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CAPITULO XXXL FENOMENOS ANEXOS A LA DEFORMACION 275. Generalidades—Aunque el desarrollo del proceso de la deformacién corresponde a ta exposicién general que de él hemos hecho, fenémenos anexos a la misma modifican algunas particularida, es y dan lugar a resultados que differen algo de los expuestos. Ello se debe principalmente a que los metales no son perfectamente elisti- cos y por lo tanto aun en el periodo de deformacién que hemos deno- minado eldstico presentan deformaciones fididas de cardcter subper- manente como manifestacién de su anelasticidad. Por otra parte la naturaleza cristalinogranular de su constitucién provoca un reparto ineterogéneo de la deformacién, que contribuye a agravar los fenéme- nos de anelasticidad. Vamos a considerar aqui los principales fenémenos que esta im- perfecta elasticidad produce. 276 Reactividad.—Cuando en el curso de un ensayo de trac- cién y antes de alcanzar el limite eléstico suprimimos la carga, el metal no alcanza inmediatamente su equilibrio recuperando las dimen- siones primitivas, sino que la contraccién elistica instantinea viene seguida de una contraccién lenta, cuya velocidad disminuye con el tiempo hasta que el metal recupera las dimensiones primitivas, lo que, en general, alcanza antes de las veinticuatro horas. Un estudio preciso del diagrama cargas-deformaciones nos indica ademés que tanto en Ja extensién como en la contraccién répida, las cargas no son exactamente proporcionales a las deformaciones. La figura 217 nos expresa gréicamente el desarrollo del fenmeno. Al aumentar la carga de O a Aa las cargas aumentan un poco més entamente de lo que exige la proporcionalidad con las deformaciones, siguiendo la curva OMA en fuga’ de la recta OA’. Al cesar Ia carga el metal se recupera répidamente segin Ia linea ANb, quedando con mo FENOMENOS ANBXOS 4 LA DEPORMACION (Cav. XXXL tuna deformaci6n subpermanente Ob que paulatinamente va perdiendo hasta que recupera sus dimensiones iniciales, Fendmenos andlogos se producen rebasando el limite eldstico cuan- do el metal ha suftido una deformacién pléstica, pues al suprimir la carga el metal queda de mo- mento con ta deformacién plas- tica sufrida que conserva y la subpermanente que va per~ dliendo paulatinamente. ‘La causa de tal anelastict dad puede ser atribuida al dis- tinto cardeter que con respect a la deformacién presentan las fases del metal. Hemos dicho, fen efecto, que en Ios metales hay que consitlerar dos fases : 3s tuna eristalina, constituida por Deformocior=? tog diversos granos, ¥ otFa for~ mada por las superficies de tunién que constituyen una pe- ficula de metal, que puede considerarse, segiin ROSeNHAIN, como dmorfo., Asimismo vimos que en los planos de destizamiento se pro- ghee clerta desorganizacién en los étomos inmediaios al plano de des- fizumiento que puede considerarse igualmente con cardcter amorfo. Pero sabemos que los cuerpos amorfos se deforman con arreglo tun proceso fliido. Asf, pues, la de- formacién total que sufre el metal sera parcialmente eldstica pura y parcialmente flsida o viscosa. Esta Serd naturalmente tanto mayor cuan~ to mas elevaila: sea 1a temperatura BI sistema puede asemejarse al lH al vig. 217 —Resetiidad sistema mecinico representado en la figura 218, segiin Houtoson. Los dos muelles A y B representan el medio eléstico del sistema. El amor. tiguador de aceite C corresponde al medio viscoso 0 amorfo en el metal. Cuando una carga P se aplica a teste sistema se produce instanténea> rig, 21z-—aquema, de, up sistnis an: ‘imenté Ia deformacién ‘eléstica del ‘inde, eeu Hliomon. muelle A-y al mismo tiempo, por cesién lenta de C, se va deformando eB hasta alcanzar el equilibrio. Si el esfuerzo P cesa bruscamente la > ¥aweSd OVSkO Pans. 277] ERECTO BAYSCHINGER at peuperscin stan: oi a Daca 2 fesidual tendrd un A&ricter subpermanente, ensiga ‘del mismo Obligaria lentamente a retroceder al amor ‘Asimismo en un metal que sufre un esfuerzo inferior al limite elds- tico se produce conjuntamente una deformaciOn elistica y otra més tenta y Hida del contorno de los granos que contribuye a deformar Clisticamente los diversos granos cristalinos mds alla de to que ini- Gialmente se habrén deformado. Al cesar el esfuerzo se produce una fecuperacién eldstica de conjunto inmediata, pero la deformacién vis- Cosa sufrida por los contornos amorfos de los granos impide que parte de la deformacién eldstica de éstos pueda desaparecer y subsiste como Geformacién subpermanente hasta que las tensiones residuales que ella Grigina obliguen a los contornos amorfos a recuperar Jas dimensiones primitivas, lo que, dado la pequefiez de tales tensionés, se realizaria lentamente. Esta conducta aneléstica de los metales explica muchos de los fend menos al parecer contradictorios de la deformacién. 277, Efecto Bauschinger.—Cuando un metal sufre una de- Tormacién plistica, provocada por esfuerzos en un sentido determina- do, se observa que si determinamos el limite elistico para esfuerzos cn cote sentido y en sentido contrario, el primero es superior al se- undo. Asi, si deformamos plésticamente por compresién un metal, tl limite eldstico a compresién es superior al de traccién en el metal de- formado. Pste fendmeno constituye el Yamado uefecto Bauschingern y sus causas radican en la anisotropia de los granos cristalinos que cons- tituyen el metal. Un metal policristalino. esta constituido por una multitud de gra- nos arbitraria y diferentemente orientados. Para un esfuierzo en deter- minada direccién el limite elistico y la deformacién plastica que sufre cada grano depende de su orientacién por la anisotropia de los cris- tales. ‘Asi, pues, si sometemos un metal a un esfucrzo de compresién, por ejemplo, los cristales peor orientados alcanzaran su limite eléstico ¥ se deformardn plisticamente cuando los granos restantes se hallaran ain en deformacién eléstica. Si el esfuerzo cesa, Ia deformacién elis- tiea tiende a desaparecer, pero los granos deformaidos plisticamente hho pueden recuperar su forma primitiva, por lo que se lo impiden también a sus vecinos con los que se hallan fntimamente ligados. Flo casiona las tensiones internas (249), que en el caso considerado’ dard lugar a que se desarrollen tensiones de traccién en ios granos consi derados. ‘Asi, pues, aunque por efecto de-la consolidacién estos granos Ae SEAS WL) eos — + QE ae FENOMENOS ANEXOS A LA DEFORMACION (Cam XXXL han incrementado su limite eldstico a compresién, si ensayamos el ‘metal a traccién, el limite elistico de estos granos vendré disminaido en Ia tensién que sobre ellos ejercen os otros granos. Si llamamos E al limite el4stico inicial a compresién antes de ver deformado el metal, €1 limite elAstico a compresién E’ después de la deformacién serd consolidacién En cami previa seré el limite eldstico a traccién después de la compresién + consolidacién ~ tensiones internas ¥ por lo tanto sera Ev 0 , 25 Resistencia a la rotura—La resistencia a la rotura de un metal es una propiedad mas compleja que su resistencia a la deformacién, ues asi como ésta, segiin-hemos visto, y por lo que respecta al metal no depende de otro atributo que de la energia critica de deformacién al cizallamiento, aquélla depende de varios, segiin vamos a ver. En efecto, si el metal no se deformase plisticamente, o si deformin- dose pldsticamente la cohesién tecnolégica no sufriera variacién du ante e! proceso de Ia deformacién, su resistencia a la rotura estaria definida por el valor de la cohesién tecnoldgica, ya que Ia rotura se produce al igualarse la resistencia a Ia deformacién con Ja cohe- sién. (1) Seain Ja teorla de la energla critica el valor de E'a torsién vimos fra O,S77 del de Fs traceién, 386 PROPIEDADES MECANICAS [Car, XXXIV Pero la realidad no es asi y hemos visto que la deformacién pro voca efectos en Ia cohesién haciéndola variar de valor segiin determi- nadas leyes que quedan expresadas en las ramas activas de las cur- vas TMT” y DALD’ (fig. 162). ‘Asi, pues, como la rotura se produce por la interseecién de la curva de la resistencia a la deformacién OAC con dichas ramas activas, cl valor de la resistencia a la rotura dependera no sélo de la cohesién y su ley de variacién con la deformacién, sino de la resistencia a la Geformacién y de su ley de variacién. La variacién de la cohesién expresal s6lo valores potenciales que puede alcanzar la resistencia a la rotura de un metal, pero el que los, alcance 0 no depende por entero de Ia variacién de la resistencia a la deformacién. Asi, pues, naturalesa y condicién del metal que rigen la cobesign y su variacién controlan, pues, estos valores potenciales en Jos que influye poco el estado o tratamiento del metal. En las aleaciones en cambio el estado tiene més importancia que fen los metales, pues ya dijimos cémo afectaba en Ia cohesién y en su ley de varincién los precipitados duros y fragiles en el seno de la matriz /0 de la resistencia a la rotura nos lo da la ley de variacién de la resistencia o la deformacién que, como sabemos, depende fundamentalmente del estado del metal. El valor del limite cldstico y la sensibilidad a Ia acritud del metal podré hacer que la curva OAC corte en un punto u otro ala TMD’ y con ello dar realidad ‘a alguno de los valores potenciales de dichas curvas. Como G es el punto més elevado de sus partes activas, vemos que las mayores rests- tencias no se alcanzan con estados que producen méximas o minimas resistencias a la deformacién, sino con resistencias intermedias y que un tratamiento excesivamente endurecedor puede acarrear una dismi- nucién de la resistencia a la rotura. Ordinariamente, sin embargo, los estados en que se utilizan los metales veremos debe ser el conveniente para que si se produce ta ro- tura ésta tenga el cardcter de diictil por los riesgos que veremos supone la posibilidad de una fractura frdgil. Asf, pues, pudiéndose producir fa rotura con valores de la cohesién comprendidos en la rama MD’ fos estados que aumentan la resistencia a la deformacién elevando la cur- va OAE aumentan también la resistencia a la rotura y por elfo se con- sidera que, salvo casos extrenios, el limite elfstico y la resistencia a Ja rotura de un metal varfan paralelamente al variar el estado. La triaxialidad en el sistema de cargas no afecta a la cohesién, pero elevando Ia curva OAC de la resistencia a la deformacién produciré iguatmente en fa zona dictil un aumento en la resistencia a la rotura. Debe tenerse en cuenta, sin embarge, que una-elevada triaxialidad " resistencia la deformacién del metal y por tanto dependi Paes. 283] PLASTICIDAD 31 puede provocar el paso a a rotura fragil correspondiente a la rama TM de la curva de Ja cohesién y en ella vemos que al aumentar la triaxia- lidad aunque aumenta la resistencia a la deformacién disminuye la de rotura. Dureza.—La dureza constituye una manifestacién particular de la encrgia critica de deformacién al cizallaiiento. La dureza expresa la resistencia a la deformacién localizada de un metal sometido a una accién de contacto que le transmite determinado esfuerzo, Debido a que normalmente los metales que presentan elevada resis tencia a Ja deformacién general la presentan también a la localizada se considera frecuentemente que resistencia a la deformacién es sindni ma de dureza, y que ésta define igualmente a aquélla. Asi un metal de alto limite eléstico se considera en general como muy duro y vice- versa, Debe, no obstante, tenerse en cuenta que esta similitud no pue- de considerarse con carécter absoluto y que muchas veces se presentan notables diferencias entre ambas propiedades. Por una parte en mu- cchios casos, como veremos, la superficie tiene una condicién distinta del interior 0 nticleo del metal y por tanto su resistencia global seré muy diferente de ta superficial. Por otra en la dureza influye la forma por la que se ejerce la accién de contacto y asi se puede considerar la dureza a la penetsacién, dureza al desgaste, dureza al rayado, dure- za al rebote, ete. Estos distintos tipos de dureza no varfan paralelamente y por ello no puede ni aun considerarse que un metal mds duro a la penetracién que otro lo sea también al desgaste, por ejemplo. La dureza a la penetracién no sélo es en si una propiedad intere- sante, sino que por la facilidad de su determinacién y por variar para- Telamente con ella se emplea como expresién de la resistencia en general. En general, sin embargo, In dureca mésica es proporcional al limi- te eldstico y a'la resistencia a la rotura, pero la constante de propor cionalidad varia de uno a otro metal y de uno a otro estado. 283. Plasticidad —Hemos definido la plasticidad como Ia apti- tud de un metal para deformarse plisticamente antes de su rotura ‘cuando se le somete a unas cargas o sistemas de cargas definidos. Como la deformacién depende de la energia critica de deformacién al cizallamiento, proporcional como sabemos al limite eléstico en trac- 388 PROPIEDADES MECANICAS (Cw. XXXIV Gidn, y le rotura de la cohesién tecnolégica sera condicién fundamental de plasticidad que cohesién tecnolégica > limite elistico en traccién © lo que es lo mismo Consecuencia de ello es que los factores que contribuyen a elevar Ja cohesién tecnolégica aumentan la plasticidad si no aumentan al mise mo tiempo o fo aumentan en menor proporcién el limite eldstico =n lraccién. Y andlogamente favorecerén Ia plasticidad los que rebajan dicho limite elastico sin rebajar la cohesién. Asi, pues, enlaces atémicos de gran energia aumentan ambos atti butos, pero en mayor proporcién Ia cohesién, por lo que favorece la Piasticidad siempre que los enlaces sean s6lo metilicos, pues los iéni- cos y homopolares ya sabemos la perjudican. Las estructuras cristalinas de alta simetria con gran cantidad de planos compactos que aumentan la probabilidad de una orientacién adecuada para la deformacién conducen a mayor plasticidad que las redes de menor simetria, ya que disininuyen el Ifmite eldstico sin afec- tar a la cohesién, Los metales det sistema cibico centrado en las caras son més plisticos que los del sistema cibico centrado en el cuerpo ¥ que los del hexagonal. Es de notar que en los metales del sistema ctibico centrado en of ‘cuerpo por la ausencia de planos compactos (78) el deslizamiento se produce en la diteccién compacta (1 1 1) y sobre alguno de los planos que Ia contienen. Pero segiin vimos (288) corrientemente el desliza- miento ha de producirse por varios planos, lo’ que sdlo en el hierto tal vez por sus dimensiones atémicas es facil lograr. Por ello entre los metales de este grupo sélo el hierro es plistico, siendo los demés, como el Cr, W, etc., de muy baja plasticidad, En cuanto a los metales del sistema hexagonal Ia escasez de planos cciones de facil deslizamiento (288) da lugar a su poca plasti- cidad, No obstante, si mediante deformaciones en caliente (foria) en las que la mayor movilidad atémica facilita, segiin sabemos, la deforma idn. se logran orientaciones de los granos (textura) favorables y In plasticidad que adquieran es considerable. Una prueba la tenemos en el estafio y cine, muy fragiles, brutos de colada y tan diictiles después de laminados en caliente que pueden estirarse en muy finas liminas. Pine, 283] PLASTICIDAD 389 La naturulesa del metal tiene, pues, una gran importancia en la plasticidad. Los factores tecnolégicos de calidad afectan a la cohesién tecno- iogica y al limite eldstico, pero mucho mAs intensamente al primero que al segundo, pues actiian por efecto de la concentracién de tensio- res que provocan y siendo mayores las normales que las tangenciales ‘su accién multiplicadora ejerceré un efecto asimismo superior en las ras que en las segundas. Asi, pues, la condicién del metal afec- tar profundamente en su plasticidad, pues aunque varien en igual sentido ef aumerador que el denominador de su expresién cohesién tecnolégica tracciéa fs mucho mas intensa la variacién del numerador que la del denomi- nador. La plasticidad es, pues, muy sensible a la condicidn o calidad del metal. En cuanto al estado del metal sabemos que afecta mucho al Kmite clistico y poco a la cohesién, por lo que su influencia en la plasticidad serd casi exclusivamente por la variacién que permite el limite elis- tico. ‘Vemos, pues, que de los tres factores que rigen las propiedades ‘meciinicas de los metales, las dos primeras, naluraleca y condicién, permiten aumentar el numerador del indice de plasticidad para incre: ‘mentar ésta_y en cambio el estado s6lo permite disminuir el denomi- nador para igual fin. Ello quiere decir que con los tratamientos sélo lograremos elevar la plasticidad a costa de disminuir el Kite eldst Y Por tanto la resistencia a la deformacién. La naturaleca y calidad del ‘metal permiten, por ef contrario, una alta plasticidad sin afectar a ta resistencia a a'deformacién La naturaleza de los esfuerzos tiene una importancia grande en la ‘manifestacién de la plasticidad ya que define In severidad del sistema dle cargas. EI comportamiento plistico de un metal frente a un sistema de ccargas depende no sélo del metal, sino de la tensién efectiva 4, que determina la deformacién y del cnx que determina el despegue. Ast, pues, si la plasticidad como propiedad metilica depende de Ta relacién cohesién tecnolégica limite elistico en traccién 360 PROPIEDADES MBCANICAS (Car, XXXIV por lo que respecta al sistema de cargas dependera de la relacién que expresa su triaxialidad. La condicidn de plasticidad, es decir, la facultad de que el meta se deforme pldsticamente antes de romperse, se cumplira cuando se verifique cohesién tecnolégica Cn Timite elastico en traceién ~¢, ya que en tal caso z, alcanzaré el valor de Eye, antes de que 2, alcance el de la cohesién tecnoldgica. Asi, pues, si el primer término define Ja plasticidad y el segundo Ja triaxialidad, la condicién para que el metal se manifieste como plas- tico es que su plasticidad sea superior a la triaxialidad del sistema. Un sistema de traxildad —2X=1, como es el caso de traccén pura, obliga «que ef metal posea una plasticdad cohesén tenolgica limite eldstico en traccic a Para que se manifieste como plistico. Metales de menor plasticidad vomperdn en traccién sin deformarse. Una entalia-en el metal al aumentar la triaxialidad exige mayor plasticidad para su comportamiento plistico, y si no la posee ef metal romperd sin deformacidn a pesar de que en traccién pura se manifes- tara plastico Con triaxialidad infinita que corresponde a «, 0 or grande que sea la plasticidad el metal se comportard siempre como irdgil. Claro esté que, como ya dijimos, ‘no puede existir tal sistema, pues ello requiere que 4,>0 to que ya 105 no puede producirse (263) Resistencia y plasticidad—Estas dos propiedades fundamentales de los metales dependen de atributos y-son afectados por factores co- Pane, 283] PLASTICIDAD so sounes, por Jo cual no puede menos de haber entre ellas cierta co- Hemos dicho que la resistencia a la deformacién depende princi- palmente del limite eldstico en traccién y la plasticidad de la relacién cohesién tecnolégica mite elastico en traccion asi, pues, los factores que afectan a Ia resistencia a la deformacién alectaran por este motivo en sentido contrario a la plasticidad, depen- diente ésta en definitiva de que afecten también en menor 6 mayor grado a la cohesién tecnolégica. Los factores estructuras afectan profundamente al limite elastico fen traccién del metal y débilmente a la cohesién tetnoldgica y por lo tanto darén lugar a variaciones contrarias entre la resistencia y la plasticidad haciendo que disminuya ésta cuando aquélla aumenta, pre- sentdndose como propiedades antagénicas. Los factores tecnolégicos de calidad, por el contrario, afectan, aunque débilmente, al limite elistico, e ‘intensamente a la’ cohesién tecnolégica. Por ello ambas propiedades varian en el mismo sentido y asi puede aumentar simultaneamente la resistencia y la plasticidad. +Con un metal determinado sélo la calidad puede mejorar realmente lay propiedades. La estructura s6lo nos permite ajustarla dentro de lHmites contrapuestos, a nuestra necesidad particular. Por ello tiene tanta importancia los factores tecnolégicos que afectan a esta calidad. Debemos observar que tanto Ia resistencia como Ia plasticidad en la forma que la hemos definido si bien se relacionan con el fendmeno de la deformacién son independientes del proceso de ta misma. Am- bas propiedades no estén afectadas por los factores que rigen el pro- ces0 de la deformacién. Ductilidad y maleabilidad—Contrariamente a lo que acabamos de decir, la ductilidad y maleabitidad definidas con el concepto de cantidad de deformacién son propiedades que dependen intimamente de! proceso de deformacién y por lo tanto serdn muy afectadas por los factores que influyen en el desarrollo de aquél. EI proceso de la deformacién de un metal, aunque inicialmente de- pende del limite eldstico en traccién y cohesién tecnolégica, después dependen de Ia variacién de estos factores conforme se desarrolla la deformacién. En efecto, si consideramos que la ductilidad y maleabilidad expre- san la cantidad de deformacién que un metal es capaz de soportar sit romperse en determinadas condiciones de carga, estas propiedades e3- 362 PROPIEDADES MECANICAS (Ow. XXXIV tarda relacionadas principalmente con el proceso de la deformacién. Sabemos que el desarrollo de este proceso depende (lig. 224) del dase arrollo de las curvas OAC que representa la variacién de la resistencia a Ia deformacién con ésta y de las ramas activas TM y- MD’ de las curvas TMT’ y DMD’ de variacién de ta resistencia al despegue icohesién tecnolégica) y de la cohesién de las dislocaciones durante Ja deformacién. Cuanto més se aleje hacia Ia derecha el punto C de taterseccién de la curva OAC con las ramas TMD’ de las curvas Je variacién de la cohesién, tanto mayor deformacién se produce: en el metal antes de Ia rotura Ello depende, como vemos en ta figura, de la inclinacién de las curvas OAC y DMD". La primera por ser la de la variacién de ta resistencia a fa deformacién en el desarrollo de ésia depende del limite existico y de ta sensibilidad a la acritud. Los factores de estado, como tamaio de grano, distorsién de la red, etc., que aumentan el limite elistico aumentan también la sensibilidad a la acritud y si por #l primer concepto reducen Ia plasticidad, la ductlidad y maleabilidad disminuyen por ambos conceptos. Asi podemos ver que si el metal a6 © 6 ‘cetrmasnes se deforma, segiin la curva OAC, se produce la rotura en C con una deformacién Oc; pero si por reducir los factores de resistencia y sen- sibilidad a la acritud se deforma segin la tinea O4'C’ rompe en el Punto C’ con una deformacién Oc’> Oc. Bs de observar que en tal caso el esfuerzo a que rompe es C’e'< Ce La cantidad de deformacién aumenta, si rotura disminuye, jen la resistencia a la Pane, 283) PLASTICIDAD 363 En cuanto a la inclinacién de la curva DGC es fécil ver que si esta curva se desplaza a la DA/,D’, aun cuando no se altere la resistencia a la deformacién ni la sensibilidad a la acritud, la cantidad de defor macién aumenta también, pues la rotura se produce en el punto C’, con una deformacién Oc’, > Oc. En tal caso, como vemos, puede con seguirse simultineamente un aumento en Ia cantidad de deformacién ¥ en la resistencia a la rotura, que sera C’yc', > Ce. Veamos cémo puede producitse tal efecto. consecuencia de tn -coafescenchde his dister ve can que se inicie una grieta que produce Ia rotura cuando su magi Suficiente. Ahora bien, la coalescencia de las dislocaciones vimos es provo- cada como consecuencia de su acumulacién en los obsticulos que im- piden un total desplazamiento. Es, pues, natural que si el ntimero de obstéculos aumenta la cantidad de dislocaciones blocadas en cada uno seré menor para igual niimero de aquéllas y, por lo tanto, su coales. eeneia requeriré mayor niimero de dislocaciones y por tanto mayor deformacién, Como Ia cohesién de las dislocaciones es funcién de su coalescen- cia si ésta es menor para igual deformacién Ia cohesién seré mayor ys por lo tanto, la curva DMD” se desplazard hacia la dvrecha DAT, DY, Este aumento de obsticulos puede lograrse mediante adicién de clomentos capaces de precipitar en finas particulas en el seno del me- tal, cuyas particulas actuardn de elementos de obstruccién para el des- Piazamiento de las dislocaciones, como vimos sucede en las estruc- turas de precipitacién, Vemos, pues, que por este medio conseguinios simulténeamente aumentar Ia resistencia a la deformacién y Ia cantidad de deformacién con ef consiguiente incremento en la ductilidad La ductilidad y maleabilidad son muy afectadas por el sistema de cargas, pues sabemos que la triaxialidad eleva el limite eléstico y ta curva de deformacién, reduciendo por lo tanto la eantidad de defor- macién. Asi vimos en Ia figura 188 que un metal que en traccién se deforma segiin la curva OAC. cuando actia un sistema de triaxialidad Positiva, la curva mencionada corresponde a la variacidn de 2,, p2r0 a varia segiin la curva O4’C’ resultada de multiplicer los valores de 9 por la triaxialidad por tanto, la rotura se produce con una deformacién Oc <0 Los sistemas de muy baja trinxialidad aumentan, por el contrario, ot PROPIEDADES MECANICAS (Car, Xxx1V Ja cantidad de deformacién o rotura ya que rebajan la curva de defor~ macién y el limite eldstico. De ahi que cuando se desean grandes de- Jormaciones se recurra a sistemas de triaxialidad minima o aula, como cl estirado en hileras a la estricciéa, etc. Asi podemos observarlo en Ia figura 188 en que si el valor de 51 <1 la curva 0A"C” de variacién de e, con ¢, cae por debajo de ésta y produce iguales deformaciones con menores esfuerzos 2, y una deformacién total Oc"> Oc. 284. Tenacidad.—Definimos la tenacidad como la capacidad de lun metal para absorber energia mecdnica mediante un proceso de de- formacién y rotura. Pudiendo el metal deformarse eldstica y plistica- ‘mente antes de su rotura, Ia tenacidad podré corresponder al trabaio de Ia deformacién eldstica, al de deformacién total y al de deformacién y rotura. EI primero, aunque es muy interesante, ya que nos revela fa mi- xima cantidad de energia que puede absorber el metal sin ser alterado fen forma permanente, es generalmente muy pequefio debido a que depende del limite eldstico y de la deformacién total eléstica y aunque aquél puede ser elevado, ésta, hemos dicho, es siempre muy pequefia. El trabajo total de deformacién y el de deformacién y rotura pue~ desi, en cambio, alcanzar elevados valores en los metalcs, dependiendo de la resistencia del metal, de su ductilidad y del proceso de rotura. Variard, por lo tanto, en la forma en que varfen las propiedades de quien depende y asf los factores que aumentan la resistencia y la ductiidad serin favorables y adversos los contrarios. Pero hemos vis- to que los factores que aunientan la resistencia reducen en general la cantidad de deformacién. Ast vimos que el aumento de limite eléstico y de sensibilidad a ta acritud disminuyen la ductilidad. La tenacidad depende, pues, de factores que producen efectos contrapuestos, pues si bien por una parte contribuyen a incrementarla, por otra tienden a reducirla. De ahi que la tenacidad requiera valores intermedios més bien que extremados en las propiedades en que se basa. En general en los metales los factores del estado que afectan a la resistencia y a la deformacién, como tamailo de grano, distorsién de la red, etc., provocan variaciones mayores en la capacidad de defor- mmacién que en Ia resistencia y de ahi que las altas tenacidades se obtie- nen més sobre estados de amplia deformacién que de gran resistencia, Por ello conviene a las tenacidades elevadas un tamafio de grano me- dio y poca o ninguna distorsién en las redes cristalinas. Las estructu- 1as de precipitacién que impidan la coalescencia de las dislocaciones, que hemos visto al tratar de ductilidad, aumentan la resistencia y al Pix, 284] TENACIDAD 365 mismo tiempo la cantidad de deformacién seré, sin duda, Ia més favor rable a la tenacidad, Pero hay atin otro factor que considerar en Ia tenacidad y es el trax bajo de rotura. : Hemos visto (251) que Ia rotura de los metales puede produciese por un proceso fragil ‘0 por un proceso dict, segiin se origine como consecuencia de que la tensién normal rebase la cohesién tecnolégica © la cohesién de las distocaciones. En el primer caso la rotura se pro- duce bruscamente por despegue, segiin el plano de minima resistencia y mayor tensidn ; s6lo hay deformaciones eldsticas en el instante de Ja rotura y el trabajo absorbido es casi nulo. En el segundo la rotura se produce en forma progresiva, por desgarre con intensas deforma- ciones pldsticas locales, y el trabajo de rotura sera considerable. Asi, pues, cuando el metal rompe en fractura frigil el trabajo ab- sorbido en su rotura es casi nulo y, por el contrario, seré considerable si rompe con fractura dictil ‘Como por otra parte (fig. 224) la fractura fragil se produce para deformaciones menores que la diictil vemos que por ambos conceptos ta rotura frégil absorberé mucho menor trabajo que la ductil, y con- siderando la tenacidad como trabajo total absorbido por el metal en su deformacién y rotura, cuando el metal rompa con feactura frégil pre- sentarA una tenacidad total mucho menor que si rompe en fractura diictil. La naturaleza de los esfuerzos tiene una importancia extraordinaria tn la tenacidad, pues ya hemos visto cémo influye en la resistencia, en la capacidad de deformacién y en el proceso de rotura. Este efecto requiere ser considerado con alguna atencién. Hemos visto que el sistema de cargas influye poderosamente en Ja pendiente de la curva OAC (fig. 224) de Ia variacién de Ia resistencia 2 la deformacién, que ser tanto més elevada cuanto mayor sea la triaxialidad del sistema. Si suponemos, pues, que la linea OA’C’ co- rresponde al metal que consideramos sometido a un esfuerzo de trac- cién, por ejemplo, en que la rotura se produce en C’ con esfuerzo C’e’ y una deformacién Oc’ cualquier aumento de triaxialidad accidental, tuna entalla 0 una configuracién que produzca tensién heterogénea, et- cétera provocaré en el mismo metal un desplazamiento de la curva de deformaciones, que pasaré a Ia posicién OAC en que la rotura se prov duce en C con un esfuerz0 Co> Ce’ y una deformacién Oc< Od’ La tenacidad que presentar el metal en ambos casos habrd variado poco, pues si ha disminuido la cantidad total de deformacién ha aumentado la resistencia y el &rea OA’C’e’ serd proximamente igual a la OACe, pudiendo incluso esta iiltima ser mayor que la primera. El 386 PROPIEDADES MECANICAS [Cae xx ey Pero otra cosa sucede si el material por su naturalesa y condicién tuviese, en traccién pura, una curva de deformacién como la OA,C. que corta en Cy a la rama ascendente Df de Ia cohesién ; el metal romper normalmente con resistencia C,c, y deformacién Oc,. Si ahora consideramos un aumento de trixialidad que desplace la curva de de- formacién de ta posicién O1,C, a la OA,C, la rotura del metal se pro- ducira segin el punto C, con un esfuerzo C, c.

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