Poemas navideños cortos para niños

El pequeño Jack Horner

~ Anónimo

El pequeño Jack Horner

Sentado en la esquina,
Comer pastel de Navidad:
Metió el pulgar
Y sacó una ciruela
Y dijo: "¡Qué buen chico soy!"

soy un pequeño muñeco de nieve

~ Anónimo

Soy un pequeño muñeco de nieve redondo y gordo.

Aquí están mis guantes
Aquí está mi sombrero.
Añade un pañuelo pequeño y una nariz de zanahoria.
Me paro tan alto cuando sopla el viento frío.

Un muñeco de nieve gordito

~ Anónimo

Un muñeco de nieve gordito

Tenía nariz de zanahoria.
Llegó un conejito
y que supones?
 Ese conejito hambriento,
buscando algo de almuerzo,
Agarré la nariz de ese muñeco de nieve
¡Mordisquear, mordisquear, crujir!

El día antes de Navidad

~ Anónimo

Hemos estado ayudando con el pastel,

Y lamiendo la sartén
Y envolviendo nuestros paquetes,
Lo más prolijamente que podamos.
Hemos colgado las medias,
Al lado de la reja abierta.
Y ahora no hay nada más que hacer,
Excepto
A
Esperar.

soy un pequeño muñeco de nieve

~ Anónimo

Soy un muñeco de nieve bajito y gordo.

Aquí está mi bufanda y aquí está mi sombrero.
Cuando veo la nieve,
Escúchame gritar
"¡Todos ustedes, niños, por favor salgan!"
 Poemas navideños para niños:

He estado esperando la Navidad

~ Anónimo

He estado esperando la Navidad

Y ya casi está aquí.
He estado esperando la Navidad
Santa se acerca.

¿No oyes sonar las campanas del trineo?

Renos tan altos.
¿No puedes oír a los niños cantando?
¿Mientras miran el cielo?

Poemas navideños para niños:

La cara más divertida

~ Anónimo

la cara mas divertida

me miró
De una bola de plata
¡En el árbol de Navidad!

Al principio pensé
Era el elfo de Santa,
Pero miré de nuevo y
¡Era solo yo!
 Poemas navideños para niños:

Se acerca la Navidad
~ Anónimo

Se acerca la Navidad,
los gansos están engordando,
Por favor, pongan un centavo en el sombrero de un anciano;
Si no tienes ni un centavo, medio centavo bastará,
Si no tienes medio centavo, Dios te bendiga.

Poemas navideños para niños:

El Grinch (ejercicio)
~ Dr. Seuss

Y el Grinch, con sus pies de Grinch helados en la nieve,

Quedó desconcertante y desconcertante, ¿cómo podría ser así?
Llegó sin cintas. Vino sin etiquetas.
Llegó sin paquetes, cajas ni bolsas.
Y se quedó perplejo y perplejo hasta que le dolió el enigma.
Entonces el Grinch pensó en algo que no había pensado antes.
¿Y si la Navidad, pensó, no viene de una tienda?
¿Y si la Navidad, quizás, significara un poquito más?

Poemas navideños para niños:

Una vez fue un muñeco de nieve

~ Anónimo

Había una vez un muñeco de nieve

Quien estaba afuera de la puerta,
Deseó poder entrar,
Y corre por el suelo.
 Deseó poder calentarse,
Al lado del fuego, tan rojo,
Deseaba poder escalar
Sobre la gran cama blanca.

Entonces llamó al viento del norte,

"Ven y ayúdame, ora,
Porque estoy completamente congelado,
Parado aquí todo el día."
Entonces llegó el viento del norte,
Y lo arrojó en la puerta,
Y ahora no queda nada,
¡Pero un charco en el suelo!

Poemas navideños para niños:

Cuando viene Papá Noel

~ Anónimo

Se acerca un buen momento, ojalá fuera aquí,

La mejor época de todo el año;
Cuento cada día con mis dedos y pulgares,
las semanas que deben pasar antes de que llegue Papá Noel.

Luego, cuando empiecen a caer los primeros copos de nieve,

Y el viento silba fuerte y las ramas son marrones,
No me importará el frío, aunque mis dedos se entumezcan.
Porque acerca el momento en que llega Papá Noel.

Poemas navideños para niños:

 Una captura junto al hogar
~ Inglés tradicional

Cantamos todos alegremente

La Navidad está aquí,
El día que más amamos.
De los días del año.

Saca el acebo,
La caja y la bahía,
Decora nuestra cabaña
Para el feliz día de Navidad.

Cantamos todos alegremente

Dibuja alrededor del fuego,
Hermana y hermano,
Abuelo y padre.

Poemas navideños para niños:

cascabeles
~ James Lord Pierpont

Resuenan las campanas, resuenan las campanas

¡Resuena todo el camino!
Oh, que divertido es montar
En un trineo abierto de un solo caballo
¡Oh! Resuenan las campanas, resuenan las campanas
¡Resuena todo el camino!
Oh, que divertido es montar
En un trineo abierto de un solo caballo

Corriendo por la nieve

En un trineo abierto de un solo caballo
Sobre los campos vamos
Riendo todo el camino
Las campanas de la cola de Bob suenan
Manteniendo los espíritus brillantes
 Oh que divertido es cantar
Una canción de trineo esta noche

Poemas navideños más largos para niños

El regazo de Papá Noel

~ Anónimo

me gusta visitar a papa noel

Cuando se acerca la Navidad.
Es divertido subirse a su regazo.
Y susurrarle al oído.

Él dice: "Querida, ¿has estado bien?

¿Has hecho lo que mamá te dijo que debías?
¿Te cepillas los dientes y el cabello todos los días?
¿Eres amable con los demás cuando juegas?

escucho cada pregunta

Y responde a cada uno.
Aunque me da vergüenza decir
Debo decir que no a algunos.

Pero Santa nunca me asusta;

Ni siquiera regaña.
Él simplemente dice: "Inténtalo de nuevo, querida,
Eres un buen muchacho, me han dicho."

Vaya, me gusta visitar a Papá Noel.

Cuando se acerca la Navidad.
Es divertido subirse a su regazo.
Y susurrarle al oído...
 Poemas navideños para niños:

El viejo y alegre San Nicolás

~ Wilf Carter

El viejo y alegre San Nicolás,

Inclina tu oído de esta manera,
No le digas a nadie
Lo que voy a decir.
La víspera de Navidad llegará pronto
Ahora querido viejo,
Susurra lo que me traerás,
Dime si puedes.

Cuando el reloj da las doce,

Cuando estoy profundamente dormido,
Por la chimenea, ancha y negra,
Con tu mochila te arrastrarás.
Todas las medias que encontrarás,
Colgando en una fila
El mio sera el mas corto
Seguro que lo sabrás.

Johnny quiere un par de patines.

Susie quiere un trineo,
Nelly quiere un libro de imágenes,
Amarillo, azul y rojo,
Ahora creo que te lo dejaré a ti
Qué darle al resto;
Elige por mí, querido Papá Noel,
Sabrás lo mejor.

Poemas navideños para niños:

Rudolph el reno de nariz roja

~ Adaptado por Johnny Marks
 Rudolph el reno de nariz roja
Tenía una nariz muy brillante.
Y si alguna vez lo viste,
Incluso dirías que brilla.

Todos los demás renos

Solía reírse y insultarlo.
Nunca dejaron al pobre Rudolph
únete a cualquier juego de renos.

Luego, una víspera de Navidad con niebla

Papá Noel vino a decir:
"Rudolph con tu nariz tan brillante,
¿No guiarás mi trineo esta noche?

Entonces como lo amaba el reno

y gritaron con alegría:
"Rudolph el reno de nariz roja,
¡Pasarás a la historia!

Poemas navideños para niños:

Era la noche antes de Navidad

~ Clemente Clarke Moore

Era la noche antes de Navidad, cuando toda la casa

Ninguna criatura se movía, ni siquiera un ratón.
Las medias estaban colgadas junto a la chimenea con cuidado,
Con la esperanza de que San Nicolás pronto estuviera allí.

Los niños estaban acurrucados en sus camas,

Mientras visiones de ciruelas azucaradas danzaban en sus cabezas.
Y mamá con su pañuelo y yo con mi gorra,
Acabábamos de preparar nuestros cerebros para una larga siesta de invierno.

Cuando en el césped se escuchó tal ruido,

Salté de la cama para ver qué pasaba.
Lejos de la ventana volé como un relámpago,
Abrió las contraventanas y levantó la hoja.
 La luna sobre el pecho de la nieve recién caída
Daba el brillo del mediodía a los objetos de abajo.
Cuándo, qué debería aparecer ante mis ojos asombrados,
Pero un trineo en miniatura y ocho renos diminutos.

Con un conductor viejito, tan vivaz y rápido,

Supe en un momento que debía ser San Nicolás.
Más rápidos que las águilas vinieron sus corceles,
¡Y silbó, gritó y los llamó por su nombre!

"¡Ahora Dasher! ¡Ahora Dancer! ¡Ahora Prancer y Vixen!

¡Adelante, cometa! ¡Adelante, Cupido! ¡Adelante, Donner y Blitzen!
¡Hasta lo alto del porche! ¡hasta lo alto de la pared!
¡Ahora huye! ¡Aléjate! ¡Ahuyentad todos!".

Como hojas secas que ante el huracán salvaje vuelan,

Cuando encuentren un obstáculo, suban hacia el cielo.
Entonces los corceles volaron hasta la azotea de la casa,
Con el trineo lleno de juguetes, y San Nicolás también.

Y entonces, en un abrir y cerrar de ojos, escuché en el techo

Las cabriolas y patadas de cada pequeño casco.
Mientras dibujaba en mi cabeza y me daba vuelta,
San Nicolás bajó de un salto por la chimenea.

Estaba vestido todo de pieles, desde la cabeza hasta los pies,

Y toda su ropa estaba manchada de cenizas y hollín.
Un fardo de juguetes que se había echado a la espalda,
Y parecía un vendedor ambulante, recién abriendo su mochila.

Sus ojos... ¡cómo brillaban! ¡sus hoyuelos qué alegres!

¡Sus mejillas eran como rosas, su nariz como una cereza!
Su boquita graciosa estaba levantada como un arco,
Y la barba de su barbilla era blanca como la nieve.

El cabo de una pipa que sostenía con fuerza entre los dientes,
Y el humo rodeó su cabeza como una corona.
Tenía una cara ancha y una barriga un poco redonda,
¡Eso temblaba cuando reía, como un cuenco lleno de gelatina!

Era gordito y regordete, un viejo duende muy alegre,

¡Y me reí cuando lo vi, a mi pesar!
Un guiño y un giro de cabeza,
Pronto me hizo saber que no tenía nada que temer.
No dijo una palabra, sino que se puso a trabajar directamente,
Y llenó todas las medias, luego se giró de un tirón.
Y poniendo el dedo a un lado de la nariz,
¡Y asintiendo, subió por la chimenea!

Saltó a su trineo, a su equipo le dio un silbido,

Y todos se fueron volando como el plumón de un cardo.
Pero lo oí exclamar, antes de perderse de vista,
"¡Feliz Navidad a todos y buenas noches a todos!"

Poemas navideños para niños:

Viejo Santeclaus
~ Clemente C. Moore

El viejo Santeclaus con mucho deleite.

Sus renos conducen esta noche helada,
Sobre las cimas de las chimeneas y los rastros de nieve,
Para traerte sus regalos anuales.

El amigo fiel de la juventud virtuosa,

El amigo del deber y de la verdad,
Cada Nochebuena le encanta venir
Donde el amor y la paz han hecho su hogar.

A través de muchas casas ha estado,

Y se ven varias camas y medias;
Algunos, blancos como la nieve y cuidadosamente remendados,
Otros, que parecían destinados a cerdos.

Donde alguna vez encontré buenos chicos o chicas,

que odiaba las riñas, las contiendas y el ruido,
Dejé una manzana, o una tarta,
O una pistola de madera, o un carro pintado.

A algunos les regalé una linda muñeca,

Para algunos, una clavija o una pelota;
Sin galletas, cañones, petardos ni cohetes,
Para volarles los ojos o los bolsillos.
No hay tambores para aturdir el oído de su madre,
Ni espadas para hacer temer a sus hermanas;
Pero bonitos libros para almacenar su mente.
Con conocimientos de cada tipo.

Pero donde encontré a los niños traviesos,

De modales groseros, de temperamento altivo,
Ingrato a los padres, mentirosos, blasfemos,
Boxeadores, o tramposos, o viles chismosos,

Dejé una vara de abedul larga y negra,

Como el terrible mandato de Dios
Dirige la mano de un padre para que use
Cuando sus hijos rechazan el camino de la virtud.