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Sentencia de Revocatoria Del Fallo de Primera Instancia
Sentencia de Revocatoria Del Fallo de Primera Instancia
Sentencia de Revocatoria Del Fallo de Primera Instancia
DERERECHOS
FUNDAMENTALES DEBIDO PROCESO, DEPORTE Y RECREACIÓN.
INVOCADOS:
ASUNTO
De conformidad con el artículo 32 del Decreto 2591 de 1991, procede el despacho a resolver
la impugnación presentada por la accionante dentro de la presente acción constitucional,
interpuesto por la señora MARIA ALEJANDRA LISSA SOSA Y OTROS, contra LIGA DE
FÚTBOL DEL ATLÁNTICO y OTROS frente al fallo de tutela proferido por el JUZGADO
TRECE DE PEQUEÑAS CAUSAS Y COMPETENCIA MÚLTIPLE DE BARRANQUILLA
(TRANSITORIO), de fecha 22 de abril de 2024 , donde se debatió el asunto relacionado con
la presunta vulneración al derecho de habeas data.
ANTECEDENTES
Los Accionantes alegan que la Comisión de Penas y Sanciones de la Liga de Fútbol del
Atlántico impuso la suspensión por seis (6) meses de actividades deportivas organizadas por
SICGMA
Rama judicial del Poder Público
Consejo Seccional de la Judicatura Atlántico
JUZGADO SEGUNDO CIVIL DEL CIRCUITO DE BARRANQUILLA
la Liga de Futbol del Atlántico, a sus menores hijos con motivo de un incidente durante el
partido entre los clubes Evolución Soccer y Fusión Caribe, el 13 de diciembre de 2023 en la
cancha polideportivo de la UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL CARIBE.
Señala que la Comisión de Penas y Sanciones de la Liga de Fútbol del Atlántico, confirmó
estas sanciones sin analizar completamente las pruebas audiovisuales que mostraban una
agresión mutua, pues su decisión se fundamentó en la declaración del juez de central y
comisionado de campo, los cuales se tacharon de falsos.
TRAMITE PROCESAL
La Ley 49 de 1993 establece el régimen disciplinario en el deporte. Esta ley asigna autoridades
disciplinarias, tanto temporales como permanentes, para aplicar sanciones durante eventos
deportivos y garantizar el respeto a las normativas.
En este contexto, el Ministerio del Deporte no tiene competencia para intervenir en procesos
disciplinarios deportivos, ya que sus funciones se limitan a la formulación y ejecución de
políticas públicas en el ámbito deportivo. Por lo tanto, no existe vulneración por parte de esta
entidad en los casos expuestos, ya que no guarda relación con sus competencias y
actividades.
-Cumplidos los trámites que implica la acción de tutela, el juzgado de primera instancia profiere
el 29 de febrero de 2024, negando la protección alega. Los demandantes impugnaron esta
decisión, argumentando la violación de su derecho a la defensa, ya que no fueron escuchados
ni pudieron aportar pruebas en el proceso sancionatorio.
La impugnación fue admitida el 4 de marzo de 2024 y remitida al Juzgado Segundo Civil del
Circuito de Barranquilla. Este juzgado, el 5 de abril del mismo año, declaró la nulidad de todas
las actuaciones a partir de la notificación del auto admisorio de la Acción de Tutela del 19 de
febrero de 2024, ordenando que la notificación debía efectuarse a través de curador, pues, el
solo emplazamiento no cumple las veces de notificación conforme a la ley, no de instrumento
jurídico para posibilitar la notificación a través del curador ad litem según los términos del
inciso final del artículo 108 CGP.
Mediante providencia del 15 de abril del año en curso, se obedece y cumple lo resuelto por el
Superior funcional designando en el cargo de Curador Ad Litem de los vinculados DAMAR
ALFONSO SOLANO, JOSÉ CARDONA, ANDRES OROZCO, director técnico del CLUB
EVOLUCIÓN SOCCER y WILMER DE JESÚS MORALES VALEGA, director técnico del
CLUB FUSIÓN CARIBE, a la Dra. MARTA PATRICIA MONTERO GOMEZ, quien indico que
no puede confirmar ni refutar los hechos presentados por la parte demandante, ya que carece
de conocimiento directo sobre los mismos. Destaca la importancia de actuar con
responsabilidad y veracidad, absteniéndose de hacer afirmaciones sin contar con información
verificable. Por lo tanto, se compromete a acatar lo que resulte demostrado durante el
transcurso del proceso judicial.
El día 24 de Abril de 2024, se profiere fallo negando los derechos invocado fundamentándose
en la orfandad probatoria y la inexistencia de vulneración de los derechos fundamentales
alegados.
" 1) La liga del departamento del Atlántico de futbol avoco conocimiento sobre unos hechos
y dentro de estas no notificó a los sujetos procesales vinculados a la investigación.
2) La liga del departamento del Atlántico de futbol no le dio traslado de la carpeta u expediente
a los sujetos procesales del recaudo del material probatorio de la investigación a los sujetos
procesales investigados que fueron sancionados.
3) La liga del departamento del Atlántico de futbol tuvo conocimiento de que un menor fue
víctima de golpe de lesiones personales por parte de una persona de fungía como árbitro y
no abrió investigación sobre esta conducta conducta (sic) al árbitro agresor y no hubo
pronunciamiento en ningún lado.
4) La liga del departamento del Atlántico de fútbol profirió resolución sancionatoria contra los
aquí accionantes sin ser escuchados dentro del juicio violando el derecho de defensa y al
debido proceso.
5) Dentro del proceso arbitrado la liga del departamento del Atlántico de futbol lo(sic) esta
cercenando de los derechos derivados sin respetar las garantías a través de sus
representantes legales..."
Del mismo modo, la falta de prueba de la vulneración del debido proceso en razón que “la
parte actora no se preocupó por allegar las pruebas que enunció en su libelo, así como
tampoco respondió al requerimiento que, en tal sentido, profirió el despacho en el numeral 6
de la parte resolutiva del auto de admisión de febrero 19 de 2024”.
la sentencia fue impugnada en tiempo, por lo cual este Despacho aborda la decisión
correspondiente, previas las siguientes,
CONSIDERACIONES
1. PROBLEMA JURIDICO.
2. COMPETENCIA.
Con fundamento en las reglas de competencia contenidas en el artículo 37 del Decreto 2591
de 1991, así como las reglas de reparto previstas en el artículo 1° del Decreto 333 de 2021;
resulta competente este Despacho para desatar la impugnación propuesta contra el fallo de
primera instancia proferido por el JUZGADO TRECE DE PEQUEÑAS CAUSAS Y
COMPETENCIA MÚLTIPLE DE BARRANQUILLA de fecha 22 de abril de 2024.
Este despacho revocará la sentencia de primera instancia por encontrar que al interior del
procedimiento que dio lugar a la imposición de las sanciones disciplinarias objeto de revisión
constitucional, se abstrajo la garantía de debido proceso, situación que impone la ineficacia
de lo actuado.
El artículo 20 del Decreto 2591 de 1991, expresa: “Si el informe no fuere rendido dentro del
plazo correspondiente, se tendrán por ciertos los hechos y se entrará a resolver de plano,
salvo que el juez estime necesaria otra averiguación previa”.
Como puede notarse, en los casos donde los demandantes son sujetos de especial protección
constitucional, el deber de informar en cabeza del convocado sube de punto, y la presunción
de veracidad incrementa su intensidad.
El debido proceso, como garantía fundamental ha sido estudiado en múltiples ocasiones por
la Corte Constitucional. Por ejemplo, en sentencia T-244A de 2022, la Corporación consideró
en torno a esta garantía:
“45. El concepto de debido proceso se refiere al derecho que tienen las personas
involucradas en una determinada actuación encaminada a la toma de una decisión que
adjudica derechos o impone obligaciones, para que durante el curso de la misma se
cumplan de manera rigurosa los pasos y etapas previamente señalados en la
normatividad que regula ese específico asunto.
47. Así, el principal objetivo del debido proceso es garantizar una decisión justa, que
se emite al término del procedimiento previamente establecido normativamente, cuyo
contenido depende de lo que resulte probado dentro de aquél, una vez que todos los
distintos sujetos han tenido la oportunidad de intervenir en defensa de sus derechos e
intereses.”
Dentro de estas decisiones se destaca “el derecho de los menores a ser oídos fue acogido en
el artículo 26 del Código de la Infancia y la Adolescencia, donde el legislador dispuso que los
niños, las niñas y los adolescentes tienen derecho a que se les apliquen las garantías del
debido proceso en todas las actuaciones administrativas y judiciales en que se encuentren
involucrados, donde tendrán derecho a ser escuchados y sus opiniones deberán ser tenidas
en cuenta” (T-259 de 2018).
Es decir, los menores, como sujetos de especial protección constitucional, con derechos
fundamentales prevalentes, pueden ser sujetos disciplinables en el marco de una actuación
particular, y en ese caso, la entidad encargada de dirigir el trámite, debe garantizar de manera
estricta sus prerrogativas constitucionales, máxime al tratarse de derecho sancionatorio, es
decir, normas de interpretación restrictiva en que hace eco el principio de favorabilidad en
caso de duda.
3.1.4. El deporte como derecho constitucional, el futbol como deporte de alcance global
y su relación con los derechos fundamentales de quienes lo practican.
A pesar que en este asunto, los accionantes no son deportistas profesionales del futbol, sí
existen similitudes sobre algunos puntos a considerar para el desarrollo de la decisión, en
cuanto a las referencias existentes con la no arbitrariedad en las actuaciones y la dignidad
humana. Así discurre el pronunciamiento en lo relevante:
[…]
[…]
Como puede colegirse de las anotaciones previas, la práctica del futbol está asociada al
desarrollo humano y ella entraña la expresión de algunos derechos fundamentales de quienes
lo practican.
Estas digresiones, son más urgentes cuando se trata de menores de edad deportistas, pues,
con fundamento en la Constitución Política, sus derechos fundamentales son de aplicación
inmediata; además, de acuerdo con la ley, los litigios en donde estén vinculados imponen un
enfoque en su interés superior.
Vale la pena destacar que dentro de la regulación legal, de la ley 49, no aparece un criterio
dedicado a la aplicación de la misma a menores de edad; de donde se sigue la interpretación
según la cual, esta norma debe armonizarse con las normas que regulan el derecho de
menores, y en especial, con el principio de interés superior del menor y el debido proceso.
También es imperioso ilustrar, que el legislador, en armonía con la ley 49, ordena a los
distintos organismos deportivos, incluidas las ligas y clubes, expedir un “Código Disciplinario,
dictado en el marco de la presente ley” (art. 9), en cual deben verterse la tipificación de
conductas disciplinables, sanciones, procedimientos y recursos.
Luego, la norma se extiende de manera detallada en criterios para clasificar las faltas, tipos
de infracciones, agravación de responsabilidad, clases de sanciones por sujetos
disciplinables, régimen de prescripción, procedimientos, entre otros asuntos propios de la
organización de un sistema disciplinario coherente y ajustado al deporte.
Esta falta absoluta de informe, impone en un caso donde se implican menores, esto es,
personas que se constituyen como sujetos de especial protección constitucional, la aplicación
más estricta de la presunción de veracidad, pues, de cara al interés superior de los menores
implicados en esta acción de amparo, la Liga de Futbol convocada, no pueden dar la espalda
para que la acción de tutela se haga sin los elementos mínimos de prueba que tiene para
definir las resultas en torno a la vulneración de sus derechos fundamentales.
Para este despacho resulta muy llamativo que un organismo deportivo como la LIGA DE
FUTBOL DEL TLÁNTICO, cuyo objetivo se centra en un derecho constitucional como lo es el
deporte, y que tiene relación con sujetos de especial protección constitucional como son los
menores de edad deportistas; haya permanecido taciturna ante las diferentes notificaciones
que la justicia le hiciera para esclarecer los hechos de esta acción.
Una actitud tan desaprensiva de sus responsabilidades, del mismo ordenamiento jurídico, y
por supuesto, del llamado de la justicia para definir la suerte de las sanciones que impuso a
varios menores de edad en el marco de un procedimiento sancionatorio, resulta grave si se
toma en serio la alta dignidad que representa administrar las banderas del deporte competitivo
en un país con tantos inconvenientes sociales como Colombia, máxime si tiene en cuenta que
muchos de los acuden a esa práctica exigente son menores de edad en plena formación
deportiva, que pudieran abrigar la esperanza de un futuro profesional en el deporte.
El sólo hecho que la LIGA DE FUTBOL DEL ATLÁNTICO no rindiera el informe, con prueba
del estatuto disciplinario aplicado y del procedimiento en cuyo marco desarrolló su potestad
disciplinaria para sancionar a menores de edad, sienta el camino de la protección
fundamental; pues, han de presumirse ciertos los hechos alegados en la acción, cuales, a
decir verdad, permiten deducir la horadación al debido proceso de los accionantes, en cuanto
a (i) la falta de un procedimiento con el lleno de etapas y requisitos legales; (ii) de una primera
instancia en que estuvieren vinculados debidamente los menores; (iii) la falta de la
concurrencia de los menores al trámite, y (iv) la falta de sanciones acordes con los hechos
investigados y probados.
Por tanto, se concederá el amparo bajo la presunción de veracidad de los hechos alegados
en la acción de tutela.
La lectura de los actos revisados, obtenidos por el Juzgado de Primera Instancia en labores
diligentes de análisis constitucional, permite arribar a la conclusión que los supuestos hechos
objeto de revisión por parte de la LIGA DE FUTBOL DEL ATLÁNTICO, que dieron lugar a
sanción; consisten en actos de violencia acontecidos al interior de una competición futbolística
cumplida el 13 de diciembre de 2023 en la cancha del polideportivo de la Universidad
Autónoma de Barranquilla.
Es decir, el organismo con potestad disciplinaria, encuentra la prueba del acto violento en un
hecho notorio, y a partir de allí, también deduce la individualización de los disciplinables, para
luego proceder a imponer sanción.
Tal criterio de prueba, es inocuo ante la grave responsabilidad que se sigue de la potestad
disciplinaria, pues, según la propia jurisprudencia constitucional vinculante, un hecho notorio
“es aquél cuya existencia puede invocarse sin necesidad de prueba alguna, por ser conocido
directamente por cualquiera que se halle en capacidad de observarlo” (C-45 de 2009).
Por esa razón, de acuerdo con el ordenamiento procesal, los hechos notorios no requieren
prueba alguna, en la medida que acreditarlos devendría superfluo; así se dice de la existencia
del día y la noche, de los indicadores económicos nacionales, de la pandemia COVID 19, etc.
Dicho rango de notoriedad, está reservado a hechos de gran alcance que en personas de
formación media se hacen casi indiscutibles.
Esa característica notoria, por ningún lado la alcanza el desarrollo de actos violentos en la
competición del pasado 13 de diciembre de 2023, y menos la tiene la individualización de los
menores sancionados por la LIGA DE FUTBOL DEL ATLÁNTICO.
Así se decanta otro fundamento para concretar la vulneración del debido proceso.
4. CONCLUSIONES.
Ahora bien, este despacho es consciente que los actos de violencia deportiva que al parecer
existieron dando lugar a la expedición de las mencionadas resoluciones, no son motivo de
aliciente alguno para quienes de ellos participaron.
Por tanto, en el marco de las competencias propias de la demandada LIGA DE FUTBOL DEL
ATLÁNTICO, podrá adelantarse el procedimiento que estime conducente para controlar los
supuestos actos de violencia ocurridos en diciembre 13 de 2023, siempre que asegure el
debido proceso, el interés superior de los menores y la efectiva defensa de los mismos dentro
del trámite respectivo, el cual deberá adelantarse con base en el reglamento legal.
Por lo expuesto, el Juzgado Segundo Civil del Circuito de Barranquilla, administrando justicia
en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución Política,
RESUELVE:
PRIMERO: Revocar el fallo de tutela abril veinticuatro (24) de dos mil veinticuatro (2024)
proferido por el JUZGADO TRECE DE PEQUEÑAS CAUSAS Y COMPETENCIA MÚLTIPLE
DE BARRANQUILLA, dentro de la presente Acción de Tutela.
TERCERO: Notificar esta decisión a los interesados por el medio más expedito.
CUARTO: Remitir este expediente por secretaría a la Honorable Corte Constitucional, para
su eventual revisión.
NOTIFÍQUESE
EL JUEZ,