Intervención de

Alberto Núñez Feijóo

Sobre la renovación y reforma del CGPJ

25 de Junio de 2024
Buenas tardes.

La valoración que queremos hacer desde el PP del acuerdo en presencia de la

vicepresidenta Jourová alcanzado por el ministro de Justicia y el vicesecretario
de Relaciones Institucionales de nuestro partido.

Comparezco por tres motivos:

1. Porque es mi deber como representante del primer partido de España explicar

las cuestiones que puedan surgir al respecto.

2. Es mi obligación agradecer el respaldo de las autoridades comunitarias, ya que

sin ellas no se hubiese alcanzado este acuerdo.

3. Quiero compartir con los españoles la satisfacción del deber cumplido y de los
objetivos conseguidos.

Como introducción a esta comparecencia, veo oportuno referirme al discurso de

investidura que yo mismo pronuncié el 26 de septiembre del año 2023 y que se
refrendó en la Cámara, como recordarán, con los votos no solo del partido
mayoritario, del PP, sino también con los votos de Vox, de CC y de UPN.

Creo que es la mejor forma que he encontrado de repasar con los españoles lo
que perseguíamos en aquel discurso de investidura y lo que hemos acordado
hace una hora aproximadamente.

Propusimos desde el primer instante que la renovación del Consejo debía

acometerse a la vez que se registrase en el Congreso una reforma legal para
cambiar el sistema de elección de los jueces, y lo hemos conseguido.

Exigimos despolitizar completamente el Consejo para asegurar su total

independencia, y se ha conseguido.

Defendimos que no cabe negociar entre partidos la Presidencia del Tribunal

Supremo, y por primera vez lo hemos conseguido.

Y reivindicamos la necesidad de una nueva ley, en el que se asumiese el cierre

total de las puertas giratorias entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo y se
avanzase hacia la absoluta independencia del Fiscal General del Estado.
Y en esta ley orgánica, que registraremos esta misma semana quedan blindados
estos requisitos.

Y pedimos que todo (los nuevos vocales y la nueva ley) se votasen y aprobasen
el mismo día, y así ocurrirá.

Por resumir.

Pusimos como condición innegociable que la Justicia esté al servicio de los

españoles.

Que no pueda estar al servicio de los políticos.

Y pese a todas las resistencias, así va a ser.

Con persistencia pese a las presiones y descalificaciones, y con la ayuda

indispensable de la Unión Europea, hemos cumplido nuestro objetivo de que el
Poder Judicial se renueve y se reforme de tal forma que quede asegurada la
independencia de sus miembros y la ausencia del control político de sus
decisiones.

Si era la intención, se ha refrenado cualquier ansia que el PSOE pudiese tener

en colonizar el Poder Judicial con los mismos métodos que está colonizando otras
instituciones del Estado.

Porque se ha impuesto la imposibilidad de intromisión política en la Justicia para

esta renovación y para las siguientes.

La independencia queda asegurada:

para la conformación del nuevo Consejo.

para su funcionamiento.

y para posteriores renovaciones.

Digo que la independencia judicial queda asegurada para la formación del nuevo
Consejo porque ya esta renovación se hace con los criterios de idoneidad que
figuran en el Plan de Calidad Institucional que yo mismo firmé el 23 de enero del
año 2023 en Cádiz.
Por tanto, los nuevos integrantes del CGPJ habrán de cumplir todos y cada uno
de los requisitos que se concretarán en el texto de ley orgánica pactado.

Y también porque ninguna sensibilidad podrá señalar al presidente del Tribunal

Supremo. Por primera vez serán los nuevos vocales, exclusivamente los nuevos
vocales, los que escojan al magistrado o magistrada que asuma la presidencia
del Alto Tribunal, sin ningún tipo de orientación previa.

He dicho también que la independencia judicial también queda asegurada para

el funcionamiento del Poder Judicial en los próximos años y así es, porque todas
las decisiones sin excepción tendrán que adoptarse con mayoría reforzada.

Todos los nombramientos de las vacantes del Supremo, todos los

nombramientos de los tribunales de Justicia de las CCAA y también los
nombramientos de los presidentes de las audiencias provinciales.

Incluso la designación de los jueces del CNI.

Todo esto lo serán por acuerdo de tres quintas partes del Consejo.

Y, por último (también era fundamental para nosotros), la independencia judicial

queda asegurada en las posteriores renovaciones.

Así, a la vez que se afronta la actualización del Consejo, simultáneamente como

habíamos pedido, se aprobará una nueva Ley Orgánica, en el mismo Pleno en el
que se vote la lista de los nuevos miembros del CGPJ.

En ella, los criterios de independencia de la Declaración de Cádiz serán de

obligado cumplimiento siempre.

También se impiden por ley las puertas giratorias en la Fiscalía, con la prohibición
expresa de que un ministro o ministra pueda ser Fiscal general del Estado. Nunca
más ocurrirá.

Y finalmente, se incluye la garantía histórica de una reforma del sistema de

elección de los vocales con la participación directa de jueces y magistrados.

De este modo, los nuevos integrantes del CGPJ tendrán el encargo expreso de
presentar un proyecto de reforma en este sentido, que cuenta además con el aval
específico de la Comisión Europea, y a tal efecto tienen un plazo de seis meses
desde su toma de posesión.

En definitiva,

Se acabó cualquier posibilidad de controlar políticamente al Consejo.

Se acabaron las puertas giratorias y se acabó que los jueces no puedan participar
directamente del sistema de elección que elige a sus representantes.

Hechas las consideraciones más técnicas respecto al nuevo Consejo, quisiera

para terminar hacer algunas consideraciones políticas.

La primera pregunta que puede surgir es si este acuerdo responde a los objetivos
que el PP se marcó.

Y la respuesta es muy concreta.

Sí, casi en su totalidad.

Queríamos un Poder Judicial independiente, a salvo del control político, y lo

hemos conseguido con el aval de la Unión Europea.

En segundo lugar, sé que habrá gente que se preguntará por qué hemos
aceptado negociar con el actual presidente del Gobierno sobre esto, con lo que
está ocurriendo en nuestro país en el último año y en los últimos días.

La respuesta también es clara porque sabemos distinguir entre la oposición al

Gobierno y la lealtad al Estado.

Y tanto la una como la otra son firmes.

Ni ha cambiado la negativa consideración que nos merece el actual Gobierno, ni

tampoco nuestra responsabilidad hacia las grandes cuestiones de Estado.

En el lado contrario, es posible que otros ciudadanos quieran intuir un nuevo clima
entre los dos grandes partidos y debo aclararles inicialmente que no soy optimista
porque estoy convencido de que el Gobierno no ha cedido este acuerdo por
convicciones, sino por obligación.
Está obligado a frenar las amenazas que profirió contra la independencia del
Poder Judicial, no porque el PP se lo diga, sino porque son absolutamente
contrarias a los estándares europeos y al Estado de Derecho, y por tanto teniendo
la conversación encarrilada ante la Comisión Europea, era imposible proseguir
por un camino que conduciría al abismo.

Permítanme por ello que agradezca expresamente la ayuda firme y decidida de

la presidenta de la Comisión, de la vicepresidenta, Vera Jourova y del comisario
de Justicia, Reynders.

Estoy seguro de que, sin su participación, no sería posible haber adoptado este
acuerdo.

Si algún ciudadano se ha preguntado alguna vez para qué sirve Europa, creo que
hoy han tenido una respuesta adecuada.

Y por esto también añado.

Estoy convencido que, en la misma medida,

con la misma intensidad,

y con resultados igualmente satisfactorios,

desde Bruselas nos seguirán acompañando para frenar otros muchos desmanes
del señor Sánchez en relación con el Estado de Derecho.

Para finalizar, permítanme una última apreciación.

En los dos últimos años, asistir a la deriva de la política nacional me ha generado

una profunda desazón en muchos momentos.

En este asunto, he recibido presiones de todo tipo y he escuchado afirmaciones

diversas, incluso contradictorias.

Mantenerme firme en la defensa de la independencia judicial, terminase esto en

un acuerdo o en un desacuerdo, les aseguro que no ha sido fácil.

Pero también les puedo asegurar que mi único propósito siempre ha sido
preservar para hoy y para las próximas décadas la separación de poderes en
nuestro país.

El Gobierno ha contaminado casi todas las instituciones y el Poder Judicial es de

las pocas que todavía estaba a salvo.

Por eso, me alegra poder decir que lo seguirá estando.

El PSOE no va a controlar el Poder Judicial y el PP tampoco va a controlar el

Poder Judicial.

Así que, por mi parte, misión cumplida.

Seguimos trabajando para conquistar todos los demás objetivos. Que no son
pocos.

Muchas gracias.