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YIIIPIVIIIDIIIIVIIIIIIDIIDIIIIIIIIDIVIIIIIDIDD INTRODUCCION eQué rezones existen para interesarse por la organizacién industrial? La pregunta parece casi absurda, Estudiar la organizacién industrial es estudiar el funcionamiento de los mercados, un concepto central dela microeconomia. No obstante, para que 4a organizacién’ industrial se convirtiera en una de las principales areas de la economia, ha sido ‘ecesario el transcurso del tiempo y dos oleadas de interés por la materia.’ La primera de esas oleadas se asocia con los nombres de Joe Bain y Edward Mason, ya ‘menudo se conoce como la «tradicién de Harvardy. Fue empirica en su naturaleza, y desarroll6 el famoso paradigma «estructura-condueta-funcionamicnto», de acuerdo con el cual fa estructura del mercado (el niimero de vendedores en el mercado, el grado con el que sus productos differen entre si, 1a estructura de costes, el grado de integracién vertical con sus proveedores, etc.) determina la conducta (que consiste en precio, investigacién y desarrollo, inversién, publicidad, etodtera), y la conducta produce un funcionamiento determinado dei mercado (eficiencia, roporcién entre precio y coste marginal, variedad de productos, ritmo de innovacién, beneficios ¥ distribucién). Este paradigma, aunque verosimil, se basaba a menudo en teorias débiles y recalcaba la necesidad de estudios empiricos de las industrias. Por ejemplo, se encontrd que en ‘general ciertas medidas de conducta y funcionamiento estaban estrechamente vinculadas a la estructura del mercado: una regresién tipica tenia la forma Il, =/(CR, BE,...), donde i Fepresentaba la industria, Tl, representaba alguna medida de la rentabilidad de la empresa 0 de la industria, CR, era una tasa de concentracion (una medida que intentaba resumir el grado en que luna industria era no competitiva) y BE; (barreras de entrada) se referia a variables que expresaban, {a dificultad de entrar en la industria (aproximada por la minima escala eficiente de entrada, la Proporcién entre publicidad y ventas, etc). Otras variables podian también afadirse ala regresidn. La regresiGn era corrida con datos de seccién transversal a partir de una muestra grande de industrias? Ignorando los multiples aspectos relacionados con el problema de la mediciSn, tales ‘egresiones produjeron una lista itil de hechos estlizados. No obstante, las relaciones (0 ausencia de relaciones) entre variables deben ser interpretadas como correlaciones 0 «estadisticos descriptivos», no como relaciones causales, En el ejemplo anterior, os beneficios dela industria, la tasa de concentracién y Ia proporcién entre publicidad y ventas son endégenos. Estin 1. Eat seccin s inspira en cases dadas por Paul Joskow y Ricard Schmalnsce 2. Para una exzente revi cca de ete punto de vist, consiltese Senmalenee (1986. 16 ‘TEORIA DE LA ORGANIZACION INDUSTRIAL simulténeamente determinadas por las «Condiciones basicas» del mercado (variables ‘exdgenas) y el ‘omportamiento de las empresas. ‘La ausencia de una interpretacién causal resulta incémoda para un analista. ;Qué se puede obtener de una regresién que muestra que la tasa de ganancia en una industria erece con la concentracién en esta industria?* Puede sugerit que en las industrias relativamente concentradas existe un poder de mercado y que el funcionamiento de tales industrias puede no ser Sptimo. No obstante, dice poco de las causas de la concentraci6n o del poder de mercado, y no consigue guiar ‘2 nuestro analista para saber hasta qué punto y en qué forma la intervencidn gubernamental puede mejorar el funcionamiento del mercado. La tradicin empirica intent6, desde iuego, medir condiciones (exdgenas) més basicas: tecnologia (rendimientos a escala, costes de entrada, proporcisn de capital fijo ircecuperable, existencia de una curva de aprendizaje, bien duradero en contraposicion a no duradero, etc.) referencias y comportamicnto del consumidor (estructura de la informacion acerca de la calidad del producto, reputacién y lealtad a una marca, etc.), cambio tecnoldgico wexdgenon, etc? Aunque se haya progresado en esta direccién, a veces resulta dificil obtener datos que sean medi= das precisas de las condiciones bésicas y sean a la vez comparables entre industrias, Los comentarios precedentes sin duda representan un juicio demasiado severo de la tradicién empirica, la cual, al fin y al cabo, estableci6 un conjunto de temas para la organizacién industrial. No hie mencionado el hecho de que alrededor de las regresiones se desarrollaron ‘muchas interpretaciones informales. (De hecho, los estudios casuisticos de industrias precedie- ron a la ola de regresiones y fueron posibles gracias a los casos antimonopolio. Diehos estudios dieron lugar a algunas interpretaciones informales. Las regresiones ofrecieron material Complementario sobre el comportamiento de las industras.) Esas interpretaciones, conjuntamente con los anilisis antimonopolio y los estudios casuisticos, dieron fundamento a ia posterior ola tedrica. Tampoco seria justo decir que se prescindié completamente de una teoria mas formal. En particular, la «tradiciOn de Chicago», que empezé con Aaron Director y George Stigler, recalcé la ‘ecesidad de un andlisis tedrico riguroso y de una identificacién empirica de teorias alternativas. La tradicion de Chicago tuvo un impacto metodolégico importante en el desarrollo de este campo; también es famosa por su opinién extremadamente permisiva sobre el comportamiento del mercado —por ejemplo, en relacién con las limitaciones de carcter vertical y la fijacin rapez de Precios (desde su punto de vista, la colusin en ef mercado es el principal delto)— y por su relativa IIIIIIIIIDIDIDIIIDIXIYVIDIDIIDIIIIDIIDIDD 1 ) ) 3339929 ) y209 ) 23 INTRODUCCION "7 En cierto sentido, la prueba definitiva sobre la utlidad de los distintos modelos consiste en determinar en qué grado resultan tiles para las personas dedicadas a analizar problemas relacionados con mercados o grupos de mercados reales. Me parece que to sélo carecen de particular ttilidad, sino que ni se usan realmente... De algiin modo, uno tiene el claro presentimiento de que las enseiianzas importantes provienen de las teorias informales, de las historias y observaciones sobre ol comportamiento y de que los modelos formales se producen ex post para demostrar que algtin tipo de ‘aparato formal puede explicar o incorporar algo de lo que, de hecho, se observa (Joskow, 1975, p. 273), La segunda oleada de interés, que fue principalmente tesrica, empez6 en los afios setenta Puede atribuirse a tres factores. En el «lado de la demanda», ya he mencionado la creciente insatisfaccién respecto a las limitaciones de los analisis empiricos de seecidn transversal que * habjan llegado a dominar el campo de la organizacion industrial. Existia una extendida sensacién, cjemplifcada por la cita anterior, de que ef trabajo empirico no apelaba a modelos formales de ‘mercados oligopolisticos. En el «ado de la oferta», eabe discemir dos factores. Primero, hasta los aos setenta, 1os economistas tedricos (con pocas excepciones) ignoraron en gran medida la organizacin industrial, que no se prestaba a analisis elegantes y generales, como la teoria del cquilibrio general competitivo. A partir de entonees, un grupo relativamente numeroso de entre los mejores teéricos se han intecesado por la organizacién industrial.* Segundo, y crucial para los temas analizados en la parte II de este libro, a teoria de juegos no cooperativos se impuso (no sin alguna discordia) como la herramienta estindar para el andlisis del conflito estratégico, apor- tando por tanto una metodologia unificada al campo. Ademis, experiment5 notables progresos en dos areas cruciales: dindmica ¢ informacién asimétrica, El escenario estaba preparado, pues, para una nueva acometida de las miltiple historia informales existentes. Este libro tiene principalmente por objeto los logros de la segunda oleada, pero he imentado no olvidar que otras contribuciones mas antiguas sentaron los fundamentos de este trabajo tebrico, Pienso que ahora el grado de acuerdo sobre la metodologia que se ha de utilizar en el estudio teérico de industria es suficientemente elevado para justificar un libro como éste He mencionado algunos desarrollos historicos de Ia organizacién industrial (OD sin definirla sin enfatizar su importancia. De hecho, me gustaria evitar el tener que definir de una forma precisa el campo, ya que sus fronteras son borrosas. La Ol empieza cirtamente con la estructura y el comportamiento de las empresas (estrategia de mercado y organizacién interna). Este aspecto estratégico-administrativo puede explicar por qué algunos de os autores de las mas destacadas aportaciones al area estin contratados por escuelas de administracién de empresas. Pero la OF no termina en estrateyias de administracin de empresas. La otra cara de la moneda es ¢l juicio que sobre la eficiencia del mercado puede hacer la persona ajena al asunto (el economia aacadémico, el funcionario del Estado o el miembro del tribunal antimonopolio). Los mercados de competencia imperfecta (esto es, la mayoria de los mercados reales) dificiimente maximizaran el bienestar social. Esto no significa necesariamente que el gobierno (el «planificador social»), dada la estructura de su informacién, pueda mejorar el resultado descentralizado, ni tampoco esta ‘observacidn indica eusndo y cémo el gobierno deberiaintervenir. Pero sinos dice que, anto desde una perspectiva positiva como normativa, los andliss fundamentados en modelos de competencia perfecta pueden ser altamente insaisfactorios. El aleance de la intervencidn gubernamental no esti propiamente definido. A grandes 5, Eno dficinents expla so cealizado» por a secent investiga erica en OI. La westruturay del mercado de la invetigaion tence en campo (por ejemplo, ef aume de buenos eric con interés permanente o temporal en el ica) fall misma sndogena, La expcacon de dich aflencia debe buscare en condiciones mis bisa. 8 TTEORIA DE LA ORGANIZACION INDUSTRIAL asgos, la promocién dela competencia a fravés de acciones antimonopolistas, al mismo tiempo ue ciertas formas de «regulacién del mercado» (impusstos y subsidios, estindares de calidad ‘minima, eteétera),* se considerardn dentro de la materia tratada en este fibro. Otros instrumentos, como precios y entrada en la industria 0 regulaciéa econémica a nivel de empresa (incluyendo franquicias monopolstas, licencias gubernamentales y nacionalizaciones) no se incluiran, Esta divisién tiene algunos efectos desafortunados. En particular, en mis modelos no se considerardn todos los posibles modos de intervencién. Mi tinica excusa (a la que recurriré para otros Propésitos) es que c! libro es ya muy largo. De incorporar la regulacién selectiva, podria haber oblado su extension, La teoria en contraposicion con la evidencia Durante os iltimos afios, la organizacién industrial se ha convertido en un campo bastante teérico. A primera vista, incluso un tedrico deberia lamentar la elevada proporcién de teoria en relacion con Ia evidencia en un campo en el cual los modelos tedricas a menudo carecen de generalidad, y las implicaciones practicas son tan erueiales. Al mismo tiempo que me parece advertir un desequilibrio en este campo, también pienso que la evolucién teérica ha sido extremadamente saludable. La «nueva OI tedrica», habiéndose fundamentado en la vieja tradicién oral de historias de comportamiento, asi como en hechos estlizados,’ creo que puede ayudar a quienes se dedican al anilisis de mercados concretos. No solo ha formalizado algunas de las viejas historias informales, sino que ha rechazado otras. No querria insistir demasiado en las contribuciones practicas de la tcoria. Podria poner demasiado énfasis en los andlisis positivos (explicativos) en perjucio de los ‘normativos (sobre el bienestar), ayudando escasamente a los tribunales a distinguir entre teorias en litgio. No obstante, posee contenido prictico. demas, las contribuciones tedricas pronto deberian realimentar los andlisis empiricos.* Estos sugieren que clase de evidencia se ha de buscar, separan las variables endogenas de las exégenas y destacan las hipdtesis que hay que contrastar. Ciertamente, ef andlisis econométrico no es 1a nica manera de realizar investigacién empirica en Ol. Debido a la calidad insatisfactoria de los datos, muchos investigadores aplicados estén dedicando mas atencidn al desarrollo de indicios sobre el comportamicnto y funcionamiento de empresas ¢ industrias a través de estudios casuisticos detallados de las mismas (a los cuales se Puede afiadir la evidencia acumulada con propésitos antimonopolistas). Aunque estos estudios teagan sus propios inconvenientes, de ellos han surgido muchas intuiciones interesantes. De hecho, teéricos en OI se han encontrado a menudo mas a gusto con estudios casuisticos que con analisis estadisticos (quiza porque sea mas facil recuperar las condiciones y los comportamientos bdsicos de la industria a partir de estudios casuisticos que a partir de estadisticos seleccionados Sobre beneficios, concentracién, publicidad, ctc., obtenidos # partir de una gran muestra sobre distintas industrias). 6. Por eregulacin de mercado» caiendo la que rata todas las empress dela industri inchidas las potencies) 7. Scherer (1980), una colecin singular de hechos acerca det comportamlento de Is empres, ha sido muy instrumental coe desarrollo de a tcoria actual 8 Los auevosextaios empiric intruindustria soa un buen siguo de que dco fenemeno ya pu estar oeurrendo. ‘Aigunascontnbaciones exelectes en esta drcsion son Bresnahan (1987s), Joskow (1985) Porter (1983) Pare un Bue 'rteilo de contenido general, conslene Bresnahan (1987). 2IIID Yor edt d o¢ 2VIIIIIDIIDD YIVIIIIIIIIAIIIIDYD YIIIIIVIVDIVIIVIIIIIIIDYD @xTRODUCCION 19 ‘Oto método de obtencién de evidencias que también puede benefiiarse de los desarrollos teéricos consiste en efectuar experimentos controlados en laboratorios” Es de esperar, por tanto, que estos tres enfoques del trabajo empirico se vean reforzados por los nuevos desarrollos teéricos. El libro no cnumera la lista de las implicaciones empiricas de cada modelo y no explica cémo distinguir entre modelos en litigio. No obstante, espero que la presentacion de los modelos sea suficientemente intuitiva como para realzar sus aspectos contrastables. Elaicance del libro El libro no cubre el terreno empirico (incluyendo la experiencia antimonopolio). También ignora algunas extensas reas tedricas, por ejemplo la regulacién econémica, la organizacion dustrial internacional,” la competencia imperfecta en una situacion de equilibrio general'® y la relacién entre OI y macroeconomia."? La metodologia tambien esta definida estrechamente. La parte I supone un comportamien- to optimizador, y la parte Ul generaliza la optimizacién en un contexto de decisién con varios agentes: la teoria de juegos no cooperativos. El libro no have justicia con enfoques alternativos; por ejemplo, el satisfactorio enfoque de racionalidad acotada. Lo que se gana con dicha omision es un tratamiento unificado. Para hacer las cosas mas sencillas trato a las empresas como una tinica unidad de decision que maximiza 1os beneficios. En la mayor parte del libro, los problemas relacionados con Control gerencial realizado por los accionistas, los bancos o el mercado de capitales se suponen inexistentes. La delegacién y el control en el interior de la empresa también son ignorados. El capitulo preliminar sobre la teoria de la empresa trata dichos supuestos. En los capitulos 4 y 9 se hhacen algunas referencias al problema de la agencia. Debido a que un tratamiento apropiado dela teoria de la agencia requeriria un libro entero, me conformo con mencionar los temas relacionados ‘con ella, los cuales pediran a gritos un desarrollo més profundo. Todo ello a pesar de creer que, de hecho, la interseccién entre la teorfa de la organizaci6n y la OJ es una de las dreas mds interesantes para la investigacién tebrica en el futuro. ‘Sin duda be tenido que escoger qué temas subrayar, tarea ardua a veces. Aunque mis clecciones reflejan mis propias preferencias, no deben ser interpretadas necesariamente como juicios de valor. Primero, dependen de mi estado actual de conocimiento y reflexién. Me disculpo ‘con los autores cuyas contribuciones no he recalcado suficientemente o no he mencionado debido a la ignorancia, mala memoria o insuficiente perspectiva. Segundo, las elecciones a veces son el producto de una estrategia de exposicién, Algunas contribuciones interesantes que requeririan exposiciones largas o téenicamente dificiles se relegan a pie de pagina, observaciones o cjercicios. ‘Cémo usar el libro Organizacién general La parte I (capitulos I al 4) se refiere a los aspectos del comportamiento del mercado que tno estin relacionados con el comportamiento estratégico (pero que sin duda no son inconsistentes 2). 9 Para on arial general sobee este enfoque deta Ol, consitese Plot 10, Para una contvcsion recente ala Ol en uns exonomia abet, casilete Helpman y Krugrso (1985) IT. Para um ardulo e contenido gener! sobre portions ene ea, consltse Hat (1985). 12 Consitese Carton (1987, 20 ‘TEORIA DE LA ORGANIZACION INDUSTRIAL con él). Considera Ia eleccién monopolistica de precio y cantidad, el espectro de bienes y publicidad y ta estructura de la distribucién. La mayoria de las conclusiones alcanzadas se generatizan al oligopolio, La parte I analiza la eleccién de precio, capacidad, calidad del Producto, investigacién y desarrollo y otras variables estratégicas del oligopolio. Utiliza ‘extensamente algunos conceptos elementales de la teoria de juegos. Me parece que esta division en dos partes es til por razones doventes. Ignorar las consideraciones estratégicas durante algunas semanas permite al estudiante familiarizarse con algunos temas clave de la OI sin sentirse abrumado por la introduccién simulténea de la teoria de juegos. También produce una separacién mas nitida de Los aspectos especificos del comportamien- to estratégico. He incluido un «manual préctico» en teoria de juegos no cooperatives (capitulo 11) con el objeto de ayudar al lector a prepararse para la parte il. No intenta ser un sustituto de un ‘curso mas formal en teorfa de juegos, esti diseiiado mas bien con el objeto de indicar los coneeptos relevantes y familiarzar al lector con su uso. Un curso separado en teoria de juegos seria de gran utilidad, pero en ningin caso es un requisito previo para la parte I. Sugeriria que los n0 familiarizados con la teoria de juegos leyeran hasta la seccién 114 del «ananual préctico», mientras, een la parte I del libro, y leyeran las secciones 11.4 y 11.5 antes de estudiar el capitulo 9 ‘Como ya he explicado, la parte I esta precedida por un texto sobre teoria de la empresa. La ‘empresa ¢s el objeto basico del libro, y por tanto debemos preguntarnos sobre su naturaleza y objetivos. El estudio de la empresa es un requisito previo al analiss de los mercados. Temo (y al mismo tiempo deseo) que el lector encuentre el tratamiento algo insatisfactorio. Tal como esti, puede interpretarse como un intento de tranquilizar mi conciencia («Ya que ya hemos raencionado la empresa, podemos olvidarnos de ella y tratarla como una caja oscura que maximiza los bencficios») al permitirme tratarla sin profundizar en la relacién entre organizacién interna y estructura del mereado. De hecho, no he incluido esta seccién porque realce el libro a través de su complementariedad con ios siguientes capitulos, sino porque creo que la teoria de la empresa es un tema crucial de la economia al mismo tiempo que una parte integrante de la organizacién industrial Relaciones entre capitulos Los capitulos son relativamente independientes. A pesar de ello, hay que subrayar algunas de sus conexiones. Por ejemplo, los capitulos 5 y 6 getcralizan partes del capitulo 1 considerando cl comportamiento estratégico, y en el capitulo 7 se procede igual con respecto al capitulo 2. Lit hip6tesis del derroche de la renta, mencionada en el capitulo 1, se estudia cuidadosamente ca la parte I La apropiacién por una empresa del excedente del consumidor, introducida en el capitulo 2, aparece de nuevo en los capitulos 7 y 10. Otras semejanzas serén mencionadas cuando resulte apropiado. Organizacién interna de los capitulos Cada capitulo se divide entre un texto principal y una seccién suplementaria Recomendaria a los estudiantes de licenciatura, los graduados de primer affoy los estudiosos no familiarizados con la O1, que se concentraran en el texto principal. Otcos estudiantes graduados y estudiosos Familiarizados con la OT encontrarin material un poco mas avanzado en la secci6n suplementaria PIIIIIIIVIIDIIDIIID >) gue ».?) Do? Fe PpP?PP> {IID ee JIIIID eee ee tee ey »IIID Pet DVIIPIIIIIIIIDIIVIIIIDIIVIIDIIIDD INTRODUCCION a jercicios — Los ejercicios han sido incluidos con el objeto de ayudar al lector a familiarizarse con los ‘conceptos y ampliar sus conocimientos. Algunos ejercicios aparecen en el propio capitulo; sus soluciones se esbozan al final del capitulo, Ademés, pueden encontrarse ejercicios de repaso (sin ‘soluciéa) a final del libro. Los lectores que no puedan resolver los ejercicios del texto no deberian desanimarse; algunos de elios son dificles. Estos lectores encontrarin més facile de resolver los servicios de repaso. Los ejervcios estan clasificados con asteriscos para reflejar su grado de dificultad: *: aplicacién sencilla de conceptos desarrollados en el texto ‘*#: mis diffcles; requieren més trabajo ‘++: avanzados; los més estimulantes Requisitos previos Economia Es deseable un curso intermedio de microeconomia, Por lo demds, el libro es bastante autocontenido. Cuando me ba parecido necesario, he intentado sugerir algunas motivaciones de Jos modelos. No obstante, cierta familiaridad con hechos estilizados dard al lector una mejor perspectiva de los mismos. Una anterior o simultinea lectura del clisico texto de Scherer (1980) seria de gran utilidad. Libros sobre estrategia de negocios (por ejemplo, Porter, 1980) y politica antimonopolio (por ejemplo, Areeda, 1974, Areeda y Turner, 1976, Blair y Kaserman, 1985, Posner y Easterbrook, 1981) resultardn también de gran utilidad, Matematicas Intento que la presentacién de las teorias sea agradable para el lector. A meaudo escojo formas funcionales especificas (como una demanda lineal) en vez de generales, modelos de dos periodos en vez de modelos generales dindmicos,y situaciones de duopotio en vez de oligopolio. Mi deseo es que la intuicién que hay detrds de los fenémenos estudiados en el libro sea lo bastante evidente como para convencer al lector de que los resultados tienen alguna solide2. ‘Se requieren muy pocos conocimientos matematicos. En la mayor parte de los casos, serdn. suficientes nociones elementales de cdlculo (por ejemplo, optimizacidn sin restrcciones). El lector deberia saber eémo obtener las condiciones de primer y segundo orden asociadas con un problema ‘de maximizacién, conocer el teorema dela envolvente!? y la regla dela cadena de diferenciacién, y 13, De acuerdo com este orem a ervada de valor de un probema de opsimiscion (a saber. el maximo dela fancién objctivo) con reapecto un parmetroexSgen ot igual la derivada parca de la func objetivo con respect al pardmetro. Eo x slo debe teers en cuenta ol efecto direta dal carnio en el pacimeto noel efecto incest x través de [Es vacable endogenasfeotrly el cul alo tiene im efeeo de segundo orden). Fermalmene sea (a) = emaxftea) Entonces we, FE aay, F-Zero, donde x(a) est variable contol dota 2 ‘TEORIA DE LA ORGANIZACION INDUSTRIAL tener algunas nociones sobre concavided.'* En puntos especificos y aislados, se usardn nociones Adicionales (integracidn por partes, la regla de Bayes, programacion dindmica). En general, los apéndices matemticos de Dixit y Norman (1980) y Varian (1978) contienen versiones sencilla de los conceptos nevesarios.'* Definicién de mercado, equilibrio parcial y criterios de bienestar El paradigma competitive Dentro del campo de la economia, el paradigma del equilibrio competitive de Arrow y Debreu es el modelo mejor desarrollado y el mas agradable estéticamente.** Una descripcién breve del modelo es fa siguiente. El modelo empieza con una descripcién bastante sutil de los bienes disponibles. Un bien econémico se caracteriza por sus propiedades fisicas, ta fecha y el ‘estado de la naturaleza en los que el bien esta disponible, su localizacién, etc. Los consumidores ‘estan perfectamente informados de las propiedades de todos los bienes y poseen preferencias sobre todas las combinaciones de bienes. Los productores (empresas), pertenecientes a los consumidores, estén dotados con conjuntos de posibilidades de produccién. Se aade un paradigma de organizacién del mercado. Todos los agentes consideran los precios como dados. Los consumidores maximizan su bienestar con la restriccién de que sus gastos no pueden exceder sus rentas (las cuales provicnen de sus dotaciones inciales y de sus partcipaciones en los beneficios de las emapresas que poseen). Ello da como resultado las funciones de demanda («orresponden- cias», si existen varias combinaciones de bienes que maximicen el bienestat). Los productores maximizan los beneficios sobre sus posiblidades tecnoldgicas, dando como resultado las funciones de oferta (o correspondencias). Un equilibrio competitivo es un conjunto de precios, con Jas demandas y ofertas asociadas, tales que todos los mercados (uno para cada bien) se vacian (z saber, la demanda total no excede a la oferta total) Supuestos débiles sobre preferencias y posibilidades tecnologicas permiten obtener re- sultados generales sobre el equilibrio competitive. De entre ellos, los mas conocidos son los dos teoremas fundamentales del bienestar. A grandes rasgos, el primero afirma que un equilibrio ‘competitivo es un éptimo de Pareto (a saber, un planificador social benevotente y bien informado 14. Uns fuscidn fi) en done x es wn vctor en A, x cncava si para cuslguler Jen [01] y para todo xy x Px+(1-Dx) > a) aVe. Para una funciéndierenciabl, la siguiente 6s una caracerizacinalterntiva de copcavidad: Para todo & y x, goss 3 Ler an (lector puade eomprobar exe dsigualdad, parse cao en que «©, dibajzndo un diagram) {La funion fs cuasoncava mls coojuntos eo J defnidos pot (x//() » ) soa converos para todo y. Para el caso ex que © €R, una condicon un poco mis forte ¥sufkeate para cuas-concavidad es que J"<0 siempre que f=0. Un siagrama demostrar cimeate qe esta ooc6n més fete de cuas-concavidad (qu esmas suave que coneavida) es todo eee euler fre suc as condones de segundo ore de we propane optimiza, No obsaeeta BOCo sels P (5) y Kamien y Schwan (181) son gemples de watmieias ms deallads de optimises pa 6. Consltar los hermosos tratamiento de Debreu (1989), Arrow y Haba (1970) y Mas-Coel (1985). El lector fncontrark vesoner mas simples ea Varian (1978) (al novel ce graduado) y en disinos terion de hoencatura eo 2IIIIIIIIIIIIIIIIIDXIIIIDIDIDIIDIIVIDIDIIDIDDD DIIIIIIVIIDIIVIIDIDIIIIIIIIFIIIDIIDIDIDIIDIDDID INTRODUCCION B no podria reémplazar la asignacion de bienes competitiva con otra asignaciéa factible aumentando el bienestar de todos ios consumidores) y el segundo afitma que, en supuestos de convexidad (que excluyen los rendimientos crecicntes a escala), cualquier asignacién éptima de Pareto puede ser descentralizada (implementada por tuna organizacién de mercado) a través de Ia eleecién de unos precios determinados y una redistribucién apropiada de las rentas entre los consumidores. Una propiedad clave del equilibrio competitivo es que cada bien se vende a su coste ‘marginal. Un productor aumentaria su beneficio produciendo més unidades dei bien si su precio excediera su coste marginal. A la inversa, disminuiria la productién, en el supnesto de que produjera el bien, si el coste marginal excediera el precio, Este resultado trivial tiene importantes implicaciones. EI consumidor, en el momento en que considera la posibilidad de consumir una tunidad adicional del bien, se enfrenta a un precio que es «el correcto» socialmente e internaliza el ‘coste de producir esta unidad extra. Esto es parte de la intuicién que hay detrds de la optimalidad de Pareto del equilibrio competitive. El primer teorema fundamental del bienestar limita drasticamente el campo de la or- ganizacién industrial. La organizaciOn de las industrias en un mundo como ése es nece- sariamente eficiente, La tinica preocupacién potencial de la politica econémaice es la distri- bucién de la renta entre consumidores, la cual ei planificador social puede no considerar ptima.!” El paradigma del equilibrio competitivo plantea supuestos reiativamente suaves sobre las referencias y las posibilidades productivas, pero s6lo dentro de una clase determinada. Entre las condiciones requeridas estin la ausencia de externalidades entre agentes econdmicos,'* la naturaleza privada de los bienes!® y la informacién perfecta de los consumiidores acerca de los bienes, Aunque tradicionalmente el estudio de las externalidades y los bienes piiblicos ¢s una parte del campo de las finanzas piiblicas, se estudiarén algunas situaciones relacionadas con «externalidades (por ejemplo, externalidades de redes) y bienes piiblicos (por ejemplo, el suministro de informacion sobre nuevas tecnologias). También se relajard la tercera condicidn al tratar dela informacién imperfecta que los consumidores poseen sobre los bienes (por ejemplo, en el caso de Ia calidad de los productos). De todas ias condiciones, la que quizé lame més la atencién sea el comportamiento que admite que los precios estin dados. Aunque resulte fécil encontrar mercados en los que esta condicién parece describirlos razonablemente bien (por ejemplo, algunos mercados agricolas) Ia mayoria de mercados contiene un niimero pequefio de empresas suministradoras con tin poder de mercado no despreciable.”® Hasta cierto punto, el libro trata de las causas y las consecuencias de este poder de mercado, 17. eso no signifies que & propio de tO el equilib competina dba se totalmente abandonado, Algsnas {mplicacionespostivs pden geivar de modes compettvos amples Por Genpl, ee oa interesante ogra (0 Atatada cn tei) ave us pradigna competivo pars ets, ev una exonomis dnd, poco ce etd y salda cua india contra undamentos tion ny de Gibat (de averd coal cial ete decrement de las empress ene a sr, como promedi, independ dl lama de lap mena). Conaice Lacs (1978), Jovenone (982), Lippman y Ruel (182) y Hopeahy 1986) i Una eternadad aparece cuando consumo de un ben por us soominioraecta dramas bens de iro conrumidr, 0 cundo a procs de una mprers fects otcs agents ecodeicos, Un coorumidor qu uments tamato de red telfnes, al conecarse la sree ena extralidad posta sobre oto soasumidavs Una ema ie ‘outamiag un o gece una extraldadnepitivasobe lo convumidoresy ors empresa 19. Ua bien palco cela piste serconnamicosimultaneamente por varios consmidres (por ejemplo, a densa oma “Comsat (986) tse Hall (1989 para ana eximacign ingenious def diparidad entre poco y conte mail en vais i pi ete cs 4 "TEORIA DE LA ORGANIZACION INDUSTRIAL Equilibrio parcial, curvas de demanda con pendiente negativa y excedente del consumidor En cuanto algunos de los supuestos del andlisis de! equilibrio competitivo se relajan, la teoria del dptimo restringido (second best)» nos ha ensefiado que muy poco puede decirse de las asignaciones econémicas sin utilizar supuestos mas especificos. Uno de los inconvenientes de la tendencia 2 utilizar modelos mds realistas de la organizacién de industrias, ¢s la adopeién de un marco de equilibrio parcial. Se destaca un bien (0 tn grupo de bienes relacionados) ignorando Ia interaecién con el resto de la economéa. En breve volveremos sobre la nocién de mercado, pero consideremos ahora la validez de Jos dos supuestos que se hallarn a lo largo del libro: que la demanda de un bien disminuye con su precio y que los cambios en el bienestar de los consumidores pueden ser medidos por el excedente dei consumidor. Primero, el concepto del excedente del consumidor. Considérese el mercado de un iinico bien. Se supone que la demanda de este bien disminuye con su propio precio ¥ que €s independiente de los precios de los oteos bienes y de ia centa de los consumidores, Para expresarlo fen terminos rigurosos, considérense las funciones de utilidad «casi inesles»: VEGo Ase 4ud = 40 + YL ValOady donde cl bien 0 ese! numerario y las funciones V, son crecientes y céncavas. Al maximizar U sujeto ala restriccidn presupuestaria G +E Pant donde [es la renta del consumidor, se obtiene que Vi(¢q) = Px para todo h. Asi, la funcién de demanda de cada consumidor, y por tanto la funcion de demanda agregada. satisface las Condiciones mencionadas anteriormente, (En el caso més general de preferencias casi linet- Tee U adeen da) = 40 + W(Gis=r4q> 188 funciones de demanda exhiben efectos cruzados de precios pero no efectos rents.) ‘Comidérese un bien homogéneo, Dupuit (1844) introdujo la primera medida del bienestar (El excedente del consumidor de Dupuit es también frecuentemente llamado el excedente marshalliano det consumidor (véase Marshall, 1920, p. 811). En lo sucesivo, lo llamaremos simplemente excedente del conswnidor.)* En la figura 1, se define el excedente del consumidor com el area entrela curva de demands y la linea horizontal al nivel del precio p°, Dupuitsostuvo {Questa ea era una medida delo que los consumidores estarian dispuestos a pagar por encima de Ty que de hecho gastan (pq), por el derecho a consurnir q° unidades del bien, El razonamiento es mas fécil de exponer cuando la curva de demanda se compone de un gran nimero de «unidades de Gemanday A saber, hay muchos consumidores que compran 0 o 1 unidad del bien. Los onsumidores son heterogeneos en el sentido de que poseen distintas evaluaciones o disposiciones 2 pagar (+) por et bien, expresadas en términos de dinero (esto es para las funciones de utilidad {asi lineales mencionadas anteriormente, V,(-) €s una funcidn escalonada para cada consumidor, {gual a cero para un consumo del bien / menor que | e igual x su disposicion a pagar para un D1. Consbtese Auerbach (1986) para una vein extnsn de varias medidas de cacdents 7 pesones Tea} de sonsumidor de Hicks (1941) y Samutson (1947) cxcesvas Coniltensetarfga as lisa: exposiiones det excae >2dIIIIIIIIIIIIDIDIIIIIDIDIFIIXIIDIDIIIIIIDD » YIIIIIIOD ) IDI dD 39-2: 220399 OD: d a INTRODUCCION 35 p “By Excedene ‘ naan G Conair Fig. 1. Excedente del consumidor. consumo del bien h mayor o igual que 1). Sin ninguna pérdida de generalidad, jerarquicemos estos consumidores por orden decreciente de sus evaluaciones: », > v2 2 ... Un consumidor con evaluacién y, compra el bien si y silo si v; > p®. El primer consumidor obtiene un excedente de +4 —p?, ya que estaba dispuesto a pagar v,. El segundo consumidor obtiene un excedente de vs—p®, y asi hasta el consumidor marginal (llamémosle nm), quien aproximadamente no obtiene excedente. El excedente total del consumidor es entonces (40°) + 2-9) + oe + Onn =P): Cuando 7 es grande, la funcién escalonada de demanda puede ser aproximada por la funcidn de demanda agregada continua q = D(p), y el excedente del consumidor puede expresar~ se por 2 Dwprdp. o ie ‘Ses el exozdente neto del consumidor. El excedente bruto del consumidor, Ses igual al excedente neto del consumidor mas el gasto del consumidor p° Dip). p expresa el precio de coste {el precio més bajo con demanda igual a cero). En la versin disereta es igual a v, pero también podria ser infiito sin necesidad de cambiar la formula. Considérese 2 un tinico consumidor del bien con una funcién de demanda D(-) decresiente. El argumento de Dupuit es que este consumidor puede interpretarse como un onjunto de consumidores con demandas unitarias. A saber, est dispuesto a pagar ¥ por la primera unidad comprada, v2 por la segunda, etc. En términos globales, su exesdente neto al consumir q° unidades del bien al precio p® viene dado por la ecuacién 1. A partir de ahora, consideraremos a un inico consumidor. Mas adelante, nos referiremos al caso de varios consu- midores. ‘Los cambios en los excedentes acto y bruto del consumidor cuando el precio cambia dep” p* se definen por las ecuaciones siguientes: 2% ‘TEORIA DE LA ORGANIZACION INDUSTRIAL ee ase f eM, a 2 AS = — |” Dipidp + (p'DE') — p°DP). Ie El excedente del productor se define como el beneficio de la empresa obienido en la industria. La figura 2 muestra la curva de coste marginal (que en el supuesto de competencia Perfecta coincide con la curva de oferta). El beneficio es igual al ingreso (p®D(p®)) menos el coste, El coste esta integral del coste marginal? Por tanto, el beneficio de la industria es igual al rea eatre la curva de coste marginal y la linea horizontal al precio p° (en la figura 2, el sombreado vertical. Fic, 2, La pérdida neta debida a un impuesto sobre el bien, El bienestar agregado en la industria, 0 el excedente total, es consumidor més el excedente del productor. El excedente total es maximo cuando e! precio pagado por el consumidor es igual al coste marginal (p° en la figura 2) ‘Una famosa aplicacion de lo anterior es a obtencién de la medida monetaria dela pérdida de bienestar («pérdida neta») asociada con un impuesto sobre el bien. Supdngase que la industria «3 competitiva; por tanto el precio inicial es el Sptimo (first best) (p°). Apliquese un impuesto tunitario fa cada unidad vendida. EI nuevo equilibrio consiste en un precio p' y un consumo q°. La Pérdida de bienestar igual ala diferencia entre las dos situaciones en términos de excedente total, Puede medirse por el érea de! triingulo rayado horizontalmente et la figura 2. (El excedente total 22. Sixite un coste de produc fio, éte debe vestarse de los benefcos PIPFPVIPIIII AIIM IIA III VIII IIIIIIIIIIID JIIYIIIIIIIIIFIINIIIDIIIIIIIYDIDIIDIIIIIIDD INTRODUCCION a también incluye fos ingresos obtenidos por el gobierno a través del impuesto, La manera mis fécil de obtener e! excedente total es restar el coste total del cxcedente bruto del consumidor. ‘Transferencias monetarias entre consumidores, productores y gobierno son irrelevantes para el ‘cémputo del excedente total.) Asi pues, como sugirié Dupuit, la pérdida neta puede ser aproximada por Lig —@i-lL ape gilt P= ZAI @ | para un impuesto pequefo y para un coste marginal constant. El resto de esta secciSn es mas téenica que la mayor parte de la introduocién y puede comitirse en una primera lectura. Trata la extensin del excedente del consumidor al caso de varios bienes y prosigue hasta encontrar, respectivamente, condiciones en las cuales la demanda de cada bien tiene pendiente negativa, y el excedente del consunidor constituye una buena aproximacién del bienesta. ‘Dos preguntas acerca del excedente del consumidorresultan obvias: se generaliza amis de tun bien? Puede expresarse en términos de la teoria cldsica de la demanda? Con el objeto de ‘contestar a estas preguntas, considérense las funciones de demanda generales 44 = Ds(p.!), en las ‘que la demanda del bien h depende del vector de precios p y de la renta del consumidor . La generalizacion a un grupo de varios bienes parece directa; sencillamente se pueden sumar los excedentes del consumidor de los diferentes bienes. La variacin en el excedente del ‘consurmidor neto del vector p? al vector p! es as = SAsy=— | E anton @ 5 Ie © {Una desafortunada propiedad de este excadente de! consumidor con muchos bienes es que Ja ecuacién 3 no siempre define univocamente un nimero. Se puede ver ficilmente que [a integral ‘depende, en general, de la senda de integracién desde el precio inicial pal precio final p'. La senda ‘es independiente (y por tanto esté bien definida) sélo si las funciones de demanda no poseen efectos renta (0, mas generalmente, si las derivadas patciales cruzadas de las funciones de demanda son iguales).* Este inconveniente esta relacionado, de hecho, con su vineulo con los fundamentos de la teoria de la demanda. Hicks (1946) introdujo dos medidas monetarias adicionales de los cambios cn la utilidad del consumidor: la «wariacién compensadora» de un cambio de precio (la cantidad dde renta que el consumidor deberia recibir para que el cambio de precio no afectara su utilidad) y tergee (1964) demostrafon al resultado mis formalmente y 10 2, Posteriomente, Hotelbag (1938) y Hac (981) Debeew (1951) deron, en un coneato de equlibrio gene gceralzaron pra el aaa 36 varios bees, Boiteu (I Atpportantes medias de la perdi eta i pars comproberlo, conidercae Jo precios cimbiee primero uno y después! oto, y eeversa.Calelande trea en dv tas) eprops de demande Como eee as aces ‘obtiene una expresin en términas de —= = = Bp, aos ptis de ln rata dela marie de Sisk), no obsante, estas demandas Son las ordinaris, Pare etieser el concept de ‘SEinanda compensa, conse Varian (1978), Para uta buena presentacion del problema, véase Averbuc (1986) expen seriaigual a cv sila demanidas fuera as vompensadas 8 ‘TEORIA DE LA ORGANIZACION INDUSTRIAL la evasiacién equivalente (Ja cantidad de renta que el consumidor estar dispuesto a renunciar con ei fin de evitar el cambio de precio).?* En lo que sigue, la funcién de demanda compensada o hicksiana D*(p,u) es un concepto crucial. Esta esa demanda obtenida cuando se ajusta la renta com el objeto de mantener la uilidad Geleonsumidor aun nivel constanteu. La funciSn de demanda compensada de cada bien tiene una pendiente negativa. Ademas, se sabe que la funcién de demanda ordinaria y la funcién de ‘demanda compensada estén relacionadas a través de la ‘ecuacion de Slutsky. Considérese el bien h, entonces @b, 20, _s pe Oa Oa a Esto es, el cambio en la demanda de un bien producido por el cambio de su precio en una unidad es la suma de dos expresiones. La primera es la derivada de la demanda compensada con respecto al precio, la cual, como ya se ha mencionado, es negativa. Esta expresién se llama efecto sustitucién, La segunda expresién, llamada efecto renta, es negativa para cl caso de un bien normal y positiva para el easo de un bien inferior (e igual a cero en el caso de funciones de utilidad casi lineales). Ello proviene del echo de que un aumento de p, en una unidad cuesta al consumidor D, Dr ni unidades de renta, cada una de las cuales afectan a la demanda del bien h en —>7~ unidades. Considérese un cambio de previo de un iinico bien (por ejemplo, el bien A) Se puede comprobar con facilidad que la variacién equivalente (respectivamente, compensadora) desde el precio p? al precio p' es igual al area bajo la curva de deman- da compensada al nivel de utlidad uv! (respectivamente, «?)2° Partiendo del hecho de que Dg.)=Dp.u®) y Dip'=D%(ptw"), tanto el excedemie del consumidor como las 28. sa pa) = mye v9 ad, a caida de eis sujete 4 Utg)> x la fancon de gasto del consumior, en a cual U() 8 a funcibn ui ocesra para alcanzar el nivel de utlidadw al vector de precios p. Sea Hip) = max Ut sujto 8 p< fla funn indireta de wilidad, La variaciba compensadora de un cambio de precios de? sp! Ch = £ip VP) 1 1 ln varacge equvalente es Eve 12RD) La variacién equivalents os una media acepable dl benesta en el sentido de que compara bienestaresa pis! pe —etace Mpriyt Mighty equvae a compara las vaiacionesequvalentes dep? py dep? a p* En general, cia Propiedad no we satisfac pars fa varaien compeasadora. En cl cao de camtvoren varios precios las des vatacions no exhibensendas dependents 136." Formalmente te variacie equivalents & By I donde = ip! Vip.) = Ep? Vi) y donde susan tanto tcorema dew envovente como ia deincin a union de ee Nas okcacl Ld deevade dete acon de gsc con respecto al Fri. Similsrmente paras variacioncompensador Beas >>I IIIIIDIIIID ) Aue Alu ic gh) wr DI IDD DVD BD De YIXIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIDD INTRODUCCION » variaciones compensadora y equivalente pueden representarse a través de la figura 3 (la cual representa cl caso de un bien normal). El cambio en el excedente del consumidor €3 igual al ‘rea A+ B, la variacién equivalente es igual al area 4 y Ia variacién compensadora es igual al area A+ B+ C2" Py ’ % Fig. 3. Las variaciones compensadora y eguivalente y el excedente del consumidor dHasta qué punto el excedente del consumidor aproxima las variationes (equivalente 0 ‘compensadora) hicksianas? Debido a que sus derivadas parciales con respecto al precio son las funciones de demanda ordinaria y de demanda compensada, respectivamente, la ecuacién de Slutsky sugiere que las discrepancias entre el excedente del consumidor y las variaciones hicksianas sern pequeiias siempre que los efecios renta sean pequetios. Willig (1976) encuentra ‘cotas méximas para el error porcentual incurrido al aproximar las variaciones hicksianas por el excedente del consumidor, las cuales dependen de la elasticidad renta de la demanda y/o de la Proporcidn de renta gastada en el bien.”* En relacién con lo anterior, compruébese que el efecto renta serd probablemente pequetio, sil bien en cuestién s6lo representa una pequefia fraccién del gasto. Sean respectivamente cts | at ar y / aps | Ds a= am | Ps 27. Ea eecato, lat dot variacioneshcksinascontenea ol excedente el consemidor. Este no seria ol caso sen vex ‘de considerarse excodentes 0 variaciones ve considerara la pardida neta constltse Hausman (1981) 'Véase Mabring (1971) ¥ Diamond y McFasden (1978) para generalizcones dela pérdida neta en los casos de miles eamblas de precios. En esos articuls susan. respecavamente las variacionesequivalentey compensadora. 28, Obstrvese, ao abeant, que un error poreentual put en esta aprotenstin no significa aeesriameate que e exvor porceniual en la aprotiecin dela peda hela caealada a pared avariacion heksana en elacion con la calelada Spare det excedente del consumidor. sea pequcfo. (Para obtener la pedkla eta se hs de esta el incremento de vena del tote 0 de las empress) Constltese Hausman (198). 30 ‘TEORIA DE LA ORGANIZACION INDUSTRIAL las elasticidades con respecto al propio precio de la demanda ordinaria y de la demanda compensada y tm — 2Pn | Do eT ‘epresente la elasticidad renta de la demanda ordinaria; entonces la ecuacién de Slutsky puede expresarse como La intuicién nos dice que si el gasto del consumidor 74D, en el bien & pequetio comparado con la renta, el efecto rente es despreciable. De ello se siguen dos hechos importantes © La curva de demanda del bien 4 tiene pendients negativa porque la curva de demanda compensada tiene pendiente negativa ‘@ El excedente del consumidor y la pérdida neta calculada a pactir de él, constituyen buenas aproximaciones del bienestar Esta intuicign se remonta al menos a Marshall (1920, p. 842), quien sostuvo que las dos afirmaciones anteriores son ciertas sobre la base de que vel gasto del consumidor en un bien —por ejemplo, cl 16—~ representa sSlo una pequeda parte de toda su reata», Vives (1987) confirma la intuicion de Marshal. En algunos supuestos,?? demuestra que cuando el consumidor consume un elevado niimero m de bienes, las siguientes afirmaciones ton ciertas: ¢¢ La derivada dela demanda de un bien con respecto a la renta es pequetia (del orden de n~"?, e incluso de 1/m si las preferencias son aditivamente separables) y les curvas de demanda tienen pendiente negativa.®° © Para el caso de un cambio en un inico precio, el error porcentualincurtido al aproximar las,variaciones hicksianas por el excedente del consumidor es pequeio (también del orden de 7"), Lo mismo vale para la aproximacién de la pérdida neta, ¢ Para el caso de un cambio miltiple de precios, el excedente del consumidor con varios bicnes consttuye también una buena aproximacién de las variaciones hicksians, inlependiente mente del orden en que se cfecia la integracidn. (Recuérdese que el excedente de! consumicor puede no estar univocamente definido cuando los precios de distintos bienes cambian; depende de la senda de integracién.) 29. Enconereta, Vives supone que las preferenis por distnto bens son suficentemente simetriasevitando ata osibidad de cue un bien absorb la mayor parte dl efecto rena) que etre cualquier par de ees hay nv ii de Aiferencicin (cvitando asi la posbldad de que un bien absorbs a mayor parte de tx demands) y Que se satisfac una ‘ondicién sobre ln curvatura des Fanci de ublidad, Entoaces, cuando el amero de bienes ende ast info los eletes fenta desaparccen, mientras que los efectos sustitucie conservan su agai 30,”_Exist un bibogratia disunta que eae por objeto encontrar condicioncs ca las cuales la sutva de Gemanda de tum ben tene penne negativa. Por jemplo, Hideabeand (1985) demuestra ques todos ls consumidores even la mista Sune de demanda y I distibucion dela renta viene dada por una densidad decresent, toda as funccoes de Jenene \ienen pendintenegativa. (Consltese tambien Chiappe 1985 Este punt devisia no require an gra amerode bens at los supuesis asoeados, consilese nota 2). No obstante, los upuestos de pefrencas denis denadad dececcne dels renta Soe baatame fuerte. A Ia vista de [as anteriores coatibuciones sabre las funcones de exces de demand de Sonnenschein (1973), Debres (1974 Mantel (1976), i neces de ucts supuesto noe sorprendente- Esios autores demontacon que Menasha) al ‘menos ‘antes consumidores como bienes. nose Puede imponcraubguna cession (excep a homogencigad de gad 7 respect los pris y a ley de Walas) ste las fanciones de demande agrepales, congue oN eae a L un%n soles cempyesa fisic cae alero1 mo} paral defi a = - : - 2 - a INTRODUCCION 31 e+ Los bienes ¢ industrias considerados en este libro generalmente representan una pequefia * proporcién del gasto del consumidor. Los cambios de precios probablemente generardn pequetios efectos renta y, por tanto, ¢s apropiado suponer que la demanda tiene pendiente negativa y que el ‘excedente del Consumidor es una buena aproximacién del bienestar. LLaextensin del caso de un consumidor al de varios consumidores crea nuevas dificultades. Por ejemplo, se puede definir la variacién equivalente agregada como la suma de las variaciones cequivalentes individuaies sin crear ninguna dificultad; no obstante, el problema consiste en que, en general, la variacién equivalente agregada es sensible a redistribuciones de la renta entre ‘consumidores. La redistribucién de la renta s6lo puede ignorarse en condiciones restrctivas.”* (Para mds informaciéa, constltese Auerbach, 1986.) En este libro trataré la distribuciGn de las rentas como frrelevante. En otras palabras, se supondré que la redistribucién de la renta de un consumidor a otro no produce efectos en el bienestar. (Las utilidades sociales marginales de la renta se igualan.) Ciertamente, no me parece «que las actuales distribuciones de la renta sean éptimas, incluso con una estructura dptima del impuesto sobre la renta (porque, tal como la bibliografie sobre la imposicién Sptima sefiala, le imposicién sobre la renta tiene limites y costes). La intervencién en el mercado posee efectos deseables o indeseables sobre la redistribucién de la renta. Pero me centraré en la cficiencia de los ‘mereados, usando el marco de Musgrave (1959), en el cual la rama del gobierno dedicada a la distribucién se preocupa de ésta, y la rama del gobierno dedicada a la asignacién (la considerada cen este libro) se ocupa de la eficiencia. El «principio de compensacién» de Hicks (1940) y Kaldor (1939) mantiene que sélo debemos preocuparnos de a eficiencia, Siel excedente total aurmenta, los bencficiados pueden compensar a los petjudicados, con lo cual todos mejoran. El tipico inconveniente de este punto de vista es que la rama distributiva puede no funcionar, con lo cual la compensacién no ocurre necesariamente (Samuelson, 1947). En todas nuestras conclusiones referentes al bienestar, se ha de considerar esta advertencia. Por ejemplo, la conclusién del capitulo 3, de que permitiendo al monopolista discriminar los precios se mejora el bienestar, seria la contraria en el caso de que el planificador social considerara mas importante la renta de los consumidores que la de los accionistas de la empresa. 2Qué es un mercado? La nocién de un mercado no es sencilla. Obviamente no queremos restringimnos al caso de ‘un bien homogéneo. Si se postula como principio que dos bienes pertenecen al mismo mercado si ¥ sélo si son sustitutos perfectos. entonces virtualmente todos los mercados tendrian sélo una ‘empresa —las empresas producen bienes que en cualquier caso pueden ser diferenciados (tanto fisicamente como por su localizacién, disponibilidad, informacién poseida por el consumidor, 0 algiin otro factor). Pero de hecho, la mayoria de las empresas no disfrutan de un poder puro de ‘monopolio, Un aumento del precio de un bien provoca que los consumidores lo sustituyan en parte al adquiric (en sentido agregado) un nimero pequefio de bicnes alternativos. Por tanto, la efinicién de un mercado no puede ser tan restrictiva.?? 31, Mis espetiamente, ls Tuncién de demanda del consumidor iba dese dea forma polar de Gorman: Dip) = 0%) +H), donde © et homogéacs de grado 0 en precios y es homonee de grado 1 232. Esa suseccon se basa en cases imparidas por Paul Joskow y Richard Schnulense 32 ‘TEORIA DE LA ORGANIZACION INDUSTRIAL La definicién tampoco puede ser demasiado comprensiva. Cualquier bien es un susttuto potencial de otro, aunque solo sea en términos infinitesimales. No obstante, un mercado no puede ser toda la economia. En particular, ha de permitir andlisis de equilibrio parcial. También deberia permitir una descripcién dinica de las principales interacciones entre las empresas. Es importante darse cuenta también de que la definicion «correcta» de un mercado ® Otro criterio tiene en cuenta Ja correlacion entre los precios de los bienes. La idea es que los productos pettenecientes a un mismo mercado deberian tender a soportar los mismos shocks en los costes y en la demanda y que, por tanto, sus precios deberian estar correlacionados. No obstante, la correlacién de precios ¢3 como miximo una ondicign necesaria para pertenecer al mismo mercado. Boston Edison y Electricité de France, ambas distribuidoras de electricidad, no son bajo ningin concepto competidoras, aunque muy Probablemente sus precios estariin correlacionados debido a que los precios del petroleo que titilizan lo esté. Serfa ecrénco concluir que sélo porque sus precios estin altamente Hiloeabr correlacionados, pertenecen al mismo mercado. Ho?Nhe Para al proposte de exe libro, se ignoracé esta cficultad empirice de cémo defini un ck mercado, Se supondra que el mercado esta bien definido y que consta de un bien homogéneo 0 de raat tin grupo de produetos difereniados que son razonablemente buenos susitutos (o complements. ar fon af. menos de otro bien dentro del grupo y que mantienen una interacciGn fimitada con ein respecto al resto de la economia. toe Jevggor ee 53, Las deco dl Deparment e usc de oe Eder Unit atcon wn otro asta do pune Kopi. a A A re eens sea satan een (no next ‘ ‘sate cmt rt aan aul onan de produ onder como oo oven uo Saeed wt a i at tot desist ue os eso de en rout postan se sn soe edema iceman rl A exe apo de frosncon leans es Mor Cee ea Mma seanopt ar de pesspane a ecoterbeshes nines Pacst Pa quiz lo hagan. Mall ° a DIIIIIIIIIIFAIIDIIVIIDVIIDIIDIDIVIIVIIDIIIIIIIIDID INTRODUCCION 3 ‘Arooda, P. (1974): Anti Analysis, 24 ed, Boston: Lite, Brown. ‘sreala, P, y D. 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