Bases de Trabajo para Revision Del Derecho Privado Costarricense

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Bases de trabajo para la revision del derecho privado costarricense (en el centenario del Cédigo Civil) Victor Pérez Vargas N EXAMEN DE la vida real. y de sus exigencias. revela la necesidad Je nucvas instituciones que respondan a los nucvos problemas que presentan la computacién, las telecomunicaciones. la ingenieria gendtica neral, el desarrollo tecnologict yeen Paraiclamente. nuevas figuras juridieas deben responder a la meta- morfosis axiologica de nuestra sociedad, a los cambios de valores que han ocurride en estos 100 ufos. Fst ria tomar conciencia de que ta realidad actual es esencial- mente distinta de aquélla que vio Ia promulpacion del Codigo No se trata soto de nuevas elaboraciones doctrinales; las cuales, en cada caso, deben merecer consideracion dentro de una revision Iegislativa del Derecho Privado, sino del surgimiento de una nueva problemitica ¥ de una nuces mentalidad para afrontarlas. Nuevas realidades plantean nuevos interrogantes juridicos; nuevos problemas exigen nuevos efectos juridicos, ta! como nuevas enfermedades pueden exigir nucvos remedios, :Donde esta, por ejemplo, la tutela civil Ue la privacidad (o intimi- dad) del civdadane que encuentra que en cl mercado central se cnvuelve apio en hojas de informacion confidencial sobre empleados del Gobierno, have poco en San José '. El dia procesada en computadora? Esto acu | da Nacion, 2 VE 1983 iv ITOK PEREZ VARGAS. de mafiana esto podria ocurrir con ¢xpedientes de salud de la CCS$S, o con otros tipos de informacion privada. jEsta acaso clura la posible accion civil (inhibitoria o resarcitoria) que usted tendria por violacion de comunicaciones privadas si constata que el ICE graba sus conversaciones telefonicas por orden del OU? Este ipo de solicitudes se produce en nuestro medio, segin consta en decla- raciones de funcionarios del ICE en consults a Corte Plena ? {Podria alegarse en nuestro medio un derecho a la vor, tal como existe un derecho a la imagen, por ejemplo, a favor del locuter que en- cuenta que en otra estacién de radio graban y retransmitem sus palabras sin su autorizacion? *. ,Ofrece la ley algtin mecunismo unte fa realidad de las intervenciones quirdrgicas para la transformacién o redefinigion de caracteres sexuales?, gsc hace acaso alguna distincion entre la ilicitud del cambio de sexo y la licitud de la definicion de este? * {Donde queda el derecho a la integridad. a la identidad, al verdadero nonibre, bajo ta realidad de la fecundacién “in vitro” o de tas Namadas madres sustitutas que dan en arrendamiento su vientre para que en él se implante un Ovulo fecundade? ; Acaso el asi fecundado o gestado no deba considerarse persona. como todas, con idénticos “derechos de personali: dad * iY qué podemos decir del régimen formalista. conceptualista y voluntarista decimonénice de los contratos, ante la realidad de los proce- sos inflacionarios galopantes? Fs acaso justo mantener inalterado el vincu- 2 CORTE PLENA, acta No. 14 de 13 his. de 6 de abril de 1961, Articuto XVII 3 La intradaccion del derecho a la vor, en cl sentida de que ¢sta me puede wet aprovechada sin mutorzactOn eeptesa. salvo en ciettos caios de cxeepcidm, ¢s ume de hos principales aciectos y evedades del Cadigo Civil Pemane de 1984 4V. PERLINGIERI, Preto. La personalith umana neff ordinuments giuridico, Note intreduttive ai rsbitned glaridil del wntasenin dl seat, Camerino, ule, 1972, p, 197, STANZIONE, Puss » Premesta ad unu studio guridico del transessualisma, Arnall. Pacolta Giuridicn Cameting Vo. XXXVI (1972) y STANZIONE, La solugione normativa del wansecualteno: Tesperien: tedesco occidentale. Rassegna di dtiritte civile, No. 4/80, 4¥, SANTOSUOSSO, Contributo par una dieciplina giutidica in tema di fecondatione arnitictale. ‘Studi im tema di disivio di farnigtia, Giaffre ed, Milano, 1967, p. 199 y v8 0 BAS!E DI TRANARO PARA LA REVISION DEL lo ante la excesiva onerosidad sobrevinicnte de las prestaciones? ©. | Debe- rd seguir siendo el contrato levy entre las partes, segunm lo acordade por elas? Aqui coincide con ef Dr. Lins Baudrit en que et remedio, cow base en la equidad, s¢ encuentra implicite en la ley. Pero serfa mejor si en higar de implicite fuera explicito. (Que vigencia pueden tener Jos principios trudicionales sobre docu mentos en materia de transferencia electraniva de fondos bancaries, donde el papel es reemplazado como medio dv transmision de datos? 7 Ingenieria genética, comptitacion, telecomunicaciones y mutabilided de Ia realidad economica son sdlo algunos ejemplos de que. si se trata de revisar el Derecho Privado, ne podemos quedarnes en bucdlicas aforanzas de frutes naturales. cercas medianeras. fundos enclavados, menosprecio de la fiqueza mueble, contratos inmutables y formas “ad probationem™ de doscientos cincuenta colones. Se trata de tomar conciencia de que en cien atios muchas cosas han cambiado y no se ha producide todavia un movimiento de revision siste- mdtica del Derecho Privado positive que atienda las) exigencias de este nueva realidad *, Ha de tomarse en cuenta el Ord iento come sist un sistema que resulie del equilibrio, siempre cambuui vivas, no de la composicion estitiva de estructuras definidas * . ma dinamico. de cnergias Decia Jefferson: “Asi como se hacen nuevos descubrimientos, tumbien se deseubren nuevas verdades y las eostumbres y opiniones cambian con los cambios de circunstancias, las imstituciones tambiin deben avangar y mantener el ritmo de los tiempos” |. 6 Ven particulas RI SCIGNO, Manuake del diritus privato italiana, Fovene ed. 1973, p. Gli y G11, PING. Augusto, La excesiva oncrosdad de be prest Hana. 1999, SA: LARENA Karl, Buse del negocio juridico y complimento de los contratas. F ditun evista de Derecho Frivado, Madrid, 1956. p92, TRIMARCHL Pietto. Ititaeion) dl prwato, Gai(lre ed, Milano, 1973, p_ 354: MESSINEO, Francesca, Dociurma Geueral ude! Contre to, FRA, Burnus Aves, 1952, p. 379: ROJINA VILLIGAS, Rafaci, Derecho Civil Mesicano, Rabredo, MéAteo, 1960, p 2/4, 460.) tamtwn MOKA, Femando, Discurw Acadtmicn de apertura del Tercer Congres Juridica Nacional Revista Judseisl, Corie Suprema de Justivia San Jost, No. 7.p.7 WHLBLE, Bernard, Reglas y Usos Liniformes relatives a los ciédlitos documentarios Camara de Comercie Internactumal, No, 400. Junio de 1943 & V,TOPPLER, Alewn The third Wave. Bantam, N. York, 1961p. 287 % Asi PUGLIATTI, Salvatore Diducia © rappreentanre miditeta, en Divito Civile, Metoda teoria—pratica. Coiniffré ed, Milano, 1950, p. 217 10 JEPEERSON, et. p. TORFLER, Alvis, The Third Wave, Banuman, No York, 1981, p41. at VICTOR PEREZ VARGAS Esta preocupacion cstuvo bien clara en nuestros antepasados; en la presentacion de la segunda edicién (de 1858) del Codigo General, de 30 de julio de 1841, ala que se refirié el Sefior Magistrado don Edgar Cervan- tes en su discurso inaugural, se lee: “como todos los dias naccn nuevos intereses y mecesidades, como las ideas se modifican con el movimiento continuo que constituye la vida social, la existencia politica del Codigo ha swfrido varias y profundas alteraciones” !. Se ha producido un cambio de valores, la sociedad costarricense de hace cien afios tenia una cultura csencialmente romantica, liberal, relfejo de lo que fue en Europa la primera mitad del siglo XTX; no habla siquiera Leon XT emitido su Rerum Novarum; los ecos del incipiente realismo del momento ni siquiera se escuchaban por estas tierras. Las modifica- ciones inspiradas en las ideas iluministas del sigho XVUL y romdnticas de la primera mitad del siglo XIX exacerbaron la tutela del individuo, de la libertad y de la propiedad privada. La codificacion costarricense abedece al grado de desarrollo a la cultura juridica de la segunda mitad del siglo XIX cn Costa Rica, cuando se creia que la ley era la “voluntad del legis- lador”, coneepciém cuyas peligrosas consecuencias metodologicas son inadecuadas hay y rechazadas por quienes han dado el paso hacia perspec: tivas realistas que trascienden el referido subjetivismo romantica libe Es necesario dar cl paso hacia una legislacion donde la persona en comunidad (no el mero aislado individuo) mas que los valores patrimo- niales sean el eje y la razon de ser de la normativa y donde ocupen un papel las comunidades intermedias que dan verdadero sentido a la participacion democratica Fs necesario superar el temor insinuado por muchos de que la recupe- racién del valor de la persona sea imposible o muy dificil, ante la imagen de la histeria de la perversién de los ordenamientos (en expresion del Profesor Rescigno) Es necesario pensar en el Derecho Privado, no como mera estructura 1 BAMERN2 w Advertencia, cea ‘tame de ta ttepdblien de Casta Rica, Wynkoop, Hafler Thomas, Nueva York, | 12 ¥. sobre el tema FALZEA, bos Elficacia Giutidica, Yoo di Teoria generale del diritto, ‘Giulfré--ed, Milano, 1970, p, 233, 13 FERNANDEZ SESSAREGO, Carlos, Derecha de Personas, Primer Seminario de difusiin det nuevo Cédigo Civil, del 17 de set, al 4 de octubse de 1984, Lima, p, 29, 14 RESCIGNO, Pietra Persona e comunitd. fl Mulinu, Bologna, L966, p. 32, Ls} BASES DE TRABAJO PARA LA REVISION DEL, descuartizada o desmembrada. sino como realidad sustancial sisterndtica cuyo eje sea la persona de carne y hueso con sus atributos esenciales, sin dejar de beber en las fuentes de nuestra propia idiosincracia; recordemos que aqui la palabra empefada, la propiedad y el honor no son formas cadavéricas sino ingredienies consubstanciales de la tradiciém civilista castarricense, que no ha permanecido fosilizada, sino que ha ido adqui- riendo peculiaridades de acuerdo a cada época, como ocurrid con la mate- ria inquilinaria y com la laboral en Jos aflos cuarenta, o con la materia de familia hace poco mas de una década y recientemente con lo agrario. en parte importante, Con las precedentes pinceladas queda bosquejada la situacién actual de nuestro Derecho Privado: un Derecho Privado que, aunque en su momento se adelanté en muchos ailos a las mas avanzadas legislaciones europeas como ocurrid claramente en materia de divorcio, categorias de hijos reconocibles, capacidad de actuar plena de la mujer, por ejemplo; en estos momentos, no corresponde al grado de desarrollo tecnoldgico de la humanidad, ni a su nivel de evolucién axiolégica, ni a los aportes de la Ciencia Juridica de nuestro tiempo, cuya perspectiva metodoldgica es radicalmente opuesia a los métodos de inversién de Ja jurisprudencia con- cepiual ', que pretendia extraer preceptos de definiciones; obtener el efecto de un concepto y no del problema real. La revision general del Derecho Privado costarricense que pidid con Edgar Cervantes debe y puede ser objeto de un tratamiento metodolo- gico integral, dende los diversos elementos se tomen en cuenta: las leyes: especiales que mo por estar fuera del Cédigo Civil dejan de ser Derecho Privade, en particular en ciertas materias como Ja relativa a la propiedad. donde la multiplicidad de formas de ésta deja esquelética la normativa del Cédigo; los aportes de la jurisprudencia, que ya en otras ocasiones se ha adelantado a Ja legislacién (como ocurrié con los bienes adquiridos duran- te la separacién de hecho de los cémyuges, la revisabilidad de lo resuctto sobre menores, la investigacién de paternidad, el reconocimiento del concebido y muchos otros aspectos); la evolucién de otros Ordenamiene tos, en particular dentre de nuestra tradicién latina, lo mismo que los aportes de la doctrina de nuestro tiempo. 15 Sobre tes etiticas ab mésado de inversién utilizado por el conceptualisma V, HECK. Philtip, E1 problema de la creacién del Derecho, Ediciones Ariel, Barcelona, 1961, p. 47 y ss y The formathon of concepts and the Jurisprudence of Interests. Harvard, 1944. p, 153, VICTOR PERFZ VARGAS Los avances en la teoria general del Derecho pueden contribuir a que Ja ley sea mas técnica, mds clara, menos ambigua; en este sentido, puede resultar oportuna una ley con mds ¥ mejores definiciones, que ofrezca menos interrogantes, que ilustre a quien ta utilice; una legislacién que, como la actual Ley General de Administracion Publica, elogiada al respec- to por el maestro espafiol Jestis Gonzalez Pérez y por el jurista venezolano Brewer Carias, tenga un sentido didactico. Asi, la comprensién clara de las diversas modalidades de situacines juridicas (poderes, derechos absolutos, derechos relatives. derechos potestatives, deberes, obligaciones, cargas, potestades, sujectones, intere- ses legitimos y expectativas) es indispensable para que las palabras de la Jey no contradigan su sentido '*. Dentro de esta Optica, por ejemplo, podran afirmarse como derechos potestativos los relativos a la pared medianera, ala division de cosa comin y al receso en Ios contratos con prorroga automdtica cuando sea negocial- mente previsto, Deberdn igualmente calificarse de intereses legitimos por sjemplo, las situaciones relativas: “|—a la regular actuacion del mecanismeo sucesorio, 2— a los depoésitos en hoteles, 3— a la impugnacién de disposiciones testamentarias, 4- vy a la regular actuacion de los mecanismos societarios (en particular en cuanto a aumentos de capital, donde nuestra ley mercantil ti prandes vacios y otros cambios sociales de importancia’ se trata de dar a cada situacién juridica cl nombre que le corresponde, Uno de los mayores problemas del Derecho vigente es, precisamente, la confusion terminologica, los ejemplos abundan: figuras de caducidad que se denominan prescripciones; en la materia relativa a la dectrina nego- cial encontramos algunos casos de resolucion o de anulabilidad donde se sigue hablando de rescisién; casos de invalidez que se califican de hipotesis de ineficacia; capacidad de actuar que se confunde con la capacidad juri- dica, a pesar de haberse reformado recientemente la materia; bienes 16 Para una adecunda sistematizactin de tx materia ¥, PUGLIAT! jatore, HW trusferimenta dele vtuazion wogpettive. Giuffre ed, Milano, I, 1964, p. 9, 20, 23, 70, T4, 17, 79.82. BH BIGLIAZZ] Geri, Lina, Contribute ad una teoris dell ieteresse Legittime nel diritte j ‘Giufirt—ed, Milano, 1 967. Vv. Mitano. JAZ21, Lina, Profil i una teoria del interesse tepitimss nel diritte Privat, Glufé, ed, 24 BASES DE TRABAIO PARA LA REVISION DEL. fungibles que se confunden con consumibles y Ia lista de actuales impreci- siones podria continuar. Nos encontramos frente a un Derecho Privado positive que carece de una sdlida estructura teorica, de un sistema de categorfas que sea capaz de proporcionar “los unversales puntos de refe- rencia y de partida y los itinerarios universales, sin perjuicio de las consta- taciones de hecho" (en expresién de Rodolfo De Stefuno). Este trabajo de coherencia conceptual es fundamental si se quiere una legislacién sin contradicciones internas, en la que los conceptos sean usados conforme a Jos dictados de la mds evolucionada doctrina, sobre ia base de fa realidad de las transformaciones sociales. econdmicas, tecnoldgicus y axioldgicas. En este sentido la sistematizacién tambien prepara el camino de la ley, Para un adecuado acercamiento al verdadero objeto de reguilacién juridica que es la vida y no quedarnos en adobos o retoques cientifieas de tipo conceptual deberd subrayarse, come lo pedia Heck, del mode mds enfatico, el concepto de interés, instrumento esencial de trabajo y bisturi para la disecci6n de la realidad jurfdiea. por Io que se constituye en clave sta para afrontar los requerimientos de la normativa que se proyec- al. Por otra parte, una revision del Derecho Privado de ninguna manera puede limitarse al Codigo Civil, El Derecho Privado es objeto de regulacién de normas constitucionales y de muchas leyes especiales que surgieron de necesidades y valoraciones circunstanciales, pero que carecen, por eso mismo, de una coherencia sistematica formal y sustancial '? Send preciso pensar, en primer lugar, en el examen de lo que podria lamarse la consagracion constitucional del Derecho Privada, transfor- mando el texto de algunas disposiciones de nuestra Carta Fundamental, por ejempla, con relacién a las normas formas de propiedad © a los alean- ces actuales de la autonomia privada e imtroduciendo otras mediante Ja elevacién a tal rango, de principios especiales sobre el inicio de la vida humana, los valores fundamentales de la personalidad v la actividad de 18 “Imprescindible para una més profunds ponetracién’” en expresion de Lon Fuller de Harvard. LILLE, Lon, en introduction, Jusispeudence of Interests, Hurvard, 1948, p, XX1. V, también PASSIN[, Vita e forma nella realth del diritto, Ginffre ed, Milano, 1%4, p. 12 y 13, y mi tratajo: La Jurispradencia de Intereses, Editorial Universidad Estatal a distancia, San José, 198. 19 ¥. ESSER, Joseph. Le garanzte della dogmatica del diritto-ed il cosidetta formalismo giurittico, Nuova Rivata di Diritta Commerciale. 1952, Cedam, Padova, p. 284 y HECK, Ph, The forma- tion of concepts and the Jurlpradence of Interests, The Jurisprudence of interests, Harvard, 1948, p. 200.4 207 28 VICTOR PERLZ VARGAS Derecho Privado de la Administracion, para no citar mds que unos ejem- plos, En cuanto a la dispersién de leyes especiales, obstrvamos materias particularmente descoordinadas. Por gjemplo, el drea de personas juridi- cas, donde dada la existencia de principios comunes. (como la eficacia constitutiva de Ja inscripeion registral) conviene pensar en una integra- cion sistematica, al menos por referencia. Lo mismo ocurre en materia negocial, donde hay todavia contratos regulados por el Codigo de Comercio, de 6 de junio de 1853, como el transporte maritimo, el fletamento, cl préstamo a riesgo maritima, el seguro maritimo ¢ instituciones come las averfas, cuya normativa no corresponds a la realidad actual del comercio internacional, a los nuevos sistemas de conlenedores 7, a las nuevas Reglas York Amberes de 1974, a las Reglas de Hamburgo de 1978 scbre ef transporte maritime de mer- cancias y mucho menos a las necesidudes del trifico comercial de nuestro tiempo. Le inismo puede decirse en el campo de los derechos reales, donde la multiplicidad de propiedades revela poco de comin en cuanto al régimen juridico y, por supuesto, absoluta ausencia del sistema 7! Ademds de una revision general de la legislacion especial es de interés realizar, come se ha adelantado, wn examen de los aciertos y aportes de la jurisprudencia; en particular, todos aquéllos que se han ido elaborando ante fa ausencia de legistacién adecuada, en especial en materia de simula- cién, tipes ¥ prucha de ésta; en tema de invalidez parcial y de cosas fuera del comercio; en tema de responsabilidad extracontractual; en cuanto a la capacidad lestamentaria: en cuanto a la anulacién de los actos del incapaz mental no declarado tal mediante sentencia de interdiccion y lo mismo en cuanto a Ja eficacia e interpretacién de los contratos de adhesion 7 Especial recomendacion debe hacerse del estudio de fallos y votos salvados redactados por el Lic, Fernando Coto Alban, quien ante las ‘M) TRANSPORT AND TRADE FACILITATION SPCRETARIAT. International Chamber of Commerce, The Develogment of International Container Trarsport, Paris, 1972, DL Sobre el tema de la propiedad y las propiedades, comitimos a PUGLINTTI, Salvatore, La Propricth e le proprieta, en la Proprieté nel nucwo diritti, Gluffre- ed, Milana, 1964, p, L45 y 4s, Una confrontackin de los difervates regimenes (de apuas, de minus, de naves, intelectual, horinantal, 6%) revels lo expuesto, 22 Sobee este papel de la jurisprodencia v, GUTIERREZ RODRIGUEZ, Marve de Jesits, La Juris: prudencia como fuente de Derecho, Ed. Juricentro $.4,, 1982, p, 179. 26 BASES DE TRABAJO PARA LA REVISION DEL... deficiencias de Ia ley ha afirmado siempre la necesidad de la interpretacion progresiva o evolutiva. PRECAUCIONES Ala par de los aspectos citados, deben tomarse en cuenta algunas precauciones: No podemos ver el Derecho como tna realidad con objeto precons- tituidos ls verdad es que es una realidad cultural cambiante, inmersa en el mundo de fos valores, intereses y problemas. Ya el profesor Tarello ha hecho notar los riesgos del proceso de tecnificacién y despolitizacién de la actividad juridica ™. A menudo, las observaciones puramente técnicas son una midscara de tendencias politicas conservadoras. O, en expresién del Profesor Radotd: “la reconocida historicidad de los institutos juri- dicos, si quiere tener algun sentido, no puede entenderse simplemente como necesidad de una periddica actualizaciém de algunos conceptos; debe cambiar el modo mismo de ver esos institutas” ™_ Paralelamente, es menester tener cautela frente a toda tendencis que pretenda formulaciones de cardcter rigido y estatico. considerando el valor relativo de los canceptas juridicos **. Con Ia ayuda de la perspectiva integral sera posible evitar los escollos del particularisme jurfdico; es necesario un proceso de revision integral paru poder superarlos; “por particularismo juridico se entiende Ja falta de unidad y coherencia del conjunto de las leyes vigentes en una dada esfera espacio temporal”, En Costa Rica, algunas de las reformuas parciales han sido calificadas por el Lic. Mario Ramirez de “injertos inde- seables”, Los parches sufridos por nuestro Cédigo, aunque en algo lo han mejorado, son ejemplos de tal particularismo. A mi juicio, por ejemple, la coherencia y unidad del sistema, con perdén del Profesor Cornu, no se ha logrado con la mera transformacion del titulo preliminar. 23 TARELLO, Giovanni, Le idee della codificazione en Il diritto privato nella societd moderna, Sagi acura di Stefano Raxloti. Il Mulino, Bologna, 1971, p. 33. 24 RODOTA, Stefano, 1 diritto privato nella societh moderna. 1 Muling, Bologna, 1971, p. 75. 28 Sobre el tema V, PUGLIATTI, Sabeatore, Diritto Civile, Metodo—Teoria-Prictics, Glufint—ed, Milano, 1951, p, 219. 26 TARELLO, Giovanni. Le idee delle codificatione, én Tl diritta privato nella societd moderna, Sagi a cura di Stefano Rodoti, It Mulino, Bologna, 1971, p. 39 27 VICTOR PERE? VARGAS Hasta aqui hemos hablado de la metodologia de una posible reforma del Derecho Privado costarricense. En pocas palabras: proponemes una metodolog{a integral que, percatandose de las transformaciones tecnold- gicas econdmicas y axiolégicas, tome en cuenta los aportes de las diversas fuentes materiales y formales no eseritus. asf como de las leyes especiales, teniendo presentes los rivsgos dei particularismo, del coneeptualismo y del formalismo. No quiero quedarme: sin embargo, en indicaciones: metodoldgicas. El Centenario del Codigo Civil es momento propicio para un examen retrospectivo de nuestro Derecho Privado; ofrece, asimisino, ocasién para, determinados los vacfos, las contradicciones, los anacronisinos axioldgicos y cientificos, proceder a Ja reconstruccién del sistema. No es posible en esta breve exposicion determinar cl sistema, los subsistemas y las particu- laridades de una posible revision del Derecho Privado, esto deberd ser an producto colectivo, resultado de la conflucncia del aporte de muchos en Jos préximos dos aflos. En consecuencia. me limita, seguidamente. a ofre- cer algunas perspectivas de Watamiento sistematico y aleunas recomenda- ciones sobre sectores especificos. No es posible deslindar, en un proceso de revision, las figuras no regue ladas de aquéllas mal reguladas. Una revision del Derecho Privado no puede limitarse a determinar las nuevas categorias susceptibles de scr introducidas legislativamente en el sistema; hay aspectos regulados, pero no corresponden a ta vida actual No antentaré, en esta exposician, un elenco de novedades; creo que esto seca comtinuar haciendo remiendos atom (sticos, vomo los que se han hecho hasta el momento. Me limitaré a sefalar algunos puntos que, a mi juic se en consideracion, aportunamente. , deberan tomar Quiero aclarar que no s¢ intenta aqui aprioristicamente un nuevo Codigo Civil, o um Cédigo de Derecho Privado o una revisién del Codigo vigente, Lo mds conveniente lo dirdn los estudios y debates que esta cele- bracién, sin duda, ha de suscitar. Sin embargo, como quicra que sea, ha de pensarse en la coherencia del sistema general y de los diversos subsistemas del Derecho Privado La sistematizaciOn general tiene una justificacion logica evidente, pero tambi me come base la necesidad de un replantamicnto axiologico global de acuerdo con los tiempos actuales. 28 BASES DE TRABAJO FARA LA REVISION DEL Ademis de la perspectiva sist itica integral, debe pensurse en un adecuado tratamiento de los diversos subsistemas del Derecho Privado, cada uno de los cuales obedece a instituciones y principios especificos. Pensemos, por ejemplo, en la importancia de uns adecuada revision de la materia de la capacidad; o bien em las deficiencias que presenta la materia negocial por falta de orden (ademds de carecer de correspondencia con los requerimientos de nuestra época), o fa utilidad de una regulacién bien organizada de la responsabilidad extracontractual, de sus diversas formas, la definicién clara de las causas de justificacidn, de exclusion de causalidad ode culpabilidad, por ejemplo, Dentro de los subsistemas del Derecho Privado, especial importancia tiene la materia mercantil; el subsistema comercial no podra prescindir de principios especificos relativos a la irrcivimdicabilidad de bienes, o a velocidad de las operaciones, a la instramentalidad y a la contratacion informal, ni podrd prescindir de la base sdlida que representa la teorfa de la empresa ?”, que puede dar sentido wnitario sustancial a temas come las sociedades, Jos titulos valores, los transportes y los seguros, Paralelamente, convendra examinar en qué medida la esfera mereantil ha permeado toda la realidad del Derecho Privado y ha dejado para la historia del Derecho muchos contratos, lo mismo que todo el campo de las sociedades civiles. En expresion del Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Polfticas de la Universidad de Lima: “el Derecho Mereantil extiende su vela sobre la vida civil y lo que era especial se convierte comin" **. Seria interesante escuchar la opinién del Profesor Certad al respecto, PERSONAS: Dentro de la tradicionalmente denominada materia del Derecho de las Personas, se presentan varias exigencias de politica legislativa: 27 V, PANUOCIO, Vincento. Impress, Enciclopedia del Diritto, Gaiftrt—ed, Milano, y MORA, Fernando. La teoris de la empresa en el Derecho Comercial costarricensé. Facultad de Derecho, ‘Universidad de Costa Rica, San Jost, 1976, Tamb, Boletin Informativa de la Corte Suprema de Justicia, Na, 222, 28 TORRES ¥ TORRES LARA, Carlos Le impronta mereantilista 4 Peri, Revisia de Derecho Comercial y de las Obligaciases, Depalm 104, abril, 1983, p, 199, weve Codigo Cril del wenag Aires, No, 103/ 29 VICTOR PEREZ VARGAS — La adecuada sistematizacién de los “sujetos de la actividad juridica”, acertada expresion del profesor Rescigno, que supera le perspectiva tradicional fermalista sobre el tema incluyendo, ademis de las personas fisicas y juridicas, a los entes de hecho privados del recono- cimiento formal, como los comités sin personalidad. jCudntos negocios juridicos se realizan en nombre de los comités! — La reguiacién de los modos de atribucién de la personalidad juridica, la efieacia de Ja respectiva inscripeiin y los principios comunes a estos suicios. La determinacion clara del mecanismeo de actuacién de las perso- nas juridicas que tome posiciém firme ante las contundentes ci la teorfa de fa representacién @ y ante las nuevas docteinas que afirman el gandeter interne de fa relacion “ente--organo" y la capacidad de imputa: cién juridica de figuras primarias de jas personas juridicas. La superaci6n de la dicotomia normativa en materia de socie- dades, — La incorporacién al sistema, al menos por referencia, de las dispo- siciones que regulan a otras personas juridicas, como las asociaciones, las fundaciones. las cooperativas, los partidos politicas, los colegios profesio- nales, los sinelicatos y otros entes, La definicién clara de los alcances del concepto de sede de ta persona juridica que tome partido ante la jurisprudencia contradictoria y cambiante sobre notificaciones *!, tema ya resuelto en cl proyecto, en la Asamblea, de Codigo de Procedimientos Civiles. La afirmacién del concebido como un destinatario actual de eficacia juridica, susceptible de resolucion (y no ya condicionada suspen- 2 RESCIGNO, Pieico, Manuale del Diritto ftrivato Italiano, Jovene, Napoli, 2a. edicton, 1976, p 108 30 FALSEA, Angelo, Capaciti. Voci di teoria genomle del Diritio, Ginfit—ed, Milana, 1970, p. 144, V. PUGLIATTI, Salvatore, Istituzioni di Diritto Crile, I soggette di diritto, Giaffrt. td, Milano, 1935, p. . tambidins PLGLIATTI. ‘Civile, Metodo~teorl—practics. Giuffrt—ad, MI representacti pia? 3) PEREIRA-PEREZ, Notificaciones a personas uridices, Revista Jud! 1983, p. 124, iat No. 25, jimi de 30 BASES DE TRABAJO PARA LA RE ISION DEL. sivamente}, inttician del Profesor Carlos Ferruindez Sessarego , que el citado autor considera inefutable, aun desde la limitada perspectiva meramente formalista Kelseniana; ya que el concebido es, sin duda, un centro de imputacién actual de efectos juridicos o de normas (vida, representacion, identidad, filiacién, ete. }: un sujeto de Derecho. La revision del absurdo legislativo de la capacidad especial de actuar de Ia madre menor soltera, que puede representar a su hijo, pero que no puede actuar en sus propios usuntus, ;Por qué'no legislar mils bien en el sentido de que la maternidad, en los mismos términas que el matrimonio del menor, pueda conceder ta emancipacion legal? — La posibilidad de que el propio sujeto bajo interdiccién pucda solicitar el levantamiento de ésta si recobra su capacilad natural, lo cual le esta megado por Ia ley en estos momentos, con los consiguientes abusos de las potestades respectivas ligadas a la curatela (no de simples derechos subjetivosh. — Fl repudio de la expresién ineapacidad juridica relativa 9? que utiliza. nuestro Codigo para designar la imposibilidad legal de recibir por testamento, en lo cual coincido con el Profesor Rescigno, aunque disin- tamos en cuanto al uso alterativo de Ia expresién “falta de legitimacion pasiva™ La regulacién adecuada a la realidad de nuestros dfas de inter ciones quirlirgicas para la definicin de los caracteres sexuales. La necesidad de un adecuada tratamiento de lox mal llamadas “derechos de la personalidad”, a partir de la toma de conciencia de que estamos frente # valores (vida, libertad, nombre, honor, imagen, voz, intimidad) y no meros derechos subjetivos, que se hacen efectivos a través de diversos tipos de situaciones juridicas que en muchos casos son mds bien poderes; en otros, imposiciones; en otros prohibiciones, no solamente a través de derechos subjetives. Com esto se evitanin los obs: ticules que, desde Jos “ius in se ipsum”, ha encontrado bi doetrina para dicterminar su objeto y caracteres **, EZ SESSARNGO, Carlos, Derecho de Mervonas, Panonela, Congreso sobre el navva Perkin, Lina, agasto 1985, (en press) 38 V, COVIELLO, Leonards, Capacita di sucedere a cass di morte. Enciclopedia del Diritto, VI, Gluftre-ed, Varese, 1960 9, en ef mismo volumen: Capasiti di recevere per 34 V, BOU-PEREZ, Los valores fundameateles de la personalidad y sus medios de tutela. Kievista Judicial No, 9, Corte Supreme de Jnsticis, San fest, settembre de 1978 31 VICTOR PEL / VARGAS La complementacién sistematica de esta misma materia. median- te la regulacién de nuevos valores de la personalidad come la vox, la imti- midad y la integridad psicofisica, La inclusion de una posibilidad de accién inhibitoria general con relacién a todos estos valores (y mo solo con relacién a la imagen y al nom- bre). -- Un tratamiento mds completo de la integridad fisica no sdlo llevindola a rango de integridad psico—fisica, sino ademas previendo, al menos cn lincas generales, una serie de aspectos actualmente indefinidos en cuanto a ciertas consecuencias juridicas. tales como la esterilizacién, ¢] uso de energia muclear, la puesta en practica de tratamientos en expe- rimentacién, la terapia de cheque. la cirugia estétiea, los rayos x. etc. - La ampliacion de los supuestos licitos de uso de la imagen. por ejemplo. para fines didacticos La tutela civil de lus comunicaci intimidad, determinando sus limitaciones * nes privadas y del dereche a la - La posibilidad de resarcimiento del dano a la persona, como cate- goria distinta de los dafios patrimomiales y morales. entendido aquel como el que incide con el proyecto de vida, frustrindole ** ; Basta acaso el pago del hospital, de los perjuicios y del dafia moral para resarcir al pianista o Pintor por sus manos trituradas (por ejemploy? En tema de ausencia puede ser aconsejable una reduccion de pla- zos, alendiendo a las exigencias de celeridad de la vida moderna y a los avances en las telecomunicaciones 35 ¥. en especial WORLD ASSOCIATION FON MEDICAL LAW, World Congres: on Medical Law. Gent, Helgicu, 18 a 23 de sposte de 1985. DONALDSON, lames, Casualty Clalie Practice, frwin Inc, ftinods, 1984; BOGARIN FARIA, Alicia, El wditico general frente a la ley, Tesi, Facultad de Derecho, UCR, DT; VUNGANO-LOPEZ BOLADO-POGGI BRUNO, Responsabilidad profesional de Los médicas, Editorial Universidad, Buenos Altes, 198]. 36 ¥. PUGLIATTI, Salvatare, La traserizione. Trattato di diritto. civile e commerciale, Giutted ed, Milano, 1957, p, 12 y 4. 37 RESCIGNG, Pietro, Manuale i diritto private italiane Inveme, 1976. p. 211 Yo MOLNEFR. Vmmanuele, El Persanalisme, kudeba, Buenos Aires. 38 VERNANDEZ SESSAREGO, Carlos, Congress subre el Cadigo Civil Peruano, Panencia, Lim Agosto de F985. 39 Inclusive, se ha hecho motar que to ereevente faeilidad de iss comenideciones ha hecho disii- muir los casos de ausencis, RIPERT ¥ BOULANGER. Tratada de Derech Civil, TH, vol. | ‘La Ley—ed., Buenos Aires, 1963, p. 23; también, PLANIOL, Marcel, Traite dlémentaire de Droit CWil, Tome Premier, Librarie-Ciénérate de Droit et Jurisprudence. Paris. 1920, p. 215 a2 BASES DE TRABAJO PARA LA REVISION DEL DERECHOS REALES: En el campo de los Derechos reales surgen retos de politica legisla de diversa indole — Han de revisurse los criterios tradigionales de clasificacion de las casas, dindose relieve a aquéllos de mayor interés, incluyéndose distin ciones no previstus, como la de “productivas e improductivas” y la de registrables y no registrables", dado que tienen regimenes juridicos diversos *. — Han de corregirse los absurdes actual entre ellos, la confusién entre cosas consumibles y fungibles, pues se trata de dos clasificaciones diversas, por fo que el Codigo alemin ha tenido razon al separarlas **. Es importante superar la actual distincién entre bienes materiales ¢ inmateriales que, en Ios términos en que esta, “neo tiene sentido, pues consiste en poner de un lado las cosas y de otro Jos derechos; es decir, dos categorias que no tienen ningtin cardcter comin... no ¢s wna clasifi- cacién; es una comparacion incoherente” —dice Planiol—?, “La distin: cidn, por la evidente heterogencidad de los términos, se revela ex trafa- mente hibrida” Debe durse el correcta sentido al concepto de bien inmaterial, de modo que se reconorcs esta calegorfa para las obras de ingenio humana o creaciones culturales “*, aquellas proyeeciones del espiritu. que necesa- riamente tienen un soporte material (come la partilura de wna sinfonta o la tela de una pindura, o el papel de un libro...) pero en Jas que lo que vele, lo que interesa jurfdicamente, no es el soporte material, sino la pro- yeecién humana a través de él. 40 V, SALA PRIMERA CIVIL No, 267 de B lis, de 19 do pill de. 1977; No, 98 dé 8 ¥ 25 bs. de 23 de mmrea de 1976 y No. 591 de Ay U5 hs, de 301 de nowiembre de 1971. 41 PLANIOL, Maceel. ‘Troindo elemental de Lsrecho Civil, Las lens, Wditorial Cajicu, M4 19ss, 42 Op. ult, clt,.p. 28, 43 PUGLIATTI, Beni cose it senso plutidion, Giufire- ed, Milama, 1962, p, 102, 44 ¥, BIONDO, Biowlo, Lor Bicnes, Bosch, Barcelona, 1961, p, 45; SANTORO PASSARE LL. Francesco, Doctrinss generales del Derecho, Fd. Revista de Derecho Priveda, Madrid, 1964, ps. 4 y 49, PLANIOL, Marcel. Tratada clemental de Derecho Civil, Las Bienes, Calica, Méxi- ep, 1955, p. 28. PLIGLIATTI, Salvatore, Beni e cose im senso glutidico. Giufire ~ed, Milano, 1962, p. 102 33 VICTOR PEREZ VARGAS Ha de asignarse un régimen claro a las llamadas pertenencias y uecesurios Io mismo que a las universalidades, tomando en cuenta la protec- cion del interés que representa el conjunto de elementos de que consisten, Y, recordando de nuevo 4 Josserand y a Pugliatti: jes acaso posible seguir hablando de la propiedad como institute unitario? yno deberiamos mas bien hablar de “las propiedades"”? La verdad es que los mgimenes juridicos de derechos reales sobre naves, sobre tmercancfas en viaje, sobre tumbas, sobre bienes intelectuales, sobre aguas, etc., son muy diversos entre si, lo que exige una reconstruccién sistematica de la ma- — Habran de incluirse nuevas categorias de derechos reales; por lo menos habré de someterse a discusién la propiedad fiduciaria y la posi lidad de disposici6n auténoma del subsuelo (piénsese en un estaciona- miento subterrineo que, para ser ampliado, puede demandar la compra de un espacio subterraneo de la propiedad vecina) Fl régimen anticuado de las cosas perdidas debe revisarse. ;Cono- ce alguno de ustedes a alguien que habiéndose encontrado algo, haya publicado el aviso de ley en el periddico oficial y haya esperado un ano untes de sentirse propictario?, O jcudntos de nosotros, leemos diariamente La Gaceta? Debera ademds, tomarse posicidn ante los vaivenes doctrina y narios en risprudencia en cuanto al conflicto entre titulos inscritas, determindndose claramente si ha de darse prioridad al propictario mas antiguo, o al propictario que mediante su posesion efectiva revela la aetua- lidad de su interés * Finalmente, deberd tomarse particularmente en cuenta le materia agratia que ha modificado sustancialmente la sistemitica del Codizo Civil. 45 PUGLIATT!, Salvatore, Beni o cost, Giuffrb-ed., Milano, 1962, p. 28, TRIBUNAL SUPE. RION DE ALAJUELA, No. 1104 de 9 y 4D bs, de 7 de stiembee de 1973, PUGLIATTI, ‘Saleatore, La plopricth e le propiets; Giutitd-ed, Milana, 1964, p. 143 ys 46 -¥, ODLIN ¥ CAPTIANT, Curso blemental de Derecho Civil. Reus Madrid, 1961, Tomo Tl, Vol. Ip. 948. SALA DE CASACION, No, 132, de 25 de octubre de 1974. PUGLIATIE SALVATORE. La propneta c le proprieth, Giuifid—ed, Milano, 1964, p. 267, oe) BASES DE TRABAIO PARA LA REVISION DEL SUCESIONES Pura una revision de la materia sucesoria es recomendable tomar como base de discusion el proyecto de ley de las licenciadas Maritza Blanco, Miriam Borloz ¢ Heana Murillo. Dentra de este campo puede meditarse Ja introduccién de la insti- tucién denominada “legitima” o “cuota de legitima” y de las correspon- dientes disposiciones concxas sobre “cxhercdacién™ con las salvedades y precauciones indicadas ayer por el Lic. Orlando Aguirre, quien puso de manifiesta la necesidad de una mejor regulacién del tema frente a la libre testamentifaccién. También en este campo puede pensarse en aspectos como un derecho de habitacion a faver de la viuda sobre la casa donde ha vivido Y. gpor qué no?, dentro de una revision del Derecho Privado que pretenda girar en funcién de ta dignidud humana, no introducir al menos una tWtela sucesoria de la familia de hecho, incluyéndese tambien un derecho de habitacién a favor de la compafiera o compafero *, o como lo expreso el Prof. Aguumre, “coneeptuande a la compafiiera como here _ dera” y al compaiero, agrego yo. En Ja materia propiamente testamentat especiales sobre interpretacion y en Ia posi las Formas admisibles ** convendrd pensar en reglas dad de ampliar el cuadro de OBLIGACIONES: En ef campo del Derecho de Obligaciones hay muchos aspectos que dcben ser exuminados, lo mismo que otros que deben ser integrados. Con- tribuirin aqui sin duida a las enseftansas de los Doctores Juan Luis Arias, Carlos Manavella y de lx Dra, Maria de los Angeles Soto Gamboa, en espe- cial, en el campo de la novacion. 47 FERMANDE 10, Carlos. Derecho de Personas en Primer Semanario de Difusiom del Nuevo Codige Lima, del 17 de act. al 5dr octobre de 1984, p, 35. 86 V, Proyecto de reforms al Cédtigo de Femilia. Le Gaceta, lunes 28 de julio de 1980p 5 y ss. ¥ ODIO, Elizabeth, udlia de hecho, Revista /edicial, No. 7. 49° V BLANCO, Marites; BORLOZ, Miriam y MURILLO, Teana, El testamento, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica, en 1982; cm expecial el proyecto de reformas al Chdigo Civil, en pagina 603 y sx. a5 SHC TOR PERE A VARGAS No es posible mantener Ja absurda formulacion que hoy existe en materia de fuentes: decia Carneluttt “cuando se pone la ley como una de las fuentes de las obligaciones la logiva esta perdida” *° El calificaba tal formulacién de “episodio de involucion de la ciencia del Derecho" Fn el campo de la responsabilidad extracontraetual, fu carencia actual de adecuada Iegislacién es impresionante. Piénsese solamente que para un tema donde los tratadistas Mazeaud citan mds de dos mil titulos y donde la variedad de la casuistica es impredecible, nuestro Codigo dedica cuateo articulgs reunidos y unos cuanros mis desperdigados. En este campo, especial consideracién debe tenerse de Jos aportes jurispru- denciales; ante las lagunas, nuestros jueces han legado a delimitar las eonsecuen cias juridicas de diferentes situaciones de hecho. En esta materia el Profesor Radotd ha puesto una construceion que tiende a recuperar sobre bases nuevas, la wnidad del sistema en el hecho daiioso, al cual corresponde uma articulada moultiplicidad de criterius de imputacién del dafio” *'. La existencia de dos criterios de imputacion, la culpa y el riesgo ereado, ha de plantearse en forma inequivoca. ante algunas oscilaciones jurisprudenciales * Dado que en este campo la ausencia de adecuada regulacion ex manifiesta, me limito a ofrecer un clenco de los temas que exizen trata- miento diferenciado: Determinacién clara de la antijuridicidud, la causalidad y la culpa- bilidad. como elementos de la responsabilidad subjetiva. Establecimiento del consentimiento det ofendido (com sus Ii tes en materia de derechos indisponibles), del estado de necesidad, de la legitima defensa y del ejerc de un derecho (con sus limites cuando se 0. caaneuurs Piancesco, Teoria generale del diritti, Sue ed. del Fore Hallas, Ro Pa $1) BUSNELLIL Francesco Donate, Nutwe Cromticre defo cesponsibilita ebdle. tus, genn -giugn Milena, 1976, p47 1» VERT 52 V. SALA PRIMERA DE APELACHONES, 2-y 45 hs. de 13 de novbenbre de 1919. SALA DL CASACION 3 p.m, de 20 de aposto de 1920, Ul, p 128y SALA DE CASACION, No. 73 de iy 15h, de 16 de jutio de 1959.11, 1.1, p. 116. 36 BASES DE TRABAJO PARA LA REVISION DEL trate de abuso), conto causas de justificacion, Debera ampliarse la perspec- Uva limitada del vigente titulo preliminar a otros tipos de situaciones juridicas de que tambien es posible abusar (por ejemplo, abuso del interds legitime del socio, abuso de las potestades familiares, ete.) En este tema, por In tanto, no podemas ser Lun efusives en elogios como Io fue el profe- sor Corn, Hablar s6lo del abuso del derecho subjetive y no de otras situa- ciones es limitado, — Convendrd pensar también en la fermulacion positiva de la causa- lidad y de los aspectos que la excluyen, tales como la fuerea mayor y el hecho de la vietima o de wm tercero, — Descompesicidn de le culpabilidad en la imputabilidad y la culpa= bilidad en sentido estricto. jacién clira de Jos casos de culpa reciproca, culpa comin y culpa solidaria. Deslinde de las formas que puede asumir la responsabilidad sub- jetiva: directa e indirecta y dentro de esta tltima “in cligenda” ¢ vigilando’ Regulacion de los datos cawsados por las cosas y por los ami- males, Ha de meditarse tambien sobre la Namada rotura de |i tradicidn que sostenia con el peso de su presencia, la excepcionalidad y ti de la responsabilidad por rieseo creado, para determinar la posibil Pasar a Una nueva perspectiva en la que la reparacion de la lesion extra~ contractual reciba prioridad, mediante la promulgacion de un principio general de responsabilidad objetiva, tal como el que aparecen en el nuevo Cadigo Civil Peruano, segdn el cual “Aquel que mediante un bien goso © peligroso, o por el ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa, causa un dato a otro, esta obligado a reparario” (articulo 1970). ¥ jpor qué no pensar también en Ia posibilidad de una accion directa contra el asegurador del responsable civil silo que interesa ¢s li proteccién a la victima? De acuerdo con la problemética de nuestro tiempo. ef andlisis no podrd soslayar la consideracién especial de ciertas formas de responsabi- 27 VICTOR PEREZ VARGAS lidad, entre ellas, las que se ha denominado “responsabilidad por datlos transfronterizos" ©? . Ja responsabilidad del productor, materia en Ja que no podra prescindirse de los estudios y aportes de la doctrina nacional, en particular de la Lieda. Stella Bresciani™, lo mismo que el llamado. “dafo ecoldgico”, con la posibilidad de una accion sumaria inhibitoria a favor de todo posible afectado ademas del derecho al eventual resarci+ micnto. No deben, tampoco, soslayarse los avanees jurisprudenciales y doctri- nales en materia de lesidn del derecho de crédite por obra de un tercero *. No solamente Ia lesion de derechos absolutos puede generar respansabi- lidad extracontractual. CONTRATOS; En materia de contratos urge, igualmente, una reformulacién siste- miitica que ha de tomar en cuenta los aportes de los profesares Pablo Casafont, de grata memoria, Diego Baudrit y Mario Ramirez. Como lo ha observado en sus escritos el Profesor Certad, nuestra ley careee de una disciplina general de! negocio juridico *, Nuestro Codigo carece de columna vertebral en este aspeeto: dicta la disciplina de los contratos y regula otros negocios en forma espectfica, aunque hace la extension de ciertas normas a los actos unilaterales. Ademds de los citados injertos indeseables, la formulacion es deser- denada: se confunden los requisites subjetivos y objetivos con los ele mentos; se confunden diversas anormalidades negociales, usandose, con la mds absoluta arbitrariedad cient{fica los conceptos de rescisién, revoca- cién, resolucién, etc. $3. ¥. GOMEZ, ROBLEDO, Alonso, Responsabilidsd Internacional pot dafias transfroaterizas Universidad Nacional Autonoma de Méxjen, Méxioa, 1983, p. 29. 34 BRESCIANI, Stella, La responssbilidad del productor. Revista Judicial, Corte Suprema de Justicia, San J8é, No. 26, p. 7 y a8, $5 ¥. RUSNELLL, Francesco Dengto. La lesione del credito da parte dl teri, Giuffré. ed, Milano. 1963, p, WIl teontea ta tesis de Fedele, ap. cit, p. 3). 46 CERTAD, Gaston, La teoria det negocio juridica frente a te legislation civil costarricense, Canferencla de ingugucucidm del ao académico de 1976, Facultad de Derecho, UCR, Tam: ign en Revises Judicial No.2, p. 15 34 BASFS Di TRABAJO PARA LA Rb. VISION DEL En este campo es particularmente importante Ja perspectiva subsis- tematica atrds aludida; la teorfa del negocio jurfdica puede proporcionar el marco de referencia que facilite la estructura del tema. El propio Profe- sor Redoti no discute “la correceién formal de una reconstruceién unita- fia de un canjunto de figuras” §”. Debe tenerse presente, sin embargo, que por su funcién socio—economica, el contrato ha de ser el objeto central de la normative, Sin despreciarse las clasificaciones de los pandectistds (aunque mepro- bamos con Heck y Riimelin el método de inversion), és necesario impreg- nar ls regulacién negocial de centenidos acordes con la realidad actual de las transformaciones econémicas de la intervencién estatal, del trifico masive por medio de las empresas, estableciéndose en concreto el verda- dera marco de la autonomia privada. En expresién de Barcello: “has blande de Ia libertad contractual, no ex ya posible prescindir de la const deracién de ia posicién econdémica de las partes contratantes y de la posi- ble influencia de ésta sobre el contenido de la estipulacion” ** Ante la imposibilidad de desurrollar aqui, en detalle. los problemas legislativos de la materia negocial, me permito sugerir algunos temas que deberdn ser objeto de atencién, dado que en ellos las disposiciones actua- les son insuficientes o inexistentes. La distincién elemental entre invalidez ¢ ineficacia * , distincién en la que se confunden inclusive autores de la categoria de Diez Picazo, Se trata, en realidad, de dos calificaciones distintas: la invalidez expresa una valoracién newutiva. la ineficacia una falta de efectos juridieos. Por ciem- plo: el testumento aunque ya v4lido, no cs eficaz sino hasta la muerte; o el negocio vdlido bajo condicién suspensiva es ineficaz mientras ésta no se La distinciém clara entre las formas de invalidex atendiende a su 57 RODOTA, Siefano, [i Diritto Private nella socket muoderna, I Mulina, Bologna, 1971, p. 28 5B BARCELONA, Pittro, I controlli della liberts contwattaabe, Fn Ul Diritto Private nels socieths moderna, II Mulia, Bologna, 1471, p. 285 50 V. SCALISI,Vincento. Ineflicacia. Diritte Priewio. Eeciclopedia del Diritta, Ginfit- ed. Milatio, 1971, p. 344, TOMMASINE, Raffiele, Invalidits, Enciclopedia de! Diritio, Giuftré ed, Milano, 197], p. 10. FALZEA, Angelo, La Condiztone, Giulfré, Milano, 1941, p. at A CRUZ BER- DIJO, Jot Luis. Elementos de Derecho Cwil, 1, Derecha de Obligaciones, Vol, 2 Bowwh, Barcelona, 1977, p. 270, BE Emilio, Teoria General det Negocto Juridica, Editorial Rvis ta de Derecho Privads, Madrid, 1959, p. 348, STOLFT, Giuseppe, Teoria del negocio glurid Coda “udove, 1961, p. 99 30 VICTOR PIRI 4 UKE aN diverse régimen juridico y en particular a su modo de operar. 4 kt eravedad de la patologia. a la preseriptibilidad de la accion, su declarabilidad. @ lao legitimacian “ad causam” activa pura reclamarla 4 a las posibilidades de convalidacién ©, superando las formulaciones atécnicas actuales La invalidez parcial y sus relaciunes con el principio de conserva- cidn, en especial frente a la posicion alemana, segdin ta cual ella perjudica la totalidad del negocio, campo donde también hay desurroflos jurispru- denciales. La conversién del negocio nulo, deternuinindose sus requisitos ide forma y sustancia) y entendi¢ndose como una integracion del negocio dentro de la drbita del interés prictica perseguido por las partes © La materia de la simulacién. definiéndose si se trata de una pato- logia de Ja voluntad, segiin la perspectiva trai len. esta s¢ encuentra en la causa (dado que el negocio disimulado o ef contridocu- mento fo que hacen cs quitar la funcién juridiea al negocio aparente. vaciarlo de su contenido efectualy regulindose sus formas. la validez eventual del negocio disimulado, la inoponibilidad a terceros de las comtra- declaraciones y tomdndose en cuenta especialmente la contribucion de la jurisprudencia en materia de prueba con base en indicios de los que es posible obtener prestinciones La reserva mental. tema en el cual ha de distinguirse entre la for- ma absoluta y Ia forma relativa y han de espeeificarse los casos en que se equipara al dale * La revision de los contratos por excesiva onerosidad sobrevi- niente, remedio ante la transformacién de las circunstancias que afecta el equilibrio contractual. 60-V-UMANA PEREZ, Hementos del negocio juridico, Revivia Judicial No. 12, Care Suprema 2 Justicla, San José, p. 115. 61 BETTE, Tooris General del Negocia Buridico, hd. Rev. Derecho Privade, Madrid, 1954. p. 375 62 ¥. CAMARA, Héctor, Simulactin de los-actos juridicos. Depalima, Buenos Aires, 1958, RRARA, Francicco, La simglacién de los negocios joridicos, Editorial Revista de Derectis Privado, Madrid, 1960, CANDIAN, Auselio, Initituciones de Derecho Mrvado, UTHLA, Méxi eo, 1961. SALA DE CASACION: No. 12 de 14 y 30 ha., de 31 de mayo de 1961,Ne, |4 de 14 ¥ 31) ihs,, de 25 de enero de 1967: No. 26 de 10'y $0 hs, de 24 te marto de 1954: No 23, de 14 y 45 ha, de 6 de diciembre de 1967; No. 125 de 14 y 10 tis. de 15 de octubre de 1975 No. 1102 de 16 bs., de 21 de agosto de 1975,Neo 2% de 18 hs. Ge 28 de abril de 1973, 43 SALADE CASACION, No [O3, de [Ov 20 hs. de J de dicieintiee de 1958 a0 DASLS DE TRABAJO PARA LA REVISION DE! — La rescision por lesion (que ya estaba regulada en el Codigo de Carrillo, como lo mostra en su amena y documentada expasicion el Pro- fesor Jorge Sdenz C. “, remedio frente al aprovechamiento indebido que haga una parte de las condiciones de necesidad o de peligro de ta otra, para obtener una desproporcién entre las prestaciones, Habra de temarse partido en cuanto a la responsabilidad por danos imprevisibles si no hay dole en los contratos; pues, como lo ha aclarado el Profesor Torrealba, en realidad nuestra ley no hace esta distincién También, dentro del campo negocial, deberd pensarse en la cegulacion de muchos contratos que ni siquiera la ley mercantil reguls adecuadamen- te. Reiterando lo expuesto sobre los contratos de Derecho Maritimo, podemos agregar figuras que requieren examen, como cl contrate de suministro, el contrato de hospedaje. cl llamado “leasing” " o arrenda- miento financiero y las multiples formas de compraventas especiales *7 Seri conveniente meditar en la posibilidad de reglas de interpreta- vién de los negocios juridicos, en las que se determine, entre otras cosas, nen de los contratos de adhesion , en los que, por su masificacion, wna de las partes s¢ ve colecada en la alternativa de aceptar 0 rechazar integramente las estipulaciones fijadus por li otra parte, contrata tipica- mente mercantil, por lo que no podemes quedarnos en una revision del Codigo Civil, También convendra formular reglas precisas sobre la inter- 64 TOMMASINI, R, lovalidita, inciclopedia dei Diritto, Glutfrt—ed, Milano, p, 16, BETTI, Emi- lia, Teoria General del Neguclo Jurfitica. Editorial Revista del Derecho Privedo, Medrid, 195%, p37 65 V. TORRFALBA, Octavia, inderanizacién de dues y perjuicios imprevisibles, Revista de Ciem ‘cas Juriiicas, Colegio du Abogados, Universidad de Costa Rica, No. 4D, enero abeil de 1980. Fn contra de la tesis de BRIENES, Alberto. Tratado de las Obligacianes y Contsatos. Trejas Hermanos, Som Jou, 1923, p. 21, y de ln posictin que sastieno el articulo’ 74 de br reciente Convencién de Nackones Unidas sobre Compravente Internacional de mercaneies, Viena, abril 10 de 1980 (ASCON 97/18), ¥. tum, PARRY, The aancity of contracts in Fugtish Law, London, 1959. BIG Lina, Nowe tn teiea di interpretazivnr seconda buona fede, Piss, 1970, ps, MESSINED. Htunceseu, Mamiiale di dicitto Commerciale. Val. IMB, GinfTre ed, Milan, 1959, p.6at Of Cantnito slonde la empresa financieea compra um bien pur encargo de wn tercera y se be anricm a por dewrminade plazy, al cabo del cual puede vendérsels a wn precio rstdual, V. ROLRL GUEZ AZUERO, Sertio, Comtratos Hancartos, Felabin, Bagoti, 1979, p, 494, 67 ¥, DEGNI, hrncisco. La compmventa, bdltosial Revista de Derecho Privadn. Madd. 1957 B. 161 a 265. 68 CARVALAL, Alvaro, Los Contratos de adhesién en Costa Rita. Facultad de Derecho, Univer sida de Costa Rica. 1974. 41 VICTOR PERIZ VARGAS Pretacion del compromise arbitral, dentro de ls tradicion latina restric- ns CONCLUSION Lai expueste no ha pretendido agotar lu lista de temas en los que el Derecho ¥ je carece de adecuada regulacion; muchos otros son los ama- cronismeos, las incoherencias, las imperfecciones terminologicas, las lagu- nas, las contradicciones, que hemos dejado fuera de andlisis. La exposicion dy los anteriores ejemplos ha tenido un proposito centeal: motivar la nece sidad deoun trabajo sero y sistemdtica de re Hn de nuestras norms (Quigrase o no, enrumbamos hacia una mutacion cualitativa del Dere- cho Privado costarricense. cuya causa eficiente son las transformaciones iwenolOgicus, uxivlogicas y cientificus y dentro ue éstes, en especial, el paso de la Begrifffurisprideny y de una concepeion producto de la mezcla del racionalisme del siglo XVIL y del romanticismo de la primera mitad del siglo XTX a una perspectiva tridimensional integral del fenomeno juri- dico, dentro de Ja cual la realidad factica, fa realidad formal y la realidad axiologica encuentren cabal ubicacion, Esta sdlo es posible con una meto- dologia cuyos ejes sean los intereses ¥ valores de los seres humanos. para que el Derecho encuentre el sentide de su devenir historico. Pste os telo de nuestra tiempo en el ci po del Derecho Privade. Podemas dejar que el torbellino tecnolégico nos arrasire ¥ deje obsvleta buena parte del sistema: podemos dejar que lax presiones ideologicas de diverso tipo resquebrajen el sistema com remiendas pareiales: podemos tambien ignorar li transformacion metodologica que sufrid nuestra cien- cra a partir de la revolucién de Ihering, de Heck y Rimelin, Sin embargo. podemos tanrbicn romper la inervia ¢ inaliferens por estane: ad que Hevan al retroceso micnio ¥ con cl aporte de todos tos que vamos a vivir cualquier reform. podemes poner nuestro anticuade Derecho Privado a ta altura de los Hicmpos, sin pretender que vaya a durar cien aftes, pues imprevisibles son los problemas que habremos de afrontar, que inin exigiendo paulatina- Mente la canstante reconstruccion del sistema. MY ALSINA, Hugs Tratudo tedrica prictico de Betecha Procesal Civil y Comercial, Tamo VIL Kdiat, Buenos Aires, 1265. p. 35 ¥ 36 y' mai trabajo-en Revista Judicial No. 32, marta de 1985, Corte Suprema de Justicia, San José, p. 157

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