LIBRO. Metales y Aleaciones. TOMO II - Parte 1 (Base) - 1

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| METALES Y ALEACIONES nal et \ ror RAFAEL CALVO RODES y tantawtentos as 4 it | INSTITUTO NACIONAL“DE TECNICA * AERONAUTICA «ESTEBAN TERRADAS® MADRID 7 19587 Hecho deptito qe marca tpl Reservados todos los derectos. F- Copytight 1957 by ie be (RS), bam | 204, ann. 208, gus. 30 INDICE GENERAL IV PARTE PROPIEDADES PROPIEDADES FISICAS Generatidates Propiedades intrinsecas Peso especifico Densidad Volumen atémico Compresiitidad Propiedades térmicas Dilataciém Temperatura de fusion Calor espectfco Calor latente de fusiin 6 solidifcacién Conductibitidad térmica Propiedades eléctricas Conductibilidad elictrica Superconduetibitidad Erecto Joule Efecto Edison Efecto Peltier. Propiedades magnéticas Diamagnetismo y paramagnetisina Ferromagnetismo PROPIEDADES QUIMICAS, OXIDACION Y CORROSION Propiedaes quimicas de tos metales Osidacién y corrosién Péeinae u 2 2 1s 15 2 2 Ey ae INDICE GENERAL ee aloe 2 210. La oxidacién Fer cieionia de io seinen . : 2 . Proceso de ia oxidacién I comportamiento de 1s Polculas de oxidaciin colareada Empleo do los metales a clevadas temperaturas forsee La ovidacién en los tratamientos 211, La corresiin : PROCESO DE LA DEFORMACION Y ROTURA Tein de dain y pri esis DE LOS METALES Ietratos DisoluciSn de tos metales, Fuerza electromotri de dsolucin Generalidades ~ MT Fenimenes galvinicos fEoradiog de Ta deformacién de un metal por estuersos de traccién .. 1 — Cardcter electroquimico i Deformacién efstica ne 212. La corrosion metétiea Deformacion pistes. Actitud 3 213, Factores de corosién Deformacién de la probeta oo * Agitacién del electrolito ... Diagrama cargas-alargamientos = Naturaleza de los productos de ta cortosiin Limite eldtco y punto de flven, ES & Autoprotecciin y pesivado va esfuern}-deformacion Tee s 100 Navurlesn dl elroy de i attra ow Saeva de Lawl de ever dformacones tts Estalo de la superficie del metal Proves Ue deformacisn.pistica de un metal sometido a esfuer=o Pares galvdnicos de traceién : 109 — Zonas catéicas.. ‘largamiento wniforme y localiznd .. = 110 — ‘Aiceacin diferencial Rotura,earga de rotura y esfuerzo de rotura un 214, ‘Tipos de co:rosin Fractura pareerr seman) Corrosién general. Feacturas Geille y Udetiles ao se 43 CCorrosién intergranular ‘La seritud : ua Corrsisn toalizada .. Corrosisn-fatiga 218. La corrosisn en las aleaciones exprTuto 201 ‘Aleaciones de un constituyente ‘Alcociones de vaiow conattuyentes MECANISMO DE LA DEFORMACION DE UN METAL ‘Aleariones antcorrosvas DEFORMACION DE UN MONOCRISTAL 216. Proteseién conta Ia corosién Métodos irectos Generatidades 7 + Métodos indirectos ANeracones gue la Weformacion provoca en a estructura de un metal, 17 i Deformacién pléstica de los granos eristalinos 19 Lineas de destizanento 2 exorrote xx . Diversas formas de las tess de dalizamiento os Cdn oF Deformacién de un monoeristal oo as PROPIEDADES MECANICAS 4 Deformacign elistica ae a) DEFINICION ¥ cLasIFICAcion 1)!" "( ‘eemino de In deforacén edie Rupa de Tos enlees ate 217. Gonsatidades . * Deformaciin plétiea : 13 218. Aecién de una earga sobre un metal Planos y diveciones de mds (cil dstzamiento as Deformactn elfaiea y plistica o permanente Sistemas de dslzamiento 138 210. Chasifieacién y definiciones 7 Ciralamiento erftea. Ley de Schmid 130 Resiotenid a Niimero de planos de un sistema de detamientO wows oe oUt Deformabititad Rotaciones de Ia red atémica con el deslizamiento we 253. El delzaminto cristae Castes hexagonles : Gaines ciblow de caras entra Cristaien ibicn centrdos en everpo 234. Deformacién por maclado Bandas Neuman TEORIAS DE LA DEFORMACION CRISTALINA. 238. Necesidad de una teoria de 1a deformacién 230. Teoria del amorfismo de Beilby Carieter cristaline y amorfo | motal amorfo Teorla de Beilby .. Discusién de ta teoria de Beilby . 237. Distorsién en Ja red. Asterismo 238. Imperfecciones en los eristales. Estructura mosaien Debitidad de los eristales metilicos 230.—Teorta de tas dislocaciones Dislocaciones Dislocacién en heélice o de Burgers Desplazamiento de las dislocaciones Combinacion de las dislocariones Propiedades de tas dislocaciones 240, Aplicaciones de Ta teorla de Ins dislocaciones Teoria de Becker-Orowan Teorfa de Burgers - Origen de tas dislecaciones. Mecanismo. Frank-Read Limite eldstico de los cristates EI punto de fluencia en el hierro y el acero La aeritud “ : Aesarrotlo de los eri Aplicaciin de ta teoria de Ins dislocaciones tales ROTURA DEL MONOCRISTAL, 241. Roturas frdgiles y dctiles 242. Mecanismo de la rotura frégil ‘Tensién normal critica. Ley de Sdhncke Péotnas 143) 4 146 148 149 185 157 187 158, 188 159 160 163 165 106 167 168 m 172 5 178, 17% 180 we 180 101 192, 109) 1% 201 2ot INDICE GENERAL ® Pgs 208 208 Cohesién absoluta, cohesién tecnoligiea y résistencia cohesiva Teoria de Griffith . haa te 243, Alteraciones que produce Ia deformaciin plistica en el mecanisma Feel | Pe . 7 Origen de las fisuras de deformacién ... 213 | DEFORMACION Y ROTURA DE UN AGREGADO. eee is | tes a . Influencia del tamafio de grano- 226 | Tensiones internas 234 peremecerty te estore 252. Aleaciones 255 sees ee a aes a a 254, Aleaciones de dos constituyentes x INDICE GENERAL INDICE GENBRAL " Paomce Constituyente matrie tri . 2 220, Efecto del tiempo y la temperatura en el proceso de la deformacién, 320 Constituyente matrix plistico 28 210. Defocmacidn por carga constante. Fluencia 0 creep. « I 255. Constiuyentes complejos, : 2m a iste pas tia Bs Eutécticas y eutectoides = Efecto de la temperatura en la fluencia 26 La flueneia en el hlerro y el acer. 327 {Ea fluencia en los metales no férreos 223 exreroto xxst 211. Influencia de la velocidad de apliacion de Ia a 272. Influcncia de Ia temperatura en la deformacién a TA NATURALEZA DE LAS CARGAS EN LA DEFORMACION Deformacién intergranular. Temperatura equicohesia a Y ROTURA DE LOS METALES Efectos de las bajas temperaturas en la delormocién y rotura 335 ee os 273, Influensia de Ia naturaleza del metal = Detnicén del estado de tenis is um cues mm Be Ud ae Ley de la energia ertca de ciatlamfento 9 de Von Misses 231 Discusién sobre la teoria de Ia energla ertica de eizallamfonta 283 fre ee 239, Refuerzo efectvo . 235 280. Generaliacién det ensayo de Wacién 203 FENOMENOS ANEXOS A LA DEFORMACION, 261. Caricter y comportamiento de tos metales 235, 262. Definicién de la naturateza de um sistema de cargos 20 213. Generalidades 20 283. Influencia de ta natucaeza de kas eargas en el eomportamionte los 270. Renetivdad x0 metates be oa 2a 277. Efecto Bauschinger 3H Triexiatdad 2a 218. Histeresis mecinica 32 24, Trisialidad de diversas sistemas . 208, 210. Amortiguamiento 0 freciin interna ES Tensionés biaxial 205, resin puss : 28 Tensiones tlasiates a) ee 265, El efecto de enalla 7 a" ant Media del efecto de entalla a 203 LAS PROPIEDADES MECANIEAS, SU FUNDAMENTO, Sensibilidad a la entalla 205 VARIACION Y MANIFESTACION Efecto de la profundidad agus de la entala 307 .-Angulos, cambios de secién y superfiies de acuerdo 208 280. Atcbutos fundamental 7 226. Sistemas de baja teiaaldad y antitriaiaies 8 dn : 310 Varacién de Ta cohesiin con la deformactéin x0 Limite eléstico en traccin x0 canmuio xxet Variacién det limite elistico con Ia deformacién ai 21. Las propiedades mecdnieas de lor metsles y aleaciones a INFLUENCIA DEL TIEMPO Y LA TEMPERATURA 282- Resistencia. 5 a2 EN LA DEFORMACION Y ROTURA DE LOS METALES Resistencia & ta deformacin : ae Revistenia-a te otura 207. Goneralidaes oe in oS Dureza ae aoe coco st 283. Etec del tiempo y Ta temperatura sobre un’ metal previansete’ dex 283. Plasticidad oe 387 formato ee Pe one att Resistencia plastcitad 2 360 Restauraién en vw cee . 315 Ductldad y mateabldad : 361 Resrista ae oo 36 BA. Tenacad ns nw 30 Envejecinenta ae 318 Fragitidad . — 366 Maduracién mecinica " a. oo Factores enfragilindores = 307 INDICE GENERAL INDICE GENERAL xin = a eal 285, Efecto de In temperatura 308) Estado de fatiga de un metal 923 ‘La resistencia en caliente 370 200. Fenéménos derivados .. = i 301. Teorias de la fatiga 425 | Teoria dindmiea de ts fatiga 28 ccareruto XXXIV Teoria de Belby 429 Teoria de Rosenbain 430 FLUENCIA 0 CREEP Teoria de la histéresis mectnica 30 Consideraciones sobre el mecanismo de Ia fatiga 431 288, Generalidades, . am 902, Factores mecinicos que influyen en In fatiga ai 281. El proceso de la fiuencia 318 Naturalera de los esfuerzos a Fluencia transitoria y fluencia easiviscosa a ‘Tensiones e a2 Limite de tn fluenci a1 Velocidad de variacién de Tos esfurrzos y periodos de repowo 444 288, Cavacteristicas de fluenc aa Puntos de sobretensién por vibraciones arménicas 45 2a9, Mecanismo de la fluencia 388 303, Factores. geométrieos 445 Fluencia de vn monocristal 388 Distribucién de esfuerzos 45 Fluencia en tos potiristales aot Estado de la superficie “i 200. Fluensia teansitoria 393 Cocos, cambios de seccién, entallas y fileteados . “7 “Teoria de la restouracién 304 Traladro8 orn 40 Teoria de Orowan y Mott 304 | Ranuras longitudinales, chaveteros 449 201, Flusneia casiviscosa 307 { Dimensiones 450 202, Fluenia tercinria Rotura 308 | 304, Factores metakirgicos 450 293, Factores que afectan a la fluencia 0 | ‘Tamafo de grano 452 ‘Tamaio de grano 308 « Orientacién de tos granos 482 Acritud. previa 400 + Distorsiones y grietas 453 Recristalizciin y restauracién 400 { Actitud 433 Elementos de aleacién e impurezas solubles 401 | Naturaleza de Ia superficie 454 recipitaciin de constituyentes ¢ impurezas insolubles 401 i 308. Influercia de ta temperatura en Ia fatiga 455 294, Aleacones resistentes Ia fluencia 402 306. Condiciones generates de resistencia y protecciin contra Ia fatiga 485 | Punto de vista metatirgico 456 | Punto de vista mecdnico 488 earrroL0 xx | 307. Corrosién y fatiga y corrostin-fatiga 462 Mecanismo de In. corrasitn 463, LA FATIGA - 205. Goneratidades a 405, | ee 206, Carkcter de as cargas variables 407 | Carga estitica y carga alternativa 400) BL COMPORTAMIENTO DE LOS METALES EN SERVICIO; 207, Caras de fatiga y de seguridad 410 Limite de fatiga. Curva de Wahler ain } 308. Generalidades 467 Tifluencin de In carga estética, Diagrama de Smith 413 } 300. Por qué se romipen los metales 461 EI limite de fatiga y la resistencia estdtica de tos metales 416 Tmportancia de Ia ductlidad 468 208, Fracturas por fatiga an | 310, Roturas accidentates y roturas en servicio 470 200, Proceso de fat 420 311. La plasticidad y Ia plasticidad sin grietas an Teubaciin aa 312. La aotitud de resistencia. Eetructuras éntimas an Daiado a Cuwa de daftade 2 xw INDICE GENBRAL ‘carrot seser ENSAYOS MECANICOS 313, La expresiin euanttativa de las propiedades mecinicas a8 Propiedades de resistencia 46 Propiedades de deformablidad an 314, Las caracterstcas mectineas 470 318. Ensayos mecinicos 490 316. Ensayo de tracciin 480 Resultadas del ensayo 433 Dimensiones de las probetas 434 Taformacién del ensayo de tacsiin 433 317. Ensayo de choque sr Ensayo Charpy 489 Ensayo Teo 41 Consideraciones sabre ta resiiencia 41 Ensayo Schnadt .. ot 318, Otros ensayos mecinios 498 310, Ensayo de dureza 493 Ensayo Brinell 47 Ensayo Rockwell 503 Ensayo Viekers £03 320. Ennsayos especiales 503 V PARTE LOS TRATAMIENTOS REACCIONES EN EL ESTADO SOLIDO S21. Gonéralidades ce 313 4322. Condiciones para el desarolio de una reaccin 313 ‘Termodindmiea de tas: reaciones 313 CCindtica de las ceacciones 317 Las flustuaciones 518 423, Dosaerolo. de las transformaciones en el estado sélido = La difusion : 2 Ta aueleaciin térmica y atérmica 523 Desarrollo de la fase estable. Crecimiento normal y reaecién mar~ tens sat 8 3m, 338, 339, 340, 24. INDICE GENERAL w ‘TRANSFORMACIONES CONSTITUCIONALES Péginas Generalidades .. 37 ‘Transformaciones de los metales puros 537 “Termodinéimica de la reaccién 539 “Transformaciones en las aleaciones 52 Aleaciones con transformacién parcial. Cambios de sotubilidad 52 Proceso de ta precipitacion 545 La precipitacién en enfriamiento continuo 550 ‘Transformaciones al ealentamiento . 581 ‘Ateaciones con transfoimaciSn total. La reaccién eutectoide 552 Ejemplo de los aceros 553 Descomposicién de 1a austenita 54 Desarrollo de 1a reaccién eutectoide 556 Zona superior 553 Zona inferior 562 Zona intermedia 0 bainitica 565 Mutuas interferencias de las tres zona...» si ‘Transformaciones mixtas siz Influencia de los elementos de aleacion 515 La reaccién eutectoide isotérmica y en enfriamiento continuo 50 Productos de Ia descomposicién de la austenita ee La martensita 582 Ta austenita rotenida. Estabilizacién st Los constituyentes intermedios perlita y bainita 587 ‘Transformaciones al calentamiento. Productos de descomposicién mis avanzados 500 Descomposisién de ta martensita sal Descomposiciin de 1a bainita 503 Descompostcidn de la perlita 503 Descomposicién de fa austenita retenida oa Catentamiento por encima de la temperatura ertica, Aust 505 Resumen 535 LA ESTRUCTURA Y SUS VARTACIONES La estructura granular primaria oT Tnfluencia de la velocidad de enfriamionta 528 509 Estructura granular sceundaria 342, 352, 353, ae 357. 1. Generalidades INDICE GENERAL Varaones de erste de-un meta Tansiomaién al calentamionto Erereinint del geno taton eredtar 3 Noutcacon te a srr sendara Tarcaras de preciptacin o pei, Madrasa comtion be erst por detrmacon nn an La restauracin” 2 ae ae La eisai ernment de grone Germinaion LOS TRATAMIENTOS TERMICOS tratamientos.térmicos, Condiciones para que un' metal pueda. sufi Factores que regulan lot tratamientos té:micos Clacificacién de fos tratanientos,térmecos EI flujo del calor Enfriamiento Severidad de temple EL coeficiente de pelicula La severidad de temple de los diversos medias de enfriamiento Homogencizacién de a temperatura Calentamiento rene Los tretamientos én os ai fn Jos diversos casos de. transformacién Tratamientos de las aleaciones con transformaciones.parcalet Temple eo Rececido : Revenido Tratamientos de las aleaciones con transformacia a ansformacién total Temple de los aceroseutetides Temple de los aero hipoctertece Temple de to acer hipereutectldes Eteco de meen) tempi Recocido vem ‘ Otror ceases Reverie oot 603 60s 60s 610 eit eis 618 20 20 629 exe 035 ott 644 64s 645 645 48 ots 64s 49 e419 6st 652 654 67 INTRODUCCION A LA IV PARTE Los metales en estado sélido, y a ta temperatura ambiente, poseen tuna contiituciin 9 estructura definida por un equilibrio estabie 0 me- tacclable que se mantendrd sin alleracién si causas externas no lo ber- turban. Dero si wn agente exterior perturba este equilibrio, se des arrollan en el metal fenémenos cuya manifestacién conslibuye te expre- Sdn de sus propiedades. Tas propdadespoedenconideraree, pes, que consilayen I] | puesta del metal a la accidn de cualquier agente que perturbe su estado Be equilibria. Eutor agentes pueden tener muy diverso eardcter. fisico, quimico, J mecinico, 9 pueden ser también may distintas las manifestactowes de Ins jendmenos que provocan. Asi el calor da iugar a fonomenos de tris- amisién Ceonductibilidad), de absorcién (calcr especifico): de dejarmn- Cidn (dilatacién y contraccién); de cambios de estado (saporizxciém, tanensacién,solidifieacén y fusién ); de combios de constaucién (Iras- formaciones en el estado sdiido; alotropia, cambios de solubilidad, re- fcciones quimicas); de cambios de estructura (tamano y forma de ios irons); de alferaciones en la resistencia mecinica (ablandarviento, che diurecimionto, fluencia), 0 quimica (oxidacidn, velocidad de reaccién), tteclora, cetera, Pueden, adems, actuar en forma muy diverse, oca- Sonal, continua, variable y muy compleja, Pudiendo actuar diversos agentes simultancamente interfiriéndose y modificando el desarrollo de tos fendmenos en ef seno del metal. Se comprende, pues, que el estudio de las propiedades de los meta- les present ana extraordinaria complejidad, siendo poco menos que imposible abarcarlo en toda su enorme amplitud. Para establecer cierto método en su estudio, se consideran las pro- piedades en relacién con el agente exterior fundamental, estudiando fos fendmenos for él provacados y considerando separadamente cimo xx INTRODUCCION pueden influir los otros agentes secundarios en el desarrollo de dichos fenomenos. Asi, si estudiamos la resistencia mecanica, consideraremos en primer lugar los fendmenos que produce en el metal la accién de una carga, extendiendo después el estudio a como varian estos fendme- nos por la accidn de otros agentes suplementarios, como el calenta- miento 0 enfriamiento, la oxidacién y la corrosién, la permanencia 0 variabilidad de la carga, etc. Aun asi el problema se presenta complejo. Las propiedades de los metales no dependen solamente de la naturalesa de éstos, defimida pot los dtomos iguales o distintos que los componen, sino que siendo su empleo mds interesante en el estado sélido, las propiedade especificas de cada uno se hallarin influenciadas por las inherentes a tal estado, ¥ como éste puede presentar distintos aspecios por modsficaciones es. ‘ructurales, las propiedades experimentarin las variaciones que las di- versas estructuras puedan imponerles. Finalmente, no podemos olvidar que los metales y aleaciones indus- triales distan mucho de poderse considerar guimicamente puros y fisi- samente perfectos. Prisentan impuresds; degregaciones, Mnicrofisuras, sopladuras, etc., todo lo cual define una calidad 0 condicién del metal que influird indudablemente en las propiedades reales del metal. Asi, pues, si por su naturaleza el metal posee ciertas propiedades po- tenciales, ¢slas Loman realidad en ta condicién 0 calidad, pero sélo ad- quieren actualidad por el estado estructural del metal considerado. La naturaleza, condicién y estado definen conjuntamente el metal y rigen la manifestacién de sus propiedades, que serén distintas si varla cual- quiera de dichos factores. No podemos, pues, considerar las propieda- des de los metales si no las relacionamos con ellos. Las propiedades pueden ser clasificadas segiin mullitud de crilerios. Hemos considerado oportuno mantener el que corresponde a los agen les excitadores, y ast consideraremos las propiedades fisicas, quimicas y mecénicas, si bien sdlo expondremos brovemente y las de més apli- cacidn industrial de las fisicas; de las quimicas sélo las relacionadas con los fenomenos de oxidacidn y corrosién; extendiéndonos, en cam= bio, mds ampliamente en las mecdnicas por ser las mds interesan- tes desde el punto de vista industrial. Madrid, junio de 1957. 360. 361 362. 363. 364 366. INDICE GENERAL Otros tratamientos Recocidos de establizacion Recoeido contra acritud ... Reeocido de homogencizacién Tratamientos de difusién superficial Peligros de los teatamientos téemicos LOS TRATAMIENTOS MECANICOS La macroestructura y sus variaciones Clasificacién de los tratamientos. mecdnicos Tratamientos mecénicos en caliente ecto de la forja en la microestructura Brecto de la forja en la macroestructura Propiedades direccionales Condicién de forjabilidad Estado de los metales después de ta forjsi Tratamientos mecinicos en frio CONFORMACION DE LOS METALES ‘Trabajo de tos metales Conformacién por solidificacién ficacin Moldeo a presién y fundicién centrifuga a. cu or Condiciones esos de fundiciéa y moldeo Desbarbado, tratamientos térmicos y mecanizado de las deadas . ‘Ventajas e inconvenientes de las pi Forja de piezas moldeadas as moldeadas l. Forja y mecanizado Bjecucién de la forja preliminar Conformacién por deformacién ‘Trabajos en caliente Estampacién Precauciones en Ia forja de acabado «. Teabajos en frio Soldadura ‘Metalurgia de los polvos Paginas aptitud de los metales para ser empleados en pro- ‘piezas mote ‘60 est Bat 8 oe 663 664 666 667 em er ona en on om ors 80 oat os 685 686 687 00 69 ez 60s m1 CUARTA PARTE PROPIEDADES DE LOS METALES CAPITULO XXII PROPIEDADES FISICAS 204, Generalidades.—Bajo la denominacién de Propiedades Ft- sicas de los metales comprendemos la exposicién de aquellas particu- laridades que poseen de caricter fisico 0 que manifiestan cuando son sometidos a la influencia de diversos agentes fisicos. Las primeras, que lamaremos intrinsecas, corresponden a manifes- taciones espontineas de atributos del metal fisicamente observables; ‘como son 10s pesos y voltimenes atémicos, redes cristalinas, densidad, etcétera. 1) Lag otras exigen para manifestarse la accién de agentes ftsicos, tales como el calor, la electricidad, el magnetismo, y as{ dan lugar a las propiedades térmicas, eléctricas y magnéticas que constituyen mAs que la expresién de atributos del metal, Ia manifestacién de su com- Portamiento, reflejo de tales atributos. Las propiedades fisicas son medidas por pardimetros que expresart © el valor del atributo o el efecto que el agente provoca en determina das condiciones. Tales son las llamadas costantes fisicas por su invariac bilidad y cardcter especifico en cada metal. Dentro de las propiedades fisicas deberian, sin duda, considerarse también las mecénicas por el cardcter fisico del agente que las pone de manifiesto : los esfuerzos. No obstante su importancia y Ia influencia que en su manifestacién ejercen multitud de agentes, que las quita todo el carécter de constantes®fisicas, nos hacen considerar estas propiedades sepatadamente y con mayor extensién, por lo que las de~ dicaremos la mayorfa de los capitulos de esta Parte de Ia Obra. 205. Propiedades intrinseeas.—En la primera y segunda Par- te hemos estudiado cuanto concierne a Ja estructura de los: nietalesy tanto desde ef punto de vista atémico, como del cristalino, y asimismo ent la tercera Parte en lo que se refiere a las aleaciones. Touol 4 PROPHEDADES FISICAS, [ear. XXIT Solatnente expondremos: aqui lo que se relaciona con el. peso y volumen especifico de los metales. Peso especifico—Los iitomos de Jos metales tienen una caracte- a, como ocurre en todos los cuerpos, que es su [peso atémico, aunque la existencia de los isdtopos ha restado fuerza de caracteristica a este valor,.no es menos cierto que normalmelte un cuerpo se presen- ta en la naturaleza con peso atémico préximamente constante, formado por mezcla poco variable de varios isétopos. Pricticamente el peso atémico constituye, pues, una constante fisica. El peso relative 0 comparativo de un metal con respecto a otro no puede, sin embargo, ser referido a su pésb atémico, ya que voltimenes iguales de distintos metales en estado s6lido no estaran en la propor cién con sus pesos atémicos, pues el niimero de Atonios contenidos va~ ‘iaré con la estructura y: mayor. o:menor compacidad de su agrupacién. Se denomina;pesa especifico de un metal al peso de la unidad de ‘volumen del. mismo, y. su valor variarg, pues, no s6lo con el peso atémico, sino con la compacidad. Normalmente se determina el peso cspecifico por medicién directa del peso de una unidad de volumen ée! metal, pero este valor no constituye la verdadera constante fisica, pues ‘varia con, las condiciones tecnolégicas del metal, como su_porosidad, compresidn, etc. El werdgdero peso especificn hay, pues, que dednrirle del peso até ‘nico y de la medicién del niimero de dtomos que su agrupacién até- mica arcoja por unidad de volumen. El cilculo pyede realizarse ficilmente con eb conocimiento de su red éspacial y peso atémico. Asi, si pretendemos conocer el verdadero peso specified del cobre tendremos en cuenta que cristaliza en el sistema ciibicg, centrado en las caras, que tiene 4 dtomos (75) por celdilla, y que el pardmetro de Ia red es de 3,60% 10-* em. Asi, pues, un cubo de 1 cin® contendra 1/(3,6% 10-*)'=21,42 x 10% celdillas que equivalen a 421,42 x 10° =85,68 x 10° dtomos de cobre por em?. Como el peso del Atomo de Cu es 63,57 veces el del hidrégeno, y éste es de 1,64 x 10 ‘Bramos, el peso del em* de cobre serd 85,68 x 10" 63,57 x 1,64 x 10-**= 8,933 gr ‘que ¢s el peso especiticd real del cobre. Este peso es independiente de lag porosidades y demés defectos que puede posver el tietal real, Ge se la deriomina velumen ‘A In.inversa det peso especifion v= - especifico: Densidad.—Laidensidad’ es la masa de un cuerpo por unidad de Leasiand compacto we T Pier. 205) PROPIEDADES INTRINSECAS 5 ‘olumén y, por fo tanto, estaré relacionada con el peso espect Ja ecuacién Pe g siendo g Ia aceleracién de la grivedad. ‘Cuanto hemos dicho con respecto al peso especificn sera, pues, apl- cable a la densidad, ya que es proporcional a aquél. Es corriente referir la densidad de un cuerpo ala que posét-con're- lacidn al agua, tomando’a ésta por unidad y, por ello, en tales cons diciones, las densidades se igualan a los pesos especifites. La relacién entre el peso atémico’ de un Pa Volumen atémico- cuerpo y su densidad se denomina volumen atémico ©, Claro esta que este volumen no es realmente otra cosa que et Volumen del cristal que corresponde por toro, contenido en é¥, que noes: precisa- mente el volumen del étomo. Si consideramos és metales’ ofdenados por sus-ntimeros atémicos ¥y expressimos sus Voltimenies atémicos graficamente (fig. 1), se observa {que se producen tina serie de maximos que correspondeit a’ las_valo- raciones de los metales alcalinos, que van ademdés creciendo’ cén el niimero atémico : asi, el metal alcalino de menor volumnen es el lito y el de mayor es el cerio. Se observa, aifemés, Ia perioricidad con que Varian los voltimenes atémicos coincidentes con los perioilos de Ja Tabla Periédica. Ello puede ser justificado por el hecho de que los metales alcalinos empiezan cada perlodo, y su estructura atémica co= rresponde a la aparicién de nueva drbita, por lo que es logico aumente su volumen. Asi, el litio tiene sélo las érbitas Ky Ly, en cambio, el cerio tiene las K, L, M, N, O y P. Por otra parte, dentro ‘de cada period no hay aumento de érbitas y, en cambio, la carga nuclear aumenta con el ntimero atémico, compensindase con électrones que se sittian en las dibitas ya existentes. Asf, el potasio y el cobre tienen las mismas érbitas K, L, M, y N, pero mientras la carga inuclear del potasio es 19, la del cobre es 29, por lo que a mayor atraccién nuclear corresponderdn érbitas mas contraidas y prdximas al niicleo. Claro est que estos razonamientos, que justificarian plenamente el verdadero volumen de los étomos, no son més que aproximados en los llamados oltimenes aidmicos, que dependen de aquéllos y de’ su agrupacién en-la red cristalina. Por ello se observa que los-menores volimenes de cada serie no corresponden a la maxima carga nuclear dentro. del perfodo, sino a otros metales que se agrupan mas compactamente. Asi, en el tercer perfado e! menor volumen corresponde al Co en Jugar de 6 PROPIEDADES FISICAS [Car. x1 al As que es.el que posee mayor carga nuclear con las cuatro érbi- tas K,-L, M.y N y, por tanto, mayor fuerza atractiva. Puesto que los pesos atémicos crecen con el mimero atémico del elemento, y su valor es préximamente el doble de éste, la curva de va- 70 es 2 8 8 s & Volumen atdmico en em3 8 np 8 10 20 30 40 50 60. 70°80 90 100 Nimero atdmico Fig. 1—Vartacion det voiimen stémico oon. el nimoro stdnlco. ‘tiacién de las densidades ser4 préximamente inversa a la de los vo- ‘iimenes atémicos, y ast presentard minimos en los metales alcalinos, ‘si bien ‘estos minimos son mayores para los de mayor mimero atémico, ‘Pins, 208] PROPIEDADES TERMICAS a Los metales ligeros, de baja densidad, se hallan, pues, entre fos prime- ros de cada periodo, y su ligereza es tanto mayor cuanto meno? es st rntimero atémico y més bajo el periodo a que corresponden. Compresibilidad. —Los étomos que forman la red cristalina no ‘se hallan en los metales en intimo contacto, sino separados entre si las distancias en que se equilibran sus fuerzas de atraccién’ ¥ repulsién. Es posible, pues, comprimirlos mediante una fuerza que, contrarres~ ‘tando la repulsién, aproxima unos dtomos a otros. Se denomina com= Presibilidad a Ia reduccién de volumen que experimenta la unidad -de volumen de un metal bajo la presién ejercida en un cilindro que 10 contiene. El coeficiente de compresibilidad » se calcula por !a secuacién dy — yor em?) ap KB ) -en la que v es el volumen especifico del metal, Los metales de grandes voltimenes atémicos, como, tos alcatinos, son mas compresibles que los de pequefio yolumen, comozera de esperar ; los elementos de transicién son los menos compresibles. El coeficionte lineal de compresibilidad varia con la direcoibn cris- talografica : asi, el Zn, que cristaliza en el sistema exagonal, tiene un coeficiente lineal en la direccién del eje del prisma de 12,96 kgfem* y -sélo de 1,96 kg/cm? en sentido trasversal. 206. Propiedades térmicas.—Ya dijimos, al tratar de las estruc- + turas atémicas de los metales, que los .dtomos de éstos, aiinque deben -ccupar determinadas posiciones en el espacio que.corresponde a su red cristalina, no se hallan fijos, y en réposo en tales posiciones, sino ‘que poseen una energia, funcién de su temperatura, que Jes obliga a aallarse en vibragin alrededor de sus pdsiciones de equilibrio, estable- cidas por el de he fuerzas de atraccién, répulsién y energta cinética. ‘Cualquier variacién de la temperatura del metal prodiciré una rup- tura‘en el equilibrio y la manifestacién en el metal de fendmenos que | eonstituyen sus propiedades térmicas, y que vamos a examinar. Dilatacién.—La més baja energia -dé un metal la pose a la tem Peratura del cero absoluto, aunque segiin hemos visto en Ia teorfa del Estado Metalico, esta energia dista mucho de ser cero (91), y tiene ‘un valor considerable, Si aumentamos la temperatura del metal, aut- menta Ja energia del sistema, y el calor suministrado se tradtice en “un aumento de vibracién de sus dtomos, es decir, de los: témés-en ‘su red. Un sistema de ¥ tomos en la red tiene’ tres N-modos indepen " vooa, par las interferencias cori los vecinos, efectos andlogos a les 8 PROPIEDADES FISICAS (Cur. xx Phew. 206) PROPIEDADES TERMICAS ° (Wocficiente de dilataciéx se deduce de : . 1 a Ta dientes de vibracién, y el estado de yibracién de la red seria el resul- tado de la superposicidn de estos distintos modos. De acuerdo con a teoria de los quanta, Ia energia asociada con cada frecuencia » es Las dimensiones del metal aumentan tanto més cuanto més aumen- ta la temperatura, efecto del incremento de las distancias interatmicas. Asi, pues, en el metal las longitudes de onda de las vibraciones que hhemos dicho son mayores que las distancias interatémicas, disminuyen Y, por su parte, las distancias interatémicas aumentan ; cuando son del mismo orden de magnitud se vence la cohesién interatémicay s¢ © produce la fusién del metal. Este pas, pues, al estado’ liquido. Gruwstsen ha demostrado que el maximo cambio'de voluinén de un sélido es muy aproximadamente de un 6%, es decir, que - v. Va= Ve 9.96 en la que h es la constante de PLank, T' la temperatura absoluta y K Ja costante de Bourz)uawy (1). En esta expresién, el primer suman- do es independiente de la temperatura, y_ representa, por Jo tanto, la energia de vibracién a la temperatura de T=0", o sea, al cero abso- luto. El segundo sumando aumenta con Ja temperatura ; pero su natu raleza es tal que, al aumentar Ja temperatura, Ia energia correspondien— te a las bajas frecuencias aumenta’ mAs r4pidamente. Vemos, pues, que un metal al cero absoluto no posee sus étomos en estado de reposo, sino que poseen una débil, pero existente, energia {que fas hace vibrar con variables frecuencias en sus posiciones de equi- {ibrio'en ta red. Al aumentar la temperatura, las primeras vibraciones atémicas estimulsidas serdn las de mas baja frecuencia, que incremen- tardil su energia aumentando la frecuencia conforme se eleva la tem- éfafiira. FI metal puede ser, pues, considerado en ou red atémica atra~ vesado por vibraciones que al principio son de baja frecuencia y, por tanto, gran longitud de onda, superiores a la distancia entre dos ato- ‘mos, y,que van decreciendo conforme aumenta la temperatura, Ef aumento de Ja energia de vibracién de los dtomos eri la: red pro~ siendo Vq el volumen a la temperatura de Tusién y V;'la del cero ab: soluto del sélido considerado. Este cambio de volumen no es tegular en los metaies, pues transformaciones polimorficas dan higar a discon tinuidades enel proceso de dilatacién. La figura 2 expresn la forma general de Ia curva de dilatecién de un metal con transformaciones polimérfieas. La pendiente en eada framo corresponde a! coeticiente de dilatacién, y las répidas al teraciones corresponden a les cam Bios de fase. En. los cristales metélicas el cocficiente de dilatacién varia. se- gin Ia direccién cristalografica que se considere. En el Zn, por ejemplo, este coeficiente es de 63,7 emfemp’C en direccién del eje y a temperaturas comprendi- das entre 20:y 100°C, y es sdlo THE > —Ditadge»,crrctn em te de 14,1 en sentido transversal. La dilatacién y contraccién de los metates con la variacién ‘de tem- yeratura tiene una gran importancia en su manipulacién. La contrac cién al solidificar puede dar lugar, como veremos, a defectos en el Menado de los moldes al obtener piezas por fusién, ast comd engendrar | rechupades y porosidades en el metal. Asimismo Ja \contraccion, del choques que incrementan las fuerzas de repulsién, lo que dard lugar a un desequilibrio en fa red que sélo puede recuperar estabilidad aumen— tando las distancias.interatémicas. ‘ La @ilatacién de la red’corresponde a un aumento de magnitud de ‘su pardnietro, que creceré con la temperatura. Asi, pues, cada grano cristalino, que constituye el metal al aumentar su parémetro, aumen- tard de volumen, produciendo un aumento tridimensional en el metal, que aumentaré consecuentemente de volumen. Tal es el fenémeno de la dilatacién de los metales. EI cambio de dimensiones que experimenta ei metal al variar la temperatura se.mide linealmene en em por.em por grado, y.el valor det lumen espeitco — () 1 ectiacion dé tos gases perfectos sabemos.es p=RT, en la que el va- Jot de" coresponde-a unde moleculagratio. La ccuselon pars uaa single mos cola sera po=KT, donde sa constante de Boctzwaa 10 PROPIEDADES FISICA (Car. xXxIT metal, ya solidificado, puede dar lugar a-roturas y grietas en los meta- les, que es preciso cuidar de evitar. Son iguaimente peligrosas las dilataciones que, cuando se producen bruscamente, pueden engendrar fan altas tensiones que agrietan el material. Tal sucede, por ejemplo, ‘con las grietas de rectificado que se producen por sobrecalentamientos _ locales, debidos a exceso de presién en la piedra o poca refrigeracién. Temperatura de fusién—Segiin hemos dicho, al calentar un ‘metal se produce un incremento en la energia de sus tomos que, au- mientando més répidamente las vibraciones de baja frecuencia,”o’ sea, las de alta longitud de onda, y provocando la dilaiacién def metal, lega a hacer que la amplitud de las vibraciones atdinicas sea de Ja magnitud de las distancias interatémicas, en cuyo instante se pro- duce la fusién del metal. Esta se produce, por fo tanto, cuando la Energia sé’ ha incrementado hasta un valor determinado, que corres: ponderé_a la temperatura de fusién del metal que, en consecuencia, seré-und constante fisica de éste. La temperatura de fusién depende de la energia del enlace inter- | ‘atémico, y sera tanto mayor cuanto mayor’sea ésta. : La temperatura de fusién esté relacionada con las distancias inier- Atomicas, y ast se observa que los metales alealinos, con grandes dis- tancias intevalémicas tienen temperaturas de fusién’ bajas, y confor. me'se reducen estas distancias, tienden a aumentar la temperaura de ‘fusidn : asi, los alealinos-térreos funden a més altas temperaturas que jos alcalinos. Es natural que asi sea, toda ver que a menores distancias entre los dtomos, el enlace atémico se hace mas énérgico. Ello es, ade- mds, una consecuencia de la naturaleza del enlace metélico. Eii los me- tales alcalinos cada étomo, que constituye la red cristalina, se desprende de un eleetrén, que pasa a formar el gas electednico, y el-enlace se realiza por la atracgién de los iones positivos monovalentes del metal y la nube electrénica que tiene tantas cargas-negativas como iones posée la red: En los metates alcalino-térreos, en cambio, cada atomo se des- pprende de dos electrones, por lo tanto, la cohesién se.establece por la atraccién de la red de.iones bivalentes positives 'y la nube electrdnica negativa que pose dloble niimero de electrones. Es, pues, natural que siendo el enlace més enérgico, se precisa més alta temperatura para Iegar a” contrarrestarlo. Pudiera'extraftar que mientras en los metales de los grupos Ta'y Ha: (alealinos y alcalino-térreos) las vosas suceden como hemos: ex- uesto ; en los de los grupos 1b (grupo del cobre) y 116 (grupo del zine) ‘ocurre lo contrario, es decir, que el grupo Ib funde a mis alta tempe- ratura que'ét Hb. Ello'¢s debido a que-los metales det grupo del Cu, ‘ademas de las fuerzas de atraccidn que origina-el enlace metélico entre Pee. 206] PROPIEDADES TERMICAS 4 los iones monovalentes y el gas electrénico, existe una causa de refor- zamiento del enlace. Esta es debida a que la proximidad de los iones en Ia red del Cu dan lugar a que los electrones de los subniveles (3-d), que son los exteriores de los iones, por interaccién con sus, vecinas ad quieren un estado de menor energia por cierta sincronizacién ‘en Ja situacién de las cargas eléctricas en estas érbitas, formando un dipolo que refuerza, por tanto, su atraccién por un proceso similar al que es- tablecen las fuerzas de Van DER Waats (68). En los metales del grupo de Zn, por él contracio, si bien atimenta la cohesién del enlace metélico, sus mayores distancias interat6micas impiden la accién de las fuerzas de VaN DER Waats y la atraccién total es menor, con lo quie la temperatura de fusién-disminuye considera blemente, Los metales de baja temperatura de fusién son interesantes desde el punto de vista de su mds facil fusibilidad para la obtencidn de piezas por moldeo. En cambio, interesan los metales de alta temperatura de fusién por su aplicacién en los casos de empleo, a temperaguras ele- vadas, que resistirén mejor que los anteriores. - ‘La presién’ puede variar la temperatura de fusién de,un metal en tun sentido que depende de que el metal, al pasar del estado sélido al liquido, aumente o disminuya de votumen. Si como es el cas0 eorrjen- te, el metal aumenta de yolumen al fundir, la presién dificulta’la'tras- formacién, de acuerdo con el teorema de Le Cuarauiei,’ y se réqueri- r4 més alta temperatura para lograrlo. Lo contrario sucede én."los metales que se contraen al fundir La variacién de temperatura’ de fusién por la presién es tanto mayor'cuanto mayor sea el, cambio de voluumen que experimenta el metal al pasar del estado s6lido al liquido. Calor especifico.—E1 aumento. de temperatura que experimenta tun metal por la accién del calor es una consecuencia de la energia que Je es comunicada, que se transforma en energia vibrante. Es. naturat que igual energfa comunicada 0, lo que es lo mismo, igual. cantidad de calor, no producira idénticas consecuencias,-es decir, iguales aumen- tos de temperatura. La cantidad de calor’necesaria para elevar un grado una unidad de masa.del metal:es io que se denomina ‘calor especifico. Puesto que la energia necesaria para aumentar Ja energia vibra- toria de los dtomos de un cuerpo depende del peso: de estos: dtomos, es natural que el calor especifico aumente con el peso- atémico, y asi Dutone y Perit hallaron que a la temperatura ambiente el: pro- ducto de los calores especificos:por los pesos de los~Atémos-gramos ¢n todos los s6lidos es préximamente igual a 6,4. Este producto se-deno- mina calor atémico. La ley de Dutone y:Perrr tienen algunas excep- R PROPIEDADES FISICAS [Car XXII iones, y-es més general la ley que establece que todos tos calores atémicos se aproximan a un valor constante aaltas, temperaturas. Se denomina temperatura caracteristica de un metal aquella.a la-cual su calor atémico es igual a 5,49. EL calor especifico en los metales tiene gran importancia, pues nos expresa Ja, cantidad de calorfas que es preciso suministrar o sustraer aun metal para calentarlo o enfriarlo. En el calentamiento, metales de alto calor especifico requieren un consumo considerable de energia térmica, y ello es un factor econémico de interés para su fusién 0 tra- tamientos térmicos. En el.enfriamiento, como el calor debe ser evacua- do del interior al exterior, metales de alto calor especifico darin lugar a enfriamientos lentos a igualdad de las condiciones refrigerantes 2 ‘que se les somieta, lo que interesa para su solidificacién y tratamientos. «Calor latente de fusién 0 solidificacién.—E! cambio de esta- do de sélido a liquido supone un considerable incremento en la liber- tad de movimientos de los Atomos, y lo contrario sucede en la solidi- ficacién ; ello supone incrementos 0 desprendimientos muy considera bles de energia y, por tanto, de calor. La cantidad de calor que absor- be un metal por este concepto al pasar del estado séiido al liquido, por. unidad de masa, se denomina calor latente de fusién y, por el contrario, el que desprende en su solidificacién se denomina calor latente de. sokidificacién. > Conductibilidad térmica. —Hemos dicho que aumentar la tem- peratura de un metal.requiere incrementar la energia de sus Atomos. Ello hay que realizarlo incrementando la energia de los étomos asequi- bles, que serdn los de su superficie, 0 una parte de ellos. Es una pro- piedad caracteristica de los metales el que cuando se les comunica’ ca- Tor (energia). a una parte de sus dtomos, ésta se transmita répidamente_ a todos Jos del metal cuya temperatura tiende'a homogeneizarse. Esta propiedad constituye Ia denominada conductibilidad térmica, y aunque en general la poseen todos los metales, no. todos la poseen en iguat magnitud. Los ‘euerpos no metilicds poseen muy: baja conductibilidad y, por ello, si se-calientan en un punto de su superficie requieren mucho tiem- Po para transmitir el calor a los restantes puntos del cuerpo, que se conserva mucho tiempo con un fuerte gradiente de temperatura. Siendo la temperatura funcién, de la energia vibratoria de los Ato- ‘mos, aumentar la. temperatura es. un punto de su cuerpo, equivaldré a-comuniear en dicho punto mayor energia vibratoria.a sus dtomos. En, primera aproximacién, puede, pues, suponerse que la conducti- bilidad. o.transmisién.de esta energia vibratoria de unos dtomos a otros, Phe: 206) PROPIBDADES TERMICAS 13 se debe producir por las eblisiones:diréctas de-Tos atomos, excitados-a sus inmediatos vecinos; de éstos a los otros, y ast,: sucesivamente, hasta alcanzar las mas aiejadas regiones del metal: Fi EJ hecho de que sélo los metales poseain buena coniitctibilidad tér mica, y que ésta sea sélo muy débil en’ los’ cuerpos'no metéticos, ha puesto, no obstante, de manifiesto que el imecanismd de la condctibili- dad no puede ser atribufdo a las colisiones directas interatémicas, sino que tiene que estar relacionado con alguna caracterfstica del enlace me- talico. Ello ha conducido a considerar que el verdadero vinculo de trans- misién de la énergia: son los electrones libres existentes en tos metales en-estado sétido. EI Glace metélico sabemos se caracteriza porque, los atomos’ det metal se unen entre si, desprendiéndose de los electrones exteriores de valencia que, pasando a formar el gas elecirénico, son_compartidos pot todos los iones que constituyen la red del cristal imetalich (69). Estos electrones pueden, ‘pues, constituir un vehiculo transmisor dé la energia vibratoria de uno a otré de Ios iones metdlicos, y ast, tuaii- do cierto: mimero de ‘ellos incrementen: su energia por efecto dest calentamiento, esta energia se transmité al gas electrénico que, des- plazdndose por los intersticios interatémicos, la transmite répidaniente a todos Ios iones de la red del metal. La accién directa entrelos iones es muy debil, en especial a bajas temperatura, en que puede'-con siderarse que toda 1a conductibilidad es debida « lus electrones Bbres. ‘A altas temperaturas, aquélla incrementa algo los medios de tsansmi- sin, y la conductibilidad cuenta con ambos medios de transporte de energia. Por tal razén, los cuerpos no-metilicos;-al carecer del ver hniculo electrénico para transmitir la energia vibratoria, carecen de in de la energia, y se muestran més 0 menos como aislantes térmicos. La conductibilidad térmica hemos dicho-que varia de unos metales a otros, y parece natural que fuese tanto mayor cuanto mayor sea el iimero de eleetrones iibres por dtomos de la Fed. Asi, el Zn, que-por ser bivalente contiene dos electrones pot &tomo dispondré de mayores medios de transmisién de calor que el Cu que, como monovalente, sélo posee uno. La realidad demuestra, sin embargo, -que no es asi y que, contra lo que deba esperarse, el Cu posee mas elevada conductibilidad térmica que el Zn. La explicacién de esta aparente anomalia nos ta da la teorla de las zonas de Britiourn (92), que al limitar el grado de Tibertad a los electrones, limita el ntimero de los que pueden ineremen- tar su energia y contribuir a la conductibilidad. Asi, pues, ‘no son todos tos electrones Ios que actiian como vehéculos de transmisién- des galor, sino aquéllos que tienen posibilidad dé aumentar su energias or tanto, la conductibilidad térmica no dependerd de ta existencia rey PROPIEDADES FISICAS [Car, xxIE del totat de eléctrones libres, sino de la de los que’ puedan dé este cons junto pasar a estados energéticos superiores. De ello: hablaremos: con ‘més detalle ‘al tratar’ dé Ia" conductibilidad eléctrica ; propiedad que, como Vvéremds, esté también. ligada alos electrones libres con las lic mitaciones que impone la teoria de las zonas. La conductibilidad térmica se mide en calorias por cm, por grado, por segundo, y el calor W que pasa a través de un cuerpo es és wat, de en la que 4 es.cl-coeficiente de conductibilidad, A ia seccién del cuerpo, a -Z al gradieite de temperatura y # el tiempo. ay Candetibded Ternice. Atomica en Ge509 Nimero Abémico i 3-—Varigion do la condsetbided térmica eon et mimero atbmieo La figura 3 nos muestra la variacién de la conductibilidad con et mumero atémico de los cuerpos. El coeficiente de conductibilidad tér- mica ¢ aparentementé, dentro de ciertos limites, independiente de la temperatura. La ‘conductibilidad térmica es’ una propieda anisétropa, y varia Pane. 207] PROPIEDADES ELECTRICAS 18. segiin la orientacién de los ejes cristalograficos con respecto a fa dix, reccién que se considere. La conductibilidad térmica es una propiedad importante en los trata- ‘mientos de los metales. Una elevada conductibilidad, y. bajo calor es; pecifico, facilita rapidas variaciones de temperatura en los metales, a igualdad de las demés circunstancias, como.pueden ser necesarias en los tratamientos térmicos. Una buena conductibilidad facilita [a eva- cuacién qe calor en los metales que deban trabajar a temperaturas elevadas, con lo que se reducen éstas. 207. Propiedades eléetrieas.—Un cristal metilico constituldo, segiin sabemos, por iones positivoy geométricamente agrupados, cansti tuye un campo periddico tridimensional, en el que se mueve un gas eléc? trdnico constituido por los electrones de valencia de los étomos dek metal, 4 Cualquier alteracién de tal estado, bien sea por factores eléctricos magnéticos y aun térmicos, modifica 1a condicién del sistema y se producen fenémenos que son la manifestacién de lo que llamamos. propiedades etéctricas de los metales que vamos a considerar.| Conductibilidad eléctrica—Cuando se establece una diferen cia de potencial entre los extremos de un alambre metilico, ura co- trienle eléctriea circula por él, euya intensidad depende de Ik na: turaleza del metal y del voltaje aplicado. Andlogamente a la conduc~ tibilidad térmica, la eléctrica es una propiedad genuinamenté me- tilica, que-no se manifiesta en los cuerpos no metilicos més que muy: excepcionalmente. Como aquélla, también esta propiedad se ha atribuido al care ter del enlace metilico, y constituyendo los electrones libres carac- terfsticos de los metales, cargas eléctricas negativas, sejiaradas ‘de la materia, la conductibilidad se ha supuesto originada por el flujo de électrones que transportan cargas eléctricas eleitentiles. Al aplicar una diferencia dé potencial a los extremos’ de un’ alambre metdlico, los electrones libres de su interior, por su cardcter'de cargas negativas, se vera atraidos por el pol6 positive y repelides por'el negativo de la fuente de energia eldctrica, ‘siendo acelerados en el sentido del polo negativo al positive y produciendo ef transporte de energia eléctrica que constituye la cortiente. El paso de ésta y, por tanto, [a conducti- bilidad parece, pues, debe ser explicado por la abundancia te electro- nes libres y la mayor o menor dificultad que la red de iones oponga @ su paio. ‘ La priméra dificultad, sin embargo, que Sé opone a tan simple e: plicacién del fenmieno es ta misma que ya‘indicaméé en la conduc: tibilidad térmica. Si ta conductibilidad fuese funcién del niimero de 6 PROPIEDADES FISICAS [Car XxIE electrones de transporte, los metales bivalentes, como el Zn, deberian ser, en general, mejores conductores que los monovalentes, como ef Cu, y Ja realidad es que sucede 10 contrario, y que la conductibilidad apa. rece independiente del niimero de electrones libres. La razén, como ya dijimos, radica en la teorla de las zonas de BriLioum, que limita la libertad de los Hamados electrones libres, y que vamos a considerar con algtin detalle aqui. Recordemos, ante todo, que Ja estadistica Feratt-Dirac (91 )estable- ce que los electrones libres de un cristal metilico no pueden poseer estar dos energéticos cualesquiera, sino que en todo cristal existe una sucesion de estados energéticos de energia creciente que definen las tinicas ener- glas que pueden poseer los electrones del cristal y, en tal forma, que cada estado no puede ser ocupado més que por dos electrones de dis- tinto spin. Los electrones de un cristal, en el cero absoluto, ocuparén, ues, esponténeamente los mas bajos estados energéticos ; pero no Pudiendo poser més de dos electrones con cada energia, habré que ‘ocupar tantos estados como la mitad del niéimero de electrones libres del cristal. Para aumentar Ia energia de un electrin es preciso, pues, no séto ‘comunicarle la energla, sino que el estado energético al que Jo Heva- mos.no se halle ocupado previamente por dos electrones de distinto spin, pues de ser asi, tendriamos més de dos electrones con la misma ‘energfa, lo que es imposible. De ello se deduce que silo podrin incre- mentar su energia los electrones que ocupen los estados superiores, que tendrén estados, de mas alta energia, vacantes. Ello por sf solo no constituiria un obstéculo para aumentar, en todo caso, la energia de los electrones, pues siendo indefinida Ja existencia de estados de energia crecientes todos, se reduciré a un paso sucesivo de los diversos electrones a estos estados vacantes y, con ello, el.incre- mento, sin rectricciones, de la energia del gas clectrénico. La teoria de las zonas impone, sin embargo, otra limitacién, y es que la existencia del campo periddico de la red de iones positivos, en Ja que se mueven los electrones, establece una serie de discontinui- dades en el posible crecimiento de su energia, que da lugar a que los estados energéticos posibles queden limitados periddicamente en zonas separadas entre si por estados de energia imposibles. Un electrén no puede, pues, incrementar su energia arbitrariamente, sino que el ine cremento queda limitado por el maximo de su zona, e intentar incre- mentarla mds no es posible, pues requeriria pasar por estados que no ‘puede aleanzar. Estas zonas, flamadas de BRiLtoun, contienen un nimero de es tados energéticos posibles igual al doble de los dtomos del cristal, es slecis que lo. més que pueden admitir es dos electrones por cada tomo. Pin. 207] PROPIEDADES BLELIKICAS u Sirepresentamos’gréficamente la-curva de estaclos energéticos de ‘una zona para cada valor de'la’energia, ya'vimos en la primera Parte que tendria la forma representada en la figura 4:0" Si se trata de un metal-monovalente, como sélo dispone de un elec- trén de valencia por-étomo, no requeriré ocupar mas que media zona, y sus’ electrones podrén poseer la ” ‘energia que definen los estados in- feriores de media zona, como se in- dica en la parte sombreada de la figura. Asi, pues, puede incre- mentarse fécilmente la energia de ‘estos électrones, ya que disponemos ‘de-estados energétioos superiores de mis energia’ que podrdn_aleanzar ‘estos electrones. Ast, el Cu mono- valente es buen conductor eléctrico y térmico, ya que -sus electrones energia. ‘Un metal bivaente, en cambio, Henarla 4a toaidad de la zona, ya que seria preciso disponer de.dos estados electrénicos por cada Atomo, que es ef total de que disponemos. Al quedar completa la zona, ningun ‘lectrén podra aumentar su energia, pues las energias superiores entran ‘en la zona discontinua de las-energias prohibidas. No pudiendo aumen- tar la energia de sus electrones, el cuerpo se manifiesta como aislaute, ‘tanto térmica como eléctricamente En los metales, no obstante, se da la circunstancia favorable de que Jas zonas de BRILLOUIN se solapan, y asi empieza la segunda zona.an- ‘tes de terminar fos estados energéticos de Ia primera (fig. 5). Cierto miimero de electrones, por consiguiente, disponen- en-la-primera.zona de estados energéticos aun libres, y pueden incrementar su energia. Otros electrones se haflan-en Ia segunda zona, donde también disponen estados libres que pueden ocupar, St pues, nos imposible suet I eng de os cetzones eo los 1 ivalentes y, por ello, Serdn conductores eléctricos -y tér- a ae | micos, pero facil es ver que no to- dos Ios electrones pueden ‘ser ace- Terados y, por tanto, su‘conductibi- lidad no estaré en proporcién al to- tal de eleetrones de In fed, sino tan sélo de aquellos que pueden incre mentar su erergia. Por ello, me Ies'bivalentes, eomo el Zn, pueden ser conductores térmicos y eléctri Metals y eleeconer, 112" me) pueden: aumentar facilmente su 3h Ii 18 PROPIEDADES FISICAS (Cw. xX cos, pero su conductibilidad es menor que la del Cu, a pesar de que la nube clectrénica es en total mas numerosa, Andlogos fenomenos se desarrolian en los metales de valencia superior. Los metales del grupo de transicién presentan, en cuanto se refie~ rea conductibilidad, otra partictilaridad. Estos metales sabemos poseen Grbitas internas incompletas, a pesar de presentar electrones en mas altos niveles. Asi vemos el hierro que, a pesar de no tener satyradas las orbitas M, en las que sélo tiene 10 electrones 3s?, 3p*, 3d, posee elec trones en la N, donde tiene 2 electrones 43°, En estos metales ocurre que Jas distancias interatomicas en sus. re- des espaciales son pequeiias, ejerciendo unos Stomos sobre sus vecinos ciertas interacciones, en virtud de las cuales Jos niveles energéticos se ensanchan y llegan a solaparse. Asi, los niveles de un tomo aislado de hierro, que podrian ser representados (fig. 6-2) por Hineas finas que marcan una energia precisa, se convierten en el cristal de hierro por las interarciones atémicas de la agrupacién, en bandas (fig. 6-b, c) que indican energias imprecisas para los electrones. Dado él cardc~ ter estadistico de la fisica atémica, el ensanchamiento de estas. bandas. = a b © M6. hay que interpretarlo come una dilucién de la probabilidad de que um electrén 3d 6 45 se halle-con determinada energia. Como estas ban— das, segiin vemos, se solapan, quiere decir que electrones del nivel 4s pueden hallarse con energias 3d, y reciprocamente. Ello quiere decic que en el cristal las:zonas de BRILLOUIN-no estén necesariamente sa- turadas con los dos electrones de valencia 4s*, sino que pueden poseer circunstancialmente, y segiin las fluctuaciones térmicas menos y mas de dos electrones, lo que en ambos casos crea zonas no saturadas, y con posibilidad de aumentar la energia de los electrones. > Claro esté que como'el paso de electrones 4s a 3d y viceversa, su * Pais. 207) PROPIEDADES ELECTRICAS 19 pone un aumento de energia, ésta tendré que compensarla el campo eléctrico aplicado y Ia conductibilidad de estos metales ser menor que las del tipo Cu, Ag y Au, que tienen drbitas saturadas y un solo elec~ trdn s positivo. La conductibilidad es una propiedad anisétropa en tos cristales, y varia con Ia orientacién del cristal La inversa de la conductibilidad es la resistencia eléctrica. La pri- mera interesa como propiedad positiva para los transportes de energia, que precisa realizarlos con los metales mejores conductores. La se~ gunda, cuando se desea obtener del paso de la corriente efectos espe- ciales como calentamiento por efecto de Joute, en que se desea limitar el paso de la corriente con voltaje elevado, y se requiere metales de elevada resistencia. La conductibilidad eléctrica varia con la temperatura, tales es tanto menor cuanto més elevada es la temperatura del metal. A la temperatura de 0 absoluto la conductibilidad de tos cristales metilicos es infinita, 0 sea, la resistencia eléctrica 0. Si a esta tempe- ratura se aplicase a’un cristal metalico, libre de perturbaciones, una diferencia de potencial, 1a intensidad de la corriente de electrones que se desplazarian en él creceria con el tiempo en funcién acelerada uni- formemente. Si en la préctica, ya la temperatura ambiente, no ocurre ast, 9 de- bido a las imperfecciones de los cristales y a la accién perturbadora de las vibraciones atémicas. La resistencia eléctrica crece, en efecto, con las impurezas ¢ im- perfecciones del cristal y, normalmente, de un modo directo con ia tem- peratura, La causa de este fenémeno hay que buscarla en Ia naturaleza‘ondu- latoria del electrén y la del campo periddico que constituyen los iones metélicos de la red en que se mueven aquéllos. Por su cardcter ondulatorio el electrén se desplaza libremente en un campo periddico, siempre dentro de sus posibilidades energéticas. Ahora bien: la red del cristal s6lo constituye un verdadero campo pe- riddico si sus iones se hallan en reposo. Al aumentar la temperatura, las vibraciones de los &tomos alteran la periodicidad del campo, y ello da lugar a que las ondas electrénicas sean perturbadas por las pertur- baciones del campo, lo que se traduce en una mayor dificultad en desplazamiento electrénico y, con ello, en una disminucién de la con- ductibilidad del cuerpo. Un efecto andlogo producen las impurezas ¢ inclusiones que, alte- rando la perfeccién geométrica de la red, perturban la correcta. perio- dicidad del campo de 10s iones. Por igual razén, las soluciones sélidas son peores conductores que n los me- 2 PROPIEDADES FISICAS [Cav. XXIE fos metales disolventes, ya que siempre el dtomo extraito provoca dis- torsiones en la red cristalina matriz. En los metales o aleaciones en los que, como el hierro, a condue- tibilidad se produce por el solape de las bandas d y s, el aumento de temperatura aumenta también su resistencia, pero menos rapidament ‘que en los otros metales. Ello es debido a que si bien las perturbaciones térmicas de la red aumentan, segin hemos dicho, la’ resistencia eléc- ‘rica las vibraciones aumentan la interaccién de los étomos, facilitando con ello el solape y paso de electrones entre las bandas extremas. Para poder comparar de una manera absoluta un metal con otro, en To que a la conductibilidad eléctrica se refiere, es preciso medir la con ductibitidad cuando interviene un niimero igual de étomos y en igual estado de vibracién. Esta conductibilidad se denomina atémica, y su valor se deduce de Ja formula : en Ia que 4, =conductibilidad atémica, P,=peso atémico. 2 =densidad. 0 =temperatura caracteristica del metal. ém=conductibilidad a la temperatura T. En fa figura 7 se muestran las conductibilidades atSmicas x 10~‘ de Jos metales, medidas a la temperatura 4° por orden de sus niimeros atémicos, y podemos observar en ella la periodicidad con que se des arrolla esta propiedad. Superconductibilidad—Por lo que hemos dicho anteriormente, Jos metales son tanto més conductores cuanto mas baja es la tempera ratura; y asf, en la mayoria de los metales, cuando su temperatura se aproxima ‘al cero absohuto, su resistencia eléctrica tiende hacia cero. En algunos metales, la resistencia tiende hacia cero para valores finitos de su temperatura absoluta por encima de cero. Tales meta- les se denominan superconductores, y basta la aplicacién de un pe- quetto potencial en cireuitos cerrados, formados estos metales para que la corriente circule indefinidamente, aun cuando el potencial sea suprimido, Las causas tedricas de la superconduetibilidad no son conocidas hasta ahora Ane, 207] PROPIEDADES ELECTRICAS 200} 490 180 170 160 150 140 430 420 10 400 90 80 n 60 50 40 30 2 10 lidad Electrica Akémica en Ohms.“'x 10 ~* 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 Nimero atémico a 2 PROPIEDADES FISICAS (Car. XX1 Efecto Joule.—El paso de la corriente eléctrica a través de un etal hemos visto se realiza por el incremento de energia que adquic- zen los electrones libres de! metal, en virtud de la diferencia de poten. ial, que son atraidos por el polo negative y repelidos por el positivo, A la temperatura del cero absoluto, hemos dicho que la peria:licidad perfecta del campo eléctrico, que constituye la r-d idnica da lugar a ue tal desplazamiento se efectuara sin resistencia ; pero al inerementar {a temperatura se perturba esta periodicidad, y el desplazamiento elec trénico es entorpecido. Ello da lugar a que parte de la energia de los electrones sea absorbida por los iones, aumentando su energia vibra- toria y, con ello, la temperatura del metal. Esta elevacién de temperatura causada por la resistencia que ofte- ee el conductor al paso de la corriente se denomina efecto JoutE, y sieve de base para el calentamiento por efecto del paso de una corriei te eléctrica, empleado en hornos, estufas, etc. Efecto Edison. —Cuando un metal aumenta de temperatura sa- bemos que aumenta la energia de los dtomos, tanto de los jones Sujetos a la red como la de los electrones que forman el gas electré nico, dando lugar a la dilatacién del metal. El aumento de energia de los electrones, unido al mayor espaciado de la red, da lugar a que si Ja temperatura 3c eleva suficientemente, los electrones adquievan ‘energia suficiente para abandonar el metal. Como éste, al perder elec. trones, adquiere una carga positiva, se creard una tensién electrosté. tica, que trataré de impedir que nuevos electrones abandonen el metal Por su fuerza de atraccién’ que sobre ellos ejerce, Un equilibrio serd alcanzado entre la energia térmica que impulsa a los electrones a abandonar el metal y la tensién electrostitica, que tiende a impedirio. Ast, a cada temperatura un con. ductor quedard envuelto por una nube de electrones que tienden a escapar y son, al mismo tiempo, atraidos por él. Como el calentamiento del me- tal puede lograrse por el paso de una corriente eléctrica de inten- sidad suficiente, si entre las bor= nas A y B (fig. 8) de un circuito eléctrico, formado por un metal de gran conductibilidad especifi ca, establecemos un alambre de tro metal de gran resistencia especifica (baja conductibilidad), éste se ‘calentard muy intensamente por el paso de la corriente, si su intensidad Ace > Fig. 8—Reeeto Bion Pink. 207] PROPIEDADES ELECTRICAS 23 oduzea apenas calentamiento. ‘¢s clevada, aunque en el otro metal no pi into Ello daré ugar a que entre dy B se forme tn ube de electrons, ‘que ser tanto ms extensa_y densa cuanto mayor sea Ia temperatura del meta, 0 Sea mayor Ia intensidad de corriente y ta resistencia es ecifica del metal. Por tal medio podemos producir una fuente d Glectrones que abandonardn definitivamente el metal, si por algin ‘medio les suministramos Ia energia necesaria para ello, nee Tal efecto podemos logearlo (fig. 9) si establecemos una fuerte diferencia de potencial entre este filamento emisor y una pal + tilt Accleracin los slectrones catsticos y origen de lov ray0s X fica en el que ésta actiie como polo positivo y el or Seen tein conrad ee Peltier—Hemos dicho quie si se calienta un metal en wn punt eminence neni de us nese ho unto, y que esta energia se trasmite a todos los puntos det metal mediante fos electrones libres del metal, que amano. 3 ‘em la zona calentada y la trasmiten a sus vecinos y a los iones mas Glounice de‘ ved. Al calenai in punto dal eal so establece en un desequiibrio en la energis de las eletrones, ave al principio se muy elevada en Ia zona caliente, y ejercerd una presidn. electrdnica fue tiende a extenderse. por todo el metal, Esta presién no ert ln rmiania fara todos los metals, ya que dependers de lis posblidades dle estudos energéticos vacantes que existan en sus zonas de BRi- Lugury, Toque depende de In naturaleza de los metals, estructura, tee. Ast, pues, dos metalescalentados ala misma temperatura hhallarén con distinta presién electrénica. Si unimos, pues, dos alam- a PROPIEDADES FISICAS [Car. XXIE bres de dos metales distintos, soldando su dos extremos, ¢ introducimos una de las soldaduras en un recipiente que se halle a la temperatura 6,, manteniendo el otro a la temperatura ambiente Qo (fig. 10) en 1a solda- cura caliente B, existird entre los metales una diferencia de presién cléctrénica que dard lugar a que si en el metal AMB es superior a la del ANB, parte de los electrones del primero pasen al segundo, esta- bleciéndose una corriente eléctrica. Como en cada metal la presién elec ténica depende de la diferencia de temperaturas entre A y B, la fuerza aw electromotriz. de la corriente en la pareja de metales dependeré a su ver de la diferencia de temperatura entre A y B. Tal es el efecto Pete, también llamado efecto SrEBECK, que sirve de base para la construc- cién de los. pirdimetros termo-eléctricos, La pareja de metales constituye un par termo-eléctrico, y su fuer- za electro-motriz para cada temperatura (0 diferencia de temperatui entre sus soldaduras) depende de la diferencia de presiones electré- nicas existente entre los dos metales del par. Para un par determinado @ cada temperatura variard la fuerza electro-motriz. Para medir la temperatura 0, de un recipiente bastard, pues, conocer la naturaleza del par, Ia fuerza electromotriz que se produce cuando una soldadura se halla a la temperatura 6, y la otra a la 0, y el valor de ta temperatu- ra Ge (161). 208. Propiedades magnéticas.—Andlogamente a lo que he- mos expuesto al hablar de las propiedades térmicas y eléctricas, ta aplicacién de un campo magnético produce perturbaciones en los cuerpos, por las que se nos manifiestan sus propiedades magnéticas, El comportamiento magnético de una sustancia se caracteriza por Ja medida de la induccién magnética B, provocada en ella mediante Ja accién de un campo de intensidad H, en el que se halla situada. Se denomina permeabilidad magnética el valor de la relacién. Parr, 208) PROPIEDADES MAGNETICAS a Este valor puede ser mayor 0 menor que Ja unidad, denomiindn- dose Paramagnéticas las sustancias en las que w>1 y diamagnéticas aquellas en que w<1. La mayor parte de los metales son o débilmente paramagnéticos 0 débilmente diamagnéticos, y la permeabilidad di- fiere poco de la unidad. Sdio ciertos metales, denominados ferromag~ néticos, se manifiestan fuertemente magnéticos, y su_permeabilidad alcanzan valores muy superiores del orden de 10° a 10°. Cuando una varilla de metal paramagnético o ferromagnético se si- ‘tia bajo la accién de un campo exterior, Jas lineas de fuerza de éste se (0) (a) cconcentran a su paso a través del metal, y si éste puede girar libremente, se sitia con su mayor direccidn coincidente con la direecién del cam= po (fig. 11-2), Si el metal es diamagnético, las lineas de fuerza se ensanchan, re- husando pasar a través del metal, y éste gira perpendicularmente a la direccién del campo (fig. 11-b). La intensidad de imantacién J se deduce de la ecuacién 4J=B-H y se llama susceptibilidad magnética a la relacién i Darlo que ntl y negativa en los diamagnéticos. La intensidad de imantacién en las sustancias ferro y paramag- néticas aumenta con la intensidad del campo, pero a partir de cierto valor, el aumento cesa, y se dice que el cuerpo a alcanzado su satu racién magnética, EI magnetismo es una propiedad anisdtropa, y asi, se ha com- Probado que la saturacién se alcanza con distintas intensidades de campo, segiin las direcciones de éste con respecto a la red del cristal. 26 PROPIEDADES FISICAS [ew 001 En cambio, la intensidad magnética de saturacién By-H, 1=-— s la misma en todas ditecciones.En el hierro se obtiene la saturacién més facil (con menor campo) en las direcciones de las aristas del ‘cubo} en el niquel y el cobalto en las direcciones de las diagonales y del eje exagonal, respectivamente. Estas direcciones se denominan de fécil imantacién, Antes de tratar del ferromagnetismo, que constituye un caso es- Pecial de los fendmenos magnéticos, vamos a estudiar los fenémenos generales que constituyen el paramagnetismo y el diamagnetismo, Diamagnetismo y paramagnetismo.—La explicacién de los fe- némenos magnéticos debe ser atribufda al movimiento dé rotacién 0 «spin» que poseen los electrones del étomo. Todos los electrunes, se~ giin dijimos (88), pueden imaginarse animados de un movimiento de rotacién alrededor de su eje, y siendo aquéllos unas cargas eléctricas, fal rotacién dard Ingar a la existencia de un momento magnético, cuya rientacién dependerd del sentido de giro. A pesar de ello, un gran ntimero de atomos pueden tener un mo- ‘mento magnético resultante nulo, lo que sucederd cuando el momento total=momento angular+spin, sea cero. Estas sustancias son pre- cisamente diamagnéticas, y su. comportamiento puede ser explicado intuitivamente acudiendo a Ia representacién esquemética del dtomo de Bou. Un electrén giratorio equivale a una pequeia corriente circular, ‘que gira en el sentido del electrén. Si sobre él acta un campo mag nético exterior, segiin los principios de Ia Fisica clésica, se inducird ¢n una misma trayectoria una corriente que, de acuerdo con la ley de Lenz, actuara en sentido contrario al proceso de induccién. Ello dard lugar a la aparicién de un momento magnético contrario al eampo que Ia engendra, y como el momento resultante en el dtomo hemos dicho que era nulo, se produciré una imantacién resultante contraria al campo, es decir, que la sustancia se manifestard con una suscep- tibilidad negativa, y’su permeabilidad sera menor de uno, como co. Fresponde a las sustancias diamagnéticas. Las lineas de fuerza del campo se ensancharén a su paso por la sustancia que, en definitiva, ‘se opone a su libre transmisin. Todas las sustancias tienen un fondo de diamagnetismo, y si su comportamiento es para o ferromagnético se debe a circunstancias que dan lugar a fenémenos que se superponen al mencionado, NETICAS a Pane, 208) PROPIEDADES Mat Dejando aparte el ferromagnetismo, del que hablamos més ade- lante, vamos a considerar atora el paramagnetismo. Cuando los dtomos de una sustancia tienen un momento magné- tico resultante, por no ser nulo su momento total, al aplicar un cam- po exterior, independientemente de los procesos explicados que pro- vocan el diamagnetismo, se orientarén los momentos magnéticos re- sultantes de los dtomos en la direccién del campo, produciendo un magnetismo positive, cuya accién se opondré al magnetism negati- vo debido a fa accién diamagnética del Stoo, que anteriormente he- mos explicado. Si la accién del primero rebasa al segundo, el cuerpo ‘se manifiesta como paramagnético, ya que no oponiéndose al campo exterior, antes bien facilitando su accién, dard lugar a una concentra- cién de lineas de fuerza y una susceptibilidad positiva (permesbili- dad>1). ; Si, por el contrario, la accién diamagnética predomina sobre la paramagnética, la sustancia se comportard asimismo como diamag- nética. Este paramagnetismo esté influenciado por la temperatura, pues a agitacién térmica dificultando la orientacién de los momentos mag- néticos de los dtomos, disminuye la componente paramagnética al aumentar la temperatura. Asi, pues, sustancias paramagnéticas a ba- jas temperaturas pueden hacerse diamagnéticas a altas temperaturas. Ademés de este paramagnetismo, relacionado con la estructura del tomo, log metales poseen un paramagnetismo adicional como conse- cuencia de la naturaleza del enlace metilico, que al establecer la exis- tencia de los electrones libres 0 de enlace, permite que actien también independientemente los momentos magnéticos de tales electrones. La teoria de los electrones libres nos explica cémo se produce este paramagnetismo, Recordemos que, segiin la teoria de los electrones libres (91) a la temperatura del cero absoluto, los electrones de valencia de un cristal: metdlico ocuparén los més bajos estados energéticos posibles a razén de dos electrones de distinto «spin» en cada estado. Asi, pues, si N es el ntimero de electrones de un cristal metilico, su estado mas N estable corresponderd a la distribucién de estos electrones en los estados de més baja energia, teniendo cada estado dos electrones de «spiny contrario. Esta condicién podemos representarla grificamente en la figu- 1a 12a, en la que cada trazo horizontal corresponde a un subnivel energético de energia creciente con su altura y cada columna de casillas a un sentido del spin». Si situamos el cristal metélico en un campo magnética H, los elec- Ey PROPIEDADES FISICAS [Car XXIE trones libres del cristal, pudiendo tener s6lo dos sentidos de rotacién tendrin el cardcter de paralelos o antiparalelos con el campo. La ener, sla de cada electrén, cuyo uspinn sea paralelo al campo. disminuird Go MgH, siendo Ma el magneton de Bon (88), por el contario la energia de cada electrn de wspin» antiparalelo al campo se incre= mentaré en MyHl. La situaciin de los electrones pede vedas; pace representada en la figura 12-b. Como cada nivel no puede contener mds de dos electrones del mismo «spin», el aumento de energla en los electrones antiparalelos se sumard integramente como aumento de ener. sla en-el cristal, ya que habré que ocupar niveles mas altos de energia eae j}—_f Fy & 3 FQ 2S Ee pelea 7 = Sea]. fe [see] s SB ~ >> =f ~~ -]HB-- Ce me (a) (oy) e){ ara situar aquellos electrones. Este aumento de energia se traduce en aumento de energia cinegética y el metal se comporta como diamag- La energia del cristal puede, sin embargo, ser disminuida si algue no de los electrones antiparalelos cambian st «spin», y pueden, por lo tanto, situarse en los niveles energéticos paralelos, aleanzando la la situacién representada en la figura I2c, en la que el descenso en Ja energia por cambio de «spinn contrarresta el aumento de energia ciné- aorrea, Pero en ese caso vemes hay una preponderancia de elctrones con «spin» paralelo al campo, el cristal exhibe una polaridad magnética ae depende de la del campo, y se comporta como paramagneiion ‘Vemos, pues, que el paramiagnetismo en los metales es una conse Ane. 208] PROPIEDADES MAGNETICAS Ea cuencia de tres efectos: del debido al momento magnético resultante en los iones de la red, si existe ; dei de los electrones libres de conducti- bilidad, y del efecto negativo constituldo por el diamagnetismo fun- damental de los étomos. Es de tener en cuenta que el paramagnetismo de los electrones no de- pende de la temperatura, ya que ésta no influye en sus momentos mag- néticos, por lo cual la variacién del magnetismo en los metales con la temperatura seré mayot 0 menor, segiin en su paramagnetismo tengan accién preponderante los jones del metal o los electrones libres. Como la accién paramagnética es generalmente débil, no debe ex- traflar que, a pesar de ella, muchos metales se manifiestan como dia- magnéticos, pues aquélla no basta para contrarrestar éste Ferromagnetismo.—EI ferromagnetism difiere fundamentalmen- te del paramagnetismo en que asi como éste corresponde a permeahilida- des sélo Tigeramente superiores a uno: en aquél. Ia permeabilidad al- ccanza valores del orden de 10%, que dependen de la intensidad del campo. Podria parecer, segiin esto, que el ferromagnetismo es s6lo un caso extremo de paramagnetismo, sin embargo, al estudiar més a fondo estos fenémenos se ha demostrado que las causas son de-muy distinta na- turaleza. Uno de Jos mas interesantes fenémenos del ferromagnetismo es que la induccién, que crece con ef campo hasta cierto limite de saturacién, no desaparece al cesar aquél, quedando el metal permanentemente mag- netizado. Este magnetismo remanente, que conserva el metal cuando la intensidad del campo es nula, tiene un valor generalmente comprendido entre 1/2 y 2/3 del de saturacién magnética, y asi para disponer de ma- teriales de alto magnetismo remanente interesa que posean una gran permeabilidad, EI magnetismo remanente desaparece aplicando un campo contrario, cuya intensidad, llamada fuerza coercitiva, nos mide la resistencia del cuerpo a su desmagnetizacién. EI ferromagnetismo varia con la temperatura, disminuyendo In in- duccién magnética y Ia furza coercitiva al aumentar aquélla. C alcanza determinado valor, desaparece el ferromagnetismo, que metal como paramagnético. Esta temperatura se denomina punto de ‘Conte, y su valor nos indica la mayor o menor estabilidad del ferro. magnetismo en el metal considerado. La elevacién de temperatura no sdlo destruye, pues, el magne- tismo remanente, sino que anula enteramente el cardcter ferromagné- tico de los metales. Las causas del ferromagnetismo radican, como vamos a ver, no

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