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EL MAESTRO ESTRADA VISTO POR UNO DE SUS DISCIPULOS Entrevista con el Hno.. José Marcelli (Continuacién del Boletin No. 5) + Podria relatarnos alguna ensefianza o anéc~ dota que recuerde en este momento acerca del Maestro? ~ Hay tantas y tantas, que ojala algin dia tenga yo tiempo y talento pare escribir un libro, podria lenar varios libros con muchas cosas que aparentemente son insignificantes, pero que para un discipulo no pasan desaper~ cibidas, Cada uno de los actos del Maestro Estrada, de sus palabras, tiene un sentido profundo para alguicn o para varias perso- nas, A veces est4 un grupo de personas es- cuch4ndole algo y lo que no pasa de ser una conversacién intrascendente para muchos, de repente, es una verdadera iluminacién para alguien a quien estén dirigidas algunas de esas palabras. Siempre hay algo subs- tancioso y medular en lo que El hace o dice. Noy hay ninguna frivolidad, ningiin deseo de matar el tiempo, siempre hay una ensefian~ za, pero esa ensefianza es ten natural, tan ajustada a la realidad, que a veces pasa des~ apercibida para muchos, De todos modos, se me ocurre relatar en este momento un episodio que vi en el Ashram de Cuautla, y que ya he escrito en la revista Yug. Recién que comenz4bamos a construir el Ashram de Cuautla, habia dos cuartitos en donde dor- mian, ‘en uno las hermanas que iban al Ash~ ram y en el otro los hombres. Un dia por la mafiana, oimos gritos desaforados de las hermanas, que nos obligaron a tratar de in~ tervenir para prestarles algim auxilio y en- tre los que intervinimos naturalmente inter- vino el Guré; nos encontramos a las herma- nas dando escobazos a una rata de campo que habfa caido del tejado, El animalito estaba tan espantado que, en defensa propia, les lanzaba dentelladas y esto hacia que las her- manas redoblaran sus esfuerzos por acabar- loa patos. Entonces, lleg6 ei Maestro y les dijo: "Célmense, no hagan eso", tomé la escoba de manos de una de cllas, la exten- di6, se le qued6 mirando al animalito, el animalito se le qued6 mirando a El y luego, como si se hubieran entendido mutuamente, la rata comenz6 a trepar por la escoba, lue- go por el mango, después por su brazo, le lego hasta el hombro, se le metié entre las barbas y se le acurrucé, Entonces salié ca~ minando hasta el arroyo que cruza el Ash- ram, extendié su brazo y dijo algo, quien sabe qué habré dicho, pero yo of algo co- mo "vete", entonces el animalito comenzé a caminar por su brazo, se bajé y se per~ did en el campo. Yo mismo le pregunté: "Maestro, como le hizo?", El se sonrié y me dijo: "muy sencillo, el animalito se dié cuenta que yo no lo iba atacar y confié en mi, ustedes lo estaban atacando y no confié en ustedes, pero en mi si confid". Con esta sencillez explicé El un fenémeno que no se da muy facilmente; el sentido de la vida, el dominio de las Leyes, la com~ penetracion del lugar que ocupa cada cosa y cada ser en la vida y la forma de colabo- rar al plan de la vida conscientemente, al menos yo lo veo asi, Esto, por hablar de una anécdota un poquito espectacular, perc hay muchas otras que no lo son y sin em- bargo, para determinadas personas en cierto momento de su vida, son tremenda- mente impresionantes, iluminadoras, ‘de- cisivas, aunque aparentemente no tengan ninguna trascendencia para los demas, Ego es algo de lo que poseen los Maestros, Ja capacidad de tocar la fibra exacta con el tono y la palabra necesarios para produ cir un efecto, efecto que probablementé los demas no necesitan y no reciben, pero aquél que lo necesita lo recibe, aunque no se encuentre propiamente dentro de la con versacion 0 dentro de la influencia:dirécta del Gurd, pero todo lo que El esta tacién do tiene un sentido y ast, cientos, -miles de anécdotas que quizés algincdfa ‘pueda escribir y que serviran para sefalar las normas, la linea a seguir para una vida plena y luminosa que es. la que el Gura Es- trada sefiala. No hay nada propiamente de milagreria en las anécdotas que se pueden contar de El, sino mAs bien Sabidurfa, Adn las cos2s como este asunto de la rata que les acabo de contar, tiene tanta sencillez y tanta naturalidad que si por un lado, es una muestra de dominio, por otro es una cosa tan natural que casi uno siente que también podrfa hacerla, si tuviese la sen~ cillez y la transparencia de alma que mues~ tra el Gura Estrada. Hermano Marcelli, estamos conscientes que hablar de un pergonaje de tal enverga~ dura, como dice usted, Uevaria mucho tiem po; se podrian escribir muchos libros, en fin, qué tanto no se podria decir del Maes- tro Estrada, Pero, pasando a otra cosa, nos hemos enterado por otras fuentes, que esté usted préximo a salir a una gira misio- nal, una vez que regrese el Maestro, qué nos puede decir de eso? ~ Bueno, creo que un discfpulo tiene que hacer lo que se deba hacer en el momento que se tenga que hacer y punto. Si he de hacer una gira misional a la Tierra de Fue- go en el extremo de Chile (7), 0 ir a Ixtapa- Tapa, pues es practicamente lo mismo, 1a humaridad es una y el mundo también es uno, y hay que hacer lo que se tiene que ha~ cer, eso es todo. Pero, oficialmente no le puedo decir nada, porque sé que hay que hacer algo, pero todavia no se exactamente qué. Espero que el Gurd me de alguna in- dicacién cuando Iegue, aunque El no acos- tumbra dar érdenes, sino simplemente su- erir, para que cada quien tenga la oportu- nidad de tomar decisiones propias y crecer en forma génuina como ser humano integral no solamente como seguidor de alguien como secuaz. Ast pues, espero que El dé algunas instrucciones, algunas scfiales, al- gumas sugerencias que espero poder inter- pretar para el trabajo que se deba desarro- Mar. Si considero légico que hay que ir a Centro y Sudamérica, porque ahi estén muy pobres, en el sentido espiritual de la Nueva Era, aunque en otros sentidos estén muy ricos; peru también aqui en nuestro pais hay tanto que hacer, tanto, tanto que casi duele andar de farol en la calle y obscuri- dad en la casa, pero de todos modos, creo que Centro y Sudamérica lo necesitan més que México, después de todo México lo tie~ ne a El y también al Honorable Gurti Dias Porta y a muchos discipulos destacados del Sat Arhat Estrada, y en Centro y Sudaméri- ca es muy poco Jo que se ha hecho todavia; hay mucho por hacer y tal vez sea un poco egofeta que nos dediquemos aqui a estar ra casa, cuando alld sé ca~ pensable. Pero, como le digo, iremos a donde haya que ir y ¢] Ma- estxo se encargara de dar la sefial, no la orden, - Por iiltimo, para nosotros seria muy va~ Jioga su opinién acerca de este tipo de pu- blicaciones que estamos haciendo, a fin de difundir ia Linea Solar, la Linea Acuaria- na, las ideas de tipo Iniciatico. ~ Bueno, opino que en esta labor ya esta- mos retrasados y que hay que meterle un poquito més de esfuerzo, porque:si algo se necesita en estos momentos es comunica~ cién, Creo que el gran fenémeno, al que estamos asistiendo, dentro del cambio de Era, dentro del cambio de ciclo cultural, dentro de la formacién de un nuevo tipo de hombre, de una nueva ‘humanidad; se apoya en gran parte en la posibilidad de le comu- nicacién masiva, en esa posibilidad de co- municacién masiva de que habla Teilhard de Chardin, cuando dice que est4 produ- ciendo la hominizacién del planeta, o sea, el sentido de humanided del hombre que ya no ge siente separado del chino, ni del hind& ni del ruso, porque se da cuenta que los problemas del chino, del hindit y del ruso repercuten en él, y sobre todo, los conoce a través de la comunicacion, ‘Entonces, en esta Era del Acuarius es muy importante, sumamente importante, comunicarse. La comunicacién es algo asi como un viento fresco que despeja los murciélagos de los malos entendidos, los encuevamientos, y to- das aquellas cosas que nos hacen corromper la mente y pensar mal de otros seres huma- nos, que tienen los mismos problemas y se mueven bajo las mismas Leyes que noso- tros, Yo les felicito a ustedes por este es~ fuerzo, espero que lo sigan realizando, sin ningén complejo, sino por el contrario, con mucha conciencia de la necesidad que hay de difundir este tipo de ideas, pero ala luz del sol, abiertamente, sin doble sentido, sin trabajos por debajo del agua, para que 17 todos tengan oportunidad de aclarar, de re- futar, y entre todos, intercambiemos expe- riencias. Cada hombre tiene algo que dar y algo que recibir. Desde ese punto de vis~ ta, necesitamos comunicarnos para enrique- cernos; la falta de comunicacién nos empo- brece a todos. Sobre todo, quiero insistir en esto: hacerlo abiertamente, bajo la luz del sol, tender la mano a todos los que la quieran tomar, recibir con esa mano todo lo que nos quieran dar, y dar todo lo que po- damos dar, Asi entiendo yo las publicacio- nes acuarianas y asi creo que podremos con, vivir a base de conocernos, de plantearnos nuestros problemas, de comunicarnos nues~ tras experiencias, de saber que somos, y que lo que toca.a un corazén, toca a la hu- manidad, (Entrevista por M,G. Juan de Dios Cruz B. ) eee En la Balanza del afio XXVI de la N. E, Estimado Lector: Gon el objeto de establecer comunicacién para intercambiar experiencias, le invitamos a enviarnos sus comentarios, impre~ siones, 0 sugerencias con el fin de mejorar y enriquecer esta Revista. Que el Mensaje Hevado por esta Paloma encuertre respuesta. Fraternalmente, La Paloma de Papel Monterrey 241, 3er. Piso México 7, D, F.

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