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Printed in Spain Los autores del libro Primera Parte: Cultura e Historia de los gitanos to histérico de los gitanos espafoles, Sénchez Ortega in y el origen de los t6picos, tapas histéricas en la Penis - Vigencias y cambio en Ia cultura de los gitanos, por Eli senda Ardévol S6n, 61-—Loe gitanos. Un grupo fen oder y linges gitnos, 70-La sci Tos: parientes, 84—La impo 100—Conclasiones: vigencas y cambio en la cultura Gr pan, 105. . Algunos aspectos sociolégicos de la poblacién gitana: lo profesional y lo econémico, por Jess Marfa Vézquez Datos demogeficos, 103.—Eseructura profesional y ocupacional, 14-—Niveleconémico, 116, 7 © ‘Maria Helena Sénchee Ortega marginacién sociocconémica de Ia que s6lo nos queda desear pue- dan librarse finalmente en fechas préximas, gracias a Ia colaboracién mutua de las dos comunidades durante tanto tiempo en conflicto 3 bligada coma de coniensia por ambos pares dhs rafces del problema. Capitulo 2 VIGENCIAS Y CAMBIO EN LA CULTURA DE LOS GITANOS Elisenda Ardévol Introduccién Pretendo en estas péginas presentar un panorama somero y ge- neral de los gitanos espafioles que se asientan hoy en las ciudades © de otro tipo de infra das, en barrios periféricos empobrecidos y con condiciones defi- arias en cuanto a dotaciones y servicios. Hay, qué duda cabe, otros gitanos, gitanos situados en mejores espacios y que disfrutan de condiciones mucho més amables, Pero son muy pocos los que viven asf. Por eso, aunque todos los que tenemos felacién con este pueblo sabemos de su cia y de algunas diferencias profundas comtin de su etnia y sabemos que a pesar de la distancia rural que los separa se siguen considerando gitanos, no s de ellos de quienes hablaré, sino de esa otra gran mayoria de gi- tanos marginados. Me voy a basar para trazar esta breve des. de su cultura ‘en dos fuentes principalmente. Una es la obra San. Romén , cuyas ideas sobre los gitanos se pusieron a prueba a lo largo de bajo sobre los gitanos de Granada, Este estudio lo entre 1984 y 1985 por encargo del Excmo. Ayuntamiento de Granada, del que de Madrid y oe eee @ Eliseada Ardévol recibt en todo momento Ta ayuda y colaboracién necesarias para que pudiera desarzollarse adecuadamente. Este trabajo es mi segunda fuente de informacién, La obra de T. San Ror todo a gitanos de Madrid y Barcelona en un period se proloaga desde 1967 hasta 1984; el estudio ‘equipo GIEMS se llevé a cabo en la periferia madrilefia durante 1973 y 1974; mi propio tabajo se inicié en Barcelona en el, otofio Ge 1983 y continué tealizando una investigacién ea Granada desde la finales del afio 1985. Por todo ello, lo que digo en estas paginas tiene por escenario central las ciudades de Bar- celona, Granada y Madrid, pero pienso que lo fundamental de cuan- to aqut se indica puede aplicarse a gitanos de estas caracteristicas de i jas que son, como entes apuntabs, la gran ma- grupo. '967 hasta ahora, y por esa jenen cierta vie puicblos se han inclinado por adoptar. ‘1 tratar priotitariamente, por tanto, aspectos de la cultura tradicional de los gitanos y a sefialar algunas tendencias de cambio fen sus instituciones propias. Sin embargo, todo ello se inscribe en su ‘proceso histérico, se fundamenta en una transformacién de iciones concretas del momento en que nos esté tocando produce sobre la base de uns relacién dialéctica entre 1a mi tana y la mayoria paya. No voy a dedicar casi espacio a estos tres factores fundamentales porque hen sido tratados extensamente en este mismo volumen por otros autores. Mi tarea, por tanto, carece de esos fundamentos, precisamente porque presupone su existencia y no tendria sentido inform Pero para abordar entender le forma pi mentos y también su: de la cultura mayori Vigencias y cambio en la cultura de los gitanos 6 aspectos que considero fundamentales de la organizacién social de este grupo étnico y que constituyen los aspectos més relevantes de su riqueza cultural desde el punto de vista antropolégico. Cultura significa un conjunto de elementos materiales ¢ inmateriales (lengua, técnicas, instituciones, simbolos) que caracteriza a un grupo humano. Segiin Malinowski, la cultura es un «aparato instrumental» que pro- gue se les plantean en en el émbito de un det aspectos organizativos frente a las dems. Para analizar el cambi cién del gitano como cada comunidad locs ‘como interpretaremos dentro del desarzollo general de basado en el andlisis comparativo de comunidades partiendo de unas variables determinac sobre el cambio social que se se orienta a analizar 8 grupos de poblacién ‘econdmica de los afos que la componen.. Cémo sesenta repercutido los cambios en 1a (minis problema de la vivienda, el trabajo y cl acceso a los servicios sociales. En qué ura gitana observamos rentes y separad: diez aiios. Considerando tores, el andlisis puede resultar productivo y sugerente, aunque no es fécil.' A pesar de todo, se trata de poblaciones situadas en medios “ Elisenda Arddvol uurbanos que son periféricos y suburbiales, hasta cierto punto simi- lates y, sobre todo, existen entre ellas similitudes fandamentales, factores comunes que refuerzan la idea de que, a pesar de su variabi- lidad, 1a cultura gitana pose unas caracteristicas estructurales y cule turales bésicamente comunes. Puede incluso hablarse de parentesco entre algunos gitanos que viven en las distintas ciudades. Se trata de gitanos del mismo tipo que, siguiendo las pautas comunes de las migraciones de los afios sesenta, se expandieron desde el sur y las dos Castillas, sobre todo a las ciudades de Madrid y Barcelona. En la Peninsula hay dos tipos de gitanos, diferenciados por ellos mismos y por los estudiosos, biingaros 0 kalderash y gitanos pro- piamente dichos. Ambos tipas han recorrido rutas de penetracién tes y tienen historias distintas, En Espafa el tipo habitual es isten pequefios grupos de hiingaros, pocos y dis ¥ Castellanos, sobre todo. Entre los Catalanes algunos son del Pais Valenciano o procedentes de Francia, y entre los Castellanos con frecuencia se agrupan castellancs propiamente dichos, extreme- fos, gallegos y otros gitanos. Los dos usos son frecuentes: Jes llama de manera conereta por referencia a su lugar de origen, 0 bien se usan de forma laxa, imprecise y no siempre uniforme estas categorias indicadss. Pues bien, los gitanos a los que voy a referitme son gitanos béticos y castellanos. En las periferias y barrios suburbiales de Ma- dtid y de Barcelona encontramos sobre todo emigrados de otros puntos del pais, dejando nor tanto gi- mismo tipo € incluso, en algunos casos concretos, gitanos con relaciones de parentesco 0, con més frecuencia, con un comin cercano. En Ba fe incluso un térmi asentados por tigen bético y castel lama cajeletes y son mayoria en la ciudad. Es esta base comin re- ciente la que nos permite la comparacién y a partir de ella podemos. Jos cambios fundamentales que han tenido lugar en estos te afi, gitanos madrilefios se asientan mayoritariamente en mécleos de chabolas?, con escasisima 0 nula infraestroctura urbana, espacios habitables reducidos y caracteristicas de las ales empleedos extremadamente pobres ¢ insalubres. Una fami- de ocho miembros puede ocupar una chabola de veinte 0 de Véase el aricalo de Juan Montes en este misao volumen. Vigencias y cambio en la culture de los gitanos 6 dlieciocho metros cuadrados sin casi separaciones internas y carente de agua, servicios higiénicos e incluso luz. Suelen ser asentamientos separados, sino alejados, del casco urbano, y sus servicios soci y culturales, hace afos dependientes de Ia Iglesia o de Ia bent ceneia tanto piblica como privada, suclen ser hoy centros y servicios mantenidos por Ia Administracién, antes como ahora escasos y mal dotados. Pero también hay en Madrid gitanos que viven en otzas condiciones. Los estudios 2 los que me he referido estén hechos entre gitanos chabolistas, pero también sobre una muestra de cinco niicleos urbanos madrilefios ubicados tamas urbangs y con di rentes caracteristicas respecto Contamos, en defi con datos sobre dos poblados , ambos situados en limites extremos de las zonas urbanizadas, uno de unidades pre bricadas ancjo a un asentamiento chabolista, un poblado de viviendas unifamiliares de escasa calidad y pésima infraestructura enclavado también fuera de la ciudad, to, en principio provi inmigeados) mejor situada en cuanto a comunicaciones servicios, y un barrio de bloques de pisos normalizados. Los cinco barrios presentaban unas caracterfsticas comunes; entre ellas destaca- mos un crecimiento urbanisticamente répido y anérquico, con pro- bblemas, en general, de infraestructura y de equipamientos y servicios colectivos. En Granada, la Administracisn acabs con los barrios de chabolas y las viviendas provisionales, realizindose el ultimo traslado en el ao 1981 a viviendas de promocién oficial nueva planta, desmanteléndose ast el dltimo bartio de fabricadas. A partir de las inundaciones de 1962-1963, Granada, se inicié un proceso de realojamiento de la pobl aificada por dichas inundaciones; los tres barrios de 1 cotresponden por orden cronolégico a Haza Grande de Cartuja-Barriads de la Paz (1970 y 1966 respectivament Higono de Al Los otros dos corresponden a dicién hist ios de tra- cas urbanisticas especiales. Por Barriada de la Paz ras que el Poligono de ano de bloques abiertos, inta alzada, En el Sacromonte predominan las cesascucvas 6 das unifamiliares y en el Albayzin las casas de vecinos y las ones unifamilares. La ubicacién en cl espacio agrupa los barrios en dos zonas. La primera situada en la ladera de “6 Elisende, Ardével San Miguel corresponde a los niicleos histéricos de Albayzin y Sacro- monte, estado Elaza Grande ubicedo como prolongacién del Albay- in La segunda zona corresponde al Poligoro de Almanje- dl tipo de urbanizacién como en cuanto a infraestructura urbana, quipamiento y servicios. En lineas genersles podemos dec que la dotacién de equipamientos responde a los stindares m{aimos actaa- habitual existen problemas de in entre servicios y poblacién. Sobre Bareclona tengo sceso « dos conjunts de datos diferente, ‘ambos procedentes del trabajo de Teresa San Romén, y de aquellos que pude yo obtener durante mi corto tiempo de traba venir a Granada. Mis datos de aquellos meses son superficiales ya ‘que s6lo pretendia localizar los distintos nticieos de poblacién gitana yy tomar cont tun barrio de pisos donde los gitanos vivian concent con un total de 231 unidades domésticas y 260 familias nucleares. Los gitanos: un grupo étnico marginal i La comunids ze aoe con los que 36a nomad, la lengus, In valoracion de In edad y la como principios ordenadores de status, el respeto a lectividades que se reconocen como gitanas y que const en contacto. La idea de un origen comiin, le tradi- Vigencias,y cambio en la cultura de los gitanos a de este contenido étnico necesario para la supervivencia del grupo como unidad diferenciada. De hecho, no podemos pensar en los rasgos de una cultura en jun momento histérico dado como rasgos inmutables de un deter- minado grupo ético. La continuidad de un grupo étnico en el tiem: Po no necesariamente tiene que coincidir con el mantenimiento de tunos valores morales ni con unas invariables formas econdmicss o sociales, El congepto de grupo ético lleva implica la idea de internccén dinémica del grupo con otros grupos o colectivos con los que se rela. ciona, de tal manera que I 1s culturales no medio ecolégico y 2 la interzelacién con otros conjuntos sociales, Y para afrontar el cambio social que pueda producirse dentro del colec- tivo giteno, hay que partir de su propio dinamismo cultural y del tipo de interaccién que establece con el entomo, con Ia sociedad en Ja que esté inmerso. Los gitanos, como grupo étnico diferenciado y minoritario, estén insertos en una sociedad més amplia que denominamos mayoritaria. Tas relaciones interémicas entre ambas colectividades 0 entre sus in. dividuos se ven mediatizadas por las relaciones minorie/mayoria, de forma que estas relaciones no se fundan en una complementariedad de las identidades étnicas sino que operan dentro del marco de las instituciones del grupo mayoritario y, por tanto, el grupo minorita- tio est en situacién de desventaja en cuanto al acceso general a los recursos y al poder politic. Esta situacién coloca a la colectividad gitana como minorfa marginada en la pluralidad cultural del Estado espafol, que a su vez diversifica a aquélla, La marginacién de los gitanos en determinadas 2onas urbanas y la escasa interaccién ética entre la poblacién paya y la gitana, no han impedido la transformacién social de esta comunidad. La margi nacién de la sociedad gitana del desarrollo general de] Estado fiol, que en un momento determinado pudo servir para el manteni- miento de su ctaicidad, no implica necesariamente la continuidad de unas formas culturales ni el aislamiento total de esta poblacin de la evolucién econémica y politica del pais. Actualmente, podemos decir que a mayor marginacién, mayor desestructuracién de las ba- ses ttadicionales, acompafiada por I relacionales que poco tienen maciopes de la sociedad mayoritaria, para mejorar la situacién algu- nas veces, para empeorarla an. incidido sobre los més margi- rados y los més aculturados de le sociedad gitana 6 Elisenda Ardbvol La comunidad gitana forma parte del conjunto de distintos pue- blos y etnias que integran el Estado espafiol. Como ciudadanos, per- ticipan jurfdicamente de los mismos derechos y obligaciones que el resto de los espafiles. Para explicar la cultura gitana hemos de par- isis distintos pero que se entrelazan entre jana como tal y su interrelacién con el conjunto de Ia , politica y econdmica del pais. En ley otorga y exige lo mismo a payos y a gitanos, ya pasado, Pero la situacién de hecho es bien distinta. ¥ no se trata exclusivamente de las desigualdades de un istema con fuerte estratificacién como es el de nuestra sociedad de . Enlazindose en esa desigualded podemos hablar de otras. Los s, por ejemplo, se resienten de la falta de reconocimientos que instituciones tienen en la sociedad en la que fciones de mayor © menor peso social (desde dde santos patronos) que les estén permitidas comunidades locales. Pero ademis, algur ceso a pesar de su insercién en los tltimos niveles dé : i poder ser ejercidos porque muchos de ellos care- ymente se exigen. A la rativa y de un trabajo Es cierto que existe poca conci tar el tener una documentacién en regla, pero también lo es que algunas personas desconocen datos bas | luger de naci- miento, y otras ain lo ocultan, Sea cual s nuevas irregularidades a las que antes o después recurtir; «.. los porcentsjes més altos de detenidos (por la policia) se encuentran entre indocumentados. Lo que més llama nuestra atenciéa fs que e308 porcentejes son ain supetiores en aquel gitano gue no acién sino que ignora si alguna vez la tuvo, si sus padres le inscribicron 0 no en el Registro al nacer. Todo ello pone en evidencia su separacién de las instituciones de la propia sociedad en la que vivens *, 37, Sen Roméo, Historia 16, nim. 22, febrero, 1978. Vigencias y cambio en Is culture de los gitenos Giertamente han cambiado las cosas desd fe que en el 1974 habfa ga Madeid una cuara pare dela pobacin giana que caeca dela documentaciéa personal més bésiea, En La Per mente le totalidad de los git en Granada o Madi condiciones muy diferen: do alos gitanos a "8 payos, al menos + Blisende Andével ‘en el marco general de desigualdad, discurre hoy en dia fundamental- ‘ment: por cauces menos institucionales, més subyacentes ¢ intetiori- zados. Son cauces menos explicitos pero al menos tan eficaces como de un grupo de vecinos de un asentamiento 1 de gitanos. Las normas permitirin 0 no ha- de a qué tipo de poblacién van dirigi- puesta social a un desalojo de esta natura- Jones sobre las que las autoridades pueden baser- cuando se trata de payos 0 d aso: iparacién en términos normativos. Falta mucho por andar en el terreno de las ‘Tertitorio, poder y lingjes gitanos aque se inscribe en Ia orientaci ste tipo de organizac tica fundament ‘pio formulado ibales, en especial ipio aplicable si 0, pata explicar los fenémenos problema es que la situacién de debilidad y desmantelamiento de los grupos de filiacién que se constata en muchos colectivos gitanos, hace menos it tipo de andlisis; nos explican més cosas, variables ‘como la ocupaciéa y las condiciones del barrio en el que viven o el nivel de intereccién con los payos y de acceso a los recursos de la comunidad. Por eso es cada vez més necesario recurrir a este tipo de variables, aun teniendo presente que la teoria de 1os grupos de filia- cién mantiene ciertas ventajas para entender Jas comunidades més tadicionales (no necesariamente més das, y resulta clarifica- dora, todavia, en su uso complementario respecto a aquellos otros factores mencionados, para gitanos que han abandonado gran parte de su tradicién cultural organizativa‘, ran obras como Vecinos in'y la del GIEMS 0 Gi Vigencias y cambio en la cultura de los gitanos sanGemsecuentemente, ale Hialided y organizacibn cconés x ambos enfox Lye jes por ut plone cue no se aleansari dar una vsén de conjunto através : los, incluso, podria levar a traicionar la realida de amplios secores de'gtanos. renee La organizacién del parentesco 1a onganiazcién socal gitana se estructura a partir nes de paencin yc bie a doe oe cautcaei &c Gone a sexo y el grupo de edad. Es sociedades de las lamadas individuo, en la sociedad gitana, esté inmer ae id gitana, estd inmerso en el sistema de) afectivas, a partir de él establecerd sus relaciones con otros miembros de su mismo a Cooontar si nicloo bist Se defense y coped OT El sistema se articula en linajes patrilineales, de manera que cada los jotan Ie comuni Bitano lo es realmente sim a patrilineal, sl que los Un hombre pertenece a la raza de su padre y a la de su ] tiene parient maternos. Lo pel cia a otra gente que lo explotaba otganizadamente y con una capaci- dad mayor que ellos para defenderlo y defenderse. Los git ible ni para unos ni para otros. Pero e: : entre ambas poblaciones requiere que la minoria su crecimiento relativo, que no se rebasen las ‘no cien, puede haber un gitano vendiendo telas en una pequefia de pte ag oleevealfaces| alle aci te 1 de relacién econémica®. mn dispersos, no sélo autnomos. Distintos sectores de un mismo linaje se asientan en diferentes lugares ete fecuente que et réfica determinada, como el ur de Francia, Cada miembro Vigencias y cambio en la cultura de los gitanos B res cuando no de segmentos enteros de linajes, por ejemplo desgajados por el punto genealégico de dos abuelos diferent vuno abuelo de un segmento, que son hermanos entre si, y cuy: inajes, la oposicién ¢ independencia entre clos, se caracteriza ausencia de una estructura estable que aglutine a los diversos grupos entre si. Por el contrario, las relacio- nes de los distintos grupos de parentesco se en esta independencia, que es econdmica y pol otorga més bien una’ entidad social py mente por referencia y oposicién a otro Territorio y disensién Ia cooperacién, 1a competencia, Ia uu regulacidn tradicio bs fo a su pertenencia o no al mismo tincién entre parientes y extraios m relacidn entre dos personas definiendo sa La identidad del gitano dentro del colectivo de un grupo parental [obit de defender «ovos membros de je que hayan sido ofendidos por insulto, agresién 0 cualquier tipo de abuso. En caso de contflicto debe solverse por las propias en funcién de su, dos personas, io, implicando puede tener muchas causas. Pero, en 5 filas de los miembros se fundamenta en aguella autonomia y dispersin, cultura que evita la competencia y el troy gitano defiende a su gente, ellos. Y en es 6 Ardivol sus competencias, una personalidad colectiva, donde el ente social es el grupo de patientes patrlineales. No todas las causas son materia etic er . Hlay_slgursa, como. las deadas personales, que incumben tan sélo a quien las causa y a quien sale de ellas perjudicado. Sin embargo, el enfrentamiento violento, é aglutina a todo el grupo de forma nitida, venganza puede seguir otra del otro ente y transformarse fen un proceso de vendetta. Pero inmediatamente, en cuani y su grupo, hayan 0 no participado en los hechos, huyen y su espacio y sus pertenecias suclen ser asaltados por los miembros del grupo de filiacién enemigo, hayan 0 no hayan estado implicados en el momento i para realizar Ja de la pelea; basta con que ahora se encuentren cocupacién y el expolio. Sin embargo le «quimere» Jos ancianos para lograr la ps icados los que intervienen, buscando otros ti , prudentes, prestigiosos, conocedores de Ia tradicién y «fuertes», es decir, respaldados por los brazos de muchos descendien- tes. Son estos tiltimos, «los jueces», quienes, una vez que su actus- cién se ha aceptado por ambos bandos, realizan la laboriosa tarea de conseguir un acuerdo entre las dos pattes, que se fundamenta en la inexcusable premise de permitix a ambat la pes porque no-wan a volver.a verse, El territorio se parte y una linea imaginaria trazada eet etaleceoiercatle telecast) siempre en dos mitades, en dos «: © enemigos, que salvan Iu obligeca de Ja venganan a conttoa da to pier le sue ett, Junto con el suelo de Ia ciudad se suelen «partir» también zonas ale- Vigencias y cambio en In cultura de los gitanos 7 La legitimidad det poder ‘Asi es en principio, Pero no cabe duda que cuestiones sobre el poder relativo de ambos grupos, especialmente medido, en este ca30, por la capacidad que tengan de movilizar hombres, inthiyen en los acuerdos negociados por los jueces. Flos, que testifican el acuerdo alcanzado, reclaman de los ancianos de ambos grupos su palabra para garantizar que se cumplird lo acordado, de forma que si una de las artes rompe el convenio, ¢s con los jueces, no sélo con el otro ‘erupo, con quienes se enirentan, con los jueces y su gente. ‘Se teme a los linajes «fuertes» y se les evita, de forma que, 0 bien se mantienen las distancias bien se conciertan con ellos acuerdos de clientela siempre técitos y no-reconocidos, pero reales y eficaces, Lo gue ocurre es que un lin ba antes, no puede crecer biolégica 0 politicamente de forma indefinida, y la «fuerza», que es numérica, estd en contradiccién con los limites dptimos de’propor- ida de gitanos relativa a la comunidad mayoritaria. Las escisiones son frecuentes, y Ia fuerza es un atributo variable y cambiante que no permite efianzar grandes desigualdades. Hay algo mis. La «fuerza» que los miembros de un lina} den exhibir en un momento dado, resulta de dos coordenadas tas. Por una parte se tiene en cuenta cudntos hombres tiene el de esos individuos, capaces de defenderlos. Pero por otra parte se considers también con cuéntos cuentan ahi mismo, de forma inme- dita. En breve, un hombre solo de una raza fuerte no se enfrentarta 2 otro hombre de una raza débil si aquél no ruviera parientes en el barrio y éste los tuviera todos, pero éste, a su vez, se lo pensaria mucho antes de utilizar la violencia contra un miembro de una raza fuerte por muy solo que esté en ese momento, Sin embargo a «fuerza» de un linaje, otorgada por sus miembros vvarones, puede usaise sin autoridad alguna. Los gitanos dicen que el empleo de ext fueran porque, fers del contexto de prescipeiones el i Este tltimo afade a la inexcusable condicién de la fuerza tres elemen- Ec Me palin y bona. tigio no s¢ tiene, hay que ganarlo. No se puede conseguir feta del modelo de torportaniento sdesucdo al samo y's a clad, Pero en el caso del lider gi stigio proviene miento y su interpretacién en el contexto, el de queza que permite la generosidad y el despil 4 dificil a un hombre granjearse personal si tiene que sobrepasa una ofensa sexual o bien se puede comete en cualquiera de los dos casos el honor de la famili ‘menos este tipo de sucesos agota el deshonor de las familias y los i honor ex una condicén masclin que wuede perderse en cualquier momento ante otro hombre que pue: pooer pub duda que ambos sean iguales, que se exhiba Y eso puede suceder de muchas maneras. to exclusivamente sexual, como se ha hecho po antropélogos que han t que el enfrentamiento real produce entre hombres por una cues- tién de dominio y competencia. De la misma forma un hombre de honor es un hombre de palabs ray dtima autoridad para su hi del prentigio del pare de donde mane eo cpacd posicién genealégica sin portado como padre de ileclnen unmmerte. con imientos que el que se haya Vigencias y cambio en la cultura de los gitanos 2 qui2d fuera irremediable no volver a hablar a su hermano. Y ante tales decisiones los hijos, en el sistema de autoridad tradicional ‘gita- no, siguen al padre y a éstos sus propics hijos Goexistiendo con ella, pues, la autoridad que acti: niveles del linaje es le de los hombres ancianos. Son elk Conjunto, toman las decisiones més importantes para el linsje, como aceptar una Hay que tomar en consideracién dos factores: la influencia bene- iosa del habitat en el caso de Granada y el tiempo transcurrido en Elisends Ardévol 50 de la poblacién joven relacionados con la actitud i . Paralelamente a un des- ccenso de natalidad, se observa una tendencia general a casarse més tarde y a tenet y desear menos hijos por mattimoni cuestiones que vuelven a. su gitanos granadinos a la situa sxificas. Estatuto sexual y grupos de edad Para el gitano, la edad no es tan importante como el pertenecer aun grupo de edad determinado, A grandes rasgos, podemos dis- tinguir cuatro grupos de edad. Desde que una persona nace hasta ae alcanea su pubertad ge inscribe ene esiatu desir 0 anlton, extendiendo este témino més allé de 1 la pubertad hasta el matzimonio, El siguiente grupo corresponde @ las personas que ya han contraido 8 «casados». Finalmente, nos encontramos con el de edad le corresponden unos derechos y de autorid: ‘més viejo al més joven y ja a la experiencia y a la i en que de la experiencia, de ahi que los jéve De haber un problema ent darle la azn al mayor, al m Vigencias y cambio en la culturs de los gitanos 98 familias gitanas pueden ir a pedirle consejo, pudiendo, incluso, ac- tuar como medisdor en caso de conflicto. En algunas ocasiones, estos chombres de respeto» tienen un dmbito de actuacién que com. rende todo un barrio y su influencia puede rebasar éste. El amozo» y el acasado» son los braaoe ejecutores de la autoridud que el «tio» ejerce dentro de un grupo parental. A estos grupos de edad se les asocian los valores de astucia y valentia; astucia para ssbuscarse la vida» y mostrar su habilidad frente a los demés miembros de su mismo grupo de edad y valen i 280 necesario, El «tio», sin embargo, ha de «mirar por destacarse por Ia prudencia y el con 41 quien interviene como ‘mediador en etso de conflicto de alguno de sus hijos con otros git, ‘aos ¥ quien decide qué es lo mejor para los parientes que dependen led. Esta necesidad de defensa frente a las posibles agresiones de miembros de otros grupos parentales y la competencia que supone demostrar la valentia frente a los mism frecuentemente, causa entos. Es por esta razin por la que se le repro- conflictos las repercusiones que puede tener su accién para el resto de la familia. No pude olvidarse que un conflicto entre dos. person: inmediatamente 2 los respect ‘yos grupos parentales, pues es ésta la base de su mutua defensa y cooperacién. Va contra la virtud del hombre gitano y contra su vit. lided todo aquello que pueda ocasionar perjuicio sobre su propio grupo parental c cl faltar a la palabra dada 0 no it marido cuando conteaiga matrimonio. A la que con frecuencia sostiene el nicleo pani dad doméstica, es el hombre quien, cn tltima instancia, tom: decisiones que afectan a la familia’en cualquier asunto de i ia. En este sentido no debe olvidarse que a pesar de su se mantends cién. Decfa una gitana de San Lucio a T. San den tener muchos maridos en la vida, pero tu hermano siempre es tu hermano». Y, ciertamente, la mujet gitana sigue perten ‘su taza, por encima de su vida doméstica en el int del ‘su marido, con el que adqui cir llega al extremo de apx * E = Vigencias y cambio en la cultura de lor gitanos Hace ya tiempo que existen gita hhermanos, aunque sea excepcionalmente, se reservan el derecho a in Goutfanlligadiin ia coveciatde it en su favor cuando a su modo de ver, valorado no sélo » sino sobre la base de Ia moral, de la cultura, el lo demasiado lejos en un castigo o su gente se ha tomado libertades improcedentes de cu relacién entre marido y mujer es semejante, La defensa que aquél se compromete a ejercer le cuesta a la al varén de las mayores del mundo. «EI hombre que de verdad se porta como un hombre, no le hace demasiado caso a su mujer, pero se deja matar por ella si tiene que defenderla». «Ya ves, porque le evo estas peras a mi mujer de regalo para que se las coma, me dicen Jos gitanos que soy un marica. Es que en estas cosas los gitanos sidn, verbal en algunos casos, pero también en fendmenos como la fs fanas que durante los afios de expansién traba- las y retrasaban en la medida de lo posible su itrimonio, © como en el caso de los matrimonios mixtos, espé mente frecuente entre gitanas con hombres payos. Pero los roles femeninos y masculinos siguen vigentes, y sigue también In ideologia que los ampara. Algunos jévenes parecen adoptar posturas solidarias con las mujeres de su grupo émnico, Pero dirfa que més que rechazar i itacién, rechazan el abuso de ésta. Aquel impulso iberador, de la pasada década parece ahora somos dema: Pues mira, yo se las Ilevo porque quiero, y que digan los aque les dé la gana» ". Parece que si hay atisbos ee de que pueden colocar a la mujer en alguna posicién de favor, se wok Paes ata Se ee ee ee &te un tema que reque mucho més espacio del que aqui dis- pongo. Espero poder b trastocarfan los papeles sexuales, muy rigidos. le él en otto momento. como el «mozuelo» se ha de mostrar valiente y mantiene una ‘ran libertad de movimiento mientras respete las decisiones tomadas padre, la emozuelay debe ser dil 2 su madre en el trabajo, ido y cuidar de la casa y de ana estd siempre ligad dad, su comportamiento sexual. La mayor virtud de la gitana moza fs su virginidad, porque dicen los gitanos que tienen que saber lo La escuela en el proceso de enculturacién La distribucién por sexo y edad de roles tan claramente definidos hace de la enculturacién de los gitanos, de su aprendizaje sociocul- tural, un proceso que dura toda la vida, que con nuevos conocimientos, nuevas for mas de comportamiento, nuevas actividades. Y en este proceso cada hombre y cada mujer van paulatinamente aprendiendo todo ello no sdlo de sus padres, sino también de sus do de més edad en el caso del hombre, di ue crfan en casa. Por ese mismo principio debe fidelidad a su ma- ido una vez casada. Con el tiempo también llegard a ser pre y cuando haya demostrado su wirtud, haya parido mente varones, y haya sabido cbuscar la vida» para su f rnalmente, tendré mayor prestigio si no ha tenido més que un marido ao largo de su vida. En este caso, cuando ya anciana puede decir que madre de hijos sanos y valientes, de hijas castas y trabajadoras, sfruta de un buen nombre. ya Ia menopausia, pasa con clla bien que Ia gitana tiene en su vientre, el bien que hay que con- trolar®. Y Ia gitana puede descansar e ejercer cierta autori- dad en su unidad doméstica y gozar de res i su marido y en la comunidad en Ia que reside. Nunca tendré poder. Pero su influencia puede llegar, con la ayuda del temperamento opor- ién solida, a movilizar a los hombres de su linaje y El aprendizaje incluye téenicas, conocimientos ocupacionales formacién sob: i6n, capacidad de debate politico y de ia en los hombres, de cuestiones relacionadas con la sexual le imdgenes y creencias, de 1a manera de ver el mundo y vivir in embargo, parte de este aprendizaj inculear, es ya obsoleto y estdn reservadas la escuela paya en la comunidad gitana espafola portante entre 1965 y 1975, de manera que la 98 Elisenda Ardévol que los gitanos tengan derecho a saber leet y escribir, « conocer cuestiones generales sobre el mundo en el que todos estamos; se sefialaba también la necesidad de que aprendieran todo aquello que pudiera, en el fururo, dotar a los gitanos de ua oficio, de profesiones sobre Jas que poder realmente acceder a los mismos derechos que los payos, tal como los principios de la legielacién establecen hoy. Dero zno todo ha sido tan ‘como se hace itl de Ia educaciGn, la actitud ante ésta se acerca Pero la-educacién, como modo de acceso a los recursos de la sociedad, estd lejos de scr una realidad para los gitanos. ‘Los datos sobre la comunidad gitana de Granada reflejan esta pos- Para el 29 por 100 de los entrevistados, mayores de cator- para adqu social general, pero pocos se refieren con- de mejorar las condiciones laborales a la escuela. En este con- constante mantenido a Pequefios y no puede alefarse mucho del nicleo familiar y de su madre; mientras es emozuela» no esti bien visto que salga con otros jOvenes d= su misma eded que no sean sus familiares’ vy une wee Vigencias y cambio en la culture de los gitenos 9 ‘marido. La diferencia se expresa con frecuencia en estas palabras: «No ise it a la escuela», en el caso de los adultos varones y «No me 4 In escuela en el caso de las mujeres. Jn utilidad de hecho de la escuela actual responde que estd en saprender a leer y tuna quinta parte confiesa que se les soluciona el pro- inos anden por le calle o el problema de la comi- da, en las escuelas que tienen este servicio. Un 7 por 100 opina que la escuela no sitve para nada a sus hijos y les impide que éstos ayuden en casa, Finalmente, un 3 por 100 alude a otros problemas que sus hijos tienen en la escuela y un uno por 100 piensa que Js escuela inctementa la discriminacié Sin embargo, la acti los gitanos en Madrid ua 38 por tradicional y el segundo otro tipo de actitud correspondiente a la integracién de elementos de Ia sociedad paya; el balance comienza @ decantarse hacia un 100 Elisenda Arddvol apartado es importante destacer que en el Poligono de Car Almanjayar es deade se dan los menores indices de escolar entre los seis y catorce afios, mientras que en la zona de Albaycin patecen estar escolatizados el 100 por 100 de los nifios entrevistados, siempre con independencia de cudles sean los niveles de absentismo ipacién en la escuela. La diferencia responde a una mayor ién en cuanto a aspectos educativos de la poblacién de lo que es coherente con otro: Finalmente, cabe hablar de Ia pobl ‘ruccién de los adultos es un indicador del inte de acceder a la educacién y fa cultura escrita nos puede servir a la hora de ponderar la evolucién de la poblacién gitana al respecto. En Incas gen I nivel de in embargo, més elevadas para las personas que tienen el Certificado de Estudios Primarios 0 més. De nuevo nos sugiere todo esto un nivel mas alto de integra- cin en la comunidad gitana granadina, que serfa sin duda coherente con su situacién urbanistica y con unas relaciones interétnicas que son, como he sefidlado, mas abiertas y tolerantes. NIVEL DE INSTRUCCION DE LOS ADULTOS GITANOS, (En porcentajes) Madrid LaCelsa La Perona Granada rs “1975 "1980" 1984 Anulfsbeto préctico ... wo 0 4 Lectura y 2 compres 2 7% 35 5 3 5 ie CEP equivalente 0 mis Ceremonias y rituales. El sexo, la autoridad y el parentesco cen el sistema simbélico de los gitanos No voy a tratar aqui en detalle las cuestiones sobre el mundo mistico de 105, sus creencias as. Trataré exclusivamente social més importante, la boda gitana, y del ritual gl Ming Cae GIEMS. ob. Vigencias y cambio en le cultura de Jot gitanos 101 ligioso central, el mortuorio. Ambos se inscriben en una cosmovi- in que no sélo inclaye un Dios creador y unos «mengues» 0 expe tus malignos, una supervivencia del alma y un mundo transnatural. Incluye también muchas otras creencias, ideas que se aceptan por Ta fe y que inciden y se fundamentan en la vide social cana la La ceremonia del matrimonio Repasemos algunas de las cuestiones expuestas que son ahora pertinentes al hablar de matrimonio, La alianza matrimonial es el punto de wnién entse dos grupos parentales (eunque no es en absoluto infrecuente la endogamia de ‘nge), que we mantienen independiente en cuanto su organizacién politica y econémica. Este es un hecho que no puede olvidarse al analizar este tipo de situaciones, pues es en funcién del mismo como se articulan los derechos y obligaciones de los nuevos cdayuges hacia ellos mismos, hacia sus hijos y hacia sus respectivas familias. ili por I 0s habidos en un ma padre, La mujer, aun- que vaya a vivir junto a los parientes de su matido, seguir con- servando la pertenencia al linaje paterno y, en caso necesario, acudi- 14a él y a su familia para que la acojan o defiendan. En toro al cvoperacién necesaria para el funcionamiento ambos quedan libres para contraer una nueva ur tada como legalmente valida por la comunidad. Asi px nio podré considerarse disuelto o nulo por consent y estando de acuerdo las far 102 lisends Ardval En el matrimonio tradicional el noviazgo es corto. Aunque la eleccién del futuro cényuge es ahora casi siempre libre, los padres suelen dar su consejo sobre cual es, a su : veniente 0 indicada. En términos generale nseja que el eSnyuge sea un pariente 0, al menos, alguien que sea conocido por Ja familia. El siguiente paso es el «pedimiento de la novian;. lo realizan los padres del novio después de haber reunido a un cierto simero de patientes cercanos y haberse presentado en casa del padre de la novi rea les pregunta a loa novios ai se quicren se fija el dia de la boda y se celebra el sconte- Si el matrimonio ceremonia girard en to1 tiene un marcado caréei ambas familias que Jos bombs chas son lanzadas al sire en sefial alza a la novia en brazos y «se la by camisas o las de sus familiares. Lleg Ja madrogads, se canta la «Albored>, pudiendo Ia ia fe ente, se da por debe celebrarse aunque no existiera, en un principio, el consenti- padres. Existe, finalmente, una tercera f6rmula que consiste en «la fuga» de los a la casa del padre del novio o de algin familiar pro- i celebrarse la boda gitana y la pareja Vigencias y cambio en la cultura de lop gitanos 103 que cuenta con mayor prestigio y la que aporta un estatuto matri- ‘monial més sélido. fe Ia pai fuelo». Y por tiltimo, la separa espacial de ambos sexos durante este momento, el baile de los bres con Ia novia en brazos, su pezmanencia a hhasta que termina, es expresivo de las género, de su dréstica separacién social van teniendo su momento de intervencién de las parentelas de ambos su especial relacién, su hugaz También la boda gitana sin dade Ia comunidad gitana s» que antes, hace tan sélo treinta afios, era una férmula de presién para situaciones infrecuentes, es hoy al menos tan comin como la propia boda gitana ncluso la actitud hacia esta ceremonia ha cambiado, y prueba de ello es que mienttas hace solamente diez afios T. San’Romén respe- la exigencia que los gitanos con los que habia re «la prueba del pafiuelon, hace que mostré el desarrollo de la produjeran por ello grandes protestas Y Gste es, sin dude, tan sélo un puerta de la intas atribuciones mente de Ja transformacién de a que estoy hablando, que afecta a todo el conjunto de elemen- tos culturales vinculados al matrimor sélo a su ritualizacién, Un indicador expresit nos se casan hoy o el nimero de tercera parte de los hombres y el 85 por 100 de las m Granada, contrajeron matrimonio antes de cumplir los mientras que esta cifta es algo més alta entre los gitanos chabolistas de Barcelona en 1984, y llegeba al 78 por 100 para los hombres cn los datos de GIEMS sobre las para fas m 104 Elisenda Ardévol s

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