De Nuestro Folklore

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DE NUESTRO FOLKLORE... OLKLORE,- La palabra “folklore” ——antes se es- cribia “folk-lore“— ha cumplido ya 117 afos, y no se ha encontrado todavia otra que la sustituya con igual éxito. La propuso en 1846 —ya se sabe— William John Thoms, en carta dirigida a la revista londinense “The Atheneum”, publicada en la misma en aquel fo. En inglés, lore es saber tradicional, y folk, pue- blo. Julio Cejador propuso ha- ce ya mucho la palabra demo- sofia (saber del pueblo), que no legs a tener gran difusién. Para que un fenémeno social sea verdaderamente folkléri- co, e! Dr. Augusto Rail Cor- tazar —autoridad en la mate- rla—, sefiala las exigencias siguientes: 1) Que dicho fe- némeno social (una cancién, una danza, un romance, un juego, una supersticién, una receta de cocina, etc., agrega- mos por nuestra cuenta) no & CHAMARRITA.- La revitalizacion de Texto y dibujo de Leén Benarés sea individual, sino colectivo, socializado y vigente; es de- cir, que lo acepte naturalmen: te una comunidad, que no sea anacrénico ni parézca exético; 2) que sea popular, esponté- ncamente expresado luego de sor aceptado (lo meramente popularizado, pero de autor conocide, no es folklérico, aunque puede llegar a serlo si nel tiempo se olvida del autor); 3) que ef fendmeno ico, espontineo, no institucionalizado; 4) Que se en forma oral; 5) que sea funcional, que satista- ga una necesidad del pueblo, y que éste lo acepte e incor- pore; 6) que sea tradicional (una cancién, par ejemplo de! cual el pueblo ha clvidado al auter, la siente como propia y cada uno hasta suele introdu- cirle modificaciones) ; 7) que sea anonimo; &) que se trate de una expresién regional, lo- calizada. la ““chamarrita” trae el caso de la etimologia de la palabra. Para algunos, proviene de la voz "‘cimarrita’, y ésta de “cimarrona”, la que a su vez deriva de “cimarrén” (mate amargo}, por entenderse que esta danza nacié ¢n rueda de peones, mientras se “cimarroniaba”. 4% PALAN-PALAN.- Nuestros paisanos solian usar mucho las hojas de palin-palin untadas con cebo, para curar gol- pes e inflamaciones, aplicandolas sobre la piel. La planta es la Nicotiana Glauca. Los santiaguefios la llaman tam- bién palancho, 4& CHALCHALERG.- Los nortefios Ilaman “‘chaichalero”” al zorzal de pecho blanco. En La Rioja lo denominan ““cho- cof", “chosco” o “choschopio”. El “chalchalero” gusta del fruto color rojo vivo del “chalchal’’, planta de la que toma su nombre este pajarito criollo, ee ee PALAN - PALAN FOLKLORE N° 62 Aparece martes por medib, Re= Aadministracisn y Talle= tes en Carley Calvo 2154, Telé- foro: 23-7317, Distelbuidores: cn 'a Capital Federal: Antonio Rub- 99 en ol intericr y exterior: Dis lribuidors SAD.Y.E, México 625, Buenos Alves, Director de Redaccién: JULIO MARBIZ Editores Responsables. ALBERTO Y RIGARDO HONEGGER Sociedad Anénima gas| Tantra nepucios | DE NUESTRO FOLKLORE... * PASTO DE PUNA “Se Haman pastes de puna a una clase de pastos cue carecen completamente de calidades fritivas, son seeos y sin jugo, y por consiguiente inapropiados para alimentos del ganado. "Los mas generales de éstos son de dos clases, diferentes en su aspecto y modo de crecer. “EL ms general y conocido nace en los campos altos donde existen médanos, 9 son terrenos arenosos, Crece mateado, es su- mamente seco, alto, muy finito; cuando brota después de alguna quemazén es de un lindo color verde, pero 2 poco tiempo toma el ealor de los pastos dures. "Como es tan seco y tan fino, no tiene ninguna resistencia, es como hilacha; el viento lo corta y lo lleva, y en grandes cantida- Ges Io deposita en los zanjones secos y en los arroyos, y es tan li- Vianito que se extiende en cl agua sin hundirse, formando un puente que es fatal en las que- mazones. José Herndndez: Ins- ‘truccién del estanciero. Primera edicién. C, Casavalle, editor, Im- prenta y Libreria de Mayo, Bue hos Aires 1882. e SALUDOS INDIGENAS Para preguntar gComo esta usted?, los indios pampas decian: iCiimelecaimi? Para_interrogar: 4Qué dice, amigo mio?, los onas dicen: Koneskaw yopen’yakr? @ CACHARPAYA En el Norte, se denomina asi toda fiesta de despedida a un amigo, y, particularmente, la fiesta de despedida del carnaval, En quichua se dice eacharpari, que es la denominacion correcta: e TATAUPA El tataupa —ton_popularizado ahora por Anibal Sampayo con su Kichororé— es un ave ame- rieana, una gallindcea. Ya la des. eribié' el viajero y naturalista Félix de Azara, en sus Apunta- mientos para la historia natural de los pijaros del Paraguay y del Rio de La Plata (Madrid, a Texto y dibujo de Leén Benardés CORTADERA 1805), El doctor Eduardo L, Holmberg observa que su color es “parde castafho por arriba; cabe- za y cuello, cenimiento oscuro; por debajo ‘ceniciento; garganta y medio vientre, blancos; flancos y rabadilla variados de barras Ondulantes blancas y negras: pi co umarillento; patas cenicientas oscuras. Se le encuentra en el sur del Brasil, Paraguay, Uru- guay y norte de la Argentina. Se trata, en realidad, de una perdiz- paloma, cientificamente denomi- nada Crypturelles t. tataupa (Temm.). @ CORTADERA La cortadera —el nombre le yiene de sus hojas filosas— es, con sus plumerillos suaves, blan- ros o rosados, uno de los mas be- Hos pastos de nuestras pampas Durante un tiempo la vimos en Buenos Aires, aclimatada en la Avenida 9 de'Julio, Los ingleses adoman con ella sus jardines y la Haman “pampa grass”. FOLKLORE N° 63 Aparece martes por medio, Re- accién, Administracion y Talle- res en Carlen Calvo 2154) Telé- fong: 23-7317, Distribuidores: en, ‘4 Capital Federal: Antonio 2ub- 50 en ol intericr y exterior: Dis- tribuidora S.A.D.Y-E, México 625, Buenos Aires. Director de Redacclén: JULIO MARBIZ Editores Responsables. ALBERTO Y RIGARDO HOWEGGER Sociedad Anénima DE NUESTRO FOLKLORE... EL CHIFLE El chifie no es sino un asta iinda, grande y bien pulimentada, a la que se le pone una tapa de madera por el lado mds ancho, perfectamente ajustads, de modo que no filtre, sirviendo la parte mas delgada de boca. Acollarados con buenas correas, servian para Hevarlos sobre el recado, sin te- mor de ser destruidos, ya Menos de agua, ya Nenos de vino. ‘Una botella u otro tiesto de parro cualquiera facilmente se quiebra, y lo que contiene se pierde; no asi lo que lleva wn chifle, que no es frégil y, por con- siguiente, ha prestado @ los via~ Jeros de ‘nuestros campos, que muchas veces debian hacer lar- gas trayesias, donde consegulr agua era un ‘problema Insoluble, mucha vtilidad. La palabra es espafiole y se le ha dado el mismo nombre que al cuerno donde se guardaba la pél- Texto y dibujo de Leén Benards vora para cabar los caflones; ¢s el poluorin de los tiempos pasa~ dos, usado por los cazadores, y tanto ¢5 asl, que hasta el presente muchas arrievos suelen decir: Pase el “polvorin”, compaitero, para refrescar el ganote. 'E] chifle nuestro, en vex de guardar pdlvora quarda agua u otro liquid cualquiera, ‘Le tapa de madera se la ase- guru por medio de un tiento al chitle misino. “para apreciar su valor es ne- cesario haber attavesado a mula campos polvorientos, recorriendo leguas y leguas sin encontrar una yertlente donde aplacar la sed...”. Ing, Pedro Pascual Ramirez: * huarpes. Btimilogia de las pala~ bras usadas por el pueblo”. Bue- ‘nos Alres. Comision Nacional de Cultura, 1938. CHAPECAS En Mendoza laman “chapecas” a lag trenzas que se hacen en su CHIFLE peinado jas mujeres. Es voz que se considera un chilenismo. Efec~ tivamente: los araucnnos —¥ también los Indios pampas-- Hamaban a las trenzas femeni- nas “chapé”, de donde deriva, indudablemente, el término en primer lugar comentado. En eb nezte Maman “simbas” a las trenzas femeninas. SALAMANCA La cueva de la Salamanca, 0 simplemente “la Salamanca”, donde entre brujerias, y con con: trato de vender el alma al dla- blo, se logran —segin dice Ja supersticlon— todos los goros del mundo, toma su nombre, a estar a lo expresado por el folk- Jorista Samuel Lafone Queve- do, de las palabras en aimara 0 aimara “sala” pela) y “maucea” ‘abajo, 0 cosa infernal). No es la iniea etimologia propuesta para olen, pero Ja, ealamanea es 18 misma FOLKLORE W° 64 Aparece martes. por medio. Re-" daccibn, Administracién y. Talla res en Carlos Calvo 2154, Telé- fone: 23-7317, Distribuidores: en Is Copital Federal: Antonio. Rub- ba en el intericr y exterior: Dis ibuldora S.A.D.Y.E,, México 5, Buenos Aires. Director de Redaccién: JULIO MARBIZ Editores Responsable ALBERTO Y REGARDO HOWEGGER Sociedad Anénima DE NUESTRO FOLKLORE... AMBROSETTI.- xs bueno rendir ‘homenaje a aquellos que entre nos- otros fueron “albeadores”, tempra- eros o madrugadores en dedicarse al estudio de las cosas nuestras. Entre log que inician con saber ¥ autoridad los estudios folkidricos fen el pafs, ocupa sitio de prefe- rencia Juan B, Ambrosetti. Es, co- mo bien lo destaea el doctor Au- gusto Raul Cortazar, “nuestro pri- mer folklorista clentitico”, un ver- dadero iniciador. Nacié Ambroset- ti —eonsagrade por aclamacién “padre del folklore argentino”, po el Congreso Internacional del Folk~ lore rounido en Buenos Aires (10 de diciembre de 1960— en Gusle- guay (provincia de Entre Rios), €1.22 de agosto de 1885. A los vein= te whos de edad viaja al Chaco ¥ estudia la vida del indio. Autor de numerosis monograffas, su libro mig popular es "Supersticiones leyendas (Regién misionera. Valles ealchaquies, as pampas)” de per- monente interés. Falieci pital. Federal, cl 28 de mayo de 1917, Una calle de Buenos Aires Heya su nombze, Su busta en bron: ce preside espiritualmente él Mu- seo Etnegratico de la Facultad de Filosofia y Letras, en la calle Mo- reno, ,por é) fundado, Ambrosetti —explorador, arquegiogo, tolklo- sista fue un mef®tro buena ¥ cordal, de rostro como nimbado por sui eorta barba Blanca, de mi- rede serena y ensofistiva, Estaba cassdo: con dona Maria Helena Holmberg. hermana de Bduardo Holmberg, naturelista argent de merecida fama, AIRAMPO.- 21 airampo (palabra que proviene del quichua, ampuni, que significa ayudarse dos en sti farea) es una “pequefia cetéces rastrera, de tallos pencosos. La planta es amarilla o roja, y su fru- fo rosado. La flor y fruio sirv para tefir de color cnrmin®, Cuan- do bunds, forma un airampal, José Antonio Faro, en la letra de ja zamba "Tacita’ de plata”, lo PATO SIRIRI.- Jaime Davalos ha rendido su homenaje, en una de sus composiciones, al pato siriri. En Jengua guarani, la palabra de- signa la idea de algo que se arra: ira. José Vicente Sold informa bre~ vemente sobre este pato: “Mide JUAN 8, AMBROSETTI cesi cincuenta centimerros del pico a la cola. Color picazo, mofén”. El autor ha quorido decir que es de plumaje ceniciento. LA LEYENDA DEL CRESPIN.- El crespfh_ ha inspirado, a través de sus leyendas, mas de una can- cio entre nosotros, Jaime Dava- Jos Jo alude en la *Zamba de un triste” y' también en “Trago de sombra" En esta ultima zamba express: “Por les profundos sau- zales/ desangra Norando su canto él crespin”. José Ramon Luna ha- bla del crespin cn sus “Mitos de Ja tierra indigena” y se ha ocupa~ do de Ja leyenda en las paginas de FOLKLORE. El cstamarqueno Refacl Cano habla también erespin 0 etispin en su libro tiempo de faupa” Pasando de la poesfa a la orni- tologia, el erespin, erispin o ehoehi —gue tales son stis nombres popt- lares— es el Tapera naevia chochi (Wiel) para los ornitéloges, un pajarito cuya leyenda, segiin’ Ro- berio Lehmann-Witscbe, e& la guiente: “Hay dos protagonistas, marido y mujer, El hombre tiene que ausontarse de la casa por di- ferentes motives (va al_ monte, Gonde tiene que trabajar; a la sie- ga del trigo; a lejenas tlerras; a la guerra); es asesinado, segiin ciertos Tumores; no vuelve, y la esposa, Texto y dibujo de Leén Benards desesperada, anda busclindolo por lodes partes, Iamandolo por su nombre, Crispin, y se transforina en ave. “El aulor agrega algunos motives de origen de la leyenda, que se basa en estas costumbres del pajarito: 1) Vive inguieto y errante; 2) Vive solo y nunca se le ve en pareja; 8) Su grito se aye {ospecialmente) desde fines de oc- tubre hasta mitad de enero, es de- cir durante 1a época de la cosecha fen gue se perdi 0 perecié el ma- rido (0 cuando estin madurando los trigos); entonces ‘'vuela y re- vuela Tog trigeles maduros”. Se agrega también que se oye cuan- do se aproxima el dia de los di- funtos y que es interpretado ¢o- mo nombrando al marido (Cris- pin). Ismael Moya en su estudio sobre “los pajaros en el romancero criollo” anota distintos aspectos de Ja leyenda, en Ja que la mujer es convertida en pajaro y se lan menta Mamando al merit v al amante, Expresa que su ¢anty son sisie en dos notas iguales —“fa y fa bemol en quinta, Imitable en ta quena”—, y luego un laxz0 lencio. Es un’ canto triste y ere- FOLKLORE W° 65 ‘Aparece martes por medio, Re- daceibn, Administracion_y, Talle- tes en Carlos Calvo 2154, Telé- foro: 23-7317, Distribuidares: en la Capital Federal: Antonio Rub- bo en el interior y exterior: Dis- tribuidora S.A.D.Y.E, México 25, Buenos Ais, Director de Redaccién: JULIO MARBIZ Editores Responsables. ALBERTO Y RIGARDO WONEGGER Sociedad Anénima [PARIFA REDUCIDA DE NUESTRO FOLKLORE... © RASTRILLADA Cuando no habin los eximinos de hoy; cuando iInmensas extensiones fe ia pampa {gnoraban, por Teguise y Jeguas, la existencia de un eami- ‘no, lag rastrilladas prestaron va~ owos sorviclog, lisndro. Seyavla define ‘nel -cl érming:"RASTRI- LLADA. Muella 0 rastro, ‘mas 0 renos visible, que en cl auelo fir~ ine y sobre el pasto dejan Tow cag- tos de una caballeria, Ins plantas de un cuadripedo cualquiera 9 las Tuedas de un vehicula, en zonas de campo poco frecuentadas o cam!~ ‘nos poco transitados. Ella constitu~ ye wnn fuente preciosa de informa sign para nuestros afamados Ths- treadores”. La palabra viene de “rastro”, Completandg la informa- clon, Pedro InchauSpe anota sa- garmente: “La rastrtiade, —por la forma en que estaba tillado el aue- low permitia. a. nuestro gaucho, Tastrendor por excelencla, deduclt tina “serie ‘de detalles necesarios pita su tranquilidad o alarma: cla- se de los animales, direccién segui- da, cantidad, si ban de vacio o eargador, si los jinetes eran indios © cristianos 'y, profundizando. un Soca mis, haste determinabsn, con Rimirablo exactitud, et momenta fn gue ae habla procuctde”. ‘Alin ¢3_postste, en la provincla de Buenos Aires, por ejemplo, ad- vertir em nuestros dias Indicios de antiguas “rastrilladas", ocasionadas casi siempre por el paso de carre~ fas, Rainy vagriiadas se hn pre- servado de desaparectr bajo mates de pasto, Estudiosos de este tema fon’ hoy —pata no. cltar sino al= unos el Boctor Noe! H. Sbarrn Feuldenie. on ‘La. Plata; el doctor Sampel Tarnopelsky, autor de “La Fastellada de. Sallnas Grandes" (Gocumentade novela); el seSor Li- borio Justo ("Lobodén Garra"), etcétera. ® DURAZNILLO BLANCO Existe la ereencia de que donde hay duraznitio ‘blanco (Solenum slaueum Dunal) se encuentra, ca- vando, agua potable. “Martin Fie~ rro" 10 dice: "Tampoco a la sed le temo, / yo lo aguanto muy con~ tento, / Busco agua olfateando el viento / y dende que no soy man- co, / ande hay duraznillo blanco / eavo y la saco al momento”. Esta ‘mata del campo, debolas lanceala~ das, parecidas alas del duraznero, calor verde azhlada, tlene —anots Wilfredo Soli— flotes poquefias ¥ i amarillas, a modo de tubitor de tres centimetros de longitud, seme- Jantes a las flores del palén-palan, La expresion “jNellce, neitce!”* es equivalente a */Vamos, vamos!”, ¥ es usada por los “capangas" para ‘animar al trabajo al “mensi”, La palabra "mensii" deriva de men- ‘sna, © CIMBRA En La Rioja, en Catamarca, en San Juan, en Mendoze ¥ en C6r- dobe —como en otras provincias— se ha industrializado, en olerto mo- 0, 1a elmboracion del matay, torta de’ harina de algsrroba. (es' decir, o 1a vaina o fruto del algarroba), Que se singularlza por sus. alles propiedades alimenticins y energé- ticas. Pero ain subslsten los slate- ‘mas caseros de elnboracién del rico y dulce patay, con In colaboracién de la indispensable cimbra, “CIM- BRA —define el doctor Julién CA ceres Froyre— es el gran mortero pare redueir a polvo 0 harina las vainas de algarroba negra y fabri- ar el patay, Consiste en tina viga de madera de algarrobo, de.3 a 4 metros de largo, que tiene su apoyo en una pelea u horoén de 60 a 70 eentimetros de alto, quedando de ‘al manera como un balanefn. Uno de los extremos del. balancin tor- mina a su vez en horqueta, en In ue va amarrado el maray, nesada piedra de alrededor de 20 Kg. que ya encajada en la horqueta y atada ella con Tonjas, En el otro extre- mo de la palaica se coloca un manubrio para manejar In elmbra. El maray one on un recinto de ta- bblas, donde se coloca la algazroba gue'se va a moler. A este palo a Je Tama lmbrén, y a In bande's donde colocan 1a ‘ainas, elmbra, nombre que también se da al con: Junto, Posiblemente su nombre pro- viene del cimbrar de la vara ai trabajar la eimbra,” © AdL QUITUCHO En “La sanlorencefia", Jaime Dix valog alude al diablo, que ‘con ajf quitucho / carga el cartucho / pa carnaval”, La voz deriva del gui chua, “uchhu", que quiere decir comin, Sold sostiene que, de acuer- do con la sintaxis castellana, si més correcto lamar "quitaucho” 0 “uchoquita” a este ajf pleante po- pular en Salta. Texto y dibujo de Ledn Benarés DURAZNILLO BLANCO FOLKLORE Ho 66 parece martes por medio, Re- dacelén, Administracion_y [alles res en Car'os Calvo 2154, Telé- fong: 23-7317. Disteibuidores: en | Capital Federal: Antonio Rub bo on el interler y exterior: Di: ribuldore $.A.D.¥.E, México 625, Buenos Aires, Director de Redaccién: JULIO MARBIZ | Editores Responsables. ALBERTO Y RIGARDO HOWEQGER Sociedad Anénima i {TARDTA REDUCIDA| r O88 coNCEstON x e23 DE NUESTRO FOLKLORE LA LEYENDA DEL CARAU El caraw ave de los esteros, muy popular en Corrientes, protagonista, in- ‘elusive, de leyendas y canciones the- nne ropaje negro y ojos bordeados de rojo, como ave que estuviera lorando algtin peoado de cuando fue persona... E] folklorista y poeta Ismael Moye, on su documentado Romancero (tomo 1) le dedica un largo e interesante estudio aportando algunos versos anéniaos, al- unos “compuestox” 0 romances en co- las que In Jeyenda del carau ha ins- pirado. Se trata de un mal hijo, que refiere seguir bailando, mientras su madre esth enferma, y que, aun ha- Dbiéndosele avisado que Ia madre se torla, replice que “hay tiempo para Morar” y sigue dindole a la potca.. Hesta que se convierte en péjero que ora eternamente su desgracia. El pro- lijo naturalistay_folklorista Roberto Lehmana-Nitsche, autor de Mitor Or- nitoléatcos, resume ast en El Hornero (Revista de la Sociedad Ornitolbgica del Plata) la leyenda y sus earacteress “Folklore de origen indigena, Argen- tina (litoral). Las varlantes se redu- ccen al siguiente relato: Un joven que vvivia con su madre y era muy aficio- nado a los bailes, fue enviado a buscar remedios para ln madre que se habla enfermado; como tropezara en. el_ca- ino con una casa donde se bailaba, 1 ella entré y tomé parte muy activa en la danza; cuando fue avisado del empeoramiento, y nego de la muerte de la madre, 4 siguié bailando “pues para lorar habia tiempo”, Sélo cuando ‘estuvo en la casa vino la reacelén, El joven ora y Mora; se pone “luto en- tero”; se retira del contacto con la gente a las regiones inhabitebles de los esteros, donde queda solitrfo y es en- tonces transformado en ave, cuyas pe- celiaridades corresponde al héroe del drama, a saber: V=E! plumaje es negro 2% —Como las patas del carau, que es ave acuética, son relativamente lar- ans, parecen salir fuera del cuerpo sin esti cublertas, como éste; de abi que 82 CARQUEJA 1 nativo vea todavia, al ave vestida con el “ponchito corto” del joven pair ‘3° Los ojos son, colorados, “eno. fecidos por el ant”. “4° El grito parece un lamento do- loroxo y lastimero. 5°—El grito se oye (proferentemen- te) cerca de la madrugeda (Ja hora en que el joven, se retira del baile). 16° —La carne “para nada sirve, pues es de animal maldito”. 7°—Vive el ave retiada en los in- habitables esteros y pafonales, lefos de toda habitaci6n humana, 8° — Vive solitaria; “sola, perada en lo més enmarafado de loi carrizales, slrgndo al agua con sus ojos colera: os". TEXTO DE LEON BENAROS Ja compafiora en el baile fatal, tras pecultaridades no se. refieren al mito reeién esbozado; son las si- Ruientes: 10°— Al volar, el caran deja colgar tun poco los pies; pues en su fuventud fue domador y usaba espuclas pesadas, L18—Al volar, no acerca las alas por delante, una a la otra, como las sdemés aves; pues por sus delitos, sien- do hombre, estuvo preso en el c2p0, ¥ “al salir de alli quedé dolorido”. ‘Una versién misionere, en verso, que reooge Moya, comenta en un fragmen- unigos y eamaradas, / a todos 9°—Su compatiare ‘nica en fo so- loded es le pollona o gallareta, tal ver Jos suelo amar, / voy a contarles of suceso / que le acontecié al carau, // ‘La madre ya esteba enferma, / re- medios salié a buscar, / se encontré ‘con una fiesta / y sélo pens6 en baie | q Jar"... E] romance comenta asi el caso det ‘mozo en pleno baile, causa de su dese grecia: “Agartése de la mano / de una dama muy bonita / y suspltando le dijo: / Ya yeroqui co polkita” (bai- lemos esta polquita). EI resultado es €l conocido... ‘ = © CARQUEJA En la medicina popular, la carquefe tiene sobrado predicament. Dicen que {fusion es extraordinariamente bue- na pafra los males del higado; que el indio pampe y el eraucano le atribulan mucho de su vigor @ los ts de car- queja andina; que es muy saludable para el estémago y pare la salud en general, incluso para el sistema glan- dular de hombres y muferes. Las noti- clas. son como para ir a funtar care aqueja a la sierea y venitse con una pro- visidn para un rato lergo © IBERA La laguna Tberk todavia misterio- sa en no pocas de. sus selviticos rin- coner— toma se nombre del guaran “T" significa agua, "Iberé", agua bri- ante og 14044 Ue eerec ice ce ‘® LOS NOMBRES DEL BENTEVEO Elbenteveo esti fuortemente ligado al folklore. Leyendas, oreencias y sa- persticiones de distintas zonas del pais se vinculan con él. Tiene buena y mala fama... En Cortientes y Misto- nes se considera que anuncia’nacimlen- to, pero también malas nuevas. Este ‘pajerite eabezin, mis bien grande, de echo amarillento y lomo color gris pizarra, con franjas Blancas que le forman como una eeja ariba de los ojos; gran comedor de granos, aficlo- nado a pararse en Jas altas ramas de los dtboles, desde donde emite su por polar “‘bicho feot", es medio’ pelea dot y amigo de la ‘vida on sociedad. Tedlilo'Celindo Mereado observa, con razbi, que “postblemente es eb péjaro ‘argentino que tiene més nombres po- Palares, pues en cada provincia dene tuno distinto: en Catamarca, quechti- poy; en Tucumés, -guitupl; en San- tago del Estero, bichofeo, quetupaz, pepitero y quetin: on Salta, quitup, uke chico y viracoche; en San Juan, gene teveo; en Mendoza, pitojuan; en San Luis, tstdhuel; en Entre Rios, pitane gud; en Corrientes, pltogié y habié, En otras) partes de la Repiblica le Maman vulgarmenie: tristefin, chidtofus, quintovd, tii, diostadé, pitocé, popk- ero, » Bente, ploo-huaso, pico de ferro y tbitd. En lengua tupi Nimanle ne-nel, y en el Brastl bem tsi”, Muchos soa, pues, los “alias” del sim. itico y popular ‘benteveo, Ea “El 92 Libro de los Palsajes", en Ia seccién denominada “Alas”, el poeta Leopoldo Lugones le dedica’ un retrato ltieo y veridico, con ol nombre de “El pito- juan”. A la belleze y exactitud de le dlescripcién, Lugenes. sama el. comoci- miento de les costumbres del pajarto, em especial la de situarse en las ramas ands altas de los Arboles: “En la punta el chopo (tan alta / que se azula), on sibito afm / que su grito clarke simo exalta, / pide a Juan: “{Pito Juan, pito Juan!”, Y¥ continia asf el poete describiendo al popularisimo “Pito-Juan” “0 “bene teveo": “A le gloria del sol de Ja tar de, / su pecho es un largo liméa; / y en sa grito de intrépido larde, 7 palpitar so le ve el corazén”. / / “(Pito, Juan, plto, Juan, ito, pito, Bo, Jun. y eran ol ines / lo su oro publica en el grito / co- mo abriendo un capullo do luz”. Centificamente, es el Pkangus aul- phuratue Botiotanus (Laft.). En sus “Péjaros nuestros”, Juan Bur- lo dedica una silieta de la cual lestacames. este “flash” palarero....: “Vincha blanca y fina gola, / color de azufte el chaleco / y un chaquetén verde seco / que se aviva hacia Ie ool YY sufetentel Ya le podemos’ decir al benteveo: bentevt... © LLUVIA En Comiéntes creea que matando tun yacaré se producen Iluvias 0 crecen los ios. EL BENTEVEO ® AUCAS Aunque las culturas. indigenas del pasado no estén, para muchos, incuie das en lo que os verdaderamente folk- lore el folklore implica, ortodoxa- meate, supervivencia de formas popt- lares de vida, con una claso calta y ‘otra popular se admiten también for- mas de “folklore arqucolbgico”, yun ls ‘contacto entre indiada y ‘pueblo, forzosos 0 no, justifiean siempre un vistazo hacia la vida de! aborigen, -de donde derivan no pocos sos muchos, comenzando por el chiripa.. ‘Transeribimos continuacién ol sige nificado, en mapupe, de la designa- clin indigens de algunas tribus ara. canes: piounche significa “gente del norte”; huylicho, “gente del ser”; pucl- che, “gents del este”; pohuenche, "gene to de lov pinares"; tehuelohe, “‘patago- nes que emigraron al norte”; auca- che, “gente slzada”; maguche, “gente que trabaja Ja tierra”. Los aravcanos —pacientes dizectos de los pampas son indigenas cuya designacién derivé, se supone, de “are- auca”, que en quichua significa “vere dadero, revelado, alzado” o enemigo declarado, franco. Se ha oxplicado que 1 vocablo “are” tieno el signifieado de preposictén afirmativa EI Iager donde abnnda el jume, se ama jumsial, Los jumiales estin come ppuestos de una agrupacién de ese ar- busto, de ouyas ramas quemades se obtlene une excelente coniza potisiea, buena para el lavado de la ropa, la ceniza “e palo ’e jume”... seu seta0a, TITS CSOT, . | DE NUESTRO FOLKLORE TEXTO Y DIBUJO DE LEON BENAROS. LA PERDIZ Y LA ZORRA Susgna Chertudi viene traba- janddtouy meritcriamente en la ecopilacién y clasificacién de cuentos folkléricos argentinos. Hace no mucho publicé Ia pri- mera serie de “Cuentos folkléri- cos en 'a Argentina” (introduc cién, clasifieacién y notas). En 1y0d, en Ja Bibl oteca del Siglo Medio, editorial “Eudeba”, con el N° 38 la misma autora publica “JUAN SOLDAO’, también cuen- tos folkléricos de la Argentina, Breve, gracioso iy simpatico, el ti- tulado LA PERDIZ ¥ LA ZORRA dice asi: “La perdiz y la zorta eran dos comadres y muy buenas amigas. En cierta ocasién estaba la z0- rra tomando el sol a la vera de an camino, cuando acerté a pa- sar la perdz silbando su cancién, Cuando vio a su comadre se de- tuvo, La zorra, que admiraba el lindo piquito de Ia perdiz, y que al mismo tiempo le gustaba sil- bar.como ella, le dijo: —Digame, comadre, emo ha- ce usted para silbar? Muy sencillo —le contesté la perdiz—, No ve usted que yo ten- go una boca muy chien? ~Y'digame, comadre gno po- dria yo hacerme algiin arreglo pa- ra achicarme Ia boca? Yo creo que lo mejor seré co- serle la boea, de uno y otro lado, y ast podra silbar —dijo la perdiz, ‘Acepté la zorra, y una vez he- cha la operacién,” partis por un caminito bien estrecho, despidién- dose con gran regocijo de su co- madre, que tan bien la habia arreglado para el dificil arte. Andaba la zorra distraida, en- sayando sus primeros silbidos, cuando de pronto la perdiz, que se habia escondido entre unas ‘atas,salié volando, asustando a su comadre. Esta, con Ia sorpre- sa, no se acordé que no podia gritar, y dio un jguaaacl que no sélo le corté el hilo de la costu- CAMAMBU. ra, sino que también Ie corté el cuero, dejindose esa enorme boca que le impide silbar como la per- diz” © GRITO Guillermo Perkins Hidalgo dis- tingue dos tipos de grito en el hombre guarani, Y anota un sor tilegio interesante: “Para gritar cada vez mejor hay que tomar agua en la cfscara’o caparazon jue cubre el cuerpo de la chi- chara o fakird. El hombre del agro corrent'no, cuyo tipo psico- Iégico es silencioso, hospitalario y observador, tiene dos orgullosos grits tudiionales de alegria, de urla, de disgusto o de pelea: el sapukéi o grito simple y el yuru- peté o grito que realiza golpedn- dose la boca con la mano.” 1 CAMAMBU La medicina popular acepta el camambi atribuyendole virtudes medicinales. La infusion de sus hojas es considerada eficaz fiebres catarrales. Antafio, cuando se elaboraban los cigarros casera- monte, Ins hojas y ramas del ca ‘mambti se utilizaban para hume- decer el tabaco, antes de su ela- boracién. Tiene esta planta ho- jas de forma a la vez oval y lan- ceolada, El fruto es redondo, de un color anaranjado amariliento, aap semienvuelto en. un ca- liz de cinco sépalos soldados. La flor es de color amarillo pélido. 1 MAIMANTA En su gato “El huajchito”, su autor, Enrique Farfas Gémez, di- ce: “Maimanta traje fiesta, mai- manta plata”. La expresién equi- vale a decir: “zDe dénde?”, indi- cando la imposibilidad de que al- go exista o la negacién de que ello se encuentre con el sentido, en este caso, de: “yCudndo iba fa tener traje de fiesta o plata?” ‘Maimanta significa también. “no hay”. Es expresién quichua. Por su parte, “manta” indica, ademds, procedencia 0 materia de que es- té hecha una cosa; por ejemplo, como lo anota Jorge A. Lira: “was- simanta” procedente de casa, aparte de que puede expresar causa o motivo de algo. BW AGUARA En “Le Jindera”, chamarrita de Linares Cardozo,’ el autor, con acierto, indica el carécter coreo- grafico de la danza: “La chama- rita lindera, / pagos del Moco: reté, / se baila medio cansada / = como trote de agnaré”, Ei gua- ; anf, “aguars” significa zor, cu yo paso tiene, precisamente, ese ‘aspecto de trote cansado, ® LOS TEROS Y LAS VIZCACHAS Ba sas eral sata acres raterial al folllore, Es. interesante Gomsgar queen fy tbuley lye Alas del cao los animales esta Tope Sentados con virtudes 0 caractore fi Sicog que. responden,pexiecamento@ {a idivinersin que lor ditingue, Rev berto Lehmann-Nitsohe, médica y fol- Yorologo a quien s2 deben tantss teresantey paginas cobre nutes cos tuimbres-natvas el voluminose fom de sis "Adbioaceas Gopleteneat™ a completo estudio sabi@® Santos Veue" ites ornaldgena™ sur ave aciones sobre tn. ota depot, el Sambergo, el reajoy eto aporta oy Stes materiales felklbicdselaciona dos con el mundo de nuestra aifaana Sobre lo susedida entre os terosY les vizeachas dey por ejemplo, las dos ver- slonen amisay ta eorbaie, Hoyo lees y li 15 tanto que se le enrojecieron los ojos VERSION U. — “Los teros eran s0- fores sco con eata de negoctoy las Sincachany pnae calles en un impre- lencio, enmareado por los 70s cerTos ¥veinos, ccaracterttica més. inte Fiesta de Santa Ana es la feria, se- tmejante a Ta que con el nombre de Alicita se celebra en Bolivia, Ex la de aiisma salen a la vouta miniatures de ted naturaleza: muebles, cashatito peachitos, cestitos, trajes completo» peros con riendas'y taleros pequeiisi- ‘mos, munecos, etc., amén de alimentos tipieos, Todd esto puede adquirise ton billete (tambiéa pequefos), he- ho. con anticipacién, ‘en los que se consigomn, canta abulsas pero que pueden ser adquitidos con poco iro. Denteo de le fein no se ad- nite Gta -moneda que le que se ba emitido especialmente para ese dia, y los objetos cn venta tienen, por ello, precios exoubltantes, fabulosés: asi po! sjemplo, “se cobra” cinco mil peso por un vaso de cerveza; cien mil pesos or una pulsera comin de plata; tres Centos mull pesos por un recadito com Ble ete, Todos se sent alone qian Sumas astronéiniea aproxi- nando de eita manent such a ln realidad, aunque sélo sea por un dia pete eon el fntimo convencimlento de ‘que todo To adquirido ha de atraer a 4a esouiva fortuna y esegurar un aio de, abundancia, “La fiesta concluye la misma nucle, ¥ por las calles y laderas vecinas se alejan les que Te han dado vida.” Sillonear e sindoimo €e finetear. En 1 norte y noroeste, el caballo de silla, CHAMICO Datura Ferox L. 1 minal preferide para montanes Dauna'to aitenezo. ‘Bn la tamnosa “Vi- Asha del Culamnpaj”, de Manuel Acosta Viilufunle, el Pujllay, personaje repre scatativo del Carnaval (y segin Jost Wits Sah, “a herein Car naval se vise de ujer 9 anda. tor HS y dectorsionido ol hilo de un hase"), past “lonsandeo jteao nage Taente wn cio nee ™ [JUIRA, JUIRAL a ruplin del pals tenes voles tipieas dares, Buh provincia de Buena: Alves es carnsteristico el "Vie nes... vamos! (Siga.... sigal jJopa Jopai, ue algunos convterten ‘en hop hoya y-olsus en el mis cortecto jtro- pa... tropa" Pero en el norte es ‘ipi- 9 en los arreos el gto de jJuirs, jut ral El poeta jnjetio Domingo Zerpa lo consigna en una de Su> ands celebradas <2mposicicnes * CHAMICO Es may popular ew el campo el fet ‘nico (Datura ferox), cou euyas boas ss Pace eaaplasmes” EY ham de es fiefs, eon las que se improvisan elgae sills medicines, dicen livia Tos aa ques asmiticos. FOLKLORE N°'76 Editor 625, Buenos Aires. responsables HONEGGER S. A. Redaccién, administracién y talleres, Carlos Calvo 2154. Teléfono 23-7317. Director; JULIO MARBI Federel: Antonio Rubbo. En el interior y exterior: S.A.0.Y.£., México Distribuidores en la Capital corto ARGENTINO CENTRAL TARIFA REDUCIDA Conceston 6722 DE NUESTRO _ 4. LEON BENAROS - FOLKLORE PONCHO PAMPA 08 araucanos —y sus préximos parlentes, los indlos pam- as fusron, maestros en el arte de tojer el Hamado poncho pampe, hermoso, silido.y' aun practcamente toe eres de cuyo Hpo guedan, cn las colecionss pra: das, bellos modelos. Tito. Saubidet —el conocido y ya fa- Necida pintor y cscritor, hombre que vivié lazgamente en Anal, pago criollo en el que hizo muchas de sue Investig iones de cosas de campo— deseribe asi el poncho pampar “Poncho de lana confeccionado por los indios pampas sobre telares oblicuos. Constituyen su caracteristiea Jos dibujos uardes con motives a base de la cruz v siempre en éngulos Fectos. Otros, como nica decoracién, Levan grupos de listas paralclas y' bien compuestas. Ceneralmente estan die bujadas en blanco sobre fondo azul ebscuro 0 negro, sieado estos colores los preferidos, aunque en ciertos ‘caf0s se usa tel rojo, ete, Se observa mucha armonia en la composicion y, dept de Ins elors cuandg se leg a emplear otros emo el verde, amarillo y rojo. Sin embargo, raras veces se usan para. ponchos, prefirténdalos sobre todo para. las fas, Ts y avin hoy ‘matras, Las tinturas las extraian, eominmente hhacen, de las cortezas y frutos de clertos &r- fe PONCHO PAMPA con araollos rovcno maura boles, plantas y yuyos, cuyos-colores son indelebles, mientras ‘que muchas abilinas modernas no soportan siquiera diez ho: tas de sol. Por ejemplo el socondo o raices. barranqueras dan un color extrardinariamenteresstente al tempo, al sol ¥ al jabén “La brusquilla tiie color vino; de las hojas de acacia se cnt ecole igual al atl, y de Ja ashi ‘un hermoso rojo; el aguaribay da de sus fojas un tinte amarillo: del aail, planta leguminosa, se obtienen cl azul y el. celeste, fos gue se disuelven ‘inicamente en orines madurados par’ semplearlos en la tintura; las flores de celbo proporcionan un vivo color encarnado; el verde sombra lo da ln muna, y ef limén produce el color amarillo: las hojas de chilea tk. fen de amarillo oro; la grana o cochinilla, de rojo; el molle, de un gris pélldo y otra especie de esta planta, de amarill el amor seco 0 pimpinela cimarona colores do amarillo, el ‘shafar se utilize amostizuéndose con alumbre e hirviendo la cedscara, para obtener un tints café; el churqui, acacia 0 ar0- ‘mo, muy ricos en tanino, producen el gris y el negro, lo nismo que el espinillo; la manzanilla silvestre tiie de ema illo y se amortigua con alumbre. ..” En Ja proliia informacién, Saubidet aclara: “Las ponchos views, guanaco y llama cuya lana se ha teaido con el sauce, son los de mids valor”. (El sauce title de amarillo) En cuanto al medo de hacer un poncho pampa, Saubidet expresa: “La lana primero s: desprasa, después ss tifle y se vurlve a deserasar muchas veces. Para esta funcién se utiliza la infusidn de las raices de barba de tigre o espi cruz, arbustos muy coxmunes...., siendo este ultimo bafo el gus fle color. Como desgrisador se uta I cortera de guillay, 1a quinoa, como también una tierra blancuzea, que conticne mucha potasa, y Ia infusién de la fruta del pacard. La lana se corta con tijeras o en la forma en que antigua mente procedian Jos quichues, quienes entérraban el. cuero en un Iogar himedo y lo dejtban cubierto durante alzunos dias con «I objeto de que se pudtiera; después, tomando la Jana con los dedos, Ie arrancaban con toda facilidad”. En el Museo de la Patagonia, de Bariloche, hemes visto, hermosos ejemplares de este tipo de poncho. Llama’ le atencién un poncho pampa cuya decoracién no es en cruces sino en argollas. Creemos recordar que pertenecié. al bravo indio Pincén. zt ™ TEQUE En el morte argentino Haman “teque’ También Haman asi al guanaquito, y aun baja. estatura, al niilo pequetio. @ la persona de FOLKLORE N’ 77 © Editores responsables HONEGGER S. A. Redaccién, administracion y talleres, Carlos Calvo 2154. Teléfono 23-7317. Director; JULIO MARBIZ. Distribuidores en ia Capital Federai: Antonio Rubbo. En el interior y exterior: $.A.D.Y.E., México 625, Buenos Aires, TARIFA REDUCIDA 6722 CORREO ‘ARGENTINO CENTRAL DE NUESTRO FOLKLORE Texto y dibujo de: LEON BENAROS EL SAPO Y LA LLUVIA Ex. sapo tiene partcipacin intensa en el folllore, En sus “Notas de arqueo- Togia ealchaqui”, como en sus “Supers- ticiones y leyendas", Juan B, Ambro- setti —verdadero padre de ‘estudios folkléricos en nuestro pals— dice que, para hacer lover, “en las provincias de Bin Luts, coslgen ol exten y de una pita, un'sapo vive de la rama de un Eibol. "En ef Valle Calchaqui 1o este queen en el suelo, lo costigan con Futo chico, es decir con ort Entre Rios lo estaquean con esp! racncjo poto bes uum erve da niza. En la Pampa Central echan sa- pos vivos en los fegieles para que Bente ageesyom fn con tstor solmaley son que'te encargan'de abrir las vertientes”. Como se ve, el pobre e inofensivo pace ead ye ieee Al cocrecasccil Ae las supertilones aue gan alede dor de él... Las anotaciones de Am- brosetti son de 1899. Desde entonces algo habré. mejorado, folkléricamente hablando, le situacién de estos bata: clos, en la medida en que dejen de ser considerados culpables de si lueve © CHISCHICA La palabra “chischica” tone significa dos diversos en el norte argentino, y en especial un Salta. José Vicente Sold fe" anota tou siguientes; Es la “hersa- mienta de carpintero que sirce para hacer cucharas as palo”; también “et cuchillo «muy fil del zapatero”; tgualmente se dice “de una persona 0 cosa de escaso valor”; también de “la ‘muchacha baja y delpada, menudite”, 'Y, por extensién, os “el animal caba- War que tiene un ander menudo y PICO BLANCO rutdoso, que imita et sonido que hace a chischica cuando corta ta madera”. @ MEDICINA SUPERSTICIOSA En sus investigaciones en la frontera srgentino-blivizna (habitada por in digs caané, chinhuanos, ete, la sears Delia Milldn de Palavecino’— distine fuidn especilista en el estudio de sa Enos “teides indigenasy_ eriollow~ ho, en otro sspecto, interesante ob- Serviciones sobre précticas medicines ingen populates ly perso or ejemplo, —exprest~ para a cura del chucho (paludismo) proceden ati: "Una zanja larga y ancha, donde uepa i paciente. Se hice fuego en la zan}e, y cuando esté bien caliente, se retiran las brasas, Entonces se poten hierbas tales como tinajero guaranguay, hedion dig blanca raiz de ¢alaschin y algunas mas (son cadoriferas casi todas). Se dejan algunas yerbas al fondo de la zanja, y se acuesta alli al enfetmo, ta- pandoselo luego con el resto de. Jes Yyerbas y una manta. La cabeza debe {quedar un poco afuera, Cuando el pa- Giente ha terminedo de sudar, se le Ga una horchata de semilla de sandia” Para el asustado —continia sefirien- do la sefiora de Palavecino— especial- mente si es criatura, se provede asi "Se lige viernes o martes. Se ponen tres brasas en un, recipiente y se le agrega estiércol de gallina; mientras sto se quem, Maman al asustado y lo rahuman’”’ 5 AIMOGASTA Segin Samuel Lojune Quevedo —dis- agate eeligge y pierata. sentinel nomine day pueblo ioe. no de Aimogasta significa “el pucl de los ener, LA tee “gant” do origen probablemente diaguita 0 ca- cana significa “pucblo” @ PICO BLANCO Tito Saubidet define asi al caballo plco blanco: “Particularidad en el pe- laje de la cabeza del caballo cuando tiene sefial blanca en la extremicad de la nariz, en el labio superior, en cl {inferior 0 en ambos a la vez". Juan Coelio (Tuan de In Cruz Cuello) ~el personaje que hizo famoso Eduardo Gatigrrer— tenfa (segtin recuerda Emi- lio Solangt) un famor caballo “pico blanco”, “aue ere veloz y do tio largo FOLKLORE N'78 625, Buenos Aires. Editores responsables HONEGGER S. A. Redaccion, administracién y talleres, Carlos Calvo 2184, Teléfono 23-7317. Director: JULIO MARBIZ. a Federal: Antonio Rubbo. En el interior y exterior: S.A.D.Y.E., Mexico Distribuidores en la Capital 4 pie "fame de ser ef mejor peer je Buenos Aires". i g é TARIFA REDUCIDA 6 - zg Ly & a M DE NUESTRO FOLKLORE Texto y dibujo de: LEON BENAROS @ REGION CALCHAQUI En los Valles Calchaquies subsisten ain, ceremonias de honda raigambre folklérics, Juan B. Ambrosetth recogié, especialmente en sus "Notas de ar queologia calchanut” y en sus “Supers ticiones y leyendas”, muy interesantes materiales, que interpreté adecuada- mente. No poco de su iaformacién la recogié en Molinos (Salta). Partlcus armente intererante es lo aue alude a la venta de animales en los Valles Cal- chaouies, y a la ceremonia aue acom- aia al acto, que incluye rites pare alefar la posible peste. “En las ventas de animales —dico— se procede del si utente modo: retinese In majada en el corral, y en dos tiestitos de barro ‘e pone tn poco de incienso sobre una bbrasa encendida, colocdndolos al na- lente El més anciano de la familia leva consigo el fetiche, atie consiste en una peavefia oveia de barr 0 pledra, después de algunas palabras en qui chua, corta un mechén de lana de Is cola y otro de Ie paleta, y haciendo un hoyo en el centro del’ corral los en tierra con algunas hojas de coca y al- mumas gotas de chicha. La presencia del fetiche tiene por fbjeto aue jel comprador no Tk Ja ‘suerte de ta majada y ésta siga prosperando. Al termina Ja venta y al Targar ta ‘mafada, los més viejos prorrumpen en tun Manto To mis triste e inconsolable, Pore ignoran st el fetiche esté 0 no conforme cén la venta. Estos fetiches de forma animal des- ‘empefian miuchar otras funciones.sir- viendo de potente talismén para, con- jurar las epidemias de los ganador La ceremonia es por demis inte + Megado el dia, Ja familia se refine en clerta parte ‘del pastoreo, y th duefo de'la hacienda, despite de hhaber adornado con cintas el fetiche, sale cortlendo con él en todas direc: clones. como para emantar In neste Mientras tanto, In mujer imita el mugi- do de las vaces, los hijos el de los ter neros, las hijas'el de las temeras, los comedidos hacen el papel del ganado ajeno, v uno de ellos el del toro padre embravecido. Y todos mugiendo, gri- tendo, balando y bramando en una algarabia.pintoresca, se embisten y s@ atropellan unos a ofvos, haste que, ter- minado ese pandemonium, se vuelven a reunir, brindéndose chicha, do la que derraman pequefas cantidades pa- xa liber a la, Pachamama, retirindose por fin con la creencia de haber es- antado la peste.” CEPA CABALLO © CARRERA DEL AVESTRUZ Y EL SAPO Los animales tienen partcipacién muy sefialada en. los cuentos folkiéri- cos argentinos. Son también frecuen- tes las “carreras” entre ellos, quo ad- qeren tonas ingeniosos. 0. hurorist- 208 en el relato popular andnimo. “Cuentor fetklérieos en Ta Argentina” (dicién del ex.Insttuto Nacional de Baan Tibia Negi ea pologfa), Susana recoge esta versién, de la “carrera del avestruz. el sopo", que transcribimos con ta tografia ‘com que la comunicé @ in- formante, Trdnsito Nardi, de Frias (Santiago del Estero), hace ya muchos afi: “Un dia, el avestrus Ye dijo a sapo: =Vamo a hacer una carrera. ~jCémo no! te conterta ef sopo. Marcoron con una raya la legade, cerca 'g una barranqutta donde hablo tuna cuevita. Entoncer el sapo va y le ovlea a otros sapos que tba a correr una ca- rrera; escondié a uncs en et camino y @ otro le dijo; ~Ponéte ahf, en esa cuevita, Emperd la carrera y cuando el aves- truz pasaba junto @ un sapo escondio, et sapo saltaba, y siempre que el aves: truz se daba vuelta vela un sapo sal- tando detrés, Cuando estaba por Ueger 0 la raya salié el sapo que estaba escondio en le cuevita y se puso en Io Uegada. El avestruz auedé pasmao al ver que el sapo le habla ganao”. © CEPA CABALLO La infusién de Jas hojas del espi- ‘no39 arburto que llaman “cepa caba- Uo” (Xanthium spjnosum) dicen es buena para los males del rian y aun ara curar el resfrfo, Eso si: es suma- mente amarga FOLKLORE N° 79 © Editores responsables HONEGGER S. A. a Redaccion, administracién y talleres, Carlos Calvo 2154. Teléfono 23-7317. Director; JULIO MARBIZ, Distribuidores en la Capital | Federal: Antonio Rubbo. En el interior y exterior: $.A.D.Y.E., México TARIFA REDUCIDA e122 coneesion 625, Buenos Aires. $98 "PIQeG ~ “W'S OS8OU Kat OSEAN DE NUESTRO FOLKLORE Texto y dibujo de: LEON BENAROS = UTURUNCO La leyenda del hombre-tigre (en realidad, hombre que se transforma en. tigre) esté muy divulgada en el pais tan diferentes denominaciones. Em el norte es la leyenda del “runa uturua- cx", En ef ltorl, la del “yaguareté abi”, También se la conoce como le- yenda del “tigre capiango”. Bajo esta ‘iltima denominacién, Leopoldo Lugo- nes le dedicé un interesante e intenso: poe ‘en su libro “Ramances de Rio Ua gs engenioga clekaga o> sus Notas de argu fre in que vuelve on sus Superrelones y leyendas, ef la sigulente: “La cabeza Ye here ag los Vatis Calchagulos, as ‘como el dibujo de todo el animal, es bastante frecuente, y no seria extraio fue esto tuvigra algo que. ver 008 tn Siig call elds o'on I eyeada, do origen guaranty de los hechiceros tirglundor que sun hoy exsten all. “Todavia en los Valles Calchaquies los tigres infunden un terror supersticio- 20 ol bojesbl, oes een, gue ushos do ellos (uturuees) son hor: bres tnsformadcs en eve anal, bra foren au mayor pate, Pid aula genie ol cara do tigess talented algo de nonsancto, yao dian de tenor sv placer enendo dyen referir algiin hecho en que du- rranto la lucha la fiera ha podido mor- derlo. “sta leyenda et igual a la del Yar MAb de la region guaran{. El faguareté-Ab4 es un indio viejo que de nothe se vuelve tigte para comerse a los ‘compaiieres con qiulenes vive, o 8 cual. ‘quier otra persons. “La transformacién se efectia de la manera siguiente: icl indio, en la oscu- tidad de la noche y al abrigo de algin ‘matorral, se empieza a revolcar en el suelo de izquierda a derecha, rezando al tmismo tiempo un credo al revés, y asi tcambin poed a poco de aspecto. ‘Segin Jn leyenda, el Yaguareté-Abi tiene cl aspecto de un tigre rabén, con la cola maby cova y tn frente deprovins de “Con pocas variantes, estas leyendas es casi igual a la del tigre Capiango de net Shenae Santiago dé] Estero, de manera que el estudioso puede seguirla perfectamente desde la regién guaranitica hasta la cal- chaqui sin solucién de continuidad y ceonvencerse, con este otro dato, de la posbilidad de las invasiones guaraniti- ‘as hacia el oocidente de la Reptbli- Giro Bayo ~inquieto viajero, lexies- gafo y amerioanista espafiol— escribia Sobre el si de pascana: “Voz quichua, Desatar, porque en las pesca rus, jaras 0 altos en la marcha, se alivia do si carga a las bestias y antes w los indies, “Las pascanas soa lugares en despoblado, donde se descansa, 0 per- rnocta en un viaje, Algunas de las pas- ceanas que se ven en la cordillera chile- eargenting, fueron’ mandadas cone twulr por el gobierno espaol, parn re- Rigo dal cobs de or ceuer ge fransitaban por Jos pasos de los Andes. Entro vellas: —escribe Ciro Bayo en 1910 se conservan en buen estado Tas del eanino de los Andes por Mendoza, aque datan del tiempo de Ia conquista Bintan on comuincién Busnes, Asse fon Santiago de Chile, a guisa de oa- ino rel, En todo el ts cuentran diez casas y pies de seis varas de didmetro sobre un ina- cizo de eal y canto de tes o cut « vvaras, para que sobresalge de la nieve © de la Cordillera. El edificio os de bé- ‘veda compuesta en forma de arco, y In {abrica tan sdlida como lo acredita la El eaballo “malacara” o “mala cara” tiene una mancha blanca que, va per- pendicularmente de le frente al hocico, llegar a éste, y sin aleanzar la par te de los ojos. El, general Paz tuvo un famoso ee “malacara’ FOLKLORE N* BU 625, Buenos Aires. © Editores responsables HONEGGER S. A. Redaccién, administracién y talleres, Carlos Calvo 2154. Teléfono 23-7317. Director, JULIO MARBI Federal: Antonio Rubbo, En el interior y exterior: S.A.D.Y, Distribuldores en ia Capital Mexico TARIFA REDUCIDA ose eed = “VS OSSON ACT OSAMA DE NUESTRO FOLKLORE Texto y dibujo de: LEON BENAROS LA SERALADA Pedco Tachauspe escrtor y follo- tiala que demos saber y antorkdad, Sobre Todo en materia de folklore su- ieiow dese ti “ena “EL Signo de propiedad en el ganado me- hor ~ovelas, cobras, cerdes,et6~ 20 ts como el ganado mayor ~vacas, ex Eslloymulas, ete, una marca epic ala fon un hisrro candente, so Una fehal 0 corte, de divers formes, que sel haces ep ance une oon as dos orejs. La “sehalada” 8, puss el acto de marcar con sefal«l ganado tenor yea. operscién se. lieve a abo con iniquinas especies 0 sim Blemete conus ero uch ita, “De acuerdo con la forma del cor- te, ls teiales tlonen nombres catate- itioos hocqueta, sacl, aauesca, ble muetea, mario, pute de lanza, tte, ete; no, hay” inconventente et (joe la mls sefal sen usua por dos G'inds propietris, siempre que vaya fn un ato dstinto o en la ola ore, son lo que 32 evita toda confusion” @ REMESERO «Een S Norte de nuestro pais se ama eargado de conducir’ y Hlevgr a de- fenninado lugar wna “remesa”o tropa ‘@ SUCUMBE Kabcamnceines Uni bé entre las familias arribefias o del Norte. José Vicente Solé —informado leniel at to deeece este meee as cra diel,ffal ‘vez sea voz de origen taina: cused’. Mientras se bate el huevo para esta bebida, se recita Jo Siguiente: Estribo de cojén llomado, ps “El sucumbé, sucumbé; yo me casé con usté por dormir en buena cama, y después me dice usté que et colchén no tiene Jana" | ESTRIBO “TROMPA DE CHANCHO” Los diversos estribos que acostum- braban usar nuestros. jinetes eriolios estaban adaptados a la, tcpografia del terreno y asus necesidades posibi- s. En terra ana, de, ‘pastos Tblandos, el jinete no mecesitabapro- teg-r su. pie de arbustos espinos0s, y podia usar on simple estribo en’ el que ain —coma los gauchos surefios— solo introduefa et dedo gordo del pie. Pero en tietras nortefias 0 andinas, 0 cen toda aquellas de In tipica vege- taciin “del monte, ‘con sus arbusios ‘espinosos y desgarrantes, el pie debia ser protegido con un estribo adecus- do. De ahi el uso del esteibo de cajén, hecho de una sola pieza de madera, por lo general muy’ Jabrado y ador- had con sbonitas relieves, esteibo Ilse 24 forme, "trompa de chancho" mado también de “papacho” o “de ca- ja”. En este tipo de estribo se lucfan nse lucen los attesanos er En Chile, su uso esti muy difun- jo. Ex San Juan conocimos aun actesano avecindado en Calingasta — “Don Torres"— que nos hizo, a, nues- tro pedi, un lindo par de esos de nogel, para lo cual hubo que a:jar seour convenientemente lr madera, Bs te artesano —ya fallecido, que faba_un rancho ,proximo a la finds “Las Cambachas”— se ocupaba tam. Din en igualarextibos, haciendolos sobee modelos dados, para suplir guno que el duefio perdi. e Cuando el estribo de cajén —en el ‘que cabe eémodamente el pie— term nna en forma chata, parecida a la trom- pa de un cerdo, los paisangs lo deno- iminan “trompa dis chancho”, En todos los casos, ef estribo de cajin es s0s- tenido por un fuerte suncho de hie- tro también con frecuencia, decora- do artisticamente—, el que, calentado al rojo, se juste en una incisién adex cuada que da vuelta al estribo en la preximidad de la abertura, y- cif aquél con toda seguridad f | FOLKLORE N81 * 625, Buenos Aires. Editores responsables HONEGGER S. A. sdaccion, administracién y talleres, Carlos Calvo 2154. Teléfono 13-7317. ‘Director; JULIO MARBIZ.. Distribuidores en ia Capital federal: Antonio Rubbo. En el interior y exterior: $.A.0.Y.E., México TARIFA REDUCIDA Concesion 6722 ARGENTINO CENTRAL CORREO

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