Canitrot - Orden Social y Monetarismo - CEDES Nº7 Vol4

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Orden social y monetarismo Adolfo Canitrot CedES (ceoes) eine cient ics oils cicada inven iu Bunymedon 10, 7 po {2 denon Aes, Argentina 1 INDICE Ihiteoducci6n Primera Parte: LA ARGENTINA ANTES DE 1976 a. Crisis econémic ¢ industratizacion |. La adopeién dela estrateyia de indusrializacion 2. Laacumulacion de capital +3. Protecein, precios relativos y poder sindical IL El peronismo y Is criss politica Segunda Parte: EL GOBIERNO MILITAR 1V. E1 programa de gobiemo. La convergencia v, iberalsaiitar Elplan econdmico 1. Laapertura de Ia economéa 2. La reforma financiers 3. Lapolitcs antiinflacionaria 4. Los supuestostebricos y sus consecuencias CONCLUSION V1. Gobemar por reglas Bibliogratia n 2 2 a n 7 31 37 a ORDEN SOCIAL Y MONETARISMO Adolfo Canitrot 1 INTRODUCCION I tema de este trabajo es I politica econémica aplicada fen la Argentina por el gobierno militar en los cinco afi trans- ccurrides entre marzo de 1976 y marzo de 1981. Corresponde al periodo de la presidencia del Gral. Videla y de sa Ministro {de Beonomis, Martinez de Hoz. Durante el mismo, las Fuerzas ‘Armadas procuraronIlevat a cabo na transformacion de fondo en el comportamiento de ss economia, Este ambicioso proves: to, emprendido por un gobierno de firme conducciOn autor tari, fue orientado por el trazo ideol6gico de iberalismo, Hubo dos grandes Iineas de politica econémica: la Apet- tura de la Economia, dstinada a abrir el mercado interno 2 la ‘competencia exterior, y Ia Reforma Financlera, relizada con cl objeto de liberlizar ef mercado de capitals. Ambas fueron concebidas como instrumentos de transformacion de largo. pilszo dirgidos a sustituir un sistema de economia cerrada ¥ ‘con fuerte intervencin estatal, por una economia de libre ex presi. Fstas politicas de lrgo'plazo fueron puestas en marcha, simulténeamente con la aplicacion de un programa antinf Cionario en cuya atencion el gobiemo eaids de abstencrse de utilizar toda medida que implicara una violacién a los princi bios de libre funcionamiento del mercado. La politica antin- Macionaria se disen6 sigulendo as recommendaciones emergen- tes de tas teorias monetaristas segin dos modelos sucesivos el modelo de dinero activo propio de las econom{as cermadas, y el modelo de paridad de'precio y dinero pasivo rewilants ‘del enfoque monetario del balance de pagos. Una de las tess sostenidas en este trabajo es que el plan econémico de largo plazo, y las politicas derivadas del mismo, funque analizables en sf mismas, y justificadas en sus propios Xérminos econémicos, no fueron sino parte de un proyecto politico de orden superior emprendido por las Fuerzas Atma- das, Estas habian interrumpido, mediante un golpe militar, el funcionamiento de un sistema democritico representative ‘que, su juicio, se habia tornado ingobernable por la debitidad de as estructuras polities y por el desborde de las corporecio: nes sindicales, Mis llé de Tos actos represivos apicados en la tmergencia, lis Fuerzas Armadas aspiaban a reconstituir un tutdro de relaciones sociales que impidiera en el futuro la repe ticin de una situacién de crisis como la preredente incompa- tible, segin si entender, con los requisitos de la’Seguridad Nacional en el contexto del enfrentamiento internacional con Jag fuerzas del comunismo. Al aceptar una politica econd ‘mica sustentada en el credo del liberalism, las Fuerzas Arma- {as reconocieran en el mercado, funcionando sin resticeiones, ‘un instrumento eficar de disciplinamiento de las relaciones sociales en general y, en particular, un medio de regular, sin apelacion 2 la violencia, el comportamiento de la clase obrera, tus corporaciones,y sus Fepresentaciones polticas ara presentar y defender esta tess, que da relevancia ala naturaleza y motivaciones politics y sociales del programa eco ‘Romico, el presente trabajo requiere integrar en el anilisis los fspectos politicas, deoldgicos y econémicos. Comienca para tllo planteando las razones que levaron @ las crisis de los aos Jniiales de la década del 70, Describe los raspos principales del modelo de funcion: miento de la economia argentine conse tuente @ Ie criss econémica de los afos 30, modelo orientado a propésito de la industriizacién, la independencia econd- mniza,y el crecimiento del mereado interno. Aborda despucs el fenémeno del peronismo y sus consecuencias en el desarollo politico, hasta su reingyeso al poder en 1973 y su posterior aids, Plantea juego la cuestign de la alianza militarliberal ‘Que lega al poder en 1976 y analiza su programa de gobierno. Discute este programa dando énfasis principal alas politicas de apertura de Ta economia, y de reforma financier, y a la politica antinflacionaria; presenta cada una de dichas poli- ficas, discute su desarrollo y consecuencias; y hace una evaluse cin rt dea tsova pln eons dl monetaisno, 21 luz dl experinento argentino, Termina con eee ees Sin nec der menasons, cnerie reside oe este experimento y su vnculscin con la solos del ibe- PRIMERA PARTE LA ARGENTINA ANTES DE 1976 T. CRISIS ECONOMICA E INDUSTRIALIZACION 1. Laadopetin de a estrategia de industrializacion La crisis internacional de comienzos de la década de los aiios 30 fue duramente suttida por la Argentina, La caida del precio de los eereales y Ia clausura de los movimientos inter- hacionales de capital produjeron una severa recesion que in- lemumpid un proceso. de crecimiento casi continuo iniciago 50 aflos antes. Frente esta aueva situacion habia dos alterne tivas: uguantar Ia crisis y esperar por la recuperacién de loz mereados mundiales, 0 intentar un nuevo camino de desarrollo ‘onsmico basso, como altemativa, en Ta expansion del pro- pio: mereado interno. No obstante su ideologia conservadora ¥ su representacion de intereses agrarios y exportadores, el ‘obiemo argentino adopts la segunda opcién. Tome esta deci- sin como un expediente de emergencia ante It eiss fis la recesion econémica en una sociedad que ya por entorices tenia un muy alto grado de urbanizacion y un desarollo im prtante de las actividades secundarias y tercianias. Peso tam- bign la considerscion de a imprevisible extension de Ia crisis en el tiempo, y del papel dectinante de Gran Breteta, su prin= cipal cliente externo, en los mereados mundiales. Haste 1940 predomind la nocién del carécter coyuntucal de la nueva politica, destinada 2 ser modificada en cuanto los ‘mercados mundiales retornaran a la normalidad. Solo al cao de la Guerra fue elevada a la categoria de una estrategis ce largo plazo. Pesaron en ese momento. de modo decisive, 12 9 ideologta nacionaliste y autarquizante de las Fuerzas Armadas, Y los intereses de las nuevas clases empresarias yasolariadas Surpidas de las actividades industriales que ln nueva politica habia. puesto en marcha, Desde el punto de vista global el pperonismo puede coniderarse como la expresion politica de In convergencia de esos intereses cvils y militares, ¥ como una consolidaciéa de las relaciones sociales a que habia dado lugar Ja nueva politica econdmica. ‘La clave de la nueva estratepin consistis en generar, me- diante la politica econémica, fa expansion del mercado interno y. 4 la ver, sustituir con produccion nacional la oferta de bie~ hes industrisles previamente importados. Al primer propésito Contribuyé el entonees novedoso stock de instrumentos de politica econOmica provisos por la obra de Keynes; al segundo, 1 recurso al proteccionismo industrial ejreido a través de a tlevacin de barreras arancolarias. Fl sector central fie la in ‘dustria. Se confié en su desarrollo no silo por su papel en Ia ‘reaciGn de oferta sino también por su capscidad de generacin ‘de ingresos destinados a ampliar la demanda interna. La poli tica de industriaizacion signified, ademés, el crecimiento de la participacion del Estado en la produccién y el empleo, de su Intervencién regulator, y-de la inversion pblica. Introdujo eambios radicales en Ia politica fiscal y monetaria,y una modi ficacion sustantiva en los precios relativos a favor de las act vidades urbanas y en detrimento de las ruraes. En la Argentina existia actividad industrial desde fines del siglo XIX, como una natural derivacion de la produccion exportadora y del erecimiento ée los nics urbanos. Pero no hhubo una politica industrial explicita hasta después de 1930. La adopcion de esta politica significd una aceleracion impor- tante del desarrollo dela industria. Hacia 1960 ésta representa- ba, medida en términos de ocupacién y de produccién, un tercio aproximadamente del conjunto de la actividad econd- mica, En la década del 60 se incorpor6 la producci6n de insu ‘mos intermedios.bisicos, automotores y bienes de capital. En la del 70 erecieron ls exportaciones de productos manufac: ‘turados, principalmente a América Latina, hasta egar, en 1974, 4 igualar el valor de las exportaciones'tradicionales agraras (Diaz Asjandro, 1970). 2 La acumulacion de capital No es aventurado afirmar que el crecimiento de Ia indus: sia argentina fue resultado de la distorsién deliberada de los mecanismos naturales de funcionamiento de la economia, (Distorsion que, obviamente, fue acompanads por todas ls deficiencias imapinables). Tampoco es aventurado decir que este crecimiento no habria sido logrado por la simple operacién, de un mereado de capitaesirestricto. La erisis de 1930 habia ‘danado seriamente este mercado aun antes de inilase la pol tica de industealzaci6n, pero la apicacion de esta Stim sign ficd su oceso definitivo. A partir de 1943, cuando la inflacion se establecid como un fenémeno crénico de la economia argentina, el crédito de largo plazo a tasasWbremente pactades, ‘desaparecio. Solo supervino para actividades especificas de alta rentabilidad como la construccion residencial de lj y los aautomotores en su primera etapa. Para todo el resto opers ¢l crédito 2 tasn oficial de intrés subsidiada. Puede decirse que sin tasa de interés negativa no. habria habido inversin en a Argentina. En términos generales, la industria nunca fue en el pats tun negocio brillant capaz’ de atraer Tos capitales de riesgo. De los beneficios industrials, una parte importante correspon- 4i¢ siempre al sudor de sus empresarios. La baja proclividad de faguellos que poseian excedentes econémicos a invertir en it industria, oblig6 a la intervencion del Estado, Nunca hubo un texcero de oferta de trabajo que permitiers acumular sobre le base de salarios de subsistencia, pero aun sila hubiera habido, la propia estrategia de expansion del mercado interno hubiers puesto severas limitaciones a reducir Tos ingresos de aquellos ue, finalmente, eran los propios clientes de la produccida Industral. EI sector con excsdentes panibles de ser transferidos 21a inversién en la industria y sus actividades afines era el s=70- pecuariorexportador. El Estado expropid esos excedentes me- Giante impuestos y mediante la alteracion de los precios rela tivos. Esto se hizo en repetidas ocasiones por el procedimiento de retrasar el tipo de cambio en relacion a los incrementos inflacionatios de salarios y precios industiles. Pero este pro- cedimiento fue siempre de corto plazo porque al cabo de dos 0 tues aflos derivaba en una criss de la balanzs comercial con el u ‘exterior. Fl paso siguiente era un plan de establizacin iniciado ‘con una devaliacion del peso que recomponta la balanza de ‘pagos, y, al reducir los salarios reales, transferia el peso de Ia fenericién forzosa de ahorros al sector asalriado. Este paso, fomo e¢ natural, era acompafiado por la instalacion de un fobiemo militar autortanio, Al cabo de un tiempo, un allo Sproximadamente, In recuperacién del nivel de actividad cco ‘omica volvia a elovar los salarios reales y se retornaba a la ‘Stuacién ‘nila Este movimiento de vaivén hizo de la acu ‘mulacién de capital un proceso de tipo dialéetico en perma rents desequilibrio. Hubo crecimiento, pero en condiciones de ‘ronica inestabilidad. La inflacién posibilito ese vaivén distr- buyendo los costos de la industrializacion entre exportadores sgropecuarios y_asalariador, También contribuy6 al. gjuste fntre ahorto inversion mediante el lamado impuesto infle- clonario de aplicacién general (Cantrot, 1975). Hay en este mecanismo una Wgiea interna que tiende a sacentuario, La inestablidad le es intrinseca y se refleja en el ‘comportamiento de los inversore. lla introduce en toda deci- ‘Sn un riesgo muy allo consecuente 2 la escasa previsibilidad e los futuros precios relatives, y niveles de actividad, y de la duracién de ls politicasvigentes. Ese alto riesgo slo puede ser ‘ompensado mediante el otorgamiento de subsidios a través de privilegiosfiscals y taas nezativas de interés, Y estos subsiios, Finalmente, sélo pueden ser acordados por un Estado que obtie~ ne los recursos necesarios mediante alguna forma de expro- placion. ‘Ast, en medio de crisis y sobresttos, se industrializ6 la ‘Argentina 43, Protecclon, precios relativos y poder sindical Los movimientos de precios relatives -tipo de cambio a salarios, precios industrials a precios agropecuarios— a que ‘ hace referencia en la seccién anterior, fueron de una inten ‘dad y frecuencia raramente experimentada en otros paises. Se estd hablando de variaciones relativas superiores al 50 %. ‘Una conclusion inmediata de estas observaciones ex que esta economia carece, 0 tiene muy debilitados, los mecanismos de 2 corto plazo que, en otras, ageguran Io solidaridad de los pre fos entre distntas actividades. Dicho de otra manera, en Ia fconomia. argentina hay un sistema dual de formacién_ de precios entre sectores debilmente integrados. En la constitucién de este sistema dual la proteccin aran- celaria ha jugado un papel muy importante. Los estudios sobre riveles de proteccion y precios indusriales muestran que las empress, contrariamente alo que la teoria habitual supone, no Sprovechan fntegramente la magnitud del arancel. Hay on mar- fen de proteccion excedente entre el precio intemacional tra- ‘ucido porel tipo de cambio ¢ incrementado por el arancel,y el precio efectivo. que para un mismo bien rige en el mercado Intemo. Este margen no s6l0 varla con el arancel sino tambien fom el nivel de la relacion entre el tipo de cambio y el salario hrominal, Cuanto mayor es este nivel tanto mayor es el margen de proteccién excedente La funcion de este margen et garantizar a las empresas nacionales la proteccin contra la competencia extranjera ante Tas variaciones posibles de los precios relativos. Pero al mismo tiempo representa un intervalo de penmisividad dentro del tual las empresis pueden modificar Sus costos y precios sin ‘ser afectadas por Ia competencia exterior. La importancia del margen excedente de protecci6n estd relacionada’ con los procedimientos utlizados historicamente para la fijacion de los siarios. En la Argentina anterior a 1976, Estos se negociaban por rama de actividad en el Tamado conve nig colectivo de trabajo. Acordad el nivel de ls slarios en las hnegociaciones colectivas, las empresas se limitaban a transfe- Tir los nuevos costos a nuevos precios conservando sus margenes Ge beneficio. Las empresas solo podian comportarse de ese ‘modo. porque el margen de protcccién excedente las cubria dd toda eventual competencia externa, Estos acuerdos duopolicos se conventan en beneficio de tas partes contratantes y en peruicio de los demés. En. parti ‘cular sigificaban una feducsion de los ingresos reales de fos Sectores exportadores, los precios de cuyos bienes, sometidos ft competencia exterior, se determinaban por los precios inter. racionales y el tipo de cambio, Normalmente la capacidad del fpobiero de regular esos acuerdos era limitada. Su propia debi Lidad lo forzaba, en momentos de crisis, a tomar medidas autori- tarias extremas ‘como Is imposicion de precios méximos 0 et congelamiento de salarios. El mecanismo era ademés, explo sivo. Los aumentos de salarios en relicién al tipo de cambio feeneraban el ineremento del consumo y del total del gasto sgregado y daban lugar a la expansion del nivel de actividad, Librado a sf mismo, y privado de los frenos microvcondmicas de la competencia externa, el proceso de inflacion y expansién, Y ptogresivo atraso cambiario, levaba a la crisis del balance de ‘ages. Alt se detenia, para iniiarse de nuevo tras el correspon dicnte plan de estabilizacion correctivo. Institucionalmente el resultado de este sistema fue poten- iar la capacidad de negoclaciOn de los sindicatos laborales. E1 nivel de salarios dopendia menos del mercado que del poder Sindical. No es irrazonable concluir que, al menos una parte de este poder, puede ser atribuido a la existencia de una margen de proteccién excedente y a la asociacién positiva entre el sala- so Fel y el nivel de actividad, IL, EL PERONISMO Y LA CRISIS POLITICA La inestabilidad argentina no sblo fue econémica sino tambign politica. Es muy dificil, y quizés ocioso, tratar de Aleslindar en cudl de ambos terrenos se sian las causas Gtimas. Pero ta euestion politica no puede ser dejada de lado aiin silo (que se pretende es limitarse a la historia economica. Esta uestion radica en la imposiblidad de elaborar un régimen politico estable resultante de un acuerdo entre las partes en onficto 0 de la imposiciin de una de ellas. Suele mencionarse con frecuencia la debilidad y transitoriedad de Iss experiencias igobierno democritico en el pais desde 1930. Se olvida que Jos mismos atributos caben alos regimenes militares El tema politico central, desde 1945, es el peronismo. Pern esa figura dominante de ta historia argentina por 30 ants ys influencia persis ain con todo vigor después de 9 anos e's muerte. Fl peronismo es un fendmeno fascinante como ‘objeto del andlisis politico por su capacidad de mantener sn ‘eterioro av enorme poder de convocatora alo largo de muchos ‘alos, aun on las condiciones mds adversas, y por la naturaleza ‘contradictoria y comple de sv papel en ja evolucién politica de ia Argentina. En un principio Selo consideré una mera mir fquina politica al servicio de las ambiciones de un militar con Antecedentes y til Tatcista, Luega se lo asimilé al bonapar: tigmo, emanacién_ multitudinaria, informe, demagogicay txitista, producto de la inmadurer politica de los nuevos com tingentes'asalariados creados por la industrilizaciOn. Pero, erocado Peron en 1955, el petonismo mantuvo intacto si larmigo ente las clases populares y reere6, frente ala hostilidad el Estado, una poderosa organacién apoyada en los sini ‘alos laborale, Alejado del pais, Perén se transformé en un mito viviente, futuro reparador de toda injustcia, y encamacién del isons ante una sociedad en erss y plena de reclamaciones. El pero- rismo cambio su papel y canaliz6 la restencia popular a los fobiemos militares y a los de las minorias ives. Paradéjic- frente, este movimiento de races ideologicas y conduccién autoritaias, se convirié en la expresion politica del reclamo por cl retomo a la democraca plen. En la revaluacin intelectual del peronismo, hecha desde of principio de la déeada de los 60, se puso de relieve uno de sus rasgos prominentes: su rol de integrador ala vida politica argentine de las clases populares en la prosecueién de sus inte- rests eapecificos. A partir de tn diagndstico que vefa en las criss y los conflictos earactersticos del proceso de industri: lzacion, las manifestaciones de una sociedad en decadencia, cl peroniamo paré a ser considerado como el protagonista de Ia lternativa revolucionara. Pero este distanciamiento det peronismo de la escena egal el juego politico, forzado por el veto militar, y ensalzado por fis partdarios como un mérito de no complicidad, era tambien dl resultado, como luego habria de probarse, de su diffcil om- patibilidad con ef funcionamiento normal de las instituciones ‘Semocriticss. El peronismo gustaba definise como un movi miento y no como un partido, y en esto era correcto, porque ‘nunca tvo la estructura de un partido politico. Perén gobernd 1 peronismo desde el exlio a través de delepidos persontles 4 Ios cuales designaba y removia a su entero arbitri. En el peronismo habia personalidades —ex funcionarios, intelec- fuales, dirigentes gremiales, militares retirados, etc.~, pero no ‘cuadros politicos. Entre Peron y sis seguidores multitudinarios ‘no hubo nunca figuras con fisonom{a politica propia. Por con fraste, la gran creacion institucional del peroniso no fue el partido, sino la CGT. En 1945 Perdn encontré un movimiento ‘obrero débily dividido y Io transformé en una gran organiza ti6n monolitice y extendida a todas las actividades laborales. Con Perin y después de Perén, la CGT no hizo sino ganar mitonomfa ¥ fortaleza, Perfecsion6 su organizacién, = capa: tidad de control sobre la accion laboraly estructurd un sistema de prestacones sociales, con sportes obligatoros, que le dio el comando de cuantiosos recursos (Cavarozzi, 1979). Formal ¥ declaradamente peronista ia Rama Gremial del Movimiento— fe comport6 siguiendo sus propios intereses corporativos. Su estrategia fue siempre la de golpear y negociar, de modo de mantener una relacin directa y dspera con los gobiernos suce- slvos, sin intermediacién de los partidos politicos. Este compor- {amiento produjo algunos confictos, incluso con el propio Peron en 1964, pero éstos pudieron ser resuctos sin costos demasiados altos, en tanto el peronismo se mantuvo en una 16 poscin de resistence frente al réginen politico. La tension e avo. en cambio, cuando Hegado el peonismo al gobierno, Srrutie Peron de'Eapana, ete olg6 la CGT 8 cepts un Sentl police que er opr, Silo Peon uo im alo, aunque e un modo paral ¥no por mucho tiempo. ‘anda Feton mu en 1974, fs COT se independ del con teal de ung enrutare partidaria que, con toda raz6n, conside {ibs Inenistnte, se comport con et gobiero peronsta de Gr modo. no muy distin que con lo pobiemes anteriores (ore, 1982). Pern rgrsd a Is Argentina en 1973 con un proyecto police insprado en las ideas de a socaldemocacia, Propuso IT concertacion ene empresariosy tabsladores como base de SS polit economics. Bused un acuerdo con los partidos oligos no. peronsias, en expecal con el radcaimo que 9 wna reparacion Jesus roa fstructura de su propio partido, Tuvo éxito en el acuerdo politico pero fracas en el resto. Debe concederse que éstas Eran tareas muy dificiles para el poco tiempo que le quedé se vida, En el acuerdo entre fos partides politicos prim, como motivacién, la conciencia compartida de ia debiidad del sistema politico democritico. Se estaba frente al hecho del deterioro fe la capacidad de representacion de los partidos y de la im: precision de la imagen del regimen parlamentario por fata de Gercicio. El radicaliamo era el ejemplo relevante de estas Limi faciones, Partido tradicional de las clases medias, mayoriterio hasta 1945, estaba organizado sobre una base territorial y sin representaciones funcionales. Su sujeto politico era el ciuda- Sano, despojado de tods otra connotacion. Proyectado para el ‘cto electoral y para la vida parlamentari, su vrtud negative tra la de no fepresentar interests sectoraies. Aunque menos tmarcados, Jos Testantes partidos menores, no eran muy dife- rentes, La igquierda, sochlista y comunisa careeia de peso, y Ji derecha nunca habia tenido, después de 1943, un partido importante que larepresentara. Los grandes negocios y las clases propietariae no se hicieron dusiones con respecto a sus posi- Bitidedes electorates y conflaron siempre en si propio peso ‘expecitico, en su dominio de la prensa, en sus propias corpora fencia al comportamiento det mercado de trabajo. Se supe, Gmolicitamente, un nivel de empleo constants st wail corres: onde un silario real constante. Bajo ese supuesto, los sala~ Pos se adaptan alos precios ai como éstos se adaptan al tipo ‘de cambio. Se esperd, en conscouencia, una convergencia de fe taur de crecimiento de los salarios a ia tasa de devaluacion, fe modo. de legar a un nivel estable de la relacion tipo de ‘GEmbio a salario. Peto las cosas resultaron diferentes. Al hacer (Que Ta tasa de devaluacién fuera inferior a la tasa de inflacon, Ti tasa de interés real en pesos, aun contabilizando ef eporte Uo ia taxa de interés internacional en dolares, se hizo negativa fo ocurié desde fines de 1978 hasta et III timestre de 1979. La sotividad econdmica experiment6 un ciclo ascendente duran te ef cual los salarios nominales erecieron en relacion los resis en general, y en especial con relacin a los precios de fos bienes transables con el exterior. No hubo convergencia sino tin descenso progresiva, y sin tendencia a moderatse, de 1a reicion tipo de cambio a salaries, Como los precios de ls bie tes no Uanables con el exterior se determinan s partir desis Contos, y esos son princpalmente laborales, la no conver ‘i sfcb un icremento del precio telativo de estos bien fon respecto alos transibles, La tase de inflacion del sgrepado {© mantuvo sstemaicamente por encina de la tasa de devala. ‘om y el tipo de cambio se etasd en forma acumulativa mies frases! La acumulacin de fetrasoe cambiaros y as distorsiones de previo relatvos ereton progresvamente una conetencia ida vex ins extendida de la impostbiidad de fa continuacon de a politica antilacionara y una expectativa cada ver ms feneriizada de una fulury maxideatuacion. Eso. conduyo @ Ln'inctemento de fa prima de incenidumbre y aa consecvente ‘Sevtlin de a tas Ge interés. La mapntud de este salto dela tose de interés se reflea on la siguiente informacion, os tres primeros tsimestres de 1979, la tana rea de interes, medida fn terminos anusles equvalentes, te de 128. En los is tmmestres comprenditos ene octubre de 1979 y marzo de 181, Ia misma tas fue de +34 5. Las empreas fueron att pada en una situaciin de endeufariento de la cual no p= Eisron“Tiarse Lor intermediaron Tinancieros, consietes {y inpnilidad fect de obtener ls amordzacion de us Grsditos,y femerosos del_procesoexplonvo de quiebras en dena, ae finalmente ibaa revertir sob ells THst00, 3 limiaton' efinanclar ts deudas eaptalizando los interes Sucesios. Paalslanente el Baneo Central debio arantiat los depositor en 100 % para evitar una fuga de Tos ahostas hacia tas monedas extranjeras (Esta fuga de todos modos se prodjo fmte lar eapectatnas de na maxidevaluacin)- Ente Octubre {21999 y marzo de 1980 Ta dead, en pesos constantes de tas ‘snpess privadass0bi6 en 43m, y ene esta ultima fecha y 2 A posterior los teéricos monetarsas rtibayeron fx no conve tencit aor sumentor demas en el sstr pblice que abran serio ome referents para oe aumento de sure en el conanto dela econo ‘ein Es un angundo fteto,inkado s fae de 981, nueva conde {i bea! congo los saris de Tos enpleads pblios ymantevo wn leva mel de desempleo, Este segundo experinento liberal we intrram ‘al incre a goer de sas Mains a marzo de 1981, otro 21 %. AL mismo tiempo la deuda privada fxtema subié de 9.100 a 12.700 millones de délaresconstantes {de 1980 entre diciembre de 1979 y diciembre de 1980. Cuando ls conduccign Wberal abandond el poder en marzo de 1981 et ‘Sstema productivo argentino estaba técnicamente quebrado (Canitrot, 1982). 4. Los supuesios tebricos y sus consecuencias No siempre es precisa la definicién que so usa cuando se nace referencia # las politicas monetaristas. Con frecuencia se

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