencia por parte de los nifios y deben proponerse después de que hayan pasado por el dibujo libre, por téenicas de modelado (materiales) y por las de recorte y pegado (materiales rigidos). La progresién de las técnicas bésicas® se fundamenta en la combi nacién de éstas y presenta retos cada vez mayores a los nifios que ya se encuentran avanzados en su desarrollo autodidéctico del arte. Para introducir las téenicas, el maestro facilitador debe tener en cuenta la edad de los nifios, su grado de desarrollo y maduracién, sus intereses, inquietudes y deseos. Asi, es necesario considerar a cada nifio en particular y al grupo en general para tratar de satisfacer sus necesidades y no perder de vista la totalidad que implica el proceso mismo. 72 5.G.Sefehovich y C. Waisburd, op it, pg. 119, CAP. 2. LAFILOSOFIAYLAMETODOLOGIA 3 1 El salon de clases E] espacio fisico del taller es un elemento fundamental para alcanzar los objetivos propuestos. Por esta razén, el salén de clases se ha disefiado teniendo en cuenta las diversas exigencias del traba- Jj. Asf, en el taller debe haber tres mesas largas rectangulares, de 2.20 m de largo por 1 m de ancho, divididas por medio de una cinta de masking tape o de una linea trazada con pintura. Se dispone tam- bbién de una mesa més pequefia, que puede medir 1.20 x 1.20 m. En cada uno de los lados de las mesas se disponen las téenicas antes de que los nifios Ileguen al taller, con los materiales necesarios 32 para la experimentacién y la creacién, y con los elementos requeridos para el aseo de Ia mesa, lo cual nos ayuda a reforzar los habitos de orden y Timpieza. ‘ES necosario aclarar que las técnicas siempre se presentan del mismo lado y en el mismo lugar; por ejemplo, la técnica de dibujo libre que se realiza con crayolas siempre se encontrar en la mesa I lado a), y otro tanto ocurre con la pintura -sea con pincel o de dedos-, con el barro, el recorte y pegado y el trabajo tridimensional, Esta uniformidad en la presentacién orienta al nifio pequefio y le brinda un marco de referencia cierto, al tiempo que facilita su traba- jo y su organizacién en el espacio. Al respecto, Maria Montessori afir- ‘ma que el niffo necesita un orden externo para poder construir un orden interno, y que este tiltimo favorece la organizacién de las estructuras mentales y acrecienta su seguridad personal. Hemos escuchado a varias maestras colegas y observado en dis- tintos talleres que los materiales se presentan siempre en distintos lugares, y esto crea en el nifio desconcierto al no saber con claridad qué es lo que el maestro facilitador del grupo espera de él. Esto susci- ta en los pequefios incertidumbre y provoca problemas de disciplin por estas razones hemos propuesto una metodologia que clarifica al ‘maestro facilitador, pues al saber cules son las téenicas que favore- cen y propician la éreatividad, la forma de presentarlas y las actitu- des constructivas, los nifios pueden establecer una forma de trabajo ue permita evitar problemas de disciptina. En tales condiciones el niffo se mueve con autonomia, més libre e independiente, sin necesi- dad de solicitar continuamente el material o preguntar en dénde esté. Por otro lado, vemos un beneficio adicional en esta propuesta ‘metodolégica: si el maestro facilitador tiene todo el material bien pre- sentado puede estimular al nifio en su proceso y asi hacer un segui- miento al observar cémo se desenvuelve durante todas las sesiones del taller. En el taller, cada nitio debe contar con un banco para trabajar. Algunos prefieren trabajar de pie o en un drea determinada del salén, lo cual debe permitirse siempre que se respeten las leyes que se han establecido en el grupo. Con los nifios pequetios, la técnica de pintura de dedos se propo- ne de pie, porque esta postura favorece el libre movimiento del cuer- po, de manera que puedan no s6lo mover los dedos sino las manos, los brazos, eteétera. Es recomendable que cada nifio disponga de un casillero para guardar sus trabajos. Para ayudar a los muy pequefios a que lo iden- tifiquen, se les coloca una fotografia o simbolo; a los mayores, si CAP, 3.EL SALON DECLASES 3 3 saben leer y escribir, se les pide que anoten su nombre y dibujen algrin diseno, ‘Los casilleros pueden ser de madera, y una medida que hemos encontrado adecuada es de 50 x 30 em. Constituyen un espacio personal y los nifios, una vez al mes, Ile- van los trabajos a sus casas para compartirlos con sus padres. Esta idea surgié a partir de la observacién de que los nifios no siempre desean llevar lo realizado a su casa y necesitan un lugar donde guar- darlo. Si un niffo quiere llevarse cada trabajo que realiza a su casa puede hacerlo; lo que sf es importante es que esté seco, si no el dibujo se deteriora al igual que las piezas de barro, La experiencia nos ha ensefiado que un conjunto de 25 nifios con una maestra facilitadora de grupo y una ayuda téenica es el grupo més aconsejable para tener un buen control. El éxito del taller depende de la adquisicién por parte de los nifios de los habitos de orden, respeto y limpieza. Inclusive uno de los objetivos bésicos del primer trimestre de trabajo es hacer constantemente hincapié en los. logros de estos habitos. En el taller también es necesario un espacio en donde los nifios, pongan a secar sus trabajos de pintura; una forma de hacerlo es colo- car tendederos de cuerda, con pinzas (como los que se usan para poner a secar la ropa). 3.4 PRIMERA PARTE. LA EXPRESION PLASTICA Otro recurso util lo constituyen las charolas grandes, formadas ‘con marcos de madera rectangulares de 1.50 m x 1 m, con base hecha de tela de alambre. Para ahorrar espacio, las charolas pueden colo- arse una encima de la otra. El salén de sesiones debe estar provisto de un armario para guardar el material y la papeleria, Estos se acomodan de forma orde- nada y clasificada, en charolas que pueden elaborarse con eajas vaci- ‘as y con diversos materiales. Desde luego, el trabajo se facilita si en el armario se coloca la apeleria recortada y acomodada de tal modo que el nifio tenga libre acceso a ella y pueda autoabastecerse del material. En el talier hay que tener todo lo necesario para la limpieza: tra- Pos, eubetas, escobas y, si es posible, una lave de agua corriente cerca del espacio de trabajo. También recomendamos contar con un espejo en el cual el nifio pueda verse con el trabajo realizado o para jugar con su imagen. Esto favorece el conocimiento de su imagen y la conciencia corporal. En ocasiones los pequefios se acercan al espejo para obser- varse y ver qué partes le faltan al nifio que estén dibujando; otras veces el maestro facilitador lo utiliza como estimulo para la observa- in mds precisa de algiin detalle que quiere destacar. Es conveniente que en una pared del salén haya un espacio dedi cado al trabajo en murales individuales y por equipos, ya sea pinta- dos con pincel, plumones, tizas o crayolas. El trabajo en equipo se introduce primero en parejas, més tarde en triadas y, por tiltimo, se integra con cuatro 0 cinco nifios. Consideremos saludable promover esta forma de trabajo puesto que los nifios aprenden a compartir el material, la labor y las ideas, al tiempo que los enriquece al propiciar la interrelacién con los com. afleros. 1G, Sefehovich y G, Waisburd, op. ct, pg 8. CAP. 3. ELSALONDE CLASES 35 En Ja programacién dedicada a los nifios mayores cada trimestre se incluye el trabajo de murales, realizado en equipo. Al principio, a algunos nitfios se les dificulta integrarse y compartir un proyecto, pero en el transcurso del afio escolar los problemas disminuyen y el resultado es muy satisfactorio. Entre los integrantes del equipo se decide lo que se haré con su pintura, que en ocasiones queda como regalo para el taller 0 se sortea, La sesion de expresién plastica Los nifios asisten al taller una vez por semana durante una hora y media, de forma sistematica, Para facilitar el proceso de desarrollo, se les agrupa de acuerdo con sus edades: de tres a seis afios (etapa reoperatoria) y de seis a 10 afios (etapa operatoria). Desde luego, ambos grupos tienen diferentes horarios. Al llegar al taller, los nifios encuentran el material de trabajo debidamente clasificado, programado y presentado en las mesas; y otro tanto ocurre con los utensilios de limpieza. En la presentacién del material ests implicita la propuesta meto- dolégica. En este taller la consigna de trabajo es no verbal, sino que so efectia a través de la presentacién del material, que invita al nifio al trabajo, a la experimentacién y a la ereacién. La maestra facilitadora recibe a cada uno de los nifios de una forma personal, y seguidamente cada uno de ellos se acerca a la mesa que més Io atrae o a aquella que le despierta el deseo de expe- rimentar. Algunos nifios Hegan directamente a trabajar, mientras que otros dan vueltas alrededor de las mesas observando los materiales para saber si hay nuevas propuestas. Al estar listos comienzan a tra- bajar. Cada nifio se ubica en una técnica conforme su proceso lo requiere; no es raro observar que al principio algunos de ellos “sal- tan” de una técnica a la otra y tienen periodos cortos de concentra- cin. Esto quiz suceda porque sienten la preocupacién de practicar todas las técnicas, y les causa ansiedad pensar que el tiempo no alcanzaré para todo lo que quieren hacer. Otros nifios practican una sola técnica durante toda la sesién, sin mostrar interés por los demas materiales, En el taller estas situaciones son pormitidas, ya que lo importan- to es que el maestro facilitador observe el proceso de cada nifio al cefectuar su trabajo y posteriormente, cuando los conozea mejor, esti- mule al que no ha experimentado con otras técnicas para que se acer- que aellas. ‘Tales estfmulos son siempre sugerencias abiertas que van acom- patiadas de respeto, un tano de voz permisivo y un contacto corporal de apoyo; asf, el maestro faclitador debe evitar que su intervencién {mplique un juicio de valor o resulte represiva. ‘La libre expresin, la experimentacién y la ereacién duran apro- ximadamente una hora con quince minutos. Poco antes de que trans- curra este tiempo se avisa a los niflos que la sesién esta a punto de concluir, a fin de que se vayan preparando para terminar el trabajo do una forma suave y, en el caso de no haberlo acabado, darles la posibilidad de que lo dejen para la préxima sesién. Cada nifto guarda su trabajo en los casilleros, y si esta htimedo lo pone a secar en las charolas que hemos descrito. En los iltimos 15 minutos los nifios pasan a un salén en el cual se sientan en efrculo y levan a cabo lo que hemos denominado puesta en comiin. Bs entonces cuando los pequeiios comentan acerca de sus experiencias y descubrimientos en Ia préctica con los materiales. (Con los nifios més pequefios, la maestra facilitadora puede pro- poner canciones, juegos y tambiéa la expresién verbal de la experien- cia, Por su parte, los mayores hablan de temas més profundos, como son los conflictos interpersonales en el grupo, la inspiraciGn, los pro- Dlemas téenicos y las sugerencias al respecto, y la renovacién de reglas en el taller, entre otros. La puesta en comtin sirve también para desarrollar en los niiios la socializacién y la expresién oral, ya que en el trabajo de taller el didlogo se da en realidad eon los materiales. $i bien en ocasiones se interactia al hacer algtin comentario con los compafieros, durante la mayor parte del tiempo los nifios estén inmersos en el proceso de experimentacién ereativa, de manera que no verbalizan sino en momentos aislados. En la puesta en comin no se permite que los nifios introduzean los trabajos realizados, puesto que distraen a sus compafieros. Sélo en ocasiones, cuando los participantes consideran que han realizado ‘un trabajo especial y quieren eomentarlo en el grupo, se les permite que lo presenten. Al terminar la puesta en comtin los nifios recogen los trabajos quo desean Hlevarse a casa. Nos hemos encontrado con nilos que no quieren dejar nada en el taller y piden Ilevarse todo para compartirlo con sus padres. Sabemos que algunos trabajos se cuelgan en la habi- 4.0 PRIMERA PARTE: LAEXPRESION PLASTICA tacién del nifio, en la sala familiar o en Ia oficina de los padres; tam- ién han servido como regalos en cumpleaiios para parientes y ami. 08. En ocasiones los padres de familia nos preguntan qué deben hacer con tantos trabajos que los niffos llevan a casa. A nosotras nos parece conveniente hablar con los nifios y juntos decidir cudles son os trabajos que se conservardn y cudles hay que regalar o incluso desechar. Los pequerios, que tienen sentido critico, ayudan a resolver el problema. CCAP, 4 LASESION DE EXPRESION PLASTICA 4 1 SEGUNDA PARTE La programacién €l programa de expresion plastica: Sus objetivos Las secuencias y las técnicas que se incluyen en la programacién que presentamos se han disefiado y redisefiado con base en el trabajo con nifios, y han resultado titiles para estimular en ellos la libre expresién y la creatividad. Conviene aclarar que dichas programaciones han sido experi- mentadas y evaluadas durante ocho afios en el Centro de Capacitacién y Asesoria Pedagégica en Creatividad y Expresién (CASPB); y que sélo pretenden ser una guia o un marco de referen- cia, de manera que el maestro facilitador puede introducir los cam- bios que crea pertinentes, Sin embargo, es necesario ser cauteloso y no cambiar cons- tantemente las téenicas, puesto que los nifios requieren de cierto tiempo para dominarlas; por ejemplo, algunas de ellas contienen aprendizajes implicitos que exigen se repitan cuantas veces sea nece- sario, como es el caso de la pintura de dedos. Desde luego, tales aprendizajes se retoman en la puesta en comin. En lo que toca a su elaboracién, las programaciones se basan en técnicas reguladas que dejan huella en la memoria perceptiva de los nifios, y el hilo conductor de las secuencias est fundamentado en el proceso de maduracién de los nifios, de acuerdo con los estudios reali- zados por Piaget, Gessel y Montessori. La condicién primordial en las programaciones creativas es la experimentacién libre, que constituye la plataforma de la creacién y Ja construccién de las estructuras mentales. Ademés, en ellas se incluyen trabajos dirigidos que favorecen la coordinacién motora fina y el desarrollo visomotor, y que estimulan y enriquecen Ia educa: visual. El objetivo general del taller es promover el desarrollo de Ia capacidad de expresién, comunicacién y el del potencial creativo, 45 como un medio para el desarrollo integral de la persona en la comu- nidad. or su parte, los objetivos especificos son los siguientes: + Propiciar un clima de experimentacién y de placer. «= Facilitar la autoevaluacién y la capacidad de critica. ‘+ Fomentar los habitos de orden y limpieza. + Aumentar la autoestima y la seguridad personal. + Favorecer la sociabilizacién. + Ejercitar la coordinacién motriz fina y la percepcién visual. + Promover el gusto por el equilibrio y la estética. + Favorecer el desarrollo autodidéctico en el nifto. OBJETIVOS GENERALES DE CADA MESA DE TRABAJO En las programaciones, a las mesas se las identificaré mediante Jos ntimeros romanos I, ITy III, mientras que a cada uno de sus lados se les designaré a) o b) para facilitar la comprensién en la presenta- cién de los materiales. Cada mesa tiene un objetivo general y varios objetivos especi- fos. Los objetivos generales de cada mesa son los siguientes: ‘+ Mesa I: Desarrollar la coordinacién motriz fina. '* Mesa Il: Facilitar la libre expresién y la experimentacién, + Mesa III; Favorecer el trabajo tridimensional. Para la mesa IV se proponen dos objetivos: 1. Propiciar la experimentacién con materiales que requieren mds supervisién, 2. Reforzar el trabajo de coordinacién en nifios que presentan problemas visomotores o de coordinacién fina. OBJETIVOS ESPECIFICOS DE LAS TECNICAS BASICAS ¥ LAS RAZONES EN QUE SE SUSTENTAN Mesa I lado a). En esta mesa se presontan téenieas capaces de fomentar el dibujo libre, como es el trabajo con crayolas, plumones, tizas, eteétera. 46 SEGUNDA PARTE. LA PROGRAMACION Estas técnicas permiten un movimiento natural de la mano, y la realizacién de los trazos es muy placentera para el nifio, La técnica de dibujo libre estimula la experimentacién, puesto que el nifio descubre distintos trazos, Ia intensidad del color, la ubi. cacién en la hoja y diversas estructuras. Por otra parte, al sistemati- zarse esta téenica también favorece la concentracién y el hébito de efectuar un trabajo de forma placentera. ‘Mesa I lado 6). Aqui se presentan las técnicas que estén relacio- nadas con el recorte y pegado, con sus variantes y progresiones, Si observamos al niffo cuando maneja una tijera y ragga una hoja nota- remos que el movimiento que Ia tijera le exige es muy preciso y requiere de madurez en su coordinacién fina y en su concentracién, asi como de la intencién y el deseo de recortar. En las programaciones se presentan varias opciones para que el niffo vaya experimentando y perfeccionando esta habilidad. Para lograrlo se ofrecen posibilidades abiertas y cerradas. Las posibilida- des abiertas consisten en recortar libremente lo que el nitlo desea, utilizando distintos tipos de papel. En el caso de las posibilidades cerradas, el maestro va ofreciendo retos cada vez mayores a la des- treza del pequefio y le pide que siga alguna linea o figura en el recor. te, En un principio el trabajo es burdo, pero poco a poco se va trans- formando hasta conseguir collages muy completos y estéticos. ‘Mesa II lado a). En esta mesa se presentan téenicas de pintura de agua o vinilica, que en su mayorfa se realizan con pinceles. En las programaciones se precisan también sus variantes y progresiones, Esta técnica ofrece amplias posibilidades de experimentacién y cexpresi6n a partir del color de la pintura, Al iniciarse los nifios pequeiios en el taller Jes ofrecemos hojas grandes de papel y pinceles gruesos para que vivan la sensacién de mover la mano y eon ella el pincel, y obtener entonces trazos de dis- tintos colores y formas. Cuando son muy pequetios, a los nitios lo vinico que les interesa es el placer que les reporta experimentar el movimiento de la mano y luego el color que va apareciendo en la hoja de papel. En ocasiones el Pequefio no ve lo que ests realizando, ya que puede estar pintando y, simulténeamente, prestando atencién alo que sucede a su alrededor. Gradualmente, a la par que los nifios maduran a través de la libre experimentacién y del conocimiento de la técnica de la pintura, les ofrecemos pinceles més finos y hojas de papel mas pequefias. De este modo los trazos y las estructuras se hacen més precisos y estéti- 0s, al tiempo que se observa una clara mejoria en la coordinacién fina. (CAP. 5. LA EXPRESION PLASTICA: ORJETIVOS 4 7 ‘Mesa II lado b). En esta mesa se presenta la técnica de pintura de dedos con sus variantes y progresiones, hasta llegar al principio del grabado. Las huellas que dejan los movimientos de la mano en la hoja de papel son diferentes si los nifios usan las usias, las yemas, los purios cerrados, la palma o el dorso de la mano. Al utilizar esta técnica, los pequefis tienen la posibilidad de valerse de cada uno de los dedos, de ambas manos ¢ incluso de los codos. La mezcla de colores les permite aprender nuevas combinacio- nes, y la textura del material empleado, al entrar en contacto con la piel, despierta sensaciones y percepciones que les resultan muy pla- centeras. Esta téeniea favorece la expresién de impulsos, de emociones y sensaciones en un mareo de seguridad y de lo socialmente permitido. ‘Mesa III lado a). Aqui se presentan técnicas que proponen traba- jos tridimensionales. Estas técnicas exigen al niffo concentracién, una busqueda del equilibrio de conjunto, la experimentacién con materiales que impo- nen sus leyes por ser rigidos, y una coordinacién motriz fina para ela- borar no sélo trabajos sobre un plano, sino en el nivel tridimensional. ‘Mesa III lado b). En esta mesa se presentan técnicas de modelado, El contacto con el barro, por ejemplo, propicia la libre expresién y canaliza las pulsiones internas y las emociones; este material sirve también como un mediador simbélico, de manera que cuando el niio puede expresar esas pulsiones, se relaja y comienza un proceso profi- Vdetico dentro de un marco pedagégico, que promueve el sano desa- rrollo del pequetio, ‘Mesa IV. En esta mesa se presentan técnicas muy precisas, que requieren de supervisién constante por cuanto se trata de un lugar especial destinado a ayudar a los nifios que tienen algin problema especifico; o para desarrollar técnicas que requieren mayor apoyo de parte del maestro facilitador. Las téenicas bdsicas propuestas para cada lado de las mesas implican que cada nifio esta expuesto a retos y a estimulos diferentes para experimentar, expresar, comunicar y crear. Del mismo modo, ‘cada técnica le exige un movimiento distinto que favorece su coordi- nacién fina, de manera que estos ejercicios le proporcionan habilidad manual y Ie facilitan el camino hacia la escritura. Por otra parte, el hecho de que los materiales ya estén dispuestos antes de que el niflo llegue al taller, favorece su independencia y pro- picia su autorrealizacién. 4 8 SEGUNDA PARTE, LA PROGRAMACION

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