INDEPENDIENTE ® ROMANCE * JEFE / CEOPrdlogo
Una enfermera para el italiano
Joana Guzman
Prdlogo
5 afios atras
Lia camino de regreso a casa por la misma ruta
que tantas otras veces habia recorrido. Esta noche
habia salido un poco mas tarde de lo comin del
trabajo.
Ella trabajaba de mesera en uno de los pocos
restaurantes del pueblo. Su horario era desde las
doce del mediodia hasta las siete de la noche. Ese
dia, sin embargo, un grupo de turistas habia
llegado y ocupado el restaurante. La duefia le
habia pedido que por favor se quedara a ayudarla.
Pudo haber dicho que no y no habria pasado nada,
pero necesitaba cada moneda que pudiera ganar.
Los turistas por lo usual solian dejar buenas
propinas. Ademas queria a la duefia del
restaurante y no hubiera podido dejarla sola con
todo el trabajo.
Tenia que admitir que su trabajo no le daba
mucho dinero, pero todo lo ganado serviria para
cuando se fuera a estudiar. Necesitaria de todo el
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dinero ahorrado mientras encontrara un nuevo
trabajo cuando empezaran sus clases. *
Este seria su Ultimo mes aqui antes de irse para
empezar sus estudios. Su suefio se estaba
cumpliendo. Estudiaria enfermeria en una de las
mejores universidades del pais. Seguro que no
seria facil estudiar y trabajar al mismo tiempo,
pero no le quedaria de otra. Sus padres no se
podian permitir costearle todos sus gastos. Ya se
habian comprometido a pasarle una pequeiia
mensualidad, pero no seria suficiente. De ahi su
necesidad de trabajar.
La idea de llegar a un nuevo lugar la aterraba
bastante, pero nunca se habia amilanado ante
nada y esta no seria la primera vez. Conocia muy
poco del lugar al que iria, rara vez se habia alejado
demasiado del pueblo. Este lugar habia sido su
hogar desde su nacimiento dieciocho afios atras y
durante esos aiios no habia viajado mucho.
Seguro que los primeros meses lejos no serian
nada faciles.
Lia estir6 los brazos al aire y movio la cabeza de
lado a lado. El tiempo que habia pasado parada le
estaba pasando factura. Su cuerpo estaba
adolorido. Tan solo deseaba llegar a casas y
tirarse a su cama. Aunque eso seria imposible. Era
sabado por la noche, el dia para cenar en familia.
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No importaba qué, todos se sentaban a comer en
familia ese dia.
Apresur6 el paso para llegar a casa cuanto antes.
Caminar en su estado para otras personas podria
resultar mas agotador, pero para ella no. Habia
algo en ello que lograba relajarla y calmar sus
preocupaciones.
La brisa del mar lego hasta ella, trayendo con él
el inconfundible aroma de la sal, la vida marina y
las rocas mojadas. Esto seria una de las cosas que
mas extrafiaria de casa. Un simple paseo en el
silencio de la noche. Ella, sus pensamientos y el
sonido de las olas al estrellarse.
Miro hacia el mar. Sus aguas engafiosamente
pasivas se movian en direccidn del viento.
Deseaba tanto poderse zambullir un rato, no seria
la primera vez, pero ya iba muy tarde.
La noche estaba iluminada por farolas a lo largo
del camino. No pasaban muchas personas a esas
horas, pero a Lia no le importaba mucho. Este era
un pueblo tranquilo y no habia nada a que
temerle.
Su celular comenzé6 a sonar desde su bolso. Lo
mas probable es que fuera su madre. De hecho la
llamada ya habia tardado demasiado. Lia era la
unica hija mujer de cuatro hijos, ademas de ser la
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menor. Su familia siempre la habia protegido. Era
casi una sorpresa que ellos la dejaran irse a
estudiar lejos.
Bueno, no era como si fuera una muchachita
ignorante e indefensaa. Lia se rio al pensar en
todas las lecciones gratuitas de defensa personal
que habia recibido por parte de sus hermanos.
Ellos la habia instruido muy bien sobre el peligro
que representaban los hombres. Cada vez que ella
les recordaba que ellos también eran hombres,
ellos la ignoraban.
Se detuvo para contestar su celular. Sino lo cogia
ahora, volveria a sonar después.
Busco en su bolso. Sabia que estaba alli, en algin
lugar entre sus libros y su ropa de trabajo.
Cuando lo encontré casi salt6 victoriosa, en
cambio no tard6 en responder.
—Estoy a diez minutos —dijo sin molestarse en
saludar.
—Te dije que llevaras tu bicicleta —la regafid su
madre. No era la primera vez que ella le decia eso
durante ese dia. La primera habia sido cuando Lia
la habia llamado para decirle que llegaria un poco
mas tarde de lo usual.
—Lo sé mama. La pr6éxima vez te haré caso.
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—Eso es mentira. Eres atin mas rebelde que esos
hermanos tuyos. 1
Lia solt6 una carcajada ante la queja de su madre.
—Ya sabes, mi instinto de competitividad me dice
que todo lo que ellos hacen yo debo hacerlo mejor.
4
Su mama se rio con ella.
—Esta bien, solo aprestirate. Tus hermanos
asaltaran la comida si te tardas demasiado.
Ninguno de sus hermanos vivia en casa. Todos
estaban buscando sus propios caminos. Pero cada
sabado por la tarde estaban alli. °
—No se atreverian. No a menos que quieran que
su vida se vuelva miserable —bromeé.
Lia casi podia ver a su madre moviendo la cabeza
de lado. Eso era lo que hacia siempre que ellos
tenian alguna de sus peleas infantiles.
—Hasta pronto —se despidié su madre y termind
la llamada.
Ella abri6 la mochila y guardo el celular dentro.
Estaba con la cabeza agachada y no se percaté de
que un hombre caminaba hacia ella hasta que él la
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tomo del brazo.
Lia dio un respingo y estuvo a punto de gritar.
—Lo siento no quise asustarte —dijo una voz
masculina profunda.
El miedo habia pasado, ahora en cambio se sentia
furiosa por el atrevimiento del hombre. Miré ala
mano que la tenia sujeta y luego al rostro de la
persona dispuesta a decirle un par de palabras
nada amigables si no la soltaba en los préximos
segundos. !
Sus intenciones se fueron directo ala b****a
cuando se topé con el perfecto rostro del hombre.
Lia sintid que sus pulmones se quedaban sin aire
al verlo. Esperaba que no fuera ningun ladron
porque estaria tan distraida como para
reaccionar. Aunque con el atuendo que traia
puesto no crey6 que fuera posible. Vestia ropa
casual, pero seguro que de alguna marca que valia
mas de lo que ella ganaba en un mes.
Regreso su mirada nuevamente a su rostro. Su
atractivo era innegable. Tenia el cabello negro
como la noche, una mandibula cuadrada, su piel
ligeramente clara y los ojos de color verde 0 eso
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parecia. No podia estar tan segura debido a que la
luz de la farola no era suficiente.
FE] debié notar su extensa evaluacién porque él
sonrio.
Deberia ser un pecado sonreir de la manera que él
lo hacia o como minimo un delito. Tenia una
sonrisa de medio lado que le daba un aire travieso
casi infantil.
Peligro. Esa fue la palabra que le vino a la mente.
Y no era la clase de peligro para la que sus
hermanos la habian entrenado. 0 tal vez silo
habian hecho en alguna de aquellas aburridas
charlas sobre el peligro de los hombres y sus
encantos.
Trato de recordar si lo habia visto alguna vez,
pero lleg6 a la conclusion de que no lo conocia.
Podia decir con certeza de que no era del pueblo.
Lo mas probable es que fuera alguno de los
inquilinos de la Gran Casa.
La Gran Casa era una mansion al borde del pueblo
que pertenecia a un hombre acaudalado. Ocupaba
hectareas de terreno y todo alli era lujo. No era
que alguna vez hubiera tenido la oportunidad de
ir, pero eso era lo que se escuchaba de los que si lo
habian hecho.
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Durante las vacaciones de verano la mansion
recibia inquilinos. Por la forma de vestir y los
autos que manejaban muchos de ellos, no era
dificil deducir que todos los invitados debian ser
adinerados. Al igual que lo era probablemente el
hombre que atin sujetaba su mufieca.
Ella se zafé de su agarré, él no presenté ninguna
resistencia y eso le dio mas confianza. Aunque
aun tenia algunas dudas. No seria la primera vez
que un hombre rico venia al pueblo en busca de
diversion. Nunca causaban problemas, pero
siempre habia una primera vez para todo.
Las voces de unas mujeres se escucharon detras
de ellos cada vez mas cerca.
El hombre en cuestién miré hacia atras y luego
volvié a mirarla a ella. Esta vez parecia un poco
incdmodo.
—Necesito que me ayudes, por favor —susurrd
inclinandose para estar cerca de su ofdo, El debia
de estar acostumbrado a obtener lo queria,
porque ella apenas acababa de conocerlo y estaba
dispuesta a ceder a su pedido—. Prometo que no
es nada malo.
Ella habia perdido la capacidad de hablar, solo se
quedo mirandola como una boba.
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El debié interpretar su silencio como un si porque
la tomé6 por los hombros y se gird a ver a un par de
mujeres que se acercaban hacia ellos.
Las dos tenian vestidos que bien podrian llevar el
costo afuera porque eran el vivo significado de
opulencia. Ademas tenian una postura arrogante
la cual le result6 desagradable de inmediato.
No tenia nada en contra de la gente rica, pero era
dificil que te agradaran cuando te veian como
nada mas que una b****a en la suela de sus
zapatos.
—jOh, alli estas! —dijo una de ellas con una
sonrisa en el rostro; sin embargo, cuando vio que
la tenia abrazada su sonrisa flaqued—. Veo que la
encontraste —mencion6 con acidez que supo
disimular de inmediato.
Lia no entendia de qué se trataba aquel circo.
Estaba confundida respecto al motivo de por qué
ella hablaba como si la conociera.
—Si. Les dije que ella estaba por aqui —El la miré
y sonrio. Sus piernas se debilitaron ante ese gesto
—. Carino, te dije que no te alejaras demasiado.
Estuve buscandote toda la tarde.
—éLo siento? —se las arregld para decir.
—No te preocupes, lo importante es que te
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encontré.
—éPor qué no vamos al pub del pueblo? He oido
que no esta tan mal —dijo la otra mujer sin dejar
de evaluarla con la mirada. Al parecer no la
encontro agradable porque fruncio la nariz.
Lia se tensé ante la sugerencia, no podria ayudar
al extrafio mas con esa farsa.
—Lo siento, pero mi novia y yo tenemos otros
planes. Tal vez en otra ocasion.
Ella casi abrid la boca por la sorpresa.
Elle dio un suave empujén para que se pusieran a
caminar y ella casi corrio.
Lia no creia que aquellas dos mujeres hubieran
aceptado las palabras del hombre a lado suyo.
Seria casi imposible pensar que los dos eran
novios. Ella misma viendo la situacién desde
afuera no se lo hubiera creido.
Lia estaba usando un suéter holgado, unos
pantalones capri y unas zapatillas converse. Tenia
su cabello castafio en un mofio despeinado. En
conclusion era cualquier cosa menos adecuada
para ser su novia.
El solté su mano cuando perdieron de vista al par
de mujeres.
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—Por cierto, mi nombre es Matteo —Se present6
el. 1
Lia asimild el nombre y guard6 silencio. ‘
>>éY ti eres? —pregunté él al ver que ellano iba
a decir nada.
Lia penso si seria lo adecuado darle su nombre a
un extranio. Las voces de sus hermanos Ilenaron
su cabeza diciéndole que no.
—Sofia —dijo ella después de un rato de duda.
—No tienes cara de Sofia —mencioné él.
Lia tuvo que luchar con las ganas de decir la
verdad.
—No sabia que los nombres eran de acuerdo a las
caras —respondio a la defensiva.
—Buen punto. No es como si Matteo fuera un
nombre que va con mi rostro.
El mostré una sonrisa brillante y ella estuvo a
punto de suspirar. Realmente era atractivo. Pero
lo que mas le atrajo fue lo honesto que le parecié
aquel gesto.
—éY bueno que te trae por aqui Sofia? —Era
extrafio ser llamada por un nombre que no era el
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suyo.
—Yo vivo aqui. Deberia ser yo quien te pregunte
eso.
—Cierto. Mis disculpas. Ain estoy temblando de
miedo por ese par de alla. —A Lia le parecio
divertido que él dijera estar asustado de una par
de jovencitas—. No te burles. Ellas son realmente
peligrosas. Sino te hubiera encontrado no sé qué
hubiera sido de mi —continué él fingiendo
escalofrios.
Matteo era un hombre con un carisma innato. Se
pregunt6 qué es lo que hacia para vivir. Sin
importar que fuera, seguro le iba bien porque
sabia como gustar a las personas.
—Si ti lo dices —bromeé ella un poco mas
relajada ante su presencia.
—Es cierto —dijo él llevandose la mano al pecho
fingiéndose ofendido—. Traté de decirles
amablemente que no estaba interesado en
compaiiia, pero parecian no escuchar. Mi madre
me ensefié a ser cortés siempre, asi que no pude
decirles lo que realmente pensaba. Entonces
inventé lo de la novia y que estaba buscandola. El
resto lo puedes deducir.
Ella asintio.
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>>Bueno, aqui es donde me despido —dijo él
deteniéndose—. Fue un placer conocerte y gracias
por lo de antes —Los dos estaban ahora parados
frente a frente.
—De nada, supongo —dijo apenas en un
murmullo.
Lia no entendia por qué su corazon latia
desbocado ni el motivo que hacia que las palmas
de sus manos sudaran. Eran emociones nuevas
para ella y dificiles de describir.
Matteo se inclino hacia ella y la beso. Ella estaba
tan sorprendida que no supo como reaccionar.
Fue apenas un ligero contacto entre sus labios y
acabé tan rapido como empezo.
Else separ6, le sonrié con aquella sonrisa mortal
y antes de que ella pudiera decirle algo, él se dio la
vuelta cruz6 la pista y se alejé a pasos rapidos.
Ni una sola vez miré hacia atras.
Ella se Ilevé la mano a los labios. Aun podia sentir
los de él. Su corazon latia desbocado. Un
desconocido acababa de robarle su primer beso y
aunque tal vez deberia sentir furiosa, era una
emocion completamente diferente la que la
embargaba. Sonrié, sacudié su cabeza y se dijo
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que habia sido una linda experiencia que jamas
volveria a pasar.
Su celular volvio a sonar y la saco de su
ensofiacion. El efecto que habia dejado en ella
Matteo se evaporé cuando recordé que en casa la
esperaban para cenar.
—jRayos! —maldijo antes de comenzar a correr
hacia casa.
14/14Capitulo 1
Capitulo1
Presente
Era un error.
Eso era lo tnico que se repetia en la cabeza de Lia.
Una y otra vez.
éCémo mas podria definir el haber aceptado
cuidar precisamente al hombre que se habia
encargado de evitar durante tanto tiempo?
Ava la habia llamado para pedirle el favor unos
dias atras. Seria bueno poder decir de que ella
habia sido muy convincente con sus argumentos,
pero apenas habia dicho unas cuantas cosas y ella
habia aceptado el trabajo.
Claro que necesitaba el dinero. Aunque no le habia
dicho a su amiga, no habia tenido suerte
consiguiendo trabajo. Ava pensaba que ella estaba
de vacaciones, pero en realidad nunca habia
tenido un trabajo fijo. Ella habia estado
remplazando los turnos de otras personas.
Ademas, como Ava habia dicho, este trabajo le
traeria muchas ventajas. Los hermanos De Luca
tenian mucho poder en el medio y seguro que
podian darle una buena referencia. Es solo que
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esas no eran las unicas razones por las que se
habia comprometido con esto. 2
Cuando se habia enterado del accidente algo
dentro de ella se habia removido. Todavia estaba
tratando de averiguar qué.
—Esto es un error —volvio a repetirse como un
mantra.
Habia venido a dejar sus cosas en la habitacién
que seria suya por un tiempo. Eso deberia haberle
tomado apenas un par de minutos, sin embargo
ya llevaba cerca de diez minutos. Lo que en
realidad estaba haciendo era evadir la situaci6n.
Necesitaba reunir valor para volverse a enfrentar
a Matteo. No porque sintiera algo por él, Matteo
ya no tenia ese efecto en ella, sino porque no era
facil enfrentarte a una persona que cambi6 tu
vision de las cosas en mas de una oportunidad.
Hace tantos afios atras habia quedado ilusionada
con el hombre que le habia robado su primer beso.
Se podria decir que ella se habia enamorado a
primera vista. Después de aquel encuentro Lia no
habia parado de esperar encontrarse con él de
nuevo. Siempre a la expectativa de encontrarlo
casualmente en algtin lugar del pueblo. Sus
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caminatas por la playa se habian incrementado
solo con la intencién de verlo. '
Luego llego la hora de irse a la universidad y
acept6 que nunca mas lo volveria a ver y asi fue
durante los tres primeros afios. Aun se
preguntaba si hubiera sido mejor que fuera asi
para siempre.
No podia decir que se habia olvidado de él.
Algunas noches, en la soledad de su pequefia
habitacion, recordaba su mirada, su sonrisa y sus
labios. Pero luego llegaba el dia y seguia con su
vida. Aunque era un bonito recuerdo, no podia
vivir atrapada en él para toda la vida.
Luego sucedi6. Un dia caminando de regreso a su
casa se detuvo ante la imagen de un rostro, uno
que atin conservaba en su memoria.
Era él.
Matteo De Luca.
Estaba en la portada de una revista muy famosa
del brazo de una mujer. Compré la revista solo
para saber qué era lo que pasaba en su vida.
Simple curiosidad.
Los suefios que muy dentro de ella se habian
estado construyendo en base a nada. Eran
precisamente eso: suefios y nada. Pero todavia no
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podria olvidarlo.
Matteo era un hombre conocido por salir con una
y otra celebridad. Y aunque Lia sabia que tenia la
apariencia para ser una mas en su larga lista. No
estaba interesada. Decidié que era mejor
conservar aquel bello recuerdo y no pensar mas
en él. Pero algunas cosas son mas faciles de decir
que de hacer.
Comenzé a seguir su carrera mas de cerca. Nunca
se detuvo a pensar en el por qué, pero su vida le
llamaba la atencion.
Siempre se repetia que no tenia nada de malo
querer saber sobre él.
Al saber su nombre completo fue mas facil buscar
informacion. Se concentro en sus éxitos como
empresario que en su vida personal. Como si de
verdad fuera su amigo, se alegraba y celebraba
por cada éxito que él tenia.
Paso un ajio desde que leyo el primer articulo
sobre él cuando lo vio en persona.
Matteo hacia grandes donativos a diversos
hospitales. Uno de esos hospitales era el lugar de
practicas de Lia por aquel entonces y fue alli
donde lo volvio a ver después de tantos ajfios.
Las visitas de Matteo al hospital eran frecuentes.
4/16Capitulo 1
Era inevitable que se cruzaran en algin
momento, incluso cuando Lia hacia todo por
evitarlo.
Un dia cuando ella salia de una guardia nocturna,
se estrelld contra él. Matteo solo la tomé por los
hombros y le pregunt6 si estaba bien con una
sonrisa. Ella solo habia asentido. Después de eso
él se habia despedido y alejado.
No la reconocio.
Nunca fue mas consciente que en ese momento
que Matteo debia de rodearse de demasiadas
mujeres como para que la recordara. Hasta ese
momento nunca habia tenido dudas respecto a
ella, pero él lo habia cambiado en un segundo.
2
Mientras ella sin darse cuenta habia creado
historias romanticas en su cabeza, él habia
continuado viviendo.
Se dio cuenta que habia sido inocente. Una
muchacha inocente que habia creido que un
simpe beso de agradecimiento significaba mas
que eso.
Para muchos resultaria extrafio que un simple
intercambio de palabras y un beso pudieran
haberle cambiado, pero lo hicieron. Tal vez era
5/16Capitulo 1
porque nunca antes habia sentido la atraccién que
habia sentido por Matteo o quizas porque gracias
asus hermanos el contacto con personas del sexo
opuesto habia sido limitado.
Ese dia su mente se llend de todo aquello que no
habia querido ver antes. Matteo probablemente
besaba a mujeres al azar sin que en realidad
significara algo para él y ella debia aprender que
en el mundo no era el tinico hombre que hacia lo
mismo. Asi era la vida.
Se dijo que no era sano seguir pensando en él
como si alguna vez hubieran tenido alguna
relacién. No compré mas revistas sobre él y
comenz6 a salir en citas.
Decidio dejar a Matteo en el pasado.
Si, definitivamente hacer de enfermera de Matteo
era un error. Pero necesitaba esto para
demostrarse que lo habia logrado porque algunos
dias aun creia que no era asi.
—éTodo bien alli? —lleg6 un grito desde la sala
que la sacé de su ensimismamiento.
Sali6 de la habitacion y camino hasta la sala.
Matteo seguia en el mismo lugar donde lo habia
dejado, no es como si hubiera podido llegar muy
lejos con una pierna y un brazo inmovilizados.
6/16Capitulo 1
Estaba atento al celular, pero en cuanto ella
apareci6 él levanto la cabeza para mirarla.
—éPensé que habias saltado por la ventana? —
dijo Matteo con una sonrisa que muy bien
conocia.
Era aquella sonrisa que tantas veces habia visto
en las revista. Aquella que tenia para los medios
de comunicacion, atrevida y juguetona. Por algin
motivo sentia esta menos sincera. No era como la
que le habia dado a ella hace tiempo atras.
Los rasgos de Matteo habian sufrido algunos
cambios con el tiempo. Sus pémulos se habian
marcado al igual que sus rasgos se habian
endurecido. Toda apariencia infantil habia
desaparecido de él. Excepto cuando sonreia.
Entonces las alarmas de peligro de Lia volvian a
sonar. !
—Es imposible estando tan alto —respondio ella
con seriedad sin prestarse para la broma.
La sonrisa en el rostro de Matteo flaqueo por un
segundo, pero luego se recompuso.
—éTodo bien? —Lia lo miré sin entender—. Me
refiero ala habitacion.
—Si, es perfecta.
7/16Capitulo 1
—Necesito que me ayudes a llegar ala mia —El
no parecia contento de tener que pedirselo—.
Traté de pasar de regreso a mi silla de ruedas para
ir alli, pero atin no la domino tan bien. —Aunque
bromeaba Lia pudo ver en sus ojos la frustracién.
—Sera mejor que no te esfuerces demasiado.
Estoy aqui para ayudarte.
—Eso sera por muy poco tiempo —refuto un poco
molesto—. No me gusta tener a alguien las
veinticuatro horas del dia en mi espacio personal.
A Lia le parecié nueva la reaccion de Matteo.
Todos siempre hablaban de lo amable y sonriente
que era con todos. Siempre haciendo bromas.
El hombre que tenia frente a ella parecia
cualquier cosa menos amable. Pero lo entendia,
era comun para las personas no sentirse comodas
cuando tenian que depender de alguien. No era la
primera vez que un paciente se negaba a recibir
sus cuidados.
—¢éDisculpa? —pregunto de todas formas.
—Estaré de pie pronto.
—Entiendo tu frustracién, pero las cosas son
como son.
8/16Capitulo 1
Como le acababa de decir entendia la situaci6n
que estaba atravesando, sin embargo, ella estaba
ahi para velar que él se recuperara pronto y que
no le quedaran secuelas. No podia hacer ese
trabajo si él no colaboraba.
—Crei que las enfermeras estaban Ilena de
compasion y palabras de que todo saldra bien.
—Nos adaptamos a la situacién. No creo que sea
eso lo que te gustaria recibir {0 si? —El no
respondié de inmediato y Lia continu6é—. Eso
imaginé. Ahora, te ayudare a subir a tu sillay
luego te llevaré a tu habitaci6n.
Camino hasta él y tomandolo del brazo sano lo
jalé. El tomo el impulso y se puso de pie. Lia se
colocé debajo de su brazo sano para servirle de
apoyo. Dio unos cuantos saltos y llegé hasta
donde estaba su sillay se sent6. ?
Ella empujé la silla después que Matteo le dijera
su habitacion.
—Eres la tinica persona que, después de mi
hermano y Ava, no teme decirme las cosas —
coment6 él.
—Es lo que hay.
Matteo soltdé una carcajada.
9/16Capitulo 1
—Me gusta.
Lia esperaba que Matteo no mirara hacia ella
porque no queria que la viera sonrojada.
Necesitaba calmarse.
Al llegar a la habitacion ella dejo la silla de ruedas
cerca de la cama para que él no tuviera que hacer
demasiado esfuerzo. Al igual que cuando subi6 le
ayud6 a bajar.
El se acomodé en la cama con su ayuda.
Ella noto como su cuerpo se relajo de inmediato.
Ava le habia dicho que ya le habia dado sus
analgésicos poco antes de que ella llegara. Pero al
parecer él todavia podia sentir dolor.
—éTe duele mucho? —pregunto poniéndose en
modo enfermera.
—Estoy bien.
—éSeguro?
—Estoy bien —respondio él de manera brusca.
—A mi me hace menos gracia que a ti estar aqui.
Pero di mi palabra y no me iré hasta que estés
recuperado. —Definitivamente habia sido un
error aceptar.
10/16Capitulo 1
—Lo sé —dijo él resignado—. Puedes pasarme mi
laptop.
—No.
—éCémo?
—Te ves adolorido. Deberias estar en el hospital,
si estas aqui es solo porque usaste algtin truco con
tu doctor para que te dejara ir. Pero no creas que
por eso estas en condiciones de hacer todo con
normalidad.
—Dije que estaba bien.
—Seguro que si y estaras mejor en cuanto tomes
una siesta. Puedes ponerte a trabajar mafiana.
Hoy es domingo.
—Hay cosas que no pueden esperar hasta
manfiana.
—Seguro que no. Pero me arriesgaré —musitd
acercandose a su rostro. Lo hizo para parecer mas
seria, pero fue una mala idea. Su corazén empezo
latir sin control.
El la miré fijamente y por un instante ella sintié
que llegaba hasta su alma.
Lia se alejo sin demostrar lo que realmente sentia.
Apenas llevaba unas horas en su compaiiia y ya
11/16Capitulo 1
comenzaba a actuar extrafio.
Se dio la vuelta y se acercé ala maleta de Matteo.
Extrajo su laptop de su maleta y luego camindé
hacia la puerta de la habitacion.
—<éA donde vas? —pregunto él irritado.
—A preparar la cena. Ava me dijo que por hoy no
esta tu cocinera. Es necesario que comas para
tomar tus pastillas —Explicé mirandolo sobre el
hombro.
Espero que el hiciera alguna pregunta mas,
cuando no lo hizo salid de la habitacién dejando la
puerta abierta por si él la necesitaba. Aunque
dudaba que él dejara que eso fuera a pasar.
Dejo la laptop de Matteo en la sala y continud
hasta llegar a la cocina. Para su buena suerte
encontr6 la despensa llena de alimentos frescos.
Saco su celular del bolsillo, encendio la pantalla y
se quedo mirando el fondo que tenia programado.
Era una foto de la playa que habia en casa. Espero
que la calmara como siempre que estaba
frustrada, molesta 0 preocupada. No estaba
segura de como se sentia en ese instante, pero sin
importar lo que sentia esta vez el fondo de
pantalla no la logré calmar.
12/16Capitulo 1
Rendida buscé su lista de reproduccion y presiono
play. La musica inundo la cocina y Lia le bajé el
volumen para escuchar si Matteo la llamaba.
Comenz6 a cocinar, balanceando su cuerpo al
ritmo de la musica. Fue dificil, pero logré
mantener su cabeza centrada en el presente. |
Eligié un plato sencillo. Lo suyo no era la cocina.
Claro que podia cocinar para sobrevivir, pero no
tenia un repertorio muy grande de comidas.
No tardé demasiado en tener todo listo. Prepard
una bandeja con la comida de Matteo y camino de
regreso a su habitacion.
Estaba a mitad de pasillo cuando un estruendo la
alertd. Apresuré el paso preocupada por lo que
podia haber pasado.
Al entrar en la habitacion no vio a Matteo donde
lo habia dejado. Creyé que tal vez se habia caido
hacia los lados y mir6 a los dos costados, pero
tampoco lo encontro. Entonces miro la puerta del
bafio que estaba entrecerrada. Lia estaba segura
que la habia visto cerrada antes de irse.
Camino hasta alli con prisa y empujé la puerta.
La escena era casi comica. Matteo estaba sentado
en el suelo, algunas cosas estaban en el suelo
13/16Capitulo 1
tirados alrededor de él. Su mano sana estaba
aferrada al lavamanos.
En ella habia dos sentimientos debatiéndose por
salir. Queria reirse, pero también queria regafiarlo
por su negligencia. Opto por la segunda opcién.
—A menos que quieras fracturarte otra
extremidad te aconsejo que la pr6xima vez me
llames.
—Puedo orinar solo, gracias.
—éY como planeas hacer eso estando en el suelo y
el inodoro por alla? —dijo ella moviendo la
cabeza de é] al inodoro.
—Tengo buena punteria —dijo él y Lia solto un
resoplido.
Matteo pasaba de frio a caliente en cuestidn de
algunos segundos. 1
—Entonces me retiré.
—Seria lo mejor.
Lia solt6 un suspiro frustrado. Su mente estaba
llenandose de ideas de cémo acabar con la vida de
Matteo, pero en su lugar solo se acercé a él y le
ayudo a ponerse de pie.
14/16Capitulo 1
—No ibas a usar el bafio? —pregunté cuando él
comenz6 a dar brincos hacia la habitacion
usandola como apoyo.
—Ya lo habia hecho, estaba lavandome las manos
cuando me cai.
Esta vez Lia no pudo impedir que una risa se le
escapara y Matteo se rio junto a ella.
—Te traje la cena —dijo ayudandole a sentarse en
la cama.
Le ayudo a subir las piernas y le acomod6 las
almohadas.
Matteo cogio un mechon de cabello que se
colgaba delante de su rostro y se lo acomod6
detras de la oreja.
Ella se quedo inmovil por un rato ante el gesto.
—No hagas eso —dijo antes de ir por la bandeja.
Ella podia sentir su mirada fija en sus pasos
—Puedo comer solo —dijo él mientras ella
acomodaba la bandeja delante de él.
—Lo sé. Aun tienes un brazo perfectamente
movil.
15/16Capitulo 1
Ella miré fijamente un rato, luego cogié su
cuchara.
— éY tu comida?
—Comeré luego —dijo ella sentandose en el
pequefio sofa de la habitacion.
— Puedes ir ahora.
—No me voy a arriesgar. Quien sabe y esta vez
cuando regrese estés con los platos tirados por
todo el suelo.
—Entonces trae tu comida y acompafiame. No me
gusta comer solo.
—Y yo creia que lo que no te gustaba era dormir
solo —murmur6 ella irénica. !
—éQué dijiste? —pregunt6 Matteo y ella dio un
brinco.
—Voy por mi comida. No te mates mientras no
estoy —dijo con una sonrisa de cortesia en el
rostro.
Lia necesitaba poner distancia entre los dos. '
16/16Capitulo 2
Capitulo 2
Lia estaba sentada en su cama con un libro en su
mano, pero sus pensamientos estaban lejos de lo
que estaba escrito en esas hojas. Era dificil
concentrarse con tantas cosas dando vueltas en
su cabeza.
Su primer dia trabajando para Matteo no habia
resultado tan mal después de todo. El podifa ser la
persona mas terca y obstinada que habia
conocido, pero eso habia ayudado a que no se
quedara todo el tiempo admirando lo guapo que
era... como mucho lo habia hecho un par de veces.
En especial durante la hora de la cena cuando él se
habia mostrado menos irritante.
Mientras los dos comian habian hablado un poco
de cosas sin importancia. Lia se habia dado
cuenta que cuando ambos bajaban la guardia
podian incluso tener una conversacion decente.
2
Después de cenar él le habia dicho que ibaa
descansar, asi que después de entregarle su
medicacion ella se habia retirado a su habitacion.
La habitacion de Lia estaba a lado de la de Matteo.
No estaba feliz con eso, hubiera estado mas feliz
V5Capitulo 2
al otro lado del pasillo, pero necesitaba estar
cerca por si algo le llegaba a pasar. Después de
todo Matteo era su paciente y su prioridad era
velar por su seguridad.
Cerré el libro cuando se dio cuenta que no podria
leer nada. Habia releido la misma linea por cuarta
vez. Lo colocé sobre el bur6, se recosté y apago la
lampara.
No estaba segura si era por el estrés emocional,
pero cayo rendida en cuanto su cabeza toco la
almohada.
Durmi6 por un tiempo cuando un sonido la
desperto. Se sintié desorientada y luego fue
recordando en casa de quién estaba.
Se avergonzo de ella misma cuando una chispa de
emocion trat6 de brotar en ella. Se recordé que no
estaba en esa casa porque quisiera que Matteo
supiera de su existencia, estaba alli porque queria
demostrarse que realmente habia superado el
pasado. Aunque a esa hora con el cerebro apenas
despertando, no se sintid tan segura como
durante el dia. Realmente era un desastre.
Lia esperé por un momento para ver si el sonido
continuaba. No paso ni un minuto cuando un
sonido volvi6 a llegar hasta sus oidos. Soné como
un quejido.
2/15Capitulo 2
Ella se puso de pie de inmediato. Agarré una
chompa larga que estaba a los pies de su cama y
después de ponérsela salio a averiguar qué era lo
que estaba sucediendo. |
En el pasillo confirmé que el sonido provenia de
la habitacion de Matteo.
Lia se dio prisa y entro sin tocar. La habitacion
estaba a oscura y ella no pudo ver casi nada. '
En medio de la oscuridad se escuch6 una
maldicion.
Lia buscé el interruptor y lo presion6. La luz
ilumino la habitacion y a Matteo que estaba en su
cama. En su rostro se podia notar claramente el
dolor.
—jQué demonios! —grufid él—. Ah eres ti —
continuo al levantar el rostro y mirar en su
direccion.
El dolor debia ser considerable si hacia que
Matteo actuara como un idiota nuevamente.
—éQué tan fuerte es el dolor? —pregunt6 ella
acercandoseaél. |
—No te necesito —dijo irritado Matteo. Ella lo
miro con firmeza para darle a conocer que no iba
aceder hasta obtener una respuesta de su parte
3/15Capitulo 2
—. No duele mucho —respondi6 con ironia.
Lia estuvo a punto de dejarlo en su dolor, pero no
era propio de ella no hacer nada mientras alguien
sufria. Desde pequenia siempre le habia gustado
cuidar de los demas y asegurarse de que se
encontraran bien. Sus hermanos siempre le
habian dicho que ella era mas vulnerable porque
siempre estaba mas pendiente del resto que de
ella misma. Ella, en cambio, creia que era una
fortaleza.
Lia acomod6 la almohada que habia puesto unas
cuantas horas atras debajo de la pierna de Matteo,
pero que ahora estaba tirada en un rincon. El solté
suspiro de alivio. Ella sabia que una parte de su
dolor era causado por incomodidad. Asi que se
debia evitar que su pierna estuviera en una
posicion tensa.
—No durara mucho —advirti6é ella —. El dolor
regresara en cuanto la posicion se vuelva
incémoda.
Lia encendio la lampara y fue a apagar las luces.
Luego camino hasta el sillon cogié la manta que
habia sobre ély se sento.
—éQué haces? —le pregunté él mientras ellas se
tapaba con la manta.
4/15Capitulo 2
—Preparandome para descansar. Tengo que
asegurarme de estar aqui para acomodarte la
pierna. No pienso levantarme de mi cama una y
otra vez durante lo que resta de la noche.
—En el hospital no tenia a una enfermera
cuidando de mi todo el tiempo.
—Ventajas de contratar una sola para ti. Ahora
descansa.
Lia cerré6 los ojos, inclino la cabeza para atras e
ignoré por completo a Matteo que se veia
dispuesto a seguir refutando. Estaba segura que
Matteo aun sentia dolor, pero ahora debia ser
tolerable, asi que no pasaria mucho tiempo antes
de que él se quedara dormido.
Aunque tenia los ojos cerrados no se durmio,
primero necesitaba estar segura que él
descansaba. Matteo tenia que dormir para que su
cuerpo se recuperara. Pasar noches en vela no era
lo mejor.
Ella abri6 los ojos unos minutos mas tarde y bajo
la ligera luz que emitia la lampara pudo ver a
Matteo con los ojos cerrados y la respiracion
acompasada. Sonri6 satisfecha. Luego aproveché
para dormir porque tendria que despertarse
dentro de poco. Program6 la alarma en su reloj de
mufieca.
5/15Capitulo 2
En una hora el sonido de su reloj la desperto y ella
se levanté para acomodar la pierna de Matteo. El
dormia pacificamente. Era dificil creer que era el
mismo hombre que le estaba haciendo su trabajo
dificil.
Paso la madrugada despertando cada hora para
acomodar nuevamente a Matteo 0 tan solo
verificando que no se encontrara adolorido. Los
analgésicos parecian por fin haber hecho efecto y
lo dejaron rendido. El no desperté en ninguna de
las ocasiones que lo movid. A excepcion de la una
de las veces que se acerco.
Lia termin6o de acomodarle y se acerco para verlo
mas de cerca. Observ6 cada uno de sus rasgos bajo
la tenue luz. Aunque trato de controlar su impulso
se encontro llevando su mano hasta su rostro.
Acaricié su mejilla y cuando é1 ni siquiera se
movi6 continuéd. Toco sus labios, su menton y
cuando subia de regreso se detuvo. Se pregunté
qué demonios estaba haciendo y retiré su mano
como si el contacto le quemara. Pero antes de que
pudiera llegar lejos la mano de Matteo la detuvo
en el aire.
Ella se puso nerviosa al verse atrapada. Lo miré al
rostro y pese a que sus ojos estaban abiertos Lia
supo que realmente no estaba despierto.
6/15Capitulo 2
—No te vayas, por favor. Quédate por esta vez —
suplicé él en un susurr6 tan bajo que casi no logré
escucharlo.
Lia tird de su mano con suavidad, pero él seguia
reteniéndola. Era como si se aferrara aun
salvavidas.
—Suéltame, por favor —pidio ella esperando que
él la escuchara.
El rostro de Matteo se lleno de melancolia y la
solté.
Crey6 que él diria algo mas, pero solo cerré los
ojos y continué durmiendo.
Lia se pregunto en quién habia estado pensando
cuando le pidié que se quedara. Era un hecho que
no habia sido a ella.
Desde su posicion en el sill6n se dedicé a
observarlo como si asi lograria averiguar que
ocultaba él mas alla de esa apariencia
despreocupada que le mostraba a la mayoria.
El se desperté a las seis de la mafiana cuando ella
se estaba levantando para acomodarlo
nuevamente.
—éCémo te sientes? —pregunto. Esta vez el no
reaccion6 de mal humor ante su pregunta.
7/15Capitulo 2
—De hecho, bien. Gracias.
—Es mi trabajo, no necesitas agradecerme.
Los dos se quedaron mirandose y el ambiente se
torno incdmodo. Lia fue la primera en desviar la
mirada.
—Necesito un bafio —coment6 é1.
—Esta bien —dijo ella manteniéndose
profesional. Aunque por dentro los nervios la
carcomian—. Déjame preparar todo y por favor
no te muevas. Cualquier esfuerzo puede afectar a
tu recuperacion. 2
—Esto es... —El tom6 un respiro y luego solo
asintio.
Lia fue a su habitacion para cambiarse de ropa. No
era adecuado que siguiera en pijama. Después
regreso a la habitacion de Matteo era una
sorpresa que él hubiera obedecido y siguiera en
cama, aunque estaba sentado al borde.
Ella se apresuré al bafio y colocé la silla que el
hermano de Matteo se habia asegurado de que el
personal consiguiera al igual que muchas otras
cosas que le facilitarfan las cosas a Matteo.
Cuando todo lo necesario estuvo listo camino
hasta la silla de ruedas que estaba acomodada en
8/15Capitulo 2
un rincon.
—Puedo llegar al bafio por mi cuenta —
manifest6é Matteo.
—Claro que puedes. Soy yo la que no aguantara tu
peso por un tramo tan largo —dijo para
convencerlo.
El parecié pensarlo por un momento antes de
aceptar.
Lia lo ayudo a pasarse a la silla de ruedas y lo
empujo hasta el bafio. Al llegar él miro la silla de
bafio como si fuera un estorbo, pero no menciond
nada.
Después que él se acomod6 en la silla debajo de la
ducha, ella lo ayudo a desvestirse dejandolo solo
con su boxer. Luego se acercé a la gaveta a lado
del lavamanos y extrajo un par de plasticos para
cubrir los yesos.
—No fue grave —coment6 mientras cubria su
pierna.
—éQué?
—Me refiero a tu accidente.
Lia habia visto los resultados de accidentes del
mismo tipo. Algunos pacientes habian necesito
mas que usar yeso 0 un cabestrillo para sanar. Y
9/15Capitulo 2
aunque Matteo habia sido operado, no pareciera
que su operacion hubiera sido de gran
complejidad.
—Tuve suerte. O eso escuché.
Lia se puso a trabajar. Ayud6 a Matteo cuando
veia que él no podia con algo, pero la mayoria del
tiempo él se las ingenié. El momento mas
incdmodo fue cuando tuvo que ayudarle a
cambiarse los béxers mojados. Ambos fingieron
ignorancia durante ese momento y Lia tuvo que
ingeniarselas para mantener los ojos puestos en
cualquier lugar que no fuera su anatomia. Ella se
reganio diciendo que no era la primera vez que
tenia que ver aun hombre desnudo. 4
Posterior a eso, las cosas fueron mas faciles.
Cuando Matteo estuvo cambiado lo llevé a su
habitacidon.
—A mi despacho —orden6 él cuando vio que ella
tenia intencion de llevarlo de regreso a la cama.
—No creo que sea lo mejor para ti regresar a
trabajar.
—Estaré sentado todo el tiempo asi que no
entiendo porque no podria trabajar. Estaba en
medio de un negocio importante cuando esto
10/15Capitulo 2
paso y no puedo prolongarlo mas.
Lia se dio por rendida y empuj6 la silla fuera de la
habitacién hasta la oficina de Matteo.
En el transcurso se cruzaron con un par de
personas que los saludaron con cortesiaa ellaya
su jefe.
—Sefior, buenos dias —dijo una mujer cuando
estaban por llegar al despacho de Matteo. Ella se
acercé hasta ellos por lo cual Lia detuvo la silla.
—Hola, Carina —respondié Matteo antes de
presentarlas—. Esta es Lia, mi enfermera. Lia
ellas es Carina, la mujer que se encarga de que no
muera de hambre. —La sefiora sonri6.
—Un gusto —dijo Lia extendiendo la mano para
saludar ala mujer.
—E] gusto es mio —respondio ella estrechando
su mano.
—Carina traeme una taza de café a mi despacho,
por favor —pidié Matteo después de las
presentaciones.
—No —dijo en automatico Lia—. El sefior esta
tomando analgésicos que no se deberian mezclar
con cafeina —le explicé a Carina—. Por favor, un
n/15Capitulo 2
té de hierbas estara mas que bien.
—Esta bien, sefiorita Lia —estuvo de acuerdo la
mujer antes de retirarse.
Lia continu6é empujando la silla de ruedas.
—Genial. Esto es estupendo —se quejé Matteo
mientras seguian su camino hacia su despacho.
Lia ignor6 deliberadamente sus quejas.
Al llegar al despacho Lia ayudo a Matteo a
sentarse detras de su escritorio.
No llevaban mucho tiempo cuando Carina
atraves6 la puerta con una bandeja con dos tazas
en ella.
Se acercé a una pequefia mesa que estaba ubicada
en un rincon de la habitacion y luego levanté una
de las tazas para alcanzarla a Matteo y después le
entrego la otra a ella.
—Gracias —dijo Lia con una sonrisa a la mujer,
ella asintid y se retiré.
Ella se volvié hacia Matteo y este la estaba
mirando fijamente.
—Ahora puedes dejarme a solas.
—Cualquier cosa llameme, por favor.
12/15Capitulo 2
El ya estaba concentrado en la computadora
frente a él y solo asintio.
Lia se quedo mirandolo un rato. Seguia sin poder
ver al hombre juguet6n que posaba para las
revistas.
—No me desmayaré si me quitas la vista de
encima —comento él sin mirarla y ella se
sonrojd, pero se control6 antes de que él pudiera
verla.
—En realidad lo que estaba pensando es como
piensa trabajar con una sola mano.
—Seguro que puedo arreglarmelas.
—Seguro que no quieres que le ayude, puedo
escribir por usted.
El levanté por fin la mirada de la computadora, la
observo disgustado, pero luego asintio.
Pasaron la mafiana entre documentos y Ilamadas.
Con breves pausas para el desayuno y la
medicacién de Matteo.
Lia solo escribia lo que él le pedia sin tratar de
entender lo que los documentos decian. Aunque
habia sido la mejor durante su formacion, los
numeros no eran su fuerte y menos la bolsa de
valores.
13/15Capitulo 2
—Deberia contratarte. Eres una buena asistente
—coment6o Matteo cuando se detuvieron para ira
comer.
—Aunque es una propuesta interesante, prefiero
lo que hago.
Pasar la mafiana en compaiiia de Matteo le habia
permitido conocer una faceta mas de él. Habia
visto en primera fila como usaba su encanto para
convencer a las personas. Lia se daba cuenta que
habia en él mucho mas de lo que dejaba ver al
resto. !
Lia se sentia intrigada y aunque su proposito no
habia sido averiguar quién era el verdadero
Matteo, ahora se sentia tentada por ello. Como no
hacerlo cuando poco a poco estaba conociendo al
hombre que era realmente. No a la ilusién
perfecta que habia tenido por mucho tiempo en su
mente y tampoco al hombre que habia admirado a
través de lo que mostraban los periddicos y
revistas sobre él. Queria conocer mas de esta
version real y humana. '
—Conseguiré una asistenta pronto —le comentd
él mientras lo llevaba al comedor.
—Amino me importa ayudarte la verdad. No me
gusta estar sentada sin hacer nada. '
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