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JOHN M. FERGUSON HISTORIA DE LA ECONOMIA FONDO DE CULTURA ECONOMICA éxaco SSSSSSSSSSSSSSSSESSESSE XIL ECONOMIA DE LA UTILIDAD MARGINAL HASTA época muy reciente, el problema de cémo gastar los ingresos no causaba preocupacién siguna a la gran masa de la poblacién.” A través de la mayor parte de Ia historia conocida, las clases trabajadoras secibfan su pago en especie (art versalmente para conseguir productos no obteaidos en forma de salarios. Como el sisiema productivo era en extremo primitive, medido con los patrones modemnos, el margen de compras era limitado en grado casi Fnconcebible para los pueblos civilizados de hoy. Sélo cuando se gene- ralizé el habito de pagar a los trabajadores en dinero, hacia fines de In Edad Media, y las Revoluciones industrial y comercial posteriores in- crementaron enormemente las cantidades y clase de articulos que podian obrenerse por medio de la compra, pudo surgir la liberead de Gleccidn, que es una de las macavillas rara ver advertida del mundo moderno. Vator ¥ PRECIO. Con la especializacién de fanciones y el consi- guiente cambio mutuo de productos por mediaciéa del dinero y- el ‘asi todos los problemas de economia se convirtieron, dizeca licecramente, en problemas de precio. En verdad no existe ahora ingéa fenémeno més tniversal que el de Ia valoracién, La necesidad de elegir, aunque la eleccién pueda determinarla en su mayor parte la tradici6n, precede inevitablemente a toda actividad econémica. Por eso ‘el tema del valor es Ia verdadera esencia de la economia. Quizés le teoria del valor acapare la atenciéa de los economistas de hoy més que Guier orzo aspecto de Ja ciencia. Debe secordasse que en economi Palabra valor, que en el uso vulgar tiene muchos matices en su si Head, quiere decir Ja facultad que posee wna cosa para pedir on de ella misma. Esta faculad de cambio surge porque bay alguien que necesita la cosa. Si un articalo o servicio no se necesita, no tendré valor econémico y, por lo tento, careceri de precio. “Aceprado que el valor de una cos es su poder de cambio, cqué atribuye a una cosa un valor elevado y a otra un0 menos? seenencra la respuesta ea. Ja escasez de productos en relacién con. ol Giseo que de ellos tiene Ia humanidad. El sire es necesario para la vida §, no obstante, como su oferta es normalmente ran abuadante, nadie J gard por sa uso, A la inverst, aun coando la oferm de ua produco eae grande, como en cl aso del txigo, la demanda del mismo puede see Ean geande que la oferca resulre escast en un sentido econémico. Fl 149, ECONOMIA DE LA UTILIDAD MARGINAL RIMLIDAD. Ea estos ejemplos simplifcados se avi {os walores econdmicos descansan, so ait doctring Sree gen oe volumen casi ilegible y «5 In idea de-que el origen del valor tor 'Y que encontrarlo en 9 2 ECONOMIA DE LA UTILIDAD MARGINAL ‘Principales economismas bricinicns, “TaRRpOS del cortocimiento,-ingress en Sane Cle Ss oe eer oes eet eee rien puesto de ensayador de Ia casa Pasados cinco afios regresé a Loa- cuarenta y siete afios, poniendo asi Ja muerte un fin premacuro 4 una de las més prometedoras carreras, Considerando su vida relarivamente breve, Jevons realiz6 una gran ‘ios Principios de economia. Dorado no sélo como un profundo econo- 4 Finanzas, Logica y los fragmi de diversas aptizudes, es emi de la economéa politica a una serie més bien redu- ‘Se dio cuenta de que podia hacer alguns aportacién a la economéa especializindose en ciertas investigaciones te6- ricas fundamentales y no inteatando abarcar todo el cempo de Ia cien- ® ® ® wo ® ® » o » ® i) ® ® ® » ° » » J ° eo specializindose en quimics, pero * ECONOMIA DE LA UTILIDAD MARGINAL 153 cia. De aqui que en su Economic se ocupe s6lo-de los proble- somfa habfa de convertirse en una verdadera ciencia, lear el maremético; pero en Ia prictica no realiz6 este i fue de caricter esencialmente no matem: Jevons cre6 su sistema basindose expresamente en Ia psicologia, y esa base Ia adopté del célculo del dolor y el placer de Bentham. Sin embargo, en modo alguno tomé en conjunto todas las nociones algo artificiales de Bentham, porque“para él era claro que Ia influ damental del placer y ei dolor sobre Ia conducta humana podia expo- nerse en forma mucho més simple y razonable. Negé la necesidad de ‘una medida exacca de los placeres y el dolor, suponiendo que podemos con bastante facilidad decidir cuil de los placeres 0 d mayor, y saber cadndo el dolor excede al placer. Jevons mente que Ja vida econémica descansa en tilimo ani cileulos de placer y dolor, y que era necesario. volve os fenémenos del consumo, Ia produccién, desde el punto de vi fe en un cilculo del placer liento fae grande, algunos afios mas tarde, cuando supo que Gossen se le haba anticipado en la exposiciéa de estz nueva teoria. ae SCOROHIA es Ta teadencla hacia la saciedad, declaré que Ja ‘nde _a _disminuir cuando la canridad usade_aumenta, ESO lad de toda In cantidad dad de Ia oferea. Para Ja frase “grado final de se use en la literanira ecoadinica, aunque ha eemplazado ahora en el Et grmio-finat de wblidad puede averiguarse, afiadié, incremento final por este incremento grado final de wilidad em el que determi- Cambios y eI valor em cambio. No Te apradabs Ia ‘Por su diversidad de Significados, y preferia la expresién ratio of exchange). Para usar su propio len- : “La proporcién de cambio de dos articulos seri ie vucilidad tie 14 ECONOMIA DE LA UTILIDAD MARGINAL la inversa « la proporci6a del grado final de wtilidad de las cantidades MENGER. El primero en el tiempo y en imporrancia entre los cien- tificos del eriunvirato vienés —Menger, Wieser y Bohm-Baweck— fue Karl Mengec.(1840-1921), fundador y jefe is escuela austriaca de economia Nacido en la ECONOMIA DE LA UTILIDAD MARGINAL ~ rden més elevado, Ss ) 155 >AMENTOS DE LA TEORIA ECONOMICA.” Adam Smith y Rica concreiado ea sus esrudios casi exclusivameste a ls riques ‘productos de orden superior". Asi, con el roducto de primer orden, Ja hatina se coavertfa en wa indo orden, el trigo de tercero y asi ad infinitum, hasta de esta divisién en productos de consumo, de una Aaaamaaeaaaaananneannne SSSSSSSSSSSSSSSSSES ECONOMIA DE LA UTILIDAD MARGINAL y productos de produccién, de otra, descansa en que la faculrad gue cualesquiern productos valiosos de los Srdenes mas elevados len hacer selejar su valor en el valor de los productos del primer (denn cue ame aap nea a eile aa mejor conocido por la posteridad, ‘De este modo lleg6 a Ia conclusién de que el valor (Ja capacidad de ‘cambio que poseen los producros) debe ser una apreciacién de la ineeli- No es necesaria ninguna conexién con Ia cantidad de trabajo 0 empleado, alegé, ya que las cosas se venden con frecuencia 1 mucho més o mucho menos de su costo de producciéa (por ejemplo, pinturas raras y antigiiedades), mientras que los diamantes descubierros Por una mers casualidad pueden alcanzar precios fabulosos. De consi- ,, el valor debe depender de Ja relacién entre las necesidades y Ia oferta de productos disponible para Ja satisfaccién de aquéllas. ¥ en la oferca, debe ser verdad que la capacidad de satisfacer lades de un producto disminuye cuando Ja oferta del producto a y viceversa. Si los diamantes fuesen can abundantes como el En el supuesto de que todas Jas unidades, de cualquier articulo son semejances, Menger afirmé que debe scribuirse igual valor a cada una de elias, y de aqui que el uso menos impo: vunidades determina el valor del producso, Esta era Ja misma con Waltas cuando acuié la ‘expresién “rareza”. El concepto de valor de estos tres factores descansa, por tanto, en la imporrancia de Jas sstisfac- es menos imporeantes procuradas por Iss unidades de una ofesta. identemente, In gente valia cualquier ‘unidad de la oferta de un de consumo (como una sebanada de pan) de acuerdo con la facci6n que se deriva 0 se espera del uso, de esa unidad particular; pero cuando Menger y sus compaticros sustriacos intentan ocuparse del oblema del valor de los arricalos de producci6n encuentran comple- idades y dificultades casi insuperables. Menger se content6 con la expli- sacién de que el valor de los productes de un orden més elevado de- pende siempre del valor presanto de los productos de un orden més bajo en cuya produccién han intervenido. No obstance lo unilateral y defeceuoso que ‘su estudio del valor ECONOMIA DE LA UTILIDAD MARGINAL 157 pueda parecer al lector, es seguro que rindié un e1 deducir de su teoria del valor una tearia general de I verdad fue ésta, quizis, su méxima aporcacién. No antes que él hablan observado Ia relacién de la dist valor, y algunos, como Jevons, habian sugerido que Ia distribucién debfa considerarse como un problema del valor. Pero cupo a Menger estar entre los primeros que dieron el paso distribucién. Destacé que los problemas que se. originan respecto de In reata recibida por los terracenientes tienen que ver con el valor de los servicios de a tierra; que los problemas relatives a los salarios de los wabajadores tienen que ver ci el valor de los servicios de los era- bajadores; y que problemas como el del interés percibido por los capi- taliseas suponen el valor de los servicios de capi Fue suficiente que Meager intentase Ja carea de ligar una teoria de Ja distribucién a su teotfa del valor; no podia esperarse que en la for- esto, seaté la proporiciéa de que el valor de cualquier unidad de un recurso productivo (el trabajo, por eje: dependera del uso de Je y correccién de las bases sentadas por Adam Smith en sus partes: com- ponenres del precio. Ia Escuela Histérica estaba tan firmemente establecida en Austria yea Alemania cuando Menger publicé econémice, que hubiecon de pasar mis de diez afios antes de que se prestase atencién a sus teorfas en las publicaciones. Durante este inter- tuna agria polémica con Schmoller sobre los mi con la induccién. Esta polém ¢, en general, economistas como la “Methodenstreint”, segiin la bautizaron temporineos alemanes de Schmoller. Hasta 1884, en que apareci libro de Wieser, Origen 9 principios exenciales del valor en econ yno se hicieron adiciones importantes a la teoria de Ja utilidad marg ~ formulada por Menger en 1871. Wissen, Friedrich von Wieser (1851-1926), yerno de Menger y el segundo, cronolégicamente, de Ia trinidad austtiaca, recibié su educa- ida superior en Ia Usi 138 ECONOMIA DE LA UTILIDAD MARGINAL ECONOMIA DE LA UTILIDAD MARGINAL 139 y ta pesado que no es posible simplificarlo; pero en forma ruy gene- fal podcinos decir: 7) caminé la impumcin del valor en divest con Beclirord rt of Spending Money, McGraw Hill, 1937. Seesesesesssese SSSSSSseseesesese derivan de una competencia desleal. Abogé, en resumen, por lo que consideraba como racionalidad econémnica. Su libro es, pues, otro de esa gran serie de epopeyas econdmicas que han tratado Jos fenémenos tanto desde el punto de vista de lo que es como de lo que debe ser en el reino de Ja conduc humana. BOum-BAWnK El iilcimo del trfunvirato austeiaco Bohm-Bawerk (1815-1814), aunque Menger le sobrevivi ‘Wieser, con cuya hermana se cas6, doce. Después de dad de Viena, estudié en Aleman id, fae profesor de economia en la en 1889 para ocupar un puesto de £ en el deparramento austro-biingaro de hacienda, fae en diferentes ministro de hacienda, y volvié a la vida académica en 1909 de economia en Ia Universidad de Viena. Por ser de ;ertenecié durante mucho tiempo ala cfimara alta del par- mis importantes abarcan ua perfodo de veinte afios (1881- ante el cual siguid, con una notable excepciéa, Gelmente y ‘Menger y Wieser. Sin embargo, tenia igencia agude y original, y los economisras de la época pre sn contraida con él une gran deuda por muchas de sus inves: y de una unidad compleca cada uno, traducidos profesor Smare. Estos libros son Capital ¢ del capital. Entre estos dos libros aparecié una monografi Exquema de la teoria del valor-mercencia (1886). Bohm-Bawerk estuvo de scuerdo con sus dos predecesores en su concepro de que el valor de un producto, generalmente hablando, se mide y desermina por la importancia de Ia necesidad cuya sat cién es menos urgente, pero traté de desarrollar ia d tod: i valor en uso subjetivo y valor en * Hay ed. esp. de Fondo de Caleura Econémica, México, 1947. que pondrian fin a Ins desigualdades que se , | ECONOMIA DE LA UXILIDAD MARGINAL 161 jetivo (ideas mucho menos trascendentalet de lo que superficialmente Parecea ser), explicé la transformaciéa de las valoraciones subjetivas en precio. Su razonamiento, largo y un poco aburrido, se resuelve final- menté de que el valor en cambio objerivo (precio) descansa en las valo- raciones individuales. Con aynds de los amados “pares marginales” construyé la idea falaz de que el precio de mercado se fijaria entre los Umites superior e inferior establecidos por las valoraciones sabjecivas de los compradores y vendedores marginales. De aqui su conctusiéa de que el precio de mercado es marginal y es el resultado de las valors- Clones subjetivas. josas que fucran estzs ideas, quedazon opacadas por st teorfa del interé& en el campo de la distribucién. Ta investigaci6n del problema del interés hecha por la economia clisica se habia hecho desespecadamente confusa y, sobre todo, baba fraca- sedo al explicar el interés como un tipo de ingreso sobre el capical Jevons habia hecho un brillante ataque sobre rodas las teorias de los costes, y habia hecho ciertas alusiones en las que algunos comentaris. tas ven el aticleo de la teoria de la productividad marginal. Menger habia buscado una solucién por medio de lo que puede lamarse “im- ser habia formulado una tcoria de Ja distribu potsci6n negativa cio, baad ea a le Ia impusaciéa discibutivo, y en entre Ia produttivi Bohm-Bawerk no se satisfizo con ninguna de las explicaciones has centonces ofrecidas, y dedicé el esfuerzo de su vida a profundizar en este desconcertante probl cio pagado por el uso del sel premio por la abstenciéi srabajo (el interés es el sala- aio por el erabaj lo por el capitalista), teorta de la explosacién Ja genancia por Ja explocaciéa del trabajo), y aunque reconocié algo de verdadero en algu- nas, en general desaprobé rodss. eo \ ECONOMIA DE LA UTILIDAD MARGINAL 165 EPAt con dene el coswo de producciéa duce ef panto de visa de le weary, Gal Valor Ia naturalesa del consamo desde el dngaio ie eat sranda. La confiagracién que encendieroa los misaiace wea, arde, rr € ‘ c ¢ « c « « e € « € « « € e e « e e e fotos Soot, Econimin be publindo-en espatcl Teorke del den ‘nvolvimiento econsmico, Mexico, 1944.

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