¿Quién es el niño y el adolescente que aprende?
Mientras que los objetos inanimados
Principios de los estudiantes de niños y adolescentes
El proceso de aprendizaje del niño no puede describirse simplemente, ya que está
determinado por varios factores: su naturaleza como alumno, el objetivo del aprendizaje:
la pedagogía; y la intervención del entorno en el proceso de aprendizaje. Echemos un
vistazo, en primer lugar, al niño y al adolescente alumno. Hay importantes principios de
desarrollo relevantes para el aprendizaje de niños y adolescentes que deben considerarse.
1) El niño o el adolescente debe ser considerado, entre otras cosas, como un
organismo humano vivo.
Como tal, pasa por el proceso de crecimiento y desarrollo. Para cada niño, las
posibilidades de crecimiento son inherentes al momento de la concepción y están
determinadas por los genes (los portadores de la herencia), pero sin un entorno favorable
no se puede producir un crecimiento y un desarrollo normales. El primer acontecimiento
importante en el momento de la concepción es la determinación de la dotación hereditaria
del individuo recién creado. Este es el momento en que los antepasados maternos y
paternos confieren a la nueva persona la contribución a los rasgos físicos y mentales. La
importancia de la dotación hereditaria es mayor en la etapa de la concepción que si
estuviera sujeta a cambios posteriores. Hurlock (1982) describió dos formas mediante las
cuales la determinación de la dotación hereditaria afecta la vida posterior.
Primero, la herencia impone límites más allá de los cuales los individuos no
pueden ir. Si las condiciones prenatales y posnatales son favorables y si las personas
están fuertemente motivadas, pueden desarrollar sus rasgos físicos y mentales heredados
hasta su máximo potencial.
En segundo lugar, la herencia es una cuestión de azar. No se conoce ninguna
forma de controlar la cantidad de cromosomas del lado materno y paterno que se
transmitirán al niño.
Después del nacimiento, el crecimiento y desarrollo normal del niño están
determinados por dos factores: la herencia y el medio ambiente. La herencia equipa
inherentemente al niño para el crecimiento y el desarrollo. La forma en que se debe
cultivar esa semilla es el papel que desempeña el medio ambiente.
Hay muchos factores ambientales que influyen en el crecimiento: un suministro
adecuado de nutrientes adecuados es de mayor importancia. Los nutrientes son las
sustancias químicas de los alimentos que la célula debe utilizar para reproducirse,
especializarse y llevar a cabo las funciones prescritas.
El organismo vivo crece por metabolismo.
crecen desde el exterior, por acreción o simplemente añadiendo a su superficie más
material del que están compuestos, como cristales y los mecanismos de carámbanos,
estalactitas y estalagmitas; Los organismos crecen desde dentro mediante el metabolismo.
Es decir, el cuerpo absorbe todo tipo de sustancias, las descompone en sus componentes
químicos para proporcionar energía y luego las vuelve a ensamblar en nuevos materiales
según los necesita el cuerpo para crecer. Si bien el logro de un crecimiento óptimo está
determinado en gran parte por la composición genética del niño, el entorno en el que nace
influye notablemente en su curso futuro.
2) Los tres elementos –aumento de tamaño, diferenciación de estructura y alteración de
forma– constituyen algo más que un simple crecimiento. Juntos comprenden el
desarrollo, la serie de etapas ordenadas e irreversibles que atraviesa cada niño desde
el principio de su vida hasta el final. En el habla cotidiana, las palabras “crecimiento”
y “desarrollo” se utilizan casi indistintamente. Al tratar con los alumnos, debe quedar
claro que el crecimiento es sólo un aspecto del proceso de desarrollo.
Estas oportunidades de crecimiento y desarrollo están determinadas en gran medida
por sus padres. El entorno en el que crecen influye marcadamente en el curso futuro de su
crecimiento, y su herencia determina en gran medida las características que tendrá. El
hogar, la escuela y el entorno comunitario, la nutrición, los valores, las creencias y las
costumbres a los que está sometido el niño contribuyen a la persona total en la que se
convierte.
3) No hay dos individuos vivos, como los estudiantes sobre los que estamos estudiando,
que sean exactamente iguales. Cada uno crece y se desarrolla de una manera única
dentro de los límites que su herencia y su entorno le permiten. Cada niño tiene su
propia manera de crecer y desarrollarse. Para los educadores, padres y quienes
participan en la educación y la formación del alumno, los numerosos procesos
implicados en el crecimiento y desarrollo son de gran importancia. La multiplicidad
de estos procesos, la complejidad de algunos de ellos y la recurrencia de muchos de
ellos sujetos a diversas situaciones de aprendizaje son mucho más interesantes y
deberían atraer su atención.
4) La ciencia ahora sabe que todos los niños crecen con la misma pareja: rápidamente
al principio, luego más lentamente, pero muy rápidamente cuando llega la pubertad.
Los estudios han demostrado que este patrón general deja lugar a considerables
 variaciones individuales: en la velocidad general de crecimiento del niño, en las
edades en las que crece más rápidamente; y la trayectoria que sigue para alcanzar la
altura destinada. También se ha demostrado que el niño que está por delante o por
detrás de sus contemporáneos, física o mentalmente, no necesariamente permanecerá
en esa posición.
5) Los estudiantes responden de manera diferente a los estímulos académicos.
Utilizando algunos instrumentos de medición, el científico Fels (Begley, 1999) ha
descubierto, entre otras cosas, que simples problemas de cálculo mental pueden
provocar, en determinadas circunstancias, un aumento masivo de la frecuencia
cardíaca y de la presión arterial. El mayor aumento se encuentra en los adultos
jóvenes que, cuando eran escolares, estaban especialmente interesados en las altas
calificaciones. A partir de otros hallazgos, los investigadores han llegado a la
conclusión de que cada persona tiene ciertos rasgos "constitucionales" que influyen
en la forma en que los órganos de su cuerpo responden al estrés. Estos rasgos pueden
heredarse, adquirirse en la primera infancia o ambas cosas, pero tienden a persistir
durante toda la vida. Por lo tanto, un niño que “se pone tenso” por problemas
aritméticos en la escuela puede, cuando sea adulto, reaccionar de la misma manera
ante un formulario en blanco en el impuesto sobre la renta. El investigador también
ha encontrado indicios de otras diferencias. En algunos experimentos, por ejemplo,
las palmas de las manos de las niñas transpiraban más en respuesta al estrés que las
de los niños.
6) Casi todo el comportamiento humano se aprende más que se hereda. El hombre es
mucho menos una criatura instintiva que cualquier otro animal. De hecho, la
capacidad de aprender, de sustituir las rigideces del instinto por el pensamiento
flexible, es una medida básica de la inteligencia en el hombre o en cualquier otra
especie. Pero el aprendizaje es una tarea que requiere mucho tiempo. Por lo tanto, el
desarrollo del hombre etapa por etapa desde la niñez es una necesidad para darle
tiempo para adquirir la gran cantidad de información y habilidades sin las cuales no
podría sobrevivir como adulto.
Estos principios tienen aplicación universal siempre que cada ser humano pase por las
etapas de desarrollo a medida que crece. La siguiente discusión gira en torno a las etapas
de crecimiento y desarrollo, lo que pone de relieve las características del desarrollo en
cada etapa. La comprensión de estas etapas es esencial en la formación de conceptos en
relación con otros temas que se encuentran en este módulo.
NIÑEZ TEMPRANA
La infancia, como etapa del desarrollo de una persona, se puede dividir en
primera infancia y última infancia. La primera infancia se refiere a esa etapa
comprendida entre los 2 años y los 6 años. Este es un período crítico en el que se sientan
las bases del desarrollo posterior. Las tendencias de crecimiento en el aspecto físico y la
proporción corporal son rápidas. El desarrollo de las habilidades motoras en esta etapa
depende de las condiciones físicas del niño. En esta etapa, el niño sufre cambios en su
patrón de desarrollo intelectual. Las emociones se estimulan fácilmente, se expresan
abiertamente y se sienten con mayor fuerza. En cuanto al desarrollo social, a temprana
edad el niño ya desarrolla su autoconcepto y su identificación de rol sexual en la familia y
en su relación con otras personas.
CARACTERÍSTICAS DE LA PRIMERA INFANCIA
Dado que la primera infancia es un período distinto de la vida3, posee ciertas
características que la etiquetan algunos grupos de personas (Hurlock, 1982). Algunos
padres consideran que la primera infancia es una edad problemática o conflictiva. La
mayoría de los centros de problemas son más que el cuidado físico de la capucha del
bebé. En esta etapa, los niños desarrollan personalidades distintivas y exigen una
independencia que, en la mayoría de los casos, no son capaces de gestionar con éxito.
Algunos niños en esta etapa resultan obstinados, testarudos, negativistas y antagónicos.
Tienen frecuentes rabietas y a menudo les molestan los miedos irracionales y los celos.
Algunos padres prefieren la primera infancia como la edad de los juguetes
porque la mayoría de los niños pasan el tiempo de vigilia jugando con juguetes, aunque el
juego con juguetes disminuye cuando llegan a la edad escolar. A la mayoría de los niños
ya se les anima a participar en juegos y formas modificadas de deportes.
Para el educador, esta etapa se llama edad preescolar. se les llama niños en edad
preescolar en lugar de niños en edad escolar, ya que aún no tienen la edad suficiente
física y mental para realizar el trabajo que se espera que realicen durante su educación
formal. La presión y las expectativas a las que están sujetos los niños pequeños son muy
diferentes de las que experimentarán cuando comiencen la educación formal y el primer
grado.
 Los psicólogos llaman a varios nombres, como edad pregang , el momento en
que los niños aprenden los fundamentos del comportamiento social como preparación
para una vida social más organizada a la que deberán adaptarse cuando ingresen al primer
grado. A esto también se le llama etapa exploratoria , etiqueta que implica que los niños
quieren saber cómo es su entorno, cómo funciona, cómo se siente y cómo pueden ser
parte de él. Esto incluye personas y objetos inanimados. Una forma común de explorar en
la primera infancia es haciendo preguntas; por lo tanto, prefiriendo esta como etapa de
interrogatorio . Dado que la mayor parte de sus vidas, los psicólogos también
consideran esto como la etapa de creatividad .
INFANCIA TARDÍA
La etapa de la niñez tardía se produce entre los 6 y los 12 años, que coincide con
la edad de escolarización primaria desde el grado 1 hasta el grado 6. El ingreso del niño
al primer grado, que es el comienzo de la última infancia, requiere un cambio importante
en el patrón de su vida, incluso si ya tiene un año o más de experiencia en la situación
preescolar. Al principio, el niño puede experimentar un estado de desequilibrio:
perturbado emocionalmente y difícil trabajar con él. Como el ingreso a la educación
formal es un hito en la vida de un niño, él es responsable de los cambios que se producen
en actitudes, valores y comportamiento.
CARACTERÍSTICAS DE ESTA ETAPA
No se puede ser preciso al determinar el momento en que termina este período
porque la madurez sexual –el criterio utilizado para dividir la infancia de la adolescencia–
llega a la edad variable en que los niños y las niñas alcanzan la madurez sexual.
Como en la etapa anterior, las características de la infancia tardía se describen
mejor según los nombres que se le dan (Hurlock, 1982). Esta es una edad problemática,
tal vez digan algunos padres en esta etapa, cuando los niños ya no están dispuestos a
hacer lo que se les dice que hagan. Y cuando están más influenciados por sus pares que
por sus padres y otros familiares.
Es común que los niños, especialmente los niños, sean descuidados e
irresponsables con su ropa y otras posiciones materiales, por lo que los padres también
llamaron a esto la edad descuidada, el momento en que los niños se vuelven
descuidados y descuidados con su apariencia y cuando sus habitaciones están tan
desordenadas. que es casi imposible entrar en ellos. Incluso cuando existen reglas
estrictas de preparación en el cuidado de las posiciones, pocos niños mayores cumplen
estas reglas a menos que los padres les exijan que lo hagan y los amenacen con un
castigo.
Las peleas por nombres y ataques físicos reales entre hermanos son patrones
comunes de comportamiento entre hermanos y hermanas de esta edad, por lo que algunos
padres llaman a esto la pelea de alguna edad, un momento en el que el clima emocional
del hogar está lejos de ser agradable para todos los miembros de la familia.
Los educadores llaman a la última infancia la edad de la escuela primaria. Es el
momento en el que se espera que el niño adquiera los rudimentos de conocimientos que
se consideran esenciales para una adaptación exitosa a la vida adulta. También es el
momento en el que se espera que el niño aprenda ciertas habilidades esenciales tanto
curriculares como cocurriculares.
Este también se considera un período crítico en el impulso de logro: un
momento en el que los niños adquieren el hábito de ser triunfadores, de bajo rendimiento
o de gran rendimiento. Una vez formados, los hábitos de trabajar por debajo, por encima
o hasta la capacidad de uno tienden a persistir hasta la edad adulta.
Para el psicólogo, la niñez tardía es la edad de las pandillas : el momento en que
la principal preocupación de los niños es la aceptación por parte de sus compañeros y la
pertenencia a una pandilla. Debido a esta preocupación, los niños están dispuestos a
ajustarse a los estándares aprobados por el grupo en términos de apariencia, habla y
comportamiento. Esto ha llevado a los psicólogos a etiquetar este período como la era
del conformismo.
ADOLESCENCIA
Cualquiera que esté familiarizado con la historia de Romeo y Julieta sabrá que
estas dos personas se rebelaron contra la tradición familiar y eventualmente adoptaron un
comportamiento violento y arriesgado. Aunque se trata de un melodrama, lo cierto es que
en la época de Shakespeare (siglo XVI ) estos jóvenes de alrededor de 13 años, eran
considerados adultos aunque probablemente se encontraban en la etapa de pubertad. En
siglos pasados, una persona sexualmente madura nunca era tratada como un “niño en
crecimiento”. En este siglo, las personas sexualmente maduras pasan unos seis años,
entre los 12 y los 18 años, bajo la autoridad de sus padres.
Desde mediados del siglo XIX, la pubertad , el advenimiento de la maduración
sexual y el punto de partida de la adolescencia ha retrocedido un año por cada 25 años
transcurridos/. Ahora ocurre en promedio seis años antes que en 1850: entre 11 y 12 años
para las niñas, y entre 12 y 13 años para los niños (Tanner y Gordon, 1969).
El término adolescencia proviene de la palabra latina “adolescere” que significa
“crecer” o “crecer hasta la madurez”. Hoy en día, el término adolescencia tiene un
significado más amplio. Incluye madurez mental, emocional y social, así como madurez
física. dice Piaget.
Psicológicamente, la adolescencia es la edad en la que el individuo se integra a la
sociedad de los adultos, la edad ya no se siente por debajo del nivel de sus mayores sino
igual, al menos en derechos… esta integración a la sociedad de adultos tiene muchos
aspectos afectivos, más o menos vinculado con la pubertad… Incluye también cambios
intelectuales muy profundos… esta transformación intelectual propia del pensamiento
del adolescente le permite no sólo lograr su integración en las relaciones sociales de los
adultos, que es de hecho, la característica más general de este período de desarrollo.
Los años de la adolescencia marcan un paso, desde la etapa de la niñez a la
madurez, en el que lo sucedido antes deja una huella en lo que sucede ahora y en el
futuro. Aunque hay que dejar de lado algunas “cosas infantiles”, nuevos patrones de
conducta y actitudes tienen que reemplazar a los que se han abandonado. Los psicólogos
creen que la estructura psíquica del adolescente tiene sus raíces en la infancia y algunas
características de la adolescencia ya han estado presentes durante la niñez tardía.
La adolescencia es una época de cambios. En la adolescencia, el ritmo de cambio de
actitudes y comportamientos es paralelo al ritmo de cambio físico. Hay cinco
componentes casi universales del cambio que ocurre durante la adolescencia (Hurlock,
1982). El primero es una mayor emocionalidad. Cuya intensidad depende del ritmo al que
se están produciendo los cambios físicos y psicológicos.
En segundo lugar, los rápidos cambios que acompañan a la maduración sexual
hacen que los jóvenes adolescentes se sientan inseguros de sí mismos, de sus capacidades
y de sus intereses. Tienen fuertes sentimientos de inestabilidad que a menudo se ven
intensificados por el trato ambiguo que reciben de sus padres y profesores.
En tercer lugar, los cambios en sus cuerpos, sus intereses y los roles que el grupo
social espera que desempeñen crean nuevos problemas. Los adolescentes sienten la
influencia y la presión que sus pares ejercen sobre ellos, lo que a menudo puede entrar en
conflicto con las costumbres y tradiciones familiares o étnicas existentes.
En cuarto lugar, a medida que cambian los patrones de interés y de conducta,
también cambian los valores. Lo que era importante para ellos cuando eran niños les
parece menos importante ahora que están cerca de los adultos. Hay cosas que los
adolescentes habrían eliminado, personas que ahora les resultan menos interesantes que
cuando eran niños; y lugares a los que ya no querrían ir.
Quinto, la mayoría de los adolescentes se muestran ambivalentes acerca de los
cambios. Si bien quieren y exigen independencia, a menudo temen las responsabilidades
que conlleva la independencia y cuestionan su capacidad para afrontarlas.
La adolescencia es una edad problemática. Más que en cualquier otra etapa, la
adolescencia es una etapa difícil de afrontar para niños y niñas por dos motivos. Primero,
si anteriormente en su niñez sus problemas eran afrontados y resueltos por padres y
maestros, a medida que maduran, tienen la expectativa de poder manejarse por sí mismos
de alguna manera. En segundo lugar, los sentimientos de los adolescentes de que son
independientes, rechazando cualquier intento que cualquier adulto, padres o maestros
pueda hacer.
Estos problemas que los adolescentes encuentran y sienten no son ajenos a las
propias aprensiones de los padres. Lawrence Steinberg, psicólogo de la Universidad de
Temple, dice en su libro: Crossing Paths: cómo la adolescencia de tu hijo desencadenó
tu propia crisis:
La mayoría de los adolescentes no son criaturas conflictivas, desagradables y
sin corazón. No odian a sus padres, aunque sí pelean con ellos. Al examinar las
entrevistas con adolescentes y sus familias, reafirmé que la adolescencia es una época
relativamente pacífica en el hogar. Los niños reportan altos niveles continuos de respeto
por sus padres, ya sean solteros, divorciados o juntos, e independientemente de su origen
económico.
El problema radica cuando los padres no tienen sentimientos positivos durante el
tiempo que sus hijos atraviesan la adolescencia. Los científicos han estudiado el
comportamiento y las emociones de los padres, así como de sus hijos adolescentes, y han
descubierto que cuando los niños llegan a la pubertad, los padres experimentan enormes
cambios en ellos mismos. Es más, cambian sus actitudes hacia sus hijos. No son sólo los
niños los que están angustiados, sino también los padres.
La adolescencia es una época de búsqueda de identidad. Durante la etapa de
pandillas de la última infancia, la conformidad con las normas del grupo es mucho más
importante para los niños mayores que la individualidad. En vestimenta, habla y
comportamiento, los niños mayores quieren parecerse lo más posible a sus compañeros
de pandilla. Cualquier desviación del estándar de pandillas probablemente constituya una
amenaza a la pertenencia al grupo. Gradualmente, comienzan a anhelar una identidad y
ya no se sienten satisfechos con ser como sus pares en todos los aspectos, como lo eran
antes.
Una de las formas en que los adolescentes intentan establecerse como individuos
es mediante el uso de símbolos de estatus en forma de ropa, peinados, música y cualquier
otra posesión material. Esperan, de esta manera, llamar la atención sobre sí mismos y ser
reconocidos como individuos, manteniendo al mismo tiempo su identidad con el grupo de
pares.
La adolescencia es una época de irrealismo. Es en este período que la mayoría
de los adultos jóvenes ven el mundo y a sí mismos con lentes color de rosa. Se ven a sí
mismos y a los demás como les gustaría que fueran y no como son. Esto es especialmente
cierto en el caso de las aspiraciones de los adolescentes. Estas aspiraciones poco realistas,
no sólo para ellos sino también para sus familiares y amigos, son en parte responsables de
las características de elevada emocionalidad de la adolescencia temprana: cuanto menos
realistas sean sus aspiraciones, más enojados, heridos y decepcionados se sentirán cuando
se sientan mal. que otros les han decepcionado o que no han estado a la altura de las
metas que se propusieron.
Con mayores experiencias personales y sociales, y con una mayor capacidad para
pensar racionalmente, los adolescentes mayores se ven a sí mismos, a sus familias y
amigos, y a la vida en general, de una manera más realista.
Los niños son indispensables para perpetuar la raza. Las etapas del desarrollo
muestran las limitaciones del hombre en su tiempo y entorno. La calidad de vida que
experimenta la persona humana en los primeros años determina la vida futura que vivirá
más adelante. Por lo tanto, se deduce que la calidad de vida deseada para la próxima
generación debe diseñarse y configurarse de acuerdo con los valores y preferencias de sus
progenitores.
DIFERENCIAS ENTRE LOS ESTUDIANTES
Las diferencias temperamentales entre los sexos de los estudiantes no son
ninguna novedad. Los estudios del Instituto de Investigación Fels para el Estudio del
Desarrollo Humano ubicado en el campus de Antioch College en Yellow Springs, Ohio,
EE. UU., han ayudado a definir estas diferencias y han revelado que algunas aparecen tan
pronto como tres meses después del nacimiento. Los niños tienen una capacidad de
atención más corta que las niñas. Al año de edad, cuando se les muestra una serie de
fotografías, los niños pierden el interés más rápidamente que las niñas. Los niños también
son más independientes y agresivos. Al enfrentarse a un juguete en una caja, un niño
intentará abrirlo, mientras que es más probable que una niña recurra a la ayuda de su
madre, ya que no tardará más en abrir la caja una vez que lo intente.
Los científicos de Fels dudan de que estas diferencias sean innatas. Creen que los
padres crían a sus hijos de acuerdo con un patrón social que exige niños independientes y
niñas dependientes. Pero estas presiones son tan sutiles que casi pasan desapercibidas.
Por ejemplo, los investigadores han descubierto que las madres acarician a los bebés de
las niñas con más frecuencia que los niños, y son dos veces más propensas a amamantar a
una niña que a un niño. A su vez, la niña tiende a aferrarse a la madre, iniciando así su
desarrollo hasta convertirse en una persona femenina.
Varios experimentos realizados por Fels señalaron no sólo las diferencias
temperamentales sino también las capacidades mentales de los alumnos. Antiguamente
los psicólogos creían que las capacidades mentales de los niños maduraban de forma
gradual y ordenada. Esta suposición es la base de la prueba de coeficiente intelectual
estándar, que compara la edad mental de un niño con su edad cronológica. Pero resulta
que las pruebas de coeficiente intelectual dan resultados mucho más consistentes. La
estadística de Fels mostró que en el período de 2 años y medio a 12 años, el rendimiento
de un niño en la prueba podía aumentar de un nivel correspondiente al coeficiente
intelectual 100 (normal) a 140 o más, o caer de 135 a 105. Los niños obtuvieron un gran
aumento con el doble de frecuencia que las niñas. Fels cree que la prueba pasó por alto
variables en los niños como la intensificación del deseo y la confianza y, en las niñas, la
creciente conciencia de la demanda de la sociedad de que los niños sean más inteligentes.
DERECHOS DE LOS NIÑOS Y JÓVENES
Derechos humanos
Hoy en día existe una aceptación generalizada del principio de los derechos
humanos en los planos nacional e internacional. Los derechos humanos son aquellos
derechos que son esenciales para vivir como seres humanos. Sin derechos humanos, no
podemos desarrollarnos plenamente y utilizar nuestras cualidades humanas, nuestra
inteligencia, nuestro talento y nuestra espiritualidad. Las Naciones Unidas establecieron
un estándar común en materia de derechos humanos. Mediante esta declaración, el
gobierno aceptó su obligación de garantizar que todos los seres humanos, ricos y pobres,
fuertes y débiles, hombres y mujeres, de todas las razas y religiones, sean tratados por
igual. La declaración no forma parte de una ley internacional vinculante, pero debido a la
amplia aceptación por parte de los países del mundo, ha ganado un gran peso moral.
Antes de discutir los derechos de los niños y los jóvenes, conviene echar un
vistazo breve a la naturaleza de los derechos humanos. Se destacan cinco postulados
interrelacionados:
En primer lugar, se entiende que el valor del respeto y su elemento constitutivo
de tolerancia recíproca y tolerancia mutua es inherente entre individuos y grupos al
compartir la riqueza, la iluminación y otros valores preciados. Este postulado no impide
que los niños aprovechen todas las oportunidades en la adquisición de conocimientos,
posesión material y valores en la vida. Por otra parte, el apoyo disponible de los sectores
gubernamentales y no gubernamentales, incluida la familia, está obligado a ser liberado.
En segundo lugar, los derechos humanos se refieren a una amplia gama de
demandas de valores que van desde las más justiciables hasta las más aspiracionales a
pesar de las diferentes circunstancias ambientales y diferentes visiones del mundo. Los
derechos de los que disfruta un niño no se limitan a los que se aplican a su situación y
necesidades físicas, sociales, psicológicas y económicas actuales; pero sus derechos no
deben impedir aquellos sueños y ambiciones que legítimamente desea legal y moralmente
para el futuro.
En tercer lugar, si se determina que un derecho es un derecho humano, es de
carácter general o universal: los derechos del niño son aplicables a todos los niños en
todas partes, independientemente de su color y credo; e incluso se extiende a los no
nacidos y a todas las demás personas de la tierra sin discriminación.
Cuarto, los derechos humanos no son absolutos. Los derechos de cualquier
persona en particular están limitados o restringidos siempre que no afecten los derechos
de otras personas ni el bienestar general. Por lo tanto, un niño que actúa violentamente
puede verse restringido en consecuencia de su libertad de asociación con sus compañeros.
Quinto, comúnmente se supone que los derechos humanos se refieren a lo que es
fundamental y lo distinguen de lo no esencial. Aunque su postulado es vago para algunos
teóricos, sin embargo, son claros en que el derecho a la vida y el derecho a la igualdad de
libertad de oportunidades son inherentes al ser humano. El derecho a la vida y a la
igualdad de oportunidades son irrenunciables para los niños, por lo que ningún
impedimento o mero “deseo” está más justificado.
Los derechos del niño
Los niños y los jóvenes son la mayor posesión del condado. El plan de
procreación es una obra maestra sin igual que sólo un Ser Supremo puede idear. Ningún
otro proceso jamás diseñado por el hombre puede superar este Plan Divino. La
procreación, entre los seres humanos, estaba destinada al bien del hombre para perpetuar
su raza. Por lo tanto, los niños, producto de los procreadores, deben tener un valor
inestimable y se debe conceder la máxima prioridad a su protección.
La generación joven tiene derechos reconocidos y garantizados
internacionalmente por todos. Estos derechos son para su protección, así como una
declaración de apoyo a su bienestar y aspiraciones en la vida.
Los niños disfrutan básicamente de los mismos derechos que los adultos. Sin
embargo, por ser menores de edad necesitan una protección especial. La Convención
sobre los Derechos del Niño, adoptada en 1989, establece los derechos individuales que
toda persona menor de 18 años necesita para desarrollar todo su potencial, libre de
hambre, miseria, abandono y abuso.
Todo niño debería disfrutar de los siguientes derechos.
1. Derecho a la vida, el más fundamental de esos derechos.
2. Derecho a un nombre y a una nacionalidad
3. Derecho a la protección contra todas las formas de violencia, incluidas.
Explotación sexual
4. Derecho a la educación
5. Derecho a la libertad de pensamiento
LA SITUACIÓN DE LOS NIÑOS Y JÓVENES FILIPINOS
Intervenciones gubernamentales
La política del gobierno filipino para brindar protección a los niños se establece
en la Sección 13, artículo 1 de la Constitución filipina, que establece que:
”El Estado reconoce el papel vital de la juventud en la construcción de la nación y
promoverá y protegerá su existencia física, moral, espiritual, intelectual y social.
Inculcará en los jóvenes el patriotismo y el nacionalismo y alentará su participación en
los asuntos públicos y cívicos”.
Para dar efecto a la política declarada por los estados, se promulgaron leyes:
 1. Ley de la República 9344, ley que establece un Sistema Integral de Justicia y
Bienestar Juvenil . Esta ley firmada el 15 de mayo de 2006 exime de
responsabilidad penal a los niños menores de 18 años. No estarán sujetos a un
programa de intervención: una serie de actividades diseñadas para abordar los
problemas que hacen que el niño cometa un delito. La intervención puede tomar
la forma de un programa de tratamiento individualizado que podría incluir
asesoramiento, capacitación en habilidades, educación y otras actividades que
mejorarán el bienestar del niño.
Sin embargo, los niños mayores de 15 años o menores de 18 años pueden tener que
enfrentarse a procedimientos apropiados si el panel de la fiscalía demuestra que actuaron
con discernimiento al cometer un delito.
2. Ley de la República núm. 7610 conocida como “La protección especial de la
niñez contra el maltrato infantil”. Esta ley dirige la formulación de un
“programa integral para la protección de los niños contra la prostitución infantil y
otros abusos sexuales, la trata de niños, las publicaciones obscenas y
espectáculos indecentes y otros actos de abuso y circunstancias que ponen en
peligro la supervivencia y el desarrollo normal del niño.
Este comité especial para la protección de la infancia está encabezado por el
Departamento de Justicia y el Departamento de Bienestar Social (DSWD)
3. Ley de la República núm. 7658 conocida como “Ley que prohíbe el empleo de
niños menores de 15 años. Esta ley prohíbe la contratación de niños como
trabajadores en cualquier establecimiento y en cualquier forma.
4. Los derechos del niño que el gobierno filipino también ratificó durante la
Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos del niño. Este es el
instrumento jurídico internacional emblemático que codifica y consagra los
derechos de los niños.
5. Niños filipinos: Niño 21 . Se trata de una red de programación estratégica que
promueve y salvaguarda los derechos de los niños filipinos. Esto sirve como hoja
de ruta para que el gobierno nacional y el gobierno local, las organizaciones no
gubernamentales y el sector privado establezcan prioridades de acción y asignen
y utilicen recursos para promover los derechos de los niños filipinos. Pone mayor
énfasis en las necesidades de los niños especialmente vulnerables y pone de
relieve los derechos de todos los niños a una protección especial.
6. Ley de la República núm. 8049 conocida como una ley que regula las
novatadas y otras formas de ritos de iniciación en fraternidades, hermandades
y otras organizaciones y establece sanciones por lo tanto.
7. Ley de la República núm. 8353 conocida como Ley Anti-Violación de 1997
también conocida como Ley que amplía la definición del delito de violación,
reclasificando el mismo como Delito contra las Personas modificando el
propósito de la ley núm. 3815, según enmendada, también conocido como
Código Penal Revisado y para Otros Fines.
SITUACIÓN DE LA JUVENTUD FILIPINA
La situación de los niños y jóvenes filipinos fue publicada en un diario de
circulación nacional (PDI, 22 de septiembre de 2005). Dice que alrededor de 5.000 niños,
la mayoría de ellos inocentes y algunos de tan solo ocho años, languidecen en cárceles de
Filipinas mezclados con criminales empedernidos y en grave riesgo de violencia y abuso
sexual, según un defensor de los derechos de los niños. P. Shay Cullen, sacerdote católico
irlandés que ha trabajado como misionero en Filipinas desde 1969.
P. Cullen fue un testigo clave en una audiencia en el Congreso para examinar la
difícil situación de los niños de la calle en todo el mundo y su encarcelamiento en
cárceles superpobladas y en condiciones deplorables. Fue el fundador de People's
Recovery Empowerment Development Assistance Foundation, Inc., que ha estado
brindando ayuda a los niños de la calle y rehabilitándolos y educándolos para que sean
ciudadanos productivos.
Se ha reunido con la comunidad filipino-estadounidense organizada por la
Federación Nacional de Asociaciones Filipino-Estadounidenses, la Fundación Filipino-
Estadounidense para Caridades y la Cámara de Comercio de Filipinas para discutir cómo
pueden ayudar a proteger a los niños de la calle.
En el sitio web www.PetitionOnline.com está circulando una petición dirigida a
algunos niños filipinos encarcelados para que la presenten ante la ONU y un grupo de
derechos internacionales, en un aparente esfuerzo por obligar al gobierno filipino a tomar
medidas. La petición pide al gobierno que proteja a los niños, los libere de prisión, los
capacite y rehabilite y los reúna con sus padres o los coloque en hogares de acogida.
HECHOS PERTINENTES SOBRE LOS NIÑOS Y JÓVENES FILIPINOS
 Los niños. El cuarenta y cinco por ciento (45%) o alrededor de 33 millones de la
población filipina son niños de 17 años o menos. La mayoría o el 13,85% de este grupo
tiene entre 0 y 4 años.
Brezo. Por cada 1.000 bebés nacidos, casi 43 mueren instantáneamente debido a
enfermedades, desnutrición o falta de servicios médicos. Más del 28% de los niños de
cinco años o menos sufren desnutrición grave. Se ha informado que el treinta por ciento
(30%) de los niños de cinco años o menos sufren de retraso en el crecimiento. El cuarenta
y nueve por ciento (49%) de todos los bebés y el veintiséis por ciento (26%) de los niños
de uno a seis años padecen anemia por deficiencia de hierro.
Las familias filipinas pobres se ven privadas de acceso no sólo a la educación
sino también a la atención médica (PDI, 22 de septiembre de 2005). "En materia de salud,
por ejemplo, las tasas de mortalidad infantil y de bebés menores de 5 años son 2,3 y 2,7
veces más altas en los hogares de los grupos más pobres", informó Joachim von
Amsberg, Director Nacional de Desarrollo del Banco Mundial. “Estas sorprendentes
diferencias resaltan las continuas diferencias en los niveles de vida y el acceso a la
atención médica. Las familias pobres normalmente renunciarían a la atención médica,
pedirían prestado dinero a tasas usureras, venderían los pocos bienes que tienen o
sacarían a sus hijos de la escuela para poder pagar los servicios de salud que necesitan en
caso de enfermedades catastróficas”, explicó.
Falta de educación. El sesenta por ciento (60%) de los niños en los grados de
primaria abandonan la escuela al llegar al segundo grado debido al alto costo de los
gastos relacionados con la educación como refrigerios, libros, matrículas escolares
diversas, transportes y otros. Sus posibilidades de ingresar a la escuela secundaria o la
universidad se reducen aún más debido al alto costo de la matrícula y otros gastos
educativos. Más de un tercio de los 42.000 barangays de todo el país tienen escuelas
primarias que no ofrecen los seis grados completos. De manera similar, hay una
lamentable falta de docentes. Sólo 70 ciudades tienen escuelas secundarias. Hay incluso
menos universitarios.
La encuesta sobre educación de 2003 de la oficina nacional de estadísticas
reforzó la afirmación del informe del Director Nacional de Desarrollo del Banco Mundial
para 2006 de que los filipinos más pobres están “efectivamente excluidos del desarrollo
social y económico del país (PDI, 22 de septiembre de 2005). Según una encuesta de
NSO, unos 11,6 millones de filipinos (o el 34% de la población del condado con edades
comprendidas entre 6 y 24 años) abandonaron la escuela prematuramente o nunca
recibieron educación formal. Uno de cada cinco de estos filipinos no escolarizados
afirmó que no puede afrontar el alto coste de la educación.
La encuesta de NSO también encontró que uno de cada 10 filipinos de entre 10 y
64 años no sabe leer ni escribir en absoluto. Las mujeres tienen una tasa de alfabetización
más alta del 90,4% en comparación con los hombres (86,8%).
Dos de cada diez filipinos son “analfabetos funcionales”: carecen de habilidades
numéricas y no pueden realizar sumas, restas, multiplicaciones o divisiones. El
analfabetismo funcional es peor entre los filipinos pobres, donde tres de cada diez no
saben calcular o carecen de habilidades numéricas. "En educación, es la educación de las
familias pobres que no van a la escuela y las que abandonan la escuela más temprano",
dijo Amberg.
Trabajar. Los niños filipinos ingresan temprano a la fuerza laboral. A la edad de
5 o 6 años, normalmente se obliga a un niño a trabajar para ayudar a su familia. Lo peor
es que hay niños obligados a prostituirse y sometidos a abusos sexuales. Entre cinco y 5,7
millones de todos los niños trabajan, incluidos 25.000 niños que trabajan como
empleados domésticos. Se estima que un millón y medio deambulan por las calles de las
zonas urbanas del condado como vendedores ambulantes. Entre ellos se encuentran entre
60.000 y 100.000 niños que son obligados a prostituirse y se convierten en peones de
sindicatos criminales.