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Las neuropsicosis de defensa (Ensayo de una teoria psicolégica de la histeria adquirida, de muchas fobias y representaciones obsesivas,' y de cicrtas psicosis alucinatorias) (1894) Nota introductoria «Die Abwehr-Neuropsychosen» (Versuch einer psychologischen Theorie der akquirierten Hysterie, vieler Phobien und Zwangsvorstellungen und gowisser halluzinatorischer Psychosen) Ediciones en alemin 1894 Neural, Zbl, 13, n° 10, pigs. 362-4, y n? 11, pias. 4029. (13 de mayo y I? de ju 1906 SKSN, 1, pigs. 43:59, (1911, 2% ed's 1920, 3* ed; Legeoe 1925 GS, 4, pigs. 290305. 1952 GW, "ty pias. 5974. Traducciones en castellaxo® 1926 (?) alas neuropsicosis de defensan 11, pigs. 11532, Traduecién de Luis Lépez-Bales- tetos, 1943 Igual titulo. EA, 11, pégs. 107.22. EL mismo tra ductor, 4948, Igual stlo, BN (2 vol., 1, pp. 17580, Emi smo taductor. 1953. Igual titulo. SR, 11, pigs. 85-97. El mismo tra ductor. 1967 Igud tlo, BN (3 vols), pgs 173-80. EL mi 4972 Iga tle, BN (9 vol) 1 pigs 169-7. Bl mi ‘mo traductor. Ete trabajo fue resumido por Freud bajo el mero XIX cen el summatio de sus primeros excites centficos (18976), infra, pi. 242. _* (Cl la cAdverteia sobre Ia edicién en cstllanon,supre, ait ym 6) 4B Freud terminé de redactar el presente atti de 1894. Habla pasado un aio desde In a filtime teabajo de psicopatologia, Ia «Comunicacién preli rminar» (18934) escrita en colaboracién con Breuer —no tomamos en cuenta el trabajo acerea de Jas paris histé- ricas (1893c), planeado y bosquejado afios antes, ni la nota nectolégica sobre Charcot (1893/)—, y ain habia de trxs- curr otro antes de que publicase algo nuevo. Pese a ello, 1893 y 1894 no fueron atios ociosos; en 1893, Frend estaba produciendo todavfa uns cantidad de trabajos neutoligices, ¥¥ en 1894 coments a preparar sus contribuciones pata Est dios sobre ta bisteria (1895d). Y, como to demuestran sas ceartas a Fliess, en todo este perfodo estuvo intensamente dedicado & investigar Jo que ya por entonces habla desalo- jado por completa a Ia neurologia del centro de su interés: los problemas de las neurosis. Estos problemas se dividfan en dos grupos bastante bie: difcrenciados: los conceenientes lo que més tarde dio en amar neurosis actuales» (neurastenia y estados de angus- tia) —cf. «La sexualided en la etiologia de las neurosis» (18982), injra, pg. 271— y los vinculados con las «psico- neurosisn (histetia y obsesiones). Debi6 pasar un aio hasta ue, a comienzos de 1895, Freud estavo en condiciones de ppublicat algo sobre las primeras, mientras que de las segun- ddas ya podia trazar el mapa del terreno abarcado, conse: ‘cuencia de lo cual es el presente trabsjo.* or supuesto, atin ¢¢ profunda en él su deuda con Chi cot y Brover; empero, es posible detectar también un primer aflramieno de gran parte de To que mis tarde sci exe Gal en sus propias concepeiones. Por ejemplo, la teoria de Ta defenss, que habia sido brevemente mencioneda en 1a «Comunicacién preliminar», recibe por primera vez un am: plio tratamiento, El término edefensa», en sf, es inavgural- mente utilizado aqut (pig. 49), fo mismo que aconvetsiéa» (lig. 50) y axelugio en la psicosisy (pig. 60). Comienza a esbozarse el signilicativo papel de Ja sexualidad (pis, 53); se rom la cuestiGn de la naturaleza de lo «inconcienten (ple. 54); y, lo més importante quizé, se plantea (en la seccién TI) toda la teotia fondemental de las investiduras 1 AL final de Estudios sobre te hivterin (18954), AE, 2, végs 3145, ec ballad one lista de foe principales estos de Freud sobre fa hivtona de conversion; na lists sma de so estar sre It neatoisobsesiva figura en AE, 10, pis. 2504. 2'Ca erin eto oa cfm, pace pce pot primera vex ep aAptecaciones fentoes tobre el atigue hit Fico’ (19034), AE 8, pag. 203. 4 ‘psiquicas y su desplazamiento, y se enuncia claramente (en a Peniliino alo) la ips sobre I coal desanse el esquema freodano En un wApéadce» (pgs. 62.8) examinamos con mayor detenimiento cémo fueron surgiendo las concepciones teé- ticas fundamentales de Freud. James Suachey a “tras detenido estudio de muchos neurdticos aquejaos de fobiesy de tepresentaciones obsesivas, se me impuso cierto ensayo explicativo de estos sintomas, que luego me permi- tis colegir con éxito el origen de tales representaciones pato- Tsgicas en otros casos, nuevos, y por so lo he considerado imerecedor de ser comunicado y Sometdo a reexamen. festa eteotia puicldgica de las fobies y representaciones ‘obsesivasy, por medio de la observacin de les enfermos se dilucidS wn aposte a Ia teoria de la histeria 0, més bien, su ‘modificacin, que parece dar cuenta de un importante cari ter comin @ la histeriay @ Tas mencionadas neurosis. Ade- més, rive oportunidad de inccigir algo sobre el mecanismo ficolggco de una forma de aleccién indudablemente psi- {uies, ya raiz de ello descubri que el modo de abordaje por mi intentado establece un enlace intligible entre estas Dsicosisy las dos neurosis ya indicadas. Como concsi de este opésculo, pondeé de relieve una hipStesi de ‘que me he valida en los tes cass. Empiczo con aquella modificicién que. me pal savio introducie en a teot(a de la neurosis histtien ‘Que ef complejo sintomético de fa histri, hasta donde consegoimos entendetlo hoy, jutfien el supuesto de Cselsdn de ls concienca con formacién de grupos peiquicos Sepatados,® es cosa que deberfa ser universamente sceptada «Cong, Sele ae ssn ee, il eae es Sd Sar sc a? a ae, ae lows ears ius my eld ox Ed apege ee aes ea Ne BD EAE TS Ae tat ra el ies a tras los brillantes trabajos de P. Janet, J. Brewer y otror ‘Menos clas estén las opiniones sobre ef otigen de esa esci- sin de ln concienciay sobre el pape! que ese earécter desem- peiia en Ia ensambladura de la neurosis histétien Segtin la doctrina de Janet,* la escisi6n de conciencia es tun fazgo primario de a alteracin istérea, Tiene por by se una eanleblea innata de Ia aptitod para la setesis psig ‘a, un esttechamiento del «campo de conciencia» («champ de contciencen), que como estigma psiquico testimonia la degeneracin de’ los individuos histéieos. En oposiién al punio de vista de Janet, que me parece cexpucsto a muchisimas objeciones, se sitia el sustentado por Breuer en musestin «Comunicaciéne-* Segsin Breuer, base y condicign» de la histeria es el advenimiento de unos esta dos de conciencia peculiarmente onfrices, con una aptitud limitada para la asociacin, alos que propone denominar «s- tados hipnoides». La excision de conciencia es, pues, secun- daria, adquirida; se produce en virtud de que las teptesenta- cones que afloran cn estados hipnoides estén segregadas del ometcio asocativo con el restante contenido de concien ‘Ahora puedo aportar la prucba de otras dos formas x- tres depen on oe en de cen, oo Iguno puede interpretarse como primaria en el sentido de ‘Janet, Para le primera de esas formas consegut demostrat sepetidas veces que fa escisin del contenido de conciencia fe la consecuencia de wn acto volustario del enfermo, vale decir, es introducida por un empeiio voluntario cuyo motivo es posible indiear. Desde nego, no sostengo que el enfermo se proponga ptaducir una escisién de su conciencia; su pro. piste per no alana a met dno que gees in la tercera forma de histeria, que hemos comprobado mediante el andisis psfquico® de’ enfermos inteligentes, la cexcisiéa de conciencia desempefia un papel minimo, quizd ningwno, Son aquellos casos en que meramente se inter- apacentemente con ol nino seni, el tdgnipo scampefe, Dor ‘Hein retenduy ebrel stia d’eto rminr en mi Note ‘eiitconte a ala depuis fens yeh pcos (1906), at, ish 3 Janet, 109294 y 1899, 4 Bruce y Fread, 1893. 8 CAB, 2, ples. 3738.) © CE rerbo sanaizar» ya_ habia, sido utlizado en ta «Comonica- «iin prstiminars (1893), AE, pig, 39, Agul encontames por pst ier vez sanilisis prigiicon 54 anise nico psc ‘Teoo; en ple. 0, sands higmdtkos, y en pag 76, annlis si ldeio>. Lx palabra apseandtisis Ho an pine parca eh tha berenca ya etiolgta de as noursi» (1858, fr ae. 131-1 48 cept la rece frente al estimalo tunic, y gue Iuego Serin-uramitados y corados por aabreneions? las bisteres dle retenciin pats. Con miras al anadamiento con las fobs y representa sons ass, sl hd conser a spa oe la histeri, que, por razones que enseguida, se hard tvidenes, yo designate como histta de defense, separ hola ast de Ta hiseia ipnoide y de ln bisteria de rtoncion® “También puedo designe provisonslmente como de histera saiquvida» mis caros de histeria de defense: en elect, en los no cabia hsbla de una tara hetedaria grave ni ‘una ftrofin degenerative en sent esti Pues bien; esos pacientes por mf analizados gosaron de salud psiguica bats cl momento en que sobrevito un caro die inconciahlidad en su vide de representaiones, es dec, fasta que se presents su yo una eivencia, una representa clén, uns sentscin que Jedperts un ales tan penoso oc In persona decid lviatls, no confando en poder wluct nat con su, mediante un trabajo de pensaniento, la con. tradicién que esa representaciénincotilable le oponta Tn petsonas del sexo femenino, tales representatones in conctiables nacen ins més delay veces sobre el sco. del wivenciar y el sentir sexuals, y ls afectadas se acuerdan Ge tod ee del de spe des ean propsnito de cahuyentar> (fortichiebens einpujar le joss} fa oss, de no pensar en ell, de sofocatla, THe aqut tinos ejemplos pertinentes,tomrlo de mi experiencia, que por otra pete podiia multiline sin dificult: Hl easo de Una joven scorta que se echn en cara, mientras euida as prdre enfermo, penser en cl joven due fe ha dejado una leve fimpredign erstica; ol caso de una gobemanta que se habla enamorado. de st pattén, y resolv. quitare de la cabera 5 simpatfa por parecer inconlible on su oral, ete? No puedo steverar, por certo, que el empafo vluntatio rot eslorsat a apartane de les propico pensumients alee de ete tipo comtitaya on acto prtologcoytampoco 5¢ ded £ Ct, muesra cmunicacdn conjunta (18984), AE, 2, pigs. 345) 4% (CL Bstatios sobre te bisteis (189534). AB, 2," pigs, 222 9 2512. Esta ‘es primera spain del ming deensen, ari ff concepto ya habia td cstableckdo en Ix «Comuniacge prelim tate B36) 4B, 2, ole. 35 a lite "Bos eunlos estén tomados demi trabajo en colaborscsn son Breuce sobre el mecanismo puiguco de Ta hstris, ain no Dw. Dlcado. [Estudios sobre la Bisterie se public ala" sigue reer el presente attculo, Fl primera. de los canon gue imencionan es el de Eltabet won Re (AB, 2, pigs 1319 sigs); 0 segundo, el de Lucy R. ibid, plat, 124 y sigh) 49 si ese olvido deliberedo se logra, o de qué manera se logra, cc aquellas personas que permanecen sanas ante las mismas influeneias psiquicas, Sélo sé que en los pacientes por mi analizados ese «olvido» no se logté, sino que llevs & diver sa5 reacties patoldgicas que provoceron una histtia, 0 ye reprsctilén obs 9 una pias acinar, En ‘aptitud para provocar mediante aquel empefio voluntario uno de estos estados, todos los cuales se conectan eon una sscsiin de concenca, ha de vrs la expen de wna pre- ispsicidn patol6gica, que, empero, no necesatiamente es idéntica a una edegencraciGn> personal o hereditaia. ‘cetea del camino que desde cl empefio voluntaio del peciente eva a la génesis del sintoma neutético, me he formado una opinién que sexso en las abstraciones_psico Yégicas usuales se podria expresar asis La tarea que el yo defensor se impone, tratar como ) I ntacién inconciliale, es directamente in soluble para dl; una vez que la huella mnémica y cl afccio sdherido a la reptesentacién estén aht, ya no se los pede extispar, Por eso equivale a una solicién aprosimada de cesta tarea lograr comvertir esta representacién intensa en ane débit, atancatle el afecto, la suma de excitacién que sobre ella gravita! Entonces esi sepresentacién abil de- jard de plantcar totalmente exigencias al trabajo asociative erpero, a sua de excitacion divorciada de ella tiene gre ser aplicada a otr0 empleo. Hasta aqui son iguales los procesos en la histetia y en las fobias y representaciones obsesivas; desde este pinto, los caminos se separan, En Ia histeia, el modo de volver jnocua la representacién inconciliable ¢s erasponer {umset- zen) alo corporal la suma de excitacién, para lo cual yo propondtia el nombre de cowversién."* 1 Cabltulicte; eta es una de vain metfors (v, at causes tate" (edt om akc}, pg, '34) que pronto cette sto al timing sual abesefte tuinesiion), Cla aApéndicen grep final de cate arculo (ele), —~ Esta parece sex la prince wee que Prcod cape en ‘una pebliacin syn a fee sotma de ‘exciting, aunque ya habla ape. en le verién tage Eto conn del 11 de enc de 1995" 18938, tory 9 Se in encuentra también en su_catta a Breuer del 29 de junio de Iis2 (Freud, 194g), AE, 1, pig. I84, y en on bousejo dela sCo ‘mynicion preininar> cierto ea noviembre dees io (19404), ‘AE, A, pig. 190- F coneepig que es en ig base de-dicha expre: ‘6a se cramina cn cl peniting pra. de cate atl Unf, ig, 61) y en el sApendlcen que feng (eg 68 y i.) ) 5h Panera apavicin det tmino. Veanee les puntuaciones de ‘eu sobre el orgen Cel conepto cp santibiga a fa storia ‘sh movimiento pskoanaliticon (19142), AB, 14, pig. 8] 30 La conversién puede ser total © parcial, y sobrevendei ‘en aquella inervacién® motriz o sensorial que mantenga un exo, tads intimo o mis lex0, con la vivencia teaumética E] yo ha conseguido asf quedar exento de contradiccién, pero, a cambio, ha echada sobre sf el lastre de un simbolo ‘mnémico'® que habita la conciencia al modo de un patésito, sea como una inervacién motriz irresoluble 0 como una sensacién alucinatoria que de continuo retorna, y que per- manecers ahi hasta que sobrevenga una conversidn en la ditcocidn invessa, En tales condiciones, la huella mnénica de Ja representacién reprimida {esforzads al desalojo)"* noha sido sepultada (ustergeber), sino que forma en lo sucesivo cl micleo de un grupo psiquico segundo. Sélo aiiadieé unas poces palabras para explicitar esta vi- sidn sobre los procesos psicofisieos que curren en Ia his- teria: Una vez formado en un «momento traumiticon ese nndcleo para una escisién histérica, sa engrosamiento se pi dace en otros momentos que se podtian llamar «trauméticos nuiliares», toda vez que una impresin de la misma clase, recidn advenida, consiga perforar la barrera que la voluntad habia establecido, aportar nuevo afecto a la representacién debilitads © imponer por un momento el enlace ssociativo cde ambos grupos psfquicos, hasta que una nueva conversiGn, ofrezea defensa. En Ia histetia, el estado. asf alcanzado con respecto a Ia distribucién de’ Ia excitacién prueba luego, las més de las veces, ser Idbil; la excitacién esfotzada por una via falea (hacia la inervacién corporal) consigue de tiempo en tiempo volver hasta Ia representacidn de la que fue desa- sida, y entonces constrifie a In persona a su procesamiento asociativo © a su trimite en ataques histérieos, como fo de- imeztra la nototia oposicién entre los ataques y los sfntomas ppetmanentes. El efecto del método catértico de Breuer con- sine en volver‘ sur Ia exci, con conics de Ia ‘meta, de lo corporal a fo psiquico, para forzar luego a re- cxqilibear In contradiccién mediante un trabajo de pensa- rmiento y «descargar la excitacién por medio del habla, ‘Si Ia escisién de conciencia de la histeria adquitida des- 12 Lalnnersetions; » pattir de 1911, en todas Jas ediciones en sen, fies erroneamente alntercetion».) “P'Tate expesion,Ingodacda aqul por peimeta ver fae emplen- con festoncia por’ Frend en sis primeror eects, ungue. ol ‘nejoresdtecimient que hizo de elt se eneventra en Una Obit striae Ch cokes bre poor C916), A, th "io ot tésming esepesin» come el concepto cttespondien ve este presenter ya en la sCamuiescdn.peliminat» (18934), BES E toe Soe 51 canse en en acto voluntaro, se explica con sorprendente lad cl ssombroso hecho de que {a hipnosis por rela gene ensanche a cone etch de, sis ¥ wuelva asequible el grupo psiquico escindido, En efecto, Tenemos noice de una propia de todos lo esadas seme” james al dormie,y es que ellos eancelan aquall dstibucida de la eactacon sobre Ta que descansa In wvolonteds de la personalidad concent o Seqin lo expuesto, no discemimos el factor caracterfstion de la histera en lo escisién de conciencis, sino en Is apeiud pera la conversin, y tenemos derecho’ a citat como una pices importante dela. predisposicién Wistéica, que por tra parte nos es desconovda, la eapacidad psicotitea para tear a ies comport hs suas ta gates lin st y por sf, esta capacidad no exchiye Ia sshad pe «quien, slo leva a ln histeria en el cito de ana inconele ftabildad pstquica o de un almacenamiento de Ia exctacien Gon este gico nos sprorimamos, Breve y Yo, las consabidas defiiciones que de la hsteria dieron Oppenheim’ ® y Suim- bell" y nos apartamos de Janet, quien ssigna sls esisdn Be conclencia tn papel desinedjdo en Ta caracterttin de La histeria.”" La exposicién aqut Qfrecda puede aduclr en su favor que petmite comprender el nexo dela conversign con is exc histética de concienca, * Sep Oppenteim [1850], Ja hittin es, una, enpesion, ace: cen de tn, Ar ene snes de is ents gu oguel syonto decoction eighce oe normalmente exper nents sn conversion, FFs pretable que ete enfoque de las ca Colon de Oppencin y Se Sumpell deta atsbuse a Bree, ‘Glen sis tate dos defniones con aparsteapfebcion en 0 er ‘Tiina Entudos sobre br bcerts Ud), AE, 2 ps. 299. Dos al ade Feud od es ape de einién de Oppentcin en we cate a Pls jc dente Boe ted, PO, Carta 32), pg. 280.) 36 Serumpell (1852) sosene ve’ a petarbcion Bisttca ses «sepia doen agen oor ii. EI Mopio Tose, cm cl soganda onto ee ae di ery sQuelguer dntinn' , y eenlace falso» de este ltimo.” 2 [He agut un primer jndio del problema de ana lo inconcente, que carta’ Fread et numessles setoes, Vee st segundo cribs tae Tas neuTopsco ean (15560), infra, pay 7, ». 20) 54 fos casos ep ave se comprasha I presen sce sia de In representaci6n sexual inconciliable y de la repre stotacin obsesiva hallamos una serie de otror casos de simultaneidad entre representaciones obsesivas y representa Ciones sexuales de tinte penoso. No es may adecoado llamar 4 estas ditimas.«representaciones bsesivas sexualeso; les falta un rasgo.esencial de Ins representaciones obsesivas clemwestean estar plenamente justificacas, mientras que lo fponoso de las representaciones obsesivas ordinarias consti tuye un problema para el médico y el enfermo. Hasta donde ide inte To cases de este tp, se train de une Alefensa continua frente a representaciones sexuales que He than en forma permanente, vale det, den taba que sin no habia aleanzado su acabamiento Los enfermos suclen mantener en secreto sus represen- teciones absesivas toda vez que son concientes de su ot zen sexual. Y cuando se qucjan de ella, las més de las veces ‘exptesan su asombro por sucumbir al afecto en cuestién, por angustiese, tener determinados impulsos, ete. AL mé fico experto, en cambio, ese afecto Je aparece justficado © inteligible; para él fo lamativo es s6lo el enlace de ese afecto con una tepresentacisn que no es digna de él, En otras pala- Ins, el afecto de Ia representacin obsesiva Ie aparece como Aislocado (disloziren}, trasportado (transponieren),** y en ‘cao de haber aceptado fas puntualizacones aqui eonsignadas, rraducién a fo sexnal en ud ara dl enlace secundatio del afecto liberado se puede aprovechar cualquier reptesentaciSn que por sv mata Sen compile con un afecto de esa cualided, 0 bien tena on Ia representaién fe ciertosvinculos ‘a tale lor ils ea ible como fog Por fe ‘lo, unn angustia liberads,eayo origen eextal no se debe Fevondar, se vucla sobre fay fobins primaries comunes del scr humano ante Gettoy animes, a tormenta, fa oscntdad, crc, 0 sabre cosas que ineguivocamente ef aocias con fo serve de alguna mumere, como el rina, la defecocin, care a cong open ; Tn ventaja obtentda por elo. tras emprender para Ia defensa el camino del esporte del sfcto es mucho moot aque en el cao de la converridn de una exctacién psiquica [a palabrs de ordinatio utlizada por Frew para desir cee oven, Verscisbunge {odesplsarients), to gts en. ste Ios, gue se aclante (pis, 61). Ya habia slap emplends GO'et jutlops a tn-tradecein de erin, Dee tnggestion. (rent 18], AE, A, e891 35 en ona inervacidn somética. Fl afecto bajo el cual el yo padecia permanece como anes, sin cambio y. sin disminn cin; s6lo la representacién inconeiiable ha sido softenada, excluida del recordar.*® Las representaciones.teprim: constizuyen también aqut el ileo de un grupo psiquico segundo, que, 2 mi parecer, es asequible aun sin el ausio de la hipncsis. Sien is fobias y ropresentaciones obsesivas ausentes los sinfomas mis Ilamativos que en la histe- ‘acompaiian a Ia formacién de un grupo psiquico indepen dicate, ello se debe, sin dada, « que en el primer caso la alteracién fntegra ha permanecido en. el émbito psiquico, y el vinculo entre excitacién psiguica e inervaci6n somatiea no ha experimentado cambio algun. Tustaé Jo dicho agt sobre ls rpresenaciones obs ‘vas con algunor ejemplos que probablemente sean de nat Faleza tipica: 1, Una muchacha padece de reproches obsesivos. Si lela en él peridicn sobre unos monederos falsos, daba en pen sar que ella misma habfa fabricado moneda falsa; si en algun pre wn malechordesconoid haba perpetado 2m hhomicidio, se preguntaba ella angustiosamente si no haba Game ee tcinato, Ya In vex tenia can concena propésito ce estos teprocles obsesivos. Durante certo ino Ts concen de capa alenad tate impeio sobre ella que ahogs su critics, y se scusaba ante sus parientes ¥ ante el médlico de haber perpetrado realmente todos esps ‘ximenes (psicesis por acrecentamniento simple — psicois de ‘avasellanrento).®® Un interrogatorio firme descubri6 enton- es Ja fuente de donde provenia su concicncia de evlpa: Tncitada por una sensacién voluptuosa easual, se, habia. de- jdo inducit por una amiga a la masturbacin, y desde hacta aos la practicaba con Ta cabal conciencin de su mala acci6n 2 [na iden foe somaida « una mayor clcidacisn en aLa 1 preidns (913d), AE, 14, pg. 1502-1 TEL eayssllamleno» del yq del cafermo en distintas newous| de defensa ue examina or’ Freud ‘en vats puntos de, ms ‘bsttta que env. Fes‘ 1" de enero de 1996 (Frou, 193 anuserto K), AE, 1, pips. 26207 sigs-'Un an despues, en fat de 1. eneto. de 897 (ibid, Caria 39), AE, dy pas. 2801, opsgna Io fase epsienis de sesllamientce. Tambign ‘en sy con tmbueion a Exrediow sobre le Bizevie (18954), AL, 2, pags. 2703, Treud alude al avagamiento del ye, y In iden setorna’ en escliog ‘muy postetores, wéase por eiemple, El yo y el ello (19030), A 19, pls 578) 56 ¥ los autorteptoches mis violentos, pero, como es habitual, istir @.un baile habla provocado cl -accecentamiento hasta la psicosis. La muchacha cur tras ‘nos meses de tratamiento y de una vigilancia muy severa.** 2. Otta machacha sufrfa bajo el miedo de que le asaltaran ¥ entonces se otinara; ello después que una urgen- constrifd realmente cierta ver @ abandonar una sala se cones darane Is eeu, Ese fbi Te habla tado poco a poco toda eapacidad de goce y de trato soca Sélo se sentia bien si se sabia préxima a un bafo al que fuera ir sin set advertda. Estaba exclude cualguier afec: ‘icin orgénica del gobiemno’ sobre Ia vejiga que justificara ese malestar. Las ganas de orinar no Je venfan en su casa, en condiciones de tranquilidad, ni durante la noche. Un examen ahondado demosteé que [a presién en la vejiga le sobreving ln primera ver‘ las sigueter condconest En Ia sala de conciertes, no lejos de ella se habia. sentado to scfior que no ete indiferente su sentir. Empez6. a pensar en ly a pintarse eémo se sentaria a su lado siendo ‘su esposa. Estando en esta ensofiacién erética, fe sobrevino aquella sensscisn corporal que es preciso comparar con Ia cereccién del vatéa y que en ella —no sé si ast ocutre en ‘general —concluia con una ligera presién de vejiga. De esta sensacin sexual, con Ia que ya estaba habituada, se espant6 tnucho ahora, porque entre sf habia resnelto combat esa inclinacién y cualquier otra semejante; yun instante des pués este afecto se le trasfirid sobre las ganas de orinat concomitantes, constrifndola a abandonar fa sala tras una Jacha matttizadora. En su vida ordinatia era tan mojigata sue toc lo sexual le causaba intenso horror, y a0 podia concebir la idea de que se casaria alguna ver; por otra patte, fra sexualmente tan hiperestésiea que aquella sensacign vo. lupo le apie con cslguetenofiién etic ae Se prermitiese. Las ganas de orinar habfan acompaiiado.siem- pre a la ereecién, pero sin que ello la impresionara hasta aquella escena en Ia sala de conciertos. El tratamiento per. mitié dominar ta fobia casi por completo.?* 3 ue ifomane brevenene sabre ete cn en «Obi. es y hin (1895), ful, ie. 76] (Ci. «Obsesiones y fobiss (1895), fara, née. 77; se, ace nueva tfefenia neste Geo eh una eat Fess ‘del 7 de febtero ‘te 1894, eerita uy poco ttm despues de completa ete aticlo ‘Tienes rudn. Fl hexo ene la neurosis observe ya sexuda fy siempre es tan evidente. Pusdo aseptarte ue tampacn fe tan (ai comprobarlo en mi Caso 2 {ganas de ofa). Slo hubicts Fmd sianien menos menaidlstic que yo. To habia pasado pot alo, Sin eanbargo, en este ca, que Tega p etudiag fondo dure 7 3. Una joven sefiora que tras cinco afios de matzimonio tenfa un solo hijo, se me quej6 de su impolso obsexivo de artojarse por la ventana o el bala, y del iniedo que Ia sa: taba, a Ia vista de cualquier euchillo filoso, de aeuchillar a su hijo. El comecio conyugal, confess, se habla vuelto caro ys lo practicaba sélo con cautelas anticonceptivas; pero ~afirmé— no le hacia falta, pues no era de natrslezaseh- sual Me ae decile i a lava de home fe scudian representaciones erties, ue por exo habe pedi Ia confianze en si misma y se le antojaba que ella era una persona abyecta, capa, de cualquier fechoria. Esa retradic: ia de fa representacin obsesiva a Io sexual fae certeras confess enseguida,llorando, 0 miseria conyugal pot ligo tiempo ocultada, y luego comunieé también ins represen taciones penoses de enricter sexual inmodificado, como la sensacién, que le retornaba a menudo, de pujatle algo de- bajo del vetido, Dé experiencias como estas he sacado partido para late rapa reorientando la atencién de los enfermos hacia las reptesenticiones sexuales reprimidas en el easo de fobias y de representaciones obsesivas, no obstante la renuencia de ellos; y, toda vez que se lograba, cegeba asi las fuentes de donde aquellas emsnaban. Desde luego, no puedo aseverat que todas las fobias y representaciones obsesivas nazcan por cl camino agué descubiesto; en primer lugar, mi experiencia sbarca un mimero Yay restringido en comparaciéa con la fre ccuencia de estas neurosis, y en segundo lugar, yo mismo sé gque no todos’ estos sintotas epsieasténicos» (para emplear {a designaeién de Janet) son de igual valor.®° Por ejemplo, cexisten fobias puramente histériess. Opino, sin embargo, que el mecanismo del frasporte del afecto es demosteable en le gran mayorta de las fobias y representaciones obses te yatos meses en el exten de wn tratamiento mediante sbresinen- Tacin, fy "sexualiad domino elecivamente toda la esceban (ed, 1950e, Cate 16), En exe periodo, Freud sole combing & veces cl mtiods caurtic ean el tatamiesto de Weir Mitchel cl Beadior Sabye ta bstera (18954) FET erapo de la fo bia ex protatipo, na se deja recon pei, dee liadoven #1 texto al conteatio, el mecaimo de fx spoefobin di ‘verge en tun punio deta del Mecanismo” de as reptesentacones tbvesivar genus y del de Tos fbiasredocibis ests aut no Fe fzeneniea ninguna representacin eprimida de, que se hubiera divorce aleco de aewstia’ Us" angustia de esis fobise tiene otea eren, (Gk cl ahpcndcen areqndo a wOlsesones fours (e055 nfs, aes. BAL] 38 was, ysovtendra que eter neuro, alas que con igual fre thea allamos asldas 0 combinadis con wha stein 0 ta pectarenn, no popden sitsrte en un Tino pO ton la ncuratnia comin, pata copes sitomas isis 0 tebe suponer un mecaiseo pipe, m1 En los dos casos consideredos hasta ahora, Ia defensa frente a is tepresentacion inconcliable seontecia mediante el divorcio entte ella y su afeeto, Pero la representacin, si bien debiltads y aislada (isolieren), permanecia dentro’ de la conciencia. Ahora bien, existe una modalidad defensiva ‘mucho mis enéepica y exitosa, que cofsiste en que_el yo dsestima (ververfen} In epreseatacién insoportable™ jun to con st afecto y se comports como si le represenacién nunca Hub compared, So gue en ef momento en ‘que se ba conseeuido esto, la persona se encuentra en ua Dricosis que no admite otra claifieacién que econfusion ala- inaorian. Un snio ejenplo elucidaeé esta tess: {Una joven ha tegalado a cierto hombre una primera in slinacinimpulsiva y ere {glauben) firmemente set corres Dina. Est, de hecho, en un exzor; el joven tiene ot10 Inotivo para fiecuentar Ta casa. Los desengafios no tardan co Tlegar; primero se defiende de ellos mediante In conver: sin histética de Ins experiencias cortespondientes, y_ ast conserva si erezncia en que él vendé un dia a pedit su ms ng nt se denis efeme, oe ccuencia de que la convessin es ineompleta y de los petma ‘vente asaltos de nuevas impresiones. adoorides. Por fin, Coon maxima tensidn, lo espera para on dia prefijdo, el tls dle in festejo familiar. Y trascurre ese dia sin. que él ‘wuda. Pisados ya todos los trenes en que podta haber lle taal, ella se vuelea de pronto a una confusién alucinatoria FEL ha Hlegado, oye su vox ene jatdla, se apresura a balar, con su estida de noche, para recibinlo. Desde entonces, y pot dos meses, vive un dichoso suefo cuyo contenido es El esta ahi, anda en derredor de ella, todo estd como antes, {antes dle los desengaios de los que Inboriosamente se de fvanlia). isteria'y dessa6n estén superadas; mientras dura La enfernieal ni se habla de sus dudes y padecimientos, Latinnotiote on toda Sas ediclones en alemin, pero. véase wr ey de los itimos tiempos; ella es dichosa en tanto no la mo: lesean, y s6lo rabia cuando un decreto de su entorno le impide hacer algo que ella con total consecuencia derivaba de su beatfico sueio. Esta psicosis, no entendida en su mo- mento, fue descubierta diez aos més tarde por medio de tun andlsis hipnético [ef, pég. 48, n. 6 EI hecho sobte el cual yo querfa llamar Ia atencién es que el contenido de una psicosis alucinatoria como esta consiste jusamente en redlzar aguella representacién que tstuvo amenazada pot la ocasiSn a rafz de la cual sobrevino Ts enfermedad. As, es licito decir gue el yo se ha defendido de la representacién insopoctable™ mediante el refugio en la psicosis;" el. proceso por el cual se logré esto escapa tanto a ln gutopercepeién como al andisispsicolégio-clinio, Corresponde verlo como expresién de una predisposicién patolégica de grado més alto, y acaso se lo pueda ecuns Cribi como sigue: El yo se arranca de la tepresentacién Insopottable,™ pero esta se entrama de manera inseparable con un fragmento de [a realidad objetiva, y en tanto ef yo Tleva a cabo esa operacién, se desase también, total 0 pat- cialmente, de la realidad objetiva.®" Esta dltima es a mi uicio la condicin bajo la cual se imparte a las representn- jones propias una vivides alucinatosia, y de esta suerte, tras una defensa cxitosamente lograda, la persona cae en confusién alucinatoria, ‘Dispongo de may pocos anélisis sobre psicosis de esta clase; opino, sin embargo, que debe de ser un tipo de enter. Ime pain « ue o eure con muche fecvnci, ps cc ningiin manicomio faltan los ejemplos, para los que vale log concep de ly madre queer «ad a pédida de su hijo y ahora mece un lefio en sus brazos, © Srnnovadsninds qv ded hte aw cse sina su prometido. ‘caso no sea superfine destacar que las ttes variedades 2 [Unertigichn on todas lo eicones en alemén, peo vise ig, 3, m 18d {thi forma més generaizade de srefpio en la enfermedad, cela expreson fae amplitmente ulizaa 9 ggid de eran mepuacn. Gt Peionarincetrogrce 192%}, AB, BD ig, yt Nota Sidon, pen pee, 25 SP TsUnrtigtbe nodes tas ediciones leméa salvo In ei mer, donde see eateries pe 3,181 Terie ob aa ap nt eo a dam bo hace cl fn ot vidal Vee por jmp, sNlcros 9 pl eis (19348), La plcdida de resided can neurons Ia, po iso [1bade), sFeticismoo (152%e) el excrement as: tno \ala ein del yo en proceso defenivan (840e [1938] 60. de Ia defensa aqu desctites, 7, por tanto, as res formas de ‘enfermar a que esa defensa lleva, pueden estar reunidas en una misma persona. apari simultinea de fobias y Sfntomas istic, qe tan a menodo se ober in presd, ¢= jstamente uno de Jor fatores qe ifeuten Una sop, tact tajante de la histein respecto de otras neutsi, y {Corsa a postlar las eneursi inte. Es eto que 1 confusién alucinstoria no suele set compatible con Ia per Sten dela seri, por rfla general tampoco ot Ta dela eepresentacaones obseiva, En cambio, noea tno Que tna pacoris de-defens interim episiarente Ty Sectoria de una ncursshisteie 9 mite Por tiltimo, expondré en pocas palabras Ia representacin suriliae dela gue me he setvido cn eta exposé de at euros de defonsas Hela a en lt fncney ptguins cabe distinguir algo (monto de afecto, suma de excitacién) sq tene todas las propiodades de uta cantdad -aunge to pateamos medi alguno para medida algo que es su xptible de aumento, cismnucisn, desplazamieno y descr fa, y se difunde por las huellas mnémicas de las represen. taciones como lo harfa una carga eléctrica por la superficie te oe cuepos.* Ts posible utilizar esta hipstesis, que por lo demds ya caté on la ae de nesta eon dea eabeacisnn 2 en cl mismo sentido cn que el fisico emplea el supuesto del fluido eléctrico que corre. Provisionalmente esté justificada por su utilidad para resumir y explicar miltples estados Plano ‘Viena, fines de enero de 1894 in suns comentarios sobre este plrrfo en el «ApS 'hcentiaeion) ‘Conmaitscis preiigats (18939), Apéndice. Surgimiento de las hip6tesis fundamentales de Freud [Con este primer trabajo suyo sobre las neuropsicosis de defense, Freud dio expresién publica —si no de manera di- recta, al menos implictamente— a muchas de las nociones tedricas fundamentales sobre las cuales descansatia toda obra posterior, Recordemos que fue escrito en enero de 1894, un afio después de que apareciera la «Comunicacién preliminat» (18932) y un aio antes de que quedata con- cluida la porcién principal de Estudios Sobre ta histeria (18954) y la contribucién te6tica de Breuer 2 exe volumen, Ast pues, en Ia época en que escribi6 este trabajo, Freud «stabn profundamente dedicado a sa primera serie de inves- gine plies. De ls habvan de sr vats inf rencias para Ia labor clinica, y, por detris de estas, algunas hipétesis més generales que’ conferifan.coherencia a los hallasgos clinicos. Pero pasarian otros seis meses lucgo de la publicacién de, Estudios sobre la bisteria (cn cl otono de 1895) antes de que Freud hiciera un primer intento de exposicn sistematica de sus concepciones teéticas; y ese intento, el «Proyecto de psicelogia> (1950e (18951), que A inconcluso y no fue dado a publicidad por su autor. Vio la Juz mas de medio siglo después, en 1950. Entretanto, el estudioso interesado en tales cancepciones teéricas debi entresacar Io que pudiera de las elucidaciones, discontinuas Y a veces oscuras, que offerié Frend en varios momentos posteriores de su carrera. Por lo demés, la ‘nica exposiién amplia de sus tgorfas —los trabajos metapsicolégicos de 1915— sélo sobsbvivié fragmentariamente, ya que siete de los doce trabajos que Ia componfan se perdieron (cf. AE, 14, pégs. 101-4). En su (AE, 2, pég. 36) y en la canferencia sobre el mismo tema (supra, pig. 39).! Sin embargo, esta hipétesis clinica de la defensa estaba, ‘su ver, forzosamente basada en supuestos més generals, tino de ls cues es explicitado en el penltimo parafo (pag. 61). A este supuesto conviene denominetlo teotia de Ja ssinvestidars» («Besetzwgy), si bien este nombre Te fue aplicado en una fecha algo posterior No hay quizé ningsin otto passe de las publieaciones de Freud en que reconozca tan maniftestamente ln necesdad de est, a ms fundamental de sus hipétesis: een las funciones psiguieas cabe distinguir algo (monto de afecto, soma de excitecién) que tiene todas las propiedades de una cantidad [...1; algo que es sus- ceptible de aumento, disminucién, desplaramiento y descar- ga...». La nocién de una ecantidad desplazable» estaba Implicita, desde luego, en todas sus elucidaciones teéricas pris. "Cono el mise lo seals gy alg pase eal Sustrato de la doctina de la abreaccién, la base indispensa- bile del principio de constancia (que ensepuida examinare- mos), y estaba en juego cada vez que Freud empleaba frases tales como ala sua de excitaciéu que sobre ella {Ia tepre- sentacién) gravitan® (supra, pig. 30), (AE, 4, pig. 342), Pero si bien Is se definta a la tnvesidura_primordlalmente como un fenémeno neurolgico, In situaign no era del todo simple. last poco tiempo atrls, Freud haba centrado au interés en Je neurologa, shors, cuando sus penesmientos se iban Sos mis y's i Ta cli, vo primer cpio Freud ctela posible enunciar ls hechos de Ta psicalogia en spinon nell, su efure en tl std tminaron precsamente. ch el «Proyectos. La tentative fea: ase; el eProyectow fue abandonado, y cn los alos sguien- testis exes referencia abe mete de hy ten icagicos, slvo en relacién con cl problema de Tas enea- fosis etuasp, en su prime trabajo. sobre la neurosis de angustia (18956), inf, pigs. 1089. No obstante, es dlsestinaci6n de fa neurologla wo entiasé una total revo Tucién. Sin dude, al construr sus formalaciones ¢ hipétes en términoe netolégices, Freud lo habia hecho con la fada a medias puesta en los sucesos pricoldpicos, y cuando Tlegé el momento de desprenderse de la neurologi resuleS cae la mayor parte del material teérico cra aplcable (y, en verdad, con méd coherencia) a fenémenos puramente pst auieos TEntas considertciones incumben al concepto de invest duran, que en todos ls exerits posteiores de Freud —in cluso en el capitulo VII, teico, de Le interpretacén de fos svefos (19004)-—* tuo un significado por completo ex 64 traiio 9 lo fisico, ‘Tambitn incumben a una hipstesis ulterior, ‘gue apela al concepto de investidura y que dio en Ilamarse ssptincipio de constanciay. También esta fue aparentemente, 0 su origen, una hiptessfsiolépica; en el «Proyecto» (AE, 1, pig, 340) se la llama «el principio de Ia inercia neuro. nal», segin el cual elas neuronas procuran aliviarse de la cantidad». Veinticinco aos més tarde el principio es enun ‘ilo en términos psicolgicas en Ads all del principio de placer (1920g): «el aparato animico se afana por mantener lo mas baja posible, 0 al menos constante, Ia cantidad de ‘excitacién presente en dln (AE, 18, pigs. 89). En el trabajo que nos ocupa no se To formula expresamente, aunque esti técito en varios puntos. Ya lo habia insinuad en la conte rencia sobre los! mecanismos.psiquicos de los fendmenat histéricas (18994), supra, pig. 37 —aungue no en Ia «Co rmunicacién preliminar» (18932)—— y en el trabsjo en fran fs sobre las parilsishistérieas (1893e), AE, 1, pig. 209. Asimismo, lo expuso con toda clarad en’ un bosgucjo péstunio de la «Comunicacidn preliminary initulado «Sobre Ja teoria del ataque histético» (19404), que lleva por fecha ‘fines de noviembre de 18920; con anterioridad, Freud se habia referido a él en una carta ¢ Breuer datada el 29 de junio de 1892 (19414) «, implicitamente, en una nota al Pie de su traduccién de Legons du mardi, de Charcot (Fred, 1892.94), AE, 1, pégs. 171-2). Mas tarde, el principio fue ‘oportunidades; Breuer io hizo, verbigra cia, en su contribucién tedrica s Estudios sobre ta histeria (18954), AE, 2, pigs. 208-9, y Freud en «Pulsiones y des tines de pulsign» (1915e), AB, 14, pigs. 114-7, y en Mas alld del principio de placer (1920s), AE, 18, pigs. 9, 26 ¥ sigs. y 54, donde lo bautiza por primers vez como «prin pio de Nirvana» En ef presente tinbajo se hallaré también —aunque, une vyez més, de manera implicita— otto principio no. menos fundamental que el de eonstancia en el arscnal psicoligico de Fread: el principio de placer. Al comienza, pens que ambos estaban intimamente ligados y exan quizés idénticos. En el Proyecto» se lee: «Siendo consabida pata nosotios tna te. dencia de Ia vida psiquiea, la de eviter displacer, estamos 2 cia, oy fps ad ie st Rp ain on st coolio“ det ditingo alee ks process pslauics. pia Y secundatio ~~disting que porblements dca atrbuite « bteur, Uvien fo eshoad en Buedir nbre Te hen (1895). AE, 2 poe 2toy—- fe incorporeda por Freud aProyecto, de pclae (198i, AE, 1 pgs, 4168, pero dad caliente a pital Ls intetpreticib de tor suties (19004), AE, 5, pig 386-7 3gh 65 tentados a identifienla con Ia tendencia primaria a Ja inet: cia, Entonces, dizplacer se coordina con una elevecién del nivel de ta cantidad {.. 1. Placer seria lt sensacin de descangno (AE, 1, pig. 386), No fue siao mucho después, en «El problema econtinieo del masaquismos (1924e), AE, 19, pigs. 165-7, cuando Freud demosttd Ia necesidad de distinguit entre los dos princpios. El curso que sguicron sus cambiantes opiniones sobre este asunto se sigue en deta- ieen una note al pie ue agegue ea «Palos y destinns dds pulsiéne (1919c), AE, 14, pies. 116-7 Otro interrogante que’ podefa plantearse es hasta qué punto estas hipotesis fondamentales eran originales de Freud y hasta qué punto derivaban de pensadores que influyeton en él, Muchas posibles fuentes se han sugerido: Heliabolt Herbart, Fechnet, Meynett, entre ouos. Pero este no cf Jugat para abordar un problema de tan vasios sleances. Baste decir que ha sido examinado en forma exhaustva pot Emnest Jones en su biografia de Fread (Jones, 1953, pgs. 405-15), Tal vex debamos afiadie unas palabras acerca de un tema atece particularmente en el pentiltimo pétrafo de este Is eparente equiparacién que alli se hace entre las expresiones «monto de afecto> (eAffektherragn) y asuma de exctaciénn {. En otros sitios utiliza eintensidad psiquica» —ef,, pe) «A pro- pOsito de las eriticas a a “neurosis de angusti"> (1895/), infra, pags. 129-30, y «Sobre los recuerdos encubridores» (18992), infra, pig. 302—, o bien «energia pulsional». La 1 cee wt vn x pe a ae Soceacareae set eae Se ee te ane Eid Ae ne wy ge dee pa samy J it eee Geile eB ve co oe es es 66 frase asuma de excitaciény en sf se temonta a su mencién del principio de eonstancia en su carta a Breuer de junio de 1892 (19412), AE, 1, pg. 184. Asi pues, pareceria que las dos expresiones no son sinénimas. Lo confitina un patrafo de Breuee en Estudios sobre la hiseria en el cual alega que hay razones para afiemar que los afectos «van acompafades de tun acrecentamiento de excitacién» (AE, 2, pig. 212), con lo cual esté diviendo que se trata de dos cosas distintas Nada habia de irregular en esto, si no fuese por un passje de La represiiny (19154), donde Freud muestra que la agencia tepresentante de pulsién consia de dos elementos aque sufren, por obra de la represién, destinos muy diferen- tes, Uno de ellos et la tepresentacién 0 grupo de represen- taciones investides; el otro, la energia pulsional que as in- viste. «Pata este otto clemento de [2 egencia representante psiquica ha adguitido carta de ciudadania el nombre de mon- to de afectow (AE, 14, pig. (47). Mis adelante, en ese mismo atticulo, denomnina ese elemento el factor cuant- tativo», pero luego vuelve a llamarlo «monto de afecto». A. primers vista, xe dicia que para él afecto y energia psiquica son equivalentes: no puede ser asl, empero, puesto que en fese mismo pasaje sostiene que un’ posible destino de pul sién_es wla trasposicién de las energlas pstquicas de’ les pulsiones en alectos» (ibid. pig. 148). Le explicacin de esta aparente ambigitedad radicaia en la concepeién bisica de Freud sobre la naturaleza de los afectos, enunciada tal. vez con maxima claridad en «Lo ii conciente> (1915e), donde afirma que elos afectos y sen Imientos cotresponden procesos de descarga cuyas exte Floricaciones sltimas se perciben como sensacioness (AE, 14, pig. 174). Andlogamente, en Ia 25 de las Conferencias de introduecién se pregunta: « Qvé es, en sentido dindmico, ton afecto?», y responde: «Un afecto incluye, en primer lugar, detcrminadas inervaciones mottices 0. descargas; ef segundo lugar, ciertas sensaciones, que son, ademés, de'dos clases: las percepciones de las aeciones motices ocuridas, y las sensaciones ditectas de placer y displacer que prestan al sfecto, como se dic, su tono dorninante» (AE, 16, pig. 360) Finalmente, en el trabajo que fue nuestro punto de partida, «La represiény, excribe que el monto de afecto acorresponde alla paloidn en la medida en que esta se ha dessido dela 8 Fn on paje my posterior de su uabsjo subre, eFetichismo» (192te), AE, 21, pa 148, que femite al examen realizado en «La Tepresins, welse 4 referite «Ia acparacidn sent el destino” de InPreprerentaciin yl esting del afeton 67 teptesentacién y ha encontrado una expresién proporcionada 1 su eantidad en procesos que devienen rcgisttables pata la sensacién como afectos» (AE, 14, pig. 147) robablemente sen acertado conjetutar, pues, que pata Freud el «monto de afeeto» era una manifestacin patti lar de la esuma de excitaciéne. Sin duds, en los easos de histeriay neurosis obsesiva que mis lo’ preocupaban en sus primeras épocas era el afecto lo que estaba habiturlmente cen juego, ravén por Ia cual tendia en esa época a describir laxeantdad desplaable» como monto de afecto y no, en tains més gees, ano ect: yet to per sistid aparentemente aun en. los trabajos metapsicoligicos, Alonde won diferencacin mks precisa habtla contibuido 4 la clatidad de su argumentacin.) 68

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