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E] Quattrocento, eal N Victor Nieto y Alicia Camara Hi ; LIA lr Ml) regalos DIRECTOS en sold, Con a garanta det Estado El Quattrocento papi italiano Por Victor Nieto y Alicia Camara Profesoraitular de Historia del Arte, UNED Indice La Anunciacién, por Sandro Boticel 131 Ss natene 6 El Arte en la sociedad renacentista UANDO hablamos del arte del | Quattrocento establecemos una | nel ambi mulacién de un lenguaje clasico en cla- ra contraposicion alas cortientes domi rhantes en los restantes. paises euro: peos. Desde un punto de vista formal pparicion del arte del Quattrocento Hala a seguir una trayectoria en solitario hasta que en el siglo xv las for mas del Renacimiento se extiendan a los distintos paises de Europa. Como elemento de contrapeso, fueron abun- dantes los contactos con el arte flamen: raves de los via algu- 5 procedentes del Norte fran muy apreciadas 0 por el influjo {que se deja sentir desde el Sur. Contrario, la influencia de lalia ropa hasta finales de siglo ws, a diferen: a de lo que sucederia en ia centuria siguiente, {ue muy escasa por no decir ‘que inexistente, Una de las principales novedades practica anstica y ¢ de la obra de arte en el Renacimiento comport formacion que afectd mas de la vida, la economia, la polit ca, a ciencia, la cultura y la re cierto. que sus raices en una serie de factores y cambios que se venian dejando sentir ccon anterioridad, pero es en esta cen: turia cuando se produce una conjun: jos relien | (ad EI Parnaso, por Andrea Mantegna. Museo ion de factores que dan lugar a una si: tuacion radicalmente distinta En relacion con el ambito de la cul- tura se aprecia la culminacion de un proceso de secularizacion que afecta a todos sus aspectos. No se trata de que la cultura haya dejado de ser eristiana sino de que se ha desentendido de un patrocinio ejercido exclusivamente por fa Iglesia. El arte comienza a cumplir funeiones que superan los limites casi exclusivamente religiosos que habia venido desempenando. En una época en la que los Humanistas descubren la cultura de la Antigiiedad, el arte expe- rimenta una estimacion nueva alti po que la consideracién de los artistas fexperimenta una transformacién radi cal. Através del arte los sefiores reften- dan en las cortes una imagen de pres- ligio que explica el alcance y empeno de sus empresas artsticas, Los grandes sefiores, a través del arte, de sus colec- Ciones y de sus artistas emprenden ac: cciones politicas y diplomaticas, Pues la cultura forma parte de la vir inheren- te a todo principe que ve como una ne- cesiad el affontar importantes progra mas antsticos, Nueva situacién La nueva situacién del artista y del funcionamiento de la obra de arte, el valor te6rico y literario de los modeios, el planteamiento cientifico y racional de los problemas de composicion ar- quitecténica, de la perspectiva y del sistema de representacidn, supusieron un cambio radical de la practica artis: lica, No se trata solamente de la apari ccidn de un nuevo lenguaje formal que no altera sustancialmente las formas de comportamiento del arte y los artis: las, sino de un nuevo lenguaje que res- ponde @ unas nuevas exigencias vita- les e intelectuales en las que se de- sarrolla una nueva concepcion del mundo que afecta a la idea misma de arte y a la figura del artista Durante el Quattrocento la formula- ci6n del nuevo lenguaje en los distintos campos y generos se produjo como ceonsecuencia de esta transformacién a través de una experimentacion especia | lizada. Los artistas actian ciertos aspectos de la pintura, fa escul tura 6 la arquitectura. Bs ef ¢as0 de la preocupacion por aleanzar una recons- tniceidn arqueologica del mundo clas ‘co que apreciamos en las obras iniia les de LB. Albert, 0 la preoeupacion por el problema de la perspectiva en la pintura de Paolo Uccello atendiendo a fas funciones de tos objetos en el mar Co de la representacion, o la investiga- ion del probiema de Ta luzy los obje- tos en las obras de Piero della Frances. | ca De ahi que el panorama anstco del Quattrocento. sea un panorama trag- meniado y dvidido en Una serie de ex perimentaciones unidas por un ideario Es evidente que Alberti en sus obras de madurez lega a formular un nuevo clasicismo desentendide de las reeren: Cas iterates ala Antigiedad de sus pr rmeras obras. Y también es cierto que Piero della Francesea en sus obras fa les establece una nueva articulacion de la luz en el espacio pictorico como te- Curso perspectivo. Pero todo esto, que Cculminaria en la definicién de un len. ‘uaje universal que se ha denominado Renacimiento Clasico (Klassische) y gque tiene en Leonardo y Bramante & ddos de sus més claros representantes, hho hace sino poner de manifiesto que el Arte del Quattrocento dista mucho de Ser un estilo estitico, cerrado y defini ble. Muy al contrario, el Arte del Quat- trocento puede decise que consituye tna suma de experiencias a través de las cuales se va peefilando un nuevo len: uaje que cuando aleanza la posibilidad Ge codificarse en un estilo tinico da Iu | sara algo que como el Renacimiento | dlasico es st superacién, El trasfondo ideologico y cultural del Quattrocento, el Humanism, tenfa una dimension plural. Por ello, las adecua- Cones y correspondencias del enguaje Atistico y los prineipios humanists te- hia que Ser forzosamente dispar. El pa- pel de las cortes que analizamos en este trabajo pone de manifiesto esta dispar- ddad de comientes, las cuales deben ser interpretadas como. aproximaciones a un ideal que, en su conjunto, emana de la fuente comun del Hurnanismo, Es ‘evidente que et neoplatonismo florent hho mareé la trayectoria de muchos de | Plano de Roma (1472), por Piero det Massaio. Bibloreca Apestolica det Vaticano los artistas de la ciudad, especialmen de aquellos que tabajaron en la corte de Lorenzo de Médici Igualmente, en Venecia se deja sentir el influjo del aristotelismo de la escuela de Padua y la pintura se orienta hacia lunos problemas representativos com pletamente distintos. Incluso las preo- cupaciones astrolégicas del Estudio de Ferrara determinaron no pocas de las soluciones pict6ricas que se desarrollan en la decoracién de los palacios de esta ciudad. Ante este panorama, amplio y diverso, tampoco han de extrafiar las actitudes eclécticas y conciliadoras ‘como, por ejemplo, la que hallamos en la Corte de Urbino donde concurren ar: tistas de formaciones diversas, incluidos ls flamencos 0 de formacién flamen- cca. Acaso sea este el aractivo que ofre: ce el arte de_un perfodo que ha inten: lado ser clasico apartandase decidida- mente de todo intento de reduccién de sus pfincipios a un corolario de normas. Pues la idea que los hombres del Quat. trocento tuvieron de lo clasico no fue la de un lenguaje académico, sino de un arte vivo que discurre en una constante transformacién debida auna inin- En el siglo xv se haba iniciado en lta: lia un proceso de revalorizacin del tra bajo del artista que culminaré en el si ‘glo xv. Los anénimos artistas de la Edad Media dieron paso a otros que finmaron ‘orgullosos sus obras y cuyos nombres definieron épocas y estilos. En esa nue. va consideracion del artista los escrito res jugaron un papel fundamental en los primeros tiempos. Es famoso como i dicativo del cambio que se produjo el ‘elogio que Dante hizo de Giotto; aunque se ha dicho que el que le considere perior a Cimabue puede ser tan sdlo tuna reflexi6n sobre el transcurrir y mus dar de las cosas, también estaria refle- jando la estima que sus contempord: eos tuvieron de ese gran pinto. Autorretrato de Benozz0 Goz2oli (145961). Palacio Medic Riccar, Florencia En el cambio de siglo, esto es, al co- ienzo del periodo que vamos a tratar, Filippo Villani escribié su libro De orig ze Florentiae et de eiusdem famasis ci tibus, en el que todo un capitulo fue de dicado a los pintores florentinos, dota: dos de ingenium y considerados ciuda danos ilustres. En esa linea estarian también los Commentarii de Ghiberti (1452.58) que no solo incluyé biografias, de otros artistas, sino la suya propia, con tun tono orgullose que confirma plena ‘mente que nos hallamos en una nueva 6poca, El tema de las biografias de ar listas no se limité a Florencia, sino que aparece tambien en otras zanas de lla- lia. Conctetamente, en Napoles Bartolo- meo Facio escribié hacia 457 De viris ‘lustribus, obra en ta que hacta referen- Cia a artistas no solo italianos, sino tam bién del norte de Europa, como Van Eyck, pintor muy apreciado en aquella corte. La idea de progreso, de un rena cer después del periodo medieval esta tia latente en ese interés por la historia, por la biografia, que se da ahora, Ade ds, las biografias de artistas tenfan un precedente en la Antigiedad tan nota ble como la Historia Natural de Plinio et teriormente en los eftculos hurmanistas, Y permili6 que las anécdotas referentes los pintores de fa Antigiiedad forma. fan parte de un lenguaje comtin a los, creadores del arte nuevo. Antes de continuar, hay que sefalar {que puede resultar incorrecto hablar de artista, pues es término que no se usa en el Renacimiento, y seria en cambio mas correcto hablar de maestros o art fices en un sentido genérico, o bien re ferimos a ellos por ef arte que practican: pintor, escultor..; a pesar de ello y te niendo en cuenta que hoy dia seri palabra artista la que aplicari tos antifices, vamos a sei Ta, una vez hecha esta salvedad, El termino maestro se adectia perfec tamente a la realidad profesional de aquellos hombres, pues era e! grado ‘que aleanzaban después de su forma ‘G6n en un taller al lado de otro maes tro, El sistema de trabajo en talleres per- vivid a lo largo de siglo integrado en ta organizacion gremial de las. distintas citidades. Eran los gremios los que con ttolaban el trabajo de los artesanos, los Cuales debian pagar una cuota a cam bio de ta cual podian recibir por ejem- plo préstamos en caso de enfermedad, Edqtiriendo.asi-una cierta seguridad ios gremios tambien podian a veces juzgar'y decidir en los conics plan {eatdos entre artistas, o entre artistas Clientes. El poder la presencia de los fremios en fas ciudadesiaianas del si ilo xy lo podemos comprobar al con- templar las escultras de la iglesia No renlina de Or San Michele alas que le {0 nos referiemos, y que fyeron encar- Hadas por los distinias gremios de a ci dag los grandes talleres, como el que two Ghiber, funcfonaron como em: presas bastante rentables. Los aprendi es entre los cuales la relacion fami fiarcon el maestro no era ni mucho me nos una excepcion ~ se formaban en el tesla de su maestro y sus obras poste- Hoes, ya, coma meio ndepentien- tes, pueden explicar el porque de la Continuidad de unas formas © determi nadasinfluenciasestlaticas en lugares distantes, Fue frecuente, ademas, una diversiicacion en los productos que sa- fan de estos talleres de. arintas y un ejemplo pueden ser los talleres Norent hos de Pollaiuolo y de Verrorchio que, dla vez que producian obras de pinta ¥ escultura, se ocupaban tambien de or | ganizar fiestas y decoraciones. Por lo que se refiere a los pintores, a veces agnipados en un determinado barrio de la ciudad, al igual que otros ar- {esanos, su santo patrono era San Lu porque, segiin una tradicion del siglo v, teste evangelista habia sido pintor de la Virgen. Para entender ja necesidad so- cial de este arte, que marca el siglo xv, resulta significative et hecho de que, como ha estudiado Cole, los treinta pin: tores. que habia en Siena en 1363 se convirieron en casi un centenar a co- mienzos del Quattrocento. Los férreos conlratos de pintores y escultores con sus clientes, en los que todo, desde ma- tetiales a disposicién y numero de figu- | ras, quedaba especificado, fueron evo- lucionando en el sentido de dejar una mayor libertad al artista ‘a nueva valoracion social de estos atfices estuvo en gran medida en rela. cin con el fenomeno del mecenazgo, En algin caso la vineulacion de un at- lista a una corte 0 a un principe perm Uida éste cludir incluso la obigacion de pagar Ia cuota del gre omespo lente para poder ejercer su profesion AAdemat, la figura del artista cortesano se aleja de lo que fue la generaidad: st Bescon economnica y Sus formas de ida, asi como su integracion en los gre pos de humanistasvinculados alas €or tes —filosofos, escritores, arqueclo- g0s..— estableeian una gran distancia on respecto a otros que segulan sien- do considerados artesanos Eldeseo de los grandes antstas def berarse del Control de los gremios two rucho que ver con la nueva considera ion de las artes en el Renacimiento Tradicionaimente las artes liberales : Retorica, Dialectica, Art rmeética, Geometria, Msica y Astrono ‘mia) no inelufan nada de lo que era la produccion artstica, que se considera- Ba'mas bien dentro de las artes mecd- nicas (tejido, consteuccion, navegacion, agicullura..). Estas tltimas eran las onoladas por los ares, se rat ‘aban con fas manos, se” aprendian ‘como una técnica y no tenian conside- racion de ciencia. bos artistas en el Re- hacimiento van a luchar por el recono: imiento del cardcter cientifico de su afte. Todo ello puede explicar el porque @ arqtecio Brunelescht front una pena de carcel en 1434 por negarse a nar en el gremio de Ate de Maes de Pietra ¢ Legnami, cuando se encon- traba trabajando en la catedral de Flo rencia Es evidente que, sin la liberacion de las estrechas limilaciones de tos gre- tnios, los artistas del Renacimiento no habrian podido disfrutar de la. libertad de movitmientos. que hizo posible que sus realizaciones aleanzaran una amplia Proyecin. Mosport lslas en ese proceso de sacaral arte de su consideracion artesanal fueron vz figs, Recurieron al modelo de la Anti Biedad para recordar como el artista friego fmaba. sus obras y que. —tal Como eserbid Flarete a fnes del Autorretrato de Ghiberi en los relieves de {ta Pueria del Paraiso del Baplisteno de Florencia gio xv— los emperadores romanos | practicaron la pintura. Demostraron que el conocimiento cientifico —matemati- cas, geomelria, perspectiva, Oplica...— tra linprescindible para la creacion de sts obras. La definicion vitruviana del arquilecto, que fue asumida como pro: | pla por los ualadistas de arquitectura del Renacimiento, es un ejemplo de hasta qué punto la amplitud de conoci- mientos y el dominio de las distintas Ciencias, definié al nuevo artista. Algu: nos dle Tos grandes artifices de este pe riodo fueron a la vez teéricos, y su in fluencia en ese sentido corre paralela a Ja que tuvieron sus obras. Serian los ca- 0s de Alberti o de Piero della Frances- ca. En el caso de los pintores, compa- raron la pintura con la poesfa, a la que func se habla negado esa consiera- ‘idn social a que ellos aspiraban. Para cello ulilizaron reiteradamente la méxi- ‘ma horaciana del ut pictura poesis, esto | intura es poesfa muda y la es, que la poesia pintura hablada, una equipara- ‘cin entre palabra y pintura que se pue- de encontrar también por ejemplo en la ‘epistola escrita por Eneas Silvio en 1451 ‘eon el titulo dum viguit eloquentia, vi suit pictura, En defintiva se trataba de 13 4 defender Ja figura del artista como al guien que, a una gran forrmacion cient | fica, unia un ingenio y una capacidad de ccreacion que se plasmaba en obras que ian mucho més allé de cualquier cor: sideracion artesanal El mecenasgo y las funciones de la obra de arte El protagonismo del artista y su orgu: lio de creador se plasm también en los aulorretratos que, en ocasiones, inclu: yeron entre los personajes de sus obras, Mirando al espectador, a modo de nexo narrativo entre la historia contada, eles pacio teal y el especiador, se autorrelea laron artistas como Benozz0 Gozzali 0 Mantegna, Pero también el autorretrato aislado de Ghiberti en las. segundas puertas det Baptisterio de Florencia es asi un manifiesto del nuevo artista que tune su niombre a fa fama de su obra, La transformacion artistica que tiene lugar a lo largo det siglo xv, no fue sola: Mente un proceso de caracter formal, sino un cambio radical de las funciones y formas de funcionamiento que asume la obra de arte derivadas de fas nuevas relaciones que surgen entre artista y co: mitente. Es evidente, segin hemos se: falado, que sin una liberiad de movi ientos como la que tuvieron Leonar do o Miguel Angel, la obra de estos ar tistas se habrfa visto anclada en las limi: tadoras perspectivas de una organiza. cin artstica gremial, A diferencia del sistema de la tradicional relacion entre Ariba, San Agustin ensenando Retérica y Flosoliaen la Escuela de Roma, por Benozzo Gozzol Iglesia de San Agustin en San Gimignano, izquierda, Pottziano, Landino, Fino y Ge Becei on un detatte de la Aparicion del Angel a Zacarias, por Domenica Guirlandaio, Santa Maria Novella, Florencia arlsta y comitente y de la rigida organi- zacion gremial, la actividad del artista se desarrolla desde unas nuevas perspec- tivas en relacién con las cuales se pro- ducen no pocas de las experiencias y novedades plasticas del arte del Qua trocento, Como es légico, este proceso conlle: va una nueva valoracion de la figura del artista, sin embargo, no debe olvi darse tampoco que es debido a la | orientacién clasicista del arte a lo que | se debe la transformacién del arlista de artesano mecanico, apegado al oft cio, en artista que ejercita una profe: sion liberal, En una época en la que, como veremos, la Antigiedad se com vierte en un mito y un modelo cultural el arte de los antiguos asume un ui vo protagonismo que le acerca ala es- lima de que disfeutaban la literatura, la poesfa o la miisica. Las esculturas y ios Mmonuinentos antiguos, al convertirse ‘en modelos de un mito presente y per manente tovieron, por extensién, su yeccidn en el hecho de que los ar tos, los escullores¥ los pintores Ha de tenerse en cuenta que la for mulacidn del nuevo lenguaje renacen ta se planted en sintonta con una se 15 16 rie de transformaciones importantes de la sociedad, Al igual que el artista, recu- perador de las glorias de la Antigiiedad, sume un nuevo papel, el arte encama hnuevas funciones para los mecenas. Las | obras realizadas por éstos asumen un Dapel de ostentacion, de presto, de gloria y poder hasta ei punto de que st Iinagen ho se desarrola plenamente en la sociedad sin el apoyo que producen para su imagen tos dios y mond: nent por dl realizado, ls programas dlecortivos que emprenden las cole: clones de objetos obras de arte que #1 Quattrocento fue uno de los pero dos en Tos que se produce una ident dad mas esttecha entre los gusts © i Slinaclonesansticas del mecenasy los Sesarollos plésticos levados. a. cabo porlosanstas que trabajaron au car fo. En este sentido, como tendremos Seasién de analzar mas adelanle, las Cortes consttuyen un ejemplo elocuer te de la diferenciaion eailsica que procs esta suacon mareads prs fuerte competeneia. Desde el reinado modelo ideal del entomo cultural de los Medel, pasando por el clsiclsmo 10 mano olanés, hasta egar al incre tsmo eclectic de tos arias y tenden clas que se desarllan en la corte de Fedetico de Monteleluo en Urbino inate eso 3 en ala haces aparidn un nuevo tipo de mecenas como consecuencla del individualism aque introducen los imporantes Bios que se producen en la econorna Pola, economia y produecion artist: 2, como signo valor de imagen 9 1 ptesentacion, se haan intimamente Uiidos Hast el punto de que, en deter Iminadas Qeasones, el ate se enende ommo actividad tia proyeecion que persgue fines no solamente estecos ino de empresa: polis, economicos 6 dplomaticos. De ahi que el ate pase & convertse en un huevo instumento rsenvelo de nas exigencas radical mente distntas las que hablan promo- ‘ido su desarrollo en Ta epoca preexs tente Li diferenciacién esiistca de las empresas, los artistas que tabalaron para.un detenninado mecenas, la call dad, ndmeroyorentacion de ls obras due componian una colecelon, se en tendieron come el sello del comitente ¥ como uno de ls rasgos se identidad para define su imagen Elo determing {ye estos prosranas artsicos cum. Dlieran unas farlones que, en ocasto: hes, se entendieron como una empre- $aEn relacion con este fenomeno Sparentemente parecen estar en con. ifadicion algunos aspectos que fueron tbjeto de erica ena 6poca, como es In alieacion de ujoy dspendio ne: Gesaos congue 3 juagaon muchos le estos programas anisticos. Sinem bargo, esta kien se coresponde mas Cen uns mentaidad conservadora que can lade Tos hombres que levaton alo estas empresas arlstias. Camo Se ha notado, estos programas fueron realzados mediante el fije de dinero de nueva formacign y no con el proce. dente de siejas forlunas. De hecho, exists una correspondencia directa y trident ene el nuevo hombre. de empress, fos nuevos rumbosy benel- Clos dela economia y los nuevos pro- sramas anisticos, En el Quattrocento las obras de arte se convierten, en el marco de una so- ciedad activa, en algo necesario. Las empresas artisticas no eran simplemen- te un lujo ni un dispendio innecesario, sino una inversién necesaria orientada 2 desarrolar la imagen y el honor de la familia. A este respecto es oportuno no- tar como Albert, a propésito de las i versiones en programas artisticos, decia {que si bien no habrian de constituir un deroche deberian ser lo suficientemen- te generosos como para salvaguardar el honor e imagen de la familia, Lo cual, para cumplir esta funcidn, exigla otro aspecto, la firma de un artista o taller de reconocida capacidad o prestigo. Sila idea del dispendio y el derroche zo son aplicables a los nuevos progra- mas aristicos esto es debido a que la obra de arte asume en el contexto so: cial y politico italiano del siglo xv una ‘compleja trama de nuevas funciones en relaci6n con las cuales se halla el pro- cceso de secularizacién e intelectualiza- ion de la imagen que se desarrolla en ef nuevo Lenguaje. A este respect, A digs Chastel se ha reerido ala neva di tension yauge que experimental co- leccionismo ato largo del siglo wv. Com- Darado coma funeion que tienen is co- Fecciones de los Médiel en Florenia a unos ejemplos anteriores de colece fismo como el del Duque de Bemy re: Sulla ingenuos y surgidos de un imp £0 espantines, En cambio, en ecole: foniamo de los Medic se aprecia una. Sctitud selectivarigurosa y un raciona- lismo en los usos y proyeccion de la co- leccion eh otos ambitos que el este- tamente personal. En est sent, al igual que’ en las nuevas empresas cco- tbmicas y mercanies la rato se impo. nea ia radio. ‘Lent Magniico, en tomo al cual se agrupaban poetas,numanistas asta, su bipbtecay sts coleccones de aniigdedades es evidente que le pro: porcionaan un profundo delete, Pero ho fue solamente esta la funeln que Cumplia. Su colecetn era ulilzada como. arma polica y diplomalica al Caleular minuciosamente 8 qué perso hajs se Ia enseaba, Silos programas asticos emprendidos por Lorenzo de Medici constiuian una afimmacion de esi, una manera de aleanza una frnegable-parcpacion de la Wea de tit ss atlas fueron empleados por tlmecenas para desamollar diversas es irategias diplomaticas. Lo cual seri im. pensable sin fa aparcion de una corte fe entendidos, de expertos o conn. Seurs que relrendaban esteicamente e “aor de reazacones el que se vincuan Tos desarrollo del Ste ngevas empresas ¥, bor lo Lato, io traduee en un insiumtento que asi: me nuevas fulones, es opostino ob- Sewar como Lorenzo. de Medic), ade ids de a estates planteada en tomo 4's eoleccion, se svg de sus atstas pata desanolly, tambien, una estate Eclaplomatea vet nto gr 0 de arias que Wabsja para el Pa Eh is Capila Shinn en 1481 acta Como un autelica embajada ipo Indies Como es lgic, estos nuevos meca nisms y funelones que asume el arte, Unido la nueva eientelaen tomo ala Cal se produce, detemind una sere de ‘Sepulero del Cardenal de Portugal, por A Rossellino. San Miniato af Monte, Florencio aspectos nuevos de indole especifica- ‘mente artistica, Asi, surgen nuevos te- ‘mas requeridos por estas nuevas formas de funcionamiento. Aunque es eviden- te que el tema religioso constituye el ni- cleo principal de realizaciones, es evi dente que su tratamiento experimenta luna transformacién importante como cconsecuencia del proceso de secular zacion de la cultura aristica. gualmen- te otros temas como el retrato, el tema milol6gico, el desarrollo del paisaje —si bien eircunscrito a Tos fondos de tetra tos 0 composiciones—, la imagen de la ciudad, los nuevos modelos de monu- "mento y sepulcro o las nuevas tipologias de la villa y el palacio son una conse. ‘cuencia de las nuevas funciones que ‘sume el arte en la sociedad italiana del Siglo xv. Una sociedad en la que se ge- era un nuevo mito basado en el valor cconferido a un nuevo modelo cultural: la Antigiedad, 1 20 Arte nuevo y tradicién A Antigiiedad clésica fue modelo y fuente de inspiracién para los hu ‘manistas de! siglo xv y su influen- ia recorte todo el arte de este period. ‘Alo largo de la Edad Media nunca ha: bian desaparecido el conocimiento y valoracion de la Antigiedad clasica yde | hecho haba sido modelo en muchos momentos, Pero ahora esa Antigiledad se contempl6 con una cor distancia, de que entre amt hhabia una época de tinieblas que era el Medioevo, Los humanistas repetiran in cansables que una nueva era estaba na: ciendo, una nueva era que vendra en gan medida, definida por su acttud rente a la Antigiedad clasica, Esta idea de una edad intermedia entre los anti- ‘guns y ellos procedia, a su vez, de la pe riodizacién planteada por los historiado- res humanistas al desarrollar una divi sin del tempo historico en dversos pe Los nexos establecidos con el mode: lo ehisico no se basaron en la imita cién, sino que —recurriendo a térmi- nos de la retérica antigua— fue la ae- ‘mullatio en tanto que nueva creacién inspirada en obras anteriores, la que defini la relacién, Hay un texto en ese sentido paradigmatico, que son unas palabras de la dedicatonia que Albert hace de su libro sobre la pintura a Brunelleschi en el aito 1435, Cuando volvié a Florencia después del exilio comprendi6 que en muchos, pero pri ‘mero en ti, Filippo (Brunelleschi), y en ‘nuestro muy arnigo el escultor Donato (Donatello), y er) otros como Nencio (Lorenzo Ghibert) y Luca (Della Rob- bia) y Casaceio (Masaccio), habia un ‘jue habia sido antiguo y famoso en es fas artes. Convieso que alos antguos, tenlendo como tenfan abundancia dé ‘tue ampararseeimitr, les era mencs dite aleancar el conocimiento de las Supremas artes..es por ello que nues- | Cipula de Santa Maria de Fiore, ‘lorencia, por Brunellescht 2 tro nombre debe ser mas grande. Continda afirmando que nada entre los antiguos es comparable ala cdipulaflo- rentina de Brunelleschi y, en definitiva, lo que esté reflejando es esa concien: ia de superacion frente al modelo ideal de la Antigiedad. Se talaba de redescubrir lo antiguo, pero creando a la ver algo nuevo. Tal como ha seftalado Argan, no fue tuna sola la manera en que los artistas se enfrentaron a ese modelo, El interés la arqueologia fue una de las post ilidades y se dio en este siglo xv, sobre todo en el norte de Italia. La obra de Mantegna en Mantua sera buen ejemplo de arqueologismo. En Padua se levanto tuna estatua a Virgilio. En Venecia co- ‘menzaron a aparecer medallas f ddas que imitaban a las antiguas. Todo ello hace que se haya definido el huma- nismo en esa zona como epigrfico y ar ‘queoldgico. En cambio, segun Chastel, a quien pertenece esa definicion, tue un hhumanismno filologico y flas6fico el que caracteriz6 a Florencia. Esta ciudad sera el centro artistico en toro al cual gire en gran medida ese arte nuevo que sur ge en Italia en el Quattrocento, El mo- ddelo de ia Antigiiedad solo se adopts de forma. Iiteral en contadas ocasiones, pues fue més un milo y una categoria cultural que un sistema o repertorio & Entanto que posible repestorio de for mas, hay que recordar que, a io largo del siglo, las ruinas romanas fueron poco a poco redescubiertas y valoradas. Fra Giocondo, editor ya en el siglo xv1 de Vitruvio y de Plinio, uno de los mas ccultos humanistas de! tiempo, escribié, a Lorenzo de Médicis lamentandose del terrible abandono en que estaban los restos que de la Antigiedad quedaban cena ciudad de Roma. Deca que habia incluso quienes alardeaban de que los cimientos de sus casas estaban hechos de fragmnentos de estatuas y exclamaba ‘que ante eso:

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