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Titulo original: Our Great Responsibility — A Selection of Bill W's General Service Conference Talks, 1951-1970 Copyright © 2019 por Alcoholics Anonymous World Services, Inc, “Traducido del inglés. El origina en inglés de esta obra también es propie- dad literaria, de A.A.WS., Inc. New York, NY. Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducci6n total o parcial de esta traduccin sin permiso escrito de A.A.WS. Prohibida la reproduccién toealo parcial de esta publicacin sin el peemso de A.A.WS, Inc, Prohibido almacenar en ningun sistema de recuperacion, copiar, compartir 0 transmitir en ninguna forma por ningiin medio, ‘mecainico via forocopia © grabacién (video, audio w ota) ninguna parte de esta publicacin sin permiso de A.A.WS., Ine A.AWS,, Inc. reconoce y agradece la cooperacién de la Fundacién Step- ping Stones. Fl material de Grapevine es propiedad literaria de AA Grape- vine, Inc. y est reimpreso con permiso de la editorial. La foro det Dr. Crt Jung en la pagina 116 aparece por cortesa de los Archivos de ka Familia Jung. La foto del Dr. Harry Emerson Fosdick en la pagina 39 aparece por ‘cortesia de los Archivos de la Iglesia Riverside, Publicadas con permiso ! Segunda impresién 2020. Esta literatura esta aprobada por la Confetencia de Servicios Generales de A.A. Direccién postal: Box 459 Grand Central Station New York, NY 10163, wnweaa.org Alcoholicos Anénimos®, Alcoholics Anonymous® y A.A.® son ‘marcas registradas de Alcoholics Anonymous World Services, Ine ISBN 978-1-644270-51-6 B70. 8M~ 12/19 (RP) Nuestra gran responsabilidad Una seleccién de las charlas de Bill W. ante la Conferencia de Servicios Generales, 1951-1970 Contenido Historia El camino hacia la Conferencia........ Prefacio a las charlas ante la Conferencia |. Origenes 4982: Contemplamos el amanecer con grandes esperanzas . 1966: La personalidad en el marco de los principios .. 45 II, Responsabilidad 41963: La conciencia de grupo y el servidor de confianza. ..61 41965: Nuestra gran responsabilidad: La direccion de los asuntos mundiales de A.A. .75 IIL, Transformacién 1953: Diferencias en los Doce Pasos y Doce Tradiciones 89 1960: A.A. en una era de cambios. = 101 1964: Un propésito auténtico, elevado y constante. 115 W. Confianza 1958: Uso constructivo de los problemas 15) 1959: Gratitud, confianza, alegria. - 13 V. Servicio 1956: Peticién, apelacién, participacién y decisién: Cuatro principios del servicio de A.A. 2149) 1963: Enfrentar solo la situaci6n. . “159 1965: A dénde fueron los que no se han quedado? . .169 Vi El futuro 41955: Para mantenernos unidos 183 1968: Aferrarnos a las Tradiciones . 195 1969: Desterrando a los espiritus 201 Vil. Otras voces 4966: Lois W. 207 41953: Bernard Smith 1974: Dr. John Norris. 229 ‘Anexos Anexo I - 1955: Bill y los visitantes nocturnos 237 Anexo Il - 1956: Bill y la Conferencia: El que recuerda 243 Anexo Ill - 197% La altima charla de Bill: palabras introductori 249 Indice 254 Los Doce Pasos de Alcohélicos Anénimos. . 264 Las Doce Tradiciones de Alcohélicos Anénimos ........265 Las Doce Tradiciones (Forma Larga) 266 Los Doce Conceptos del Servicio Mundial .........+-.269 Historia El camino hacia la Conferencia La mayor parte de mi vida, en los tltimos quince afios, ba sido sun esfuerzo por descubrir, Dios sabe que con mucha ayuda, ‘emo hacer para que esta funcién superior pueda estar ancla- daa este movimiento como hacer que la ctipula del viejo edificio de A.A. no salga volando. — Bill W, charla de clausura dela Conferencia de Servicios Generales de 1960 demas de enunciar las Doce Tradiciones de A.A., forja- £\ dasa partir de experiencias a veees dificiles, nada de lo que Bill W. hizo durante la década de los 40 demostré mas su profunda comprensién de las necesidades de Alcohdlicos Anonimos que su insistente cruzada para crear la Conferen- Aleohélicos Anénimos haba crecido de unos cien miembros en 1938 a aproximadamente 30,000 a mediados de los aiios cuarenta. En esa época, A.A. era una asociacién de grupos auténomos con tenues enlaces entre si, cuya fuen- te de inspiracién, de toma de decisiones ¢ informacién era la Sede Central” —Ia oficina de Nueva York que hoy conoce- mos como la Oficina de Servicios Generales u O.S.G. donde Bill trabajaba con la ayuda de su sceretaria no alco- holica, Ruth Hock" y un grupo de voluntarios. La Fundacion 8 HISTORIA | El camino hacia la Gonferene Aparece aqui Ruth Hock, la primera secretaria de A.A. al lado de Bill W. Fue ella quien p ‘mayor parte del primer borrador de Alcohélicos Anénimes. Alcohdlica® (hoy Junta de Servicios Generales), que en 1948, se componia de cinco custodios no aleohélicos y cuatro cus- todios alcohdlicos, habia sido establecida en 1938 para su: pervisar el lado legal, administrativo y financiero de A.A. Todo esto habia funcionado bastante bien, pero cuando, A.A. comet 16 su vertiginosa expansi6n luego de la pablica cién del articulo de Jack Alexander’ en el Saturday Evening Post en 1941, Bill se dio cuenta de varias cosas. Una de ellas fue que él, el Dr. Bob, y otros veteranos eran, como tan dul: cemente lo expres, “perecibles”. Ninguno de ellos viviréa para siempre; es mas, el Dr. Bob moriria en 1950, de cancer En segundo lugar, si bien la fundacién se encargaba de defi tos importantes sobre las politicas de A.A., los cus: an involucrarse en la esfera de lo que estaba sucediendo en los grupos”, como escribié mas adelante la archivista Nell Wing.’ No habia ningun enlace directo entre NUESTRA GRAN RESPONSABILIDAD 9) Se leatribuye el cuadruplicar en un afio el mimero de miembros de A.A. al solidario articulo de Jack Alexander sobre 108 Anénimos que aparecis en el mimero de mars de 1941 de la revista Saturday Evening Post Alcoh 10 HISTORIA | El camino hacia la Conferencia Después de trabajar tres aitos en la Oficina de Servicios Generales en en 1950 Neil Wing pasé a ser la secretaria W. En esta capacidad preservs muchos ionales de A.A. Cuando la O.8.G. ina ‘0s en 1975, Wing fue la primera archivista, cargo que retnvo hasta 1982. cde recepcionist. e los documentos 6 los Archivos NUESTRA GRAN RESPONSABILIDAD 11 miembros y los custodios de la fundacién, con la excep: ion de Bill y el Dr. Bob. Se veian venir serios problemas. Una reunién anual entre “buenos miembros de A.A” Qué sucederia”, dijo Bill mas adelante, y la incapacidad nos sa nos? ¢Qué pasaria con los custodios y la Sede Cen- tral? Un solo error de su parte podria causar una pérdida de confianza que no podria ser reparada... Era e' ‘cuando la muerte ran de juego a los pocos vet Fanos lente que {eniamos un movimiento mundial que no tenia acceso ditec- to a sus asuntos de servicio principale: A final de cuentas, Bill comprendié que era nece: que la autoridad de A.A. proviniera de la misma asociaci6n, La pregunta era, geual era la mejor forma de lograr esto? En abril de 1947, Bill preparé una propuesta para los custodios, llamada “La Fundacién Alcohélica de Ayer, Hoy y Mafiana” en la que eseribié: “Tal vez la mejor sug para cerrar la brecha entre nuestra Fundacién Alcohélica y los grupos de A.A. es la idea de crear lo que podriamos Ila- mar La Conferencia de Servicios Generales de Alcohélicos Anénimos” — una reunién anual entre “un nimero sufi ciente de buenos miembros de A.A.” los custodios y el per sonal de la Sede Central de A.A. y del Grapevine, En este memora Confer idum, Bill prosiguié diciendo que la ncia propuesta no deberia ten ‘cto politico”, un anhelo suyo del que hablaria una y otra z durante los siguientes afios. Le escribié a un an \.A. en diciembre de 195 igo en La Conferencia no es nada del »tro mundo... Los catequistas y los bartenders por igual »nsiguen organizar eventos similares sin inconver no. Tal vez. nosotros podamos hacer lo mismo”, ‘No fuiste nada diplomético. ..” » hubo caso. La resistencia a la propuesta de Bill provino le diferentes direcciones a la vez. La mayorfa de los custodios no vefa la necesidad de una Conferencia de Servicios Genera. les. En una carta de abril de 1948 al Padre Ed Dowling,® Bill 12 HISTORIA | El camino hacia la Conferencia escribidé, con cierta frustracién, que a los custodios no les gustaba la idea de “compartir sus prerrogativas con una con ferencia... Todos hablan bien de la democracia, pero me temo que algunos son en realidad personas totalitarias”. A mayor presién de Bill, mayor la resistencia que oponian.“Por causa de mi reciente malhumor, en el que llegué a golpear la asperacién”, Bill dijo en la misma carta al Padre Dowling, “[Horace C., uno de los primeros custodios] y dos de los sefiores amigos de Rockefeller han presentado su re- rnuncia”. Un custodio no aleohélico le escribié a Bill en agos to de 1948: “Ciertamente no fuiste nada diplomatico en la forma en que presentaste tus ideas y esto ha conducido a que se inmiscuyan las personalidades, los rumores y las acusacio- nes, que no tienen lugar en esta discusién” Leonard Harrison,’ el presidente no alcohélico de la junta, renuncié por causa de este asunto, y le escribié a Bill 1 18 de febrero de 1948, que la Conferencia interferiria con “el grado de aislamiento [necesario] para lidiar con los asuntos ‘administrativos internos’, legales y financieros ne- cesarios varios de los custodios, Harrison opi en ailtima instancia slo promover isqueda del poder” que, a final de cuentas y de manera fatal, dividirfan a A.A., exactamente lo contrario de la inten: ibn de Bill, (Harri mirador de Bill y luego se reintegraria a la junta como un defensor de la Conferencia.) ‘en los que participaban los custodios. Al igual que tba que la Conferen “la discordia y la mn, no obstante, continué siendo un ad. Y no eran sdlo los custodios. Henrietta Seis la integrante de los Grupos Oxford que inicialmente le presen: 16 a Bill al Dr. Bob, lideré un grupo opositor que incluia al pionero de A.A. Clarence S,,* de Cleveland, entre otros. Con el nombre de el Grupo Ortodoxo, alegaban que la idea de Bill de tener una Confe nieia era una pantalla para ocultar tuna movida de acumulacién de poder, para concentrer los sos y la autoridad en Nueva York. No deberia haber necesidad alguna, escribié Seiberling, “de planes dudosos de NUESTRA GRAN RESPONSABILIOAD 13, Creyendo que en itima instancia la Conferencia tendria como fatales divisiones en el seno de A.A., Leonard Harrison se lencia de la junta de Alcobéicos nimos, Luego regresaria a la junta como dé de la Confe 14 HISTORIA | El carnin hacia la Conferenc NUESTRA GRAN RESPONSABILIDAD 15, Jeccién de delegados que aconsejen a los custodios cémo \wvidir ef dinero, dispensar su generosidad, elaborar nuevos principios, etc., ni necesidad alguna de recibir “legados’ dis utibles”. Clarence $., que siempre habia tenido una rela jén de cierta confrontacién con Bil, le escribié a Seiberling, que los veteranos de Ohio aban cien por ciento en con- tra de cualquier tipo de organizacién o control, y veian con alos ojos cualquier inferencia de autoridad depositada en Nueva York... Con sus maniobras, Bill ha conseguido con- vencer a muchos grupos... pero se equivoca al pensar que puede hacer lo mismo por aqui” Tu presencia e influencia son muy necesarias” Y tal vez pueda sorprendernos, pero parte de la resistencia mas porfiada, provino del cofundador de A.A., el Dr. Bob. La firme insistencia de Bill de tener una Conferencia y la controversia que esto estaba generando entre los custodios hizo que Bob se quejara con Bill en mayo de 1948: “Yo estoy tan interesando en A.A. como tt, pero no estoy cien por {to seguro sobre cul sea el camino més sabio a seguir ni cuil sea, en tiltima instancia, la estructura més sabia... tal Témalo con Calma’ sea el mejor camino a seguir... Mantente calmado por un tiempo y recuerda que, pase lo jue pase, te queremos mucho. Smithy” Esta amable nota de rechazo no detuvo a Bill por mu ho tiempo. En el verano de 1948, le escribié a Bob: “La mayoria de los alcohélicos de la Junta van a salir a final de >. Pero... probablemente van a tratar de nombrar como a personas que piensan como ellos... A menos jue, claro est, los grupos se manifiesten a voz en grito a vor de [una Conferencia] o bien tt y yo insistamos e1 que haga algo”. Henrietta Seiberling, miembro del Grupo Oxford que le presents Fue poco después de esta carta de Bill que Bob descu- el Dr. Bob a Bill, encabezé el grapo de Ohio que se Conf omia a la b rencia. Tomando el nombre de Grupo Ortodoxo, ereian gue la Conferencia era una fachada el poder de A.A. en Nueva Y que teni cancer. En poco tiempo pas6 por varias ope aciones que le restaron fuerzas, a la vez que era presionado rncubria un intento de consolidar para adoptar una posicién, por parte de defensores a favor 16 HISTORIA 1 El camino hava la Conterencia Programa de la Primera Convencién Internacional (llamada wna conferencia en el programa) en 1950, en que ambos, el Dr. Bob 1 Bill, contaban como ponentes, NUESTRA GRAN RESPONSABILIOAD 17 y en contra de la Conferencia. A finales de febrero de 1949, con la salud de Bob en franco deterioro, Bill le escribié a Bob una carta que nuevamente resumia la necesidad de una Con- ferencia, “Con toda sinceridad y habiendo rezado mucho al respecto”, termind, “espero que puedas darnos una mano y que lo hagas. Tu presencia e influencia son muy necesarias para todos, especialmente para mi. Tu actitud calmada y tw apoyo firme pueden hacer la diferencia”. Ese mes de marzo, Bob le escribié a Bill: “He estado dolorosamente enfermo desde que estuviste aqui... no me parece que esto [la Conferencia] sea algo que convenga ha- cer ahora, Tal vez me equivoque, pero es lo que creo”. Finalmente el asunto lleg6 a su punto dlgido unas pocas semanas después de la Primera Convencién Internacional en Cleveland, en julio de 1950, cuando Bill fue a ver a Bob en Akron. Tal como lo recuerda en Alcohdlicos Anénimos llega a su mayoria de edad, Bill le dio a Bob “la buena noticia de que los custodios, muy probablemente, consentirian en la formacién de una Conferencia de Servicio Mundial.” Bob, dijo Bll, estaba “visiblemente aliviado con mi mensaje, pero no hizo ningdn comentario inmediatamente”. Bill continué presionando, diciéndole a Bob que “si ambos saliéramos de ‘escena sin hacer nada, todos supondrian que el estado actual de las cosas es lo que nosotros aprobamos totalmente”. Si bien no fue enteramente honesto de parte de Bill — nadie podia dudar a estas alturas cusil era st postura sobre el asunto y, después de todo, el que se estaba muriendo era Bob, no Bill, este argumento tuvo cierto efecto sobre Bob. Bill”, dijo, “tiene que ser la decision de A.A., no la nuestra. Convoquemos la Conferencia. Estoy de acuerdo”. Prineipios antepuestos a personalidades Bob murié el 16 de noviembre de 1950, y la Primera Confe- rencia de Servicios Generales se llevé a cabo, con la aproba- cién mutua de ambos cofundadores, en abril de 1951. Bernard Smith," el presidente no alcohélico de la junta de custodios (del cual Bill escribiria mas adelante: “Tenia una 18 HISTORIA | El camino hacia la Conferencia capacidad asombrosa de persuasién y negocias lis én”) persuia- a los custodios reticentes a que hicieran una prueba con, la Conferencia. Y asi se acord6 que las Conferencias se lle~ varian a cabo de manera experimental entre 1951 y 1954. En 1955, se evaluarian los resultados, y se tomaria una deci sidn sobre si convenia o no hacer que las Conferencias fue- ran permanentes. La historia de A.A. ha demostrado la importancia de la firme ambicién de Bill de Hlevar a cabo una Conferencia de Servicios Generales, pero es posible que Bill pensara que el Dr. Bob nunca estuvo del todo convencido. En la Conferen- cia de Servicios Generales de 1963, en su charla sobre “La conciencia de grupo y el servidor de confianza” (ver pagina 61), Bill mantuyo una conversacién muy piblica con Bob, casi trece altos después de su muerte. Solia salir a pasear para conversar con Smithy so- bre esto, y le dije: “Dios mio, es horrible estar en desacuerdo con tu mejor amigo. ¥ ue ti dudas al respecto; estas en tu derecho. Pero por ptro lado, tenemos una junta que es la guardiana de la Segunda Tradicién, y que no cumple con ella. Y, lo que es peor, no hay ninggin v vimiento al cual sirve, por lo que la primera crisis que hubiera haria que todo colapse, especialmente cuando tii y yo hayamos partido. Por eso, no nos cengaiiemos, Bob: si no hacemos nada, seguiremos, haciendo historia, pero tal vez en el momento equi- vocado. Ya que esta es una sociedad democratica, iculo con el mo- gno tiene el derecho i darle una ojeada a los activos de esta empresa, que tienen un valor espiritual tan enorme? ZEste movi rinscco de por lo menos nto no tiene el derecho de enviar a sus repre- sentantes aqui y decidir si quieren convertirse en una conciencia para esta junta y nosotros los fun: dadores? A estas alturas, los grupos de A.A. esta- ban todos siguiendo este patrén; fuimos los tiltimos NUESTRA GRAN RESPONSABILIDAD 19) Una parte de la resistoncia mais obstinada a la Conferencia provenia del cofundador de A.A. ef Dr. Bob S. Finalmente en 1950 pudo apoyar el concepto, pero el Dr. Bob sucumbic al cancer posteriormente en ese mismo afio, a silo cinco meses de celebrarse la Conferencia de Servicios Generales inaugural de 1951 20 HISTORIA | El camino hacia la Conferencia enestar de acuerdo. “{No es verdad, Bob, que seria mejor que todo este asunto de la Conferencia se viniera abajo y fracasara, habiéndole dado una oportunidad al movimiento, que quedarse callado? Y si mas adelante ocurre un colapso y futuras ge- neraciones de A.A. dicen: *zPor qué no nos lo dije- ron? ¢Por qué no nos dieron la oportunidad de intentarlo?” Es posible que Bob haya necesitado menos convenci- miento que lo que Bill crefa. La Convencién de Cleveland fue la diltima aparicién de Bob en una reunién de A.A. de cualquier tamaiio, y fue alli que dio su breve pero memora- ble “charla de despedida”, en la que resonaron las palabras amor y servicio — palabras que ejemplifican el espiritu de la Conferencia de Servicios Generales. La charla de despedida del Dr. Bob Mis buenos amigos en A.A. y de los A.A. Me estre- mezco de emocién al echar un vistazo al vasto mar de caras como éstas, con el sentimiento de que posiblemente alguna pequeiia cosa que hice hace algunos aiios, desempen6 una parte infinitamente pequefia en hacer posible esta reunién. También me mociono mucho al pensar que todos nosotros tu- imos el mismo problema. Todos nosotros realiza~ mos las mismas cosas. Todos nosotros obtuvimos los mismos resultados en proporcién a nuestro entusiasmo, celo y apego a la perseverancia, Me perdonarin ustedes la presentacién de una nota personal esta vez, al contarles que he estado en cama cinco de los tiltimos siete meses y no he recu- perado mi fortaleza como yo quisiera, de modo que mis observaciones seran muy breves. Hay dos o tres cosas que iluminaron mi mente so- bre las que serfa apropiado poner un poco de énfa- NUESTRA GRAN RESPONSABILIDAD 21 sis. Una es la simplicidad de nuestro programa. No la perdamos de vista y no la echemos a perder con complejos freudianos y cosas que son de interés para la mente cientifica, pero que tienen poca rela- ci6n con nuestro efectivo trabajo de A.A. Nuestros Doce Pasos, al destilarse lentamente hacia el tilti- ‘mo, se resuelven en las palabras “Amor y Servicio”. Nosotros entendemos lo que es el amor y entende- mos lo que es el servicio; asi es que tengamos pre- sente esas dos cosas. Recordemos también, vigilar a ese descarriado miembro que es la lengua, y si deseamos utilizarla, hagdmoslo con bondad, consideracién y tolerancia. Y algo mas: Ninguno de nosotros estaria hoy aquf, si alguien no hubiera tomado tiempo para explicar- nos las cosas, para darnos una pequefia palmada en Ja espalda, para Hevarnos a una o dos reunioness para llevar a cabo pequefios y numerosos actos lle- nos de bondad y consideracién hacia nosotros. Por lo tanto, nunca adquiramos ese grado de compla- cencia pagada de si misma, al punto de que no este- mos dispuestos a ofrecer, o tratar de ofrecer, a nuestros menos afortunados hermanos la ayuda que ha sido tan benéfica para nosotros. Muchas gracias. La primera Conferencia de Servicios Generales se cele- bro en Nueva York durante cuatro dias en abril de 1951, cuando treinta y siete delegados de los Estados Unidos y Canada se reunieron con los quince custodios, Bill, y miem- bros del personal de la O.S.G. y del Grapevine. En Nueva York habia cierta inquietud, Dennis Manders, que era en ese entonces el contralor de la O.S.G., dijo més adelante: “La sensacién era algo asi como que aqui estaban llegando todos estos examinadores de otros estados, como si fueran audito- res de bancos, para ver lo que estébamos haciendo”. Pero la HISTORIA 1 El camino hacia la Conferencia ‘Conferencia se puso ripidamente a trabajar en los asuntos pendientes, Al aito siguiente, un delegado de California es- cribi6 sobre su experiencia en el Grapevine: “Sé lo aterrador que es para todos nosotros pensar que algiin dia Bill se ira... pero Bill cree, y entiendo que el Dr. Bob también creia, que éy Bill podian ser reemplazados por un principio, que seria la conciencia colectiva de A.A.a través de los delegados a la Conferencia de Servicios Generales”. La Conferencia de Servicios Generales es un clasico ejemplo de lo mejor de A.A. — donde las personalidades (Bill, el Dr. Bob y otros vereranos) son reemplazadas por el principio de la conciencia de grupo tal como se adopta en la Segunda Tradicién. Los comentarios de Bill en la sesién de clausura de la Conferencia de 1954 indican lo feliz. que esta- ba de que esto estuviera sucediendo. “Hace tan s6lo unos seis a ocho afios, mi propia confianza en nuestro destino se vio afectada terriblemente... El debate era si deberiamos te- ner una Conferencia 0 no... Hoy en dia, en esta hora final del periodo experimental, comparto con ustedes la promesa de su éxito asegurado y me siento mas motivado: que casi -nunca en mi vida de A.A, El momento de transferir la auto- ridad para servir, de nosotros los veteranos al movimiento, ha llegado”. 1 Ruth Hock, no alco, fla primera sectetaria de A.A. qe taba para Hank and Bill Wen Honor Deters, una empress coopera de gasolia qu Bil habia «reado on Newark, New Jersey Hl nego note xk, tl vex com sii mt alate Ruth, porgue Billy Hank “aban me teresa en ayedar a un mend akoholcos sin nombre” Fue Rath quien pst a magus el primer era dl iw Grande, motivo pore ciel fae honrada els Decmointa Convencion ltcnacna de A.A con copia mero cinco millones dl Libro Grande 2. La Fundaciin Akohilia (The Alcoboke Foundation fe fxmalment exableids en agonto de 1938, Sus cinco casos (que pasar ase sit en ene de 1339) 6 ‘ncargaban detox fos fondon que inretahany ndaban extracts organza ¢ |i ComenadPocotmpo despues del comsenvo acon uc seater no a halos (Clase A tendrtan wna mayors de uno en teacon com ios custdn selene (lise BL reac ene no akaolicnyalcoholco en logue sera son el temp I Junta de Servicios Generales fue cambiada mane un vino dels Conferen en1964, £ catoreeustocos akohdlces por sete a akohlicas 3. Jac Alevander fue el ator dl aro de mar de 1941 eel Sunday Boeing Post NUESTRA GRAN RESPONSABILIDAD 23; Sea ees sn coer een ee re (epee at peepee reer pe ee eased ete cacy oun e west pas puns Ds Tones yo comers con cme seabed lu Se eerie a reper ape ep tema pate ee ee iron Getala cormmtb ers aoearade By do son pelt ig ga La sd ao che tacrent’Sariata it cs dg ek tence ecm inch Rp sana ce es ca tales paar H plar kl wecrcee chance te pao eet an ta rae Sn eat pega seni babe ae 4 ets cht ae amare yf a pore, or La pas cael Se el ne capa Putas adcetpe ce elise Ee en ee ere ‘icameye del De Boben 1938 Funléelpinet grup de AA de Cleveland foc ima cd 8 > Deo ee eee ee ee ett Batt See ay aa aes SE a a ener aeeneANS SHE an te oan ce aoe beer alcaess Prefacio a las charlas ante la Conferencia jin la Segunda Conferencia de Servicios Generales en 1952, Bill les dijo a los delegados que estaba iniciando un proyecto de redaccién e investigacién de cinco afios de uracidn, diseiado para preservar y fortalecer la unidad de |i Sociedad y para ayudarle a alcanzar, con una efectividad ‘ada vez mayor, a “los millones que todavia no saben”. (EL proyecto de redaccién finalmente daria como resultado Doce Pasos y Doce Tradiciones y Alcoholicos Anonimos lle- «a su mayoria de edad). Durante la sesi6n de politica sobre literatura de la Fundacion Aleohslica de ese aio, Bill dijo ‘que, para poder concentrarse en su trabajo, tendria que con- vertirse “en gran parte en un ermitafo... Esto querra decir, «avo esta, que no estaré disponible por mucho tiempo para hacer esas visitas tan valiosas a los diversos confines del mundo de A.A” A lo largo de los afios, Bill reiteraria sus comentarios sobre su alejamiento de la vida activa en A.A. muchas veces, pero siempre se aseguraba de hablar en la Conferencia de vicios Generales. En total, entre 1951 y 1970, Bill dio ‘nvis de treinta y tres charlas en veinte Conferencias, y en este libro, por primera vez, hemos reunido una selecci6n de ellas. La duracion de sus charlas Hleg6 a ser tan larga como una hora y media (en 1953) y tan breve como solo seis minutos (ducante su Glkima charla, muy conmovedora, cuando no pu continuar por causa de su enfermedad) 25 26 HISTORIA | Prefacio alas charlas ante la Conferencia ‘Bl “miembro mas antiguo” A veces, Bill daba sus charlas partiendo de un manuscrito preparado de antemano, pero a menudo preferia hablar es pontincamente. (*Preparé algunas noras para esta charla”, dijo Bill durante la charla de apertura de 1960, “y eso arrui 6 todo”). Durante su presentacién especial sobre los Doce Pasos y las Doce Tradiciones en 1953, comenz6 la charla diciendo: Vine aqui sin casi ninguna preparacién, Al entrar pregunté qué tema me habian dado para hablar. Y veo que el titulo es bastante atemorizante — *Va- riaciones en los Doce Pasos y las Doce Tradicio- nes”. Lo que se me ocurre, entonces, es contarles un buen cuento sobre las variaciones originales, espe- cialmente en los Pasos, y las dificultades que tuvi- mos con ellos, y tal ver luego hacer un poco de filosofia sobre la cuestién de si este programa nues- tro es tan rigido y s6lido como un cubo de hielo o si tiene o no cierta elasticidad. Ya sea que estuviera hablando de forma espontanea 0 simplemente quisiera aparentarlo, este ejemplo es tipico dz Jas charlas de Bill: un lenguaje familiar, exptesiones gracio- sas, modestia, una gran conciencia de su papel como —se- gtin él mismo lo dice— “el miembro mas antiguo”, pero a la vex rechazando “completamente hablar como el padre de la seriePapé lo sabe todo"! Alcohélicos An6nimos ahora ha- bia pasado a ser propiedad de sus miembros; esa era la ra- z6n de ser de la Conferencia — “El gran experimento de A.A. de dirigirse a si mismo”, como lo llamé Bill en su char- la de apertura de 1954. Y, sin embargo, como su miembro mas antiguo, le co- rrespondia contar la historia del programa segiin él la veia, y asi lo hizo, con placer y admiracién, En el Informe de Conferencia de 1956, que fue preparado por el personal de la OS.G., Bill es descrito como “E] que hace memoria... uno NUESTRA GRAN RESPONSABILIDAD tie los pocos A.A. “que pueden hurgar en su memoria para ver cules fueron las experiencias reales en las que se basan las Tradiciones [si bien] nadie puede hacerlo con la amplitud ylentendimiento que son el don especial de Bill”. (Ver Ane- Ap II pizina 247.) Y efectivamente, Bill hizo mucha memoria. Fi sus charlas de la Conferencia, Bill volvié repetidamente a folerirse a las reuniones y encuentros fortuitos que causaron esta cosa” que se convirti6 en A.A. — el Dr. Carl Jung con Nowland H.; Rowland con Ebby T Ebby y Bill sentados a Jy mesa de una cocina en Brooklyn; Bill y el Dr. Bob en la ‘casa de Henrietta Sciberling en Akron; y otros muchos casos. Cuando miramos hacia atrés, todo parece inevitable, pero Bill sabia que podria haberse desmoronado en cual- uier momento. “La cuestién mas importante en los prim 405 tiempos era... zestallarfamos en pedazos 0 seriamos eapaces de permanecer juntos?” Bill entendfa la naturale; esordenada de la personalidad alcohohica. "Como miem- bro de A.A.”, sefialé en su charla de apertura en 1962, “soy un anarquista que ama intensamente la libertad” Difundiendo el mensaje de AA. Fista es la raz6n por la cual, a pesar de su evidente nostalgia por los viejos tiempos, las charlas de Bill en la Conferencia enfocan firmemente en el futuro de Alcohélicos And- himos. Las Doce Tradiciones, sefialé Bill en su charla de pertura de 1960, eran necesarias para que A.A. pudiera {uncionar en armonia y unidad. Reiteré la importancia de »racticar los principios” de los Doce Pasos en todos nues {vos asuntos, sefialando en su charla de la Conferencia de 1961 que esta era una *definicién concreta” del propésito de A.A., que habia soportado el paso del tiempo, y que po- din ayudar a difundir el mensaje de A.A. por todo el mundo, Las chaelas de Bill idiaron con los asuntos mas urgentes de cada Conferencia: la aceptacién de los Doce Conceptos para el Servicio Mundial que el propio Bill habia elaborado, cima Conferencia en 1962; el inventario de grupo, ‘en la Duod: 28 HISTORIA | Profacio alas charlas ane la Conferencia te nig he ay tr acy ry, ue ooh tara ae bu sac | Sc recone? Fie Peabo men april atectag katy an eon on = ieee i romanten sng at! aeons ofthe Oral Sevie Of tM Al Informe de la primera Conferencia de Servicios Generales de 1951. NUESTRA GRAN RESPONSABILIDAD 29 (9 ter eee! (3 Salata it tr re Se omer BS FE SES as eve ie ot run acne ae ere fn uh pr are me, as ert ‘Sees ing the pt sees gr erento ar Toaoe ts eft ite Sette: “enp etrbtiw nn be td uly ar ap sein) acer the hes eter oh dtae fe uma bevice icy (2) sorte Plate ‘Spe pain o ae “ig Bey mat (3) ott A. eee en Peo ie mrt mae ere tm pric ee Bene Career sinks i fi s 80 HISTORIA | Prefacio alas charlas ante la Conferencia en la Decimotercera Conferencia en 1963; el cambio en la’ proporcién de custodios no alcohélicos con relacién a los no aleohélicos (catorce alcohélicos frente a siete ne aleohé- licos), en la Decimosexta Conferencia en 1966, Pero, sin im= portar el enfoque de cada Conferencia en particalar, Bill insistié continuamente en su visién de “cual es la mejor ma~ nera de Hevar el mensaje a los que sufren” (charla de clausu- ra, 1952) y la manera 6ptima de asegurar “que nuestra unidad permanezca inalterada y que nuestra funcién pueda continuar” (charla de clausura, 1959), En dltima instar Bill ruvo éxito en cuanto a su obje- tivo final para las Conferencias: mantener a Aleohélicos Anénimos vivo y unido para las generaciones futuras. Como dijo, con gran tristeza, en su charla de clausura de 1969, poniéndose en el lugar de los delegados: “ ;Qué dicblos va- mos hacer cuando el sepulturero venga a llevarse a Wilson?” Y dl mismo dio la respuesta: “Hacer mucho mas de lo que han estado haciendo... y que Dios los bendiga’ ‘A menudo quisiera ser un principiante” A pesar del hecho de que estaba renunciando a su papel de liderazgo oficial en Alcohélicos Anénimos, Bill asisti6 a to- das las Conferencias entre 1951 y 1970, y su presencia fue enormemente valorada por los delegados (ver Anexo I pagi- na 237), como también lo fueron las charlas que dio en las Conferencias. Las charlas que hemos recopilado aqui han sido transcritas de grabaciones de audio en las que las risas y los aplausos demuestran claramente el entusiasmo con el ‘que los asistentes recibi amistosa que tenia con los delegados. Los oradores se bur- Jan de la forma en que arrastra las palabras y st forma ent tica de hablar. Bill cuenta chistes y presenta a varios miembros del personal de la Oficina de Servicios Generales y del Grapevine, a su mujer, Lois, ya los custodios. Se dirige na Bill, al igual que la relacién directamente desde el escenario a varios amigos que teni entre los delegados. disculpa de forma humoristica por su NUESTRA GRAN RESPONSABILIDAD 31 Servicio de café en la Conferencia de Servicios Generales de 1955. tordanza, al igual que en su charla de apertura de la Confe~ Fencia de 1960, explicando: “Querida gente, temia que me fueran a pedir que diera una charla, por lo que... fui corrien- lo al piso de arriba para ponerme un poco de polvo fijador 1 la dentadura postiza”. De cierto modo, las charlas dan la iinagen de una reunién de A.A. bien concurrida y extrema- damente animada en plena sesi6n: al final de su charla de apertura de 1966, Bill dice: “Me pregunto si les pareceria hiien ponerse de pie y tomarse de las manos mientras recita- {nos la Declaracién de la Responsabilidad” Fn su charla de apertura de 1958, Bill se lamenté: “A nenudo quisiera ser un principiante que se acerca a A.A. por primera vez, preguntandose de qué se trata”. La singulari- Uad de este libro tiene que ver no solamente con los mensa- jes que estas importantes charlas del cofundador aaa {ransmiten, ni tampoco con el hecho de que m hayan recopilado en un solo lugar, sino porque muestran a hull como uno entre tantos otros, haciendo servicio en A.A. 32 HISTORIA | Profacio alas charlas ante la Conferoncia 1, Aguile haciendo una referencia gra al popular programa de televisin Erber ‘Kno Resta To sabe todo), uw nt de 1984 1960, Ente eat eid shun iia ercanal padre eum bore arable y considera que Ted aon “mach ws hijo can we ten en problemas |, Origenes 1952 Contemplamos el amanecer con grandes esperanzas Ux: comparten conmigo, ya lo sé, la idea de que las liltimas horas de esta Conferencia traen consigo un re- conocimiento profundo y alegre: el reconocimiento de que, por fin, estamos sin duda en el buen camino que nos condu- ce hacia nuestro futuro — hacia, esperamos, un eterno ama~ nnecer. Contemplamos el amanecer con grandes esperanzas, ‘con una confianza casi asombrosa, y con nuestros corazones Ilenos de una inexpresable gratitud — gratitud al Padre de Loz que nos ha liberado de la esclavitud; gratitud a nuestros amigos por medio de cuyos corazones Fl ha hecho posible que se obrara este milagro; gratitud los unos por los otros. Fsta, también, es una hora que siempre evocara recuer- dos conmovedores. Para mi, més que para nadie tal vez, los manantiales de la memoria estan rebosantes. Pienso en un psiquiatra de Zurich, Suiza, que tenia un paciente, un hom- lyre de negocios estadounidense,! un paciente que traté du- ante un afio. Bl paciente tenia a su psiquiatra en muy alta estima, que fue el mismisimo Dr. Carl Jung.? El paciente se ereia curado pero al salir del tratamiento, se encontré borra- cho. Asf que volvié a consultar con el Dr. Jung, quien si saberlo hasta el dia de hoy, es uno de los fundadores de nuestra sociedad. ¥ le dijo al paciente: “A no ser que tengas 35 86 ORIGENES | Contemplamos el amanecer con grandes esperanzas una experiencia religiosa, no tienes mas remedio. Estés de- masiado comprometido con el alcoholismo para que se te salve de otra manera”. ‘A nuestro amigo le parecia una dura senten igual que muchos de nosotros desde aquellos dias, a buscar una experiencia de ese tipo. La encontré en el po Oxford,' un movimiento evangélico de esa época. Logré su sobriedad de inmediato. Alli encontré la geacia suficiente para lograrla. Poco después, se enteré de que un amigo suyo estaba a punto de ser internado en un manicomio ¢el estado de Vermont por alcoholismo. Junto con otros miembros del grupo, rido Ebl Mientras tanto, un peq estaba trabajando como pastor de su rebaiio, cojo y relativ mente poco conocido. F por A.A. Y habia una monja de Akron’ que iba a ser la compat ra del Dr. Bob, quien era, como ustedes saben, el principe de los trabajadores de Paso Doce. lid por su amigo. El rescatado fue nuestro que- * que me llevé a mi lo esencial de la recuperacion, o sacerdote jesuita, Ed Dowlin también, iba a encender una vela lla, también, encenderia una vela por nosotros. Incluso San Francisco de Asis,* que abogaba por el prin- cipio de la pobreza corporativa, habia encendido una vela por A.A. Y también lo habia hecho William James,’ el padre de la psicolo . cuyo libro, Las variedades de la a mod experiencia religiosa, tuvo una influencia profunda en noso: tros. El encendié una vela por Alcohdlicos Anénimos. Y habria mensajeros para todo el mundo. Harry Emei son Fosdick.* Fulton Oursler’ de la revista Liberty. Jack Alexander. El editor del Saturday Evening Post." Iban a vertirse en mensajeros. Ellos también iban a encender velas por Alcohélicos Anénimos, Pero en el verano de 1934, los alcohélicos del mundo se n tan desesperados como siempre. Y no obstante, como ven, se nos estaba aderezando la mesa en presencia de rnuestro viejo enemigo, Don Alcohol. Las velas ya estaban Fl Padre Ed Dowlin d NUESTRA GRAN RESPONSABILIDAD 87 sacerdote jesuita, fue uno de los primeros de Aleobdlicos Anéninos y fungis como mentor espiritwal de Bill W. 38 _ORIGENES 1 Contemplamos el amanecer con grandes esporareas Como miembro de las Hermanas de la Caridad de San Aj tas de la Caridad de San Agustin, a Hermana Maria tgnacia personalmente atendié a miles de aleollcos, Primero en el Hospital St. Thomas, en Akron, y luego en el Hospital St. Vincent Charity, en Cleveland. NUESTRA GRAN RESPONSABILIDAD 30 Harry Emerson Fosdick, pastor de la iglesia Riverside, amigo de Aleohilicos Ancnimos durante sus aiios de formacién. encendidas, la comida y bebida ya puestas, pero todavia no habian legado los invitados. Y luego algunos de los invitados empezaron a llegar, y participaron de la comida, y asi se planté la semilla que lle- garia a ser Alcohdlicos Anénimos. Y luego pasamos por nuestro perfodo de volar a ciegas, al final del cual, alrededor de 1937 6 1938, nos dimos cuenta cde que, de hecho, se nos habia preparado la mesa en presen- cia de nuestro enemigo, y que la luz de las velas que brillaban cen esa mesa podria un dia llegar a iluminar el mundo hasta imos que pasar por otros la mas remota cabeza de playa. Tu aiios de angustias y labores en esa época pionera, que lleg6 a 40 ORIGENES | Contemplamos el amanecer con grandes esperanzas 8 i ‘The NEXT WORLD'S CHAMPION by Arthur Donovan ALCOHOLICS and GOD by Mor OF El primer articulo a nivel nacional sobre Aleobélicos Anénimos ¢ publicc en la revista Liberty en 1939. Titulado, “Lox aleobdlicos 1» Dios” y redactado por Morris Markey, el articulo contribuyé a la ‘venta de varios centenares del recién publicado Libro Grande. NUESTRA GRAN RESPONSABILIDAD 41 su fin en 1941 con la publicacién del articulo en la revista Saturday Evening Post. Mientras tanto, habiamos publicado nuestro libro de experiencias."" Ya no tenfamos que viajar en persona, Esas paginas impresas podrian llevar el mensaje a los alcohélicos que atin sufrian en tierras lejanas. Tenfamos verdaderamente completado nuestro progra- ma de recuperacién. Luego lleg6 la prueba, el momento de comprobar si nuestros grupos incipientes podrian vivir y trabajar juntos — si la naturaleza neurotica y enormemente explosiva de nuestra Comunidad encontrarfa en nuestros principios de recuperacién una fuerza integeante suficiente ‘como para mantenernos unidos. Pero en el siguiente periodo de adolescencia nos bamos dando cuenta, poco a poco, de que los Alcohélicos Anénimos tendrfan que permanecer unidos o de lo contrario, sin duda, caeriamos por separado. Y por esa emocionante ya veces temible experiencia, la tra~ dicion de Alcohélicos Anonimos fue forjada. Y en Cleve land, en 1950," nuestra Comunidad la confirmé como la plataforma tradicional sobre la cual nuestra sociedad queria apoyarse. No era esa tradici6n un corpus de leyes. Un conjunto de principios —infundido con el espiritu de nuestros Doce Pa- sos de recuperacién y consagrados en el corazGn de cada uno de nosotros— eso seria nuestra proteccién, creiamos, contra los golpes y asaltos del mundo de afuera, nuestra >rotecci6n contra las tentaciones a las que pudiéramos estar sujetos adentro. Tal fue la tradicién de Alcohélicos Anéni- mos. En este perfodo de infancia y adolescencia, esta Socie- dad descubrié que tenia que funcionar. Esta Conferencia es 2 culminacién de un largo proceso de descubrimiento por medio del cual hemos descubierto los métodos que nos per- niten Hevar el mensaje con éptima eficacia a los que adn advenimiento de esta Conferencia a plena po- les de Alcohélicos sufren, $i, tencia sefialaré un gran dia en los Andnimos. Para mi, seiala un momento en que tendré que cambiar, 42 _ORIGENES | Contemplamos ol amanecer con grandes esperanzas pasar de participacién activa a reflexién y meditacién y a la tarea de servir como su escriba y analista, y registrar la ex- periencia de estos afios maravillosos recién pasados. Me doy cuenta de que seré solamente un cronista, un historiador. Espero completar la tarea y que les sea titil y agradable y agradable a Dios. Mi corazén est demasiado leno para decir més que 1. Nacido en 1881 hijo de una familia ice y resptale de Rhode Ila, Rowland tayo su formaciinacadémicaen escuela pevads la Universidade Yale la ge radu con la Clase de 1903, Toego se ieee a empress manufacturers de wf fila, Sean, vo castro yempent aa cartera chan de vertnes co Nick York En agin momento en la dada de los aos vente, pea conto des Foon de bebet Ebby To postevormente, "Me quedé muy impresonada poe su earrers ‘de bebedoy, qb cons en ien hoeachers rokongadas ajo por todo el pie Bl describe cdo ines de lo aoe wente Rowand H. procs la aya dl Dr. Cart Junge ei gee nesta una exponents ert! pra leanne um tad Se sobriad, Rowland Hide ayuda al Grupo Onford,con el gue habia ayudadoa Ebby $Trecobea a sobredad Por space, Eby Te Bevo ol ensjo Bil Rowand Hii ‘ome mambo del Grupo Oxford asta su mute en T948'y parece haber mantel Su sbredad. 2. Inkalment, a principos de! siglo eine durante los primero dis del movieinto picomaliico cl Dv Cat Jong feu este caters de Sigmund Freud 8 ar ‘omperia con ready durant el resto de su vida dec ous esturos a dsarolo de ‘teria soe ls arguctipo de personaly cl acon okay asin ‘hind Fisendorefeencia la deca de Jung afinando que Rowland neces tna "toma deconsciencia espriua™ pra consequtl sobredad Bill W. le ecb 3 Jung en 1961 que “este fu el primer clan en la cadena de acontecimicoton gu cl ‘minaron con a fndacion de Albion Anion” 3-H Grupo Oxford, fundado por el misionero nortcamercano Dr Frank Bachman, ‘ra una apupacin crintana um denominacion gue ovata de popular en Fst Unidos y Europa durante ls primera ita dello vente Lan alcohlicos on busca de una experiencia espa core ellos Rowland Hy EDby T,eapezson 9 seal ‘Gein Oxon porte foment Ia xpd res de as pacts de 1a etre, compari ks paps problemas reparar fata yextar ate al conejo de Dios. Anima pr Eb. ull W. se incorpor eel Grupo Ootd luego de st desperat ‘spriaalen el Hypa Towns en 1954. hs tarde, conoso al De, 4 tas de los miembros del Gaupo Oxford en Obs. Aunque Bille De ob abundoarian grup, Sus preeptos dean una hue ineleble en el desarrollo de Acailics Anion 4 Eby. ean vcjio amigo del inernadoy atiguo compar de tagos de Bl Habis mace en 1896 en Abin, New York, enna fama scomodad, pero desde muy temprato en su va EBby Tse voluio us akaholco deseperao, Hise wn mo tment em que eas intenan a Eby enw aslo debido a su problema con la bebid. Toga, illconeaes gach suedouna remus spe’ al exec es not Gracie anon de Rowand H. ye Grupo Oxted Eben noviembre de 1934, despues de haber conseguido la sobriedad, visto a Bullen su apartament en Beooklya. [Misi exch BlssMe hab de su Uberackn [por me de Grupo Onto de NUESTRA GRAN RESPONSABILIOAD 49, pj entice con hs poles a ques Kanescanonpestaban servo fitment ce a eros en rie ee ane ee ee areas eee anne Beier ccuenon paneer ce beers eae ree ei 1966 La personalidad en el marco de los principios | igual que el aiio pasado en Toronto! tenemos para la Conferencia de este aio el lema de “Yo soy respon- sable”. Pero hay también aqui en ta tribuna donde me ‘eeuentro un letrero que tiene que ver con los “principios ‘untepuestos a las personalidades”,Segiin Lois® evocaba ima- genes de los viejos tiempos y del ambiente de aquellos prime- ‘fos grupos, volvia recordar la intensidad con que tratabamos ‘de practicar los principios que salvarian nuestras vidas y mo- devarian nuestras obstinadas y erradas personalidades. Por- ‘que, verdn ustedes, en esos primeros tiempos, esto no era un asunto de virtuosidad sino de necesidad. Sabiamos que ha- iamos sido —y pronto podriamos volver a ser— vietimas dde una de las compulsiones sin menos esperanza, aparte de | completa locura, que conoce la humanidad. Estaba en jue~ i la supervivencia; estaba en juego la nueva vida que aca ‘ibamos de probar. ¢Podriamos seguir adelante? Bueno, en aquellos dias las cosas eran muy simples, atendiamos muy de cerca a este asunto de estar sobrios y hhaciamos lo que fuera necesario para mantenernos sobrios.. Fisrabamos rodeados de suicidios y fracasos. Compartiamos cl pan y nuestro amor y nuestro compafierismo hasta un grado extraordinario, considerando nuestro estado de desa- rrollo. Y pasaron tres afios — la mayoria habjan venido y 45 46 ORIGENES | La personalidad en el marco de los prncipios NUESTRA GRIN RESPONSABILIDAD 47 48 ORIGENES | La personalidad en elmarco de los principios mirado y se habian marchado. Pero habia un miicleo duro que se sentia y se comportaba como he descrito. Ne habia complicaciones: debiamos sobrevivir; debiamos desarrollar las alegrias y dones que habiamos recibido y compartirlos. Entonces descubrimos que estibamos haciendo esas cosas porque eran lo que habia que hacer, porque debiamos hacer- las. Muchos habian encontrado en nuestros simples princi- pos, esos que inundaban los Doce Pasos, una nueva forma de vida Hasta ahora, todo bien. Pero sélo éramos cuarensa, y la cantidad de alcohélicos en el mundo era de veinte millones, y en los Estados Unidos y Canadi, scis millones. Qué obli- gacién teniamos con ellos? Esto significaba un gran paso nuevo en responsabilidad, y segin empezdbamos a asumir esa responsabilidad, entramos en aspero contacto con aque- los elementos de nuestras vidas pasadas que nos habian abocado al torbellino: nuestro volunien de inspiracion’ fue creado por un grupo de gente que practicamente habia re- vertido al culto a la personalidad, porque se sacaron a relu- cir asuntos de dinero. Se plantearon cuestiones de autoria cuando no habia autores visibles. Se plantearon cuestiones de prestigio. Asi que, visto de una manera, el proyecto del libro fue una ciénaga indecorosa desde un extremo al otro, Y desde donde estabamos entonces, y desde cualquier sunto de vista racional, era una locura. :Quién esperaria que cua renta borrachos produjéramos un libro acerca de nosotros rismos y de nuestras experiencias? ¢Quién esperaria que de alguna manera lo publiciramos nosotros mismos? guardramos para beneficio del movimiento? Estas no eran expectativas racionales. Por esa razn, el noventa por ciento de nosotros estaba en general en contra del proyecto, Decian: “Mantengimoslo simple”. Entonces tun niicleo duro de lo que yo llamaria del culto a la persona~ lidad, mas o menos encabezados por mi mismo, se mostré muy insistente en que tuviéramos este libro. La gente decia: “Como vamos a tenerlo? :Quién lo va a escri [NUESTRA GRAN RESPONSABILIDAD 19 dactaron dos capitulos, y entonces se sugirié que tinicamen- te los autores ingenuos trataban de publicar su propio libro ellos mismos: serfa mejor llevar el libro a una editorial. Y otro dijo: “zPor qué levarlo a una editorial para que asi controle nuestra literatura? gNo deberia este movimiento con ropia literatura?” ee oe cream tere eel aa 10, Algunos de nosotros que habiamos tenido experiencia real en el aspecto de la promocién nos enteramos de que este libro se podia imprimir por la décima parte de su precio de venta al detalle —treinta y cinco centavos por ejemplar— y calculamos venderlo al precio de tres délares y cincuenta centavos, Asi que nos dirigimos a algunos de nuestros com- pafieros y les dijimos: “Aqui tienen un par de capitulos y este es el margen de beneficios”, y creamos una especie de pros- ppecto de Wall Street — no exactamente del tipo que prepa- ran las mejores firmas financieras. Indicaba que podias hacer mas de 10,000, s6lo para empezar. También indicaba que harias mas de 100,000. Y un amigo mio, un promotor‘ atin mas grande que yo, me estaba ayudando ¢ insistia que ob- tendriamos mas de medio mill6n. ¢Cudnto se podria llegar a hacer? Treinta y cinco centavos comparado con tres délares y cincuenta centavos. Oh, claro, menos algunos gastos. Bueno, me temo que aquellos a quienes pedimos ayuda no se sentian muy entusidsticos. Decfan muy acertadamente que “gPor qué pensarias que nosotros ibamos a comprar ac- ciones de un libro que atin no se ha escrito?” Era una buena pregunta, y habia que hacer algo al respecto. Por ese entonces, se habia establecido nuestro sistema de administracién fiduciaria; los amigos del Sr. Rockefeller y otros nos habian ayudado, Asi que pensamos que si ibamos al Reader's Digest y les sugeriamos la gran reaccién en cade- nna que ahora estaba en marcha, empezando con “uno de los mas grandes movimientos de todos los tiempos” (atin con cuarenta miembros) —y por respetabilidad mencionamos al Se. Rockefeller— el Digest nos podria dar un bocadito, 50 ORIGENES | La personalidad en ef marco de los princpios| Works Publishing, Inc. Tee Cif ha oh Seon enabling ss poe etl hl font fa Gifantigc ng gon nl oi pene PES prince es Contficado de acciones de Works Publishing, 1940. El plan original de Bill W. habia sido financiar la publicacion de Alcohsicos An6nitnos com la venta de “acciomes del ibro ain sin escribir podria imprimir un articulo anunciando no sélo la Sociedad sino también el nuevo libr precio: tres délares y cincuenta centavos). Y esto que llegaria a doce millones de lectares el libro a carretadas. (No sé si ha biamos calculado o no el beneficio por “carretada”). Bueno, eso empez6 a traer dinero, incluso de parte de aquellos que produciria beneficios eran frugales. Y poco a poco empez6 a entrar, y de hecho empezamos a vender acciones del libro atin sin escribir — veinticinco délares por accién, en valor nom I— y lama- de las acciones se pagaron a plazos de cinco délares al mes. Y esas colectas nos m avieron a mi amigo el promo- tor ya miy a aquella maravillosa muchacha que nos ayud6, Ruthy Hock, la primera secretaria de nuestra oficina, con lo suficiente para comprar comestibles. Incluso conse tun préstamo del entrafiable Charlie Towns’ — todo a cxédi- to del articulo del Reader's Digest y John D. Rockefeller. Asi que finalmente, el libro estaba hecho, pero no sin grandes esfuerzos. Se preparaba un capitulo, se enviaba a NUESTRA GRAN RESPONSABILIDAD 51 El no alcobélico Jobn D. Rockefeller era wn firme efensor de A.A. en sus aiios de formacién. ORIGENES | La personalidad en el marco de la cipios Akron. El Dr. Bob no informaba de esto muy ampliamente: no era tan popular por alli —*;Wall Street estaba a punto de meterse en A.A.!”, el culto a la personalidad y todo eso. Pero en la sala de estar de Clinton Street,” aquellos capitulos eran examinados detenidamente y vueltos a componer una y otra vez. Y por un lado teniamos a los conservadores que ‘0, ¥ por el otro mi | diablo con este ren. ;Dé- deseaban producir un libro casi teols tor y Jimmy B.” decian: asunto de Dios; no decirles nada antes de que Ile mosles un libro psicolégico!” Bueno, nos encontrabamos en un pun amigo el pr » confletivo. Re- cuerdo llegar hasta el Capitulo Cinco: teniamos aigunos ca: pitulos preliminares y finalmente Hlegamos al purto en que habia que decir como funcionaba esta cosa. Asi que se nos ocurrié la idea de llevar los seis principios* que teniamos y romperlos en pequeiios pedazos para que el lector lejano, borracho, no pudiers safarse entremedias. Y eaniudo se numeraron, llegamos a doce Pasos, y pensé, “he hecho un buen trabajo”. Entonces, lleg6 un par de miembros recientes. Echaron un vistazo a los Doce Pasos, bien aderezados con Dios, y dijeron: “jCaramba, esto nunca funcionara!” Enton produjo una tremenda discusién acerca de los Doce Pasos. Yo tenia iilceras de est6mago, y las contribuciones a las ac ciones disminuyeron y disminuyeron, pero siempre se po- dian revivir con esa visién del Digest y las carsetadas de libros que se venderian. Bueno, finalmente llegamos a los ltimos $500, y eso era casi su n pago inicial de diez cent iente para darle al impresor os por libro para imprimir 5,000 ejemplares. Naturalmente sabiamos que ibamos a tener ef articulo del Reader's Digest. Asi que habia llegado el gran dia: el li- bro estaba en la imprenta; se habian enviado los ejemplares previos a la publicacién. Y fuimos al Reader's Digest y lla mamos al Se. Kenneth Payne, uno de los editores que habia mos visto al principio, que nos habia prometido escril NUESTRA GRAN RESPONSABILIDAD 53 de Billy Lois, en el imero 182 de Clinton Stret, en Brook, Nueva York, donde tuvo lugar la primera reunion exclusivamente para alcobiicos a celebrarse en esa ciudad.

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