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Elciclo del algod6n (1940-1970) Elrey blanco era un soberano pobre Apogeo y crisis de la economia monocultor Apartir de Ja década de 1940 el cultivo del algodén es del sistema productivo de Formosa. La explo- tacion forestal, Ja elaboracién taninera y la cria de ganado seran desplazadas en peneficio del textil, como factores dinamizadores del crecimiento. (a extension de los cultivo reacomodamientos econdmicos y sociales. Pero cualitativamente la realidad de una economia que sigue produciendo para la demanda externa y continéia, por lo tanto, dependiente de factores exteriores a si misma.' fa politica provin- Lamisma inauguracion de la autonom 7 rimer Gobierno Consti- Gal que se efectiviza a partir del p tucional en 1958, no cambia esta realidad; por !o contrario * condiciona y limita las posibilidades de una provincia &0 apariencias auténoma. el nuevo eje s algodoneros produce no cambia 1 Eldesarrollo institucional ensay° de ®utonomia d : Perfodo abarca Jas gobernacion®? del papel (gt. Federico Zambfanchi (1935/ 394” Fe @ in! . Federico Miiggg\, -7 + i riego, 10! @ 4,943) el interinato del mayor # ad gatirle 1 olpe de Estado de 1943; €l corone eee | Antonio Heraldo Prieto 174 (4943/1945); el ingeniero Luis Rosado (1945/1946), ¢] inter. nato del Sr. Osvaldo Niifiez, en 1946; Rolando de Hertele (1946/ 1950) y el coronel Arturo Iglesias PAiz (2950/1955) Una progresiva conciencia localista habia Venido ges. tandose a medida que el Territorio iba creciendo. Log Sec. tores mds licidos comenzaban a tener ideas claras sobre ciertos problemas fundamentales de Formosa y sobre la necesidad de que el destino formosefio fuera manejado por los propios hijos de la region. Ya en 1935 al terminar sus funciones el Gobernador Félix Toledo, las fuerzas vivas, por primera vez en la his- toria del Territorio, habfan peticionado a las autoridades nacionales la designaci6n de un lugarefio como Gobernador. Lo mismo vuelve a suceder en 1941 cuando concluye su mandato el coronel Zambianchi. Aqui hay incluso un elemento més de presién: se hacen asambleas y petitorios firmados por vecinos y representantes de diversas entida- des y hasta son Presentados dos candidatos: (Florentino Gorleri y Rolando de Hertetendy, Pero el Gobierno Nacional nombré al saltefio Federico Ovejero, que habfa sido jefe de Policia en su Provincia, . nombramiento provocé la Treaccién y suspicacias © algunos sectores locales, que temian que los cfrculos influyentes saltefios desearan extender su hegemonia al Territorio de Formosa. ae cierto es que Salta, o por lo menos cierta parte de sus Peay la 9pinién, habia concebido siempre la obra de | Para comprender a Formosa 175 colonizat Chaco y ee como una empresa que corres- 90 dia a esa provincia y habia participado con hombres y medias 2 Ja fundacién de pueblos y el establecimiento de colonias- No era pues improbable que sectores dirigentes sltefios jnfluyeran en el Gobierno Nacional para que estableciera gna u otra politica o eligiera uno u otro nombre para go- pernar Formosa. Salta tenia ademds pendiente con el Territorio Nacional de Formosa la demarcaci6n definitiva de los limites comu- nes, Habfa una franja de terreno que estaba en discusién. Eran tierras que ya desde entonces se suponia petroliferas y que Salta ocupaba de hecho, pese a que un decreto nacional establecfa claramente la jurisdicci6n del Juzgado de Paz de Alto de Ia Sierra, en el Oeste del Territorio formosefio, hasta el denominado hito ntimero uno, en el limite mismo con Bolivia. O sea, segtin este decreto del 13 de junio de 1924, el Oeste de Formosa Iegaba hasta la Republica de Bo- En octubre de 1940, en cambio, el Senado de la Nacién a otra demarcacion interprovincial, efectuada por el Migs gedgrafo Mario S. Barilari que restaba a Formosa lt il kilémetros cuadrados que pasaban a jurisdiccion Sale el limite quedaba ee onty aprobada por el Senado, el I a “por una linea que siga él meridiano del Fortin Antonio Heraldo Prieto 176 srano, desde su intersecci6n con el rio Pilcomay 0; a Sele con rumbo Sur (37 grados. 41’ 36”, a he, en direcci6n al lugar denominado Barrancas, sobre |g del rfo Salado, en Santiago del Estero, hasta inte; paralelo de San Miguel, limite entre esta Provincia (S. dg Estero) y la Gobernacién del Chaco”. Las tierras al Oeste de la linea pertenecerjan a Saltay las del Este a Formosa y al Chaco. La denominada entonces “Linea Barilari” habfa achicado el Territorio for. moseiio, corrigiendo la demarcaci6n de 1924. Pero el alegato de Formosa ante la Comisién Nacional de Limites Interprovinciales, del 28 de agosto de 1967 sos- tiene que est vigente la Ley 1532, que el Congreso Nacional no sancioné los proyectos presentados por el senador salte- fio Serrey, sobre los limites entre Formosa y Salta y cita los diarios de sesiones de la época. En 1946, como si fuera un anticipo de la proxima au- - tonomfa, el Gobierno Nacional elige como Gobernador del 4 Territorio, a Rolando de Hertelendy, nombre tomado de una terna que presentaron las fuerzas vivas. 4 Hertelendy pertenecia a una vieja familia colonizador de la zona de Clorinda. Era la primera vez que un lug legaba a Gobernador y era también la primera V aceptada la peticién de las fuerzas vivas por pat! bierno Nacional. Finalmente, en junio de 1955 por 4 80 dela Nacién, Formosan tl ‘a Para comprender a Formosa 177 meses después sobreviene la rebelién civico-militar de septiembre de 1955, a partir de la cual se suceder4n las : nciones federales de Carlos Garcia Cuerva {1955/56) coronel Fernando Terrera (1956/57) y Guillermo de la plaza (1957/58)- Bajo el Gobierno de este ultimo, y como en todo el pais, en julio de 1957 se elige la Convencién Constituyente que «7a a sesionar de inmediato y el 23 de noviembre de ese afio sanciona la Constitucién de la nueva Provincia de Formosa. El 23 de febrero de 1958, la formula Luis Gutnisky - Emilio Tomas de la Unién Civica Radical Intransigente triunfa en la provincia y pasa a encabezar el primer Gobier- no Constitucional de Formosa. La muerte del Dr. Gutnisky tras un accidente de avia- cin, el 30 de diciembre de 1959, lleva al Sr. Tomas a la Gobernacién hasta la nueva interrupcion del orden consti- tucional, el 29 de marzo de 1962, con el derrocamiento del Presidente Arturo Frondizi. Como comisionados federales son enviados el coronel Augusto Guillermo Sosa Laprida y luego el ingeniero Fer- rs. a ape Radical del Pueblo 7 ion Civica Bana las esl arg y el binomio Alberto Do- on y Vice Mingo Montoya. pernaci : -Ratil Villagi asume la Gol — SMbernacién el 12 de octubre de 1963 hasta que un nuevo —_> 7} ual Antonio Heraldo Prieto | 178 pronunciamiento militar en junio de 1966 destituye al go, pierno del Presidente Arturo Umberto Ilia. Tras una breve comisién del coronel Héctor Gome, Olivera, en agosto de 1966 inicia su gobierno el Coronel Au gusto Sosa Laprida, cuya gestion se extenderé hasta mayo de 1973- En 1958 la sociedad que se aprestaba a gobernarse a sj misma no habia hecho mayor experiencia politica que la del autogobierno municipal, a partir de periédicas elecciones para designar autoridades comunales. Las dos versiones en que se dividié el Radicalismo, en 1956, canalizaron las alternativas de la mayoria de los grupos que aspiraban a controlar el aparato del Estado Provincial. / No podria decirse que uno u otro de los dos partidos radicales (la UCRI y la UCRP) representaban en forma exclusiva o siquiera mayoritaria las aspiraciones y los in- tereses de determinado sector social. En ambos partidos hubo ganaderos, productores agropecuarios, comerciantes, profesionales, empleados, etc. La mayoria de los dirigentes de los partidos de entonces se habian formado, durante los nueve afios del régimem trocado en 1955, en la més cerrada acci6n opositora. Sus dirigentes eran en general miembros de !as urbanas medias, cuyas costumbre, habitos, gusts, | | Para comprender a Porn sae y hasta intereses sectoriales habjan « 179 a con la politica y la practica del Gotlernn muchas y quienes durante casi una década se habj eronista, aj rechazo frontal de todo lo que hiciera an acostt um qi Gobierno Peronista, se encontraron de oan _— tenian en sus Manos la tarea de fundar las bases de = mueva provincia. . Esa experiencia anterior de lucha opositora y una for- macion politica que priorizaba lo ideol6gico sobre lo concre- tolos marc6. Redactaron una Constitucién Provincial for- malmente buena y hasta avanzada para la época. Desde el | punto de vista jurfdico e institucional echaron las bases de | laorganizacién del Estado de la nueva Provincia y dictaron leyes fundamentales que todavia, en gran parte, nos rigen. Pero no hay signos concretos de que los sectores diri- gentes que desde la Constitucion inclusive, se sucedieron end comando provincial, hubieran captado la globalidad 4d problema politico-social de Formosa y menos atin que tenido un proyecto claro que, 4 partir de su ge" Bafia, su propia historia y su idiosinerasia,sinteta"* las *Piraciones de la sociedad formosefia. En 1957, una larga hora de los debates dela sitio es consumida para discutir si el cru © no presidir las sesiones; u"@ ss entre idos may0! : Ss et oe ngete » dialogar co” 10 a a “Antonio Heraldo Prieto 180 , : politicos de esa época y Si era o no étieg roscriptos p P el ex-presidente derrocado y exiliado, alianzas con Mientras tanto la economia de la nueva Provincia o. taba sujeta a las vicisitudes y altibajos de la demanda W algodén, la estructura lati-minifundista de la tierra se habia consolidado, la destruccidn ecolégica habia avanzado his ta limites impensados; el nivel de vida de la poblacién era uno de los mas bajos de la Repiblica; la Provincia ocupaby | el ultimo puesto en el pais en materia de infraestructura caminera, ferroviaria, educativa, de comunicaciones, ete, Con esa realidad como trasfondo y sin que la clase politica supiera o pudiera captarla y traducirla en un pro- yecto global, que entusiasmara a la Provincia en la tarea de construirse a si misma, la Constitucién de 1957 y el edificio institucional que ella dio vida, mostrarfan bien pronto su inviabilidad. ‘ACey 2. El sistema productivo. Los factores en retroceso 2.1. La Ganaderia stativos ol ety 1940 y 1970 no se registran cambios cualitativo ‘© que respecta a la produccién ganadera, ni con respec” to ala estructur, ee ; al dicho ganado, a de la distribuci6n de la tierra 7 po | rs Para comprender a Formosa La produccion llega a una cifra tope que 181 girededor de 1.200.000 unidades) y que incluso dia aupera gemostrando el retroceso de esta actividad. ee Bn1947 habia 1.242.831 cabezas; en 1960 la cifra habia descendido a 1.058.564 y en 1970 era de 1.047.074. Como desde los primeros tiempos del Territorio, la Provincia continud siendo tradicional vendedora de ganado enpiea Salta y el Chaco y a medida que se fue producien- do una relativa mejora en Ja calidad de los animales y en el sistema vial y de transportes, se acentué la tendencia vendedora de novillitos para invernada a las provincias de Cérdoba, Santa Fe y Buenos Aires. Los grandes establecimientos de la zona Este introdu- jeron en este periodo reproductores Shorthon, Heresford, Aberdeen Angus y hasta Holando-Argentino, que contribu- yeron al mejoramiento del ganado. La estructura de la tenencia dela tierra qued6 cualita- tivamente inmodificada con respecto 10 istojenaicieb® anterior. En la zona de los grandes rios, las fértiles tiers : Este estaban ocupadas por los grandes sites Banaderos, que a lo sumo fueron cambiando * ctividad que iniciaron un proceso de elevacion de la pro ie end con la finalidad de ubicarse &? mejores condicio Mercado nacional. Poems Antonio Heraldo Prieto . En el centro de la Provincia, los DUEVOS Productores que se afincaron en este periodo eran See y Media. nos ganaderos yenidos sobre todo de Sa ta yde Corrientes criadores de un ganado criollo y cuarteron y ocupantes ey su mayoria de lotes fiscales en avanzado estado de degra. dacién de suelos. La Oficina de Tierras comienza a recibir cada vez con més frecuencia las quejas de estos productores: protestaban por lo que a su juicio eran cAnones por los lotes demasiado elevados. Segiin los ganaderos, las frecuentes y prolongadas se- quias y el avance de la tusca y el vinal degradando los sue- los, reducfan la receptividad de los mismos; los pastos, cada vez més, carecian de las condiciones naturales basicas para alimentar el ganado, desmejorando en invierno, debilitando al animal y facilitando asf las epidemias. Una descripcién exacta de la Situacién ganadera en la ce: Centro-Oeste de Formosa, hacia 1950 y que permane- ace a de importancia hasta el fin del perfodo la ‘amos en un articulo de una revista especializada: : ‘En toda la extensién en prdcticame; datarios de nte ga Estado be del ae wePltacin ganadera se efectiia sobre la base (01 - é lero declarg pantie del mimero de cabezas que el gana de la zona recorrida (Oeste) no maderos propietarios ni arren- sAMP0. Casi toda la tierra es propiedad del ——— eral sistema de explotaci6n de la tierra ha originado ia jndustria pecuaria primitiva, némade, llamando la atenciOD Ja falta absoluta de mejoras, hasta la mas indis- nsable de todas: la casa-habitaci6n”. Para comprender a Formosa 183 «Gn los campos no se ven alambrados ni aguadas, ni siembra de pastoreo, absolutamente nada que demuestra rraigo del hombre a la tierra”. “Rl aspecto del campo y del monte es de una aridez acentuada, con fisonomia semi-desértica donde es dificil la vida de los mismos animales silvestres, no dudando de que llegar el momento —de seguir imperando las actuales condiciones— que la despoblacién humana, ya notable, sera total”®. Con una importancia mucho menor tanto en cifras como en incidencia econémica, en 1970 —sin evolucionar significativamente durante todo el periodo— habia en la Provincia 94.598 capriinos, 88.788 ovinos, 30-444 porci- Nos, 123.935 equinos y 201.731 aves. ada duccion taninera cion de tanino 2.2, Estancamiento de la pro’ Al finalizar la década de 1940 la produc entra en una etapa de claro estancamiento- Desde sus comienzos, en los pri tanino y la explotaci6n forestal cone’ meros afios del siglo, el xa habia servido para » ep IDIA, Nro-25 al 'S*R] problema de la aridez en el Oeste de Lo CrL a 27/1950. Gitado en “Diagnéstico de la Region NEA’. | ampliar considerablemente las actividades prod Junto con el ferrocarril —su construccién y funcionamiey, to— la elaboracién taninera contribuyé a aumentar ¢] Nhe mero de obrajes, ocupando la mano de obra de cortaq hacheros, carreros, transportistas, obreros de planta, cheros, ete. Antonio Heraldo Prieto 184 UCtivas Ores, quin- La Segunda Guerra Mundial significé algunas dificy]. tades en la exportacion prontamente superadas, pero Poco después de la misma las masas boscosas con especies tani- cas se estaban agotando y ademas se habia descubierto en el Africa un vegetal —la mimosa— que competia con ventaja con el quebracho colorado. En 1955, cuando el Territorio se convierte en Provincia, la produccién taninera alcanzaba casi la cifra de 29.000 toneladas y en esa cantidad —con leves variantes— perma- neceré hasta el presente. En 1964 se retira del mercado la firma “Quebrachales Dubocs” y poco después se hace cargo de toda la produccién la empresa Unitan S.A, cuya actividad sigue hasta el pre sente, yala que ya hicimos referencia en la etapa anterio" Lo conereto es que el tanino no representa ya él papel due entre 1910 y 1940 representé para el valor agregad? formosefio yen general, para la movilizacién de los factors Productivos, y a, Para comprender a Formosa 185 4 pl sistema de transporte 29° 2 navegacion in rio Bermejo que se habia abierto en jos para permitir la salida de la produccién del Sur formo- gefio fue descartada en 1946. Bn ese mismo afio, el aztcar, el petréleo y los alcoholes gelNoroeste a? Megaban a Formosa por ferrocarril y salfan porel puerto capitalino rambo al Sur ya no utilizaban mas esa via. El puerto formosefio que habia tomado un interesante impulso con la salida de la produccién local y de las pro- vincias del Noroeste, empezaba a agonizar y terminaré por morirse después de 1955 cuando cambia la politica fluvial del Estado Argentino. En su lenta marcha hacia el ocaso el puerto no estaba solo. Lo acompafiarfa su hermano mellizo: el ferrocarril, trazado linealmente de Este a Oeste, y que habia sido conce- bido para servir a una economia de mentalidad meramente extractiva. La Guerra del Chaco, entre Paraguay ¥ Bolivia, con la endientes Y Posibilidad de proveer de viveres @ ambos cont ee la explosiva expansion de las fronteras produciv™ pot cl- nto agricola como ganadera habia contribuide # ie a lento del ramal, hasta llegar 2 convertirlo -10 ey a P@ anterior en el tinico ramal del Estado ave P “peravit, Ce 4 Antonio Heraldo Prieto 186 Pero ahora, la desaparicién de algunos factores Yelte. troceso de otros lo condenaban a una muerte por inanicign, Mientras tanto se empezaba a ampliar la red caminerg y hacia fines de la década de 1960 quedaba completo ¢] tra. mo carretero pavimentado entre Formosa y Resistencia, Me Provincia estaba definitivamente unida al Sur del Pats, alg zona litoralefia y este hecho traera importantes cambiog en su economia y en su ordenamiento social. 3. El sistema productivo. Auge y crisis del algodén 3.1. La estructura productiva A partir del decenio de 1930, el algodén define la vida de Formosa. En la etapa anterior vimos que este fenémeno se explica por el crecimiento de la industria textil nacional, J producido a su vez como consecuencia de un proceso de sustitucién de importaciones originado en la crisis del co- mercio internacional. En 1937, sobre 30.945 hectéreas de superficie agricola sembrada en total correspondian al algodén 18.856. DieZ afios mas tarde, de acuerdo con los datos del censo nacio- nal de 1947, las cifras se habfan elevado a 44.776 hect4i aa * 75-056 y 55.437 respectivamente y eD 1 . nalizar el periodo considerado la superficie total ada en la Provincia ascendia a 108.140 Has. de las Para comprender a Formosa 187 ats aela mitad, 60.338 hectareas estaban sembrada : as Con d textil- gn cuanto a la producci6n, partiendo de aproxim sponte 15.000 toneladas anuales en el quinquenio 19. a ig cif maxima del periodo correspondié al afio fn con 67.453 toneladas de algodén en bruto, cantidad ee aba a Formosa como segunda productora del textil después del Chaco, participando con alrededor del 15% Ei japroduccion nacional. Pese a la enorme importancia econdmica y social que el algodén pasa a tener en este periodo, su cultivo no ocupa- ba mas que una infima parte de la superficie apta para la agricultura y de la superficie efectivamente ocupada en la Provincia, segiin lo revelan con claridad los datos del Censo Nacional Agropecuario de 1969. En ese afio, la superficie total ocupada ascendia a 5,630.872 hectareas, pero a Ja agricultura se Je dedicaban nada mas que 99-872 (menos del dos por ciento) ¢e EGE les 58.150 estaban sembradas con algod6n. Eltotal de las explotaciones agropecuarias er Ylas de algod6n 7.159, casi todas ellas de tip? como veremos seguidamente: % jales Te- En otras palabras, Jas cifras de los cens' oe que Yelaban que el 56% del total de unidades Pro ntes de 9019 jaban la riqueza de la provincia, eran ° a 413% de la superficie dedicada ° Sor Sanaderia, 88 Antonio Heraldo Prieto 18 Los datos precedentes correspondientes al Censg Natio. { nal Agropecuario de 1969, se refieren al total de lag exp taciones agropecuarias, sin discriminar las espe el relevamiento efectuado a nivel provincial en 1977. Segiin este censo las explotaciones exclusivamente doneras de hasta 5 hectéreas eran 3.837 (el 49%) ocu 10.559 hectareas; las de 6 a 15 hectdreas eran 2.563 (¢ 2 con 24.657 has; las de 16 a 25, eran 613 (el 8%), con 12. has. en total; las de 26 a 55 hectareas eran 706 (el bajando 19.287 has, y las de mas de 56 hectéreas e (el 2%) con 16.760 hect4reas ocupadas. En toda la década de los afios 60 el algod6n principal cultivo industrial aportaba casi el | i iin Para comprender a Formosa 189 jon el importante papel de defender mejor Jog inter ois productores frente auna demanda muy concent ee we -de 10 mediar la intervencién estatal— biden maniobFas de verdadero monopolio. Asi fueron surgiendo las desmotadoras de El Colorado, en 1940; de Ibarreta, en 1946; de Pirané, en 1949 y de La- guna Blanca el mismo afio. Todas estas entidades pasaron a formar parte del pa- trimonio de la Direccién Provincial del Algodén, la cual, en 1973 cred una nueva desmotadora, la de la localidad de General Belgrano. Las desmotadoras de firmas privadas eran, en 1970, cuatro: dos en la ciudad de Formosa pertenecientes a Bun- gey Born y Fibramalva, una en Clorinda de la Compafiia Fébril Financiera y una en El Colorado, de F. Zahler y Cia. A diferencia del Chaco, el movimiento cooperativo nun- ca adquirié un yolumen de importancia en Formosa. En 1970 las cooperativas eran siete ubicadas en Villa 213, El Colorado, Mision Laishi, Colonia Campo Villafafe, barreta. Riacho He Hé y Pirané. : Como se sabe, el proceso de comercializacion _ 2 tiene dos etapas: la venta del algod6n en = i. y luego la venta de la fibra resultante Y Semilla, te del Gobierno de De . * ‘an acuerdo con la politica imper : én para "ito, con frecuencia era establecido el preci? vo oe operaba con _ Antonio. Heraldo Prieto 190 el algodén en bruto, una intervencion es defender los interes| a partir del cual se debia egociar, by tatal en el mercado con la finalidad q es de una oferta muy atomizada fra auna demanda con alto grado de concentraci6n. Normalmente, la practica de las desmotadoras oficiales consistia en pagar uD anticipo al productor por la entrega de su algodén y liquidarle después la diferencia resultant, del precio final que se obtuviera por la venta de la fibra y semilla descontados ademés los gastos de desmote, comer. cializacion, intereses bancarios, etc. Pero atin en las épocas mejores y con los precios més desfavorables, muchos productores no estaban en con- diciones de aprovechar las ventajas de las desmotadoras oficiales. Lo impedia una estructura agraria como la que hemos descripto anteriormente, en la que predominaban en forma absoluta los productores minifundistas. th Ec sa etupane apenas superaba el nell fgets got lems, en a gran mayoria, one : les, no podia acceder al crédito bat cario para pr 7 Oveerse anu: ara Ja siembra, almente de los elementos P El eee de la zona se constituia entonces &° Topay. eee semillas, plaguicidas, herramient® tor tenia ae = con él, al empezar la cosecha, él P' os “omo forma de eo obligacién: entregarle su alg | NS Para comprender a Formosa . 191 con frecuencia el almacenero no era mAs que un sub; copiador 0 un representante de un acoplador mas vie De este modo, la estructura minifundiaria de las ex Jo. taciones algodoneras formoseifias convertia, Seakaann al textil, en un elemento de pago y retrotraia a la economia ae rritoriana y provincial —por lo menos para una importante poreion de sus productores— casi a la etapa pre-monetaria. Finalmente, luego de mantenerse en valores aceptables entre 1940 y 1960, a partir de ese afio, el precio real del producto experimenta un constante deterioro que sefiala la declinacin del cultivo como sostén de una economia monocultora y dependiente. La caida del valor del producto engendra un circulo vicioso que ahondaré la crisis: una campafia con malos pre- cios incide negativamente en la planificacion de Ja siguiente campafia y ademas atenta contra el proceso de capitaliza- cin del productor; la incorporacion de tecnologia se on imposible y por ende el aumento de la productividad s wuelve cada vez mas un suefio jnalcanzable. vitar en Ja _, Varios factores se suman para gra a cin de la produccion algodonera: dificultades °° &xeedentes en el mercado mundial, acumulaci’” | provee incremento de la demanda de fibras largas : jnsum10s 'aproduccién local, aumento de los precios 0 ereciO ¥la competencia de fibras sintéticas su} euyo consi don, eM110s fltimos afios en forma muy perior al del alg ’ 192 Antonio Heraldo Prieto y finalmente una estructura de comercializacién que no favorece al productor y lo desalienta. 3.3. Situacién social Los afios que se inician en 1930 habian traido, como hemos visto, el cambio en la economfa territoriana del ganado y el tanino por el algodén, como nuevo elemento dinamizador del crecimiento. Entre 1920 y 1944, segiin lo revelan los censos de esos afios, mas de 5.000 nuevos productores agropecuarios se habjan instalado en el Territorio, con la esperanza de conseguir tierras para sus ganados o de aprovechar la favo- rable coyuntura de un cultivo con una demanda nacional sostenida. Pero la estructura de Ja tenencia de la tierra en que estaba cristalizada la sociedad formosefia deshizo muchas esperanzas. La mayoria de los productores nuevos vino del Pa- raguay, eran de escasos recursos como para comprar la unidad minima agricola de 100 hectdreas que establecia Ia ley Escalante; pero ademés las normas legales impedian a inmigrantes de paises vecinos ser Propietarios en zonas fronterizas. Esto hard que los recién Tlegados Ocupen como puedan, desordenadamente y de hecho las Parcelas libres que encuentran. Yr | Para comprender a Formosa 193 Estas circunstancias le otorgan a la mayorfa de las ex- Jotaciones algodoneras condiciones de suma precariedad La falta de verdadero arraigo, y la incertidumbre sobre dl futuro seran sus caracteristicas. Al productor propiamente dicho se suma otro personaje tipico de Ja economia algodonera: el “bracero” o trabajador golondrina que viene temporariamente para hacer una discreta ganancia en la época de cosecha. La presencia de estos trabajadores cumplia también un papel dinamizador del circuito econdmico, en Ja medida que gastaban en el al- macén o la tienda pueblerina parte de sus ganancias, para alimentar y vestir a toda su familia, que normalmente lo acompafiaba en esos viajes. Este movimiento periddico de hombres y medios que impulsaba la economia algodonera es descripto con elo- cuencia por un comentario de “La Voz Popular” del 21 de mayo de 1942. Refiriéndose a Clorinda y a los pueblos de la zona fronteriza con el Paraguay dice que una buena parte de la poblacién es inestable, vive en ambas orillas y viene sélo temporariamente para la cosecha algodonera: “la recolecci6n y el acarreo del algod6n ocupa todos los brazos de los pueblos de ambas orillas”. “Todos los comercios acrecientan sus ventas, todos renuevan sus existencias”. a ate fae de carros y automotores ponen en ota animada y cambiante que atrae no a s6lo a los que han de vincular directamente sy Actividag siernaee ‘ és esos trabajos, sino a los que aspiran a sacar algtin proye. cho de ese movimiento excepcional de trabajo y de dinerg? Pero después de la cosecha —contintia el comentario. gran parte de esa poblacién rural “que vive con un Die en una y otro en otra orilla del Pileomayo, desaparece’, ‘La chacra, la vivienda del labriego no cambia de as- pecto, el régimen de vida sigue siendo el mismo. Aparte la ropa que para él y su familia ha comprado, el agricultor no percibe nada que signifique un mayor propésito de arrai- go, de mejora, de mayor eficiencia para su trabajo duro, desventajoso y primitivo. El rancho sigue siendo como la choza del cazador: no tiene ni més ventajas ni més objeto que el de guarecerlo de la inclemencia de la naturaleza. Los pocos frutales, cuando los hay, siguen siendo los mis- mos. ¢Para qué plantarlos -se dice- si a lo mejor debemos abandonar la casa si el tiempo no permite sembrar algo- d6n o sila plantacién fracasa? ILa tierra no es nuestra, ni contamos con ninguna seguridad de que llegaré a serlo. Por otra parte, se quiere tanto lo que plantaron nuestras Propias manos que esos Grboles, que por st solos producen tan poco, puede ser la causa de dejarnos plantados en me- dio de la miseria, sin dejarnos ir adonde en un momento dado, hay mejores Posibilidades de ganarse la vida”. “Todo, dad, la sen, ria, Antonio Heraldo Prieto 194 en suma, no es sino la impresién de saci6n de que se esta siempre de paso, eventualmente. He aqut por qué no existe la a, | Para comprender a Fi 195 diversificacion de los cultivos, el establecimiento ento propia mente dicho de una vivienda de campo”. Y termina pro; oniendo: “ . Ee po lo: “la verdad es que el arraigo de toda esa po! lacion que a pesar de todo es laboriosa y que como es sabido contribuye en grado tan importante del Territorio y por ende de la Nacién sélo ala economia se podra conseguir con la mensura, deslinde y entrega en propiedad de las parcelas agricolas y pastoriles”. “Se vera inmediatamente que la tierra propia es el se- creto del arraigo, la formula maravillosa de la estabilidad y laeficiencia de la producci6n. Y no habré —por lo menos en la proporcion actual- ese flujo y reflujo de poblacién que es hoy la caractertstica de esta zona, para trastocarse en unempeiioso esfuerzo de los que se arraigan y ahondan en su propiedad, convertida en meta de sus aspiraciones’. Las caracteristicas comunes del minifundio —admitidas por diversos autores— son las de posesion de insuficiente superficie de tierra, utilizacion casi exclusiva de trabajo familiar, bajo nivel tecnologico y 1a n° generacion de uP proceso de acumulacién. El minifundista puede ser puro : este tltimo el que alterna el trabajo de su propio algiin conchabo como asalariado en cualquier Productiva, fuera de su chacra. Este agricultor minifundista artes del Tercer Mundo Productor a secas; él crea una reali oO asalariado, siendo redio con otra tarea —_ a Antonio Heraldo Prieto 196 cultural especffica, muy particular, al punto que algunos autores han Ilegado a hablar de “un modo de Produceigy especificamente campesino”. La restriccion de recursos productivos entonces caracteriza por si sola al productor minifundista, sino que hay que tener en cuenta los rasgos culturales Particulares que lo diferencian de otros sectores sociales y que en lineas generales hemos descripto mas adelante. La herencia del idioma y la cultura guaranf, la soledad y el aislamiento de la vida rural, la vida toda de la chacra organizada en funcién del trabajo familiar en una economia de subsistencia, crean esa fisonom(a tipica del hombre de campo formoseiio de la zona Este, al que Ilamamos pro- piamente “campesino”, término con el que él también se identifica. En cuanto a la situaci6n por areas, en este periodo, él departamento Pilcomayo mostraba el mayor porcentaje de explotaciones netamente minifundistas (con hasta 50 hec- tareas con el 73,5 por ciento del total de las explotaciones de todo tamafio del departamento). Le segufan: Pilag4 co” al 61,4 por ciento; Laishi con el 60.8 por ciento; Pirané con 1.55.2 y Formosa con el 50 por ciento. ee hablan Por si solas de la importancia de la \ xpiotaci6n en el conjunto del panorama agrope Cuario de Formosa, P ee ; entation el monocultivo minifundista tendré también ol tica consecuencia: ¢] agotamiento de los suel0s- re ee Para comprender a Formosa a9 productor no pued i v eho proc’™™' puede variar los cultivos porque el nes el unico producto que tiene mercado asegurad . .. . 10. la siembra continua del textil en permanente monocultivo impide la recomposici6n natural de la materia orgénica extraida por aquél: la erosién y el agotamiento de la tierra seran por tanto las consecuencias. Asu vez al descender la fertilidad del suelo desciende Ja productividad y con ello el descapitalizado productor se descapitaliza cada vez mas. La sociedad que en 1970 se asentaba en una estructura agraria con predominio numérico del minifundio enfrenta- ba por logica consecuencia, serios problemas sociales. Era todavia una sociedad con leve predominio rural, ya que el 53,92 por ciento de la poblacién vivia en al campo, y el 46,08 por ciento en los centros urbanos. La tendencia al aumento de la poblacion urbana sobre larural venfa produciéndose desde 194° yse era talmente al fin de la década de 1970, en de ee as delas zonas urbanas superan en niimero a los de fas ° jon y la Jacion. El analfabetismo alcanzaba al 18% de la ee see del ién escolar en la escuela primaria er T jorcenta- 50%. Esta ulti Jas zonas rurales @POT i filtima se elevaba en’ i familia campesina - mnis altos, debido a la movilidad oe sca de oportuni- €pocas de cosechas del algodén, en bY de trabajo. x 8 ‘Antonio Heraldo Prieto 19 En el aspecto sanitario era evidente la carencia de Una adecuada infraestructura hospitalaria y de atencién médiog La tasa de mortalidad infantil era una de las més altas dg pais: legaba al 45 por mil. Los médicos residentes se cop. centraban en casi un 80% en la ciudad capital. Las localidades del interior no tenfan, en su mayoria, servicios de agua potable, ni teléfonos ni mas medio de transporte que la linea férrea en decadencia y el escaso_ desarrollo del transporte automotor. La potencia instalada en energia eléctrica era deficiente en la capital e insignifi- cante en el interior. Recién en 1964 se habia completado la primera ruta asfaltada de la provincia, la Nacional Nro. 11, que la une a Buenos Aires. Al concluir los afios de la década de 1960 era evidente el agotamiento del esquema de la economia monocultura. Pero era evidente también que sdlo un proyecto global, que atacara en profundidad las causas del estancamient? Podia lanzar a la joven provincia hacia las metas que ©" 100 aii ‘ 18 qu ee te los pioneros y fundadores habfan imagi4 lo

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