Download as pdf
Download as pdf
You are on page 1of 13
TEMA 21 RADICALES PERSONALES 1. Tenery ser. Vida natural y vida personal Llegamos a la III Parte de este Curso, la.neurdilgica tle 1a 1a debemos intentar esbozar-un elertco de los radicales personales', el corazén bumano, es decir, de lo distintivo de las personas como personas. Luego, en los siguientes temas, nos centraremos un poco ‘fs en cada uno de esos rasgos. Debemos abordar, pues, aquellas caracteristicas nucleares de la persona humana interrelacionadas entre sf de-tal modo que si falta una faltan todas; que sin una de ellas uno‘no es persona. Lle- Vv gados a esta cumbre de la Antropologéa hay que sost ‘etcueniranasimismo en los dngelet¥ ena Personas divnas);asgs que son disin- tos aspects pra tsi eto personal No eat, por tant, de sls prene- ‘cientes a la esencia humana, sino-sw-acto de ser)abordado desde diversos éngulos..No son asutos, pues, de los que la persona humana dispane, sino aspects que ella es, /Sigo en este elenco al Prof. POLO, L., Antropologia Trascentdental, pro manuscripto; Present y fro del hambre, Madd, Rialp, 193, cio capt, et. Selles pg 17-42 - 11a Sesion u LA PERSONA HUMANA, como tales sélo se pueden aceptar libremente, personal y respon- sablemente, por tanto”. az Hasta el momento hemos estudiado lo natural en el hombre (la naturaleza)y las perfecciones con que cada quien puede enjoyar su 7iarurateza (a lo cual se puede denominar esencia)Es decir, se ha atendido a todo aquello que es lo propio de krespecie humana, lo comuin a todos los hombres; y también se ha centrado la atencién enel particular partido que cada quien saca de esa dotacién natural con que cada persona cuenta de entrada y que es caracteristica de los hombres. ,Qué queda? Pues queda saber acerca de lo que es superior a la especie y, por eso, irreductible a lo especifico: la persona’, Como es sabido, 1a més alta averiguacién filos6fica medic- val, una de las mds profundas de todos los , estriba en la distincién real entre “‘esencia” y “acto de ser” en la realidad crea- da, En Dios, sin embargo, no se admite tal distinci6n, Por “esen- cia” entienden el modo de ser de cada realidad, su forma de ser, 0 su composici6n real, Por “acto de ser” entienden el fundamento de toda realidad, aquél principio que hace ser a las realidades al uni- sono, Las diversas realidades no se reducen al ser, sino que son tal 6 cual realidad, de tal o cual indole, En cambio, en Dios, su modo de ser no es distinto realmente de su ser. Ser y esencia coinciden, Bs el ser que consiste en ser. Esa averiguacién tan importante, ha 2, _Silibremente se acepan se puede deseubri més sentido acerca dela perso- na qu cada to .Sino se aceptan hay que negar que Ia person es persona, que eS libertad, amor, conocer, novedad, et, es decir, hay que negar que todos los rasgos que cn Tos temas que siguen se exponen son reales, personales. Si aun as nose aeptn: ig le vamos a hacer! Estamos ante ibe y, po eso, no se puede forzara nadie a que nevesariamente lo acepte, s 3. “Ningtin hombr agot Ia expec, a esenca del hombre ila agoara no hhabria més que una sola persona humana-, pero a la vez ninguna persona esté por completo al servicio de especie, porque nes inferior ela” POLO, L, tea: hacia ana version moderna de temas csicos, Madi, Aedos, pp. 1-725" JUAN FERNANDO SELES sido suficientemente puesta de relieve en el neotor plo, pero no suficientemente esclarecida en antro} en el hombre del émbito de su esencia?, .qué bre y por otto lo personal, entre la naturaleza humana y la perso- ‘na humana hay que dejar hueco para el crecimiento que de ta naturaleza humana educe lo primero conviene llamar naturaleza; a 10 segurido ser personal; a lo tercero, esencia 0 per- feccionamiento de la naturaleza, dencias, etc.) es del Ambito del “tener” como dotacién creatural. La esencia es del ém auirido, Es el partido que se saca de la “vida natural”, es del émbito del‘ , aunque no clausurado, pues este puede lograr ser “més ser”, Bs la “vida personal”. La esen- ‘manidad. Pero también, ningén hombre se reduce, o se subordina, a la humanidad, porque la esencia, aun perfecta, es inferior a la persona, al acto de ser que cada uno es, En la parte Il del Curso hemos atendido tanto a la naturale- za humana como a la esencia o crecimiento irrestricto de la natu- raleza. En lo sucesivo abordaremos el estudio del micleo perso- nal, es decir, del acto de ser humano, al que llamaremos sencil mente persona, Pero previamente debemos evitar unas posibles confusiones, terminol6gicas derivadas del modo de enfocar esta realidad en la modernidad. = LA PERSONA HUMANA 2. «Yo», «sujeto», «persona»: zsignifican lo mismo? La respuesta al interrogante que encabeza este epigrafe es negativa. Conozco el yo, pero no quien soy, El yo es lo sabido, no el saber. Si fueran lo mismo cada quien se autoconocerfa entera- ‘mente, asunto que no sucede, y no estd en manos del hombre. La ‘persona es més que el yo; no se reduce a él, Es més, es irreductible. a idea que uno se forma de si. Pero si idea que uno tiene de sf, si uno se intenta idad, y también a la de los demas y a la trascendenciat . Ceder a fa autoafirmaci6n del yo es pactar con la peot igno- sobre la persona que uno es. En el yo, esa especie de macro-idea mnizada por la persona, no comparece la persona tal como ella nte es, En efecto, uno no es una idea. Al no comparecer se 1e convive con la persons ero moesto no slo para wi ee ae ee Neate cag ltd pe co sino df, con los consbidspronombres Esa actitud es de soberbia, La soberbil ‘Gis ve gums hu diene Se TRE pena ideo personal" Sala yoxsueSS el cles paboa geo impsibitado el \ acceso a la trascendencia, pu ( \ 1 JUAN FERNANDO SELES pierde también de vista la compresién de las dems personas como personas y de Dios como ser personal. Se produce el extraiiamien- to de la persona en su yo. Pero como el yo no es la persona, no es la libertad. Si uno se ata a él se esclaviza a ese despersonalizado y despersonalizante intruso. Por eso suele decirse con acierto que el mayor enemigo de uno estd en uno mismo. ;EI mejor remedio? El ‘olvido de sf, entendiendo por “sf” su yo. El yo lo forma la persona cuando ésta no se mantiene en su altura, Fosiliza un constructo que no es vida {ntima personal. Porestos derroteros construetivistas ha deambulado demasiada gente, y también ha cedido a sus caminos buena parte de la filosofia moderna con la nocién de “sujeto”, “Sujeto” no es “persona”, porque tiene una marcada connotacién de funda- ‘mento; una especie de autoafitmacién del hombre, es decir, una visi6n del hombre que lo cor mo independiente, separa- persona no es ia con. Es . No es ni funda- mento en propio ni fundante, Lo ro de considerarse “sujto” parece ser vivir de acuer- quien que n0 es posi tura personal. En cambio, el swjeto no es ningéin quien para nin- gn otro quien; no es 10 ni mengano, sino un fundamento tan cerrado como un sillar de piedra. El sujetd no es persona nin- guna, sino un supuesto, una especie de base que se supone cerra- da, No obstante, en esta concepcién el castigo es interno a la pro- pia culpa, y se llama soledad, aunque sea la soledad de dos egofs- tas en compatia... a LA PERSONA HUMANA /ys yo 3. {Quién es la persona humana? Uno puede leer escritos con expresiones tales como "zqué Pues bien, son preguntas desenfocadas, porque la persona no es ningén “qué”, sino, ante todo, un “quien”, Cémo saber, pues, 4quien es la persona humana? Nosotros podemos conocer todo aque- lo que est en nuestras manos, todo lo externo perteneciente a la naturaleza del Universo, y todo aquello que forma parte de nues- tras manifestaciones, a saber, actos, hdbitos y virtudes, potencias, las ideas, los quereres, etc, Somos nosotros mismos, cada quien, el que conoce esto porque es suyo. Pero el quien del que conoce no aparece ante la mirada del que conoce al conocer esas realidades. El nticleo personal es incognoscible por la persona humana de modo directo, porque la intencionalidad cognoscitiva, es decir, Ja remitencia del conocer, versa siempre, en todo nivel, sobre 1o inferior, no sobre sf misma ni sobre lo superior (recuérdese: el ver ve colores, pero no ve el ver ni lo superior al ver). De modo que s6lo un cognoscente superior en relacién conmigo, Dios, puede revelar al hombre quien es el mismo hombre, ,Cabe otra posibili- ? La ignorancia més © menos ilustrada, ,Alguna te no, porque ni uno, ni ninguna persona humana, de ellas, pueden conocer de modo absoluto la perso- ‘na que uno es. Uno puede dotar de sentido a aquello que uno hace, piensa o quiere, pero el sentido de 1a persona que hace, piensa 0 uiere, no esté en su mano. Su vida personal, quien sea uno, estén exclusivamente en manos de Aquel de quien la persona es: de Dios? 5. _Laeistencia de cada persona muestra exstncia de Dios: somos las pe de vivir con sentido personal, La dnica manera de finalizar mi vide es refer a Dios, yo noes suiciente. Ch: POLO, L, Cuestions de loofa educating, Universidad de Piura, Para, 1995, 6. 22: JUAN FERNANDO SELLES S6lo Dios revela —naturalmente—al hombre quien es el mi mo hombre®, Por eso cuando se pierde el sentido de Dio: de con él el sentido de cada hombre, y a esta pérdida va ur terrumpe Ia comunicacién personal con él, pues interrumpirla significarfa que esa persona humana dejaria de serlo. jalégica. No se ago- Si, la persona humana es isma o a los demés hu- ta abriéndose a lo inferior a el conoce en su apertura a Dios. De lo contrario, cal apertura desconoce 1o nuclear de su persona, En efec viendo como si Dios no existiera nos recuerda Juan Pablo hombre pierde no sélo el mundo y el de su propio ser®. Se trata del atefsmo pr decir, dé montarse la vida, el plan de cada dfa, al margen de El didlogo 0 trato con Dios no es externo, con “palabras” 0 con diversas acciones, sino lo que constituye al mismo ser del 6. _ Sobrenaturalmente, es deci, acudiendo a la fe catlica, la proposicién tam- bien es verdadera. La ratificaci te del Magistero de Ia Iglesia dice as: "Cristo manifiesta plenamente ef hombre al propio hombre y le descubre la grandeza de su i Spes, N°22, 8, Cf, JUAN PABLO IL, Evangelium vitae, ed cit. p. 41 23 AAG youd LA PERSONA HUMANA hombre, No se trata de que el hombre renga, posea, relacién con Dios. Eso, a pesar de ser verdad, es secun hombre es relacién estrecha lwo? aislado, cerrado, no es individual o particular, ni nada que se patezca a la realidad fisica, Una persona aislada no s6lo es absurda, sino imposible, porque es apertura irrestricta, es o-existencia con personas constitutivamente, La dignidad huma- na estriba en el vinculo permanente de cada hombre con su Crea- dor, Como ese vinculo es manifestacién constante del ser divino y constituye al ser humano, se puede decir con verdad que en el hombre se refleja Dios mismo, Pero para ver eso uno debe afinar De modo que para conocernos a nosotros mismos hemos de ‘conocer a Dios en nosotros mismos, y para conocernos a nosotros debemos conocer en El quien somos y cudl es el sentido y destino de nuestra vida. Sf, Dios habita en el coraz6n humano, Por eso el estado de naturaleza, esté endiosado, y el res- imina el rostro del hombre" El sentido de la 9. Una persona no es significa ser cerrado ens ‘duo es tanto como decile ‘quele Hlamen planta o animal, yuna pefecin, que nose puede expe- és que empleando la palabra persona’, WOJTYLA, K, Amor y responsabilidad, Madi, Razén fe, 1969, p14, 10.” Sin embargo, ese estado de natarleza etéen parte oscureido por una le- sign original en la naturateza(pecado original, en nomenclatura erisiaa) y por suce- sivas y constants aersoneso lesions personales (pecads personales, sguendo la ‘misma denominaci6n). AK ANIMA JUAN FERNANDO SELLES Ahora bien, el hombre puede decir que no a esa apertura natural a Dios, y negar también a esa relacién personal con él (oslayarla o querer ignorarla es otra manera de decir que no). Y entonces, al negar a Dios y vivir como si no existiera 0 no tuviera nada que ver con la vida humana de todos los dfas, se acaba fécil- mente por negar el sentido de la persona humana y de s Ia apertura a Dios el hombre se vuelve absurdo para sf, carece de sentido su vida y la de los demas, porque s6lo Dios manifiesta el sentido de ambas, Tras el rechazo de su relacién constitutiva con a perfeccionarla, Cuando comete tal intromisiGn el perjuicio es inmanente en su propia vida. 10 ¢s, pues, la vida natural, sino superior idad del perfeccionamiento de ésta. Se ex- in elenco de radicales personales, es decir, de esos rasgos que son equivalentes a persona, Este elenco-como se ha anotado- se debe Leonardo Polo, que procede a una amplia- cién de los trascendentales clésicos (ser, verdad, bien, etc.), al descubrir esas perfecciones en el niicleo de la persona. Sirva, pues, este esbozo de introduecién a una Antropologia Trascendental"'. A. omSubslstencia y. co-existeneia ‘Una persona humana es distinta y con cierta independencia de las demas. Es subsistente hasta cierto punto, porque subsiste inferior a ella, pero subsiste con subsistencia deri- mn invento de sus manos, ni de sus pades, ni de la sociedad, cultura o historia, ni menos aun de la biologfa, La perso- 1, Chr, POLO, L, Antropologfa Trascendental,Introduccisa, pro manuscripto. 25 LA PERSONA HUMANA na humana no es un absoluto, No goza de independencia radical", porque no puede subsistir al margen de Dios, su creador. Subsistir ‘lernamente no est en nuestras manos, Subsistir para la persona no indica s6lo persistir, como para elresto del Universo fisico, es decir, repulsa de una posible redue- cién a la nada, sino carencia de esfuerzo necesario para seguir existiendo, porque la persona es constante sobreafiadidura en su cexistencia, La existencia de la persona no es del dmbito de la ne- cesidad sino de la libertad. No es fija y opuesta al no ser, sino ‘reciente y libremente abierta a ser mds, Ademés, al contemplar a Ja persona como afiadidura, debe evitarse en esta concepeién la seflal6 que a distincién los accidentes, alos que se | tos de inhesi6n, porque inhieren en la sustancia, Ete dente y separada de las dems sustancias, y consecuentemente, dotada de'vierta incomunicabilidad con aquéllas. Sos dh Sin embargo, el planteamiento clésico puede ser reetificado en parte por doble motivo. En primer lugar, porque los accidentes no son un agregado supertici i rnan, En segundo lugar porque ‘persona humana, no puede concebirse ésta como separada o aisla- da, pues sia inteligencia ~segiin el decir de Arist6teles- se separa para ser todas Ia cosas, cuanto mds la persona humana, que es superiorastrinteligenicia, Por eso éS mejor decir de ella que es co- existencia con. La persona es co-existencia con. Co-existencia designa al ser personal como acompaftante'®. Si no fuéramos intimidad no Sy JUAN FERNANDO SELLES: habria acompafiamiento ninguno, Ese acompafiamiento es inter- no. Cada quien se acompafia. No se trata directamente, pues, de la compafifa de la comunidad o de las relaciones entre las personas, sino de la apertura de uno a su interior. Ademés, nuestro ser perso- nal no es aislado, sino que es compafiero inseparable de nuestra naturaleza. Es otorgante respecto de ella, pero es irreductible a ella. Sin embargo no co-existe con ella, porque ella no es persona. Por otra parte, co-existencia con indica que el ser personal co-existe con el ser del Universo, con el ser de las demds perso- nas distintas'*, y con Dios. La persona humana acompatia el ser del Universo, pero no se reduce a ser con él. Si el hombre se redu- es incapaz de responder, es decir, de co-existencia, de didlogo per- sonal con el ser del hombre, El ser del Universo no es persona ninguna, Es bueno para el hombre, por tanto, que exista otro dmbito de compafifa: el de Ins personas entre sf i Jas demds personas. La irreductibilidad te: noes separacién, sino apertura personal!’ Apertura indica res- puesta, Cada quien responde, Las dems personas también res- ponden, pero ni uno ni los demés pueden responder enteramente a Ja pregunta: ,quién somos? Saber quién soy y saber quién es cada una de las demés personas apunta al saber que constituye a cada ccufl en la respuesta que cada cual es, ”laanusado LEVINAS, BUBER, ZUBIRI, ee. 15, “La soledadfrusr a misma nocién de persona", POLO, LInfroduccin a 1a Flosoffa, Maid Rial, 1995, p. 228. 21 LA PERSONA HUMANA, La persona es también, y ante todo, co-existencia con Dios, da el ser que uno es y s6lo El sabe entc ios sabe quien somos, cada uno somos una aber divino. El Universo no es imagen de Dios Porque no es persona, y como tal, no hay en él una apelacién per- sonal a Dios. Somos imagen de Dios, pero no perfecta imagen. No ser por parte del hombre perfecta imagen divina conlleva la posi- bilidad de que se den muchas imagenes divinas, es decir, muchas personas humanas. Por eso la relacidn que uno dice a Dios es se- mejante a la que dicen los demés, Somos en eso semejantes, no radicalmente distintos, 5. Libertad y caréeter de ademas Ningiin ser es libre sino s6lo las personas, cada quien. La porque esti transida , de conocer. Tampoco es segre- gacionista, sino que esa apertura retine, congrega, a los demés, € integra las diversas facetas que abre". La persona es co-existencia, decfamos; pero si la persona es libertad, la libertad humana es co- existencial. 16. Libertad es un radical personal. Bs cada quien; el ser del hombre como apacidad de encauzar esa apertura (libertad desde cierto punto de vista que mira a su noes en primera instancia una propiedad ete, como ordinariamente se suele creer, crea divsiones, rencills,discusions, , lleras etc, noes libertad personal ninguna, sino una rba que forma el yo, El oes aislantenorelacionante, igo", se puede decir hoy dia que se abusa mas que se use, ___pero.es notorio que es molesto hasta linglsicamente. 8B JUAN FERNANDO SELLES Apertura inrestricta indica que no sélo nos abrimos ao que cest4 en nuestras manos y es inferior a nosotros, con todas sus, también irrestrictas, posibilidades, ni s6lo apertura a nosotros mis- ‘mos 0 a los demés hombres, sino apertura también a las personas superiores al hombre, en especial a Aquél en cuyas manos esté nuestro ser. Es el término de personal y libre, Si Dios no fuera personal, la vida humana seria un absurdo, pues habria perdido la posibilidad de diatogo con Aquél de 1a propia vida personal de cada hombre. Por eso si la libertad reniega de sf misma, es decir si reniega de su verdad, se auto- destruye y destruye la de los demés. Ademds'es un adverbio que designa bien a la persona'*. Por ello, es mejor decir de ella ~como sefial6 Eckhart-, que es adver- bio, porque no es comprensible sin su relacién con el Verbo. Ade- mds indica affadidura sin coto. El tema al que apunta ese constante afiadirse no puede ser sino la inabarcabilidad, pero una ser divino, El hombre es el ser que no se limita a ser, sino que es ademas; que es afiadiéndose; que es afladidura de ser, 18. Ademds, designando ala persona, es trmino aeuado por POLO que desig 5 la adverbializacidn, el adverbio. Se libertad sign significa ser fntimamente’, La liberia, (Pamplona, I Otros autores que han notado la indole de to pet WILHELMSEN esctibe; “els un “exces0", un “pus”, que af enfendido, lleva a planica el ser como una referencia hacia Dios", Bl problema de la trascendencia en la metflsica actual, Pamplona Eunsa, 1963, p.377. 2 LA PERSONA HUMANA El ser humano es inagotable. Visto desde la libertad, la per- side el conocer, el cono- ‘un conocer hecho para que en él se vuelque ino. Desde el amor, el amor que no se gasta mando. Por eso la nica medida que admite el amor personal es ‘amar sin medida, Visto desde el dar, la persona humana es un jones. Desde el acepiar, una aceptacién sin barreras ni ssde Ia belleca, un resplandor de hermosura mos ademds de todo lo inferior, incluso de , pero esa superabundancia inagotable remite al 6. Conocer y amar La persona no s6lo conace verdades, sino que es una ver- dad, Pero por encima de ello, no s6lo es una verdad, sino que es ‘més que la verdad, pues es el conocer'®, En efecto, la persona no se reduce a la verdad que aparece al conocer humano cuando co- noce todo aquello que es al mismo hombre. La verdad personal es la misma persona que conoce. Cada quien es una ver- dad irrepetible, pero no por ello “subjetiva”, porque la verdad que el hombre es no esté en su mano, La verdad que el hombre est Mamado a ser no se hace, sino que se deja hacer, si libremente se averigua o libertinamente se rechaza el descubirla, Por eso tal ver- dad humana no es manipulable, pues estd slo en manos de Dios. Su sentido originario es otorgado por Dios, 19. Conocer personal el ser que uno es, pero visto desde el punto de vista det ‘conocimiento, No es una propiedad de la razin o un acto o habit suyo, sin el conocer nivel de ser. 20. Enel hombre verdad y vida van unidas. Su vida es con sentido, con verdad ‘propia, y su verdad vive, es su vivir eognoscitivo, Slo conociendo esta verdad el hom bre es capaz de crear una cultura dela verdad no reduccionista, sino adecuada al sor ‘humano: La verdad que cada uno es no e lo conocido por la azéo, ni siquiera la zd, ‘misma en cuanto potenciao faulted espriual, sino el ser cognascent. JUAN FERNANDO SELES éTiene relacién este radical con Jos otros? Evidentemente, da en el enamoramiento (amor pe raz6n, sino el de la persona como cono hhabria ta i ‘0, sufre ahora una ampliacién personal, pues el hombre mas amante. El amor® humano no es el bien querido, ni s la voluntad tomada como potencia o como facultad de No es el mero bien presente en el. humana sea buena en cuanto a su es amoroso; més aun, crecimiento incesante de amor. Por eso también el hombre puede afiadir bien, porque es més que bien. No se reduce a él, 21, El amor personal no puede ser un amor puro, en el sentido de ayuno de conocer, porque el amor que uno es sin sera la par conoeer es absudo. De mismo ‘modo, un conocer personal desamorado noes tal. Conocery amar ene cleo personal se convietn, potencias (azn y volunta). 31 LA PERSONA HUMANA La apertura personal humana no es s6lo un bient, sino més: el amor®. O de otro modo, el bien humano no sélo sino efusi6n inagotable de amor. El amor denota apertura ‘como la denota el conocer. Apertura, ademds, no reductible al tiem po™. Toda apertura personal es otorgamiento, es deci es darse uno mismo. Asf debe entenderse el amor, como un radical perso- nal, como don sincero de s#*. ,C6mo distinguir el amor de verdad del interesado? La persona que se da, ama. La que busca compen- saciones (materiales, o fisicas, 0 psfquicas), no. Una de las manifestaciones mas humanas del amor es ju- ‘gar, Nuestra sociedad no sabe jugar. Los juegos que se llevan idea esa apertura amorosa inci no pocas veces se considera un no ha nacido o est gravementedebilind es wn bien slo a planzamiento no deja dese uparatosa reduce, que no tiene en ‘venta que une persona humana de entrada e fo ofeciniento El abort es det posible. Es aniguilar unser ue se ss padres, de los méticos, presunos “protectors vi edad preten- ‘de ser “respetuosa” no parece muy coms es 24, Por eso el divorcio, por ejemplo, es pues supone Ia subordnacién dela persona a la tema; VARIOS, Divorca, Pamplona, Eunsa, mes amorosas humanas se puede into que le pueda suceder al hom- fo, no ahoga o supera el amor radical que uno es. El amor No, qu todo defe nao ajeno y que cualquier clase que inhieren en el corazén human. El seres mis que ls beridas causadas, en a naturaleza y el amor esse. 26. ugar es gorar el sentido de Ia libertad h “Tas acciones lidias pertenecen a.aquellas que contiene CC asimismo su obra La regién de lo hidlio. "eB Prey JUAN FERNANDO SELLES son Tos de suma cero, es decir, aquellos en los que para que uno gane el otro tiene que perder. En el juego de verdad ganan todos. Juga es lo contratio de necesita El ombre noes unser necesitante sino que sobra respecto del necesitar. El hombre no necesita radi calmente, es decir, como ser, porque todo lo que es lo ha rei dad. Lo libre, la alegria, Muchas veces los hombres estén tristes porque se crean necesidades: laborales, pricticas, etc. Si el hombre sobra, da, Eso es la persona, un desbordarse, y ese es el meollo de la fiesta. Ser persona es ser fiesta: “cada hom- bre es fiesta, Soy fiesta porque soy un regalo, un don inagotable de Dios”®". Una fiesta de ja” en la que hay més busqueda que donacién personal, y basqueda de compensaciones placente- ras, de asuntos sensibleros, inferiores por tanto a la persona, no es una fiesta personal ninguna, Si, de acuerdo, el amor esté abierto al bien, pero por encima de é esté abierto al amor, y por encima de i, al Amor, Una persona humana esté hecha constitutivamente para no conformarse con menos. Si se conforma, si pacta con la mediocridad, se sume en la tristeza, La fiesta, y también el descanso, no hay que buscarlos prioritariamente fuera, en el montaje o en “la movida” sino en el corazén humano, porque las realidades sensibles externas son in- feriores a una persona y son incapaces de saciar su anhelo ccidad. Un buen descanso es perder el lastre del propio yo, se de él. Pero si uno no se abandona en el yo, que es inferi {en quin se abandona?, gen quién descansa?, ;con quién se con- ‘gratula? Con las demas personas. Reft, por ejemplo, si la sonrisa LA PERSONA HUMANA es personal, noes “teir de” sino “reir con”. ,Con quién de los dems se alegra uno més?, ,con quién descansa més? Uno s6lo puede en- comendar libremente su persona en manos de quien la put tar enteramente para rendirla eterna e infinitamente feliz. tera”, “eterna” e “infinitamente” son adverbios que claman a 7. Dary aceptar La persona humana es dar°*. ,Por qué la persona es donal? Por que es capar de confer perfeccién no sélo a su naturaleza, 0 al mundo fisico, sino porque ella mi ‘mente se dona, Ninguna realidad inferio vida precisamente se separan para persistir, vegetativa, y también la de los animales, no existe sin apertura, pero lo que dan lo pierden, En cambio, la persona es libertad, pura apertura; y en esa apertura lo que se abre es ella misma: ella es quien se entrega, y no por ello entra en pérdida al darse, Dar es regalar sin perder, Libertad es darse. Darse es sindnimo de responder perso- nalmente, Estamos ante otto tema que no esté de moda: la respon- sabilidad personal, Ser responsable implica entrega, pero no 28, “El hombre es un ser personal porque es capa. de da. Desde la persona dar significa aportar”, POLO, L, “Tener y di”, en Estudos sobre la Laborem exercens, Madi, B.A, 1987, p. 226. 29, El amor entre los esposos, por ejemplo, o entre os padres hijs, entre los amigos, et. inerementa en la medida en que se dn, sin menguar al dase, 30. Responsabilidad es entrega personal; e uso personal adecuado dela liber- ‘ad natva, Noes soo “el cltvo de a stencién hacia nestos actos oa ls consecuen- ‘as de ellos". No, Es la misma persona humana quien enreps, quien responde como | person, Adverta el Beato JOSEMARIA ESCRIVA DE BALAGUER que no cabe entender una liberad sin enirega, sin responsibilidad, también personal, Cfr, Amigos ‘de Dios, La libertad, don de Dias, Maciid, Rialp, 1984, N* 28, pp. 62s. Eso vale unbign para el dmbito social. De modo que las Sociedade mejor orgunizadas, mis JUAN FERNANDO SELES idades” (ropa, dinero, etc.), o “entrega a realida- trario a guardarse. Guardarse es la mentira parésita del corazén +humano que chupa la savia que permite crecer como persona, Las manifestaciones de esa mentira nuclear, la falta de colaboracién, guarda su vida la pierde. Si la persona es la mayor novedad, In mayor riqueza posi- ien se entrega es rico. La mayor riqueza no estriba, en con- tra de to que comment se opina, en acopiar recursos sensibles rece claro, porque quienes més dan de sf son aquellos, ias, 0 las sociedades, etc., més pujantes, mientras que Jos egofstas, calculadores, perezosos, etc, tanto en personas como en sociedades o pafses, son bastante despersonalizados®'. A nivel es verdad, aunque mayor, porque en- demés por Dios, es crecer como que sus persona esponen hasta de lo pegueo. Lo ‘Las menos humanas en cambio, son aquelas en que des ders, es decir, las que se toman ualidadespropias, de los jucios de la raz6n, de lo que i uno puede desprenderse de eso es porque mismo esté por ‘encima de esas nota huranas, 35 LA PERSONA HUMANA Dares cotrelativo de aceptar, y en el hombre, segundo res- pecto de aceptar, En efecto, s6lo puede darse quien se acepta como quien es y quien acepta aos demés como quien son. A Ia par, slo puede darse si a uno se le acepta como quien es, Descubrir quien es uno es la gran bisqueda. Més ain, es la busqueda que cada uno ‘Como uno no depende en su ser de sf sino de Dios, Ia bis- queda de aceptacién apunta a Dios”. Por eso, lo peor que le puede pasar a una persona es el no ser aceptado por Dios, Sia alguicn no le aceptan los demés lo pasa mal, Pero sia uno no le acepta Dios no es ue lo pasa mal sino que es mal. Los demés se pueden equivocar, peto Dios no. Si Dios no acepta ello conlleva también el uno tampo- co se acepta a sf, porque no se acepta como quien es; y como quien ¢s s6lo puede serlo de cara a Dios, de quien depende su ser, Quien no se acepta como quign es no se da, sino que se guarda, se segrega y se pretende constituir en fundamento inde- pendiente de su ser. Manifestativamente tal actitud redunda en la busqueda de asuntos extrinsecos a la persona, famia, halagos, ri- quezas, comodidades, placeres, etc, La peor de esas compensacio- nes es, como se ha dicho, la biisqueda del yo, Por ello el egotsmo™ , 32, “Bl hombre coexist con el Absoluto en Ia forma de una bésqueda de acep- {acién personal", POLO, L., “La coexistenca del hombre”, en Innanencia ytrascen- dencia, Actas de las XXV Reuniones Mlaséjicas, Facultad de Filosofia dela Univesi- dad de Nevarr, 199, vol, p.46, 33," Bpofsmo es centra a atencién en los intereses de uno mismo, desu yo. En

You might also like