ere
maeLos campos de
OCA
por ALDO H. CANTON
La fortuna del general Julio Argentino Roca fue siempre
motivo de anélisis, algunos suspicaces y otros mas
objetivos. El patrimonio del dos veces presidente de la
Naci6n se fundaba en la propiedad de estancias, adqui-
ridas por compra, donacién oficial 0 herencia. Pero los
grandes campos que tuvo Roca en el sur de la provincia
de Cordoba, a veces en copropiedad con su hermano
Alejandro, fueron legal y correctamente adquiridos por ef
entonces comandante de frontera a la provincia de Cor-
doba, cuando esa zona se encontraba todavia peligrosa-
mente cerca de los indios ranqueles.
Latrascendencia que latierra
tuvo como principal bien de pro-
duccién en el periodo que va del
setenta al centenario, invita a
adentrarse en el conocimiento
del proceso de lo que hoy llama-
riamos de privatizacion, y sus
Gerivaciones, nada simple por
cierto, y a cuyo respecto esta-
mos cargados de prejuicios
directamente, de ignorancia,
Voy a relatar aqui lo que he
podido averiguar sobre los cam-
pos que fueron de uno de los
terratenientosimportantes delsur
68 - N°372 Topo xs Historia
de Cérdoba, el general Julio A.
Roca. A modo ce muestra de
cémo se ocuparon las tierras
entre los riosCuarto y Quinto, hoy
enplena produccién, ayerun de-
sierio
Julio A. Roca manejando una sem
bradora en la estancia «LaLargar,
Guamini, provincia de Buenos Ai-
res. Apesar de queesta fue una de
us estancias preferidas, los cam-
pos de Cordobaccuparon también
ef centro de su atencion.JULIO ARGENTINO ROCA
EN 1874
Laimportancia que el general
Roca tuvo en la vida del pats en
Jos 40 afios que van desde 1874,
fecha de la primera compra que
lo hizo terrateniente, hasta 1914
(afio de su muerte), lo vuelve
atractivo paramostrarlocomouno
de los protagonistas del proceso
de ocupacién del suelo,
Setratadelattierras delenton-
ces corone! Roca, tanto las que
tuvo por compra como por heren
ciade suhermano Alejandro, al-
gunas de las cuales vendio y
otras que pasaron a sus hijos, a
través de la sucesion de su mu-
jer, Clara Funes, (1905) y de la
suya propia (1915). Dichas tie-
rras se en-
cuentran ubicadas dentro de los
millones de hectéreas valoradas.
como «Terrain de Colonisation»
en el atlas que mandé a hacer
Sarmionto a Martin de Moussy
para la Exposicién Universal de
Paris de 1865
Eran tiempos en los que se-
guramente se esiaria gestando
en ol pensamiento de Roca su
proyecto poitico, pero que no le
impediameditar, simuttaneammen-
te, sobrelaconvenienciadeapro-
vechar la oportunidad de inver-
sién originade en la
decisiénprovincial
de vender las tie-
ras ganadas al
desierto. En tal
sentido instruye
a Bouquet
en carta del 20 de agosto que
éste cia, pero que no he podido
ubicar, para que compre en el
rermate anunciado para el 26 de
ese mes,
Comprometié 25.291 pesos
con esa compra, a $ 721 la
lequa. {Cuales eran sus ingre-
sos? {Cudl era su fortuna y sus
posibilidades de accecer al cré-
dito? gTuvo Alejandro, su her-
mano, algo que ver en la deci-
sin?
Por entonces Roca comen-
zaba a consolidat su familia. Lle-
vaba dos afics de matrimonio y
ya habia nacido Julite (1873),
en tanto que Elisa, la primera de
las cinco hijas que tendian, na-
cid en enero del 76, y Maria Mar-
cela, la segunda, en junio del 77.
Alejandro- el hermano—, solte-
‘Topo #3 Hisroria N° 372 -‘Administrator prolio, hay una vas
correspondencia de Roca en re-
laci6n con sus intereses rurales,
% FIEBRE DE ALAMBRAR,
Querido Alejandro:
convene.
apremiante,
Lo menos seria al 7.
Cuando vengs
Cedido mis terrenos
MiguelFerreyra,
muerto sus vacas.
Recibe el ca
en tga
70 - N°372 Tovo rs Historia
Después de muchas dias que no sabia de ti he recibide tu carta del
8 que por mis ocupaciones reaién puedo contestarte
‘Me temo que Ia fiebre de alambrar te lleve més prisa de io que
En 14 6 16 leguas que tienes alambradas caben ef doble de I
vacas que tenemos y no me parece prudente ni comercial emplear
dinero en potreros y cercas, que no los exigen una necesidad
Tengo recelo que los cien mil pesos que dices necesitar sean para
obras semejantes que no sean inmediatamente reproductivas.
Por otra parte es cffcil consegu
poco largo, al cinco por ciento de interés.
onversaremos de estas cosas.
para las colon
sefundaranias colonias. Para ese entonces tume haras recordar dedon
Julio se fue ayer a Moron a cabatlo, No quiere creer que se ia hayan
Todos tos de esta casa te mandan recuerdos.
io de tu hermano
NN. de. La fecha esta excita muy al corer da la pluma ene! original. pero
coincide Con lo que los torrenos para ie colonas de La Carlota fuersn eeidos
ro entonces y hasta su muerte,
vivia con él y su esposa, Clara,
quien «pasaba largas tempora-
das en Cérdoba con su familia,
para escapar de la vica rustica
deRioCuarto», y auizas de otras
cosas, ya que dio a luz por se-
gunda vez recién en 1876, en
aquellos tiempos en que un hijo
por afio era lo normal...
LA VENTA DE LAS
TIERRAS FISCALES
Laprovincianoesperé aque
Mansillacorriera los ortines para
intenter |& venta de sus tierras.
Ya en 1862, con ls ley N°347
1/2 del 3 de octubre, se trata de
impulsar la negociacién, aun-
que simultaneamente se dictan
normas restrictivas de la forma
‘ninguna cantidad por un plazo un
en La Carlota, no sé cuando
Julio A, Roca
Abii 17, 1881
de hacerlas: el Poder Ejecutivo
quedaautorizadoa venderiasen
pUidlica subasta, amojonadas,en
fracciones no mayores de 4 Ie-
guas cuadradas, ano menos de
$500lalegua. Se ordenalamen-
suray el pagoa losagrimensores
con dinero otierras, pera loscon-
tratos debian ser aprobados por
la Legislatura.
La cuestion no debe haber
pasado mucho mas allé de la
sancién de la ley, porque en
1864 se dicta otra en la que se
opta por la colonizacién. La ley
N° 357 del 22 de marzo de ese
afio, aprueba el contrato con
Eduardo Etchegaray para laco-
lonizacion de 1.000 leguas entre
los rios Cuarto y Quinto, cofoni-
Zacién que no tuvo ni punto de
comienzo. Al pedir el futuro colo-
nizador una prérroga para su
efectivizacién, laLegislatura, por
Ley 389 del 27 de septiembre se
la deniega y todo queda en la
nada.
Diez afios después, su viuda
se presenta areclamarlaentrega
de esas mil leguas que le habian
vendido a su esposo en
bos rios. El reclamo no logré en-
trega de tierras alguna, pero si
una indemnizacian de $ 4.000,
«a cubrir con el producido porla
venta de tierras fiscales», para
compensar gastos hechos.
En 1871, sienda gobernador
Alvarez, se dispone ofrecer 200
leguas para la inmigracién es-
ponténea, con facilidades para
los colonos que inclulan el no
pago de impuestos por 5 afios.
Para hacer mas efectiva la cosa.
el decreto que reglamenta esta
ley prevee que se publique tam-
bién en francés y en alemar.
para difundirlo en Europa.
Finalmente el gobierno cx
dobés intenta el camino de |
remates, algunos en la capita
provincial y otros en Buenos A
res.La
tante.
cuenta
seas
subes:
ofertas
en ott
que ne
Las me
yhayc
ya verLascosasse complican bas-
sale. Hay préstamos tomados a
fenta que no pueden devolver-
2 a su vencimiento, Algunas
bastas iracasan, a veces las
tas no liegan ala base, pero
olros se canoretan ventas,
2ue no siempre tienen buen fin
as mensuras han ido despacio
- hay quien camra campos que
2a vendieron las provincias de
Santa Fé 0 Buenos Aires. Hay
pleitos que se estiranhasta 1881.
Entre tanto, municipalidades
como la de Rilo Cuarto creen te-
ner la propiedad de las tierras
fiscales de su territorio yen 1874
rematan en Buenos Aires 15 le-
quas al norte deLa Carlota (hasta
1888 partedel departamento) que
compra Jarbas Muniz BarretoaS
1.050 la legua.
Estodiolugaraotras discusio-
nes legales, pero finalmente Ba-
rretose queds con elcampo, que
al medirlo resulté ser de 17 le-
guas y algo...
El sefior Carlas Bouquet, «de
inteligencia clara y criterio sa-
gaz» segun dice Udaondo en su
Diccionario Biogréfico, fue un
impulsor infatigable de las vor-
tas, incluso ocasional compra-
dor ocomisionista de ellas. Entra
octubre del 73 y marzo del 74
esta en Buonos Aires, enviado
Clara Funes, la mujer de
Roca, poco después de
casarse con ésie. Lo
acompanié durante todasu
estaaia en Rio lV. Elcam-
poqueClaraheredédesu
padre, «LaPaze, cercade
Ascochinga, fue hereda-
do por su marido a! que-
daar viudo.
por la provincia para tratar que
lacomisiénencargada delaven-
ia, en los términos de la Jey del
62, apure las cosas. También
trata de conseguir adelantos de
dinero para el tesoro provincial,
pero los financistas estan remi-
sos. En la nota que dirige al Mi-
nisiro de Hacienda y Justicia
dando cuenta del fin de su mi
sién dice: «Tales son las opera-
ciones que he practicado y los
pasos que he dado para corres-
ponder ala confianza con que el
Gobierno se habia dignado hon-
ratme y deplorando no haber
alcanzado un resultado mas
completo solo me resta ofrecerle
mi consideracién més distingui-
da».
En 1877, siendo gobernacdor
De! Viso, Bouquet mismo es Mi
nistro de Hacienda, El primer pro-
yecto de ley que elevaalSenado,
dice en sus considerandos: «la
situacion angustiasa que vive la
provincia... tenemosen perspec-
tiva lamiseria, el hambre tal vez
amenaza a muchos compatrio-
tas...» Yenelarticulo 1entonces
estipulacomosolucion que «Todo
habitante dela provincia, asicomo
el gue quieravenirahabitarnues-
tro suelo, tiene el derecho de
pedir al Gobierno que le venda
en propiedad perpeiua e irrevo-
cable, unlotedequinta, chacrao
estancia donde fundar su hogar
yesiablecersuindustria». Antes,
propugna que las ventas se ha-
ganaunpreciofio(noenremate)
porque «sélo este medio puede
poner al pobre jornalero en acti-
jud de disputar al rico el pedazo
de tierra en que ha de crecer el
41001 que dé sombraaiacuna de
sus hijos....»
Del misrno modo propone en
la parte dispositiva en cuanto al
destino de los fondos que se lo-
gren: «Art. 35. Todaslas cantida-
des que produzea la venta de
tierras publicas quedan destina
das al pago de lo que se adeuda
al Banco Provincial de Cordoba
por saldo de las acciones toma-
das por el Gobierno». Laidesera
que ese dinero en manos del
Banco sirviera para prestario a
los propios futuros compracores
delastiorras, peroel proyectono
fue tratado.
Unafiodespués, e127 demaya
de 1878, ¢| gobernador insistia
con su idea ante la Camara de
Diputados diciendo ahora «...si
Topo ks Historia N° 372 -=e gus campos de! sur do
sumenta la fra dol general, de
0s
@ provincia explota con discre-
cin los valores que representan
‘a5 tres mil y tanlas leguas de
jerras scales que posee, nosolo
mejorard la situacién de los habi-
cantes y estimulara,..» Etcétera
Las tierras se fueron vendien-
4o, pero repitiendo en cacao
‘énloquesehabiadispuestoen
1878, cuandoloslegisladoreses-
‘ablecieron que lo producido se
sesiinare asolventar el déticit del
sresupuestoordinario. Se vencia
2A capital itreproducible para
sompensar pérdidas operati-
26.
Este era el ambiente «legal»
ue existia sobreeltemaen 1870,
~ N° 372. Tono xs Historia,
or el que Foca reperte entre sus
Sh Oe - Cordoba. Al pie del
fsus nijos y de sus ques de los abor'-
En cuanto a lo fisico
de las tierras, olo que
se viviaen elias, creo
que i argentino co-
rriente de nuestros
dias esté en la idea
que yo mismo tenia,
de que los indios
eran ocupantes de
estos territorios. Sin
embargo, larealidad
era que los toldos
estaban bastante
més al sur, y lo que
v ellos hacian eran in-
cursionarporloque
hoy es el sur carcio-
bés, comopasoha-
cia el norte del rio
Cuarto, dande ha-
bia bienes que po-
dian maionear.
Pobladores
blancos atrevidos
llegaron a estable-
cer poblaciones al
sur del rfo, pero
por supuesto es-
taban mas ex-
puestos a los ata-
genes, 0 mante-
nian con ellos un
statu-quo especial. Hubo largos
Periodos de paz y actividad co-
mercial en la frontera. Se cono:
cian la calidad de los pastos, la
ausencia de arboles, la existen-
cla y las restricciones del agua.
Eneste contexto se produjo el
remate del26 de agostode 1874
LAPRIMERA
GRAN COMPRA
Desde el primer momento en
quecomencéa querersaberalgo
acerca del origen de las propie-
dades del general, este remat
del que provenia su compra ini-
cial resuitaba sospechoso. Igno-
raba totalmente cuan discutido
habia sido en tiempos inmedia-
tos al de su realizaci6n, a tal
punto, que dio lugar a un informe
del procurador fiscal de la pro-
vincia, de fecha 31 de diciembre
de 1877, en el que dictamina
considerarselo nulo en Io que
respecta a algunas compras he-
chas por los sefiores Brizucla y
Bertran (en el departamento
Union, de tierras en Iitigio con
Santa Fé), al igual qué la del
sefior Ernesto Cobo que senega-
ba a recigir por cuestiones for-
males «sus» 270.000 hectareas.
Textualmente termina el Pro-
curador en su informe de 58 pa-
ginas: «Nada digo de la venta
hecha al Gral . Roca, y de las
demas que han tenido lugar
antes...» Nolo hace porque cree
que debe limitarse a los puntos
que se le han pasado en consul-
ta
{Puede haber hecho la per-
sonalidad de Roca por sf misma
que Moisés Escalante, el fiscal
se excluyera de considerar su
caso? Nolo parece. Pollticamien-
te recién pintaoa coma candida-
toaMinistro. Mas bien estaria el
hecho de que tal como la Mesa
de Hacienda lo exigié extemipo-
raneamente, Roca entregé los
pagarés garantizados que pe-
dian, cosa que los demas com-
pradores no hicieron. Ala fecha
he podido verificar, ademas, que
el 19 de novierbre de 1875 in-
greso en la caja provincial el im-
porte comprometido, de $
25.291
Esté claro que la venta de las
tierras no era un asunto facil.
Aunque ya desde 1872 se ve
nian haciendo ventas en rema-
tes, o alin particulares, para la
época se menciona la falta de
especulacores interesados, la
escasez de numerario, las revo-
luciones que retraianalos intere-
sados. Thomas Armstrong, pre-
sidente de la comision encarga-
dadele
por Ante
hace re
oportur: 2
desfave
al5 de>
“Siew
que no
el citime
de Rio
crisis mz
esta plaz
cién de.
no pues:
nas at
deseos
Gobierr =
vinciar
ver. M:
deros c
biendeda dela venta—integrada amas
por Anionic y Pedro Fragueiro—
hace referencia en numerosas
oportunidades a esta situacién
desfavorable. Textualmente dice
@15 de noviembre de 1873:
Finalmente el escribano afiadia
enaquel escrito que Alejandrose
encontrabba en pleno goce de sus
facultades menteles.
Abierto el sobre se encuentra
que el testador dispuso: «queno
teniendo herecieros forzosos le
La casa delaesiancia «La Paz». Se
ve en la galeria a familiares de
Roca, Abajo, interior de la casa en
una velada musical.
gitimos ni naturales, nombra
como su Unico y universal here-
dero a su hermano el Teniente
General Julio A. Roca». Igual-
mente lo designa albacea. Ade-
mas deja los siguientes lega-
dos: a su hermana Agustina (de
Mareéd) $ 100.000; a Agustin $
75,000; a Rudecindo (0 sus ne-
rederos) $ 75.000 y al sirviente
Felipe S. Quinteros $ 5.000.
En virtud de este testamento
Julio se presenta el 2 de mayo
de 1904 para abrir al juicio su-
cesorio. Hace constar que Fu
decindo ya ha muerto, y que su
viuda Teodosia Lencisa es la
acministradora jusicial. Declara
que todos los bienes se encuen-
tran en la provincia de Cordoba.
El agonte fiscal, R. Nancino,
pide la declaracién de los bie-
nes y su valuaci6n. Julio se nie-
Topo fs Historia N° 372. -
778
ga.argumentando que estan fue-
re de la jurisciccién nacional. El
juezle da larazén y ordena que
se lo ponga en posesion de la
herencia, previa demostraci6n
de haber cumplido con el page
de los logadios. Después, elapo-
derado de Julio, doctor Pedro A.
Garz6n, procede a la protocali
zacion de la documentacién ros-
pectiva
En consecuencia, el Regis-
tro General de le Provincia ins-
cribe con fecha 8 de aoril de
1905, bajo en’ 128, folio 93v. y
siguientes, en 18 items, las pro-
piedades que se corresponden
con las citadas en el capitulo
anterior. De los bienes muebies
y semovientes, sélo hay una
mencién en el auto del Juez
Romero de que la exencion im-
positiva de los bienes raices
debe considerarse extensiva a
aquéllos, por estar fuera de la
Capital Federal, Obviamente,
tampoco se los enumera, ipero
debe haber habido mas de una
vacaenlas 115.000 hectareas...!
Contrasta esta vaguedad de
datos con la testamentaria del
propio Julio A, Roca, donde se
menciona hasta la cantidad de
cucharas que hay en su casa de
Buenos Aires. Pero esto ya fue
en 1918. ¥ otros los herederos.
LAS TERNERAS
(1874/1905)
Bajo la administracién de Ale-
jandro, el establecimienio debe
haber evolucionado en forma
paulatina hasta ser una impor-
tante unidad de produccién ga-
nadera. Al fallecer, en 1904, el
procesoseinterrumpe. Julio, que
ya habia recibico 20 feguas en
Guamini de! gobierno de la Pro-
vincia de Buenos Aires («La Lar-
ga) y comprado 4.500 hecta-
reas en San Antonio de Areco
(«La Argentina»), las que estaba
N° 372 Topo Es Historia
manejando directamente, deci-
de desprenderse de estos cam-
pos de Cérdaba (se reserva «La
Paz», en el norte) y conviene con
sus hijos cederles aqui, de «El
Mataco» y «LasTemeras» lo que
podria corresponderies por ta
herencia de su madre; mientras
que a «La Igualdad» la vende a
Un tercero. Enire tanio prepara
su viaje a Europa después de la
segunda presidencia, de casi
dos afios, con sus tres hijas sol-
teras.
Tenemos la suerte de que el
plano que confecciona el agri-
mensor Eleazar Garzén para la
testamentaria de Alejandro sea
muy detallado, y de él pedemos
deducir lo que digo més arriba,
acerca de la importante unidad
ganadera.
Para 1905¢! campoestaalam-
brado entoco superimetto, (sal-
vo el limite con e' rio): unos 95
kms., tiene 16 poblaciones, y al-
rededor 0 vecinos, 73 potreros
también alambrados, con una
superficie aproximada total de
2.800 hectareas, de las cuales
unas 1,200 esian alfalfadas. Hay
3pozos, 4noriasy un jaguel, elde
«La Invernada», que va a dar
nombre a una de las fracciones
futuras.
Roca con sus hjas y amigos en «La
Paam, Esta fotografia fue tomada en
1905, probablemente dias antes de
la Revolucién radical que esiuvo
punto de detener alif ai general.
En el proliio plano se sefiala
como en oiro de 1874—, el
camino de Rio Cuartoa La Carlo-
ta, por el que transitaba regular.
mente la galera de Fabidn Lu-
duefia. La Voz de Rio Cuarto
(1886) publicita sus viajes a $
25. Sus recorridos deben haber
terminadoen 1902, cuandollego
@| ferrocarril. Es probable que el
material para los alambrados
haya llegado por tren (como su-
cedié en «La Larga), porque el
ferrocarril vino bastante mas tar-
de a la zona de Cérdoba. Los
materiales descargados en la
estacién «Alejandro» en el pri-
mer afio de actividad (1902) fue-
ron sélo 235 toneladas, pero en
1905 saltan a 3.892
De la atencion que Julio man-
tuvo sobre el establecimiento
mientras Alejandro vivid, mas alla
de la propiedad compartida y
de que le confiara la acministra-
cién, son testimonio las carlas% SOBRE JAMONES Y CHANCHOS
Querida Alejandro
‘Rocibt los chorizos y las costilas de chancho, Todo esté muy rico.
Hoy espero la segunda remess y los 24 patos que me anuncias por oF
‘elégrafo.
‘os iamonesnofan de salirmuy buenos tal vezporquese han miuerta
tun poeo tarde fos chanchs. Eamon necesta fio para hacerse bien.
“Tene que estar 40 dlas en prensa y unos 15,par@ orearse por fo menos
y cualquier caloroto que raya en esas dos operaciones se rancian
‘seiimente, Por eso es necesario mataris y hacer estas elaboraciones
a principios del invierno.
vo cetoy buseand® 12 cameras lincoln que sean major que fos de
| neue y que so puedan levar mds ficlmante de aqu.Eiferro cari al
Pacifico ain no esté dado al téfico. |
“hgut mas corea que Rojas hay buenas cabakas que vendes
barato
eto también esperando que lequen de Inglaterra algunas reme-
sas de foros finos para mandarte uno o dos
“A Agustina y a Elsta ls sientan muy bien los beros da Rosario de
fa Frontera
urs no te tienta de venir a ver este portento de Sarah Berart que
ha sido la edmiracion y es de casi todo ef mundo civilzado?
Hocibiiael drector de fa Escuelas libros que se le han mandado
por of Ministerio de Instruccion Publica?
‘Avisame esto por e! tei6grato
§ Gonzalez no resulta se pueds esperar a que vaya Beneges par
daslo‘s comision dle entenderse con 6, entregandole todas suscartas |
| y- demas documentos respecto al asunto.
Ta Juana esta muy mala, Probablemente toca a su fn y sord la
tina hemana de nuestra madre que desaparece como @ nuestro
tumo tenemos que desaparecer todos.
Recibe recuerdos do todos y é! carifo de ty hermano Jato.
duiio
Julio 21 *
Nola El ferocarital Paciica comenzd a comer en 1856, porioque estineestacar
les del aria antercr, 1885. Primera prosidencia
ya citadas, que ademés ilustran
‘a sobre el caracter, 'a actitud y los
intereses diversos de Juli.
Veamos ahora como comen-
26 la desintegracion
sucesion de Clara Funes, su
mujer, faliecida 15 afosairés. Lo
hace en nomore propio, y en re-
presentacion de suhija Josefina,
enese momento menor de edad.
Acudentambién aljuzgado, Julio.
{hijo}; Maria (con la venia de su
espos0AntonioDeMarchi); Agus~
tina (con la de José Evaristo Uri-
purty hijo); Elisa y Clara, solteras.
Todos éstos representados por
el doctor Jusio P. Ortiz.
LASUCESION DE CLARA
El 24 de diciembre de 1904,
terminados jos trémites de la
sucesion de Alejandro, con los
bienes heredados inscriptos a
su nombre, don Julio encara la
E| 24 de marzo de 1905 se
dicta la deciaratoria de herede-
ros y por convenio del 20 de
mayo que él juez aprueba, (con
Josefina ya mayor), se hace la
partioién siguiente: pardon Julio
queda la casa de la calle San
Martin $77, Buenos Aires, donde
vivia; otra de a calle Tucuman
cuyos fondos se comunicaban
coniaanteriory habitaban|os De
Marchiyelcampode Guamini(+La
Larga») 3.205 hectareas",
78,000 hectéreas en Rio Negro;
eicampode San Andrés de Giles
(«La Argentina») de3.413hecta-
reas; «La Paz», en el departa-
mento Totoral, Cordoba; 42,500
hectareas de nuestro conocido
campo «Las Termeras; y un te-
rreno en la calle Tres Sargentos
de la Capital, Simulténeamente
e| viudo asume deudas por
1.162.000 pesos.
A Julio (hijo) le corresponden
3 leguas de tierra en Punta del
‘Agua (después integradas a «El
Mataco») con las haciendas
existentes. A Marfa: 5 leguas
conocidas como «La Inverna
da», parte de «Las Terneras»,
también con las haciendas. A
Agustina: 5 leguas en «El Mata-
co», con las haciendas. A Elisa,
Clara y Josefina, en condominio
por partes iguales, 15 leguas en
Las Ternoras», con las hacien-
das.
Del andiisis de este docu-
mento resaltan algunas impre-
cisiones, otras cosas se dedu-
cen y se crean algunos interto-
ganies. Sdlo hay una certeza:
que el general prefirié despren-
derse de tlerras en nuestro sur
cordobés a otras alternativas.
Dice el convenio que en «Las
Tereras» Roca se queda con
42,500 hectdreas, pero si a las
90.377 originales se le restan
las 20 leguas efectivamente
asignadas (53.980 hectérees)
Topo rs Historia N° 372 - 79auedan no mas que 36.397. No
sncusntro explicacién. Tampo-
cohaymenciondelashaciendas
gue pudieran haber existido.
Respectoal valor, sileasigna-
mos una media de $ 40, con
animales y todo (Julio vengi6
24,000 hectaéreas on la parte
mas alejada del ferrocarril entre
25 y 35 pesos la hectarea) a las
28 leguas de los hijos (poco mas
de 75.000 hectareas) son unos
3.000.000, Roca se hace cargo
de una deuda de mas de un
millén, por lo que deberfa que-
darse él con bienes por mas de
cuatro millones. Sumadas, casi
media «Las Terneras», mds «La
Largam, «LaArgentinay, «LaPaze
y las propiedades de la Capital
que sin duda valian eso. Todo
arreglado,
LA DISPERSION,
Podriamos decir «dosintegra-
cidns, porque sibien las 115,000
hectéreas que Julio tuvo de su
propiedad (cuando la herencia
de su hermano), en realidad no
estaban integradas. Eran tres
unidaces separadas. Por unlado
«Las Terneras», en Alejandro;
por otro «La Igualdad», en La
Esquina (vendidas enseguida):
y més al sur, «El Mataco». Tres
fracciones bastante distantes
entre si, que hasta hoy ignoro si
tuvieron un manejo comtn, mas
alld de la supervisién del propio
Julio, luego de la muerte de Ale-
jandto.
Pero decir «desintegracién»
hubiera hecho pensar en algo
gue se desarma més alld de la
Voluntad de su titular. Mientras
que aqui, aunque desconozco
todavia muchos pormenores,
estoy canvencido de quefuouna
opcién de Roca el desprenderse
de las propiedades cordobeses.
De no hacerlo, hubiera debido
vender alguna otra de las que
tenia entonces: «La Larga», do-
nada por la provincia de Buenos
LAS LLUVIAS Y LO COTIDIANO
fi querido Alejandro
Recibs tu tarjeta dei 18 en la que te refieres ai toiograma que me |
hicistes (sobre) ef anivers:
le mi partida ai desiesto. Yo mismo no
me acordaba de ese dia, Esté tan lejano ya
Porel Ministerio de instrucciGn Pablica te habran avisaco que se te
concedié la beca que pedias para la hija de Violeta,
Mis enfermas lo més bien,
Soio si dan mucho trabajo por que se quieren comer los barrotes
| delas camas. Tlenen un raribreferoe
Elisa y la Copeta deben salir el jueves a Cordoba con Agustina y
Marcé que recién hace paces dias se fue a La Paz.
Tanta agua como (es ha Caido ahi es buen indicio de que tenarén
un buen invierno y una buena primavera
Y en esa feria de Rio 4° que anuncian en todos fos diarios tu no
vendes nada?
Que te conserves bien son ios deseos de tu hermano que te abraza
Julio Roca
Abril 19
N dl. Noencuentro come dadticr el aio de esta carta. A pure palpito leestima de
«segunda evasion.
- N®372 Topo rs Historia
Aires (hay abundantes testimo-
nios de que con su dedicacion
personal la convirtié en un esta-
blecimiento de avanzada, dentro
ce las limitaciones que la zona
establecia); «La Paz», lugar de
descanso e intercambio social y
‘amiliar, heredad desussuegros,
y «La Argentina», en una region
de las més fértiles del pals y a
mano de la Capital, tanto como
Para que hasta intentara la pro-
duccién de frutasy verduras para
abastecer a hoteles. Las tierras
sur cordobés le sirvieron para
‘cumplir con sus hijos, herederos
de su esposa Clara, fallecida en
1890, pero con la sucesisn efec-
tuada en 1905, cuando ya todos
los hijos eran mayores.
De resultas cel convenio que
los hijos aceptaron, el general se
quecé con las mejores propieda-
desy la importante deuda que ya
hemos detallado en el apartado
anterior, Los hijosrecibieron en
980 afio, lamitad de «Las Teme-
fas» y las suertes 47 y 48 en lo
que se conocia entonces como.
~EiMataco» y «Punta del Agua»
pero seccionando ambas, en
‘sentido de este a oeste, y dejan-
doa Julito 3 feguas, una porcién
mucho menor que Agustina.
¢Habria deudas? A Maria Marce
la, de De Marchi, leasignaronios
lotes 8 y parte de! 5 norte (5
leguas) en lo que se conocia
como «La Invernadas por el pro-
bable destino del predio. Lo que
despues el Barén De Marchi de-
nomind Colonia Julio Antonio y
mas larde, estancia «Los Cie.
nes»
Ales tres hijas solteras, lacita-
da mitad de «Las Terneras», 15
lequas en condominio por partes
iguales, con limite norte en el
ferrocartil,formando un granrec-
tangula, dividido luego entre las
condéminas segtin verernos mas
adelante.
En«
misme
Colon:
un horr
se limi:
hectére
sidad ¢
ubicac:
cién ya
que fur
fechas:
vado
bacior
febrere
Le
34.000
vendi¢
sur de
lotes 2
que
uno.
la hee’
alafic
garant =
sefior
Prd los
tuvode
Este
mente
que
como
Alto Ve~
dana -
lotes s~
zossir.
paras.
Verde
hizo &En «Las Ternetas» y en esos
mismo tiempos, Julio creé la
Colonia Alejancro Roca, como
un homenajea suhermano, pero
selimitéadisponer de s6lo3.402
hectareas dentro de esa inmen-
sidad de noventa mil, pero bien
ubicadas alrededor de la esta-
cidn ya de nombre «Alejandro»
que funcionaba desde 1902. La
fecha precisa delexpediente ele-
vad a la provincia para la apro-
bacién de la colonia, el 15 de
febrero de 1905.
Le quedaban entonces
34,000 hectareas, de las cuales
vendié enseguida 24.000 en el
sur de «Las Temeras», en 16
lotes @ siete compradores, ya
que varios adquirieron mas de
uno, Valores de entre $ 25 y 35
la hectatea, 1/3 al contado, 1/3
alafio y 1/3 a los dos afios, con
garantia hipotecaria. Sélo una
sefiorita, Carmen Uriarte, com-
pré lo suyo al contado y jo man-
tuvode su propiedadhasta 1942,
Este negocio de Roca segura-
mente le era mucho mas simple
que fraccionar para colonos,
camo lo demuestra la Colonia
Alto Verde Norte, ya que le que-
dan al momento de su muerte
lotes sin vender, otros con pla-
zossin vencery alguno en juicio
para su cobro. La venta de «Alto
Verde» (10.000 hectareas) la
hizo a partir de 1911, en lotes
mensurados de 50 heciareas
cada uno, pero adquiridos en
generalen conjuntosde 100,200,
300 o atin mas hectéreas. Paga-
dos un 20% al contado y el resto.
a plazos. Valores de alrededor
ce 200 pesos la hectarea
«La lgualdad en LaEsquina,
la vendié a sn menor, José Lucio
campo. En el escrito que el
tutor, Rodolfo Heimendahi, pre-
sentaal Juez deMenores p dien-
do autorizacién para la compra,
el 8 de mayo de 1905, habla con
verdadero entusiasmo
deias 1.4006 1 500hec-
téreas alfaliadas, y de
que e! negocio engloba
haciendas por $ 50,000
yarados, rastras, maqui-
nas de cortar pasto, etc.
Paga por todo $ 264. 185,
mitad al contado y mitad
alafio, 7% de interés, con
hipoteca.
La fraccién larga y
angosta del sur del rio,
pertenecia a la «legua
que compré el capitan
Sosa en 1753», segiin
dicen las mensuras no
aprobadas hechas una
por el agrimensor Saint
Remy (1887) y otra por
Bordereau (1900), en las
que también consta que
todos los interesados en
‘al condominio estan de
acuerdo en gue el limite de don.
de arranca es la «tapera de Be-
rrotaran» en la esquina noroes-
te. Por lo que aunque Beda Ep-
per (comerciante suizo radicado
en Rio Cuarto, y en esta ooasion
apoderado de Roca), tiene fa-
cultades para aceptar el destin-
de, no logra el cansenso de los
Gems interesados. ¥ sin deslin-
dar, e130 de diciembre de 1909,
Roca con une de sus nietos. Ningu-
1no de elias disfruté de los campos
cercanos.a Rio IV que adquirio tern-
pranamente cuando estabade gu:
rioion en esa ciudad.
don Julio |e transfiere sus dere-
chos al mismo suizo, a través de
un poder que da paraelcasoa su
amigo, el general Fotheringham.
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EL ATENEO
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Topo xs Historia N° 372 - 81EI Paso de los Algarrobos al norte
det ote 94 de «Las Terneras», en
Flo Cuarto,
Le quedaban al morir, en la
mencionada zona, 4 lotecites en
la Colonia Alto Verde, asi como
un par de sitios y una quinta en
«Alejandro», mas dos casas en
Rio Cuarto, todo lo cual se le
asigna a Josefina
ADMINISTRANDO
SANTA CLARA
(1908/1914)
Ladenominacion de «Las Ter-
neras» para los campos que en
esta época ya eran del departa-
mento Juarez Celman, fue per-
diendo vigenciaamedidaquese
fraccionaba.Comenzabaencam-
bio a popularizarse «Santa Cla-
ra» para denominaralo que que-
daa (que era mucho), una vez
apartadas las 24.000 hoctareas
delsur, «Lainvernadas, la propia.
«Colonia Alejandro Roca», y las
que se proyectaban, «Altos Ver-
de Norte» y «San José
Elnombre «SantaClara» esta-
baenusoyaantes paradesignar
unodeios puestos, quizas elmas
importante. Los olros eran «La
Invernadan, «San José», «Méda-
no del Asta», «Valle Grande»,
«Buena Vista», «Las Blanquea-
das», «Alto Verde»
«Santa Clara» comprendia la
propiedad de las ires hijas solte-
ras (5 leguas cada una) y las
10.000 hectareas reranentes
de Roca (las que luego serian
Colonia Alto Verde). Posiblemen-
te manejaba él en conjunto, una
vez fallecido Alejandro, con de-
logados que se ocuparon de los
establecimientos, ya que otras,
dedicaciones y los viajes a Euro-
pa le absorberlan mucho tiem-
2 - N°372 Topo rs Historia
po. En efecto, estuvo ausente
veinlidés meses entre mayo de
1905 y marzo de 1907 en su
primer viaje al Viejo. Mundo.Y
trece meses, de marzo de 1910
a abril de 1911, en ef segundo.
Uriburu, Alvear, Rocha, Martia-
na, Gabrielli, Comolli, Becerra,
Dintrans, Hamilton, Sastre, son
apellidos que aparecen can res-
ponsabilidades en distintas si-
tuaciones, pero de los que no he
Podido liegar a establecer exac-
tamente cudles eran las funcio-
nes y los tiempos de actuacién
de cada uno.
De todos modos, don Julio
no se desentendia para nada
de estas tiertas cordobesas,
como no se deseniendla ni de
«La Larga>, de «La Paz» y de
«La Argentina». En ef Archivo
General de la Nacién he repasa-
do docenas de cartas (en reali-
dad borradores de cartas escri-
tas de pufio y letra de Roca)
lamentablemente sin fecha casi
todas, que confirman io dicho.
De elias he seleccionado seis
cartas. La primera, al encarga-
do de «La Argentina»: lo instru-
ye sobre algunos temas de su
estancia, en la épaca en que
estaban comenzando a produ-
cir verduras para el Plaza Hotel,
le aconseja que tenga en cuen-
ta los costos al discutir los pre-
ios, incluidas las amortizacio-
nes de aguadas y que no afloje
con llevarselas a domicilio. Le va
a mandar dos carpidores desde
la casa Drysdale. «Al padrillo
percherén que lo ponga a pese-
bre, y cuando reciba 10 6 12
yequas desde «La Larga», tras
Gejarlas descansar unos dias las
envie junto con ! padkillo @ mi
yerno Antonio De Marchi a esta-
ion Los Cisnes, del F.C.C.A».
También va a ir una manada de
burros para que los inveme. Y un
lote detoritos, delos cualesalgu-
nos tendré que remitilos a Uri-
buru aestacién Alejandro, «aho-
ra que todo el mundo se quiere
poner a invernar»
Otra, dirigida a una persona
con domicilioen Alejandro, cuyo
nombre a mime resulta ilegible
pero que mi grafélogo dice que
es Martijena, le da instrucciones
sobre qué tiene que hacer con
un pagaré que se Ie vencera a
Comolli en los préximos dias,
seguin fo pague 0 no. Si no lo
paga, que se lo renuove por 3
meses, pero con interés del 10%,
adelantado. Esto, a pesar de
que seguin escribié y luego ta-
ché: «este Comolli es un jogrero
y un embrollén». Pero dej6 fir-
me: «...ya se ha tenido bastante
consideracin con él.»
Al encargado de «La Paz»,
en una tercera, le comenta que
le parecen pocos los terneros
holanceses marcados (505) en
relacién con la cantidad de las
madres. Fn cuanto a los durham
(hoy los lamamos shorthorn). no
bien
avise
tos tie
de rr:
nice
amas:
ariete
no rm
elfolic
6 car
viado ¢
que Ie
«No =
(sic)
la tiean tenga la cantidad, que le
‘$e, asi le dice cuantos machi-
tiene que mandar «ai campo
32 mis hijas». También le comu-
“ca que van el repuesto para la
masadora de mantecay para cl
riete.
AHamilion, (sin fecha) le dice
‘ue: «,.,.5@ le podrla echar tam-
dién alfalfa. Este pasto es el
porvenir de esos campos, pero
nose puede andar muy de prisa.
's preferible hacer poco y bien y
no mucho y malo como hasta
ahora.» Habla también de dar
tierras para trigo, pero con alial-
fa. Avena, con alfalfa, y avena
sola, donde se vaya a sembrar
maiz,
Al que nalo trata nada bien es
a Carlos Dintrans, «SantaCiara»,
ennotas del 4 y 14 de diciembre
de 1909 (borracores yahechosa
maquina, con algunas correccio-
nes manuales), dice: «confiado
en que usted sabria correspon-
der a mis deseos, jamas me pre-
ocupéde dudardesucompeten-
cia, buena volumtad y contra
cién el desempefio...», en las
otras cuatro paginas |e recrimina
detodo: que haya dejadola alfal-
fa para semilla en lugar de hacer
pasto;
que usaron las hijas de Roca.
En el recuerdo, otra muestra
de la lenta evolucién es la afirma-
Topo gs Historia N° 372. -86
cidn que me hacfa don Tomés
Rodriguez (que fuera segundo
mayorcomo) de que en 1943 se
tilaba todavia el trigo en par-
vas" Quienes lo hacfan eran los
colonos asentados desde mu-
chos af‘os alras, arrendatarios a
porcentaje, en la esquina sudes-
le de «El Mataco». Se hicieron
propietarios en 1956 (en muchos
casos resistiéndose a abanco-
nar la condicién de inquiline que
no podia ser desalojado) restan-
dole las primeras hectéreas a la
estancia (unas 4.000), loque hoy
se conoce y se conocia antes
como «la colonia», ya que para
entonces hacia afios que habblan
dejado de rotar por el campo.
Estos colonos, en épocas de
orisis, recibian came de la que
se faenaba en laestancia para el
personal, para ayudarles a pa-
sar el mal trance.
Cinco manadas, con el pro-
creo de varias yeguas a cargo
del Hornero, el Lobuno, el Gato,
el Milico y el Chingolo (criollos y
SPC), pastan hoy en el nucleo
principal de la ya dividida estan-
cia, como pare atestiguar que no
todo se sacrifica a la rentabil
dad de la agricultura, y honrar la
tradicién de haber sido alguna
vez concurrente a Palermo y
otras exposiciones con sus pro-
ductos.
Estancia como todas basica-
mente ganadera en ol pasado
(«14,000 vacashabia cuandollle
gué en el 43», cuenta don Caye-
tano), mantuvo su uniciad arigi-
nal hasta la cesi6n que se hizo a
los colonos, continuando la dis-
persién luego de que los espo-
sos Lriburu-Roca, en 1954, lo
donaran como anticipo de heren-
ciaa sus hijos. Ella (entonces de
72 afios) las 5 leguas que habla
heredado, y su esposo (73 de
edad) las 3 que comprara a Juli-
lo. Parte de estos campos se
- N° 372 Tono rs Historia
Julio A. Roca en Buenos Aires. A
pesar de resicir en esta cludad,
siempre se ocupé esmeractamente
de sus propiedades
han enajenade a terceros, pero
la gran mayarfa estan en poder
de Cemadas, Duggan y Freire,
que los han recibido por heren-
ciaocompra, pero que descien-
den de Roca.
Segiin la tiltima informacion
disponible impresa por Catastro,
son 23 unidades catastraies, ja
mayor de 4.092 hectareas y la
menor de 126.
COLONOS EN LOS
CAMPOS DE ROCA
La palabra «colon», [a usa-
mos (0 la usdbamos) en la zona
en dosacepciones, significando
conceptos distintos. Conlas dos
nosreferimosa productoresagro-
pecuarios, pero de diferente in-
dole, Unaes el integrante de una
colonia, adjudicatario de uno 0
més lotesen propiedad, general-
mente habitante en él, parte de
un fraccionamiento o-ganizado,
Asi sea por un particular o insti-
tuci6n que lucra o no con el em-
prendimiento, o por el Estado.
Como fueron en la zona la colo
nia Sampacho, primero provin-
cial y luego nacional, o la Maipé
y la Chacabuco, traccionadas y
pobladas con «calonos» por la
Nacién. O la de Maruil y Lejarza,
entre las privadas. Otro es el co-
ono arrendatario, agricultor a
porcentaje en una «estancia» (si
elprediomantiene parte delcarn-
po dedicado a la ganaderia) 0
directamente «colonia» totalmen-
\epobladapor agricultores"”. Or-
ginalmente todo inmigrante de-
bia entregar el ote sembrado de
alfalfa alsegundo, terceroocuar-
to afio, muchas veces acompa-
fiando al cambio de lote, el cam
bio de «casa». Un conjunto de
dos otres habitaciones con pare-
desde adobe otierrapisada, con
techo de chapa de zinc, apenas
un abriga y piso de tierra"
Las dos categorias de colo-
nos existianen|as tierras de Roca
Pero en conjunto, eran propor-
cionaimente pocos. Los de «El
Mataco» deben haber existido
desde comienzos del siglo, aun-
gue no he hallado docurenta-
cién. Perocuando se encuentran
con la memoria de los poblado-
res més viejos, hoy ya fijos, alin
siendo arrendaterios aporcenta-
Je, enel sudeste del campo. Ha-
ciéndose propietarios a partir de
1956, a favor de las tacilidades
crediticias oficiales y mantenien-
do todavia en el habla popular,
en conjunto, el nombre de «la
colonia
No huboarrendateriosen «La
Igualdad>, cuyo sistema de ex-
plotacion intensiva en manos de
Alejandro ya hemos relatado.
Hubo s/ en la fracci6n de Ma
ria Marcela, los cuales deberian
padecer en laletra de los contra-
tos exigencias similares a las
que habitualmente se consigna-
pos;
tierra:
Je
color
transé
norte,