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Revista Teo Biblica SETAI Vol. 9, No. 2, 2023 (Laptop) - Compressed
Revista Teo Biblica SETAI Vol. 9, No. 2, 2023 (Laptop) - Compressed
Revista Teo Biblica SETAI Vol. 9, No. 2, 2023 (Laptop) - Compressed
TeoBiblica
Vol. 9, No. 2, 2023
S IXTY-SEVEN years ago a 14- sen began his day at 1:00 a.m. and
year - old D a n i s h immigrant continued at his desk until 6:00 a.m.,
named Milian Lauritz Andreasen devoting more than a year to this one
tor Andreasen's tremendous apprecia-
tion for the Spirit of prophecy stems
in part from his personal acquaint-
arrived in Canada with his parents,
unable to speak a word of English.
The Andreasen family settled in Win-
nepeg and became part of the large
Scandinavian community. There the
story of M. L. Andreasen's life might
have ended except for three things:
the young immigrant's adventurous
spirit, his desire to become a teacher,
and the providence of God.
Thus the man who might have lived
and worked in the obscurity of a for-
eign settlement has behind him today,
at the age of 81, a distinguished ca-
reer as an educator, minister, theo-
logian, and author in the Seventh-day
Adventist denomination — a career
which was recently climaxed with an-
other outstanding contribution to the
literature of Christianity. That con-
tribution is a 256-page book entitled
Prayer, just published by the Pacific
Press Publishing Association, Moun-
tain View, California. It is the
thirteenth book written by Pastor
Andreasen.
In this book the author approached
his subject from the viewpoint that
"prayer is a vital need of every nor-
mal man or woman.” He presents
prayer as "an act of cooperation be-
tween God and man, not an attempt
by man to wheedle favors from God."
Inspiration for the book was drawn
entirely from the Bible, and the work
dispenses with the usual collection
of anecdotes which too often char-
acterize a volume of this type.
In writing the book Pastor Andrea- M. L. Andreasen at his desk.
Título:
Dedicación del barco misionero de Pitcairn, otoño de 1890 (en el momento del campamento, en
el estuario de Oakland)
Fecha: 1890
Descripción:
Fuente y agradecimientos:
https://adventistdigitallibrary.org/
Prólogo editorial:
Casi perfecto…
.
.
EFRAÍN VELÁZQUEZ II1
.
.
Introducción
Asunto global
Invitados
Contradicciones cristológicas
El uso de fuentes
Trabajo editorial
Traducción de fuentes
9. Ellen G. White, Testimonies for the Church, vol. 2 (Pacific Press, 1871),
201, visitado en 12/5/24,
https://m.egwwritings.org/en/book/120.830#837.
La paradoja de A.T. Jones
sobre la mente de Cristo
.
.
ERICK MENDIETA1
.
.
Resumen
Abstract
How does A.T. Jones’ concept of “the mind of Christ” contradict the
essence of Last Generation Theology (LGT)? Jones proposes that Christ
had a human nature with sinful tendencies but remained sinless thanks to
his divine mind, creating a problematic separation between human and
divine nature. This idea challenges the doctrine of Christ’s impeccability and
his authenticity in the experience of temptation. For LGT, this
interpretation poses a problem as it suggests that Christ’s impeccability
comes from a divine advantage, setting an unattainable standard for the last
generation of believers. This approach introduces contradictions that affect
Adventist theology and the understanding of the nature of Christ.
Résume
Introducción
Jesús se encarnó en la carne tal como lo hizo Adán después de la Caída, con
todas sus tendencias pecaminosas. Así, Jesús puede ser nuestro ejemplo en
todos los sentidos para desarrollar una vida perfecta.” Knight sostiene que:
… un concepto subyacente en las enseñanzas de Andreasen es el
que propusieron Jones, Waggoner y W.W. Prescott: que Jesús se
encarnó en la carne tal como lo hizo Adán después de la Caída, con
todas sus tendencias pecaminosas. Así, Jesús puede ser nuestro ejemplo
en todos los sentidos para desarrollar una vida perfecta.
Knight también observa que una idea fundamental:
… de la teología de la generación final de Andreasen se centra en la
misma línea de pensamiento que llevó a Waggoner y Jones a concluir
que el pueblo de Dios del fin de los tiempos sería una demostración
para el universo, un pueblo cuyas vidas proclamarían: “Aquí están los
que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”.
George R. Knight, End-Time Events and the Last Generation: The Explosive
1950s (Nampa, Idaho: Pacific Press, 2018), 26.
10. Knight, End-Time Events, 26.
11. A. T. Jones, “Third Angel’s Message—No. 16,” sermon, The General
Conference Bulletin, February 24, 1895, 1, no. extra 12 (1895): 311, visitado el
28 de abril de 2024, https://m.egwwritings.org/pt/book/1673.4536#4571.
24 TeoBiblica 9.2 (2023)
pecado que las que hay en nosotros.”16 Aquí, cuando dijo, “no en él
mismo, sino en su carne”, Jones parece reconocer dos naturalezas en
Jesús, una humana y otra divina. A esto le añadió que “todas las
tendencias al pecado que están en mí estaban en él también, pero
ninguna de ellas se permitió manifestarse en él. “Él las conquistó todas,
y en él todos tenemos la victoria sobre todas ellas.” Según Jones, esto
se debe a que “hay una diferencia entre una tendencia al pecado y la
manifestación abierta de ese pecado en las acciones.”17
25. Aquí está la respuesta completa que Jones preparó para sus
ponencias días después de la interrupción pública:
Algunos han encontrado, y todos pueden encontrar, en los Testimonios,
la afirmación de que Cristo no tenía “las pasiones de nuestra naturaleza
humana caída”. La declaración está ahí; por supuesto, cualquiera puede
encontrarla. Ahora bien, en cualquiera de estos estudios, desde el
principio hasta el fin, no habrá problema alguno si se mantienen
estrictamente a lo que se dice, sin ir más allá de lo que se ha dicho ni
añadir cosas que no se mencionan. Ya sea con respecto a la Iglesia y el
Estado, la separación del mundo, o sobre este tema de Cristo en
nuestra carne, mantente estrictamente a lo que se dice; no saques
conclusiones extrañas.
Véase, Jones, “Third Angel’s Message—No. 16,” 312.
26. Jones, 312.
Mendieta – La mente de Cristo… 29
se unen una vez más cuando la mente divina de Jesucristo por su fe divina
habita en carne humana”. Por lo tanto, con esta mente, “la mente del
Espíritu, la mente de Cristo que él nos ha dado, se cumple la ley de
Dios”.35
Voces Relacionadas
Sin embargo, Cairus también nota que antes del uso de “naturaleza
pecaminosa” atribuida directamente a Cristo en la Review por White en
1896, el paralelo cercano a “carne pecaminosa” se le atribuye
comenzando en 1895. “Hasta ese momento, la Review siempre había
40. Uriah Smith, “Editorial Note,” Review and Herald 73, no. 10 (1896):
160.
41. Véase, Elena G. de White, Joyas de Los Testimonios, Tomo 2 (Ellen G.
White Estate, 2012), 197.
Mendieta – La mente de Cristo… 35
42. F. D. Starr, “The Immaculate One,” Review and Herald 72, no. 1
(1895): 3. Para la cita original en inglés de White sobre siendo nuestro
hermano, véase Ellen G. White, Testimonies for the Church, vol. 2 (Ellen G.
White Estate, 2017), 183. Por las tentaciones de Jesús en español, véase
Elena G. de White, El Camino a Cristo (ACES, 2015), 66 (94).
36 TeoBiblica 9.2 (2023)
46 Chapman, 3.
47. Chapman, 3.
48. Chapman, 2.
38 TeoBiblica 9.2 (2023)
Al igual que con Jones, aquí con Chapman se evidencia una clara
paradoja. Esta contradicción presenta el cuerpo de Jesús como el de
Adán después de la caída y, simultáneamente, una mente divina que
recuerda a la humanidad de Adán antes de la caída.
ed. (Stanford and Swords, 1844), 47; George R. Knight, A. T. Jones: point
man on Adventism's charismatic frontier (Review and Herald, 2011), 175-176.
57. El concepto de “mente carnal” continuaría utilizándose en las
publicaciones adventistas para reconocer la condición humana caída de
Adán y su descendencia. Véase, por ejemplo, G. B. Thompson, “The
Christian’s Life of Victory- Part 1,” Australasian Record 25, no. 25 (1921): 1-
2. Thompson sostiene que la condición del hombre por naturaleza incluye
su “mente carnal”, que es “enemistad contra Dios.” Romanos 8:7. “La
carne es siempre la misma, ingobernable, inmutable y vil. Es pecaminosa, y
el pecado ha causado toda la miseria, desgracia y muerte que este mundo ha
conocido jamás.” “El poder del evangelio transforma e introduce santidad
en la mente. Nos da la mente de Cristo. ‘Haya, pues, en vosotros este sentir
que hubo también en Cristo Jesús.’” Filipenses 2:5. Somos “transformados
por la renovación” de la mente. Romanos 12:2. Pero, la carne no se hace
santa. El apóstol dice, “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos
a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.” 1 Juan 1:8 Es decir, si
decimos que no hay pecado en la carne, estamos engañados. Aunque la
mente carnal sea eliminada, la carne permanece. Los últimos comentarios
de Thompson sobre la “mente carnal” eliminada y solo queda la carne son
ambiguos y confusos. Consulte también a Meade MacGuire, “We Must
Change Our Minds,” Inter-American Division Messenger XXV, no. Special
(1948): 5-7. MacGuire dijo que:
Necesitamos entender definitivamente que hay dos tipos de mente: la
carnal y la espiritual, y que una es muerte y la otra es vida. [Al momento
de la creación,] su mente era perfecta, y cada impulso y deseo eran
puros y santos y en armonía con la ley divina del amor. Cuando Adán
cedió a la tentación y desobedeció a Dios, su mente que había sido
espiritual se volvió carnal… Todo niño nacido en este mundo desde la
caída de Adán ha heredado la mente carnal o naturaleza de Adán…
Todos somos ‘por naturaleza’ hijos de la ira porque todos por
naturaleza tenemos la mente carnal, que es muerte… ¿Cómo podemos
Mendieta – La mente de Cristo… 43
Conclusiones
Resumen
¿Cómo afectan las enseñanzas de Milian Lauritz Andreasen sobre la
expiación y la perfección escatológica a la teología adventista? Este artículo
compara su teología, que sugiere una expiación incompleta en la cruz y el
perfeccionismo escatológico, con las visiones de Edward Heppenstall, Hans
K. LaRondelle y George Knight, quienes se basan en la justificación por la
fe y la mediación continua de Cristo en el santuario celestial, enfatizando la
suficiencia de su obra y rechazando la necesidad de la impecabilidad
humana.
Abstract
How do the teachings of Milian Lauritz Andreasen on atonement and
eschatological perfection affect Adventist theology? This article compares his
theology, which suggests an incomplete atonement on the cross and
Résume
Comment les enseignements de Milian Lauritz Andreasen sur l'expiation et
la perfection eschatologique affectent-ils la théologie adventiste ? Cet article
compare sa théologie, qui suggère une expiation incomplète sur la croix et un
perfectionnisme eschatologique, avec les vues d'Edward Heppenstall, Hans
K. LaRondelle et George Knight, qui se concentrent sur la justification par la
foi et la médiation continue du Christ dans le sanctuaire céleste, soulignant la
suffisance de son œuvre et rejetant la nécessité de l'impeccabilité humaine.
Introducción
E
L PENSAMIENTO ADVENTISTA del séptimo día ha
seguido su propia cadencia, en línea con el principio
bíblico en Proverbios 4:18: “Mas la senda de los justos es
como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el
día es perfecto".2 Este versículo sugiere que Dios ha guiado la
29. Marvin Moore, El fin del tiempo de gracia (México: GEMA Editores,
2017), 82 enumera cinco características que compartimos los seres humanos
con Dios: (1) inteligencia; (2) emociones; (3) moralidad; (4) espiritualidad; y
(5) libre albedrío.
58 TeoBiblica 9.1 (206)
34. Leon Morris apunta que “así como la cruz representa el juicio para
este mundo, así también representa la derrota de Satanás”. Morris citado en
Peckham, Theodicy of Love (Baker, 2018), 122.
35. Peckham, Theodicy of Love, 121.
36. Peckham, 133.
37. “Los hijos de Dios que vivan en los últimos días pasarán por una
experiencia similar a la de Job”. Ver Andreasen, El santuario y su servicio, 230,
231.
Caporal – La planification stratégique et le leadership… 61
38 Andreasen, 236
39. Peckham, Theodicy of Love, 120.
40. Ellen G. White, “Lessons from the Christ-Life” Review and Herald,
marzo 12, 1901, 161.
62 TeoBiblica 9.1 (206)
como agente de división entre las dos líneas teológicas más fuertes hoy
en día: los adventistas históricos y los centristas”48.
54. Para un análisis más amplio sobre las implicaciones de que Cristo
hubiese llevado una naturaleza humana pecaminosa como la del ser
humano, y para mirar la explicación de la naturaleza dual de Cristo
propuesta por Henry Melville que fue adoptada por Elena G. de White, ver
el apéndice B del libro QOD, 557-594.
55. Cavazos, Influencia de la doctrina de la transmisión del pecado, 49.
56. “La última generación debe vivir a la vista de un Dios santo sin que
haya intercesor en el santuario durante el periodo de las siete últimas plagas.
Solo quienes tengan el sello de Dios, quienes reflejen la imagen de Jesús
Caporal – La planification stratégique et le leadership… 69
79. Daniel Heinz, ed., et. al., Christ, Salvation and the Eschaton, Essays in
Honor of Hans K. LaRondelle (Andrews University Press, 2009), xv.
80. Heinz, ed., et. al., Christ, Salvation and the Eschaton., xvii.
81. Si bien es cierto que muchos argumentos que sostienen el andamiaje
de la teología de la última generación presumen de estar basados solamente
en la Biblia, es imposible negar la influencia de los escritos de Elena G. de
White en la teología de Andreasen. Por ejemplo, la cita del libro Palabras de
vida del Gran Maestro, página 47 que dice que Dios está esperando a que su
pueblo reproduzca perfectamente su carácter para poder venir a reclamarlos
como suyos ejerció una influencia notable al hacer que Andreasen la tomara
como un argumento para tratar de explicar la aparente demora de la venida
de Jesús.
Caporal – La planification stratégique et le leadership… 75
como el único medio para poder ser salvos se hace notar una
comprensión sólida del tema de la expiación.101
De esta manera, Knight sustenta que la tendencia humana hacia el
fenómeno del perfeccionismo cristiano pudiera deberse a que está
basada en un concepto negativo de la ley al mirarla solamente como
un indicador de lo que no se debiera hacer. Debido a ello, afirma que
el cristianismo es una “relación positiva, no negativa”,102 ya que la
“esencia de la perfección no consiste en privarse de ciertas cosas o
acciones” sino en “realizar actos de amor dentro de una relación con
Cristo”.103
Debido a lo anterior, George Knight ha sido preciso en señalar que
la Biblia no habla sobre perfección en su sentido absoluto cuando se
refiere al ser humano dado que este no tiene los méritos para
compararse con Dios104. Aunado a ello, la idea de que Dios dependa
del ser humano para limpiar su nombre, vindicar su carácter y derrotar
finalmente a Satanás es quizá el más grande atentado contra la
concepción del Dios omnipotente de la Biblia y, por lo tanto, es el
talón de Aquiles de toda la construcción teológica de Andreasen sobre
el perfeccionismo de la última generación.
Conclusiones
Los argumentos soteriológicos y escatológicos que presenta la
Teología de la Última Generación sostienen que el pecado es
solamente lo malo que se hace; que es posible y necesario vivir vidas
impecables para que Cristo regrese por su pueblo; que la expiación tiene una
dimensión antropocéntrica; que los creyentes del tiempo del fin vindicaran al
Padre y derrotaran a Satanás por medio de sus vidas impecables; y que Cristo
tomó una naturaleza humana poslapsaria. Estos aspectos fundamentales de
la TUG fueron considerados, atendidos y respondidos principalmente por
tres teólogos adventistas que fueron considerados en este artículo.
Los profesores Edward Heppenstall (1901-1994), Hans K. LaRondelle
(1929 - 2011) y George R. Knight (1941 - ) por medio de sus experiencias
personales, su preparación académica, su influencia en las aulas como
docentes y sus legados bibliográficos, han defendido la tesis de que la
perfección a la que la Biblia hace referencia debe ser considerada como
madurez espiritual, amor al prójimo y crecimiento en la gracia, y no como
impecabilidad; que Cristo tuvo una doble naturaleza humana; que solamente
el Hijo de Dios ha vindicado el carácter del Padre por medio de sí mismo; y
que el creyente que mantenga una relación con Cristo y sea justificado por la
82 TeoBiblica 9.1 (206)
Abstract
What are the consequences of favoring one aspect of the salvation process
over others? This study examines four expressions relevant to Adventist
theology of salvation: 1) moral perfection, 2) legal justification, 3) personal
relationship with Christ, and 4) divine love as a guarantee of universal
Introducción
última, que al final alcanzaría la perfección sin pecado y sería elevada al cielo
sin conocer la muerte.18
Estos conceptos constituyen la medula de la TUG, que predomina en
círculos adventistas conservadores, como en ciertos ministerios
independientes. 19 Por un lado, el énfasis en la santificación y la perfección
busca incitar a la iglesia a superar su tibieza laodicense y vivir más cerca del
ideal de Dios para sus hijos. Sin embargo, este énfasis debe equilibrarse con
los conceptos igualmente importantes de la justificación legal (Ef 2:1, 8-9;
Tito 3:4-7) y la vindicación del carácter de Dios en la persona y el ministerio
preponderante de Jesucristo. De hecho, “la vida de Cristo fue una vindicación
perfecta y completa de la ley de su Padre”. Además, “solo en Jesucristo
tenemos una representación perfecta de Dios”. 20
En relación con la naturaleza humana de Cristo durante su encarnación,
White reconoció que “Jesús aceptó la humanidad cuando la raza había sido
debilitada por cuatro mil años de pecado. Como todo hijo de Adán, aceptó
21. Elena G. de White, El deseado de todas las gentes (Pacific Press, 1955),
33. Para un estudio más profundo de las declaraciones de White sobre la
naturaleza de Cristo durante la encarnación, véase el Apéndice B en Seventh-
day Adventists Answer Questions on Doctrine (Review and Herald, 1957), 647–660,
republicado en Seventh-day Adventist Bible Commentary, vol. 7A (Review and
Herald, 1957), 443–456.
22. Elena G. de White, El Ministerio médico (APIA, 2001), 238.
23. White, “God’s Purpose for Us,” Signs of the Times, May 29, 1901, 3.
24. Elena G. de White, carta a “Brother and Sister Baker,” Lt 8, 9 de
febrero de 1895, en Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día, Tomo 5: Mateo a
Juan, editado por Francis D. Nichol, (Boise, Idaho: Pacific Press Publishing
Association, 1990), 1102-1103. Para la versión original en inglés, véase Ellen
G. White, “MR No. 1002—The Baker Letter,” en Manuscript Releases, vol. 13
(Silver Spring, MD: Ellen White Estate, 1990), 18, carta del 4 de agosto de
1983, accedido el 28 de abril de 2024,
https://m.egwwritings.org/en/book/67.68#68. Énfasis añadido.
Timm – Perspectivas en contraste… 93
28. Desmond Ford, Discovering God’s Treasures (Review and Herald, 1972),
32.
29. Ford, Discovering, 33.
96 TeoBiblica 9.2 (2023)
mira hacia adelante, al día del juicio, y hacia atrás, a la cruz. Sin
embargo, no se trata de dos acontecimientos separados. En el
Evangelio se ven como uno solo. El Calvario fue el fin del
mundo. El día del juicio tuvo lugar en la cruz de Cristo (Jn.
12:31, 32).32
Este énfasis tan marcado en la justificación forense resalta lo que
Cristo hizo por nosotros en la cruz, pero desestima lo que él realiza en
nosotros cuando lo aceptamos como nuestro Señor y Salvador. El
aspecto legal de ser declarados justos ante Dios debe ser equilibrado con
la experiencia subjetiva de ser ubicados en el proceso de santificación.
Este aspecto subjetivo se ilustra claramente al vestir al sumo sacerdote
Josué con “ropas de gala” (Zac 3:4) y al Hijo Pródigo con “el mejor
vestido” (Luc 15:22–24). El apóstol Pablo explicó que la justificación
conlleva ser liberados “del poder de las tinieblas y,” trasladados “al
reino de su amado Hijo” (Col 1:13, 14), lo que resulta en “paz para con
Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Rom. 5:1). Si el proceso
de salvación se limitara únicamente a la justificación forense, la
afirmación de que sin santidad “nadie verá al Señor” (Heb 12:14)
carecería de sentido.”
White dijo, acertadamente, que “El perdón y la justificación son
una y la misma cosa”.33 “Pero el perdón tiene un significado más
abarcante del que muchos suponen... El perdón de Dios no es
solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es
sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es
la efusión del amor redentor que transforma el corazón”.34 Y ella
explica más: “La justicia por la cual somos justificados es imputada; la
justicia por la cual somos santificados es impartida. La primera es
35. Elena G. de White, La fe por la cual vivo: reflexiones para cada día
(IADPA, 2020), 119.
36. Morris L. Venden, Salvación por la fe y la voluntad (Publicaciones
Interamericanas, 1987), 21.
37. Venden, Salvación, 66-68.
Timm – Perspectivas en contraste… 99
empoderados por él para vencer las fuerzas del mal (Ef 6:10–20). En
este sentido, la batalla ya no es nuestra, sino Suya.
4. Énfasis en el Amor de Dios
El plan completo de salvación es una manifestación del amor
incondicional de Dios. El mismo Cristo declaró: “Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Jn 3:16). Y el
apóstol Pablo afirmó: “Pero Dios demuestra su amor hacia nosotros,
en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Ro 5:8).
Pero, ¿qué significa realmente la expresión “Cristo murió por
nosotros”?
Los defensores de la llamada “teoría de la influencia moral” niegan
que la muerte de Cristo en la cruz fuera necesaria para satisfacer la
justicia de Dios y que el pecador arrepentido esté cubierto por los
méritos de la justicia de Cristo.47 Por ejemplo, en su obra Dios está con
nosotros (1974), Jack W. Provonsha (1920-2004) redefine la
reconciliación y la expiación como “una continua y progresiva
autorrevelación divina” orientada a “restaurar la fe de la criatura en su
Creador” y “la fe de la criatura en sí misma”. En lugar de estar cubierto
por la justicia de Cristo, el pecador arrepentido simplemente muere
“con él a través de la identificación” con “la muerte del Cordero de
Dios”.48 En su libro, You Can Go Home Again (1982), Provonsha
destacó el carácter amoroso de Dios, afirmando que las doctrinas de la
expiación sustitutiva y la justificación forense son teorías erróneas
basadas en la noción jurídica romana de justicia y la doctrina medieval
de méritos.49
Observaciones Finales
Hemos observado que el proceso de salvación comprende diversos
componentes, y es posible que alguno de ellos reciba una atención en
desmedida, a costa de otros igualmente relevantes. La Biblia y los
escritos de White enseñan claramente (1) la santificación y la
perfección, pero no el perfeccionismo; (2) la justificación forense, pero
nunca disociada del poder transformador de la gracia de Dios; (3) la
relación con Cristo, pero también la obediencia, mediada y aprendida
a través de las Escrituras; y (4) el amor de Dios sin negar el sacrificio
expiatorio de Cristo en la cruz. Esto significa que cada uno de estos
enfoques debe ser corregido y equilibrado dentro del proceso de
salvación más amplio y complejo.
En su libro El Camino a Cristo, White integra estos cuatro énfasis
en un todo equilibrado y sin distorsiones. Por ejemplo, sobre el amor
de Dios, ella afirma que “El corazón de Dios suspira por sus hijos
terrenales con un amor más fuerte que la muerte. Al dar a su Hijo nos
ha vertido todo el cielo en un don”. Ella reconoce la justificación
como la obra de Dios por nosotros y en nosotros, declarando: “Por la
59. Elena G. de White, Testimonios para las Iglesias, Tomo 1 (Pacific Press,
1948), 317.
Timm – Perspectivas en contraste… 107
60. Elena G. de White, El Camino a Cristo (Pacific Press, 1956), 15, 10, 45.
61. White, Camino, 49, 46.
108 TeoBiblica 9.2 (2023)
Abstract
Introducción
P
OCO DESPUÉS de cumplir veinte años, Benjamín Franklin,
uno de los líderes mejor conocido del movimiento de
independencia de los Estados Unidos de América, lanzó un
proyecto para alcanzar la perfección moral. El plan era
sorprendente por su sencillez y funcionalidad. Franklin identificó 13
virtudes que, según él, componían la perfección moral y luego las
Cortez– El peligro de la perfección… 111
El dilema de la perfección
18. 2 Cron 16:9; Sal 15:2; 119:30; Prov 28:9, 13, 18.
118 TeoBiblica 9.1 (2023)
¿Qué es el Pecado?
31. Véase también 1 Rey 8:46; 2 Cro 6:36; Sal 19:12–14; 139:23–24; Pro
20:9; Ecl 7:9.
32 Cuando decimos que una persona tiene una propensión o una
tendencia hacia la violencia, queremos decir que esa persona puede actuar
violentamente (y dadas ciertas circunstancias lo hará), pero también
queremos decir que esa persona no siempre actúa violentamente y puede
abstenerse de actuar de esa manera.
124 TeoBiblica 9.1 (2023)
Por eso Isaías dijo que “todas nuestras justicias [son] como trapo de
inmundicia” (Is 64:6).
El sistema de sacrificios del santuario ilustraba esta verdad. Dios
instruyó a Israel a ofrecer un holocausto continuo cada mañana y cada
tarde para que permaneciera ardiendo en el altar las 24 horas del día,
los 7 días de la semana (Num 28:3–8; Lev 6:12–13). Según Levítico 1:4,
el propósito del holocausto es hacer expiación (reconciliación) para
que el oferente, en este caso todo el pueblo, sea aceptado ante el Señor.
Esta ofrenda no era por ningún pecado específico. Si el problema era
un pecado específico, tendrían que ofrecer un sacrificio por el pecado
(Lev 4). El holocausto era para expiar la pecaminosidad. En otras
palabras, dado que eran pecadores y todo lo que hacían estaba
manchado con pecado, necesitaban expiación continua de parte de
Dios.33 Nótese, por ejemplo, que también se requería un holocausto
cuando una persona cumplía un voto para Dios (Lev 22:18), después
de que los sacerdotes eran consagrados (Lev 8:18), cuando una persona
completaba un voto de nazareo (Num 6:14), incluso cuando se
completaba el Día de la Expiación (Lev 16:24). ¿Por qué? Porque
incluso nuestros actos buenos, los actos de alabanza y gratitud, de
consagración y de arrepentimiento, no son aceptables para Dios
excepto por la sangre de nuestro holocausto, Jesús, el cordero de Dios.
Ángel Manuel Rodríguez dice: “El holocausto operaba bajo la
suposición de que los humanos no son santos por naturaleza [es decir,
son pecadores] y, por lo tanto, cuando se acercan al Señor, incluso para
expresar gratitud, alegría y acción de gracias, necesitan perdón.34 White
fue aún más concreta:
Los servicios religiosos, las oraciones, la alabanza, la confesión
penitente de pecado ascienden de los verdaderos creyentes como
incienso al santuario celestial, pero al pasar a través de los canales
corruptos de la humanidad, están tan contaminados que a menos que sean
purificados por la sangre, nunca pueden ser de valor ante Dios. No ascienden
en pureza inmaculada, y a menos que el Intercesor que está a la
diestra de Dios presente y purifique todo por su justicia, no es
aceptable para Dios. Todo incienso de los tabernáculos terrenales debe estar
humedecido con las gotas limpiadoras de la sangre de Cristo. Él sostiene ante
el Padre el incensario de Sus propios méritos, en el cual no hay
mancha de corrupción terrenal. Él recoge en este incensario las
oraciones, la alabanza y las confesiones de supueblo y con estas
pone supropia justicia inmaculada. Entonces, perfumado con los
méritos de la propiciación de Cristo, el incienso sube ante Dios,
completamente y enteramente aceptable”.35
La Trampa de la Perfección
Poco después de comenzar su proyecto de perfección moral,
Benjamín Franklin descubrió que el asunto era mucho más complejo
de lo que había anticipado. “Es una tarea de más dificultad de lo que
había imaginado”, recordó. El problema era que mientras se
concentraba en “guardarse de un fallo, a menudo era sorprendido por
otro”. Además, “me sorprendió encontrar que estaba mucho más lleno
de fallas de lo que había imaginado”.36 La humildad era un problema.
Perfectos en Cristo
Dios provee una solución que atiende cada aspecto del problema
del pecado. Hay tres aspectos con el problema del pecado. Se
describirán brevemente, junto con la solución que Dios provee, y luego
presentaré algunas de las descripciones bíblicas de este maravilloso
proceso. El primer aspecto es la naturaleza pecaminosa humana.
Somos como una fuente contaminada que contamina todo lo que
produce. El segundo aspecto son las acciones mismas que producimos
en nuestro estado caído. El tercer aspecto es el problema legal que
Y aún más, considero todas las cosas como pérdida en vista del
incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien
he sufrido la pérdida de todas las cosas y las considero como
basura, para que pueda ganar a Cristo y ser encontrado en él, no
teniendo una justicia propia que proviene de la ley, sino la que es a
través de la fe en Cristo, la justicia que viene de Dios y se basa en
la fe [JUSTIFICACIÓN], para conocerlo a él y el poder de su
resurrección y la comunión de sus sufrimientos, siendo hecho
conforme a su muerte; a fin de que yo pueda llegar a la resurrección
de entre los muertos [GLORIFICACIÓN]. No que ya lo haya
obtenido o ya haya llegado a la perfección, pero prosigo para poder
apoderarme de aquello por lo cual también fui apoderado por
Cristo Jesús. Hermanos, yo no me considero a mí mismo haberme
apoderado de ello; pero una cosa hago: olvidando lo que queda
atrás y extendiéndome hacia adelante a lo que está adelante,
prosigo hacia la meta para el premio del supremo llamado de Dios
en Cristo Jesús [SANTIFICACIÓN]. Por lo tanto, en la medida en
que somos perfectos, tengamos esta actitud; y si en algo tienes una
actitud diferente, Dios te lo revelará también” (Fil 3:8-15).
130 TeoBiblica 9.1 (2023)
Conclusión
Una vez que entendemos cómo trabaja Dios para nuestra
salvación, hay al menos tres cosas que suceden en el creyente cuando
está en Cristo. Primero, hay amor. El creyente responde con amor al
amor de su salvador (1 Jn 4:19). Segundo, hay paz porque ha sido
justificado. Ya no hay más condenación. Tercero, hay crecimiento
porque Dios ha dado al creyente el Espíritu Santo. Este tipo de
obediencia es lo que Pablo llama la obediencia de fe (Ro 1:5; cf. Gal
5:6; Ef 2:10). White dice:
Una vida en Cristo es una vida de descanso. Puede que no haya
éxtasis de sentimientos, pero debe haber una confianza pacífica
constante. Tu esperanza no está en ti mismo; está en Cristo. Tu
debilidad está unida a su fuerza, tu ignorancia a su sabiduría, tu
fragilidad a su poder duradero. Así que no debes mirarte a ti
mismo, no dejar que la mente se detenga en el yo, sino mirar a
Cristo. Deja que la mente contemple su amor, la belleza, la
perfección de su carácter. Cristo en su abnegación, Cristo en su
humillación, Cristo en su pureza y santidad, Cristo en su amor
incomparable, este es el tema para la contemplación del alma. Es
amándolo, copiándolo, dependiendo totalmente de él, que somos
transformados a su semejanza.45
Probablemente la mejor ilustración de cómo funciona la salvación
es la parábola de la vid que Jesús contó en Juan 15. La noche en que
Jesús murió, mientras caminaba hacia el Jardín de Getsemaní con sus
discípulos, les dijo:
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Toda rama en
mí que no da fruto, la quita; y toda rama que da fruto, la poda para
que dé más fruto. ... Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que
permanece en mí y yo en él, este da mucho fruto; porque separados
de mí no podéis hacer nada (Jn 15:1-5).
Los discípulos de Jesús entendieron inmediatamente el significado
de esta parábola. Dios consideraba a Israel su propia vid, a través de la
50. Por ejemplo, Jehová dice que Israel creció alto y hermoso como una
vid, sin embargo, fue rechazado por él (Eze 19:10–14).
51. Oseas describe a Israel como “una vid frondosa”, llena de follaje
(10:1). De manera similar, Ezequiel describe a Israel como una vid
“plantada junto a las aguas; era fructífera y llena de ramas” (Eze 19:10–11).
52. Oseas describe a Israel como una vid que “produce fruto para sí
misma” (10:1).
Elena G. de White y la
naturaleza humana de Jesús
.
MERLIN D. BURT 1
Resumen
Abstract
Did Jesus adopt a fallen nature? This article examines the discussions over
Jesus’ humanity within the Seventh-day Adventist Church, focusing on Ellen
G. White’s hermeneutical approach. Through historical and exegetical
analysis, White is depicted as navigating a nuanced middle ground between
prelapsarian and postlapsarian viewpoints, portraying Jesus with a physique
affected by sin’s consequences yet free from sinful propensities. This
depiction supports his impeccable divinity and underscores the intricate
blend of divine and human natures in Jesus, emphasizing his unique role in
redemption as the sole efficacious substitute on the cross. Moreover, this
interpretation presents Him as a model of victory over temptation,
embodying our humanity while remaining untarnished by sin.
Résume
Introducción
J. M. Stephenson (1854)
Cuando Dios creó al primer Adán, le dio dominio sobre todas las
cosas en la tierra, ya fueran de la raza humana, o la creación animal,
o cosas inanimadas. Por desobediencia, Adán cayó de esta alta
posición, perdió su dominio y degradó aquellas cosas sobre las
cuales se había extendido su dominio. Satanás, su tentador, usurpó
el trono del mundo y ha sido desde entonces, el príncipe de este
mundo. Pero la promesa fue que la semilla de la mujer, Jesucristo,
aplastaría la cabeza de la serpiente y destruiría el poder de Satanás.
Jesucristo, el segundo Adán, repararía el daño de la caída y, como
el Hijo del hombre, el representante de la naturaleza humana
perfecta tomaría nuevamente el dominio que Adán perdió y
restauraría la creación al feliz estado en el que Adán la encontró.5
J. H. Waggoner (1884)
E. J. Waggoner
A. T. Jones
Más aún: dado que la única carne que existe en este vasto mundo
que vino a redimir es justo la pobre, pecadora, perdida, carne
humana que todos los hombres tienen; si esa no fuera la carne que
él asumió, entonces él nunca vino realmente al mundo que necesita
ser redimido. Porque si él vino en una naturaleza humana diferente
de la que la naturaleza humana en este mundo realmente es,
entonces, aunque estuviera en el mundo, aún para cualquier
propósito práctico en alcanzar al hombre y ayudarlo, estaba tan
lejos de él como si nunca hubiera venido, pues, en ese caso, en su
naturaleza humana estaba tan lejos del hombre y tanto de otro
mundo como si nunca hubiera venido a este mundo en absoluto.11
Pero Dios envió a su propio Hijo al mundo para mostrar que todo
el problema yacía en la rendición base de la carne al pecado, y no a
ninguna injusticia en la ley. Vino en semejanza de carne de pecado
para demostrar ante todas las partes en la controversia que era
posible para los hombres en la carne guardar la ley. Lo demostró
guardándola él mismo. En nuestro plano de existencia, y en nuestra
naturaleza, rindió tal obediencia a cada principio y precepto, que el
ojo de la Omnisciencia mismo no podía detectar falla alguna en
ello. Toda su vida fue simplemente un traslado de esa ley, en su
naturaleza espiritual, y en sus demandas santas, justas y buenas. Así
condenó el pecado en la carne, viviendo él mismo en la carne y no
haciendo pecado; mostrando que era posible para el hombre vivir
así. Fue una vindicación completa y triunfante del hecho de que
Dios no es injusto en sus demandas; que no requería del hombre
nada más de lo que podía hacer, nada más de lo que debería haber
hecho, y por no hacerlo fue justamente condenado. Si Cristo aquí,
como hombre, podía guardar la ley, cumpliendo perfectamente la
voluntad del Padre, el hombre también podría haberlo hecho, y
por lo tanto, queda sin palabras ante un trono que se muestra como
un trono de equidad, ante una ley que se muestra ser santa, justa y
12. A. T. Jones, “The Third Angel’s Message, No. 14,” General Conference
Bulletin, February 21, 1895, 266, 267.
Burt– Naturaleza humana de Jesús… 147
S. N. Haskell (1901)
Resumen
13. Uriah Smith, Looking Unto Jesus or Christ in Type and Antitype (Battle
Creek, Mich.: Review and Herald, 1897), 30.
14. S. N. Haskell, “The Sanctuary Question,” Review and Herald, August
20, 1901, 536.
148 TeoBiblica 9.1 (2023)
16. Ellen G. White, Spiritual Gifts: The Great Controversy Between Christ and
His Angels and Satan and His Angels, vol. 1 (Battle Creek, MI.: James White,
1858), 25.
17. Ellen G. White, “Parents and Children,” Review and Herald, January
20, 1863, 59, par. 3, accedido el 28 de abril de 2024,
https://m.egwwritings.org/en/book/821.605#610.
18. White, “Parents and Children”, 59, par. 5.
19. Elena G. de White, Testimonios para la iglesia (Publicaciones
Interamericanas, 1996), 197.
150 TeoBiblica 9.1 (2023)
Ella fue clara en decir que “El hombre no podía expiar por el
hombre. Su condición pecaminosa y caída lo convertiría en una
ofrenda imperfecta, un sacrificio expiatorio de menor valor que Adán
antes de su caída”. 21 Al referirse a Cristo en su humanidad, escribió,
“Él era perfecto, y sin mancha de pecado. Él estaba sin mancha ni
arruga.”22 Para que Cristo fuera el Salvador, debía tener tanto una
naturaleza humana sin pecado como divina.
20. Ellen G. White, "The First Advent of Christ," Review and Herald,
December 17, 1872, 2, par. 5, accedido el 28 de abril de 2024,
https://m.egwwritings.org/en/book/821.1331#1339.
21. White, “The First Advent, 2, parr. 3.”
22. White, “The First Advent, 2, par. 8.”
23. Ellen G. White, “The Temptation of Christ”, Review and Herald, July
28, 1874, 51.
Burt– Naturaleza humana de Jesús… 151
Resumen
En 1884, White escribió que Jesús tenía una naturaleza humana sin
pecado: “No había pecado en él que Satanás pudiera triunfar, ninguna
debilidad o defecto que él pudiera usar a su favor. Pero nosotros somos
pecaminosos por naturaleza, y tenemos un trabajo que hacer para
limpiar el templo del alma de toda contaminación.” Otro ejemplo de
una declaración similar fue escrito en 1898: “Cristo es la representación
perfecta de Dios, por un lado, y un perfecto ejemplar de humanidad
sin pecado por el otro. De esa forma combinó él la divinidad y la
humanidad.”30
La carta a Baker
32. Ellen G. White to J. H. Kellogg, August 29, 1903 (Letter 303, 1903),
Ellen G. White Estate, Silver Spring, MD.
156 TeoBiblica 9.1 (2023)
33. Elena G. de White, El deseado de todas las gentes (Pacific Press, 2011),
31. Esta corrección textual realizada por Elena G. de White es crucial para
entender su doctrina sobre la naturaleza humana de Cristo. La eliminación
de la palabra “manchada” de la descripción originalmente impresa refleja su
insistencia en que, aunque Jesús asumió las “flaquezas” humanas causadas
por milenios de pecado, no estaba sujeto a las “propensiones” pecaminosas
que afectan al resto de la humanidad. Esta distinción es vital para preservar
la doctrina de la impecabilidad de Cristo, un punto central en la soteriología
adventista. Referencias para estos cambios se encuentran en las ediciones
revisadas de El Deseado de Todas las Gentes, particularmente en las discusiones
relacionadas con la Carta 303 de 1903 y en las afirmaciones generales de
White sobre la naturaleza pecaminosa versus la naturaleza sin pecado de
Cristo. Ver también Ellen G. White, The Desire of Ages, 48-49, ediciones
subsecuentes al 1903.
34. Timothy L. Poirier, “Sources clarify Ellen White’s Christology,”
Ministry 62, no. 12 (1989): 7-8. Véase también de Poirier, A Comparison of the
Christology of Ellen G. White and Henry Melvill (Ellen G. White Estate, 1982).
Burt– Naturaleza humana de Jesús… 157
Ella escribió: “Dejó las glorias del cielo y revistió su divinidad con
humanidad y se sometió a dolor y vergüenza y reproche, abuso,
negación y crucifixión. Aunque tenía toda la fuerza de la pasión de la
humanidad, nunca cedió a la tentación de realizar un solo acto que no
fuera puro y elevador y ennoblecido”39 En esta carta escrita a su hijo
Edson y su esposa Emma, White tachó la palabra “y” y la reemplazó
con “de” en lo anterior. Estaba suavizándolo para aplicarlo a la
emoción y los sentimientos humanos en un sentido no pecaminoso.
Esta declaración podría sugerir que él tenía pasiones como las que
tienen los niños. Pero esta declaración está casi sola y no debería
interpretarse para significar algo diferente de sus explicaciones
repetidas sobre lo que quería decir cuando usó las palabras “caída” o
“naturaleza pecaminosa” de Jesús para describir su herencia de un
cuerpo que era verdaderamente humano y también imperfecto y
debilitado por las “debilidades” de la condición humana pecaminosa.
Resumen
1902 (Letter 67, 1902), in Ellen G. White Writings, accessed April 28, 2024,
https://m.egwwritings.org/en/book/14067.8045001#8045004.
51. Ellen G. White, “God’s Purpose for Us,” Signs of the Times, May 29,
1901, 339.
52. Ellen G. White, “The Word of God,” Signs of the Times, July 30,
1902, 482.
53. Ellen G. White, “Brethren at the Pacific Press,” April 25, 1902,
Letter 67, 1902, Ellen G. White Estate, Inc. Silver Spring MD.
164 TeoBiblica 9.1 (2023)
Resumen
¿Qué revelan la Biblia y los escritos de Elena G. de White sobre la
naturaleza humana de Jesucristo? Este recurso no es un artículo académico
convencional, sino una selección de citas bíblicas y textos de White,
dispuestos para ilustrar las bases de la soteriología adventista. Esta
compilación busca incentivar la reflexión a partir de textos claves.
Abstract
What do the Bible and Ellen G. White’s writings reveal about Jesus Christ’s
human nature? This resource is not a conventional academic article but a
selection of biblical quotes and text from White arranged to illustrate the
foundations of Adventist soteriology. This compilation seeks to encourage
reflection on the topic from key passages.
Résume
Que révèlent la Bible et les écrits d’Ellen G. White sur la nature humaine de
Jésus-Christ? Cette ressource n’est pas un article académique conventionnel,
mais une sélection de citations bibliques et de textes de White, disposés
pour illustrer les fondements de la sotériologie adventiste. Cette compilation
cherche à encourager la réflexion sur le sujet à partir de textes clés.
Introducción
A
UN SIGLOS después de la primera llegada de Jesús a este
mundo, sus seguidores continúan inmersos en debates
sobre su verdadera naturaleza. ¿Era únicamente un
hombre, un integrante más de la humanidad? ¿O era el
divino creador del universo? ¿O tal vez ambas cosas? Estos debates
no solo han sido prolongados, sino en ocasiones hasta ásperos y
divisivos. Entre los cristianos, los docetistas argüían que la idea de
que un Dios invisible pudiera adoptar una forma humana era
absurda. Sostenían que Cristo solo parecía ser humano, negando que
realmente lo fuera.
Índice de abreviaturas
3. 1TI - Testimonios para la Iglesia, tomo 1 (2TI, etc., para tomos 2-9)
5. CC - El Camino a Cristo
9. ED - La Educación
11. Ev - El Evangelismo
13. FO - Fe y Obras
19. Ms - Manuscrito
Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; más las reveladas
son para nosotros y para nuestros hijos para siempre. Deuteronomio
29:29.
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también
participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía
el imperio de la muerte, esto es, al diablo. Hebreos 2:14.
Dios … dio a su Hijo para que llegara a ser hueso de nuestro hueso y
carne de nuestra carne. “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre
nosotros...lleno de gracia y de verdad”. Cristo, mediante su relación con
los seres humanos, puso al hombre más cerca de Dios todavía. Revistió
su naturaleza divina con el manto de la humanidad, y demostró ante el
universo celestial, ante los mundos no caídos, cuánto ama Dios a los
hijos de los hombres. —HHD 13.
Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la
carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a
causa del pecado, condenó al pecado en la carne. Romanos 8:3.
W. Olson, The Relationship between Ellen G. White and the Bible (Washington,
D.C.: Ellen G. White Estate, 1986).
174 TeoBiblica 9.1 (2023)
Antes que Adán cayese le era posible desarrollar un carácter justo por la
obediencia a la ley de Dios. Mas no lo hizo, y por causa de su caída
tenemos una naturaleza pecaminosa y no podemos hacernos justos a
nosotros mismos. Puesto que somos pecadores y malos, no podemos
obedecer perfectamente una ley santa. No tenemos justicia propia con
que cumplir lo que la ley de Dios exige. —CC 62.
Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel Después de
aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y
sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán
a mí por pueblo. Hebreos 8:10.
Era imposible que el pecador guardara la ley de Dios, que era santa,
justa y buena; pero esta imposibilidad fue eliminada por la imputación
de la justicia de Cristo al alma arrepentida y creyente. — ST 20 de junio
de 1895.
Vino para destruir las obras del diablo, y ha hecho provisión para que el
Espíritu Santo sea impartido a toda alma arrepentida, para guardarla de
pecar. —DTG 311.
Las seducciones que Cristo resistió son las mismas que nosotros
encontramos tan difíciles de resistir. —DTG 91.
Cristo fue tentado, no sólo en el desierto por Satanás, sino durante toda
su vida. Fue tentado en todos los aspectos, así como nosotros, y porque
178 TeoBiblica 9.1 (2023)
Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte;
quedaos aquí, y velad conmigo. Mat 26:38. Y estando en agonía, oraba
más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que
caían hasta la tierra. Luc 22:44. Considerad a aquel que sufrió tal
contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo
no se canse hasta desmayar. Porque aún no habéis resistido hasta la
sangre, combatiendo contra el pecado. Hebreos 12:3,4.
Pregunta: Dado que Cristo es Dios y Dios es inmortal, ¿de qué manera
hubiera quedado Jesucristo “sin esperanza” (ver la cita previa)?
Aquel que es el único que con eficacia puede reprimir el pecado en este
mundo de oscuridad, evitará el pecado en el cielo… Los ángeles del
cielo están protegidos contra la apostasía por medio de la eficacia de la
cruz. Sin la cruz no estarían más seguros contra el mal de lo que
estuvieron los ángeles antes de la caída de Satanás. La perfección
angelical fracasó en el cielo. La perfección humana fracasó en el Edén,
el paraíso de la bienaventuranza. Todos los que deseen seguridad en la
Olson - Humanidad de Cristo… 181
Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que
tuve contigo antes que el mundo fuese. Juan 17:5.
Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve;
sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido,
refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas
aguas. Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada
aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su
fuerza. Apocalipsis 1:14-16.
Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay
parecer en él, ni hermosura; le veremos, más sin atractivo para que le
deseemos. Isaías 53:2.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6
el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como
cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma
de siervo, hecho semejante a los hombres. Filipenses 2:5-7.
Traían a él los niños para que los tocase; lo cual, viendo los discípulos,
les reprendieron. Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a
mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. Lucas
18: 15-16.
Cuán amable, cuán afable, cuán cortés fue en todos Sus tratos con
aquellos a quienes se dirigió. Los más pobres sentían que podían hablar
con Él. —Carta 149 de 1902.
Era muy sociable y sin embargo poseía una reserva y dignidad que no
estimulaban familiaridades indebidas. —Ev 461.
Antes de salir del aposento alto, el Salvador entonó con sus discípulos
un canto de alabanza. Su voz fue oída, no en los acordes de alguna
endecha triste, sino en las gozosas notas del cántico pascual: [Se citó
Salmos 117.] —DTG 626.
Olson - Humanidad de Cristo… 185
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido
hecho, fue hecho. Juan 1:3.
Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como
en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o
autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él. Y Él es
antes de todas las cosas, y en él todas las cosas permanecen. Colosenses
1: 16, 17, NBLA.
La naturaleza testifica que Uno que tiene poder infinito, que es grande
en bondad, misericordia y amor, creó la tierra y la hinchió de vida y
felicidad. —TI 267.
Cuando Cristo fue tratado con desprecio, sintió una fuerte tentación a
manifestar su carácter divino. Por una palabra, por una mirada, podía
obligar a sus perseguidores a confesar que era Señor de reyes y
gobernantes, sacerdotes y templo. Pero le incumbía la tarea difícil de
mantenerse en la posición que había elegido como uno con la
humanidad. —DTG 649.
Cuando la voz del poderoso ángel fue oída junto a la tumba de Cristo,
diciendo: “Tu Padre te llama,” el Salvador salió de la tumba por la vida
que había en él… En su divinidad, Cristo poseía el poder de quebrar las
ligaduras de la muerte. – DTG 729.
Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están
en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre. Marcos 13:32.
Las mismas palabras que él había hablado a Israel por medio de Moisés,
le fueron enseñadas sobre las rodillas de su madre… El que había
hecho todas las cosas, estudió las lecciones que su propia mano había
escrito en la tierra, el mar y el cielo. – DTG 50.
Nada puede suceder en parte alguna del universo sin que lo sepa Aquel
que es omnipresente. – 3CBA 1159.
Conclusión